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Profesora china expone su programa de apoyo psicológico en Foro Mundial de Educación y Habilidades

Asia/China/16 Abril 2016/Fuente: mba/Autor:Pueblo en Línea (China)

Yang Boya, la única profesora china clasificada entre los 10 mejores profesores del mundo por el Global Teacher Prize, dialogó con la audiencia global sobre sus programas de apoyo psicológico y sobre el sistema educativo de China.

Yang, de 28 años, es profesor de psicología de la Escuela Secundaria, afiliada a la Kunming Teachers College de la provincia de Yunnan. Ella ha establecido un centro donde los estudiantes pueden buscar orientación profesional a la hora de enfrentar los retos de la vida.

«Como psicóloga y maestra, desde hace cinco años desarrollé programas de apoyo para adolescentes», afirma Yang. «Hemos interactuado con muchos adolescentes de diferentes escuelas, tratando de entender sus problemas y aspiraciones».

Yang y su equipo se han dado cuenta que los valores de los adolescentes reflejan los valores de sus familias.

«Incluso cuando lograron mejorar dentro de nuestro programa, sus viejos hábitos regresaron tan pronto como volvieron a casa», asegura Yang.

Así que comienzaron a desarrollar un programa de entrenamiento dirigido a sus padres.

«Nuestro programa es altamente interactivo, utilizamos simulaciones, juegos de roles y otras actividades experimentales para ayudar a los padres a entender el desarrollo de un adolescente e irlos encaminando a lograr empatía con sus hijos para que logren caminar juntos por la vida».

De acuerdo a su estrategia, hay un triángulo fundamental para el éxito del programa de apoyo psicológico: los jóvenes, sus padres y el gobierno.

«Recibimos una llamada telefónica del gobierno local que quería colaborar para expandir y ampliar el programa. El apoyo gubernamental nos trajo más credibilidad, experiencia técnica y recursos, y también más especialistas dispuestos a colaborar”, enfatiza Yang.

Fuente de la noticia: http://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/profesora-china-expone-su-programa-de-apoyo-psicologico-en-foro-mundial-de-educacion

Fuente de la imagen:

http://mba.americaeconomia.com/sites/mba.americaeconomia.com/files/styles/article_main_image/public/field/image/captura_de_pantalla_2017-04-14_a_las_12.00.27.png?itok=z0doK

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La Obediencia supera a la Conciencia, según psicólogos sociales de Polonia

Por: Andrew Griffin. La Jornada. 24/03/2017

Las personas están alegremente dispuestas a aplicar toques eléctricos fatales a otras, descubrió un nuevo estudio, el cual mostró que persiste una horripilante obediencia a la autoridad, aun cuando se piense que lo que se hace es algo muy malo.

Hace unos 50 años, científicos entre los que figuraba Stanley Milgram realizaron un experimento para probar hasta dónde las personas estaban dispuestas a aplicar toques eléctricos a otras si se les animaba a hacerlo*. Aunque en realidad no se aplicaba ninguna corriente eléctrica, a los sujetos se les dijo que sí, y escuchaban gritar a las supuestas víctimas cuando creían estar aplicándoles descargas potencialmente mortales.

El llamado experimento Miligram se convertiría en una demostración definitiva de la disposición de los humanos a llegar a extremos si son dirigidos por una autoridad, ejecutando órdenes aun cuando causen daño o incluso la muerte.

Ahora, Psicólogos sociales han recreado esos experimentos y encontraron que la gente obedecía de modo similar. “Al enterarse de las pruebas de Milgram, la gran mayoría de personas afirman: ‘Yo nunca me comportaría de esa forma’”, señala Tomasz Grzyb, psicólogo social que participó en la investigación. Nuestro estudio ha vuelto a ilustrar el tremendo poder de la situación con la que se confronta a los sujetos, y con qué facilidad pueden aceptar acciones que les parecen desagradables.

La investigación fue llevada a cabo por psicólogos de la Universidad SWPS de Ciencias Sociales y Humanidades, en Polonia, y publicada en la revista Social Psychological and Personality Science. Los científicos explican que les interesaba ver cuáles serían los resultados si la prueba se aplicaba en Europa Central.

Nuestro objetivo era examinar qué nivel de obediencia encontraríamos entre residentes de Polonia, escribieron los autores.

Debe enfatizarse que nunca se habían realizado pruebas del paradigma Milgram en Europa Central. La singular historia de los países de la región hacía que el tema de la obediencia a la autoridad nos pareciera excepcionalmente interesante.

Los científicos no recrearon el experimento original en su totalidad, en parte por restricciones éticas que les impedían emprender algunas partes horrorizantes del trabajo anterior. Pero crearon un ambiente similar, sencillamente usando niveles más bajos de descargas para probar la obediencia de los participantes. Reclutaron 80 voluntarios, con igual número de hombres y mujeres, de entre 18 y 69 años de edad. Se les dieron hasta 10 botones para presionar, y se les dijo que cada uno correspondía a un nivel mayor de descarga.

El nivel de obediencia de los participantes fue muy similar al de los estudios originales. Alrededor de 90 por ciento de los participantes estuvieron dispuestos a llegar hasta la máxima intensidad de descarga, aunque hubo cierto límite cuando se pensaba que quien las recibía era una mujer. Sin embargo, los investigadores aclaran que el tamaño de la muestra era muy pequeño para concluir esto último en definitiva.

Los investigadores dijeron que los hallazgos documentan que la sociedad no parece haber cambiado mucho, pese a que el estudio original ocurrió a la sombra de la Alemania nazi y la Segunda Guerra Mundial. Medio siglo después de la investigación original de Milgram sobre la obediencia y la autoridad, una impactante mayoría de sujetos aún están dispuestos a electrocutar a un individuo indefenso, expresó Grzyb.

*Los toques eléctricos eran supuestos castigos por respuestas incorrectas a un cuestionario. Los examinados eran en realidad actores que fingían dolor creciente (N. del T.).

Traducción: Jorge Anaya

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/03/21/ciencias/a03n1cie

Fotografía: Información por la Verdad

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Argentina tiene los niveles más bajos de bienestar emocional juvenil

Argentina/Febrero de 2017/Fuente: Clarín

Los jóvenes argentinos tienen uno de los niveles más bajos de bienestar emocional entre los 20 países que participaron del estudio Generación Z: Encuesta de ciudadanía mundial, desarrollado por la Fundación Varkey, organización sin fines de lucro de la cadena GEMS de escuelas privadas, creadora del Foro Mundial de Educación y Habilidades. Sólo el 18% de los jóvenes argentinos encuestados indicó que no piensa demasiado en problemas o que no se siente actualmente ansioso, acosado, no amado o solo, los índices considerados para hablar de bienestar emocional.

Considerando todos los países, menos de un tercio de los jóvenes (30%) tiene un buen nivel de bienestar emocional general. Indonesia (40%), China (36%), Alemania (36%), Israel (38%) y Nigeria (34%) obtuvieron la calificación más alta en la escala de bienestar emocional. Los jóvenes de Argentina (18%) y Brasil (16%), la más baja.

Indonesia 40%
Israel 38%
Alemania 36%
China 36%
Nigeria 34%
Rusia 33%
Australia 32%
Reino Unido 31%
Italia 31%
India 31%
Estados Unidos 30%
Japón 30%
Sudáfrica 30%
Francia 29%
Nueva Zelanda 28%
Canadá 27%
Turquía 25%
Corea del Sur 24%
Argentina 18%
Brasil 16%

El dinero y las presiones escolares son las dos principales fuentes de ansiedad de los encuestados argentinos (48% cada una), seguidas de la familia (38%), la salud (30%) y los amigos y pares (25%). Además, sólo el 16% de los jóvenes de nuestro país cuenta con bienestar físico, definido por la posibilidad de dormir bien, hacer ejercicio y dedicar tiempo suficiente al descanso y la reflexión.

La encuesta abarcó a 20.088 jóvenes de entre 15 y 21 años e incluyó preguntas sobre su bienestar, esperanzas y ambiciones, además de un cuestionario sobre valores personales, comunitarios y religiosos. Participaron 1.038 argentinos.

Futuro

Al contrario que los jóvenes de otros países, un porcentaje relativamente bajo de los encuestados en la Argentina cree que el país es un buen lugar para vivir: 39%. El 52% lo consideró como “ni bueno, ni malo” y el 9% como un lugar malo para vivir. Los resultados generales, en cambio, muestran que más de la mitad de los jóvenes (60%) piensa que su país es un buen lugar para vivir y el porcentaje más alto se lo llevan Canadá y Nigeria (87%).

Por otra parte, los argentinos fueron pesimistas respecto del mundo: sólo un 9% sostuvo que el mundo estaba mejorando, en comparación con el 47% que piensa que está empeorando. Para otro 42% ni mejorará, ni empeorará. En este punto, las respuestas coincidieron con las de la mayoría de los jóvenes del resto de los países encuestados: la mayoría cree que el mundo se está convirtiendo en un lugar cada vez peor.

“Se hacen muchas suposiciones acerca de esta primera generación de ‘nativos digitales’ y la encuesta nos permite desafiarlas con evidencia sólida”, señala Vilkas Pota, director general de la Fundación Varkey. “Los jóvenes creen en el derecho a vivir la vida que uno elige sin prejuicios de ninguna clase, pero son una generación muy pesimista respecto del futuro del mundo”.

Preguntados sobre los factores que con más frecuencia generan temor en los jóvenes respecto del futuro, los argentinos destacaron el conflicto y la guerra (80%) y la falta continua de acceso a la educación para algunos niños (80%), proporciones similares al del resto de los encuestados. A estos factores les siguieron el extremismo y el aumento del terrorismo global (79%), la creciente brecha entre ricos y pobres (69%), el cambio climático (68%), el riesgo de una pandemia mundial (55%) y, por último, la velocidad del cambio tecnológico (24%).

Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/argentina-niveles-bajos-bienestar-emocional-juvenil_0_ByCxUltOe.html

Imagen de archivo

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¿Cómo la tecnología está cambiando la Psicología?

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La Psicología nunca se ha mantenido al margen de los adelantos tecnológicos, siempre ha intentado incorporarlos a su práctica. Si echamos un vistazo, a lo largo de la historia de esta ciencia descubriremos que muchos psicólogos, psiquiatras y neurólogos han inventado sus propios artefactos en base a los avances tecnológicos de la época.
En el siglo XVIII, por ejemplo, Franz Anton Mesmer, un médico austríaco, recurrió a los imanes para intentar aliviar los trastornos mentales. Creó sus famosas «cubas de la salud», un recipiente de madera en el cual dos hileras de botellas llenas de agua magnetizada corrían hacia una barra de acero provista de puntas conductoras movibles. El paciente se aplicaba una de esas puntas en la región dolorida. También solía sentar a las personas alrededor de esta cuba con las manos agarradas para transmitirse el magnetismo de unos a otros.
No obstante, fue en el siglo XIX cuando se desató en la Psicología la pasión por los aparatos, fundamentalmente de medición y restringidos al uso en el laboratorio. Tal es el caso del pletismógrafo, que podría considerarse como la antesala de la TAC y que medía los cambios en el volumen cerebral en personas con lesiones craneales.
Fue también en esta época cuando se inventó el quimógrafo, el precursor del polígrafo, que llegaría en las primeras décadas del siglo XX, y que aún hoy se sigue utilizando para medir las variaciones en los parámetros fisiológicos cuando la persona se expone a ciertos estímulos.
Ahora la Psicología se enfrenta a nuevos retos planteados por la tecnología digital, el avance de Internet y los móviles así como el uso de la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, nuevos horizontes que están cambiando no solo nuestra manera de comunicarnos sino también de percibir el mundo y de vivir.

Las pruebas computarizadas se convierten en la norma

Antes los test de Psicología se realizaban a mano, con lápiz y papel. El psicólogo o psicometrista se sentaba delante de la persona y aplicaba las diferentes pruebas. Sin embargo, ahora muchas de ellas se completan en los ordenadores o directamente en los móviles. De esta forma se ahorra tiempo y muchas personas refieren sentirse menos nerviosas ya que la presencia del psicólogo les intimidaba un poco.
En el ámbito investigativo la posibilidad de realizar las pruebas a distancia abre nuevos horizontes ya que es posible recolectar más datos en muchísimo menos tiempo. De hecho, muchos de los grandes estudios, que implican a miles de participantes, se realizan basados en encuestas online que las personas pueden llenar desde cualquier parte del mundo.
Obviamente, esta nueva forma de recolectar información también implica que el psicólogo no puede brindar niveles de ayuda y ver cómo reacciona la persona. De esta manera, las pruebas computarizadas no analizan el potencial, sino que se centran en brindar un cuadro, más o menos certero, del presente. Por eso, es fundamental formular correctamente las preguntas y estructurar bien la encuesta, tal y como explican aquí, así como elegir la herramienta online más adecuada para crear el cuestionario. De esta manera se minimiza el riesgo de que las personas dejen las encuestas a mitad o de recopilar información que después es muy difícil de computar.

El “Big Data” le da un empujón a nuevas ramas de la Psicología

Antes cada ciencia iba por su propio camino, los resultados de sus investigaciones no trascendían ese campo. Sin embargo, con el Big Data el vasto océano de datos que produce cada uno de esos estudios se puede encauzar fácilmente, de manera que es posible tener acceso a bases de datos enormes en las que se pueden analizar y cruzar diferentes variables del comportamiento.
Esa posibilidad, antes inexistente, ha permitido que se desarrollen disciplinas como la Neuroeconomía y el Neuromarketing. De hecho, abre el camino a la realización de metaanálisis más completos donde se puede acceder a una cantidad de datos enorme que ofrecen conclusiones más cercanas a la realidad, a partir del análisis del comportamiento de cientos de miles de personas. De esta manera también se puede comprender mejor cómo reaccionan y en qué circunstancias, para diseñar tratamientos más adecuados.

Las consultas se dan por Internet

Ya no es necesario desplazarse hasta la consulta del psicólogo, basta tener una conexión Internet y se puede recibir la terapia en el hogar. Cuando el caso no es muy grave, muchos psicólogos ofrecen la posibilidad de realizar algunas sesiones online o incluso todo el tratamiento. De esta forma se abaten las barreras geográficas y las personas que tienen dificultades para desplazarse no tienen por qué renunciar al tratamiento.
Esta nueva forma de hacer terapia también anima a aquellas personas que tenían miedo a ser vistas entrando a la consulta de un psicólogo, ya que aún existen muchos estereotipos al respecto. Por otra parte, ya existen programas online en los que las personas pueden permanecer en el anonimato para aclarar sus dudas o recibir orientación psicológica.
Obviamente, las consultas online también tienen puntos en contra. Por ejemplo, al psicólogo le resulta más complicado leer el lenguaje extraverbal, de manera que puede pasar por alto detalles significativos. En las sesiones online se pueden captar pistas visuales pero existen límites y no es posible observar tantos signos emocionales como en un encuentro cara a cara.
También es más difícil establecer el rapport necesario para la terapia, así como lograr que la persona se sienta a gusto y apoyada. Aun así, un metaanálisis publicado recientemente ha desvelado que la terapia online puede llegar a ser tan eficaz como la terapia presencial para el tratamiento de trastornos depresivos, de ansiedad y las fobias.

Curarse en un mundo de Realidad Virtual para curarse en la vida real

La Realidad Virtual está ganando terreno en las consultas de Psicología, sobre todo para tratar trastornos como la ansiedad, las fobias y el estrés postraumático, donde ya ha demostrado su eficacia. De hecho, un metaanálisis que incluyó 13 estudios en los que se comparaba el uso de la Realidad Virtual con la terapia in vivo en casi 400 pacientes, concluyó que esta herramienta no solo es más eficaz, sino que sus resultados se mantienen a lo largo del tiempo.
La clave radica en que la Realidad Virtual aprovecha nuestro miedo y desconcierto, un estado que desencadena una fuerte respuesta emocional que cambia el funcionamiento de nuestro cerebro, impidiéndonos detectar los pequeños detalles que nos indicarían que no estamos en un entorno real. Todo esto ocurre en apenas 12 o 15 milisegundos y aunque la situación que la persona vive en el entorno virtual no es real, se activan los mismos mecanismos fisiológicos y psicológicos, por lo que se puede corregir la respuesta inadecuada con extraordinaria eficacia.
Además, la Realidad Virtual tiene un mayor índice de aceptación que la desensibilización sistemática y la exposición in vivo, ya que aproximadamente el 27% de las personas se niegan a someterse a las técnicas tradicionales simplemente porque tienen demasiado miedo. Al contrario, solo el 3% de las personas se niegan a usar la Realidad Virtual pues saben que podrán enfrentar sus miedos en un entorno terapéutico seguro y controlado, en el que pueden decidir cuándo parar.
Además, los sistemas de Realidad Virtual más modernos permiten que el psicólogo pueda graduar la exposición en cada instante de la terapia, adaptando la experiencia al nivel de cada paciente. También se pueden mantener monitorizadas las constantes fisiológicas de la persona, para saber exactamente su nivel de ansiedad y lograr que no aumente de manera excesiva.

¿Le contarías tus problemas a un robot? 

Sin embargo, lo más interesante no son los cambios que ya se están poniendo en práctica sino los que vendrán en un futuro. Ahora mismo, el 6% de las aplicaciones para móviles en el campo de la salud están enfocadas en la salud mental. Muchas de ellas pretenden convertirse en una especie de “coach digital” que le brinda orientaciones a la persona para lidiar con su trastorno o mejorar ciertas áreas de su vida.
Por otra parte, los ingenieros ya están trabajando en un nuevo campo denominado “computación afectiva” con el objetivo de lograr que las máquinas aprendan a captar y reaccionar ante nuestros estados emocionales. Por tanto, quizá en un futuro, podrías contarle tus problemas a un robot 😉
 Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2017/02/como-tecnologia-cambia-psicologia.html
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Pequeños tiranos: Niños que dominan a sus padres

Por:

Solemos asociar la infancia con un estado de ingenuidad y sinceridad. Sin embargo, no siempre es así. El hecho de que los niños absorban la información del mundo como si fueran una esponja también significa que pueden aprender a mentir muy rápido y a manipular a los demás para obtener lo que desean.

En la mayoría de los casos no lo hacen de forma consciente, al menos no al inicio. Sin embargo, llega un punto en el que se dan cuenta de que ese comportamiento disruptivo les permite alcanzar ciertas cosas, por lo que este se vuelve cada vez más frecuente, hasta que se convierte en el patrón de comportamiento habitual.

Aún así, lo cierto es que se habla muy poco de los niños que dominan a sus padres, a pesar de que este problema ha cobrado fuerza en los últimos años, fundamentalmente debido a una educación extremadamente permisiva en la que los pequeños crecen sin reglas ni límites claros.

Los niños pueden asumir diferentes estilos para lograr ese control sobre los padres, es importante detectarlos a tiempo para ponerles freno antes de que se convierta en un problema mayor.

1. Acosador desafiante

¿Tu hijo siempre se opone a ti?
¿A menudo intenta ponerte una zancadilla?
¿A veces te asustan sus ataques de ira?
Estos niños muestran una actitud profundamente desafiante ante sus padres. Su principal herramienta es llevarles la contraria en todo. Si les dicen que pueden irse, dirán que prefieren quedarse, y si les pides que se queden, se irán.
Normalmente se trata de niños impulsivos, impacientes y desafiantes que pretenden vivir según sus propias reglas, obviando las normas de los adultos. De hecho, estos niños rechazan los intentos de los padres de ponerle coto a sus conductas disruptivas. Cuando la educación corre a cargo de un solo progenitor, normalmente la madre, estos niños pueden llegar a comportarse de forma muy agresiva, hasta que la situación llega a ser insostenible.
Estos pequeños también adoptan una actitud autosuficiente y, a primera vista, parecen tener una gran autoconfianza, aunque en realidad suele tratarse de una máscara para esconder su miedo e inseguridad. Aún así, disfrutan de llevar la contraria, de generar discusiones y no se muestran dispuestos a dar su brazo a torcer. Para ellos, tener la razón es más importante que respetar a los demás o llevarse bien con los otros.
Buenas y malas noticias
Ser desafiante no es necesariamente un rasgo problemático. Muchos artistas, inventores, diseñadores y pensadores tienen una vena desafiante. Estas personas se oponen a los convencionalismos y precisamente por eso logran desarrollar nuevas perspectivas y formas de pensar, utilizan ese rasgo como una fuerza creativa.
Los niños desafiantes tienen mucha energía que necesita ser enfocada y canalizada para que encuentre una salida positiva. De hecho, si los niños se muestran demasiado complacientes y dóciles, si siempre están de acuerdo con sus padres, significa que no han desarrollado ideas, opiniones y puntos de vista propios, lo cual no es positivo.
Sin embargo, no es menos cierto que encauzar esa energía desafiante suele ser difícil, sobre todo si no se ataja a tiempo ya que los hábitos instaurados son difíciles de romper. Por eso, en algunos casos esa actitud puede causar graves problemas en la familia.

¿Qué le sucede al niño desafiante?
En la base de esa actitud desafiante suele esconderse un niño que, por alguna razón, se siente poco reconocido o incluso infravalorado. Ese niño suele vivir con el temor de que los demás lo olviden, razón por la cual, busca la atención, aunque para ello tenga que recurrir a un comportamiento disruptivo.
Lo curioso es que a menudo los padres no se dan cuenta de lo vulnerable que son estos niños pues son maestros escondiendo sus inseguridades. Sin embargo, en última instancia, esta actitud desafiante es una forma de dependencia ya que, para sentirse completos, estos niños necesitan tener a una persona a quien desafiar. Estos niños solo se sienten fuertes cuando pueden luchar con alguien.
¿Qué ganan los niños desafiantes con esta actitud? El desafío es una barrera protectora contra la inseguridad que generan las relaciones interpersonales, les proporciona una identidad temporal con la que el niño se siente más seguro.

2. Acosador ansioso

¿Tu hijo siempre está nervioso?
¿Necesita que lo reconfortes y tranquilices continuamente?
¿Su discurso está lleno de angustia?
Los niños ansiosos son muy difíciles de manejar ya que lo mismo se aferran a sus padres en busca de apoyo que los rechazan. Por supuesto, es natural que los niños busquen en sus padres la validación de sus emociones, pero el niño ansioso va un paso más allá y llega a ser extremadamente agotador.
Los niños ansiosos no son capaces de calmarse, cuando se sienten amenazados o tienen miedo corren a sus padres en busca de protección. Sin embargo, una vez que ven satisfecha esa necesidad, rechazan esa relación. Ese ciclo de búsqueda/rechazo se repite constantemente, lo cual confunde a los padres.
En realidad, lo que sucede es que estos niños no quieren depender de sus padres, pero no son capaces de romper el cordón umbilical. Normalmente no son tan agresivos como los niños desafiantes, pero eso no significa que la relación sea menos intensa y agotadora desde el punto de vista emocional. En estos casos, los niños dominan a sus padres atándolos al rol de cuidadores eternos, pero les niegan el placer de sentirse retribuidos y amados plenamente.
Buenas y malas noticias
A diferencia de los niños desafiantes, que son extremadamente rebeldes, los niños ansiosos normalmente tienen demasiado miedo como para exponerse a situaciones peligrosas. De hecho, los padres a menudo tienen que motivarlos a salir de su habitación para que pasen tiempo con sus amigos.
Sin embargo, estos niños ansiosos tienen problemas para crecer y, si no se estimula la independencia y autonomía, seguirán siendo niños pequeños durante toda su vida, sufrirán el Síndrome de Peter Pan. El problema es que no están dispuestos a asumir riesgos y prefieren mantenerse en su zona de confort por lo que arrastran a sus padres a ella, limitando también su vida.
¿Qué le sucede al niño ansioso?
En algunos casos esa ansiedad puede ser un rasgo de su personalidad. De hecho, es probable que otras personas de su familia también padezcan ansiedad. Además, se debe tener en cuenta que la ansiedad y el miedo también se “contagian”, lo cual significa que puede ser un reflejo de uno de los padres.
En otros casos esa ansiedad puede estar causada por un evento traumático que el niño haya vivido, o puede deberse a inseguridades que en su momento no fueron debidamente abordadas y superadas. También puede ser el resultado de una educación sobreprotectora, que ha limitado las oportunidades del niño para poner a prueba su fuerza y destrezas, impidiéndole desarrollar la confianza necesaria.
En cualquier caso, eso no significa que el niño deba vivir con esa ansiedad y miedo durante toda su vida, estos problemas se solucionan dándole más responsabilidades y desarrollando su independencia y autonomía.

3. Acosador manipulador

¿Tu hijo miente a menudo?
¿Sabe cómo sacarle partido a tus miedos e inseguridades?
¿Te manipula diciendo que se hará daño o amenazándote con contar tus secretos?
Estos niños son muy buenos mentirosos, no dudan en falsear la verdad para evadir sus responsabilidades y lograr sus propósitos. Por otra parte, suelen tener una habilidad especial para descifrar las emociones de los demás y, obviamente, la utilizan a su favor.
Estos pequeños pueden inventar falsas enfermedades para no acudir al colegio y no dudan en usar el amor de los padres o su sentimiento de culpa si pueden sacar algún beneficio. Pueden recurrir a historias muy elaboradas que hacen leva en las emociones, y no dudarán en echar mano a la extorsión y el chantaje cuando las mentiras ya no funcionen.
Los niños manipuladores aprovechan las dudas y ansiedades de los padres para obtener lo que desean. Pueden recurrir a estrategias muy sutiles, como inspirar pena, pero también pueden mostrar su peor cara y llegar a la amenaza si ven peligrar sus planes.
Buenas y malas noticias
Los niños manipuladores tienen una capacidad especial para detectar las emociones de los demás, el problema es que la usan a su favor, sin tener en cuenta las necesidades y deseos de las personas. Sin embargo, bien encauzada, esta habilidad les permitiría desarrollar una gran Inteligencia Emocional, que es fundamental para tener éxito en la vida.
Sin embargo, los padres deben tener cuidado porque si no les ponen coto a tiempo a este tipo de comportamientos, quedarán en manos de sus hijos, les cederán el mando de la relación. Como resultado, estos pequeños pueden llegar a ser muy egocéntricos y demandantes, y nunca se darán por satisfechos.
 
¿Qué le sucede al niño manipulador?

Al contrario de la ansiedad, la manipulación es un comportamiento aprendido. Esto significa que quizá el niño ha aprendido a mentir, engañar y manipular de una persona cercana. En otros casos, el pequeño simplemente se ha percatado de que la manipulación funciona ya que los padres siempre ceden a sus demandas.

No obstante, en la base de estos comportamientos normalmente se encuentra un niño frágil que necesita reafirmarse. El niño manipulador no es más maduro, a pesar de la complejidad de las historias que crea y de cómo sabe halar los hilos de las emociones, sino todo lo contrario, es inmaduro porque es incapaz de asumir las consecuencias de sus acciones o de defender sus puntos de vista con argumentos razonables, por eso se ve obligado a usar la manipulación emocional.

¿La solución? Reglas claras y límites precisos

Un niño que recurre a estas estrategias, no es un niño feliz. Por eso, es importante que los padres sean conscientes de que las reglas y los límites no significan una restricción de la libertad infantil sino que son necesarias para que los niños sepan exactamente que se espera de ellos.

Las reglas y los límites se pueden entender como una especie de puntos cardinales que los niños utilizan para orientar su comportamiento. Cuando no hay normas o son muy laxas, aumentan las probabilidades de que los pequeños desarrollen conductas disruptivas y terminen creando problemas en la familia. La disciplina y el amor no son antónimos, se puede disciplinar con amor.

Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2016/09/pequenos-tiranos-ninos-que-acosan-sus.html

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Enséñales a los niños cómo pensar, no qué pensar

Por: Jennifer Delgado Suárez

Un maestro sufí tenía la costumbre de contar una parábola al terminar cada lección, pero los alumnos no siempre entendían el mensaje de la misma.
– Maestro – le dijo en tono desafiante uno de sus estudiantes un día -, siempre nos haces un cuento pero nunca nos explicas su significado más profundo.
 – Pido perdón por haber realizado esas acciones – se disculpó el maestro-, permíteme que para reparar mi error, te brinde mi rico durazno.
 – Gracias maestro.
 – Sin embargo, quisiera agradecerte como mereces. ¿Me permites pelarte el durazno?
 – Sí, muchas gracias – se sorprendió el alumno, halagado por el gentil ofrecimiento del maestro.
 – ¿Te gustaría que, ya que tengo el cuchillo en la mano, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?
 – Me encantaría, pero no quisiera abusar de su generosidad, maestro.
 – No es un abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte en todo lo que buenamente pueda. Permíteme que también te lo mastique antes de dártelo.
 – ¡No maestro, no me gustaría que hicieras eso! – se quejó sorprendido y contrariado el discípulo.
 
El maestro hizo una pausa, sonrió y le dijo:
 – Si yo les explicara el sentido de cada uno de los cuentos a mis alumnos, sería como darles a comer fruta masticada.
Desgraciadamente, muchos maestros y padres piensan que es mejor darles a los niños las frutas perfectamente cortadas y masticadas. De hecho, la sociedad y las escuelas están estructuradas de tal forma que se enfocan más en la transmisión de conocimientos, de verdades más o menos absolutas, que en enseñarles a los niños a pensar por su cuenta y sacar sus propias conclusiones.
Los padres, educados en este esquema, también lo repiten en casa ya que todos tenemos la tendencia a reproducir con nuestros hijos las pautas educativas que utilizaron con nosotros, aunque no siempre somos conscientes de ello.
Sin embargo, enseñarle a un niño a creer a ciegas en supuestas verdades sin cuestionarlas, enseñarles lo que deben pensar implica arrebatarles una de sus capacidades más valiosas: la capacidad para autodeterminarse.

Educar no es crear sino ayudar a los niños a crearse a sí mismos

La autodeterminación es la garantía de que, elijamos lo que elijamos, seremos nosotros los protagonistas de nuestras vidas. Podremos equivocarnos. De hecho, es muy probable que lo hagamos, pero aprenderemos del error y seguiremos adelante, enriqueciendo nuestro kit de herramientas para la vida.
Desde el punto de vista cognitivo, no existe nada más desafiante que los problemas y los errores ya que estos no solo demandan esfuerzo sino también un proceso de cambio o adaptación. Cuando nos enfrentamos a un problema se ponen en marcha todos nuestros recursos cognitivos y, a menudo, esa solución implica una reorganización del esquema mental.
Por eso, si en vez de darles verdades absolutas a los niños les planteamos desafíos para que piensen, estaremos potenciando la capacidad para observar, reflexionar y tomar decisiones. Si enseñamos a los niños a aceptar sin pensar, esa información no será significativa, no producirá un cambio importante en su cerebro sino que simplemente se almacenará en algún lugar de su memoria, donde poco a poco se irá difuminando.
Al contrario, cuando pensamos para solucionar un problema o intentamos comprender en qué nos equivocamos se produce una reestructuración que da lugar al crecimiento. Cuando los niños se acostumbran a pensar, a cuestionar la realidad y a buscar soluciones por sí mismos, comienzan a confiar en sus capacidades y enfrentan la vida con mayor seguridad y menos miedos.
Los niños deben encontrar su propia manera de hacer las cosas, deben conferirle sentido a su mundo e ir formando su núcleo de valores.

¿Cómo lograrlo?

Una serie de experimentos desarrollados en la década de 1970 en la Universidad de Rochester nos brinda alguna pistas. Estos psicólogos trabajaron con diferentes grupos de personas y descubrieron que las recompensas pueden mejorar hasta cierto punto la motivación y la eficacia cuando se trata de tareas repetitivas y aburridas pero pueden llegar a ser contraproducentes cuando se trata de lidiar con problemas que demandan la reflexión y el pensamiento creativo.
Curiosamente, las personas que no recibían premios externos obtenían mejores resultados en la resolución de problemas complejos. De hecho, en algunos casos esas recompensas hacían que las personas buscaran atajos y asumieran comportamientos poco éticos ya que el objetivo dejaba de ser solucionar el problema, para convertirse en obtener la recompensa.
Estos resultados llevaron al psicólogo Edward L. Deci a postular su Teoría de la Autodeterminación, según la cual para motivar a las personas y a los niños a que den lo mejor de sí, no es necesario recurrir a recompensas externas sino tan solo brindar un entorno adecuado que cumpla con estos tres requisitos:
1. Sentir que tenemos cierto grado de competencia, de manera que la tarea no genere una frustración y una ansiedad exageradas.
2. Disfrutar de cierto grado de autonomía, de manera que podamos buscar nuevas soluciones e implementarlas, sintiendo que tenemos el control.
3. Mantener una interacción con los demás, para sentirnos apoyados y conectados.

Por último, os animo a disfrutar de este corto de Pixar, que se refiere precisamente a la importancia de dejar que los niños encuentren su propio camino y no darles respuestas y soluciones predeterminadas.

Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2016/12/ensenales-los-ninos-como-pensar-no-que.html
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Hay que reducir el estigma en torno a la ayuda psicológica en niños. Entrevista a Catherine Bradshaw

América del Sur/Colombia/14 Enero 2017/Autor: Semana Educación/Fuente: Semana

Catherine Bradshaw, experta internacional en entornos escolares seguros, habló con Semana Educación sobre por qué estos ambientes son vitales para el desarrollo de los niños.

Las navidades han llegado a su fin para dar paso a ese momento del año en el que los niños deben volver a las aulas y enfrentarse a un nuevo curso académico. En este proceso de readaptación, cobra especial relevancia la pregunta sobre qué importancia tiene que lo hagan en un ambiente escolar seguro. Pero ¿qué se entiende por un entorno de ambiente escolar positivo?. Semana Educación habló al respecto con la experta Catherine Bradshaw, psicóloga de la Universidad de Richmond, quien participó en el Foro Educativo Nacional que realizó en Bogotá el Ministerio de Educación (MEN). Esto es lo que contó.

Semana Educación: ¿Qué hace que un colegio sea un ambiente escolar seguro?

Catherine Bradshaw: Tiene que ser un entorno en el que los niños se sientan seguros, en el que se fomente la conexión y las relaciones de los unos con los otros (estudiantes, profesores, rectores y padres de familia), en el que se los involucre y comprometa para que puedan desarrollar un sentimiento de pertenencia con el colegio y de identidad con ellos mismos. Que sientan que son personas valiosas en esa comunidad.

S. E.: ¿Por qué es importante este tipo de entorno?

C. B.: Porque se ha probado que ayuda al desarrollo de los niños para que sean más íntegros. También incide en una mejora de sus resultados académicos y les hace menos vulnerables ante la deserción y la violencia.

S. E.: ¿Cuál debe ser el papel de los profesores en estos entornos?

C. B.: Deben ser conscientes de las problemáticas de sus estudiantes y deben recibir formación para desarrollar capacidades y herramientas que les permita abordar estas situaciones dentro del aula y en sus contextos particulares.

S. E. : ¿Qué relevancia tiene en estos ambientes la salud mental de los niños?

C. B.: A los adultos les cuesta identificar síntomas en los estudiantes que revelan que necesitan ayuda psicológica y los  aspectos de la salud mental son fundamentales. Pero se requiere brindar preparación a los docentes para que puedan identificar los síntomas y abordar este  ese tipo de problemáticas con el objetivo de reducir el estigma que existe en torno a la ayuda psicológica en los menores de edad.

S. E.: ¿Son los ambientes escolares más hostiles hoy en día que hace cinco-diez años?

C. B.: Los niveles de violencia en algunas comunidades están incrementando, pero a grandes rasgos, por lo menos en Estados Unidos, se observa una disminución de las situaciones de violencia en las escuelas. Esto se debe a que muchos colegios están implementando nuevos enfoques de pedagogía dirigidos a que sus estudiantes sean más compasivos con los demás y desarrollen habilidades socioemocionales más empáticas y colaborativas.

S. E.: ¿Qué valor tienen las estadísticas a la hora de incidir en los niveles de violencia en las escuelas?

C.B.: Permiten poder abordar las problemáticas con datos que reflejan la realidad, con una base numérica. Es algo crítico porque sin esos datos la percepción de la gente puede ser errónea. Una vez al año, incluso dos veces al año, hay que ser capaces de monitorear estos entornos para que se puedan llevar a cabo estrategias de prevención efectivas que ayuden a los niños a formarse en entornos seguros.

S.E.: Para un país que está inmerso en un proceso de posconflicto, ¿qué tipo de competencias socioemocionales deberían enseñarse a los niños en las escuelas?

C.B.: Empatía, tolerar las diferencias, importancia de las conexiones entre las personas y respetar las opiniones de los demás, así como la habilidad de trabajar conjuntamente para resolver los conflictos. Son enfoques que hablan de desarrollar un trabajo colaborativo para solucionar los problemas que afectan al conjunto de la sociedad y aportar todos una solución para resolverlo.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/entornos-escolares-entrevista-a-la-experta-catherine-bradshaw-sobre-ambientes-escolares/511896

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