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La efervescencia del microrrelato educativo

Por: Eduardo Hernández 

El día de hoy, parece ser que la educación, entró en un momento coyuntural, por un lado, la falta de cobertura y las limitaciones para asegurar la continuidad de la educación y por el otro, el boom de la educación de 3 minutos.

El incremento de los consumidores de plataformas de streaming, mantiene dos posiciones visibles un grupo de creadores de procesos formativos de dudosa procedencia y de agentes que consumen esos contenidos, la finalidad de producción de contenidos es hacerse visible dentro de las redes sociodigitales, ganando más seguidores, por citar la más noble de las finalidades.

Una combinación de sátira, información sesgada, retos, situaciones de la vida, recetas de cocina y cápsulas informativo-educativas, así como de tips para la autoayuda y el emprendimiento, son parte del caldo cotidiano que se puede observar en estas redes sociodigitales que aparecen de la mano de los smartphones. Consumos culturales que se han convertido en cotidianidad de las poblaciones y que derivado de la necesidad de impulsar los microrrelatos personales estás herramientas se han proyectado en su uso en cualquier condición etaria, desde las adultas hasta las edades más tempranas.

La producción de estéticas, subjetividades y formas de vivenciar la realidad han tenido un cauce de efervescencia a través de las redes sociodigitales cuyas premisas parecen tener fundamento en la posverdad y la urgencia de los críticos por identificar el fake.

Siguiendo a Lyotard en un universo donde el éxito se reduce al ganar tiempo, el pensar no tiene más que un solo defecto, pero incorregible, hace perder el tiempo. Este binomio incluyente, entre el mantener una premura por el tiempo y la posible perdida de tiempo existente que causan las redes sociodigitales nos plantea, la pregunta ¿Qué efecto tiene la educación de 3 minutos mediante las redes sociodigitales en la formación del pensamiento?

Dentro de lo empírico, amigos de diferentes giros de acción social, tanto afortunados empresarios, como colegas académicos, docentes, médicos, arquitectos, abogados y un colectivo más de personas, suelen soltar dentro de las tardes de café o las noches de insomnio, recordatorios sobre haber visto un tiktok, un estado, un reels, un feed -por citar las más comunes en mi círculo- donde su memoria recupera y cita información, acontecimientos, ideas de proyectos, tips o estructuras de negocio, solo por mencionar algunas, las cuales se convierten en las fuentes de información más comunes, desplazando las fuentes de información tradicionales, como lo era otrora el monopolio de los noticieros. Esto sin duda no deja más que pensar que la educación tal como la conocimos antes de la pandemia, ya mostraba signos de un cambio, aparecía en las transformaciones de comunicación y la llegada del “smartphone de troya” -permítanme esta analogía con la llegada del smarthphone-. ¡Hoy está presente este cambio!

El contexto posmoderno ha traído consigo la efervecencia de los microrrelatos, lo cual impacto significativamente en los consumos culturales, sabemos que se han acortado los tiempos de formación profesional y los grados académicos se han bifurcado a propósito de lograr responder a las necesidades profesionales, sin embargo, han aparecido otros procesos, como las micromaestrías, los MOOCS y los NOOCS, no obstante, a que estos recursos aparecen de la mano de instancias acreditadas socialmente o por instancias educativas de cada Ministerio de Educación, el crecimiento de la educación informal y los consumos de información que pueden darse a través de estos microrrelatos tienen elementos para poder cambiar la tendencia.

Este contexto, nos ha mostrado que las lógicas racionales parecen tener un fin. La teoría tradicional del capital humano, referida a una capacitación adecuada, trae un estilo de vida igual al tipo de capacitación, es solo una idea que fue aprovechada por las minorías en otros tiempos no muy lejanos. Estas pistas, nos dan algunas aristas para “dibujar” las posibilidades que puede tener la educación informal como una respuesta a las necesidades de un contexto que tiene un comportamiento distinto al de las instituciones, esto es, su inmediatez.

Sin embargo, aún con las posibilidades que trae la educación informal, la falta de procesos regulatorios y la generación de contenido que atiende la inmediatez, son dos dimensiones que aparecen como preocupantes para la academia, especialmente, cuando estos contenidos pueden mostrar ideas erradas sobre información que es considerada científica.

Más allá de las instancias que buscan dar un orden a sus procesos de formación, las redes sociodigitales, han traído consigo la transformación de la forma de consumir la educación, siendo que los microrrelatos dentro de estos espacios cautivan a las masas para incorporar ideas en su mayoría de consumo.

¿Cuál es el impacto que tendrá la reducción del conocimiento en cápsulas de 3 minutos en las juventudes? ¿Qué transformaciones tendrá la educación informal ante la constante parcialización de los agentes por obtener seguidores y con ello monetizar? ¿son las grandes corporaciones las que obtendrán mayores beneficios? No hace mucho, Google ha impulsado un proceso de formación que parece acorralar a la educación formal, al otorgar educación técnica en menor tiempo y costo para cubrir sus demandas.

El principal problema que tienen la educación de 3 minutos, es que compite al lado de información y circunstancias que estimulan las estéticas de la sátira, pero dejan incautos a los individuos en una sociedad de permanente consumo. Basta recordar que, durante este confinamiento, el incremento de venta en series, en streaming como tiktok y otras plataformas similares ha crecido profundamente.

A manera de cierre cognitivo, debemos mirar con atención los cambios que vienen para la educación, especialmente quienes pensamos en las nuevas generaciones, debemos estar atentos a las transformaciones como una forma de prevenir las necesidades de nuestros hijos, si bien los consumos tecnológicos son elementos de esta generación tal como lo fue quizá el rock en otras épocas, es imprescindible pensar en la relevancia que tiene el que existan regulaciones, al menos sino por el contexto social, si por los procesos de formación familiar que pueden otorgar un norte frente a la incertidumbre. Pienso aún desde mi mirada adultocentrica, por más que la tecnología sea indispensable en nuestras vidas, es imprescindible saber discriminar la tecnología.

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Venezuela: Educación a distancia entorpece hábitos de estudio y dificulta el aprendizaje

Por: Gretta M Gil Anzola/cronica.uno

La profesora universitaria Sandra Leal advirtió que, debido a la pandemia, los alumnos están perdiendo hábitos de estudio, punto que también comparte la psicóloga Blanca Siso, debido a la alteración de las rutinas y estímulos que dificultan la concentración de los estudiantes.

Caracas. Cuando el gobierno de Nicolás Maduro informó sobre los primeros casos de la COVID-19 en Venezuela, una de las medidas de prevención fue establecer las actividades académicas bajo la modalidad virtual. Desde entonces, docentes y psicólogos evidencian fallas en este sistema educativo.

Las rutinas y los hábitos de los estudiantes venezolanos han sido alteradas debido a la pandemia. La psicóloga clínica, Blanca Siso, le aclaró a Crónica.Uno que la atención y la memoria de los niños y adolescentes se ven afectadas porque no están bajo supervisión directa de los docentes en las aulas.

Esto se debe a que los estudiantes se encuentran en un ambiente cómodo —su hogar—  en el que adecuaron un lugar para poner la laptop y, mientras están asistiendo a la clase virtual, están haciendo otras actividades, ya sea escuchar música, ver televisión, dibujar, chatear a través del celular u otra acción que impide la concentración durante la jornada escolar.

Lo que va a interferir con la memoria y la atención es la cantidad de estímulos que están recibiendo los alumnos. No tienen supervisión, porque los padres están en sus labores y comúnmente confían en que los muchachos van a estar prestando atención a la clase, explicó la especialista.

Con respecto al proceso de aprender a leer y escribir, la psicóloga recordó que el método de aprendizaje de la lectura es fonético, por lo tanto, se puede llevar a cabo tanto en las clases presenciales como virtuales. Sin embargo, ejercitar el modelaje de la escritura se dificulta,porque es una actividad motora.

Ese contacto motor lo va modelando la maestra con los niños. A pesar de que puede explicarles de forma virtual, hay estudiantes que requieren de la supervisión de los docentes para corregir la postura de la mano, donde deben posicionar los dedos y el agarre del lápiz para escribir. Si este acompañamiento no ocurre en esa etapa, puede ocurrir un leve retardo, relevó.

Agregó que este proceso se le puede dificultar a los niños que son zurdos, porque cuando ven las clases remotas mediante la pantalla, genera un efecto espejo y se les dificulta imitar al profesor.

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Foto: Luis Morillo
Detectando fallas

De acuerdo con un informe de FundaRedes, el 55 % de los docentes se han dedicado a trabajar en otros áreas para obtener estabilidad económica, como dar clases particulares. Entre esos maestros se encuentra Sandra Leal, profesora de matemáticas egresada de la Universidad Experimental Pedagógica Libertador (UPEL).

En 2019 se jubiló de la UPEL, luego de ejercer 27 años la docencia en pregrado y posgrado. Desde 2009, es profesora del Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad Simón Bolívar (USB) y, en 2016, comenzó a dar clases de posgrado en la Universidad Monteávila.

A la par, Leal ha impartido clases particulares de matemáticas con el fin de reforzar el contenido académico de sus estudiantes de primaria, bachillerato y universitarios. Durante los primeros meses de la pandemia dio consultas vía telefónica y, a partir de septiembre de 2020 a víspera del período escolar 2020-2021, retomó esta actividad.

Mis clases son presenciales porque quiero contrastar con el contenido virtual, dado que mi área de trabajo es la matemática, comprendo lo difícil que es estudiar una materia abstracta, explicó. Leal agregó que sus estudiantes como los representantes, entendieron que no era suficiente escuchar las clases, sino que era importante llevar la explicación a la práctica.

Durante el año escolar 2020-2021, la docente tuvo catorce estudiantes, once eran de bachillerato, dos de primaria y un alumno universitario. Durante ese período, pudo identificar fallas en esos niveles académicos.

Se ha hecho evidente la inexperiencia de los docentes con respecto al manejo de la tecnología, a excepción de ciertos profesores universitarios, pero ninguno estaba preparado para dar clases a distancia. Un grave error ha sido trasladar todo el contenido a las aulas virtuales sin pasar por un proceso de planificación, dijo.

Leal resaltó la importancia de crear un pensum dinámico, que permita adecuarse a las modalidades presenciales y virtuales. Mencionó que hay docentes que suben material excesivo y, en ocasiones, el contenido es pobre.

Por ejemplo, ponen tres videos de YouTube para explicar  un determinado tema, cada uno dura 45 minutos y contiene errores. Es mejor subir material audiovisual de corta duración y complementario para que el estudiante comprenda, indicó.

Por otra parte, dijo que hay otras fallas que no son atribuibles al docente, como los problemas de conectividad y falta de dispositivos electrónicos. Esta pandemia nos agarró con equipos obsoletos, la gran mayoría tenemos equipos de tienen ocho a doce años, por eso hay dificultad para dar clases en Google Meet y Zoom.

Agregó que los colegios han entendido esta problemática, y dentro de sus recursos, han podido renovar la conectividad del internet y los equipos de los planteles para que los docentes puedan dar clases. Sin embargo, está consciente de que esa no es la realidad para la mayoría y la solución para muchas instituciones ha sido imprimir guías para suplantar las clases.

Foto: Luis Morillo
El diagnóstico de los estudiantes

La profesora Leal advirtió que, debido a la pandemia, los alumnos están perdiendo hábitos de estudio, punto que también comparte la psicóloga Blanca Siso, debido a la alteración de las rutinas y estímulos que dificultan la concentración de los estudiantes.

Durante la educación primaria, los niños aprenden a leer, escribir y consolidar sus primeras habilidades matemáticas como sumar, restar, multiplicar y dividir. La ausencia de las clases presenciales ha ocasionado que no haya refuerzo de esa información.

Hay niños de tercer grado que no se saben los números, como mucho llegan al 100, no manejan el sistema decimal, cuentan con los dedos. Al no tenerlos en las escuelas, las maestras no pueden identificar estas fallas como comprobar si tienen hábitos de estudio consolidados”, expresó.

También alertó que los alumnos de quinto y sexto grado no saben tomar apuntes de clases.

Cuando he tenido que revisar los cuadernos de los niños para buscar cuál contenido les dieron, me he percatado de que muy pocos hacen seguimiento. Es una falla enorme, porque cuando salgan de primaria les costará adaptarse al bachillerato, donde deben llevar al día de 10 a 12 materias, resaltó.

Con respecto al bachillerato, Sandra Leal apuntó que muchos profesores asumen que sus estudiantes poseen hábitos de estudios consolidados, que pueden concentrarse durante las clases y lamentablemente, eso no es así.

En el aula presencial, el profesor de bachillerato se da cuenta cuando un estudiante está atendiendo, cuando está interesado o desinteresado en el tema, cuando lo comprende e inclusive cuando quiere sabotear la clase. En cambio, con las clases virtuales y en donde todos apagan la cámara, es difícil identificarlo, expresó.

Considera que la mayor falla que tiene la educación media es la falta de hábitos para estudiar, ya sea la toma de apuntes, estudiar en grupos y planificar horas dedicadas al estudio.

Para la profesora de matemáticas, los estudiantes que más afectados por la pandemia han sido los de primaria, porque se encuentran en el período de formar hábitos de lectura, escritura y dominar los números, lo cual se hace de la mano con las maestras.

La gente se preocupa por los de bachillerato, por la cantidad de materias. Cada nivel tiene su complejidad, pero los niños se han visto más afectados porque necesitan atención presencial para afianzar las áreas de conocimiento, manifestó Leal.

Educación a distancia entorpece hábitos de estudio y dificulta el aprendizaje

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Colombia: La educación como aporte al tejido social de la región

Por: Daniela Alzate Rojas/El pais 

Desde el año 2020 hasta la actualidad, alrededor de 10 millones de estudiantes en Colombia vivieron la zozobra de no saber cuándo volverían a las aulas. Escuelas, colegios y universidades pusieron pausa a sus actividades curriculares y cientos de docentes se enfrentaron a un mundo desconocido para muchos de ellos, el de la virtualidad.

Este repentino cambio trajo consigo la pérdida de cientos empleos en el sector educativo y afectó de gran manera la solidez de nuestra región. Desde el fabricante de maletines y útiles escolares hasta el estudiante que los usa, desde el universitario que toma el bus hasta el que lo conduce, desde la dueña del restaurante a dos cuadras de la universidad hasta el vendedor de manga poma con limón y sal a las afueras del colegio y un sinfín de personas, componen esta gran cadena de abastecimiento.

Colegios, universidades, instituciones, escuelas, jardines y todos quienes hacen parte de esta comunidad encienden diariamente los motores de la actividad económica, contribuyendo enormemente al tejido social y al crecimiento económico de la región. En suma, la educación contribuye a lograr sociedades más justas, productivas y equitativas, un bien social que hace más libres a los seres humanos y que los une sin discriminación.

El Valle avanza cuando nos unimos por un mismo propósito, cuando valoramos al otro y reconocemos que todos somos parte de esta cadena que conduce hacia el progreso, por eso hoy nos une la educación 

https://www.elpais.com.co/contenido/la-educacion-como-aporte-al-tejido-social-de-la-region.html

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La importancia de la educación emocional y la ecología del aprendizaje, entre los nuevos retos de ‘Educar para el futuro’

Heraldo.es

Bajo el lema ’10 años trabajando por la Educación’, la Fundación Ibercaja retoma la décima edición de su programa con siete videoconferencias y conversaciones en las que se abordaran diferentes retos educativos.

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Mundo: Las profesiones del futuro serán tecnológicas, la escuela del presente se está adaptando

Mundo/Autor: Enrique Alpañés/Fuente: elpais.com

El 85% de los trabajos que habrá en 2030 aún no se han inventado. La tecnología está creando oportunidades en sectores que estamos empezando a explorar. Los niños sueñan con ser hackers legales, diseñadores de sueños o traductores del lenguaje animal. Y probablemente podrán cumplir sus sueños. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio de Samsung y el instituto de investigación IPSOS. En la encuesta, en la que participaron alumnos de entre 15 y 18 años, se destacan estas tres profesiones como las favoritas. Pero también se mencionan otras menos realistas como granjero en Marte, psicólogo de inteligencia artificial o pintor artístico con drones (eligiendo está última como la más realista de las tres).

Los niños de antes soñaban con ser astronautas, los de ahora compaginan el traje espacial con la siembra de patatas. Más allá de las curiosidades futurísticas, la encuesta arroja un dato importante: nueve de cada diez alumnos creen que tendrán trabajos muy distintos a los de sus padres. Las profesiones del futuro serán tecnológicas. ¿Está la escuela del presente usando la tecnología para preparar a sus alumnos?

El 85% de los trabajos que habrá en 2030 aún no se han inventado: los niños sueñan con ser ‘hackers’ legales, diseñadores de sueños o traductores del lenguaje animal

De la noche a la mañana las pizarras se cambiaron por pantallas y las clases se mudaron al entorno virtual. El confinamiento transformó la relación del sistema educativo con la tecnología. Redujo la brecha digital mientras señalaba lo sangrante de su existencia y obligó a alumnos y profesores a familiarizarse con la tecnología. Dejó de ser una rareza futurista para convertirse en una herramienta imprescindible y cotidiana. Hoy las aulas han vuelto a la normalidad, pero profesores y alumnos tienen la lección bien aprendida.

Así avanza el uso de dispositivos en las aulas

“A pesar de lo inesperado, el cambio nos pilló bastante bien”, asegura Federico Brazzi, profesor de matemáticas en el International College of Spain, un colegio privado de Madrid. “Nosotros ya estábamos acostumbrados a usar la tecnología como una herramienta de aprendizaje. Usábamos tabletas que proyectábamos a modo de pizarra, acceso online a libros…”. Quizá, explica Brazzi, el reto fue más mental que logístico, relacionado con aprender a introducir estas herramientas en la rutina.

Hoy las usa con la misma soltura que la tiza. “Las clases nosotros las seguimos grabando si hace falta y los niños pueden volver a verlas, o conectarse en directo si están confinados”, explica el profesor. “Además hemos añadido elementos multimediales para apoyarnos, hemos integrado al 100% la tecnología en nuestras clases, en forma de vídeo, de podcast…”.

El uso de estas herramientas no se limita a los colegios privados, aunque es en estos donde su uso está más normalizado. Según un estudio desarrollado por Samsung y el instituto de investigación IPSOS, el 54% de los alumnos de centros públicos usan el ordenador en sus clases, frente al 63% que lo hace en los privados. La diferencia se mantiene respecto a las tabletas, con presencia en un 15% del alumnado público y un 33% del privado.

Un proyecto que mejora las competencias clave para el siglo XXI

A reducir esta brecha ayudan iniciativas como el programa Samsung Smart School, al que han tenido acceso más de 4.000 alumnos y 700 profesores de colegios públicos de toda España. El programa “busca producir un cambio metodológico en la enseñanza y preparar a los estudiantes para un futuro más tecnológico”, explica Elena Diaz-Alejo, manager de Samsung encargada de proyectos de educación. Esta iniciativa parte de un acuerdo de colaboración firmado con el Ministerio de Educación y Formación Profesional en 2014 y todas las comunidades autónomas además de las ciudades de Ceuta y Melilla. La idea, abunda Diaz-Alejo, era “hacer un gran piloto de experimentación para introducir la tecnología en colegios públicos de zonas rurales con alto índice de abandono escolar o brecha digital, para favorecer el aprendizaje del alumnado”.

Ella hace un balance muy positivo. Una evaluación que no parte de valoraciones subjetivas, sino del seguimiento e investigación al que han sometido al proyecto durante estos años. “Hemos medido el impacto que tenía la introducción de la tecnología en la educación. Y así, hemos visto cómo se mejoran las competencias clave para el siglo XXI”, señala. Así, la competencia digital de los alumnos se incrementó en un 18%, la competencia de aprender a aprender, un 12%, y la competencia en comunicación lingüística se incrementó en un 11%.

EL PROGRAMA BUSCA PRODUCIR UN CAMBIO METODOLÓGICO EN LA ENSEÑANZA Y PREPARAR A LOS ESTUDIANTES PARA UN FUTURO MÁS TECNOLÓGICO

ELENA DIAZ-ALEJO, MANAGER DE SAMSUNG ENCARGADA DE PROYECTOS DE EDUCACIÓN

Diaz-Alejo explica que, para que proyectos como este funcionen, hay que concebir la tecnología no tanto como fin, sino como una herramienta. Una máxima que resume con un ejemplo: “No hay que cambiar el libro por el PDF para seguir haciendo lo mismo”. También señala la importancia de enseñar no solo a los alumnos sino al profesorado. En estos casos, una formación previa es fundamental.

El profesor Brazzi coincide en la importancia de formarse en un ámbito, el tecnológico, en el que muchas veces el alumno supera al maestro. “Llama la atención no solo que manejen bien la tecnología, sino que aprenden muy rápido. Usan la tableta con la misma soltura con la que nosotros podemos usar un libro”.

En este contexto preocupa el uso que los menores puedan hacer de esta herramienta. La tecnología es una ventana a la educación, pero también al ocio y los riesgos que conlleva internet. Puedes racionar el tiempo que tu hijo pasa en el móvil, pero cuando usa la tablet para estudiar necesita tiempo, privacidad y tranquilidad. Es mucho más difícil de controlar. Por eso surgen distintas aplicaciones y tecnologías para garantizar la seguridad de los más pequeños en el entorno online. Por ejemplo, la aplicación Samsung Kids está presente en los primeros pasos de los niños en el mundo digital. Sirve para ayudarlos a desarrollar buenos hábitos digitales. Establece límites en el tiempo de juego y estudio y concede acceso solo a contactos y aplicaciones específicos.

La seguridad se incrementa aún más con Knox, la plataforma de seguridad móvil de Samsung. Está integrada en sus dispositivos más recientes. Cada dispositivo Knox se fabrica a partir del chip de hardware para aislar, cifrar y asegurar los datos, incluso archivos confidenciales, transacciones con tarjeta de crédito, contraseñas y datos de estado. Esto puede ser importante en un contexto laboral, pero también resulta crucial en uno académico, especialmente cuando se quiere proteger a los más pequeños.

Más de 4.000 alumnos y 700 profesores de colegios públicos de toda España han accedido al proyecto Samsung Smart School.
Más de 4.000 alumnos y 700 profesores de colegios públicos de toda España han accedido al proyecto Samsung Smart School.

El control está bien, pero tampoco hay que ver la tecnología solo como un lugar lleno de riesgos. Sino de oportunidades. Así lo cree el profesor Brazzi, que en estos meses ha acudido a distintas plataformas para gamificar y dinamizar las clases. “Es una forma de involucrarles en el aprendizaje”, señala. “Si ven mucho Tik Tok puedes buscar a tiktokers que divulguen conocimiento. Hay que aprovechar para convertir la experiencia de aprendizaje en una experiencia entretenida”.

Cómo los videojuegos pueden convertirse en un aliado

Eso es lo que lleva haciendo siete años Possible Labs, una empresa que crea herramientas para el uso de tecnologías en el entorno escolar. “Hemos apostado a los videojuegos como herramienta de aprendizaje para lograr el compromiso y la transformación social”, señala Alba Rodriguez, su directora de innovación educativa. Sus apuestas hasta la fecha incluyen BetterWorld, un videojuego basado en la Agenda 2030 para conseguir que las nuevas generaciones se involucren en el activismo social de temas como la ecología, la igualdad o el acceso a la educación y el trabajo digno. O Planet Recuers, sobre sostenibilidad y consumo responsable. Quizá el que más ruido ha hecho sea Minecraft, Education Edition.

Esta adaptación del famoso juego de construcción está orientada a niños y adolescentes y, a través de él, pueden aprender de manera lúdica conceptos de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Rodriguez cree que los videojuegos son una herramienta poderosa. “No buena o mala en sí”, puntualiza, pues la clave está en cómo sean usados. “Jugar a videojuegos aporta beneficios: ayudan a mejorar la memoria, el trabajo en equipo, la toma de decisiones y la planificación; al proponer problemas y confrontarlos, estimula la imaginación, permite socializar, desarrolla capacidades cognitivas y desarrolla capacidades matemáticas”, apunta la experta.

HEMOS APOSTADO A LOS VIDEOJUEGOS COMO HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE PARA LOGRAR EL COMPROMISO Y LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL

ALBA RODRIGUEZ, DIRECTORA DE INNOVACIÓN DE POSSIBLE LABS

Las profesiones del futuro (y las del presente) están relacionadas con el mundo de la tecnología. El mundo que forma a los profesionales del futuro no debería ser ajeno a esta realidad. Y debería integrar la tecnología en las clases desde las primeras etapas de la educación. “La vocación por la tecnología no puede surgir de manera forzada en los últimos niveles de educación obligatoria, cuando el alumno se cuestiona qué estudiar”, coincide Diaz-Alejo. La experta señala cómo hay que buscar modelos para mejorar la educación a través de la tecnología. “Con esta inquietud tenemos que reflexionar hacia dónde debe ir la educación para formar a los futuros ciudadanos”.

Fuente e Imagen: https://elpais.com/tecnologia/con-proposito/2021-10-13/las-profesiones-del-futuro-seran-tecnologicas-la-escuela-del-presente-se-esta-adaptando.html

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España: Ocho meses sin empleo y sueldo para el profesor que puso dieces a sus alumnos

Europa/España/15-10-2021/Autora: EUGENIA GARCÍA/Fuente: www.elcomercio.es

«Esto es una persecución. Ni los padres ni los alumnos se han quejado nunca por mi sistema», insiste Yván Pozuelo.

Ocho meses sin empleo y sueldo. Una sanción «equivalente a una multa de 30.000 euros». ¿El desencadenante? Poner un diez a todos sus alumnos y contarlo en EL COMERCIO. El profesor de francés Yván Pozuelo Andrés conoció el pasado 27 de julio la sanción que le impone la Consejería de Educación a raíz de un procedimiento que comenzó el 31 de enero de 2020 y que llegó a acumular 2.500 folios sobre las prácticas del funcionario.

Previamente, el 18 de diciembre de 2019, el docente, que llevaba catorce años dando clases en el IES Universidad Laboral había concedido una entrevista a EL COMERCIO en la que manifestaba que «abandonando el rol de la evaluación también se pueden dar clases» y que «el 10 está dentro de la ley y se lo pongo a todos. Les da confianza». En dicha entrevista el también doctor en Historia resumía las ideas plasmadas en su libro ‘¿Negreros o docentes? La rebelión del 10?’, en el que entre otras cosas reniega de los libros de texto y critica las «prácticas obsoletas» en las aulas.

El 3 de diciembre conoció el pliego de cargos ahora refrendados: «Haber calificado a todo su alumnado con la misma nota (10) independientemente de su rendimiento y atentando así al derecho de la evaluación objetiva; negarse a hacer la evaluación formativa de su alumnado con plena consciencia y haciendo público alarde de su incumplimiento; no programar debidamente las enseñanzas de francés; no llevar registros veraces y efectivos del rendimiento de su alumnado y no coordinar el departamento del que es responsable ni ejercer su jefatura». Asegura el docente que «desde el principio, estaba dictaminado, pero alargaron el proceso». Y se muestra convencido de que «lo que molestó fue la entrevista en EL COMERCIO. Si no llego a darla, habría pasado totalmente desapercibido y hubiera seguido firmando dieces hasta mi jubilación, porque en estos años nunca jamás me dijeron nada sobre mis programaciones ni mi método de evaluación». El docente asevera que se trata de «una persecución» y cuenta que tampoco «los padres ni los alumnos se han quejado nunca por mi sistema».

«Hay casos más graves en los institutos y todo el mundo en el gremio lo sabe: acosos sexuales, gente que llega en mal estado, que insulta… pero no les gustó que no me retractara cuando me pidieron que lo hiciera», defiende. Agradece el apoyo recibido «desde el primer momento» por parte de sus compañeros de profesión, si bien reconoce que la situación que está viviendo «es difícil, porque intimida».

Ha recurrido la sanción, que por el momento está suspendida pero que podría ejecutarse próximamente, aunque sus abogados, del despacho de Viliulfo Díaz, prevén solicitar una suspensión cautelar. Si la consejería siguiera adelante, pedirán un recurso de reposición y en caso de agotar esta vía, acudirán a la contencioso-administrativa.

Pozuelo ha dejado de dar clases en el IES de La Laboral: hace años que solicitaba el concurso de traslado al Centro Integrado de Formación Profesional de Hostelería de Gijón, que finalmente se le ha concedido. En septiembre comenzó a dar clases. Afirma que seguirá poniendo dieces a quien crea que lo merece.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/ocho-meses-empleo-sueldo-suspendido-profesor-dieces-alumnos-20211014000629-ntvo.html

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Charo Rueda: «El cerebro del alumnado tendrá unas habilidades que se determinan, en gran medida, por la educación que recibe»

Por:

  • Charo Rueda es investigadora de la Universidad de Granada en el departamenteo de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento. Acaba de escribir Educar la atención con cerebro que saldrá a la venta a finales de este mes, en la edutorial Alianza. Hablamos con ella sobre la importancia que tiene la atención, no solo para discriminar la información que nos llega al cerebro sino, también, para mediar en nuestro comportamiento. Se trata, a su juicio, de uno de los elementos clave que hacen del ser humano «esa especie tan especial que somos». Y, como tal, es complicado de desarrollar y se ve impactado por muchos elementos externos que pueden ir, desde la salud física a la emocional, pasando por la pobreza.

Lo primero que tiene que hacer una persona que quiera entrenar la atención (la propia y la ajena) es conocer qué es la atención y cómo funciona. “No he querido hacer un libro de “recetas” sobre cómo educar la atención en el aula. Creo que no debo decirle a un maestro qué es lo que tiene que hacer en el aula, ese no es mi tema. Los maestros son quienes saben cómo hacen eso; son los expertos en saber qué hacer en el aula”. Cosa que no quita para que en un primer momento el maestro sepa qué es lo que quiere entrenar (la atención, la motivación) y, además, saber evaluar cuáles son las necesidades individuales de su alumnado. “Para eso los maestros necesitan conocimiento”.

Es lo que Charo Rueda ha intentado hacer en las más de 400 páginas que dedica, en su libro Educar la atención con cerebro, a comprender qué es la atención, cómo funciona, cómo se entrena y qué puede hacerse en educación al respecto. Eso sí, además de huir de los recetarios, esta investigadora de la Universidad de Granada también se muestra preocupada por que la llamada “neuroeducación” sea un ámbito que resulte útil a los educadores: “Creo que a veces se transmite una idea demasiado simplista del cerebro, intentando hacer metáforas fácilmente asimilables para no expertos pero que, al final, están vacías de contenido”.

Por eso Charo Rueda ha escrito un libro en el que se describe en profundidad cómo se aborda el estudio de la atención y su relación con el cerebro, así como su desarrollo a lo largo de la vida, y los aspectos que influyen en este desarrollo. En su opinión, “para entrenar la atención hay que ser un poco experto, saber en qué consiste, qué procesos la ponen en marcha y cuáles son sus funciones; para qué es importante. La persona que educa debe conocer qué es lo que pretende educar, e identificar qué es lo que el aprendiz necesita. Esta es mi filosofía”.

La primera pregunta de todas, claro, es obligada. ¿Qué es la atención?

«Esta no es una pregunta fácil. De hecho, en Psicología es famosa la frase de que todo el mundo sabe lo que es la atención, aunque es muy difícil definirla. La atención tiene que ver con muchas cosas, y cuando una trata de definirla, la sensación que provoca en el otro es que la atención tiene que ver con todo, básicamente.

Creo, continúa Rueda, que la clave está en que tu cerebro recibe tanta información que es imposible procesarla toda con un alto grado de agudeza y de forma consciente; hay una limitación. La atención, bajo esta premisa, es el mecanismo necesario para priorizar la información que nuestro cerebro va a procesar de forma consciente. Dicho de otro modo: la atención es el mecanismo que nuestro sistema cognitivo, nuestro cerebro, ha inventado para poder priorizar la información.

Aquí es importante hablar de la distinción entre lo que el cerebro hace de modo automático y lo que procesa con control. Este segundo modo de procesar de forma consciente y voluntaria tiene más que ver con lo que llamamos la atención. Lo que trato de transmitir, y es una idea central en todo el libro, es que la atención es necesaria para gestionar nuestro comportamiento, para ajustarnos a nuestros objetivos o a las normas sociales o culturales. Por tanto, es importante no solo en tu vida mental sino también en cómo te comportas. Si no estás atento te comportas de forma automática y los automatismos a veces, por ejemplo en el contexto socioemocional, no son buenos. Por ejemplo, podríamos decir que los prejuicios sociales son ideas automáticas que facilitan tu interacción con la gente, pero si tienes un prejuicio negativo hacia un grupo social concreto, tu comportamiento automático para con una persona de ese grupo al que no conoces será bajo este prisma. Si quieres dominar esa tendencia automática en lo social, necesitas atención. Estar atento es necesario para que seas más consciente de tus pensamientos y acciones y te ajustes a tus objetivos propios; eso en los niños es importantísimo, desarrollar esa conciencia es importante».

La atención es el mecanismo que nuestro sistema cognitivo, nuestro cerebro ha inventado para poder priorizar la información

De esta forma, finaliza, la atención es lo que te permite priorizar tu actividad mental hacia la consecución de tus propios objetivos, hacia un modo más controlado de comportamiento. Esto nos distingue de los animales. El comportamiento de los animales está mucho más determinado por impulsos y deseos que están mucho más en el presente. Su capacidad para ajustarse flexiblemente a situaciones cambiantes, o de dejar de lado un deseo en el momento en pos de un objetivo más a largo plazo, es mucho menor».

La importancia de la atención, por tanto, es meridiana. No solo nos ayuda a discriminar información que queremos priorizar, sino que es la herramienta que necesitamos para sintonizar nuestro comportamiento con objetivos propios o instrucciones recibidas. La premisa del libro es que esta atención puede ejercitarse a lo largo del tiempo. Para ello, Charo Rueda expone en sus páginas algunos de los ejercicios que han utilizado en su investigación. Aunque se trata de unos ejercicios que, tal vez, no puedan tener una traslación directa, por ejemplo, a las aulas o al salón de casa.

“Lo importante es entender la filosofía de cada ejercicio, de modo que el maestro pueda proponer actividades similares para clase. Por ejemplo, ser capaz de corregir una tendencia de respuesta dominante y producir una alternativa es importante para entrenar la atención. Estoy segura de que muchas actividades se pueden diseñar en el aula para entrenar esta capacidad”, asegura la investigadora.

Los ejercicios con los que ejemplifica Rueda en el libro están sacados de la investigación que se lleva a cabo en los laboratorios de neurociencia cognitiva, como el que ella dirige en la Universidad de Granada. En sus investigaciones querían comprobar, entre otras cosas, si se producían cambios en el funcionamiento del cerebro al ejercitar la atención. Esa es la razón por la que las pruebas son tan controladas: “Para poder utilizar tecnología de neuroimagen que nos permitiera medir cambios en el cerebro”. En sus primeros estudios observaron cambios en el cerebro tras unas pocas sesiones de entrenamiento. “El cerebro es muy sensible al aprendizaje”. Bien es cierto, aclara, que esos cambios no tienen por qué ser estables, para ello hay que cultivarlos con el tiempo. Pero, en cualquier caso, es la demostración de que “el cerebro, especialmente el humano, es altamente educable”, asegura Rueda, “nunca debemos perder esto de vista». «Un educador no debe perder de vista que el cerebro de su alumnado acabará teniendo unas habilidades que se determinan, en gran medida, por la educación que recibe, por el esfuerzo que se le pide y las funciones que se le requieren”.

Esta es una de las claves de todo el asunto. La activación del cerebro ante una acción que debe desarrollar. En el libro, Charo Rueda insiste en no pocas ocasiones en la necesidad de que el conocimiento al que debe aspirar el alumnado no sea ni muy difícil ni muy fácil. Debe encontrarse en lo que Vygotsky definió como zona de desarrollo próximo. Es uno de los elementos clave para el aprendizaje.

El libro recoge otros elementos que “maximizan el aprendizaje de habilidades”, comenta. “Cosas que son de importancia general y creo que el maestro las tiene que tener en cuenta”. La primera, claro, son las horas de dedicación o práctica aunque, afirma, “los siguientes son casi más importantes”. Esta práctica no debe ser intensiva, sino que debe estar repartida en el tiempo. Otro aspecto importante, como se comentaba antes, es la zona de desarrollo próximo, “cómo tienes que adaptar el material para que al niño no le resulte ni excesivamente fácil ni difícil” ya que “cualquier cosa que esté en uno de estos extremos produce una gran desmotivación”.

Otro de los elementos fundamentales es el “andamiaje”, dice Rueda. Se trata del papel que tiene el docente en este entrenamiento de la atención, entre otras cosas. Según uno de los últimos estudios publicados por su equipo sobre el entrenamiento de la atención y su relación con la guía metacognitiva por parte del entrenador. “Cuando un educador enseña al niño a ser más consciente de lo que está haciendo el efecto del entrenamiento en el cerebro es mayor y se transfiere a habilidades generales de razonamiento”.

Como explicaba en el caso de evitar respuestas automáticas ante algunas situaciones, el papel del profesorado es importante si explica a chicas y chicos qué es lo que está ocurriendo. “Explicar eso para que el pequeño entienda qué está haciendo, les sirve para generalizarlo a otras situaciones de la vida”. La idea es que el niño o la niña vea cuál es el ingrediente básico que puede aplicar en otros momentos o situaciones. “Esto le va a ayudar a controlar mejor su atención y su comportamiento”, asegura la investigadora.

Prestar y controlar la atención es una cosa muy costosa y cansa mucho, por eso necesitas variar un poco de actividad

A todo lo anterior se uniría la necesidad de “proponer una cierta variedad de actividades. Que el maestro comprenda bien el ingrediente principal y sea capaz de ponerlo en distintas actividades”. Rueda explica que esto es importante porque “prestar y controlar la atención es una cosa muy costosa y cansa mucho, por eso necesitas variar un poco, para ‘rellenar el saco de la motivación’ que se va vaciando a medida que repites la misma cosa”. Estar atento es muy costoso para el cerebro. Hay que tener en cuenta que el cerebro “gasta” el 25% de la energía del cuerpo suponiendo solo el 2% de la masa corporal.

Prestar atención es, según lo ve Charo Rueda, “la clave cognitiva que nos hace ser este animal tan raro que somos”, “donde nuestra especie ha dado un salto evolutivo”. Controlar la atención, poner la mente en el estado de procesamiento selectivo de la información que recibe para así poder tomar decisiones que, por ejemplo, podrían implicar no hacer algo que queremos hacer porque tenemos un objetivo estratégico a medio o largo plazo. Esto es algo que, comenta Rueda, niñas y niños más pequeños no pueden hacer porque su capacidad para representar el futuro escasamente llega al día siguiente. Por eso, prestar atención es algo tan complicado, porque requiere representar el futuro, tener presentes los objetivos propios, traer a la memoria situaciones o eventos similares para idear diferentes posibilidades de acción… todo esto hay que desarrollarlo para conseguir que la atención ayude a regular el comportamiento. “La atención no funciona aisladamente, necesita de otros componentes cognitivos para hacerlo con eficacia”, asegura la investigadora.

Esto implica cuestiones como saber en qué momento se le puede pedir a alguien una cosa concreta. Una cosa es la atención involuntaria, esa que se pone en marcha, por ejemplo, cuando oímos una sirena o cuando alguien nos llama por nuestro nombre. Pero si lo que queremos es que alguien tenga un control interno, propio, de la atención “tienes que eliminar distractores que puedan captar su atención de forma automática”. Un ejemplo vale más que mil explicaciones: “Si quieres que el niño esté centrado en una actividad como comer o conversar, no debes poner la tele u otros distractores que compitan con la actividad que quieres que se haga de forma consciente”.

La educación de la atención debe ser una cosa integral, no solo algo que corresponde a las escuelas y a las familias

Ya desde los 6 meses de edad se ha visto cómo comienza a surgir un control endógeno, interno, de la atención en las criaturas. Es bueno que los padres y madres sean conscientes de esto y, además, tener en cuenta, que existen muchos factores que pueden afectar al desarrollo en los meses posteriors de esta capacidad en los pequeños. Elementos como el estrés, la ansiedad, la sensación de soledad, la falta de sueño, las situaciones de pobreza… “son situaciones que deterioran la capacidad de controlar la atención”.

Pobreza y atención

Las condiciones materiales de vida, la situación sociocultural y económica de las familias, en definitiva, el entorno en el que se mueven niñas y niños son otro de los factores que influyen de forma importante en el control de la atención. Y, con eso, en los aprendizajes que adquieran a lo largo de toda su vida. Se unen a elementos ya nombrados como el estrés, la falta de sueño o su calidad, la seguridad o sentirse emocionalmente bien. Según Charo Rueda, “son fenómenos cuyos impactos pueden medirse en el cerebro”.

La investigadora explica que es muy probable que chavales de entornos socioeconómicamente empobrecidos o difíciles sean “muchísimo más desafiantes” que otros en lugares con mejores condiciones. Y esto es así “porque no han tenido todas las condiciones para desarrollar de forma optima su capacidad atencional, y sus habilidades de autorregulación se verán potencialmente mermadas”. “Uno de los efectos que produce la pobreza a nivel cognitivo es que la persona no desarrolle objetivos estratégicos a medio o largo plazo, sino más bien a corto plazo”, aclara Rueda.

«Imagina una comunidad donde los individuos pueden desarrollar su atención, su capital mental de forma adecuada, y compáralo con otra donde no sucede, donde esto está mermado porque hay una situación de estrés, de violencia, de carencias, de agresividad, situaciones que sabemos que afectan al desarrollo de las regiones del cerebro en las que se sustentan las habilidades de control de la atención y la autorregulación…», comenta. A lo que habría que sumar, además, que las y los niños son quienes más sufren estas condiciones adversas, entre otras cosas, porque éstas escapan absolutamente a su control.

Para ella, mantener estas situaciones de desigualdad material supone, finalmente, «dilapidar el capital mental que tiene una comunidad en su conjunto». «Si no somos todos conscientes de esto, estamos perdiendo lo que hace que las sociedades sean más creativas, más prósperas». En este sentido, Rueda asegura que «creo que la educación de la atención debe ser una cosa integral, no solo algo que corresponde solo a las escuelas y a las familias». «Invertir en que la gente pueda desarrollar su capacidad mental es la mejor inversión que una nación puede hacer», afirma.

Para hacernos una idea de la importancia de esto, es interesante conocer que ya desde el primer año de vida «conocemos los efectos del estatus socioeconómico familiar en el funcionamiento del cerebro, en cómo emerge la capacidad de desarrollar el control endógeno de la atención». «El cerebro crece de forma jerárquica, como por pisos, digamos, si los cimientos no están bien, y el primer piso ya se tambalea un poco, el último es posible que no puedas ni construirlo». Esto supone que el efecto que producen las situaciones de pobreza y adversidad en las habilidades cognitivas, en lugar de menguar según aumentan los años aumentan según se requieren habilidades cada vez más sofisticadas de los chicos y chicas.

«La clave estaría en tratar de reducir las desigualdades del entorno, de la forma más efectiva posible», afirma Charo Rueda. Y, otra clave sería que «la escuela no fomente la desigualdad, sino que sirva para paliar sus efectos». En este sentido, lo importante es que «las escuelas sean inclusivas, en lugar de estratificarse en función del nivel socioeconómico de las familias de los alumnos».

«Si tú tienes una clase de 25 niños, todos con dificultades familiares, necesitarías cuatro o cinco profesores, casi uno por niño. Pero si tienes mezclados niños con distintas situaciones, con ratios bajos de alumno-profesor, y aulas bien dotadas de recursos educativos, la escuela puede ser un elemento que ayude a paliar el efecto de entornos empobrecidos». Para la investigadora, dadas las horas que pasan niñas y niños en la escuela, el sistema educativo podría paliar en cierta medida las situaciones adversas del entorno. «Por eso creo firmemente en la necesidad de tener escuelas inclusivas».

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/10/14/un-educador-no-debe-perder-de-vista-que-el-cerebro-de-su-alumnado-acabara-teniendo-unas-habilidades-que-se-determinan-en-gran-medida-por-la-educacion-que-recibe/

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