Radio Talento “tu voz escolar” llega a diez años de fructífera experiencia, convirtiéndose en un espacio de producción, formación y encuentro de todas las edades; un medio para la activación de la comunicación popular y alternativa en la República Bolivariana de Venezuela y más allá de nuestras fronteras.
Tras una década de incansable trabajo Radio Talento conmemora su propuesta que ha dado como fruto brillantes producciones, que ya se cuentan por centenares con variados contenidos; “una nueva forma” de enseñar y crear desde la escuela, aprovechando al máximo las Tecnologías de la información y la comunicación.
Sin embargo, Radio Talento no solo produce variados géneros radiofónicos, es también un espacio de formación permanente para estudiantes, docentes y la comunidad, pues siempre anda en la tarea de utilizar la radio como medio educativo, en pro de una mejor sociedad basada en valores humanos.
El proyecto radiofónico cumpleañero forma parte del Sistema de Recursos para el Aprendizaje de la Unidad Educativa de Talento Deportivo Táchira, y desde sus inicios ha estado bajo la coordinación del profesor y comunicador José Armando Durán, quien hoy se siente muy feliz por este significativo aniversario, pues su dedicación y convicción por la radio escolar tachirense, junto a la muchachada de la patria y docentes comprometidos ha permitido que Radio Talento tenga presencia nacional e internacional, aportando a las diversas audiencias contenidos necesarios y posibles. También ha sido inspiración para que otras instituciones educativas realicen experiencias similares.
Nuevos desafíos
Señal propia en FM, instalaciones y dotación de equipos técnicos de transmisión, así como una red de radios escolares que esté al servicio de la escuela y la comunidad es el desafío que asume el Proyecto Escolar Radio Talento en los meses venideros, para ello cuenta con el apoyo de la Dirección General de Medios Alternativos y Comunitarios del MippCI, el MPPE y otros organismos del Gobierno Bolivariano.
La celebración
Para esta nueva celebración se tiene previsto realizar el programa especial “10 años de Radio Talento” el cual se podrá escuchar desde el viernes 12 de junio en las plataformas: Ivoox, Archive y Mixcloud, y a través de las emisoras Radio Educativa de Venezuela (emisora del Ministerio del Poder Popular para la Educación), RNV y YVKE Táchira. Emisión donde se escucharán opiniones y anécdotas de los primeros estudiantes que participaron en “tu voz escolar”, además del saludo y la felicitación de docentes, radialistas, periodistas, locutores, comunicadores, escritores y amigos del proyecto.
Agradecimiento
El Centro de Recursos para el Aprendizaje Rómulo Gallegos agradece a quienes hacen posible esta década de radio escolar tachirense con calidad de exportación, de igual manera extiende el agradecimiento a las estaciones aliadas: Radio Miraflores, Alba Ciudad, Sistema RNV, YVKE Táchira, Radio Educativa de Venezuela, emisoras comunitarias; así como a Radialistas apasionadas y apasionados. Amigas y amigos hacedores de radio en las distintas partes del mundo a ustedes nuestro especial agradecimiento por sumarse. AS/CRA Uetdt.
El Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación (CII-OVE), la CEIP-H y el CINPECER, invitan al Ciclo de Conferencias del Programa de Formación Permanente en Línea, con la siguiente agenda:
Los días miércoles desde el 10 de junio:
“Educación y Sistemas Escolares en la Post Pandemia”
Boaventura de Sousa Santos, Catherine Walsh, Marco Raúl Mejía, Luis Bonilla, Oscar Jara, Peter McLaren, entre otres.
Cada martes desde el 16 de junio:
Debate sobre “La otra política”
Naom Chosmky, Eric Toussaint, Juan C. Monedero, Piedad Córdoba, entre otres.
Los días jueves desde el 18 de junio:
Mesas de “Voces Insurgentes” con paneles sobre feminismos, juventudes, extractivismo, movimientos sociales, etc.
Cada lunes desde el 22 de junio:
“Recuperación de la memoria Histórica de las organizaciones sindicales del magisterio latinoamericano”
Los días viernes desde el 26 de junio:
Difusión de los foros virtuales del grupo de contacto internacional (GCI) conformado por dirigentes gremiales y sindicales del magisterio.
Todas las actividades son gratuitas y de libre acceso.
Las conferencias se transmitirán desde la plataforma zoom y el público accederá a través de YouTube y el facebook de: CEIP Histórica, CII-OVE y CINPECER. En los siguientes horarios:
15 horas (3 pm) de Bogotá, Panamá y Ciudad de México
16 horas (4 pm) de Caracas y San Juan de Puerto Rico
Desde hace dos semanas, la voz que ya existía en contra del racismo se potencializó. La muerte de George Floyd luego de un arresto policial en Estados Unidos provocó que miles de personas en todo el mundo pelearan por igualdad racial, porque las personas de color puedan caminar tranquilas sin ser observadas, juzgadas o arrestadas. Pero para lograr ese cambio, haciendo que desaparezcan poco a poco actos racistas y discriminatorios en la humanidad, personajes como Antonio Guterres ven en la educación de niños y niñas la solución.
Para el secretario general de las Naciones Unidas, “la educación es la mejor herramienta que está a nuestra disposición para prevenir todas las formas de intolerancia y discriminación, y para asegurar el respeto igualitario de cada mujer y cada hombre”.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, todo niño y niña del mundo puede convertirse en un adulto igualitario y justo sólo si sus padres lo son o deciden ser, pues ellos son los pilares que construyen su educación.
Al respecto, Gabriela González Ortuño, maestra de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, comparte que el papel de los padres de familia es vital para que haya un cambio radical en los menores.
En entrevista con Reporte Índigo, la catedrática enfatiza que los adultos deben hablar sobre racismo con los niños y niñas desde temprana edad, explicándoles, primero que nada, las diferentes partes de la historia, como las raíces indígenas y afromexicanas que hay y enriquecen al país y al mundo.
González Ortuño señala que es a través de ejercicios muy pequeños que los padres y madres pueden enseñar a sus hijos e hijas a no ser parte del problema cuando crezcan. Con la ayuda de sus crayones, por ejemplo, pueden explicarles que además de esos colores de tono “piel”, hay muchos más, y eso no significa que sean diferentes a los demás, sino igual de bellos.
“Otra manera de educarlos es con la ayuda de programas de televisión infantiles. Podemos preguntarles: ‘¿nosotros somos iguales a los personajes que ves en pantalla? ¿Y tus amigos?’ Con eso demostramos que hay distintas personas que, aunque parezcan diferentes, son iguales”, destaca la académica.
Asimismo, la maestra menciona que los adultos pueden interactuar con los más chicos al elegir sus juguetes, suguiriéndoles muñecos con un tono de piel y cabello más oscuro.
Si en dado caso vemos que nuestros hijos hacen un comentario o una actitud racista, lo primero que debemos incitar es a la reflexión, preguntándoles por qué creen eso y de dónde lo escucharon. Después, los hacemos recapacitar, diciéndoles que deben tratar a todos con respeto
– Gabriela González Ortuño
Maestra de la FES Acatlán
EL CAMBIO TAMBIÉN ESTÁ EN LA EDUCACIÓN
Una de las características que más definen a los niños y niñas, independientemente del lugar del que provengan, es que son curiosos, continuamente hacen múltiples preguntas, y cuando no se las pueden hacer a sus padres, acuden a sus profesores de escuela, personas con las que conviven gran parte del día.
María de la Paz Jiménez Castañeda, maestra de Pedagogía y exacadémica de la UNAM, explica que los profesores y profesoras deben ser aliadas de los padres y madres respecto a la educación de los pequeños, pues sólo trabajando en conjunto pueden tener grandes resultados.
De acuerdo con ella, las escuelas y las familias deben estar siempre tomadas de la mano, ya que si se le deja el trabajo de educar a los niños sólo a una, la balanza se rompe y los pequeños son los que terminan siendo los más perjudicados.
“Juntas, las escuelas y las familias deben inculcar el verdadero valor del ser humano, la importancia de ser solidarios y amorosos con nuestros semejantes, sólo así podremos convivir como sociedad”, añade.
Para la maestra, una de las mejores actividades que pueden hacer sus colegas es intentar que los menores jueguen todos juntos, evitando que se formen equipos que dividan a quienes integran al grupo.
“Además de trabajar en que todos los niños estén unidos, los profesores deben aprovechar cualquier momento para hablar con ellos sobre igualdad e inclusión, de cómo nos hemos conformado como sociedad”, destaca Jiménez Castañeda.
La maestra declara que hoy más que nunca se debe hablar de racismo y valores en las escuelas, principalmente de educación básica, pues sólo así se puede generar un cambio en el futuro de las nuevas generaciones.
Fuente de la reseña: https://www.reporteindigo.com/piensa/educacion-para-ninos-antirracistas-padres-escuelas-igualdad/
El gobierno haitiano destinó mil millones de gourdes (unos 10 millones de dólares) para apoyar a docentes y personal de las escuelas privadas que se mantienen en pausa debido a la pandemia de Covid-19 que azota hoy al país.
Los fondos se transferirán a las cuentas de los centros privados, profesionales y universidades, y representan un subsidio gubernamental para maestros y personal de estos establecimientos con el fin de hacer frente al nuevo coronavirus SARS-CoV-2, confirmó Garry Lapierre, presidente del sindicato del ministerio de Educación. El funcionario aseguró a la plataforma digital Van Bef Info que la cartera ya cuenta con el presupuesto, aunque señaló dificultades en algunas instituciones para acceder al subsidio.
Tras detectarse los primeros casos de Covid-19 en Haití, se dispuso un estado de emergencia sanitaria, cierre de escuelas, universidades, aeropuertos, fábricas y fronteras.
El gobierno anunció en ese momento que otorgaría fondos a esas entidades, sin embargo, en las últimas semanas recibió numerosas críticas por incumplir dicha promesa.
Más del 80 por ciento de la educación en Haití está en manos de privados, y muchos acudieron a la red de redes para continuar el año educativo, que en 2019 también se detuvo por las masivas protestas antigubernamentales.
Sin embargo, para muchos educandos de la nación caribeña, puede dificultarse el acceso a estos programas, en un país donde solo el 30 por ciento de la población cuenta con servicios de electricidad, mientras otros son incapaces de solventar los costos de la conectividad.
La cartera de Educación, reconoció que la brecha digital de Haití puede limitar el impacto de esta iniciativa, aunque insistió que el entorno digital es una fuente de oportunidades, y las clases virtuales pueden suplir la falta de recursos de países en vías de desarrollo.
Fuente de la noticia: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=371713&SEO=haiti-destina-unos-10-millones-de-dolares-para-docentes-privados
Centro América/ Panamá/ 09.06.2020/ Fuente: www.panamaamerica.com.pa.
Los colegios particulares y públicos que dicten educación a distancia deben ajustarse a las necesidades especiales y a las condiciones de acceso a la tecnología de los estudiantes.
Padres de familia del sector particular se quejan de los problemas tecnológicos que enfrentan sus acudidos para recibir estas clases, mientras que gremios docentes advierten que el sector público no cuenta con las herramientas necesarias para dictar este tipo de educación.
El Meduca plantea varias opciones: cursos o programas no presenciales con apoyo tecnológico, semipresenciales, con o sin tecnología, virtuales o telepresenciales.
Y la Dirección Nacional de Evaluación Educativa del Meduca recordó que solo reconocerá la educación a distancia que dicten los colegios públicos y privados avalados previamente y que cumplan con los cinco criterios mínimos exigidos.
Estos criterios son: interacción pedagógica, elementos curriculares, recursos tecnológicos, educación especial y satisfacción con el proceso.
Fuente de la noticia: https://www.panamaamerica.com.pa/sociedad/pobreza-limita-la-educacion-distancia-por-falta-de-tecnologia-1165238
El colegio, como lo conocíamos, ha muerto. Nos enfrentamos ahora a una dinámica donde, bíblicamente, el colegio está donde esté el estudiante.
Esto ha traído más de una discusión al respecto y un enfrentamiento nunca antes visto entre padres y profesores. Ante la perspectiva de lo que podría ser una verdadera catástrofe, no todo está perdido, pero es necesario comprender el complejo panorama que acompaña esta “nueva normalidad”.
En este sentido, seamos críticos. Somos un país de papel. No solamente en la expresión metafórica, sino también en la práctica diaria: tenemos bibliotecas enteras imposibles de encontrar en versión digital, presentamos documentos impresos, escaneados y con múltiples copias hasta para pagar la luz en el banco, vanagloriamos los títulos impresos en paredes y consultorios y no confiamos nuestro dinero a “máquinas y tarjetas” sino que preferimos guardarlo debajo del colchón. Puede parecer gracioso y seguramente muchos de ustedes ya son usuarios bancarios online y tienen títulos de cursos, talleres y seminarios guardados en PDF, pero pregunten a sus padres, a sus tíos e incluso a muchos amigos de su edad y dense cuenta de que nuestra dependencia del papel, de lo impreso, de lo físico, es aún bastante grande.
Entonces, un país criado para llegar a casa y mostrar los cuadernos a la familia, acostumbrado a pedir firmas en los exámenes escritos, a guardar hasta la última carpeta de hace cinco años “por si acaso” y a archivar libretas hasta la universidad, se ve hoy obligado a prescindir del lugar del papel. ¿Qué significa esto, cómo se lo trata y quiénes son parte del cambio?
Entonces, un país criado para llegar a casa y mostrar los cuadernos a la familia, acostumbrado a pedir firmas en los exámenes escritos, a guardar hasta la última carpeta de hace cinco años “por si acaso” y a archivar libretas hasta la universidad, se ve hoy obligado a prescindir del lugar del papel. ¿Qué significa esto, cómo se lo trata y quiénes son parte del cambio?
¿Vocación?
Admito, como seguramente todos, que he tenido muchos profesores en el colegio que eran verdaderos maestros. Dedicados, motivadores, preocupados más allá de su labor en el crecimiento personal de sus estudiantes; pero también, lamentablemente, he tenido profesores “de cheque”, los que se preocupaban más por llegar a fin de mes y hacían el mínimo esfuerzo por enseñar su materia.
De esos hay cientos, los que nos han hecho odiar las matemáticas, lenguaje e, incluso, clases artísticas como la música. La falta de vocación es un mal en el ámbito educativo. Nunca voy a olvidar, años atrás, cuando en la televisión un periodista preguntó a uno de los miles de postulantes que hacían fila en la Normal Superior de Formación de Maestros “Simón Bolívar” por qué quería ser profesor y sin dudarlo ni un segundo éste dijo “porque al salir hay trabajo seguro”. No fue la excepción: a su alrededor, al menos 30 asintieron y estuvieron de acuerdo con esa razón. El periodista continuó recorriendo la fila y, para sorpresa mía, la respuesta se repitió numerosas veces con exactamente dos excepciones que dijeron querer ser maestros desde siempre.
Nunca voy a olvidar, años atrás, cuando en la televisión un periodista preguntó a uno de los miles de postulantes que hacían fila en la Normal Superior de Formación de Maestros “Simón Bolívar” por qué quería ser profesor y sin dudarlo ni un segundo éste dijo “porque al salir hay trabajo seguro”
Evidentemente, conseguir trabajo es una razón válida para escoger una carrera y nadie estudia para morirse de hambre, pero no puede ser la única razón y menos aún cuando se trata de la carrera que forma a todas las demás carreras, la carrera que se encarga de los futuros presidentes, médicos, artistas, periodistas y un largo etcétera.
Jugando a la escuelita
La sala de lectura ambientada en la casa de la profe Laurita
El primer paso de nuestra educación es el grado inicial. Esa segunda casa donde descubrimos a los primeros amigos y donde confundimos “mamá” y “profesora” todo el tiempo. Todas las familias tienen guardado un álbum fotográfico de esta etapa; disfrazados para actos cívicos, con la primera amiguita, el primer día de clases. Mamás llorando en la puerta, papás defendiendo a sus niños cuando otro los empuja, abuelitas orgullosas viendo a sus retoños. El mundo de la educación inicial no es para cualquiera, en definitiva, no solamente porque son un montón de niños pequeños cada uno con necesidades emocionales y afectivas únicas, sino porque se trata del primer punto de partida para una educación de 12 años. Un mal profesor en inicial puede hacer la diferencia.
Esa segunda casa donde descubrimos a los primeros amigos y donde confundimos “mamá” y “profesora” todo el tiempo.
Y me doy cuenta de que muchas veces no le prestamos la atención necesaria a este grado, pero luego, piénsenlo bien: la mayoría de las falencias de aprendizaje (mala letra, poca atención, cero consciencia del espacio, falta de pensamiento lógico – matemático, etc.) vienen de una deficiente educación inicial y quizás sea ésta la razón por la que los jardines de infantes son los establecimientos más costosos de la educación escolar. No sean injustos, esos profesores lo merecen. Si hay que tener vocación para enseñar cualquier cosa, aún más para enseñar a niños tan pequeños.
Laura Rivera, la “profe Laurita”, como le dicen sus niños, es una de esas maestras de vocación. Con doce años de experiencia en el grado inicial, para ella estar ahí tiene sentido, “cuando jugaba de niña, yo siempre era la maestra. Sentaba a mis muñecas y a mis hermanos menores frente a mi y les enseñaba todo. Al salir de colegio fue la decisión lógica”. Por sus aulas han pasado bachilleres que al terminar su formación la recuerdan con cariño, también ha tenido la fortuna de ser maestra de sus dos hijos y varios sobrinos. “Me encanta escuchar las anécdotas, las explicaciones y la lógica de los niños. Es mágico”. Laurita ha escuchado decir “mamá” más veces que muchas madres y hoy su trabajo rinde frutos cuando ve a sus estudiantes en grados superiores y recuerda que ha sido parte importante de su formación.
La profe Laurita, como le dicen sus estudiantes.
Festejando a las mamás, aun a distancia.
Una materia difícil
Los profesores que quedan en el recuerdo siempre son dos: los peores y los mejores. Los peores nos causan gracia, viéndolo en retrospectiva, porque nos recuerdan el martirio que fue nuestro paso por el colegio y cómo, finalmente, lo vencimos; y los mejores son los que nos causan una profunda nostalgia de esa época a la que ya no podremos regresar. En este caso, recuerdo al mejor profesor de matemáticas que tuve. Fue entre octavo y primero de secundaria o lo que hoy son segundo y tercero de secundaria. El profe nos repartía el primer día de clases de cada trimestre unas tarjetitas verdes con casillas para las firmas y espacios para las notas de examen. Decidió implementar tres modalidades: individuales, por parejas y en grupos. Para nosotros era una maravillosa novedad tener la chance de tomar un examen de matemáticas en grupo y entender que una materia exacta también podía dar lugar al debate, al trabajo colaborativo y a la participación de todos. Fueron los mejores exámenes. Para mí, que siempre le tuve un profundo rechazo a los números, tener la posibilidad de compartir el examen con quienes sabían un poco más y ayudar a quienes sabían algo menos que yo, era la oportunidad de apreciar la materia de una forma que nunca había creído posible.
Los profesores que quedan en el recuerdo siempre son dos: los peores y los mejores. Los peores nos causan gracia, viéndolo en retrospectiva, porque nos recuerdan el martirio que fue nuestro paso por el colegio y cómo, finalmente, lo vencimos; y los mejores son los que nos causan una profunda nostalgia de esa época a la que ya no podremos regresar.
Y si de materias difíciles se trata, otro profesor muy especial, Víctor Hugo, sabe de lo que está hablando, aunque su plan nunca fue la educación. “Mi plan era poner una empresa privada y de pronto, mientras tenía un trabajo de oficina, comencé a enseñar a mis sobrinos en casa y me di cuenta de que me podía conectar con ellos, entender su mentalidad, comprender cómo se sentían y lo que pensaban al aprender.” La clave de Víctor Hugo es ponerse del otro lado, su objetivo principal no es la educación escolarizada, ni ser parte de un plantel docente escolar, aunque en este momento lo es, su motivación es “ayudar a chicos y chicas que no han encontrado lo que buscan, que no han sido comprendidos en las matemáticas”. Es así que Vico, como lo llaman con cariño, no se limita a los programas escolares, sino a transmitir que las matemáticas son parte de la vida y es importante integrarlas en nuestra cotidianidad.
Vico, en sus clases vía Zoom.
Víctor recuerda una de sus mejores experiencias al respecto, para él no es algo extraño convertir su casa en un aula y lo ha hecho con estudiantes particulares, pero hay una satisfacción que supera a todas, “recuerdo a una niña que tenía dificultades de aprendizaje, pero sus padres no lo aceptaban, aunque yo estaba seguro. Decidí tomar las riendas y enseñarle de otra manera, lejos de lo tradicional. Dos años de trabajo sin descanso ni vacaciones y estuvo segura para ir al colegio sin miedo a que se rían de ella, sin miedo a no poder hacer frente a lo que venga”. Ese tipo de profesores son los que la educación online requiere, aquellos dispuesto a salir de los márgenes convencionales e ir más allá.
Siempre dispuesto a contestar dudas más allá de su obligación.
Sin aulas ni límites
Lo que la educación online requiere es que los profesores comprendan que no sólo nos estamos enfrentando a una nueva realidad a nivel de soporte, sino que nos estamos enfrentando a un nuevo mundo que requiere nuevas formas de enseñar y, sobre todo, nuevos conocimientos.
Nuestro retraso en la educación online no se debe únicamente a la falta de acceso a las herramientas tecnológicas, sino más bien a la falta de propuestas y políticas que nos permitan una educación integral, realista y futurista. El colegio es hoy, sí, pero los niños que se forman en las aulas van a ser profesionales mañana, con conocimientos y necesidades que los maestros deben ser capaces de prever y con políticas institucionales que nos permitan comprender la particularidad del país en que vivimos y el lugar que ocupamos en el mundo.
Lo que la educación online requiere es que los profesores comprendan que no sólo nos estamos enfrentando a una nueva realidad a nivel de soporte, sino que nos estamos enfrentando a un nuevo mundo que requiere nuevas formas de enseñar y, sobre todo, nuevos conocimientos.
Que en pleno 2020 nuestro país no reconozca la educación en casa, (homeschool), que no existan reglamentos asentados para la educación virtual y no se tengan competencias claras y al alcance de todos para que cada quien pueda ver la mejor manera de enseñar, es un insulto a la educación como tal.
Evidentemente hay muchas personas que han tenido la suerte de recibir una formación mucho más acorde a nuestros tiempos, pero se trata de excepciones que no son la realidad de nuestro país. Aprender a cuidar a los animales, a cultivar, leer obras literarias de calidad, recibir formación artística seria y profesional son los grandes ganchos de algunos colegios, y más allá de comprender que sí hay un grupo de profesores, familias y estudiantes tratando de pensar en una nueva educación, esto nos habla de lo mal que está nuestro sistema, pues estos no deberían ser conocimientos privilegiados, sino parte de un currículo básico para todos.
Para ejemplos basta ver pequeños videos que hasta se comparten en redes sociales y están al alcance sin mucho esfuerzo. Hay países que han comprendido que enseñarle a un niño de 5 años a limpiar su lugar de trabajo, a servirse su propia comida, a decidir cuándo y dónde aprender sin necesidad de aulas cerradas y uniformes es igual de importante, o incluso más, que enseñarle el Himno de su país, los colores de su bandera y los héroes de guerra. En resumen, hay países que han comprendido que la educación no sólo implica una acumulación de conceptos teóricos o prácticos, sino que supone antes que todo la enseñanza de un modelo de vida comunitaria que nos permita crecer empáticos y sensibles a las realidades del mundo.
La educación boliviana necesita comprender que una carpeta llena no es sinónimo de aprendizaje, que desfilar un 6 de Agosto no es muestra de patriotismo y que conocer las fechas de cada batalla de la Independencia no significa apreciar nuestra historia. Pero también necesita comprender que es igual de importante conocer nuestra cultura como la de otros países, porque solo viendo las similitudes y diferencias podemos crear identidad y reconocernos en nuestras propias prácticas culturales.
Mi hermana y yo hicimos el colegio en casa
ilustración de Victoria Delgado / estudiante DGR UCB
Personalmente, me cuento en el grupo con suerte, pero no por el privilegio de haber estado en un colegio con opciones más diversas, sino por el privilegio de tener la mamá que tengo. Ma, para mí, Yani, para el resto de quienes la conocen, se dio cuenta de que la educación formal en los colegios de Bolivia no era lo que quería para sus hijas y vio que la educación que sí la convencía no estaba al alcance de sus bolsillos. Entonces decidió tomar las riendas del asunto. Aunque yo hice la mayor parte del colegio de manera “regular”, fue mi hermana la más privilegiada pues recibió doce años de educación en casa (con asistencias intermitentes al colegio para “obtener las libretas”) y es quizás uno de los primeros ejemplos de este caso en nuestro país.
La idea de educación de mi mamá es precisamente la idea que se necesita ahora: educar para la vida, para la realidad, para el nuevo orden. Después de muchos años, ha decidido llevar su experiencia a las aulas y hoy son afortunados los pequeños de primer curso de primaria que la tienen junto a ellos.
La idea de educación de mi mamá es precisamente la idea que se necesita ahora: educar para la vida, para la realidad, para el nuevo orden.
Dejar de pensar la educación como una serie de materias separadas es una base de la Ley Avelino Siñani – Elizardo Pérez, pero no es una base de la formación de maestros, por lo que ¿cómo la aplican? Jugar, jugar y jugar ha sido siempre la consigna de la educación en mi casa. Entender que al cocinar no solamente estamos preparando comida, sino también estudiando física, biología, matemáticas y lenguaje; entender que el deporte es base fundamental de la educación y que de nada sirve saber las tablas de multiplicar si un niño no es capaz de decir “por favor” y “gracias”; entender que es tan importante conocer las partes del cuerpo humano como los pasos para cultivar papa, porque de eso nos alimentamos cada día.
Jugar, jugar y jugar ha sido siempre la consigna de la educación en mi casa. Entender que al cocinar no solamente estamos preparando comida, sino también estudiando física, biología, matemáticas y lenguaje…
Una educación que no empieza a las 08:00 y acaba con el timbre de salida, sino que supone cada aspecto de nuestro diario vivir. Esa es la educación que Bolivia se merece.
Siguiendo pasos
No sé si puedo contarme entre las buenas profesoras o la que los niños van a recordar, pero sí sé que cada día hago mi mejor esfuerzo para que los niños y niñas a mi cargo se emocionen tanto por aprender como por cada aspecto de la vida. Precisamente de eso debería tratar esta época: de desear saber más para no tener miedo, comprender más para poder estar preparados y discernir la información para no caer en los errores de otros.
Los niños son inteligentes, son fuertes y, sobre todo, son los maestros de la vida por naturaleza. En ningún lado se aprende más que estando cerca de los niños. Por eso enseñarles no debería suponer una vista vertical, sino una constante retroalimentación. Yo enseño a multiplicar, ellos enseñan a perdonar, yo enseño las partes de la oración, ellos enseñan la honestidad. Juntos aprendemos.
Los niños son inteligentes, son fuertes y, sobre todo, son los maestros de la vida por naturaleza. En ningún lado se aprende más que estando cerca de los niños.
Para los padres
Comprendo a los padres que hoy gritan y vociferan que los profesores no hacen nada, lo comprendo porque sé a qué estamos acostumbrados como país, entiendo que la única educación que conocen los padres es la que ellos mismos recibieron y el nuevo modelo vino como balde de agua fría en pleno invierno. Sé y he visto malos profesores, los hay a montones en cada colegio sin importar qué tan bueno sea en general. Como en todas las profesiones, hay malos profesionales. Pero también hay los buenos maestros, aquellos como Laurita que han convertido su sala en un aula donde canta, baila, se disfraza y sonríe cada día a sus estudiantes, aunque también tenga que batallar aprendiendo a manejar las herramientas digitales. Piensen en ella cuya formación se basa “en el arte manual”. La educación inicial “es sobre todo manual, aprender a cortar, pegar, agarrar el lápiz, etc.”, dice Laurita, que ahora no puede estar al lado de sus estudiantes con la paciencia, experiencia y conocimientos que tiene para ayudar a cada uno de sus pequeños.
una casa, un aula
Piensen en Víctor que a pesar de la distancia encuentra la manera de animar a sus estudiantes, de levantarlos cada mañana y de estar siempre dispuesto a contestar dudas.
Maestros como ustedes mismos, que sin saber bien lo que hacen, están dispuestos a ayudar más de lo que ya hacen normalmente; todo por sus hijos. Permítanles a los profesores equivocarse, permítanles a sus hijos fallar, no aprender todo lo que deberían, pero aprender sobre la vida que nos está dando una lección dura. Permítanle a la educación boliviana entrar a una época que no es un gusto, sino un derecho.
Permítanles a los profesores equivocarse, permítanles a sus hijos fallar, no aprender todo lo que deberían, pero aprender sobre la vida que nos está dando una lección dura. Permítanle a la educación boliviana entrar a una época que no es un gusto, sino un derecho.
Para los profesores
Extiendan media hora más su trabajo y busquen, averigüen, pregunten. Comprendan que la realidad al otro lado de la pantalla no es la mismo para todos, comprendan que si no logran enseñar todo lo que decía su plan, pero logran contener a esos niños, niñas y jóvenes, ya están haciendo su trabajo. Si llegaron aquí por un trabajo seguro, entiendan que el niño al que no le den la atención necesaria hoy, puede ser el doctor mediocre que no los atienda bien mañana. Si llegaron aquí por vocación, continúen reinventándose para sacar a este país del papel y ponerlo en el mundo, a través de lo digital.
El día que murió el colegio fue el día que entendimos que la educación no está entre cuatro paredes, sino en el intercambio entre nosotros.
Mar Buendía no nació aquí, pero es nomás collita. Fan de la salteña sin aceituna, las películas de terror, Cerati y Friends, la serie noventera. García Márquez es su Dios.
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Fuente de la reseña: https://www.paginasiete.bo/rascacielos/2020/6/7/el-dia-que-murio-el-colegio-educacion-online-en-un-pais-de-papel-257684.html#
El día de ayer –escribió Francisco Jiménez– fue uno de los más terroríficos de mi vida. La rabia, el coraje, la incertidumbre, la impotencia y el miedo fueron el común denominador de decenas de jóvenes.
Francisco, su novia Camila, sus amigos Eloy, Braulio y Regina transitaban el pasado 5 de junio a las 6 pm por la avenida Ocho de Julio, en Guadalajara, cuando elementos de la fiscalía del estado, sin identificarse, los detuvieron y subieron a bordo de un vehículo. Los golpearon y les quitaron sus mochilas y celulares. ¡Súbanse, cabrones, cabezas agachadas!, les gritaron y se los llevaron a la fiscalía.
Nadie sabe que están aquí. Los vamos a desaparecer, los amenazaron. Separaron a los hombres de las mujeres y los subieron a una camioneta. “Los vamos a entregar al cártel”, les advirtieron. Después de un recorrido de unos 20 minutos, en Los Olivos los hicieron descender del vehículo. ¡Bájense, hijos de su puta madre! ¡Tienen 10 segundos para correr por su vida, putos! ¡Quien voltee hacia atrás lo matamos!, les gritaron (https://bit.ly/3dRzPWQ).
Lo que Francisco Jiménez y sus compañeros vivieron, al ser detenidos al margen de cualquier protocolo legal por querer participar en una movilización pacífica para exigir justicia para Giovanni López, lo sufrieron también al menos 60 jóvenes más en Guadalajara. La Comisión de Derechos Humanos de la entidad calificó sus arrestos de desapariciones forzadas.
Giovanni fue un albañil de 30 años detenido el 4 de mayo en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, en el área metropolitana de Guadalajara, por no llevar mascarilla. Los patrulleros lo ejecutaron extrajudicialmente. Su crimen precipitó en la capital de Jalisco una ola de inconformidad entre la juventud que trató de ser sofocada mediante la fuerza bruta por el gobernador Enrique Alfaro.
Debido a la importancia y el peso económico de su estado, Alfaro desempeña un papel clave en la promoción y el liderazgo de una coalición de ocho gobernadores opositores a Andrés Manuel López Obrador. De hecho, podría perfilarse como candidato presidencial de una hipotética alianza partidaria de PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano en los comicios de 2024.
Por lo pronto, el mandatario estatal arrancó 2020 chocando con el gobierno federal en torno a temas claves: el conteo de desaparecidos, la sustitución del Seguro Popular por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el manejo de la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19.
Enrique Alfaro ha navegado en las aguas de la política a bordo de distintos barcos. En 1994 se incorporó a las juventudes del PRI, donde militó hasta 2005. De allí saltó al PRD, controlado por el ex rector de la UdeG Raúl Padilla, con quien más adelante rompería. En 2012 se incorporó a Movimiento Ciudadano, partido que ganaría 24 presidencias municipales, 14 diputados locales y 10 federales.
Estridente, dotado de vocación y talante autoritarios, con un discurso de cero tolerancia en un estado que es cuna de uno de los grupos criminales más poderosos en el país (el CJNG), ante la crisis del coronavirus, Alfaro recurrió a la mano dura para obligar a la población a quedarse en casa y usar cubrebocas en la calle. Desde el pasado 20 de abril, cuando la medida entró en vigor, la policía se dedicó a arrestar a quienes no lo portaban. Decenas de ciudadanos fueron encarcelados. Giovanni López fue ejecutado extrajudicialmente en ese contexto.
Esta violencia policial no es inusual en Jalisco. Los niveles de tortura por parte de policías y ministeriales en la entidad están, como ha explicado Daniela Rea, por arriba de la media nacional (lo que ya es mucho decir). Entre 1997 y 2019, mil 530 víctimas de tortura presentaron quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero sólo 4.7 logró recomendación (https://bit.ly/30gklbe).
Los días 4, 5 y 6 de junio, Guadalajara vivió días aterradores. Especialmente el 5, sufrió un tipo de represión desconocida hasta ese entonces, emparentada con el halconazo del 10 de junio de 1971 en la Ciudad de México. Y eso que hay una larga lista de violencia policiaca en contra de movimientos en la entidad. Dos ejemplos. La ejercida durante las protestas altermundistas en el marco de la Tercera Cumbre América Latina y el Caribe- Unión Europea del 28 de mayo de 2004. Y la perpetrada el 1º de diciembre de 2012, durante las movilizaciones de rechazo a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto convocadas por #YoSoy132, en la que los uniformados golpearon a muchas personas que pasaban por allí.
En esta ocasión la violencia policial, absolutamente irregular, fuera de cualquier protocolo y causa legal –utilizando vehículos particulares con placas ocultas, con agentes vestidos de civil realizando detenciones–, deja en el aire la pregunta: ¿quién dio la orden de actuar así? ¿Quién diseñó el operativo?
La ofensiva gubernamental fue acompañada de una campaña en redes, que apeló al racismo local, diciendo que los manifestantes no podían ser de allí porque eran muy morenos y no hay gente de piel tan oscura en Jalisco.
Aunque quiera zafarse del asunto, el halconazo tapatío es responsabilidad directa de Enrique Alfaro. Por más que quiera desvirtuar la inconformidad juvenil presentándola como producto de los pleitos del poder de arriba, en realidad es resultado legítimo del hartazgo ante su despotismo.
Fuente del artículo: https://www.jornada.com.mx/2020/06/09/opinion/015a1pol
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