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Reaprender a ser educador

Por: Carlos Aldana

Reaprender a ser educador en tiempos de pospandemia es reaprender a gozarme la relación con mis estudiantes, a descubrir sus maravillosas (o también sus angustiantes) formas de ver el mundo. Es descubrir que mientras dialoguemos, o que mientras construyamos canales de comunicación sinceros y plenos, el aula (física o virtual) será un espacio en el cual se sigan sembrando las semillas del cambio en el mundo.

¿Pasó ya la pandemia? ¿Volvemos a lo antes de esa pesadilla? ¡No, por favor!

Aprovechar los aprendizajes que tuvimos durante ese tiempo que pegó a todo el planeta, debiera ser la principal tarea o el principal esfuerzo de quienes nos dedicamos a transitar por ese camino difícil llamado educación.

Algo habremos de haber cambiado. Algo habremos de haber descubierto.

Reaprender a ser educador para poder vivir en este tiempo de pospandemia es tan necesario para nuestra tarea como para nuestra vida personal. Reaprender a ser educador es lanzar una mirada profunda y seria a lo que hacíamos antes y a lo que la vida nos exige hacer hoy. Constituye una llamada de atención a quienes hemos podido superar esta situación, para que actuemos distintos desde la gratitud, la esperanza y la emoción por sentirnos vivos. (Pienso ahora mismo en mis colegas que murieron por el covid 19 y siento que necesitamos tenerlos presente en este reaprendizaje).

Son muchos los reaprendizajes, pero lancemos una observación a tres de ellos.

  1. Descubrir que las crisis y la incertidumbre van a seguir viniendo y que necesitamos educar(nos) para ello. Ya sea del tamaño de una pandemia, o de otras formas, las crisis y un mundo sin garantías y dominios sobre todo, van a tener que constituir en ejes de cambios curriculares importantes. Esto significa cómo actuar, cómo sentir, cómo pensar o cómo crear comunidades humanas en las que se apoyen. Educar en crisis e incertidumbre es dialogar sobre lo vivido, sobre las mejores respuestas, sobre las formas cómo enfrentamos y, sobre todo, cómo podríamos usar esas habilidades en crisis futuras. Recordemos que la experiencia es lo que hacemos con lo que vivimos y haber pasado confinamientos y miedos nos lleva a nuevas conductas y prácticas en crisis.
  2. La educación no se reduce a las asignaturas duras. De manera absurda se ha considerado “habilidades blandas” a aquellas que tienen que ver con el manejo de conflictos, con el desarrollo de actitudes armónicas y sanas, con la construcción de relaciones nutritivas, la resiliencia generativa. Esas habilidades que no aparecen formalmente en asignaturas, son las que nos han permitido vivir mejor estas situaciones críticas y nos generan aires de esperanza y optimismo ante un futuro incierto. El concepto de educación ya no es posible que lo reduzcamos a la escolarización de aquello que se considera necesario para vivir y trabajar. Aprender a estar tranquilos o con optimismo en una situación estresante es mucho más importante para la vida planetaria que las fórmulas matemáticas o físicas que se ubican en la cima de los aprendizajes importantes. Por supuesto, no demerito el aprendizaje científico o tecnológico, pero sí demando que se le ubique en una posición complementaria y no superior a la formación en valores, actitudes, visiones y conductas.
  3. Soy educador porque acompaño, porque genero esperanza, porque causo tranquilidad y optimismo. En medio de los momentos más turbulentos, nuestra palabra, nuestra sonrisa, nuestros gestos, nuestra escucha, fueron elementos cruciales para niños, niñas, jóvenes y adultos que comparten con nosotros la aventura de la educación.

Fueron esos elementos los que nos conectaron con los demás, pero también los que ayudaron a construir esos muelles a los cuales, como comunidad de aprendizaje, nos aferramos en medio de la tormenta.

Reaprender a ser educador en tiempos de pospandemia es reaprender a gozarme la relación con mis estudiantes, a descubrir sus maravillosas (o también sus angustiantes) formas de ver el mundo. Es descubrir que mientras dialoguemos, o que mientras construyamos canales de comunicación sinceros y plenos, el aula (física o virtual) será un espacio en el cual se sigan sembrando las semillas del cambio en el mundo.

Reaprender a ser educador es un horizonte que me mueve y me inserta en el camino hacia la utopía, esa de dignificar toda vida en el planeta.

Fuente de la información e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com

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Libro: El programa lo hace el profesor

Autor (es):Tovar Ramón A.

Colaborador(es): Ministerio del Poder Popular para la Educación; Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Tipo:Libro

Editor:Universidad Bolivariana de Venezuela

Fecha:Caracas, Venezuela 2012
Idioma: spa
Resumen:
El conocimiento es la resultante de un aprendizaje. La actitud de aprender implica necesariamente observación. Esta engendra una adhesión del sujeto con el objeto a conocer. Existen personas curiosas, aquellas que, por ejemplo, al pedir la tela no se contentan con el color, inmediatamente usan las manos para verificar lo que se muestra a sus ojos. Y, si el objeto es un envase no se limitan a tocarlo sino que lo agitan cerca de sus orejas para oír y hasta le dan pequeños golpes para verificar a partir de las ondas sonoras qué pueden averiguar. No son pocos los casos en que manifiestan desencanto por no permitirles abrir para oler.
Materia(s):Formación Docente, Geografía, Educador, Biblioteca del Maestro; Tercera Dotación

Descargar: El Programa lo hace el Profesor

Fuente: http://bibliotecadigital.cenamec.gob.ve/index.php/el-programa-lo-hace-el-profesor/

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Libro: Introducción a las Ciencias de la Educación (Online)

República Dominicana / Autor: Ángel Hernández Castillo / Fuente: OpacBiblioteca

Series Ciencias de la educación ; 1.

 

Contenidos parciales:

Introducción 1 — Educación y pedagogía 7 — ¿Es la educación una ciencia? 50 — Sistema y sistema educativo 65 — Filosofía, educación y política 99 — El método científico en la investigación educativa 134 — Los actores del proceso educativo: educador, educando 154 — Instituciones educativas 196 — Educación, civilización y cultura 227 — La educación dominicana. problemas y perspectivas 239
Link para su lectura:
https://es.slideshare.net/alfeliz/introduccin-a-las-ciencias-de-la-educacin-46873740
Fuente de la Reseña:
https://opacbiblioteca.intec.edu.do/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=112331&shelfbrowse_itemnumber=86826
ove/mahv/293657
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Cuba: Iniciado homenaje al educador

Cuba/23 noviembre 2017/Fuente: Cuba

En el país se desarrolla la Jornada Nacional del Educador y el Aniversario del Sindicato Nacional de la Educación, las Ciencias y el Deporte, y los 56 años de la Campaña Nacional de Alfabetización, hecho cultural más importante en Cuba en el siglo XX.

Las actividades iniciadas por el día de la Cultura Física y el Deporte constituyen momentos de gran regocijo para los afiliados, no solo por la labor que realizan en la formación de niños y jóvenes, sino también por el trabajo que desempeñan en la sociedad.

Con el lema central: Los educadores al llamado de la patria: presente, en la jornada se promoverá en el sector un ambiente político moral y deportivo que propicie enaltecer la labor de los trabajadores, cuadros y dirigentes sindicales.

Igualmente, en los centros laborales se profundizará el conocimiento de la vida y obra del mártir del sector Frank País García.

Fuente noticia: http://www.cuba.cu/educacion/2017-11-21/-iniciado-homenaje-al-educador/38950

Fuente imagen: http://www.radiobayamo.icrt.cu/wp-content/uploads/2014/12/educador-tunas-02.jpg

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La más alta poesía y la reforma de la educación

Chile / 15 de octubre de 2017 / Autor: Jorge Alarcón / Fuente: El Mostrador

Nada más alejado de las actuales preocupaciones de la “reforma educativa”, lo que sea que signifique tan gastada alocución, que las concepciones pedagógicas que ponen en su centro la vida de niños y niñas, sus caras sucias, sus pómulos colorados y sudadas frentes, sus profundos ojos, su imaginación loca, sus juegos sin reglas ni fin -incomprensibles rutinas sin vencedores y sin vencidos-, de su embobamiento y de su asombro, de la pasión pedagógica que animó a maestras y maestros de antaño. Que anima, de hecho, a muchos que hasta hoy enseñan -o lo intentan sin éxito, según reza cierto escepticismo triunfal – en escuelas y liceos del país.

La inaudita internacionalización del lenguaje de los funcionarios, el registro comparado de resultados educativos divulgado cada tanto por los expertos, las consabidas siglas de organismos bi, tri y multilaterales, que acompaña la con frecuencia cursi estilización de los problemas educativos -sonidos apenas musitados por labios contorneados con el rictus de superioridad cognitiva que es la moda entre los expertos-, que ha logrado proscribir palabras referidas a los aspectos que hoy se consideran inasibles: la educación, parece decirse, ha entrado en la segura senda de la ciencia y por este medio ha logrado reducir o eliminar el ruido molesto de la experiencia escolar en tanto que experiencia. En educación, para parafrasear al ex Pdte. Lagos, la-música-es-nada-más-que-música.

Tal vez debido a ello, la reciente aparición del pensamiento pedagógico de Gabriela Mistral (“Pasión de enseñar. Pensamiento pedagógico”. Valparaíso: Editorial UV, U. de Valparaíso, 2017, 320 págs.), editado en un libro lujoso, con hilos a la vista, que insinúan su espesor interior; objeto de antaño -el libro-, enorme, difícil de llevar y traer, barrocamente revestido este como si se tratara de un objeto ornamental; la pasión pedagógica de la Mistral, digo, cae como pesado metal cuyo eco retumba en las a veces vacías/vanas pretensiones de la reforma educativa, lo que sea que esta expresión signifique.

Como habrá de suponerse, las pasiones de Mistral son de varia lección, pero sin excepción, o casi, navegan contra corriente. Hablar, como ella hace, por ejemplo, de “gracia”, para referirse al elemento vital de la docencia, diciendo que el profesor ha de tener “gracia” o simplemente no serlo, apela a una fuerza espiritual desterrada de la lingua franca educativa, global, anglo ella; nada más lejos del carácter mágico, religioso y folclórico de la palabra “gracia”. Nada más lejos del desencantado “sistema educativo” que, para seguir en la misma vena, García Lorca diría que carece de “duende”.

El libro reúne las ideas, los pensamientos, las pasiones de la Mistral, acerca de la educación, que permanecían desparramados en diversos textos de la poetisa y alcanzan aquí una cierta organización, debida a los editores, que permite acercarnos a su universo de preocupaciones pedagógicas.

Un universo que a ratos se concentra en ella misma, en su desazón, en su entusiasmo, en su optimismo; que en otros momentos deja entrar una reflexión que se proyecta sobre sus experiencias o que las proyecta a éstas al plano de la lección compartida, y que, en otros, por último, muestra a la poetisa evaluando el acontecer educativo en Chile y el mundo.

Estas preocupaciones, por lo mismo, constituyen una fiable descripción del acontecer de la educación nacional, en la época en que cada una de las entradas del texto fuera escrita y fechada. La extensión de tiempo que cubren las anotaciones es, de hecho, nada despreciable, puesto que abarca textos desde 1906 hasta los años del reconocimiento internacional del Nobel, a mediados de los 40.

La Mistral es siempre severa crítica de los burócratas y amante maestra de niños y niñas. Con las armas de su palabra, desliza juicios y aprecios, expresa sus afinidades electivas y, en todo momento, evidencia su fe en los niños y su menosprecio por las meras formas de la administración educativa -especie de weberiana jaula de hierro que habría de producir especialistas sin espíritu, gozadores sin corazón, justamente por ausencia de gracia.

El profesor muestra su gracia, justamente, cuando narra, al contar, cuando haciendo uso del lenguaje rapta el imaginario precoz, audaz de los niños y cuando consigue que éstos se dejen guiar por su indómita fuerza interior: suerte de voz rousseauniana, primaria y prístina, que conduce el proceso educativo hacia la zona del éxito, que no es más pero tampoco menos, que el mismo niño y el despliegue de su ser. Y en este trayecto, en la odisea de aprendizaje que es el currículo y que es la escuela -que es su mapa y su territorio-, el libro y la lectura tienen una posición sin par. Contar, enamorar mediante la palabra, como hicieran Jesús y todos los grandes maestros de la humanidad, es para Mistral el paradigma de la enseñanza.

La enseñanza es la más alta poesía.

Así lo entendió la Mistral. Así lo profesó.

En esas varias formas que adoptó su credo pedagógico: a veces en tono vocativo, a veces evocativo, a veces imperativo, Mistral representa en estos pasajes, el ideario de una generación de maestros y maestras que concibieron y conciben su humano empeño por enseñar, como tarea cuya única meta es la religación del ser con el ser. Esta unidad de uno-con-uno-mismo, que es el Paraíso que se nos prometió y que es, también, un acto creador. El Paraíso de ser uno mismo.

Por eso la enseñanza es poesía, por crear en los niños un ser que ya son, revelándose como la única posibilidad que el niño tiene ante sí: ser él mismo. El educador reconcilia, pacifica, unifica los materiales enérgicos y dispersos de la infancia en un proyecto de ser.

El educador tiene en sus manos la tarea de la humanidad. Pero por eso mismo, por tan importante tarea, hay quienes piensan que no puede dejarse en las solas manos de los docentes la educación de las nuevas generaciones, puesto que de ella depende la construcción del futuro esplendor que el himno patrio da por sentado.

¿Cómo conciliar la más alta moral de la enseñanza con el registro apenas rasante de la planificación social? ¿Cómo y por qué hemos llegado a oponer a los maestros con los planificadores? A fin de cuentas, ¿no nos creíamos ya librados del romanticismo de los primeros y del positivismo craso de los segundos? ¿No es que aquí la educación chilena sigue atenazada por los cuernos de un dilema decimonónico? Eso es lo que me parece.

De modo que estas preguntas no son más que retórica: nuestra imaginación poética no puede seguir yendo en paralelo al camino de la planificación social. Eso parece ser el caso, sin embargo. Un caso que, me temo, ha hecho de su limitación epistémica una discapacidad ontológica, al punto de no poder representarse el problema de la educación sino como falta de diseño y de planificación o, a la inversa, como falta de gracia o de duende.

Fuente del Artículo:

http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2017/10/09/la-mas-alta-poesia-y-la-reforma-de-la-educacion/

Fuente de la Imagen:

http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3429.html

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Venezuela: Recordamos el natalicio del teórico de la educación Paulo Freire

Venezuela / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Noticia al Día / Fuente: Noticia Final

El educador y pedagogo Paulo Freire nació el 19 de septiembre de 1921 en Pernambuco, Brasil y es uno de los más influyentes teóricos de la educación del siglo XX.

Freire se matriculó en la Universidad de Recife en 1943, en la Facultad de Derecho, donde estudió filosofía y psicología del lenguaje al mismo tiempo. Se incorporó en la burocracia legal, pero nunca practicó la abogacía, sino que prefirió dar clases de portugués en secundaria. En 1944, se casó con Elza Maia Costa de Oliveira, que era profesora de primaria. Tuvieron cinco hijos y colaboraron por el resto de su vida.

Freire plantea que la educación en cada país debe de convertirse en un proceso político, cada sujeto hace política desde cualquier espacio donde se encuentre y el aula de clase no puede ser indiferente frente a este proceso; para este crítico de la educación, se debe construir el conocimiento, desde las diferentes realidades que afectan a los dos sujetos políticos en acción, aprendiz y maestro.

El maestro debe de ser el ente que lleve a los aprendices a pensarse la sociedad en la cual están desarrollando su proceso de aprendizaje, deben de construir desde los conocimientos previos que estos llevan al aula de clase, ya que son ellos un reflejo visible y fiable de las realidades sociales. Por su parte el aprendiz debe construir el conocimiento como un acto político, desde la relación con el maestro y los demás aprendices dentro del aula, para pasar de ser seres sociales pasivos a seres sociales activos, críticos y pensantes de la sociedad en la que están sumergidos. El pensamiento crítico dentro del aula no puede llevar a sus entes a ser seres negativos, por el contrario el negativismo debe de estar totalmente alejado del pensamiento crítico para no sesgar la mirada a lo positivo que se está viviendo y poder seguir construyendo desde la realidad.

El 2 de mayo de 1997 murió a sus 75 años; días antes de su muerte, él mismo aún debatía sobre las nuevas perspectivas de la educación en el mundo.

Fuente de la Noticia:

https://www.noticiafinal.com.ve/index.php/2017/09/19/recordamos-el-natalicio-del-teorico-de-la-educacion-paulo-freire/

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Libro: A-Educación o Educación

A-Educación o Educación

  • Año:    2014
  • Editor:    Autoedición
  • Páginas:    213 páginas
  • Idioma:    español
  • Desde:    24/06/2015
  • Tamaño:    800 KB

Sinopsis:La función del presente esbozo lleva la intención que el lector pueda formar su propio «modelo mental contextualizado» a partir del planteamiento de factores adjuntos, siempre presentes en el acto educativo, pero muchas veces abandonados por el educador de la escuela moderna o tradicional.

Lleva, además, la pretensión que cada parte o tema pueda ser leído e interpretado tanto de manera independiente e individual como conjunta y armónica, con la premisa de adecuarse a nuevas técnicas de redacción y nuevas formas expositivas.

Al redactar, pretendimos enfocar la educación desde una perspectiva clara y concisa:

  • El contexto en sus aspectos macro y micro.
  • La ubicuidad del individuo en él (teoría ubicua).
  • El desarrollo de la conciencia que conduce a la adquisición de valores y la discriminación entre las distintas categorías de valores.

Tratamos de contemplar dos puntos de vista:

  • El educando.
  • El Educador.

La educación solo puede ser adquirida mediante un acto de comunicación capaz de provocar una «vivencia» en el aspecto teórico y práctico. Es necesario atender las competencias del emisor y receptor para desarrollar el sentido de ubicación dentro del contexto en que se efectúa. Pero también es imprescindible que la estructura de conocimientos así formada pueda ser útil en otros contextos.

Para descargar: https://openlibra.com/es/book/download/a-educacion-o-educacion

Fuente de la reseña: https://openlibra.com/es/book/a-educacion-o-educacion

Fuente de la imagen: https://olcovers2.blob.core.windows.net/coverswp/2015/06/A-Educacion-o-Educacion-OpenLibra-300×446.png

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