40, 30 y 20 años de reinvención zapatista en su guerra contra el olvido.

Es muy conocido que al amanecer del primer día del año 1994, hace 30 años, miles de indígenas mayas tomaron por las armas las plazas de 7 municipios del estado mexicano de Chiapas, incluyendo la ciudad de San Cristóbal de las Casas. A este hecho le siguieron 12 días de enfrentamientos armados entre quienes se nombraron Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el ejército federal mexicano. Pero no todo el mundo sabe que esta guerrilla maya tuvo su origen en la decisión de un puñado de militantes que lo fundaron en 1983, y que provenían de un movimiento guerrillero del norte del país: las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), creadas en agosto de 1969 en Monterrey, Nuevo León.

Dado el autoritarismo del régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante casi 80 años, y su alto grado de represión de las disidencias (como la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco), las FLN no veían vías políticas factibles para transformar al país. A diferencia de otras organizaciones activas en ese entonces, las FLN consideraban que la lucha urbana no iba a ser fructífera en las ciudades, así que fundaron un primer asentamiento en la selva chiapaneca, en febrero de 1972, con la idea de ir creciendo y, en un tiempo, formar un ejército popular. En 1974, las FLN vivieron su peor momento represivo. Como fichas de dominó, sus refugios fueron descubiertos por el ejército mexicano a raíz del ataque a la casa de seguridad en la población de Nepantla, Estado de México, donde fueron capturadas o asesinadas varias personas. Ahí encontraron documentos que llevaron al gobierno al grupo de Chiapas. Ahí fueron desaparecidos 7 guerrilleros de los cuales aún se desconoce su paradero. Entre ellos se encontraba el fundador de las FLN, César Yáñez, alías Manuel o Pedro.

Pese a la casi desaparición de las FLN, lograron reorganizarse y volver al sureste mexicano en la década de los 80, y el 17 de noviembre de 1983, hace 40 años, fundaron el EZLN. A partir de entonces, su presencia entre las comunidades indígenas empieza poco a poco a crecer hasta lograr la aceptación entre la población. Pero ante los planteamientos programáticos del EZLN, son las comunidades indígenas quienes, desde entonces, llevan a una reformulación de la lucha, dando mucho más peso a las decisiones que se toman en las asambleas de los pueblos.

Las organizaciones indígenas, por su parte, pasaron de sufrir la dominación y tutelaje en las fincas de hacendados, que los trataban como bestias, a una incipiente organización que mejoraría el estado de su existencia. En 1974 la diócesis de San Cristóbal de las Casas, encabezada por su obispo Samuel Ruíz García, organizó el primer Congreso Indígena en Chiapas con motivo de los 500 años del nacimiento de Fray Bartolomé de Las Casas. Más de mil comunidades y sus representantes debatieron sobre la problemática de la tierra, el comercio, la educación y la salud. Durante tres días denunciaron en las cuatro lenguas de los pueblos participantes (tzotzil, tzeltal, tojolabal y chol) el abuso y la explotación, el despojo de las tierras, la destrucción de su cultura e incluso las violaciones y los asesinatos cometidos en las fincas, incluido el derecho de pernada.

La diócesis de San Cristóbal de las Casas colaboró al despertar consciente de la situación de explotación de los pueblos en busca de su emancipación. Para las comunidades indígenas, muy creyentes, fue importante entender que su dios no era el que los quería pobres, que eso era cosa del hacendado explotador. Aunque, desde luego, la diócesis no impulso el nacimiento de la opción armada.

La primera pulsión de las FLN, convertidas ya en EZLN, fue convencer a los pueblos indígenas sobre la forma en que se debía hacer la insurrección. Sin embargo, fueron las organizaciones indígenas chiapanecas las que convencieron a los miembros del FLN de cómo debían hacerse las cosas. Así creció el EZLN, con dos raíces que se encontraron y lograron actuar mutuamente según sus 7 principios: convencer y no vencer, proponer y no imponer, representar y no suplantar, bajar y no subir, construir y no destruir, servir y no servirse, y obedecer y no mandar.

Tras la guerra que enfrentó al EZLN con las fuerzas armadas mexicanas, y el llamado de la sociedad civil a un alto el fuego, los y las zapatistas decidieron consultar al pueblo mexicano sobre qué rumbo seguir. Los pueblos zapatistas decidieron seguir la vía del dialogo con el gobierno, lo que devino en los llamados Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígena, firmados entre ambas partes el 16 de febrero de 1996.

Sin embargo, el gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo optó por no honrar los Acuerdos, lo que rompió el dialogo y motivo el silencio del zapatismo hasta llegado el gobierno de Vicente Fox en el año 2000. Ante el cambio de gobierno y de partido en el poder, intentaron, a través de la Marcha del Color de la Tierra, llevar la propuesta al Congreso mexicano en 2001. Esta acción, que logró una movilización masiva a su paso, tuvo su momento de mayor trascendencia cuando la comandanta Esther leyó en la tribuna del Congreso los motivos para aceptar la ley indígena que, para ese entonces, era conocida como Ley Cocopa, al haber sido consensuada entre la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) y el EZLN. Pero las y los diputados de los principales partidos políticos, PRI, PAN y PRD, votaron una nueva Ley que desnaturalizaba el contenido de la Ley Cocopa. Una traición más del Estado mexicano al EZLN en la construcción de un dialogo para la paz y la transformación de la situación de subordinación sobre pueblos y comunidades indígenas.

El EZLN regresó a Chiapas, guardó silencio y en agosto de 2003 anunció la puesta en marcha de la ley indígena original en su territorio a través del nacimiento de los primeros cinco Caracoles y sus Juntas de Buen Gobierno (JBG). Las y los zapatistas decretaron el nacimiento de una nueva forma de relacionarse dentro del movimiento zapatista y, externamente, con las organizaciones y personas solidarias con el EZLN. La estructura zapatista quedaba constituida desde los gobiernos locales de los pueblos con sus autoridades; en un segundo nivel estaban los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) y el nivel regional eran los Caracoles, como sedes de las JBG.

Los Caracoles nacieron como el espacio de realización de las tareas zapatistas: techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, libertad, independencia, justicia, democracia y paz. Quedaba claro que nacía una entidad propia para el desarrollo político y social de las comunidades que ahora sería responsabilidad de las JBG, y que el EZLN como aparato militar quedaría como garante de esa autonomía. A partir de entonces, la interlocución nacional e internacional con el zapatismo para apoyos y solidaridades sería con las JBG directamente.

A través de los Caracoles, los y las zapatistas consolidaron su forma de administración interna y la compartieron con las comunidades no zapatistas de su entorno. No son pocas las personas de los asentamientos colindantes a las regiones zapatistas que acuden a ellas para obtener educación y salud, pese a no pertenecer a la organización. Los y las zapatistas no dudan en otorgar este servicio a sus hermanos y hermanas indígenas. Pero es más llamativo que recurran también a la justicia zapatista, sistema no punitivista para la resolución de conflictos.

Sin embargo, después de 20 años de fundadas las Juntas de Buen Gobierno, el EZLN ha comenzado un proceso de transformación de su estructura organizativa territorial. Los y las zapatistas dicen que la estructura anterior terminó funcionando como una pirámide. Reconocen que uno de los fallos fue construir esa pirámide en la que había unos cuantos representantes. Si el pueblo manda y el gobierno obedece había que tumbar la pirámide, porque las y los representantes se iban alejando de los pueblos. Las autoridades se estaban distanciando, no por mala fe, sino porque a veces se creaba una dinámica de teléfono descompuesto o descacharrado. La información desde los pueblos hasta las JBG, en ocasiones, no llegaba en su totalidad. La voluntad del pueblo no se veía representada. Esa era la pirámide.

La primera tentación fue darle vuelta a la pirámide, pero tampoco era solución. Las cosas seguían teniendo un flujo vertical. En su reflexión, las y los zapatistas ven esa estructura muy similar con la pirámide capitalista, donde las propuestas del pueblo no llegan arriba, las propuestas no se toman en cuenta. Ahí, los y las zapatistas fueron encontrando trabas en el flujo de las decisiones y de las acciones. En el camino se perdía mucha información, desde los y las comisarias y agentes de los pueblos hasta las JBG y viceversa. Cuando entraba una JBG no siempre daba continuidad a los trabajos anteriores, quedaban cosas a medio hacer.

Los pueblos querían decidir, pero no podían. A 20 años de la constitución de las JBG se dieron cuenta de que había que cambiar, no sirve copiar lo que hace el capitalismo en pirámide. Había que destruirla. En sus palabras, la democracia es de los pueblos, como en el 94 decidieron ir a la guerra, este pasado 2023 los pueblos decidieron tirar la pirámide. Lo sometieron a discusión y decidieron cambiarlo y empezar con lo nuevo, ahora poniendo énfasis en el abajo.

El resultado es una nueva estructura basada en los Gobiernos Autónomos Locales (GAL). El gobierno está abajo, en los GAL, lo demás sólo coordina. Los nuevos Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (CGAZ) no son autoridad, solo son espacios de coordinación. Estos se reúnen por unos días y se vuelven a sus pueblos. Cuando el CGAZ no pueda resolver lo de la región, entonces entrará la Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (ACGAZ), ahí se convoca a los cientos de pueblos y miles de autoridades que se reunirán por el tiempo que haga falta. Así no hay gobierno arriba, el gobierno está en los GAL, en los pueblos.

Es difícil que cualquier movimiento social, indígena o urbano pueda compararse a la trayectoria de estos 40, 30 o 20 años de aniversarios zapatistas. No es sólo la longevidad de su caminar, sino la capacidad de reinventar su organización, la creatividad de su proceso vital, reacomodando lo que no ha funcionado sin morir en el intento.

Pero la buena nueva es que hay zapatismo para rato. Lo atestiguan unos jovencísimos milicianos y sobre todo unas jovencísimas milicianas que han hecho suya la rebelión a ritmo de Panteón Rococó. Nuevas generaciones zapatistas que permanecen cuando en muchos movimientos sociales la lógica es que los más jóvenes opten por abandonar los ideales de sus padres y mayores. Serán ellos y ellas quienes modelen el zapatismo de los años por venir.

El zapatismo abrió la posibilidad de la construcción altermundista de nuevas formas de relaciones políticas frente al despojo que se vivía en las fábricas y los barrios, convocando a una rebelión intergaláctica: por la humanidad y contra el neoliberalismo. Hoy esta frase sigue tan vigente como hace 30 años.

Arturo Landeros es sociólogo de la organización Taula per Mèxic

Fuente de la información:  https://vientosur.info

Fotografía: Viento sur

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Entrevista al escritor Miguel Ángel Sánchez Velasco, con motivo del 90 aniversario del nacimiento del Ejército Zapatista

Por: Mario Casasús 

“Gabriel Zapata no tiene méritos para dirigir el Museo Casa Zapata”

En entrevista telefónica Miguel Ángel Sánchez Velasco (1959), poeta y narrador, denuncia al nuevo director del Museo Casa Zapata.

“A Gabriel Zapata le queda muy grande el nombramiento, desconoce cómo administrar un museo, si es por un pago de cuentas ahí está la clave, porque no tiene méritos, una persona no puede hacerse cargo de un museo con la importancia de la Casa de Zapata si no tiene los conocimientos, si va a llegar a recibir órdenes para seguir actuando de la misma manera que los otros directores, si una persona no está preparada no debería ser, no debería estar una persona con esas características”. El policía Gabriel Zapata es nieto de Nicolás Zapata, Sánchez Velasco escribió una novela sobre el asesinato de Chico Franco, y precisamente Nicolás Zapata fue el autor intelectual del crimen.

Ingeniero industrial por el Politécnico Nacional (IPN), Sánchez Velasco incursionó en la poesía y narrativa, un concurso de novela corta lo llevó a Anenecuilco para investigar la revolución de Emiliano Zapata, en 2005 conoció a su sobrina Esperanza Franco, la entrevistó y escribió una magnífica novela histórica: “Yo sabía que señalar a Nicolás Zapata era una gran responsabilidad, no me podía aventar a escribir sobre el asesinato de Chico Franco con un testimonio, el de Esperanza Franco. Eso me motivó a buscar más información sobre Nicolás Zapata, después de investigar tuve la certeza de que lo dicho por Esperanza era verdad. No podía comprender que un hijo de Emiliano Zapata, el primogénito, llegó a convertirse en un cacique, un personaje contrario al padre, fue difícil para mí entender el papel de Nicolás Zapata”. La novela Resguardo y codicia de la razón (2012) tendrá una continuación ante el descubrimiento de nuevos documentos sobre el Coronel Chico Franco Salazar.

MC.- Miguel Ángel, ¿cuándo conoció a Esperanza Franco?, ¿cómo llegó a la historia de Chico Franco?

MAS.- En la Ciudad de México leí la convocatoria para publicar una novela corta, casualmente tenía en mis manos el libro de John Womack, se me ocurrió la idea de escribir para ese concurso una novela sobre Emiliano Zapara que tocaba exclusivamente los antecedentes de Anenecuilco, ya no tanto al personaje revolucionario. La convocatoria tenía la limitante de 60 cuartillas, encontré mucho material, me involucré con la historia y cumplí con el requisito de las 60 cuartillas, pero me quedé con las ganas de seguir investigando y comencé a viajar con frecuencia a Anenecuilco, iba con una amiga.

MC.- ¿En qué año comenzaron los viajes a Anenecuilco?

MAS.- 2005. Comenzamos a ir para buscar información y conocer en primera instancia la casa que habitó Zapata, el consabido Museo de Anenecuilco, a veces lo encontramos cerrado, pero regresamos y conversamos con el cuidador, le preguntamos si conocía a los familiares de Zapata, nos dio las referencias para llegar al Camino Real donde vivía una sobrina. Fuimos varias veces pero no nos abrían, al parecer María Félix Aragón Franco pasaba mucho tiempo en Cuernavaca. Haciendo la analogía con el libro de Sotelo Inclán, al profesor le costó mucho trabajo romper la barrera para acercarse a Chico Franco. Nosotros tuvimos la suerte de ver a Esperanza Franco, de lejos nos preguntó: “¿qué quieren?”, le dijimos que veníamos de la Ciudad de México: “en el Museo Casa Zapata nos dieron su dirección, queremos conversar con usted porque estamos haciendo un trabajo”, Esperanza nos respondió que no tenía tiempo: “estoy muy ocupada, si quieren regresar más adelante, pero no les aseguro nada”. Así fue, la visitamos frecuentemente hasta que nos tomó confianza y nos abrió las puertas de su casa, Esperanza fue una persona sumamente atenta, nos brindó un hospedaje abiertamente desinteresado, comenzamos a conversar, al principio no grabábamos nada por respeto a ella, después le pregunté si no tenía inconveniente si grabábamos las entrevistas, nos dijo: “no, ustedes pueden grabar lo que quieran”.

MC.- La entrevista con Esperanza Franco fue una gran exclusiva, ¿por qué decidió escribir una novela y no una serie de reportajes?

MAS.- Desde un principio sabía que debía continuar con la novela corta que escribí, yo no tenía los conocimientos para hacer un reportaje, como yo no tengo los elementos académicos para publicar un trabajo periodístico, me fui por la idea de escribir una novela histórica, esa fue la razón.

MC.- ¿Cuánto tiempo tardó en escribir y editar Resguardo y codicia de la razón?

MAS.- En primera instancia no escribía de manera permanente, no era mi única actividad, tenía que trabajar. Tardé 6 años en terminar la novela, después llegó la parte complicada de buscar al editor, ahí surgió otro problema por eso decidí publicarla en una edición de autor, fue toda una Odisea, yo desconocía el mundo de la edición, no tenía contactos en el mundo de los libros.

MC.- El antagonista de su novela es el primogénito de Emiliano Zapata, ¿le sorprendió descubrir que Nicolás Zapata estuvo implicado en el asesinato de Chico Franco?

MAS.- Cuando escribía la novela dudaba de la veracidad de los datos de Esperanza Franco, yo sabía que señalar a Nicolás Zapata era una gran responsabilidad, no me podía aventar a escribir sobre el asesinato de Chico Franco con un testimonio, el de Esperanza Franco. Eso me motivó a buscar más información sobre Nicolás Zapata, después de investigar tuve la certeza de que lo dicho por Esperanza era verdad. No podía comprender que un hijo, el primogénito de Emiliano Zapata, llegó a convertirse en un cacique, un personaje contrario al padre, fue difícil para mí entender el papel de Nicolás Zapata.

MC.- ¿Conversó con algún descendiente de Nicolás Zapata?, ¿por qué no publicó la lista de las fuentes testimoniales de la novela?

MAS.- En Villa de Ayala conversé con un cronista, no recuerdo su nombre. En Anenecuilco conversé con un descendiente de Zapata, incluso lo agarré de buenas porque me enseñó fotos y documentos, que no me permitió reproducir. Por falta de experiencia no se me ocurrió llevar una bitácora con las entrevistas formales, porque todo surgió de manera espontánea, a veces encontraba personajes en las poblaciones que me daban sus testimonios. Parte de la inexperiencia de no ser periodista, si hubiera tenido los conocimientos para hacer un reportaje me hubiera sometido a una forma académica para respaldar este proyecto, para mí fue difícil ordenar toda la información, no tuve la precaución de guardar los nombres de las personas que conocí o de entrevistarlas formalmente, me faltó metodología.

MC.- Usted aceptó que Esperanza Franco eligiera qué debía incorporar en la novela, ¿no perdió libertad creativa?

MAS.- Definitivamente contó mucho lo que Esperanza me dijo, hay diferencias en la familia –y tú lo sabes- ella mencionó la problemática familiar, yo pienso que para evitar la confrontación con su familia Esperanza no se atrevió a decir muchas cosas, por ejemplo: ella disparó en defensa propia el día que asesinaron a su padre y hermanos, pero en la entrevista no lo admitió, me dijo que se mantuvo ajena a los disparos. En mi novela dejé entrever que Chico Franco y sus hijos pensaron en agarrar las armas de su casa, pero en la novela no respondieron la agresión de la policía y del Ejército. Efectivamente, el hecho de que Esperanza me dijera que no podía incluir ciertos datos en la novela sí me limitó, pero lo entendí por las razones que ella me explicó sobre las diferencias con su familia, por supuesto ese conflicto me quitó libertad para expresar la realidad.

MC.- Estoy preparando un documental sobre Chico Franco, ¿todavía conserva las grabaciones de sus entrevistas con Esperanza Franco?

MAS.- La verdad no he vuelto a escuchar las grabaciones desde que terminé mi libro, hice las entrevistas con una pequeña grabadora, buscaré las cintas, no sé si estén en buen estado las grabaciones para reproducirlas en MP3. Si encuentro las grabaciones cuente con las entrevistas para el documental.

MC.- ¿Conoce el expediente judicial con la demanda que presentó Esperanza Franco el 3 de enero de 1948 para esclarecer el asesinato de su padre?

MAS.- No, Esperanza no comentó nada sobre una demanda, desconozco ese asunto.

MC.- ¿Consultó la Hemeroteca Nacional para leer cómo registró la prensa el asesinato de Chico Franco?

MAS.- No me metí tanto a investigar esa parte, en Morelos no hay absolutamente nada. No tuve tiempo de acercarme a otras instituciones, era complicado como no soy investigador profesional cuando pedí algún permiso para revisar el Archivo General de la Nación no me lo dieron. No obtuve información de cómo se manejó en la prensa el asesinato de Chico Franco.

MC.- ¿Esperanza Franco conocía a detalle el contenido del archivo que le prestó al profesor Jesús Sotelo Inclán en 1948?

MAS.- Sabía a grandes rasgos la importancia histórica de los Títulos Primordiales, pero desconocía qué contenía todo el archivo, ella nunca me dijo si sabía exactamente qué documentos le entregó a Jesús Sotelo Inclán, tenía una idea en general.

MC.- ¿Usted intentó conocer los documentos de la caja fuerte del Museo Casa Zapata?

MAS.- Esperanza me dijo que había documentos en el Museo, pero ella decía que también había copias, porque cuando su mamá le entregó algunos documentos a Nicolás Zapata, él repartió las copias entre sus amigos. Esperanza no sabía cuáles documentos llegaron al Museo porque el tema se convirtió en un secreto. Yo pregunté en el Museo, pero siempre me dieron evasivas: “no está el encargado”.

MC.- ¿Por qué incorporó al personaje de Rubén Jaramillo en una novela sobre Chico Franco?

MAS.- Llamó mi atención el dato que a los 14 años Jaramillo estaba involucrado en el Ejército zapatista, leí el libro de Félix Serdán –uno de los hombres más cercanos a Jaramillo- y comencé a pensar en la posibilidad de un encuentro entre Chico Franco y Rubén Jaramillo, utilicé la lógica más que la historia, en algún momento los dos personajes pudieron haberse encontrado, comencé a ver las coincidencias, Jaramillo le dio continuidad a la lucha de Zapata.

MC.- ¿Entonces Chico Franco no fue el sucesor de Zapata?

MAS.- Digamos que Chico luchó desde un ámbito local, yo considero que Jaramillo y Franco persiguieron el mismo fin, pero el proyecto de Jaramillo es más amplio, él se acercó más al poder, su perspectiva era más general, lideraba un movimiento obrero y campesino. En cambio Chico siempre estuvo solo, a salto de mata, guardó la historia del pueblo junto con los derechos que van involucrados: la tenencia de la tierra. Desde mi punto de vista, el proyecto de Jaramillo era de avanzada y tiene a mucha gente detrás de él. Además la información sobre Chico Franco se perdió, está escondida, a Chico no le gustaba ser protagonista, evitaba las fotografías y firmar documentos, creo que eso hizo la diferencia notable entre uno y otro, Chico era más discreto que Jaramillo, sus circunstancias eran diferentes.

MC.- El Ejército mexicano y la policía de Morelos asesinaron a Rubén Jaramillo y su familia, ¿cómo se podría demostrar la participación del Ejército en el operativo contra Chico Franco?

MAS.- Cobra relevancia el mismo patrón, la misma forma de actuar contra ellos, la diferencia fue que a Chico lo emboscaron de madrugada, y con Jaramillo justificaron el operativo con una orden ficticia de presentación. Al fin y al cabo fue la misma manera de atacarlos, una traición. Esperanza me dio el dato de que había policía judicial y parte del Ejército, ella tuvo contacto con los personajes que los atacaron por eso se atrevió a asegurar que participó el Ejército, yo no he encontrado –no he buscado- algún documento que pueda avalar que el Ejército estuvo involucrado, pero si consideramos que el diputado Nicolás Zapata tenía fuero en aquellos años es muy probable que sí estuviera involucrado el Ejército, pero yo no lo podría afirmar tácitamente.

MC.- Hablando de Nicolás Zapata, su nieto dirige el Museo Casa Zapata, ¿qué opina sobre el nombramiento de Gabriel Zapata?

MAS.- Hay tantos Zapatas que me cuesta trabajo identificar quiénes son personas confiables y quiénes lucran con el apellido, sé que hay diferencias entre la familia Zapata, incluso en sus posturas sobre la termoeléctrica de Huexca, algunos apoyaron el proyecto. A Gabriel Zapata le queda muy grande el nombramiento, desconoce cómo administrar un museo, si es por un pago de cuentas ahí está la clave, porque no tiene méritos, una persona no puede hacerse cargo de un museo con la importancia de la Casa de Zapata si no tiene los conocimientos, si va a llegar a recibir órdenes para seguir actuando de la misma manera que los otros directores, si una persona no está preparada no debería ser, no debería estar una persona con esas características.

MC.- Finalmente, a una década de la publicación de su novela y ante los nuevos antecedentes sobre Chico Franco, ¿reescribiría algún capítulo?, ¿revisitará el tema?

MAS.-Con todo lo que me he informado a través de tu libro y los nuevos textos sobre Chico Franco estoy en deuda para ampliar este tema. Yo me había planteado darle continuidad a la problemática de Anenecuilco y Villa de Ayala por el conflicto de la termoeléctrica, el proyecto de Chico Franco se enlaza con lo que está ocurriendo en Huexca. Siendo honesto, conocía muy poco de la biografía de Chico Franco, pero ahora tu libro me abrió un panorama, yo creo que mi siguiente proyecto será difundir todas las vertientes de Chico Franco, darle una continuidad a la novela, ahora que me entero que hay más información sobre Chico Franco, por supuesto tengo la intención de seguir escribiendo sobre él y los antecedentes de Anenecuilco.

Fuente:  https://rebelion.org/gabriel-zapata-no-tiene-meritos-para-dirigir-el-museo-casa-zapata/

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«Somos portadores del virus de la rebeldía»: el Ejército Zapatista anuncia gira por los continentes

Por: Tercera Información

Desde las montañas del sureste mexicano, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha anunciado un viaje alrededor del mundo por los 500 años de la «supuesta conquista» del territorio mexicano.

«Que navegaremos hacia las tierras europeas. Que saldremos y que zarparemos, desde tierras mexicanas, en el mes de abril del año del 2021. Que, después de recorrer varios rincones de la Europa de abajo y a la izquierda, llegaremos a Madrid, la capital española, el 13 de agosto del 2021 —500 años después de la supuesta conquista de lo que hoy es México—. Y que, inmediatamente después, seguiremos el camino», se lee en el comunicado firmado por el subcomandante insurgente Moisés.

La visita se hará con el fin de hablar al «pueblo español»; sin embargo, precisaron que esto no es para «amenazar, reprochar, insultar o exigir. No para demandarle que nos pida perdón. No para servirles ni para servirnos».Por el contrario, dijeron que la intención de la parada en la capital española es para expresarles «que no nos conquistaron. Que seguimos en resistencia y rebeldía».

Sin hacer alusión a las conmemoraciones anunciadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que pretende que el 28 de septiembre de 2021 se celebre como el Día del Perdón a Pueblos Originarios, los zapatistas explicaron que otro de los motivos de su viaje a España es para decirles «que no tienen por qué pedir que les perdonemos de nada«.

«Ya basta de jugar con el pasado lejano para justificar, con demagogia e hipocresía, los crímenes actuales y en curso: el asesinato de luchadores sociales, como el hermano Samir Flores Soberanes; los genocidios escondidos detrás de megaproyectos, concebidos y realizados para contento del poderoso —el mismo que flagela todos los rincones del planeta—; el aliento monetario y de impunidad para los paramilitares; la compra de conciencias y dignidades con 30 monedas», enfatiza el mensaje.

«Nosotros, nosotras, nosotroas, zapatistas NO queremos volver a ese pasado, ni solos, ni mucho menos de la mano de quien quiere sembrar el rencor racial y pretende alimentar su nacionalismo trasnochado con el supuesto esplendor de un imperio, el azteca, que creció a costa de la sangre de sus semejantes, y que nos quiere convencer de que, con la caída de ese imperio, los pueblos originarios de estas tierras fuimos derrotados.

«Ni el Estado Español ni la Iglesia Católica tienen que pedirnos perdón de nada. No nos haremos eco de los farsantes que se montan sobre nuestra sangre y así esconden que tienen las manos manchadas de ella», se explica en el comunicado.

Las reflexiones del EZLN

En el anuncio, el EZLN también agregó una serie de reflexiones sobre la situación actual del mundo, a propósito del aumento de los feminicidios, de la puesta en marcha de los megaproyectos y del manejo de la pandemia de COVID-19 que hicieron algunos gobiernos.

«La aberración del sistema y su estúpida defensa del ‘progreso’ y la ‘modernidad’ se estrella contra una realidad criminal: los feminicidios. El asesinato de mujeres no tiene color ni nacionalidad, es mundial.  Si es absurdo e irrazonable que alguien sea perseguido, desaparecido, asesinado por su color de piel, su raza, su cultura, sus creencias; no se puede creer que el hecho de ser mujer equivalga a una sentencia de marginación y muerte», señala el mensaje.

Por otro lado, sostiene que la pandemia «no sólo mostró las vulnerabilidades del ser humano, también la codicia y estupidez de los distintos gobiernos nacionales» dado que los países no tuvieron en cuenta la larga duración de la pandemia.

«La muerte se convirtió así en una cifra que se pierde a diario entre escándalos y declaraciones. Un comparativo tétrico entre nacionalismos ridículos. El porcentaje de bateo y de carreras limpias que determina qué equipo, o Nación, es mejor o peor», subraya el comunicado.

Del mismo modo, informaron que en las comunidades zapatistas optaron por la prevención y la aplicación de medidas sanitarias que, en su momento, fueron consultadas con científicos.

A pesar de ello, reportaron el fallecimientos de tres de sus compañeros que presentaron dos o más síntomas asociados al COVID-19 y que tuvieron contacto directo con contagiados, además otras 9 personasn, quienes murieron en ese período, presentaron uno de los síntomas.

«No son culpa de la 4T o de la oposición, de neoliberales o neoconservadores, de chairos o fifís, de conspiraciones o complots. Pensamos que debimos haber extremado más todavía las precauciones», informaron a través de su página oficial.

Por último, el comunicado manifiesta que «frente a los poderosos trenes, nuestras canoas. Frente a las termoeléctricas, las lucecitas que las zapatistas dimos en custodia a mujeres que luchan en todo el mundo. Frente a muros y fronteras, nuestro navegar colectivo. Frente al gran capital, una milpa en común. Frente la destrucción del planeta, una montaña navegando de madrugada. Somos zapatistas, portador@s del virus de la resistencia y la rebeldía. Como tales, iremos a los cinco continentes».

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/07/10/2020/somos-portadores-del-virus-de-la-rebeldia-el-ejercito-zapatista-anuncia-gira-por-los-continentes/

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