Por: Javier Pastor.
Los cursos masivos online o MOOCs son desde hace años valiosas alternativas que complementan la formación de millones de personas y permiten acceder a recursos excepcionales, pero ¿qué hay de los ciclos educativos convencionales? ¿hay soluciones que permitan llevar a cabo una educación a distancia que permita ser alternativa a la presencial en colegios, institutos o universidades?
Efectivamente las hay, aunque las plataformas actuales se plantean más como complementos de los sistemas presenciales y no como sustitutos completos. Hay un buen montón de opciones a la hora de hablar de los llamados LMS (Learning Management Systems), y queremos hacer un repaso de algunos de los más relevantes.
Cientos de plataformas para elegir
Existen cientos de plataformas LMS en el mercado y es muy difícil destacar las más relevantes. De hecho hay algunas multidisciplinares pero otras están orientadas a ciertos entornos como el académico, el corporativo o el comercial.
En agregadores como el que ofrece Capterra es posible encontrar un buen repositorio de muchas de ellas, así como una clasificación de las 20 mejores (sin importar su ámbito) atendiendo a las valoraciones verificadas de sus usuarios.
En este pequeño repaso queríamos centrarnos en las dedicadas al ámbito académico y educativo. En todos los casos estas plataformas cuentan normalmente con un conjunto de características comunes, que suelen ser las siguientes:
- Comunicación y colaboración: se proporcionan soluciones de mensajería, foros o plataformas de trabajo colaborativo para que profesor y alumnos puedan interactuar fácilmente en todo momento.
- Calificaciones: los trabajos que envían los alumnos a la plataforma pueden ser evaluados fácilmente por los docentes, que también pueden aportar notas y comentarios en esos trabajos para una mejor comprensión de los posibles fallos y errores en esos trabajos.
- Tipos de contenidos: los docentes pueden generar distintos tipos de contenidos para los alumnos: documentos de textos, cuestionarios, exámenes, deberes, e incluso la integración de lecciones en formato podcast o vídeos. Esos recursos están disponibles en un gestor de contenidos que permite subirlos, descargarlos o compartirlos.
- Gestión del curso: poder gestionar hitos, calendarios, lecciones y divisiones de la materia es otro de los ámbitos que estas plataformas suelen permitir organizar fácilmente.
- Modularidad: estas plataformas, en algunos casos Open Source, permiten a docentes y desarrolladores aportar sus propias extensiones modulares para aportar nuevas características que se adapten a sus necesidades. En Moodle, por ejemplo, la cantidad de módulos (plugins) disponibles es asombrosa.
Moodle
Probablemente la más conocida de todas estas plataformas, Moodle tiene presencia en un buen número de universidades españolas y extranjeras. La comunidad Moodle es además especialmente activa, algo que se nota en unos foros de usuarios muy participativos.
Un enorme número de profesores en todo el mundo ofrecen sus cursos en Moodle, y a ello se suman opciones como la de los cuestionarios (quizzes) o las wikis integradas en la plataforma. Con un enfoque claramente colaborativo y participativo muy orientado a que tanto los alumnos como los profesores son partes esenciales de ese sistema de aprendizaje.
SWAD
La llamada SWAD (Social Workspace At a Distance) es también una plataforma educativa libre y Open Source que permite crear a los docentes espacios de trabajo para sus asignaturas y a partir de ahí crear contenidos, almacenar documentos, gestionar a los alumnos y comunicarse con ellos o establecer pruebas interactivas.
La plataforma tiene su implementación abierta en OpenSWAD y el código está disponible en GitHub si quien lo utiliza prefiere autohospedar el servicio. Aunque la interfaz visual es menos llamativa que en otras opciones, es una plataforma desarrollada e implantada en la Universidad de Granada desde 1999.
Sakai
Como ocurre con Moodle y otras alternativas, Sakai es un software educativo Oen Source que se creó con la colaboración de la Universidad de Michigan, la Universidad de Indiana, el MIT y la Universidad de Stanford. El objetivo era plantear una alternativa a plataformas comerciales como Blackboard o WebCT y también a plataformas abiertas y gratuitas como la citada Moodle.
Sakai está muy orientado a dar alternativas a un entorno docente tradicional en el que el protagonismo es del docente, mientras que Moodle está más centrado en ceder ese protagonismo al alumno. Los módulos son menos numerosos y aquí Moodle es claramente más avanzado, pero también cuenta con herramientas colaborativas
DokeOS
La plataforma DokeOS es otra de las alternativas Open Source interesantes en el segmento de los LMS, y consta de varios módulos que van desde el gestor, donde se crean y editan los cursos, hasta la tienda para vender formación y contenidos o la sección game para juegos en línea.
Sin embargo una de sus opciones más llamativas es la posibilidad de integrar videoconferencias con chats integrados para poder impartir por ejemplo clases a distancia en streaming, algo que no es tan común en otros paquetes de este tipo. Un fork conocido y popular de DokeOS es Chamilo, también Open Source y que aporta una interfaz y una sencillez de uso notables.
Blackboard Learn
Esta plataforma es parte de un conjunto de soluciones dedicadas a la formación remota que desarrolla Blackboard Inc. En este caso hablamos de una solución comercial pero muy pulida en la qu elos profesores pueden publicar artículos, trabajos para los alumnos o vídeos con las clases, por ejemplo.
La solución, que es especialmente popular en Estados Unidos, ha tenido algunos problemas con demandas de patentes confusas y un alto coste que ha llevado a algunas instituciones a reemplazarlo por soluciones Open Source como Moodle: ocurrió por ejemplo con la Montana State University o el Vassar College.
Canvas
Aunque Canvas es Open Source —como demuestra su repositorio en GitHub—, su integración con el sistema institucional sí parece implicar un coste según análisis comparativos con otras soluciones como Moodle.
Esta solución ofrece una enorme cantidad de opciones que van desde las videoconferencias a la integración de contenidos de texto o multimedia, además de herramientas gráficas para docentes que permiten corregir los trabajos y obtener informes sobre el rendimiento de los alumnos.
Google Classroom
No es una solución de e-learning al uso, y se enfoca más al llamado aprendizaje semipresencial o blended learning. Forma parte de la Suite de Google Apps for Education en la que se integran servicios como Google Docs, Gmail o Google Calendar, y ofrece una serie de herramientas para simplificar y distribuir tareas a los alumnos, así como evaluar contenidos.
Los docentes crean aulas con alumnos —todos con cuenta de Google, claro— en las que se asignan tareas con textos, audios, fotos y vídeos. Hay herramientas de chat y mensajería integradas para la comunicación entre alumnos y profesor, aunque se le critica estar demasiado centrada en el ecosistema de Google. La plataforma es gratuita, pero no es Open Source.