Por: José Alberto Herrera Bernal
Hace unos años, cuando finalicé mis estudios de posgrado tuve la oportunidad de presentar mi proyecto en un congreso internacional de educación, a través de una ponencia, con el apoyo y guía de mis asesores de tesis. Emociones de agradecimiento, alegría y amor es lo que recuerdo haber sentido ese día, por todas las personas que se vieron involucradas para construir ese momento en mi vida.
Además de poder compartir y difundir mi experiencia en un foro internacional, esta práctica me permitió visualizar hacia dónde dirigirme y encontrar mi propósito de vida. Ahora que soy asesor de mis tesistas, busco generar situaciones de aprendizaje memorables que puedan trasladarse a un contexto profesional y personal. En este artículo, te comparto consejos y estrategias para una formación emocionalmente positiva en el espacio de aprendizaje sin importar la disciplina que se imparte. El objetivo es que los estudiantes y los docentes disfruten el proceso de enseñanza aprendizaje.
Las emociones positivas como estados emocionales hacen que el individuo se sienta bien, genere apertura, conexión y sea creativo; logrando que sus pensamientos, acciones y perspectivas se amplíen para enfrentar de mejor manera el estrés, la adversidad y los desafíos de la vida (Fredrickson, 2001). En un entorno de aprendizaje las emociones positivas ayudan a crear un ambiente de aprendizaje positivo cuando se acompañan de estrategias didácticas y pedagógicas bien definidas. Las emociones positivas generan disposición y apertura del estudiante aumentando su motivación y compromiso hacia el aprendizaje; Asimismo, disminuye el estrés y la ansiedad mejorando su salud y bienestar emocional. Por ello, propiciar un ambiente de aprendizaje donde los estudiantes experimenten emociones positivas les facilitará la adquisición de nuevos conocimientos y tendrán la oportunidad de vivir experiencias memorables.
Relación entre las emociones positivas y el aprendizaje
En un estudio realizado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología en Taiwán a 268 estudiantes de séptimo curso, se investigó sobre el efecto de las emociones positivas en el desarrollo de las capacidades lingüísticas relacionadas con el idioma inglés (listening, reading, writing) en dos grupos, uno de control y otro experimental. Se hizo una intervención enfocada en generar momentos de buen humor en el estudiante utilizando fun riddles o adivinanzas divertidas como recurso didáctico que duró seis semanas. Dentro de los resultados a destacar de esta intervención se encuentra el hecho de que, los estudiantes participantes en el grupo experimental manifestaron que les resultó útil y que aprendieron palabras nuevas haciendo uso de fun riddles para mejorar sus capacidades lingüísticas. Incluso, el estudio menciona que a algunos de los estudiantes les encantaba compartir las adivinanzas que habían aprendido en clase con sus familias y amigos. También se menciona que, desde la perspectiva del profesor, el ambiente en clase era bueno, los estudiantes se mostraban más alegres y esperaban con impaciencia las siguientes sesiones de clase. Así pues, el estudio concluyó que, al fomentar un entorno favorable al aprendizaje, los estudiantes incrementaron simultáneamente sus emociones positivas, su sentido del humor y su capacidad lingüística. Es decir, aprenden con mayor facilidad y tienen mayor empatía hacia el contenido presentado por el docente. Además, son capaces de manejar mejor sus emociones y el estrés que les pudiera generar el proceso de aprendizaje (Liao et al., 2023).
En otro estudio realizado en Alemania por el Ministerio Federal y de Investigación de este país (Bundesministerium Für Bildung und Forschung), se comparó el desempeño de los estudiantes que pertenecen a un contexto de aprendizaje dirigido por el profesor contra estudiantes que se encuentran en un contexto de aprendizaje autodirigido. Con los datos recogidos de los 828 adolescentes que participaron en el estudio a través de un análisis estadístico de ambos contextos se plantearon tres principales constructos relacionados con: 1) el logro de los objetivos, 2) las emociones positivas y 3) la autoeficacia. Cada uno de ellos estaban compuestos por indicadores específicos y medidos por medio de escalas de Likert. La comparación realizada reveló que los estudiantes bajo una modalidad de aprendizaje autodirigido presentan medias más altas en la relación logro de objetivos y emociones positivas, respecto a los estudiantes que se encuentran bajo la tutela del profesor. Es decir, aspiran a mejorar sus capacidades, perciben las oportunidades de aprendizaje como una oportunidad para su desarrollo continuo e interpretan los fracasos como una motivación para esforzarse más en su desarrollo. Así entonces, al fomentar un ambiente de aprendizaje positivo, se logra impactar de manera favorable en los procesos de aprendizaje de los estudiantes. Por otra parte, Schweder, Raufelder y Wulff (2022) afirman que el fomentar la autoeficacia y las emociones positivas en contextos de aprendizaje que trabajan con un enfoque hacia el logro de objetivos, es beneficioso para prevenir el declive motivacional del estudiante (Schweder et al., 2022).
Una experiencia adicional se presenta en el estudio realizado en el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, en México, donde se documenta la importancia de las emociones positivas en el ámbito educativo. En esta experiencia, se implementó la gamificación como estrategia didáctica para favorecer la motivación y el compromiso de los estudiantes para adquirir los conocimientos en el área de química en un contexto de aprendizaje a distancia durante la pandemia por COVID-19. Participaron 48 estudiantes del área de ingeniería, a los cuales se les aplicó un cuestionario con 25 reactivos, divididos en dos grandes categorías motivación y compromiso. Para identificar sus percepciones respecto a la estrategia didáctica y la adquisición de conocimientos de la disciplina antes mencionada. Asimismo, se aplicaron pruebas de conocimientos a los estudiantes antes y después del uso de la estrategia para determinar si se producían cambios en los resultados del aprendizaje. Encontraron que la gamificación aumentó la motivación y el compromiso de los estudiantes mejorando su disposición y actitud hacia la clase como fue mantener la cámara encendida durante las sesiones y su asistencia regular a la clase, incluso mejoraron sus calificaciones con una tasa final de aprobados de 76 %. Así entonces, este estudio muestra la utilidad de planificar estrategias que ayuden a mejorar la motivación y promuevan el interés de los estudiantes en un contexto de aprendizaje en línea (Chans y Portuguez, 2021).
Estrategias para generar emociones positivas en el aula
A continuación, te comparto dos sencillas estrategias que, de forma transversal a tu disciplina, puedes aplicar para ayudar a los estudiantes a identificar emociones positivas que pueden servir como motor para ser más receptivos a los aspectos disciplinares que les compartes durante tus sesiones.
Tu sonrisa. Solicita a tus estudiantes que busquen en su dispositivo móvil una fotografía que los haga sonreír, que los haga sentir emociones tales como alegría, amor, gratitud o esperanza. Una vez que han seleccionado la fotografía, pídeles que la observen por un minuto y que escriban de tres a cinco eventos que consideren favorecieron para que la foto que acaban de seleccionar exista y que, ahora que la vuelven a ver los haga sonreír. Regularmente los estudiantes seleccionan fotos de ellos con su familia, amigos o mascotas en algún momento significativo de sus vidas, haciendo alguna actividad que les gusta como la música, el deporte, el arte, un trabajo, o de lugares que visitaron. Esta estrategia es una adaptación del diseño original de la actividad propuesta en la Semana Tec llamada “Ikigai: construye tus sueños”, del Tec de Monterrey.
Posteriormente, pide a los estudiantes que suban la fotografía a un tablero digital como Padlet o Jamboard, que escriban su nombre en la publicación y que la acompañen de una frase de no más de ocho palabras que describa por qué esa foto los hace sonreír. También, puedes pedir a algunos de los estudiantes que compartan un poco de su foto con el grupo. Invítalos a que cada vez que se sientan estresados, preocupados y tal vez hasta molestos, pueden regresar a ese tablero digital y encontrar algo que seguramente los hará sonreír y así despejar su mente para continuar ocupándose (resolviendo) de aquello que los estresa, preocupa o molesta. Esta actividad la he utilizado para acercar a los estudiantes a conceptos y aspectos generales que rodean a las emociones positivas y la importancia que tienen para identificar y construir su propósito de vida. También se puede utilizar de manera transversal como actividad rompehielos, para iniciar la impartición de una unidad de formación o para ayudar a los estudiantes a prepararse emocionalmente para el cierre del ciclo académico, en el cual podrían estar por entrar a momentos de ansiedad y estrés.
Esculpiendo emociones positivas. Para realizar esta actividad se necesita plastilina (tipo Play-Doh). Pide a los estudiantes que moldeen un objeto que simbolice una de las emociones listadas abajo. Una vez realizada la figura con plastilina, invítalos a que describan, frente al grupo, cómo es que ese objeto representa la emoción que seleccionaron. Para finalizar, toma una foto de todos los objetos, crea un collage y compártelo en un espacio digital. Invítalos a comentar sobre cómo se ven las emociones positivas que genera el grupo.
Al igual que la estrategia anterior, puedes utilizarla como un elemento rompehielos dentro de tu secuencia didáctica ya sea para iniciar la impartición de tu unidad de formación o bien, en algún momento que necesites monitorear cómo llegan emocionalmente tus estudiantes a una sesión específica o periodo dentro de la unidad de formación. En lo que se refiere a la parte disciplinar, esta estrategia se puede utilizar para conocer y profundizar, de manera específica en cómo se definen y pueden entenderse las diez emociones positivas de Barbara Fredrickson y de ahí relacionarlas con otros elementos de la psicología positiva.
A continuación, el listado de las emociones con su descripción desarrollado por Fredrickson (2009) como marco de referencia para implementar tu actividad.
- Amor. El amor es una cosa esplendorosa, no se trata solo de un tipo de positividad, incluye aspectos como la alegría, gratitud, serenidad y el asombro.
- Alegría. Esta emoción se da cuando estás en un lugar conocido y seguro. Las cosas van bien, entonces tu cara se ilumina con una sonrisa y un brillo interno. Te dan ganas de absorberlo todo. Tienes ganas de echarte un clavado e involucrarte en todo lo que está a tu alrededor.
- Gratitud. La gratitud se da cuando apreciamos algo que nos ha llegado como un regalo digno de atesorar. La gratitud nos abre el corazón y trae consigo las ganas de dar algo de regreso, de hacer algo bueno por alguien, sin un sentido de estar pagando alguna deuda, es decir, nos hace dar de una manera libre y creativa.
- Interés. Aunque te sientes perfectamente seguro, algo nuevo o diferente te llama la atención y te llena de una sensación de posibilidad o misterio, en otras palabras, el interés es lo que te invita a explorar, a asimilar nuevas ideas, a querer aprender más.
- Esperanza. Aunque la positividad generalmente se da cuando te sientes seguro y satisfecho, la esperanza es una excepción. La esperanza entra en acción cuando las circunstancias son difíciles o cuando existe incertidumbre sobre cómo saldrán las cosas. La esperanza impide que nos desanimemos en momentos que existe la desesperación. Nos motiva a recurrir a nuestras propias capacidades e inventiva para darle un giro a las cosas e inspira a planear un futuro mejor.
- Orgullo. El orgullo es una de las llamadas emociones conscientes, porque con base en nuestras acciones, es que nos hacemos conscientes de nosotros mismos, es decir, sentimos orgullo cuando merecemos reconocimiento y vergüenza cuando merecemos ser culpados. El orgullo enciende sueños de hacer más y alcanzar nuevas metas; esta emoción motiva al logro.
- Asombro. Esta emoción se da cuando nos encontramos con lo bueno a gran escala. Realmente nos sentimos sobrecogidos por la grandeza. El asombro nos hace detenernos, se deshacen las barreras y nos sentimos parte de algo más grande que nosotros mismos, nos sentimos humildes y nos lleva a entender que somos parte de algo mucho mayor.
- Inspiración. Sentirte inspirado cautiva tu atención, te toca el corazón y te atrae, la inspiración no sólo nos hace sentir bien, nos hace querer expresar lo bueno y hacer el bien.
- Diversión. A veces pasa algo inesperado que simplemente te hace reír. La diversión trae el deseo incontenible de reírse y compartir nuestra jovialidad con los demás.
- Serenidad. Como la alegría, la serenidad surge cuando tu entorno es seguro y conocido, pero es mucho más tranquila. Es cuando puedes suspirar largamente porque tus circunstancias en ese momento son muy cómodas y están justamente bien.
Reflexión
Permite que las y los estudiantes entren en contacto con diversas emociones positivas dentro del espacio de aprendizaje, les dará la oportunidad de identificar fortalezas de carácter en ellos mismos, como la creatividad, la humildad, la autorregulación, la perseverancia, etc., además de ser detonantes para su bienestar físico, mental y social.
Las estrategias que comparto en este artículo las he implementado en unidades de formación como la Semana Tec que tiene por nombre Semana Tec “Ikigai: construye tus sueños”, también en bloques de educación general para la Escuela de Ingeniería y Ciencias, así como en cursos de capacitación con docentes. En términos generales, han sido bien recibidas por los participantes, ya que les permite reconectar con su interior y darse cuenta de que disfrutar lo que están haciendo, por pequeño, grande, sencillo o complejo que parezca, es una buena forma de aprovechar la experiencia. También, sirve para reconocer que las emociones positivas están en todos los momentos de la vida y ser consciente de ello, favorece la forma en la que enfrentamos el día a día y cómo transforman su experiencia de vida.
En el aspecto personal, estas prácticas me han permitido encontrar puntos de interés en común con los participantes en temas relacionados con la música, el deporte o posibles colaboraciones en proyectos profesionales; lo que ha favorecido en mi dinámica laboral y personal. A través de este artículo comparto con ustedes mi experiencia en temas relacionados con la psicología positiva y el aprendizaje, esperando les sea de utilidad y con ello poder aportar algo positivo a nuestros entornos de aprendizaje.
Acerca del autor
José Alberto Herrera (jalberto.herrera@tec.mx) es Líder en diseño de soluciones pedagógicas en la dirección de Innovación Educativa y Aprendizaje Digital del Tecnológico de Monterrey Campus Monterrey. Sus áreas de interés continuo son aprender y aportar al ámbito educativo.
Referencias
Barragán, R. y Morales, C. (2014). Psicología de las emociones positivas: generalidades y beneficios Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 19, núm. 1, pp. 103-118. Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. Xalapa, México.
Chans, G. y Portuguez, M. (2021). Gamification as a Strategy to Increase Motivation and
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Edición
Edición por Rubí Román (rubi.roman@tec.mx) – Editora de los artículos Edu bits y productora de los Webinars del Observatorio- «Aprendizajes que inspiran» – Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec de Monterrey.
Comité revisor
Leonardo Glasserman
Revisado: 17 de mayo de 2023
Enviado: 4 de abril 2023
Fecha de publicación: 23 de mayo 2023
Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx