Repensando la educación para un modelo 100 % en línea

Por: Sofía García-Bullé

No hay tal cosa como resultados automáticos para afianzar el avance de la educación en línea, es necesario plantearnos una metodología.

El uso de la tecnología para impartir educación en línea, ha dejado de ser la respuesta a una situación de emergencia y se ha convertido en la nueva norma. Al pasar a esta segunda fase, nuevos retos se presentan para mejorar la experiencia en línea de alumnos y maestros.

En artículos anteriores hemos hablado sobre los aspectos teóricos, pedagógicos y prácticos para adaptarse a una educación que necesita ser online. Aspectos fundamentales como la forma de establecer comunicación con los alumnos y asegurar que se encuentren en buen estado de salud emocional han sido ampliamente tratados en diversos textos sobre los temas básicos y de periferia para avanzar a esta nueva normalidad educativa.

¿Pero qué hay de aspectos más avanzados como el diseño de cursos, las metodologías de evaluación o la brecha digital? Tratar estos temas ya no es cuestión del futuro, es más bien un presente urgente. Ahora mismo los maestros tendrían que estar aprendiendo a construir programas educativos y evaluaciones que sean en línea de inicio.

Con esto en mente, un grupo de profesores coordinado por Albert Sangrà, Catedrático de Educación y Profesor de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), se dio a la tarea de condensar un compendio que cubriera los incisos necesarios para dar el siguiente paso en la clases en línea.

“No se trata de hacer de la misma manera la enseñanza que ya estamos haciendo, solo que digitalizándola, sino de adaptarla a un contexto distinto, que es ese contexto no presencial”.

Sangrà y otros nueve profesores con 25 años de experiencia en la educación online trabajaron en conjunto para ofrecer soluciones a los principales problemas para la continuidad de una educación 100 % en línea, en un libro titulado Decálogo para la mejora de la docencia online.

El catedrático enfatizó la importancia de cambiar las estructuras base con las que pensamos al producir y ejecutar programas educativos. “No se trata de hacer de la misma manera la enseñanza que ya estamos haciendo, solo que digitalizándola, sino de adaptarla a un contexto distinto, que es ese contexto no presencial”, explica el también Director de la Cátedra UNESCO en Educación y Tecnología para el Cambio Social.

El compendio puntualiza tres áreas principales en las que los maestros han de centrarse para continuar la transición hacia una mejor educación en línea.

1. Ubicarse en la situación y ayudar a los alumnos a entenderla

La primera idea a comprender para la continuidad de la clases online es que al tratarse de una solución de emergencia para resolver problemas de un estado crítico, no podemos esperar recetas ni metodologías con resultados automáticos. Lo construido hasta ahora en materia de educación online, lo hemos construido sobre situaciones emergentes.

Las emergencias son un proceso complicado, cada quien las vive diferente, por lo que en este momento solo podemos esperar aproximaciones y recomendaciones que nos lleven a la base de una metodología en un futuro cercano.

De acuerdo con Sangrà y sus compañeros investigadores, la capacidad de observar y reaccionar a las diferentes formas en las que los estudiantes interaccionan y se desarrollan en una dinámica online en comparación con la presencial es fundamental para establecer el discurso y organización de la clase.

Superar la distancia social a través de conocer a fondo a los alumnos, su conducta y sus patrones psicológicos en línea también es un punto clave para establecer una nueva normalidad educativa con la capacidad de evolucionar rápido.

2. Manejo de recursos y generación de estrategias

Los recursos han de entenderse de una forma diferente, ya no se tratará sólo de contenido, sino de plataformas de interacción y comunicación. Estar en un espacio presencial ofrece la ventaja de ofrecer horarios más definidos en cuanto a los horarios y los periodos de descanso.

Los espacios, en un esquema de educación presencial, cuentan con las capacidades para asegurar tanto un ambiente de clase, como uno de recreación, ambos en grupo. Enseñar desde casa no tiene este beneficio, por lo que es crucial que se incluya la flexibilidad para proveer a los estudiantes de los recesos necesarios en una situación de movilidad e interacción reducidas.

Los maestros deben acercarse al uso de recursos con un mindset diferente, más en tono con las necesidades de la educación en línea en situación de aislamiento, esto les permitirá generar estrategias certeras para lidiar con las problemáticas que marca este contexto.

3. Diseño de actividades y evaluación

Plantearse de forma diferente tanto la elaboración de actividades en clase como la evaluación, también es un paso crítico para establecer las nuevas reglas de una educación en línea a nivel global.

Para Sangrà y su equipo el principio es diversificar, contar con diversos mecanismos que nos den información y nos ayuden a tomar registro del proceso de los alumnos. La evaluación, más que un instrumento de medición deberá ser una experiencia formativa y continua, que permita a los maestros centrarse en el procedimiento evaluativo y valorar este como el eje, en vez de factorizarlo como un dato o un resultado. Esto con el objetivo de conocer el nivel de aprendizaje del estudiante, en vez de solo calificarlo.

¿Qué retos pedagógicos, de contenido o ejecución has encontrado en tu experiencia como maestro en este contexto de aislamiento prolongado? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen:  https://observatorio.tec.mx/edu-news/decalogo-educacion-online

Comparte este contenido:

¿Qué es la ‘fatiga Zoom’ y cómo evitarla en estudiantes?

Por:

La educación en línea es nuestro mejor recurso ante la situación de aislamiento, pero también puede producir agotamiento si no se administra cuidadosamente.

La nueva normalidad nos ha obligado a adaptarnos a una manera diferente de impartir clases. El rol de la educación en línea ha sido trascendental para la continuidad de la educación en todos los niveles, pero esta transición ha tenido sus bemoles.

Desde acoso cibernético, zoombombing, disponibilidad de recursos tecnológicos, hasta problemas de horarios o carga de trabajo en casa para las madres y padres, la instauración de la educación en línea como principal plataforma didáctica no ha estado libre de obstáculos. Con meses dentro de este nuevo esquema surge otra problemática a tratar para asegurar una experiencia educativa de calidad: la fatiga Zoom.

La ‘fatiga Zoom’ o ‘fatiga por Zoom’ se define como un estado de hastío, cansancio y aburrimiento que puede sentir un usuario al atender múltiples juntas, clases o eventos en línea durante el día. Los efectos causados por esta fatiga pueden ser perjudiciales para un ambiente didáctico, especialmente si se presentan frecuentemente.

¿Cómo nos afecta la ‘fatiga Zoom’?

Algunos de los síntomas de la ‘fatiga Zoom’ son: dificultad para concentrarse, agotamiento físico, ansiedad al entrar a una llamada o durante la misma, irritabilidad, dolor de cabeza y cansancio ocular, entre otros.

El problema puede ser más serio cuando se trata de niños, que no tienen aún las herramientas para identificar que lo que les sucede es simplemente ‘fatiga Zoom’. En casos como estos los padres deben ser vigilantes ante la tolerancia de los niños a estar sentados frente a una pantalla.

Si un niño deja la sesión de clase en la que está para jugar con sus juguetes, tiene un episodio de ira o simplemente se niega a entrar a la sesión, podría no ser una situación de capricho, sino un caso real de agotamiento para el aprendizaje remoto o ‘fatiga Zoom’.

¿Cómo combatir la ‘fatiga Zoom’ en niños?

Uno de los aspectos que dispara el estrés en los niños al estar demasiado tiempo en sesiones en línea es que no pueden moverse mucho. Es recomendable utilizar los periodos de receso para que los niños descarguen un poco de la energía que no pueden usar mientras están sentados. Diez minutos de caminata, un par de ejercicios de yoga o pasar un rato breve jugando con su mascota, puede ayudar significativamente a reducir los niveles de estrés y mejorar la concentración de los niños.

Ejemplos de posturas correctas e incorrectas. Freepik/ ssstocker .

Ejemplos de posturas correctas e incorrectas. Freepik/ssstocker.

Crear un espacio adecuado para el aprendizaje pero que también permita la relajación, es crucial para que los niños estén más cómodos en las clases. Este espacio debe habilitar el uso de una computadora en una posición de sentado correcta que no implique ningún esfuerzo extra por parte del niño, con la pantalla a nivel de los ojos y a una distancia razonable de los mismos.

También es recomendable que esté libre de distracciones, pero que tenga elementos que el niño considere suyos y lo hagan sentir cómodo en este espacio.

Crear una agenda que tenga en cuenta los plazos necesarios para cumplir con las responsabilidades escolares, pero que sea flexible de acuerdo a las necesidades del niño, es instrumental para mantener a raya la ‘fatiga Zoom’. También es importante darle al niño un sentido de control y responsabilidad sobre su propia agenda. Trabajar con el hecho de que un niño tenga problemas para madrugar o necesite más pausas durante una jornada escolar es posible con un esquema 100 % en línea, además necesario para mantenerlos con una alto nivel de atención y motivación.

¿Cómo combatir la ‘fatiga Zoom’ en los estudiantes jóvenes?

Si bien los alumnos de grados más avanzados tienen mejores herramientas para identificar y manejar la fatiga por aprendizaje remoto, también es necesario que los maestros estén al pendiente aspectos que podrían dispararla, así como de estrategias para disminuirlo.

Para este propósito la retroalimentación es básica. Es necesario tener un canal de comunicación abierta con los estudiantes para saber cómo están emocionalmente y tomar decisiones con base en la capacidad y salud mental de los alumnos en tiempos de encierro. Como maestros, es recomendable dedicar un tiempo de la clase a conocer el estado de nuestros estudiantes y motivarlos a compartir sus inquietudes al momento de elaborar una agenda y marcar un ritmo de trabajo.

Diversificar y priorizar es clave. Al momento de estructurar la dinámica de la clase a lo largo de un semestre hay que preguntarse: ¿Es necesario que los alumnos estén interactuando en tiempo real para este tema o cuestión? ¿La puedo grabar para que la vean y la repitan a su ritmo?

Esta es una de las decisiones más importantes en un modelo 100 % en línea. Actividades como mesas de trabajo, diálogos o debates, necesitan presencia virtual en tiempo real, pero quizás lecciones sobre aspectos teóricos de español o historia, así como avisos generales de la escuela no necesitan impartirse al momento.

Tanto el tiempo como el nivel de concentración de estudiantes, maestros y familias es limitado. En un contexto de aislamiento prolongado, debemos ser cuidadosos con ese recurso. Las lecciones grabadas ofrecen la ventaja de poder ser vistas en un horario más flexible, y revisarlas cuantas veces sea necesario hasta captar la idea. De la misma forma, liberan el tiempo y la disponibilidad del maestro para dedicarse a aclarar dudas en vez de tener que dividir la sesión entre presentar el tema y luego responder preguntas.

Ser conciso, breve y amigable también es determinante en el propósito de mantener la atención de los alumnos y hacer más fácil el proceso enseñanza-aprendizaje, de la misma forma ayuda a prevenir el desgaste por parte de maestros con jornadas largas.

¿Has tenido problemas para mantener la atención de tus alumnos en clase? ¿Alguno de tus alumnos ha presentado síntomas de ‘fatiga Zoom’? ¿Los has tenido tú? ¿Qué estrategias has utilizado para nivelar tu salón de clases ante estas circunstancias? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/fatiga-zoom-estudiantes

Comparte este contenido:

Un decálogo para mejorar la enseñanza en línea

Por: Nacho Meneses

Doce profesores especializados en la educación digital publican un libro que repasa estrategias, herramientas y otras claves para conseguir que el aprendizaje a distancia sea un éxito

El incierto retorno a clase en medio de la pandemia revela que, aun manteniéndose en unos niveles relativamente bajos, la crisis sanitaria afecta cada vez a un mayor número de aulas en España. Esta semana había 2.852 grupos escolares en cuarentena, de un total de 386.214, o lo que es lo mismo, un 0,73 % del total. Pero con más de 10.000 nuevos positivos diarios de coronavirus en todo el país, parece seguro asumir que, en este nuevo curso, la presencialidad no será siempre posible, lo que obliga a los equipos docentes a estar permanentemente preparados ante una posible cuarentena que mande a sus alumnos a casa. Para ayudar en esta empresa, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha editado el Decálogo para la mejora de la docencia online. Propuestas para educar en contextos presenciales discontinuos, un libro gratuito que ha puesto a disposición de la comunidad educativa.

¿Estamos ahora mejor preparados para la enseñanza online de lo que estábamos hace unos meses? En marzo pasado, los docentes tuvieron que migrar a un entorno virtual de un día para otro sin que, en muchos casos, dispusieran de la formación o los recursos necesarios. Una muestra de ello es que más de 9.000 profesores de 47 países siguieron, durante los meses de abril, mayo y junio una propuesta formativa de emergencia del profesorado de la UOC para acompañar a los educadores en su transición forzada a la enseñanza no presencial.

La adaptación, por tanto, fue muy dispar. Aquellos más preparados sufrieron menos, pero también hubo centros donde la situación se afrontó encadenando una videoconferencia tras otra, y replicando en línea las mismas prácticas que venían aplicando en la enseñanza presencial; una práctica que, según los expertos en educación digital, dista mucho de ser idónea, por un sencillo motivo: un contexto tan diferente exige también nuevas formas de dar clase, nuevas estrategias, otras herramientas y nuevas formas de dinamizar, implicar y motivar a los estudiantes, todos ellos aspectos tratados en el libro publicado recientemente por la UOC.

Lo primero, diseñar bien el curso

Para superar ese distanciamiento social, “lo primero que hay que hacer es diseñar bien el curso, elaborar actividades en las que los estudiantes puedan participar y generar interacciones entre ellos”, explica Albert Sangrà, catedrático de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación en la UOC y coordinador de esta iniciativa editorial. Si las clases virtuales no proveen a los alumnos de oportunidades para trabajar en equipo, afirma, no es porque el contexto online tenga esas limitaciones, sino porque el curso está mal diseñado. Y a la hora de diseñar una programación, anima a los docentes a hacerlo con los objetivos que tiene el curso en mente: una vez que sabemos los conocimientos y competencias que queremos que los alumnos desarrollen, será posible identificar las acciones, actividades y herramientas que nos ayudarán en ese proceso.

Otro aspecto que destaca es el social: las relaciones han de ser fluidas entre los propios estudiantes y entre ellos y el docente, que a su vez ha de proporcionar un feedback constante que ayude a los alumnos a entender cómo es su progreso y el motivo de sus equivocaciones. “De esta manera, consigo que el alumno asuma por qué lo ha hecho mal, y que entienda más y mejor aquello que, en un principio, no había captado adecuadamente. En la formación en línea, a veces te encuentras con pruebas de tipo quiz que te marcan las respuestas que has dado mal, pero no te explican el porqué”, añade Sangrà. “Ahora bien, es recomendable hacerlo segmentando a los alumnos en grupos más pequeños, para no perder la capacidad de interactuar. En lugar de hacer sesiones maratonianas con toda la clase, tomo a cuatro o cinco, y hablo con ellos, y luego a otros cuatro o cinco más. Y entre tanto, tienen actividades para desarrollar”.

Se trata, en definitiva, de superar el distanciamiento social gracias a una serie de herramientas digitales que permiten a alumnos y profesores seguir trabajando conjuntamente. “Recomendamos, por ejemplo, que una videoconferencia no tenga nunca una duración superior a los 30 minutos. Y que sirva para aclarar dudas y conceptos; para iniciar temas y que los alumnos se puedan animar a participar”. Una metodología que se adapta muy bien a las llamadas aulas invertidas, como las que ya practican los docentes edutubers, y que facilita una mayor flexibilidad en el desarrollo de las clases. No es necesario ajustarse a un horario estricto, “sino que puede flexibilizarse en cierta manera cuándo trabajamos, cuándo leemos o estudiamos… de forma que hagamos crecer la capacidad de autonomía de los alumnos, menos desarrollada con respecto a lo que podría estar”, esgrime el experto.

Para Sangrà, se trata de un elemento fundamental, porque, “en el fondo, lo que hay detrás de esto es la competencia de aprender a aprender. Si lo vas trabajando desde pequeño, estás capacitando a los alumnos a desarrollarse de mejor manera incluso ante situaciones como la que estamos viviendo en estos momentos”. Una labor que, de la mano de los docentes, se complementa con el desarrollo de una actitud crítica con respecto a la tecnología, para que sepan cuándo es bueno utilizarla y cuándo no, y que aprendan a ser mejores personas desde un punto de vista ético: no solamente por el uso de la misma, en lo relacionado con la privacidad de terceras personas, por ejemplo, sino también por su interpretación. “Aquí entraría todo lo relacionado con las fake news, de manera que comprendan que el simple hecho de que una información esté en Internet no garantiza en modo alguno su veracidad; y que es imprescindible poder distinguir si las fuentes son o no son creíbles”.

Nuevas actividades y herramientas

Un aspecto es innegable: ya sea completamente online, semipresencial o con una presencialidad bañada por un alto grado de incertidumbre, estamos en un contexto distinto al habitual, y todo funciona, se ve y se percibe de manera diferente. Ello lleva necesariamente a que, para mantener implicado al alumno, sea imprescindible echar mano de actividades que sean motivadoras y atractivas, y que los alumnos comprendan por qué hacen eso y qué conseguirán con ello. Estas son algunas de las actividades sugeridas por el grupo de expertos de la UOC:

  • Actividades de análisis y síntesis, normalmente individuales (mapas conceptuales, esquemas, infografías…).
  • Actividades de investigación o resolución de problemas, ya sea de forma individual o en grupos pequeños, como estudios de caso, proyectos o trabajos de campo.
  • Actividades de interacción y comunicación, en las que el docente debe estar atento para animar al estudiante a expresarse, debatir y discutir ideas preconcebidas (debates virtuales, encuestas de grupo seguidas de una discusión, etcétera). Unas tareas que, además, pueden desarrollarse de forma síncrona o asíncrona.
  • Actividades de construcción colaborativa de conocimiento, resolviendo situaciones del mundo real que involucren una negociación y la elaboración colaborativa de soluciones.
  • Actividades de reflexión.

Además del tipo de actividades, el decálogo de la UOC se hace eco de numerosas herramientas del entorno virtual que están a disposición de docentes y estudiantes, desde buscadores específicos como Google Académico, Pixabay (para imágenes) o CC Search (para contenido bajo licencias Creative Commons), a herramientas de comunicación social, ya sea a través de servicios de mensajería instantánea (como WhatsApp, Hangouts o Discord), videoconferencia (Zoom, Jitsi Meet, Skype, Open Meetings), redes sociales o blogs, pasando por herramientas para la creación de contenido, como editores de imagen o vídeo, capturadores de pantalla, creación de comics, podcasts o páginas web, presentaciones multimedia o infografías. Todo un inmenso abanico de posibilidades.

Nuevas formas de evaluar y nuevas estrategias

Uno de los elementos clave en este tipo de contexto es la forma de evaluación. Como explican los autores de Decálogo para la mejora de la docencia online, lo ideal en un entorno de estas características es diversificarla al máximo: que, en lugar de un solo examen final, la evaluación sea continua; que sirva para que el propio estudiante identifique sus puntos débiles y pueda mejorarlos; y que haya múltiples canales de evaluación (pruebas objetivas sencillas, trabajos, actividades en grupo…). “Hay alumnos a los que el sistema de quizzes no les va bien, porque les exige sobre todo memorización, para poder responder correctamente, y no evalúa, por ejemplo, todo el proceso para resolver un problema”, reflexiona Sangrà. “Esa diversidad ayuda a aplicar una evaluación más justa y más equitativa, porque tenemos menos riesgo de equivocarnos”.

Para el grupo de expertos de la UOC, un contexto de enseñanza virtual, semipresencial o presencial discontinuo, como el que tendremos este curso, obliga a tener muy en cuenta algunas estrategias. En primer lugar, facilitarles la organización: que tengan claro cuándo empieza una materia o una actividad; qué es lo que tienen que hacer y de qué forma van a ser evaluados: “Una información que tenemos que ir gestionando de tal manera que les llegue adecuadamente, en tiempo y forma; que ellos puedan sentirse tranquilos sobre si están haciendo lo que deben hacer, y como se espera que lo hagan. Que sientan que están participando en unos objetivos comunes e importantes para ellos, y que siempre hay, al otro lado, una persona que está preocupándose por ellos”, explica Sangrà. “Es un aspecto muy importante relacionado con el estrés emocional, y que ha sido motivo recurrente de conversación durante los meses de confinamiento”.

En segundo lugar, añade el catedrático, es necesario darles pautas y orientaciones, pero siempre dejando margen a la flexibilidad; y, finalmente, destaca la presencia del docente, incluso ante su ausencia. “Muchos docentes hemos creído, durante este periodo, que la única forma de estar presentes es que vean nuestra imagen a través de la pantalla. Pero en los entornos virtuales, nosotros podemos estar conectados aunque no estemos físicamente interactuando en un determinado momento: estamos presentes si, cuando alguien manda un mensaje, respondemos; estamos presentes si, cuando nos preguntan directamente, damos una respuesta en un periodo corto de tiempo; estamos presentes cuando, en un debate en un foro, participamos para reorientar la conversación y el estudiante se da cuenta de que estamos ahí”. Los entornos virtuales permiten crear comunidades de aprendizaje virtuales en las que los profesores son una presencia más, eso sí, muy importante, porque para ellos sigue siendo el referente.

“Por otro lado, tenemos que ayudar a las madres y a los padres a que entiendan que el que en un momento no se vea al profesor en una pantalla no significa que no esté haciendo su trabajo, sino que lo hace con mayor flexibilidad, tanto para él como para los alumnos”, argumenta Sangrà. Es decir, que puede estar ocupándose en esos momentos de unos estudiantes que tienen una mayor dificultad, por ejemplo, mientras que otros están avanzando porque ya han entendido muy bien lo que tienen que hacer. En definitiva –resume–, se trata de diseñar programaciones que contemplen la formación en los dos entornos, el presencial y el virtual, y de establecer los vínculos que permitan enlazar las actividades realizadas en ambos para que presencialidad y virtualidad se liguen de una forma fluida. “Si los estudiantes no pueden asistir a los centros educativos, convendrá que los centros vayan a ellos”.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/09/30/actualidad/1601468461_459471.html

Comparte este contenido:

Plataformas de enseñanza en línea de China ofrecen más de 500 cursos a estudiantes de todo el mundo

Asia/China/27 Agosto 2020/http://spanish.xinhuanet.com/

Las versiones internacionales de dos plataformas chinas de enseñanza en línea han proporcionado 505 cursos gratuitos en inglés a estudiantes de más de 100 países, anunció hoy jueves el Ministerio de Educación.

Las versiones internacionales de las plataformas xuetangX y iCourse, lanzadas por la cartera en el primer semestre de este año, también suministraron recursos educativos a universitarios internacionales para ayudarles a hacer frente a la suspensión de clases durante la pandemia de COVID-19, dijo Wu Yan, funcionario de la entidad.

Wu añadió que más de un millón de profesores chinos ofrecieron alrededor de 1,1 millones de cursos en línea, atrayendo a cerca de 22,6 millones de estudiantes universitarios durante el semestre de primavera de este año.

Según el funcionario, China celebrará en noviembre la primera conferencia mundial sobre cursos masivos abiertos en línea, con el fin de contribuir con sus experiencias de enseñanza digital a mayor escala y a un nivel más alto.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-08/27/c_139322298.htm

Comparte este contenido:

Covid-19 interrumpe la educación de más del 70% de los jóvenes

Por: Eduardo Camin

 

Desde el comienzo de la pandemia, más del 70 por ciento de los jóvenes que estudian o compaginan sus estudios con trabajo se vieron afectados adversamente por el cierre de escuelas, universidades y centros de formación, revela un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los efectos desproporcionados de la pandemia en los jóvenes han exacerbado la desigualdad y podrían mermar la capacidad productiva de toda una generación, señala el informe Los jóvenes y la panademia de la Covid 19: efectos en los empleos, a la educación, los derechos y el bienestar mental .Estos son los sectores más golpeados por el desempleo en la ...

De sus resultados se desprende que el 65% de los jóvenes considera que su actividad educativa se ha visto afectada adversamente desde el comienzo de la pandemia, como consecuencia del período de transición de la enseñanza presencial en las aulas a la enseñanza en línea o a distancia durante la fase de confinamiento.
Pese a sus esfuerzos por proseguir sus estudios y su formación, la mitad de esos jóvenes opina que la conclusión de sus estudios se verá retrasada, y el 9% señala que podría tener que abandonarlos definitivamente.

La situación ha sido aún peor para los jóvenes que viven en los países de ingresos más bajos, en los que existen mayores deficiencias en materia de acceso a Internet y disponibilidad de equipos, y en ocasiones, de espacio en el hogar.

Ello pone de relieve la enorme «brecha digital» entre regiones; mientras que el 65% de los jóvenes de los países de altos ingresos pudieron asistir a clases impartidas por videoconferencia, la proporción de jóvenes que pudo proseguir sus estudios en línea en los países de bajos ingresos fue únicamente del 18%.

«La pandemia tiene una repercusión muy adversa en los jóvenes. No sólo merma su empleo y futuro profesional, sino que menoscaba en gran medida su educación y formación, y, por ende, su bienestar mental. No podemos permitir que eso suceda», señala Guy Ryder, Director General de la OIT.

Preocupados por su futuro

Oxfam: La pandemia multiplica pobres en A. Latina, pero también ...Según el citado informe, el 38% de los jóvenes manifiesta inquietud por su futuro profesional, y se prevé que la crisis dificulte el desarrollo del mercado laboral y prolongue el período de transición de los jóvenes desde que terminan sus estudios hasta que logran su primer empleo.

Algunos jóvenes ya se han visto afectados, habida cuenta de que uno de cada seis de ellos ha tenido que dejar de trabajar desde que comenzó la pandemia. Por lo general, los trabajadores más jóvenes trabajan en sectores muy afectados por la pandemia, en particular los relacionados con la atención al cliente, la prestación de servicios y las ventas, de ahí que sean más vulnerables frente a los efectos económicos de la pandemia.

El 42% de los jóvenes que han mantenido su empleo han visto reducidos sus ingresos. Ello ha repercutido en su bienestar mental. La citada encuesta pone de manifiesto que el 50% de los jóvenes es susceptible de padecer episodios de ansiedad o depresión, y que el 17% probablemente los padezcan.

Pese a la compleja coyuntura actual, los jóvenes utilizan su vigor para movilizarse y hacer que se escuche su voz en la lucha contra la crisis. Según la encuesta, uno de cada cuatro jóvenes realizó algún tipo de trabajo voluntario durante la pandemia.La pobreza que generará la crisis puede cobrarse más vidas que la ...

Es fundamental que se escuche la voz de los jóvenes para dar una respuesta más inclusiva a la crisis de la Covid 19. Según se recoge en el informe, la participación de los jóvenes en la toma de decisiones en consonancia con sus necesidades y proyectos aumenta la eficacia de las políticas y los programas y les brinda la oportunidad de contribuir a su aplicación.

También se aboga por la adopción de medidas políticas a gran escala de forma acuciante para evitar que la crisis menoscabe el futuro profesional de toda una generación de jóvenes a largo plazo, como la reintegración en el mercado laboral de los jóvenes que hayan perdido su empleo o que hayan tenido que reducir la cantidad de horas de trabajo, así como el acceso de los jóvenes a prestaciones de desempleo y a programas que permitan mejorar su bienestar mental, en particular apoyo psicosocial o realización de actividades deportivas.

La Generación del Confinamiento

Salud mental del adolescenteLa respuesta de los gobiernos en todo el mundo a la propagación rápida y sin precedentes de la pandemia de la Covid-19 ha conducido a una ralentización económica mundial. La pandemia ha perturbado todos los aspectos de nuestras vidas. Incluso antes del inicio de la crisis, la integración social y económica de los jóvenes era un reto continuo.

En la actualidad, a menos que se tomen medidas urgentes, es probable que los jóvenes sufran impactos graves y duraderos a causa de la pandemia. Los efectos en los jóvenes, los empleos y las empresas probablemente sean de larga duración, así como más notorios entre las poblaciones más vulnerables, incluidos los jóvenes.

La historia nos ha mostrado que una crisis como la pandemia de la Covid-19 puede tener consecuencias graves y prolongadas para las poblaciones más jóvenes, a las que se está empezando a denominar la “generación del confinamiento” .

La pandemia está teniendo graves repercusiones en los trabajadores jóvenes, al acabar con sus empleos y socavar sus perspectivas profesionales. Uno de cada seis jóvenes (el 17 por ciento) que estaban trabajando antes del inicio de la pandemia dejaron de hacerlo totalmente, en especial los trabajadores de menor edad, de entre 18 y 24 años, y los trabajadores ocupados en la prestación de apoyo administrativo, los servicios, las ventas y la artesanía y oficios conexos

Las horas de trabajo de los jóvenes empleados disminuyeron casi una cuarta parte (a saber, un promedio de dos horas al día) y dos de cada cinco jóvenes (el 42 por ciento) indicaron una reducción de sus ingresos. Los jóvenes que viven en países de ingresos más bajos son los más expuestos a las reducciones de las horas de trabajo y a la contracción de los ingresos consiguiente.Clínica Ciudad del Mar

La ocupación se consideró el principal determinante de la manera en que la crisis ha afectado de manera diferente a las mujeres y los hombres jóvenes. Las primeras indicaron mayores pérdidas de productividad en comparación con sus homólogos masculinos. La abrupta interrupción del aprendizaje y del trabajo, exacerbada por la crisis de salud, ha deteriorado el bienestar mental de los jóvenes. El estudio revela que el 17 por ciento de los jóvenes probablemente sufran ansiedad y depresión.

El bienestar mental es menor entre las mujeres jóvenes y los jóvenes de entre 18 y 24 años. Los jóvenes cuya educación o trabajo se había interrumpido o había cesado totalmente tenían casi dos veces más probabilidades de sufrir probablemente ansiedad o depresión que los que continuaron trabajando o aquellos cuya educación siguió su curso. Esto pone en evidencia los vínculos existentes entre el bienestar mental, el éxito educativo y la integración en el mercado de trabajo.

La educación en el paradigma neoliberal

A través de la experiencia sabemos que ningún fenómeno surge sin causa. Hoy la prerrogativa de todos nuestros males está enfocada en la Covid-19. Por lo tanto, todos los informes se han analizado a partir de esta premisa, soslayando lo esencial; que estamos inmersos en un sistema basado en la explotación del trabajo asalariado a partir de la propiedad privada de los medios de producción.

La desigualdad y la pobreza deben ser analizadas en el marco del orden mundial que las produce. La globalización neoliberal, consolidada desde la posguerra y transformada en un tsunami, junto a la expansión de las tecnologías de la información, se ha convertido en el régimen económico hegemónico. Por lo tanto, sus consecuencias sociales merecen un examen profundo que abarque la propia lógica capitalista.

Un planeta absolutamente globalizado, en el cual los capitales se evidencian dominadores casi absolutos de la escena político-social, con su consiguiente influencia ideológico-cultural. La idea respecto a que no existe nada más allá del modelo de democracia de mercado se pretende totalmente válida; se presenta con fuerza avasalladora.

De esto se desprende la actual ideología dominante, centrada en un individualismo cada vez más acrecentado, atravesado por una irrefrenable tendencia consumista, despreocupación por asuntos sociales y una ética del triunfo personal.

Las nuevas generaciones, criadas en forma creciente en ese caldo de cultivo cultural, bombardeadas de continuo con las nuevas tecnologías de información y comunicación que fomentan la salida personal por sobre todas las cosas, junto a una cierta forma de hedonismo y un conformismo político, son las abanderadas de esa ideología.La educación en tiempos de pandemia : : El Litoral - Noticias ...

Su cosmovisión está modelada en la idea del Estado burocrático, forzosamente deficiente, en la entronización de la iniciativa privada y del más desvergonzado individualismo egocéntrico, todo ello mediado siempre por las nuevas tecnologías de la información. Estas recetas de entronización absoluta del libre mercado se complementan necesariamente con el achicamiento -desmantelamiento de los Estados nacionales.

Todas las empresas públicas son privatizadas, la inversión social educación y salud (considerada “gasto” social) se reduce a porcentajes ínfimos y la prédica constante hace del Estado un “paquidermo inservible, corrupto, disfuncional”. Esa ideología, estas prácticas concretas de ajuste estructural, las vemos recorriendo todo el mundo, produciendo similares efectos en todas partes, e independientemente de la Covid 19.

El cambio de los fenómenos en el tiempo sigue una sola dirección; del pasado al presente y al futuro. El tiempo no corre para atrás: sólo en los cuentos y novelas fantásticas es posible crear la “maquina del tiempo” que nos lleva al pasado. En modo alguno se puede decir que “todo tiempo pasado fue mejor”, pero no caben dudas que el momento actual abre interrogantes preocupantes sobre la posibilidad de cambios sociales.

El llamado neoliberalismo, más que una fórmula económica, parece un programa civilizatorio. De ahí la trascendencia de plantearse alternativas al modelo dominante. A pesar de vivir en un mundo inundado de desarrollos tecnológicos y culturales espectaculares, la lucha por la subsistencia sigue anclada en una lógica embrutecedora que reduce al sujeto a su expresión más primitiva, una pieza insignificante, sin conciencia, apenas pura energía (física o intelectual), extraída para alimentar la maquinaria global.

En el capitalismo la lógica de las necesidades queda subordinada constantemente a la lógica del beneficio. A pesar de los intentos de loUno de cada tres universitarios no encuentra trabajo cuatro años ...s actuales “gurús” del mundo capitalista de presentarlo como un capitalismo “nuevo” “moderno”, que aprendió de sus errores, en realidad el capitalismo hoy globalizado ha envejecido y camina hacia su muerte.

La paradoja actual es que muchos de los que hoy sufren el desempleo o el subempleo recibieron una sólida educación.

Fuente e imagen:  http://estrategia.la/2020/08/21/covid-19-interrumpe-la-educacion-de-mas-del-70-de-los-jovenes/

Comparte este contenido:

Malasia: El sindicato de la educación aborda las nuevas situaciones causadas por la crisis de la COVID-19

Asia/Malasia/PrensaIE

En Malasia, el Sarawak Teachers’ Union ha respondido a problemas como la enseñanza y el aprendizaje a distancia, la salud mental de los estudiantes, los exámenes y la desigualdad de género, todos resultantes del cierre de escuelas debido a la pandemia de la COVID-19.

Desde el 18 de marzo, el Gobierno federal de Malasia ha puesto en marcha una orden de control de movimiento (MCO, por sus siglas en inglés) como medida preventiva contra la propagación de la pandemia de la COVID-19 en el país. Tras varias prolongaciones, la MCO permanecerá vigente hasta el 9 de junio.

Como consecuencia de esta medida, se han cerrado todas las escuelas e instituciones académicas. La orden estipula que “todas las guarderías, las escuelas públicas y privadas, incluidos los internados, las escuelas internacionales, los centros de formación (las escuelas musulmanas en las zonas urbanas y rurales), así como las instituciones de enseñanza primaria, secundaria y preuniversitaria; las universidades públicas, privadas, y los centros de formación profesional también deben permanecer cerrados durante todo el período de duración de la MCO”.

Pasar a la enseñanza y al aprendizaje a distancia

El primer ministro ha ordenado al Ministerio de Educación que lleve a cabo iniciativas de aprendizaje en el hogar mientras se mantenga la MCO con el fin de garantizar la atención a la educación infantil.

Asimismo, el Ministerio de Educación ha emitido pautas de enseñanza y aprendizaje para llevar a cabo la MCO, así como el programa de aprendizaje MPE-DL, que proporciona un enlace a plataformas de aprendizaje específicas, tales como Google Classroom y Microsoft Teams. De hecho, Malasia se ha convertido en el segundo país más grande que utiliza Google Classroom para la enseñanza en línea durante el período de la MCO.

Preocupaciones sobre el aprendizaje en línea

No obstante, el Sarawak Teachers’ Union (STU) ha puesto de manifiesto los problemas y las limitaciones a los que se enfrentan los docentes y los estudiantes con respecto a los métodos de enseñanza y aprendizaje en línea, tales como:

  • Un acceso restringido a Internet en las zonas rurales. Los estudiantes no disponen de datos en línea para recibir información por parte de los docentes. En algunas regiones de Sarawak, la conexión a Internet es muy deficiente.
  • La falta de dispositivos electrónicos. El Ministerio de Educación llevó a cabo un estudio, con 670 000 padres y aproximadamente 900 000 estudiantes, que reveló que la posesión de dispositivos electrónicos que permiten que la enseñanza y el aprendizaje se realicen en el hogar era bastante reducida. La investigación demostró que solo el 6 por ciento de los estudiantes cuenta con ordenadores personales, el 5,76 por ciento tiene tabletas, el 9 por ciento dispone de ordenadores portátiles y el 46 por ciento posee teléfonos inteligentes.
  • Los docentes están mal equipados para el paso al aprendizaje a distancia. Carecen de las habilidades, la formación y las herramientas necesarias para llevar a cabo una enseñanza y un aprendizaje en línea efectivos.

Exámenes públicos anulados

El Ministerio de Educación también ha anunciado que este año se anulan varios exámenes en diferentes niveles debido al brote de la COVID-19.

A raíz de decretarse la MCO, los estudiantes se han mostrado preocupados por el hecho de que su horario académico se verá afectado por la crisis de la COVID-19 y por la falta de una educación adecuada en el hogar.

Salud mental de los estudiantes

El STU ha alertado de que se han alterado las rutinas habituales de los estudiantes y estos se han visto obligados a evitar todo contacto social, lo cual puede producir consecuencias psicológicas negativas. Además, ha informado de que una organización que ayuda a resolver problemas de salud mental, Befrienders Kuala Lumpur, había constatado un aumento del 13 por ciento en las llamadas, el 9 por ciento de las cuales en relación con la MCO.

Personal del STU a domicilio

Desde la implementación de la MCO, el STU también ha tenido que cambiar sus prácticas de trabajo:

  • El personal trabaja desde casa mientras las oficinas del STU permanecen cerradas durante el período de la MCO; todos los miembros han sido informados.
  • Mientras trabaja desde casa, el personal del STU comparte a menudo noticias e información pertinente relacionada con temas educativos en Malasia con el fin de garantizar que los miembros estén informados sobre los acontecimientos actuales.

Fondo COVID-19

El STU y otros sindicatos que participaron en el Congreso de Sindicatos de Empleados del Sector Público y de la Administración del Estado (CUEPACS, por sus siglas en inglés) han aportado 10 000 MYR (ringgits malasios, alrededor de 2 100 €) al Fondo COVID-19 en Sarawak.

Según el presidente del CUEPACS, Ahmad Malie, esta contribución se realizó para respaldar al gobierno de Sarawak en la toma e implementación de medidas preventivas durante la pandemia del virus.

El fondo fue entregado al representante de Sarawak, Datuk Ik Pahon, el 21 de abril.

Desigualdad de género

El sindicato de la educación también ha manifestado serias preocupaciones con respecto a la desigualdad de género, puesto que muchas maestras están haciendo malabares para compaginar la enseñanza a distancia y el cuidado de los hijos. Esta situación puede resultar especialmente estresante para quienes no estén familiarizadas con el concepto de teletrabajo. Así pues, muchas madres que trabajan desde casa han expresado sus quejas en las redes sociales acerca de sus vidas bajo la pandemia de la COVID-19, la aplicación de la MCO y la dificultad de compaginar las exigencias de los empleadores y de las familias.

Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/16801/malasia-el-sindicato-de-la-educaci%c3%b3n-aborda-las-nuevas-situaciones-causadas-por-la-crisis-de-la-covid-19

Comparte este contenido:

Jean-Michel Blanquer, ministro de Educación de Francia: ‘Todos hemos cambiado a raíz de la crisis’

Por: María Fernanda González E.

El Ministerio de Educación Nacional francés cerró sus puertas al público desde hace más de un mes para prevenir la expansión y el contagio del coronavirus. Si bien son las vacaciones de la primavera, el equipo del ministro Jean-Michel Blanquer asegura que el trabajo se ha intensificado.

En poco tiempo tuvieron que adaptarse a la enseñanza en línea. Una institución considerada como paquidérmica, logró movilizar profesores, estudiantes, padres y sindicatos.

Una vez sobrellevado con éxito ese reto, el nuevo desafío es el regreso a las aulas, planteado de forma parcial a partir del lunes 11 de mayo, el cual se aplicará voluntariamente y con protocolos como la presencia de la mitad de los alumnos por aula.

Blanquer destaca, sin embargo, algunos aprendizajes del modelo virtual, aplicado desde la suspensión de clases el pasado 12 de marzo. A través de Facebook Live, el ministro tuvo durante este tiempo encuentros y diálogos con los alumnos, escuchó sus inquietudes, como por ejemplo las de la promoción de bachilleres del 2020, pues es la segunda vez en la historia que no se realizará el examen de Estado, la primera fue en la movilización de mayo del 68.

En sus intervenciones ha explicado las nuevas modalidades del examen continuo. Asegura que las evaluaciones tendrán las mismas exigencias. El ministro tiene una meta clara: mantener la excelencia académica independientemente de si es virtual o presencial. A pesar de tener una apretada agenda, Blanquer, apasionado por Colombia, nos concedió una entrevista para EL TIEMPO.

El 17 de marzo, el presidente Macron aseguró que ‘el país está en guerra, la salud no tiene precio y el mundo no será el mismo’. ¿Cuál es su visión al respecto?

La alegoría de la guerra viene con una idea clave. Es un momento de lucha contra un enemigo biológico y eso requiere unidad nacional y fuerza. Esa es la principal idea detrás de este vocabulario. En segundo lugar, demostrar que hay un antes y un después. En el después se encontrarán las grandes diferencias de las dos épocas. Esto abre la puerta a una reflexión sobre la economía y la sociedad. Ver en qué medida alcanzamos aspectos de resiliencia y de mejoramiento a través de las grandes dificultades que estamos encontrando. Especialmente cómo vamos a enfrentar la crisis económica para tener un modelo que permita la prosperidad y la igualdad.

El presidente insistió en que nuestras convicciones y certezas serán reevaluadas…

Lo que el presidente destaca a través de su discurso es el individualismo y el materialismo de nuestra sociedad actual. Lo que revela una epidemia como esta es la necesidad de valores como la solidaridad, y una visión de largo plazo. Para esto es necesario que la educación y la salud tengan un rol fundamental. Pero es también un momento de reflexión hacia el concepto de la libertad porque actualmente estamos aceptando una fuerte restricción de nuestra libertad. Y esto conlleva un peligro: que las personas se acostumbren a la privación de libertad. Este periodo debe permitirnos ver que su valor es fundamental y el de todos los placeres cotidianos, que nos parecen comunes en tiempos normales y que ahora parecen lujos. Estas libertades y placeres debemos encontrarlos de nuevo después de todo este periodo dándoles el valor que merecen.

¿En qué ha cambiado su agenda desde el confinamiento?

Desde el confinamiento hubo dos tareas fundamentales que cumplir. La primera y más importante es lo que hemos llamado la continuidad pedagógica. Nuestra capacidad de trabajar a distancia con nuestros 13 millones de estudiantes. Realizamos un gran trabajo para poner en marcha los cursos a distancia con la institución CNED. Esta es una tarea que ya habíamos preparado para una eventual necesidad.

¿Desde cuándo existe esta institución?

Esta institución existe desde 1939 para brindarles enseñanza a distancia a los niños enfermos o que están de viaje con sus padres y no pueden asistir al colegio. En tiempos normales, esta institución ha trabajado con miles de niños que tienen esas dificultades. Con esta crisis se transformó en una institución para todos los estudiantes del país. Hemos elaborado dos funciones: una progresión pedagógica para cada nivel de clase y un sistema de clase virtual. Allí, tenemos cuatrocientos mil profesores que utilizan este sitio para conectarse.

¿Qué otros actores lo han acompañado?

Desarrollamos un programa, Nación en Aprendizaje, que involucra a los medios de comunicación que quieren apoyar este proceso. Ellos difunden en sus programas contenidos educativos. Tenemos en poco tiempo resultados importantes, como por ejemplo la cadena France 4, la cual tiene mucha audiencia pues hace cursos para los diferentes grados: primaria y bachillerato. Los alumnos tienen cursos de lunes a viernes para revisar nociones fundamentales en matemáticas, francés, inglés, historia y geografía y ciencias. Queremos crear un ambiente educativo para toda la población. Cuando todo el mundo está en la casa vale la pena que haya emisiones de televisión y radio, interesantes y profundas, en vez de cosas más superficiales.

¿Cuáles han sido las ventajas de este proceso?

Todo este trabajo fundamentalmente busca salvar el nivel general de educación en el país y tener una acción social. Este periodo ha permitido reconocer el valor de la profesión de profesor y demostrar la utilidad de la escuela, de la república para combatir las diferencias sociales. Entonces son dos desafíos: un desafío pedagógico y uno social. Por ejemplo, dimos computadores a las familias que no tienen, hicimos llegar por correo los capítulos y las tareas a quienes no pudieron conectarse en línea.

¿Ustedes han apoyado también al personal médico?

Decidimos dar un apoyo a los niños de los médicos y del equipo de salud, para que pudieran trabajar con serenidad. Para esto movilizamos a profesores que de manera voluntaria se dedican a este trabajo.

Hay un gran trabajo que se gana con todo este nuevo entorno, pero, a su juicio, ¿qué se pierde?

Las ganancias son claras: nuevos usos, más solidaridad, más personalización entre alumnos, padres y profesores. Pero lo que se pierde es la interacción humana que hay en una clase. El mayor problema es la exclusión y la deserción escolar de estudiantes que no participan durante este período. Alrededor del 5 por ciento. Con los rectores hacemos un seguimiento para recuperar este pequeño grupo.

¿Qué ha sido más difícil en su trabajo como ministro: enfrentar el debate con los sindicatos sobre las reformas del Gobierno en materia de educación o este escenario suigéneris?

Son dos tipos de dificultad muy diferentes. En el primer caso, se trata de convencer, escuchar y fijar un objetivo y de avanzar a pesar de los obstáculos. Mientras que en el segundo caso, se trata en un ambiente de unidad nacional. Resolver cada día problemas prácticos con objetivos claros, tal como salvar el nivel general de educación y compensar las injusticias sociales. El imperativo de la unión es clave en el segundo caso. Por ejemplo, la fórmula para evaluar a los estudiantes del último año la establecimos escuchando en videoconferencia a todos los sindicatos.

¿Este escenario le da mayor fuerza a la bandera de su mandato, ‘la escuela de la confianza’?

Todos hemos cambiado a raíz de la crisis. Yo también. Lo importante ahora es alcanzar una visión renovada de la gestión de los recursos humanos de este ministerio, tener un mejoramiento del reconocimiento del profesor en cuanto a los salarios y en cuanto al conocimiento inmaterial. Por eso, la crisis ha permitido un gran involucramiento de los profesores y hay un enorme reconocimiento de la sociedad y de mí mismo hacia los profesores. Ese es un factor positivo para progresar en el futuro.

Usted está acompañado por un importante consejo de sabios. En esta época, ¿cuál ha sido su aporte?

Por supuesto estoy trabajando con ellos. Por ejemplo, están desarrollando programas informáticos para áreas como francés y matemáticas que vamos a poner en los computadores que damos a las familias que no tienen acceso. También estamos haciendo un estudio sobre la evaluación de los estudiantes. Queremos personalizar más el camino de cada alumno, a partir de la evaluación de cada uno.

¿Un mensaje para Colombia y algunos elementos que se puedan compartir con el país en este momento de crisis?

Colombia es un país muy rico en recursos humanos y en la calidad de la gente. El gran desafío en una crisis como esta es el riesgo de la división social debido a las inequidades frente a la educación. Es necesario luchar por una escolarización de todos los ciudadanos, empezando por la escolaridad obligatoria desde la edad de 3 años. Es importante trabajar en el uso de las tecnologías y de la enseñanza a distancia. Como tenemos una visión cultural bastante parecida entre Francia y Colombia sobre el papel de la educación, hay muchas cosas que se pueden hacer conjuntamente, y eso lo iniciamos con el presidente Iván Duque cuando nos visitó en junio pasado.

Uno de sus libros preferidos para los niños y los grandes es el de las fábulas de Jean de la Fontaine. ¿Hay alguna fábula particularmente interesante como reflexión sobre lo que estamos viviendo?

Hay muchas. Todas son pertinentes para vivir. La Fontaine es un profesor de vida. Pero hay una que es importante para mí en este periodo, se llama El labrador y sus hijos. Es la historia de un labriego que va a morir y quiere dejar algo a sus hijos. Les dice que hay un tesoro escondido en sus tierras. Entonces los hijos mueven mucho la tierra para encontrar el tesoro. No lo encuentran, pero como han movido la tierra, esta se vuelve muy fértil y tienen muchos frutos. La moraleja es que el tesoro que el labrador les dejó es el concepto del trabajo. Más que nunca, el valor del trabajo es fundamental para sobrepasar la crisis.

Fuente de la entrevista: https://www.eltiempo.com/politica/jean-michel-blanquer-ministro-de-educacion-de-francia-habla-sobre-la-crisis-del-coronavirus-493124

Comparte este contenido: