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África Herrera: «Los alumnos aprenden como mejor saben, jugando»

España / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Pilar L. Carmona / Fuente: Diario Córdoba

África Herrera comienza su andadura como maestra de Audición y Lenguaje en 2015. Este curso está destinada en Lucena, en los CEIP Barahona de Soto, CEIP San José de Calasanz y CEIP El Prado. Su blog, Burbuja de Lenguaje, es una ventana a un aula de Audición y Lenguaje.

-¿Qué encontramos en el blog ‘Burbuja de Lenguaje’?

-Es un espacio educativo en el que encontramos de forma gratuita diversos materiales (la mayoría de elaboración propia) con los que podemos trabajar las diversas áreas del lenguaje con niños en edad escolar. También comparto vídeos de corta duración con el desarrollo de alguna actividad mostrando cómo uso algún material en concreto, determinados juegos de mesa, etc.

-Su blog ha ganado el galardón de Oro de Eduteca, ¿qué supone este reconocimiento?

-Ha supuesto el reconocimiento a muchas horas frente al ordenador, pensando y preparando con cariño cada uno de los materiales que después he compartido. Un premio que no me esperaba, pero que sin duda me abre camino para seguir compartiendo un trocito de mi aula con los demás.

-¿Qué tipo de material y método utiliza en sus clases?

-Normalmente en mis clases utilizo bastante material manipulativo, especialmente con alumnos de Infantil; material digital, por ejemplo de blogs u otras páginas, y todo el material manipulativo y en papel que voy subiendo al blog, que en su momento fue creado para algún alumno en concreto partiendo de sus intereses y necesidades. Por supuesto, no me olvido del material lúdico, porque en mis clases no faltan los juegos de mesa. Con cada juego se pueden trabajar infinidad de cosas, desde la atención y la memoria, las funciones ejecutivas, el léxico…y lo mejor de todo es que los niños aprenden como mejor saben, jugando.

-¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta?

-El problema más grande que uno puede encontrarse es rendirse con un niño, es decir, ponerle límites a lo que es capaz de hacer o aprender. Cuando conozco a cada niño en particular, me gusta dejar de lado las etiquetas, para poder centrarme en las dificultades que tiene y dotarle de estrategias y recursos para ir superándolas poco a poco.

-¿Qué papel juegan las familias en la educación especial?

-Las familias son un pilar clave en la educación de niños con necesidades educativas especiales, y deben estar implicadas lo máximo posible en el proceso educativo. Deben conocer qué estamos haciendo con sus hijos, qué queremos que aprendan, cómo es nuestra forma de trabajo, nuestra metodología…y cómo no, seguir unas pautas para reforzar los aprendizajes también desde casa. De esta forma los aprendizajes serán más significativos y los llevarán a otros contextos.

Fuente de la Entrevista:

http://www.diariocordoba.com/noticias/educacion/los-alumnos-aprenden-mejor-saben-jugando_1182264.html

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Gordon Porter: «La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda

Canadá / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Educaweb

El experto en educación inclusiva Gordon Porter explica cómo promover escuelas inclusivas, preludio de lo que tratará en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión

Gordon L. Porter posee experiencia en educación inclusiva desde 1982. Actualmente ejerce como director de Inclusive Education Canada, una ONG comprometida con la calidad de la educación para todos los estudiantes. Ha ejercido como consultor en más de 40 países y actualmente es asesor político en Dubái. Ha participado en la redacción de políticas inclusivas en la provincia de New Brunswick y en el seguimiento de la Declaración de Salamanca sobre necesidades educativas especiales. Estará presente en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión. Barcelona inclusiva,que se celebrará entre el 17 y el 19 de noviembre de este año. 

¿Cómo define la educación inclusiva?

La educación inclusiva significa que todos los estudiantes asisten y son bienvenidos en la escuela de su barrio. Aprenden, contribuyen y participan en todos los aspectos de la vida de la escuela en un entorno de aprendizaje común con sus compañeros. El enfoque de la escuela es implementar prácticas y apoyos para estudiantes y maestros. La escuela inclusiva es colaborativa e identifica áreas de mejora en la práctica escolar y en el aula.

¿Por qué es importante lograr una educación inclusiva?

El principio de inclusión en los sistemas educativos aparece reflejado ahora en los convenios internacionales y los tratados de derechos humanos. También es apoyado por iniciativas enfocadas en la mejora de la escuela y la efectividad de la formación. Creo que cada acción tomada para fortalecer la inclusión escolar contribuye a construir una escuela más efectiva para cada estudiante.

La educación inclusiva beneficia a todos los estudiantes. Les permite desarrollar fortalezas y dones individuales, con expectativas altas y apropiadas, y trabajar en objetivos individuales mientras participan en la vida de la clase con otros estudiantes. La inclusión fomenta una cultura escolar de respeto y pertenencia, y brinda oportunidades para aprender y aceptar las diferencias individuales, disminuyendo el impacto del acoso y la intimidación. Permite el desarrollo de la amistad con una amplia variedad de niños, cada uno con sus propias necesidades y habilidades individuales.

Finalmente, e igualmente importante, una escuela inclusiva ayuda a la comunidad a apreciar la diversidad y la inclusión y, por lo tanto, influye en un nivel más amplio.

¿Cómo era la situación en New Brunswick cuando se comenzó a implementar la inclusión?

Nuestra necesidad de cambiar y desarrollar un enfoque más sistémico para satisfacer las necesidades de nuestros estudiantes coincidió con una gran conmoción en la estructura legal de Canadá. En 1982, Canadá adoptó una Carta de Derechos y Libertades y, por primera vez, los derechos de igualdad fueron parte de nuestra constitución. Se necesitaron cambios importantes en nuestra ley de educación para garantizar que proporcionáramos educación de calidad a todos nuestros estudiantes, incluidos aquellos con discapacidades.

A principios de la década de 1980, el sistema educativo de New Brunswick no prestaba un gran apoyo a los estudiantes con problemas de aprendizaje. Hubo una serie de escuelas segregadas, muchas de ellas gestionadas por asociaciones de padres sin fines de lucro, así como varias instituciones administradas por el gobierno. Algunas comunidades tenían clases especiales en escuelas regulares. El distrito escolar o la autoridad educativa local donde trabajé cambiaron su política para lograr esto y varios años después, en 1986, la provincia de New Brunswick cambió la ley para hacer lo mismo.

Como director y administrador del sistema, pude ver la falta de apoyos y adaptaciones para los estudiantes con necesidades especiales. Nuestras escuelas tenían muy poca capacidad en lo que entonces se consideraba programas de «educación especial». Esto se debió en parte a que éramos un área rural sin tradición de servicios especializados. Era claramente un sistema «primitivo» en comparación con centros más urbanos con mayor población.

En muchos sentidos, este estado de desarrollo «primitivo» fue una ventaja. Significaba que teníamos menos cosas que cambiar cuando surgió la idea de «inclusión» y menos intereses arraigados para afrontar. Pudimos construir un sistema de apoyos diseñado para que funcionara la inclusión.

¿Cuál es el estado actual de inclusión en New Brunswick?

El esfuerzo para hacer que las escuelas sean inclusivas en New Brunswick ha tenido éxito. Hemos recibido un gran reconocimiento, tanto en Canadá como en otros países, así como de instituciones internacionales como la UNESCO (2014) y la Iniciativa Proyecto Zero (2016) con sede en Austria.

Sin embargo, es importante reconocer que no ha sido fácil. Durante los casi 30 años que hemos estado en este camino, ha habido cuatro revisiones principales del esfuerzo de educación inclusiva. Fui el investigador principal de la evaluación más reciente en 2012. La revisión requirió un año completo y el informe se tituló Strengthening Inclusion, Strengthening Schools (Fortaleciendo la inclusion, fortaleciendo las escuelas).

Conseguir que nuestras escuelas sean inclusivas puede ser un proceso de transformación si se hace de manera efectiva. Requiere un liderazgo de principios que opere desde una base de derechos humanos. También debe construir prácticas en la escuela y el aula que apoyen a los maestros para servir a todos los estudiantes, no solo a algunos de ellos. La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda.

En general, ¿cree que las escuelas están preparadas para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes?

¡Sí! Las escuelas pueden ser inclusivas y cumplir con éxito las expectativas de los estudiantes, los padres y la comunidad. Lograr ese éxito depende invariablemente de los esfuerzos cooperativos de los padres, los líderes escolares y los maestros de apoyo. Los padres deben estar facultados para compartir su visión de futuro para sus hijos donde la participación en la comunidad, en el trabajo, en el ocio y en la ciudadanía sea una realidad. Esta visión no puede lograrse a través de la participación en clases segregadas o escuelas segregadas.

Pero, para que funcione, los maestros deben recibir apoyo para desarrollar prácticas nuevas y efectivas. Enseñar clases heterogéneas con estudiantes con necesidades diversas es una tarea compleja. Dado que la capacitación previa al servicio de los docentes en prácticas inclusivas a menudo es inadecuada, las administraciones educativas deben invertir en la capacitación del personal y la recapacitación con el foco puesto en las estrategias de la escuela y el aula.

¿Qué pasos deben seguirse para satisfacer las necesidades personales de los estudiantes y hacer que la inclusión sea un éxito?

Primero, debemos tener claro que nuestro objetivo es tener escuelas comunitarias inclusivas y efectivas, que estén comprometidas con la inclusión y puedan llevarla a cabo. Una vez que se establece ese objetivo, se necesita liderazgo a todos los niveles: los legisladores, la autoridad educativa local, la escuela y el aula. Son necesarios los siguientes siete pasos críticos:

  1. Un plan para la transición y el cambio, por lo menos de 3 a 5 años para hacerlo correctamente;
  2. Invertir en la capacitación de los maestros y líderes escolares existentes;
  3. Desarrollar fuertes apoyos para los maestros de aula;
  4. Crear modelos positivos de éxito: identificar aulas, escuelas y comunidades que hacen un buen trabajo y compartir su éxito y estrategias;
  5. Identificar un cuadro de líderes e innovadores en todos los niveles y ayudarlos a construir redes donde puedan compartir su conocimiento;
  6. Identificar y compartir las mejores prácticas de la investigación, así como las prácticas que surgen de la experiencia local;
  7. Reconocer que las innovaciones y los cambios que marcarán la diferencia requerirán recursos. Eso significa inversión en dinero y personas.

¿Qué se debe evitar al implementar la inclusión?

Debemos tener en cuenta que hacer que nuestras escuelas sean inclusivas no es un asunto de un día. Es un esfuerzo a largo plazo para desarrollar capacidades en nuestras escuelas y aulas. También es importante evitar pensar que la inclusión es un problema de educación especial. No lo es. Se trata del papel de las escuelas en una sociedad democrática en el siglo XXI.

También es importante evitar la idea de que crear una escuela inclusiva es una tarea individual. Se necesita un esfuerzo de cada miembro del equipo de la escuela para hacerlo realidad. Eso significa maestros, directores, padres y estudiantes. Y las escuelas individuales necesitan colaborar y compartir con otras escuelas. Mantener una escuela inclusiva es una tarea compleja, una de las más desafiantes pero gratificantes en educación.

¿Por dónde deberíamos comenzar? ¿Hay modelos internacionales para inspirarnos?

Una escuela inclusiva que atienda a todos los niños y niñas requiere inversiones y apoyos para tener éxito. Necesita docentes cualificados y efectivos, buenos apoyos para los maestros, apoyo para estudiantes individuales, inversiones que aseguren el acceso y el uso de la tecnología asistencial. Este es un desafío en New Brunswick y estoy seguro de que lo es en Catalunya.

Esto hace que sea aún más importante mantener a los estudiantes en el entorno de aprendizaje común en las escuelas de la comunidad y destinar todas las inversiones disponibles allí. Cuando sacamos a los estudiantes de la escuela y los enviamos a otro lugar, llevamos dinero con ellos. Esto disminuye los recursos disponibles para proporcionar educación de calidad. Si mantenemos a todos los estudiantes, podemos mantener el dinero allí e invertirlo en la construcción de escuelas inclusivas que mejoren nuestros esfuerzos para fortalecer la educación pública de calidad.

Dado que el sistema desarrollado en New Brunswick no se basó en una aproximación de educación especial o deficitaria, el camino de aprendizaje y el modelo que ofrece esta experiencia pueden y han sido utilizados en otros países. En este sentido, mi experiencia internacional me dice que al menos puede ser instructivo en el desarrollo de sistemas de educación inclusiva en muchos contextos diferentes. Esa es la vía que hemos seguido en New Brunswick desde 1986. Hemos recorrido un largo camino, pero continuamos nuestros esfuerzos. Se promulgó una nueva política en septiembre de 2013 y se completó un plan de acción de tres años para aumentar la capacidad en 2016. Pero el trabajo nunca termina. Nuevos desafíos y nuevas oportunidades están por venir.

Una última palabra: mi experiencia me dice que, al fortalecer la inclusión, de hecho podemos fortalecer nuestras escuelas.

Fuente de la Entrevista:

http://www.educaweb.com/noticia/2017/10/31/educacion-calidad-educacion-inclusiva-son-dos-caras-misma-moneda-15178/

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Honduras: “se pone en riesgo la educación pública y se crean condiciones para el avance de la educación privada”

Honduras/ Autor: Redacción Ecuador / Fuente: Pressenza

En esta entrevista, el foro Dakar-Honduras, coalición miembro de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación-CLADE, nos aproxima a la realidad de la financiación de la educación pública en el país.

¿El derecho a la gratuidad educativa se realiza actualmente en Honduras? En caso negativo, ¿cuáles son los principales desafíos que impiden su cumplimiento?

El derecho a la educación en los casos de escuelas públicas con entornos violentos se ve amenazado, en el sentido de que el garante de derechos, es decir, el Estado no ha encontrado una forma de garantizar entornos no violentos. La militarización de colegios públicos y escuelas permite que el profesor y el alumno que están en el centro educativo desarrollen la acción de clase, sin embargo, eso va más allá que dar la clase, en tanto el alumno y el maestro tienen que transitar por entornos no seguros para ambos.

¿Qué se debe demandar al Estado, en términos de financiamiento público, para que sea posible garantizar el derecho a la educación pública, equitativa y de calidad para todas y todos en Honduras?

Se le debe demandar una política de Estado, que mire mas allá de los acuerdos o de los mínimos compromisos, que no son vinculantes para el Estado, como la Agenda 2030 y el objetivo 4.

Una financiación nacional que cubra la demanda de educación básica, secundaria y media poniendo atención en esta última, y en la calidad a todos los niveles. Una educación en la que las habilidades de lectura, comprensión de lectura, matemáticas, ciencia y el arte, sea destrezas y conocimientos comprendidos y desarrollados por los estudiantes y maestros.

Una política clara para la financiación de la educación, que va desde el uso de impuestos para la educación de una forma intencionada, y un presupuesto que avanza según el desarrollo de cada nivel educativo, tanto poblacional como en conocimientos y calificación docente, infraestructura y tecnología que facilite al binomio estudiante-profesor desarrollar esa relación de aprendizaje y enseñanza.

Acompañamos los conflictos recientes entre autoridades y estudiantes de la UNAH, que denuncian intentos de privatizar la enseñanza superior en el país. ¿La comercialización de la educación es una amenaza para la plena realización de este derecho en el país? ¿Por qué?

La privatización de la educación tiene asomos en todos los niveles, cuando las madres y padres tienen que cubrir una cuota u aporte en especie para el mantenimiento de los edificios escolares, pagos de conectividad, agua, luz eléctrica donde la hay, proporcionar casi el 80% del complemento de alimentos para la merienda escolar, te indica que la educación básica no es totalmente gratuita es fuertemente subsidiada por madres y padres.

Igualmente, en la educación superior no es totalmente gratis. Se paga matricula, carnet de estudiante, acceso a laboratorios, transporte, vivienda, alimentación y otros, esto ha sido así. Hay intereses en la privatización de la educación superior en Honduras. Es una lucha de las instituciones privadas del país. De hecho, estas universidades privadas funcionan como fundaciones para la educación y no pagan impuestos al Estado por sus ganancias en la venta de servicios educativos.

La Constitución de la República establece que la educación es laica, gratuita, y pública, se recoge este planeamiento en la Ley Fundamental de Educación de los niveles pre-básico, básico y media.

El país no prohíbe la educación privada en ninguno de sus niveles, se deja a libertad de los padres y madres elegir el centro educativo de sus hijos-as, no hay claramente una ley o contrato de transferencia de recursos públicos a centros educativos privados. Dado que existen menos oportunidades en la educación pública, es normal que la población busque la educación privada, que se ha fortalecido al tiempo que la pública se deteriora.

Así, el Estado no está cumpliendo su obligación de ser garante del derecho a la educación pública y gratuita de la población hondureña, cuando se reduce la financiación de la educación o se mantiene un presupuesto limitado que no cubre la demanda para garantizar acceso, calidad, equidad se pone en riesgo la educación publica y se crean condiciones para el avance de la educación privada.

Según Consulta respecto a la gratuidad de la educación en AL&C, que fue lanzada por la CLADE en el 2014, en Honduras, familias y docentes tienen un papel central en la financiación de las escuelas, pues un porcentaje importante de ellas/os tiene que asumir los costos de los útiles escolares, los materiales impresos de clase, uniformes, alimentación escolar, libros de texto, etc.

¿Pueden comentar esta situación y hacer algunas recomendaciones al Estado hondureño en el sentido de superarla?

Por ley, los padres y madres de familia no deberían aportar nada para el desarrollo de la escuela pública. La realidad dice otra cosa, como se expresa en la consulta del 2015 realizada por el Foro Dakar-Honduras.

Es evidente la ausencia de política pública que regule los presupuestos y asegure asignaciones suficientes desde el Estado. al sector educativo. El presupuesto de educación debería ser una prioridad para alcanzar la meta de una Honduras Educada, como dice el Plan de Nación al 2038.

Ante la ausencia de un presupuesto que cubra las necesidades descritas, los padres, madres y maestros se ven en la necesidad de cubrir ellos los materiales, los uniformes, mantenimiento de edificios y transporte. Esto hace difícil la situación para las familias que tienen más de uno o dos hijos en proceso escolar.

Es necesario ampliar el presupuesto para contratar y calificar profesores, así como para contar con infraestructuras dignas; considerar el alza del presupuesto acorde con la demanda de la población estudiantil según el nivel educativo; sensibilizar al sector empresarial para el pago de sus impuestos, para que la educación pueda ser financiada con recursos propios; enviar el 60% de lo que recauda el Estado en cobro de tasa de seguridad actualmente (uso de tarjeta de crédito, cuentas de ahorro, cheques, pagos de cheques, se cobra un promedio de 20 centavos de dólar por cada movimiento bancario de un valor aproximado de 43 dólares norteamericanos), al sistema educativo desde el inicial a sistema de educación media, fortaleciendo las capacidades del sector educativo público y la institucionalidad de la secretaría de educación y finanzas .

Fuente de la Entrevista:

Honduras: “se pone en riesgo la educación pública y se crean condiciones para el avance de la educación privada”

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Angélica Soler nos habla de los centros de respuesta desde la educación

España / 22 de octubre de 2017 / Autor: Gabriela Amaya / Fuente: Pressenza

La investigadora humanista Angélica Soler acaba de presentar en Parque Navas su monografía Los centros de respuesta. Una perspectiva educativa de la sicofísica. Soler, argentina y residente en España desde hace décadas, desarrolla su labor dentro del Centro de Estudios Humanistas Noesis.

En esta entrevista nos cuenta los entresijos de este trabajo que busca ser un aporte a una psicología educativa liberadora.

Qué razones te llevan a escribir esta monografía?

El agradecimiento.  Me siento muy afortunada y agradecida de haber tenido la oportunidad de dar Gimnasia Sicofísica* (el testeo de los Centros de Respuesta) en numerosos talleres y retiros en diferentes culturas.

¿Cuál es su objetivo?

Dar un poco más de contexto, que cuando alguien se pregunta por su comportamiento y realiza los ejercicios de testeo, pueda comprender las consecuencias, fortaleciendo sus virtudes y enfrentando sus carencias.

¿De qué se trata básicamente este trabajo? 

Es una defensa de la educación integral para que los estudiantes de hoy puedan prepararse para un futuro que desconocemos desarrollando todas las capacidades que decidan.  Para ello, se describe cada centro de respuesta (intelectual, emotivo, motriz y vegetativo) con su posible desarrollo educativo y sus consecuencias en la vida adulta.

Hay distintos tipos de respuestas en el ser humano, ¿algunas ya vienen en el “paquete”, es decir, nos condicionan o no?

Efectivamente, todos los seres humanos venimos con un “paquete” que incluye la intencionalidad, además traemos facilidades o dificultades hereditarias y nos encontramos con un medio que favorece solo algunos desarrollos.  Le corresponde a cada cual aceptar o cambiar esto.

¿Las respuestas de un ser humano son más “naturales” o culturales? Porque tú hablas de que, sobre todo, son culturales, aprendidas.

Efectivamente, la cultura juega un papel importantísimo en las respuestas humanas.  Es curioso, pero pocas veces nos reconocemos como “seres históricos y culturales”.  La intencionalidad humana permite cambiar, superar o no, ese bagaje cultural.

Si el Nuevo Humanismo o Humanismo Universalista busca la liberación del ser humano, ¿el trabajar con el tipo de respuestas que damos nos permitiría poder liberarnos de condiciones naturales y culturales?

Ya lo creo.  El énfasis está puesto en la intencionalidad, la capacidad de cambio y libertad que disfrutamos todos los seres humanos.  Ojalá nos diéramos cuenta que podemos auto-transformarnos y transformar el mundo.

¿Cómo podríamos hacer esto?

En primer lugar fortaleciendo nuestra necesidad de cambio, decidiendo con fuerza no volver a sufrir.  Para ello necesitaremos cambiar las propias respuestas que lo favorecen y resistir/cambiar los factores externos que ejercen violencia sobre nosotros.  No es nada fácil responder a la violencia sin ejercerla.

¿Qué recorrido has pensado que pueda tener este trabajo? ¿Tal vez, su contenido está pensado para trasladarlo a la práctica en centros educativos, talleres con estamentos relacionados con la educación…?

Pienso escribir una versión de divulgación de este trabajo que pueda llegar a padres  y educadores en general.  Ojalá se pudiese implementar en centros educativos y en ámbitos de formación del profesorado.

*La gimnasia sicofísica es uno de los cursos que se estudian dentro del método que propone Luis Ammman en su libro Autoliberación, y que se apoya doctrinariamente en el Nuevo Humanismo Universalista del pensador latinoamericano Mario Rodríguez Cobos (Silo).

 

Fuente de la Entrevista:

Angélica Soler nos habla de los centros de respuesta desde la educación

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«Los alumnos que no compiten tienen una mejor salud mental»

Estados Unidos / 8 de octubre de 2017 / Autor: Ana Torres Menárguez / Fuente: El País

En los años 60 David Johnson (Indiana, 1940) y su hermano Roger comenzaron una cruzada contra el aprendizaje competitivo e individualista que imperaba en las escuelas de Estados Unidos. Su objetivo era dar la vuelta a la creencia de que solo los más aptos sobreviven y demostrar que el aprendizaje cooperativo era la clave para encajar en la sociedad, encontrar un empleo en el futuro y saber sobreponerse a la ansiedad. Fundaron el Centro de Aprendizaje Cooperativo de la Universidad de Minnesota y desde entonces han publicado más de 100 investigaciones y han formado a más de un millón de profesores de diferentes partes del mundo. Hoy tienen centros formativos en Shanghái, Japón, Noruega o España, donde se enseña una metodología desarrollada por ellos y construida sobre cinco pilares. 

Considerados los padres del aprendizaje cooperativo, los hermanos Johnson fueron los primeros en recopilar y contrastar más de 550 estudios publicados sobre el tema desde 1898 para elaborar después sus propias investigaciones, un trabajo por el que han recibido más de una decena de premios, entre ellos el Brock International Prize for Education en 2007, concedido por la Universidad de Oklahoma.

David Johson, profesor de Psicología Educacional en la Universidad de Minnesota, contestó a las preguntas de este diario en el I Congreso de Innovación Educativa celebrado hace dos semanas en Zaragoza y organizado por el Gobierno de Aragón, un foro de dos días al que acudieron 1.400 profesores para intercambiar experiencias sobre las últimas metodologías en el aula.

Pregunta. ¿Qué es el aprendizaje cooperativo y por qué se debería usar en las escuelas?

Respuesta. Mucha gente tiene una idea equivocada. Juntar a personas en la misma habitación, sentarlas en círculo y decirles que son un grupo no quiere decir que vayan a cooperar de forma efectiva. Es necesario que se den cinco elementos esenciales que son los que integran nuestra metodología. El más importante es la interdependencia positiva, que implica que todos los integrantes del grupo perciban que el éxito individual no se dará si no triunfan todos. Si uno falla, todos pierden. La clave es entender que los esfuerzos individuales no serán en beneficio propio, sino del grupo. Este método de trabajo consigue que las personas se preocupen por el éxito de los demás, un elemento básico para la convivencia. Si las escuelas promueven la cultura de ser el número uno, a la vez están animando a esos mismos alumnos a desalentar y obstruir los esfuerzos de los otros. En las competiciones solo ganan unos pocos.

P. Sus estudios han demostrado que la competitividad entre alumnos no mejora los resultados académicos. ¿Por qué sigue instalado ese sistema en las escuelas?

R. A mediados de los sesenta cuando Roger y yo comenzamos a interesarnos por el tema, la competitividad y el individualismo dominaban los sistemas de enseñanza en primaria, secundaria y en la Universidad. Era el llamado darwinismo social, que consiste en aplicar la teoría de la evolución de Darwin al campo educativo: los estudiantes tienen que aprender a sobrevivir en un mundo en el que unos se comen a otros y solo los más aptos sobreviven. En ese momento, el aprendizaje cooperativo era relativamente desconocido e ignorado por los educadores. Afortunadamente, hoy es una de las metodologías escogidas en todos los niveles educativos. Es muy raro encontrar a un profesor que no conozca este tipo de aprendizaje.

P. ¿Cuál es el principal problema que se da en las aulas?

R. Se ignora completamente la interacción entre los estudiantes. Los programas de formación del profesorado destinan la mayor parte del tiempo a enseñar a los docentes a lidiar con los alumnos y les muestran cómo deben reaccionar a los materiales de clase. Sin embargo, la interacción entre los alumnos es esencial y dice mucho de cómo aprenderán o de cuánta autoestima serán capaces de adquirir. No tiene sentido que los estudiantes compitan entre ellos para ver quién saca un sobresaliente y se sitúa por encima de los demás. Ese modelo ha caducado y hasta las empresas tecnológicas como IBM contratan a los que saben trabajar en grupo. A principios de los 2000 una investigación de una consultora señaló que el principal motivo por el que los estadounidenses dejan su trabajo es la falta de habilidades sociales de su jefe. El individualismo ya no vale.

P. ¿Por qué se les considera los padres del aprendizaje cooperativo? ¿Qué han aportado que no hicieran las investigaciones previas?

R. Se nos puede considerar los pioneros del aprendizaje cooperativo de la edad moderna, pero antes de nosotros hubo decenas de autores. El filósofo romano Séneca abogaba por este tipo de aprendizaje con afirmaciones como Qui docet discet, que quiere decir que el que enseña aprende dos veces. En el movimiento por la escuela pública de los Estados Unidos de comienzos del siglo XIX también hubo una fuerte defensa de esta corriente. No es algo nuevo. El hecho de enfrentarse a puntos de vista opuestos genera incertidumbre y conduce a la persona a buscar más información para conseguir una conclusión más refinada y razonada. Además, nuestros estudios demuestran que el alumno debe reestructurar la información para retenerla en la memoria y una forma de lograrlo es explicar algo en voz alta a un tercero.

P. De sus estudios se desprende que el aprendizaje cooperativo exige más esfuerzo y pese a ello resulta más atractivo para los estudiantes.

R. Los beneficios se pueden dividir en tres grandes grupos: un mayor esfuerzo para el logro, una mejora de las relaciones interpersonales y también de la salud psicológica. El cooperativo es más complejo que el individualista porque el alumno tiene que conectar al mismo tiempo con la tarea que debe realizar y con el grupo. Los miembros del equipo tienen que aprender a liderar, a decantarse por un punto de vista, a comunicar o a manejar los conflictos. Nuestras investigaciones demuestran que trabajan más duro cuando lo hacen en grupo que en solitario. Aumenta la retención de información, tienen mayor capacidad para desarrollar argumentos, mayor motivación para seguir aprendiendo después de clase y mejores estrategias para la resolución de problemas.

P. Parece que los estudiantes que cooperan saben manejar mejor su carácter y tienen mayor resistencia a la ansiedad. ¿Por qué?

R. Cada vez que dos estudiantes trabajan juntos, la relación cambia: se entienden mejor, se aceptan y se apoyan mutuamente tanto en lo académico como en lo personal. Cuando no compiten, mejora su salud mental; ganan autoestima y mejora su habilidad para lidiar con el estrés. El grado de vinculación emocional entre los estudiantes tiene un profundo efecto en su comportamiento en el aula. Cuanto más positiva es esa relación, menores son las tasas de absentismo y de abandono. El sentimiento de responsabilidad sobre el grupo incentiva las ganas de emprender proyectos de mayor dificultad y mejora la motivación y la persistencia para alcanzar una meta conjunta. El grupo se siente unido frente a ataques externos o críticas y crece el compromiso por el crecimiento personal y académico del resto de miembros del equipo. Los niños que requieren tratamiento psicológico suelen tener menos amigos y sus amistades son menos estables a largo plazo. La esencia de la salud psicológica es la habilidad de construir, mantener y modificar las relaciones con los demás para conseguir determinados objetivos. Los que no son capaces de gestionarlo suelen presentar mayores niveles de ansiedad, depresión, frustración y sentimientos de soledad. Son menos productivos y más inefectivos en combatir la adversidad.

Fuente de la Entrevista:

https://elpais.com/economia/2017/10/02/actualidad/1506942650_496359.html

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El curso escolar, en el curso de la recuperación

Cuba / 8 de octubre de 2017 / Autor: Margarita Barrios / Fuente: Juventud Rebelde

El sistema nacional de enseñanza sufrió una fuerte afectación con el paso del huracán Irma, pero con el decisivo aporte de los maestros y sorteándose no pocas dificultades, el actual período lectivo ha continuado

Irascible y sin compasión alguna, con su frenético vendaval y su fuerza destructora, el huracán Irma causó no pocos estragos en una buena parte del territorio nacional. Muchas instituciones educativas no escaparon a la furia del poderoso evento meteorológico y resultaron dañadas, justamente a menos de una semana de haberse iniciado el presente curso escolar.

«La situación se tornó bien compleja», comenta ahora, en entrevista exclusiva con Juventud Rebelde, la viceministra primera del Ministerio de Educación (Mined), Cira Piñeiro Alonso.

«Un total de 2 264 escuelas se vieron afectadas, o sea, el 21,2 por ciento del total de las instituciones educacionales del país. De ellas, seis fueron derrumbes totales: dos en Holguín, igual número en Ciego de Ávila, una en Villa Clara, así como la escuela especial de Santa Cruz del Norte, en Mayabeque, y la Dirección Municipal de Educación de Yaguajay».

Sin embargo, a la semana siguiente del paso de Irma el empeño fue reiniciar las clases, para que no se atrasaran los programas de estudio y darle la tranquilidad a la familia de que sus hijos estaban de nuevo en las escuelas, expresó.

«Eso conllevó un esfuerzo grande, porque muchos de nuestros maestros, directivos y trabajadores de los centros escolares habían perdido sus viviendas o tenían serias dificultades. Aunque hay una disposición especial para los trabajadores que están en esa situación, les pedimos un esfuerzo y hubo una respuesta positiva.

«De la labor de los maestros dependía que la familia pudiera dedicarse a la recuperación. Con los muchachos en la escuela       tenían más tiempo para resolver los problemas de la vivienda, ayudar en el acondicionamiento de sus centros laborales o incorporarse a la producción y los servicios, lo cual era fundamental», precisó.

El reinicio de las actividades educacionales no fue una decisión a nivel de país, sino que partió de la evaluación de cada Consejo de Defensa, puntualizó la directiva.

«La enseñanza más afectada fue la primaria, porque es la que tiene mayor número de centros escolares, incluso en lugares intrincados de la geografía cubana. Pero se buscaron varias alternativas», subrayó.

Una de las principales fue reubicar a los estudiantes en los centros que no tenían daños de consideración y alternar los grupos en las aulas. Se organizó una sesión de clases, y en la otra, actividades deportivas, culturales, políticas. Llegaron a realizarse trabajos de recuperación en la propia escuela o en la comunidad.

Otra iniciativa, precisó Cira Piñeiro, fue el acondicionamiento de locales de organismos e instituciones del territorio. También 133 familias prestaron espacios de sus casas para impartir la docencia. «En estos momentos solo tenemos dos instituciones que no han podido reiniciar sus actividades. Son círculos infantiles de la provincia de Camagüey, que por las características de las edades de los niños es más difícil reubicarlos cuando no es posible hacerlo en un centro de ese mismo nivel educativo», destacó.

—En los centros dañados, ¿cómo han enfrentado el proceso de recuperación? ¿En qué estadío se encuentran esas labores?

—Tenemos 1 017 instituciones educacionales que ya han sido recuperadas. Hay que reconocer el esfuerzo realizado por brigadas constituidas fundamentalmente por trabajadores de los propios centros, en las cuales han participado también estudiantes de los politécnicos de las especialidades de    Construcción y Electricidad.

«Se trató de reutilizar todo lo  posible, para así no gastar tantos recursos: los techos de zinc, los ventanales… Los consejos de defensa municipales y provinciales han apoyado con mucha prioridad el proceso de recuperación de las instituciones escolares».

La Viceministra primera destacó que los recursos que tenían las escuelas fueron puestos a buen recaudo, por lo cual no se perdieron computadoras, televisores, videos, entre otros medios que son costosos. Hay una parte del material escolar que la tienen los niños en sus casas.

Explicó que los alumnos se llevaron esos materiales a los centros de evacuación, otros los preservaron en casas de vecinos que estaban seguras, o los dejaron en los centros escolares. «Siempre hubo pérdidas, argumentó, pero disponemos de una cobertura en los municipios de educación para su redistribución», resaltó.

—Algunas instituciones escolares sirvieron como centros de evacuación y todavía hay personas albergadas…

—Sí, tuvimos un grupo importante de instalaciones que se utilizaron como centros de evacuación. Tenemos todavía 15 escuelas de los territorios de Mayabeque, Matanzas, Villa Clara, Ciego de Ávila y Camagüey con personas albergadas. Los alumnos de esos centros se han reubicado, y algunas de las escuelas que sirven de alojamiento son muy grandes, por lo que se mantienen en ellas ambas funciones.

«También en estos planteles tuvieron un papel importante los trabajadores de la educación, pues no solo preservaron los centros, sino que atendieron a los evacuados.

«De manera especial, acotó, estamos ocupándonos de los estudiantes que están evacuados, para que asistan al centro escolar que les queda más cerca del lugar donde residen temporalmente ahora. Si es una instalación educacional y hay matrícula suficiente, allí mismo se les imparten las clases», destacó la Viceministra.

—¿Fueron afectadas las instalaciones pioneriles?

—Un total de 43 centros de este tipo sufrieron daños. De ellos se han recuperado diez con recursos propios. Algunos tenían condiciones constructivas muy difíciles y se han incluido en los planes territoriales de inversiones. Ahora se incorporan a los programas de recuperación.

«Es necesario que estén listas lo más rápido posible, porque constituyen un apoyo fundamental para la formación vocacional y la orientación profesional, que es una prioridad de nuestro sistema educativo».

—El sistema nacional de enseñanza había propuesto comenzar el proceso de Perfeccionamiento de manera experimental en 154 escuelas de todos los niveles. ¿Cómo van a enfrentar esa tarea?

—El grueso de las escuelas que se escogieron para ese proceso están en los municipios cabecera y no han tenido grandes afectaciones. Ahora, en los primeros días de octubre funcionarios del Ministerio de Educación realizarán un recorrido por todo el país para revisar cómo va el proceso docente-educativo, y uno de los temas que se revisarán es, justamente, este.

—¿Qué enseñanzas dejó para el Ministerio de Educación  la situación vivida tras el paso del huracán?

—La temporada ciclónica coincide con el inicio del curso escolar, por lo tanto es imprescindible sacar experiencias para perfeccionar el trabajo. Hay medidas que fueron efectivas porque se pudieron proteger los recursos principales; pero, por ejemplo, en lo referido a la base material de estudio que tiene el alumno en su casa, hay que establecer una normativa para su protección.

Explicó la Viceministra que si la escuela no tiene una cubierta fuerte, hay que garantizar al menos un local con un techo que resista, para poder resguardar allí los medios de enseñanza y no tener que trasladarlos, que toma mayor tiempo y recursos.

«Será necesario también pensar en cómo proteger el mobiliario escolar, pues las mesas si se mojan se dañan, y no es lo mismo amontonar libros, objetos más pequeños. Para los muebles se necesita un mayor espacio», destacó.

En su análisis puntualizó la necesidad de tener focalizados los lugares alternativos para reiniciar las actividades docentes en caso de que la escuela esté dañada, así como analizar la posible reubicación de centros escolares situados en zonas de inundación.

«Nos afectó mucho la falta de fluido eléctrico. Siempre se puede comenzar sin utilizar los medios, porque tenemos el maestro con la tiza, pero el bombeo de agua para el saneamiento del centro es fundamental. La poda de árboles es fundamental. Por no prever esta acción se dañaron muchas de nuestras instalaciones. Algunos de estos temas nos trascienden, por lo que será necesario un análisis más amplio e integral para buscar las soluciones», argumentó.

 

Perjuicios en datos

277 círculos infantiles

1 183 escuelas primarias

105 escuelas especiales

313 secundarias básicas

100 preuniversitarios

6 facultades obrero-campesinas

130 politécnicos

8 escuelas pedagógicas

43 instalaciones pioneriles (palacios o campamentos)

3 entidades subordinadas al Mined

96 instalaciones de diferentes tipos (almacenes, dependencias de las direcciones municipales de Educación, bibliotecas)

Fuente: Mined

Fuente de la Entrevista:

http://www.juventudrebelde.cu/cuba/el-curso-escolar-en-el-curso-de-la-recuperacion

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