Otra mirada a la educación en México

Por: Manuel Gil Antón

“Por experiencias anteriores, escribe Sábato en “Informe sobre ciegos”, sabía que llegado a un punto no vale la pena repetir los mismos razonamientos porque se forma una huella mental que impide salidas laterales.” Con independencia del contexto en que esta reflexión fue escrita, tiene miga en nuestros días.

¿Cómo pensar y diseñar el regreso a clases presenciales luego del confinamiento? Advierto una tendencia dominante en las autoridades: volver, cuanto antes, a lo mismo con modalidades que se ajusten a la precaución sanitaria – personal educativo vacunado; de manera voluntaria y escalonada; tras reparar en lo posible los daños a la infraestructura derivados de meses sin uso ni mantenimiento (con el esfuerzo y no pocos recursos del personal docente y las familias); usando filtros para detectar contagios, y combinar actividades en los planteles con sistemas de escolarización remota. El anuncio oficial es que será, en la mayor parte del país, si los indicadores de la epidemia no varían, el lunes 7 de junio.

Urge volver a clases. Se necesita retornar a la cercanía física con los otros, si bien cuidadosa, parte fundamental del proceso formativo, luego de tantos meses en que se decidió cerrar los planteles.

El problema central, a mi juicio, es que la orientación es “regresar a lo mismo”. Empleamos razonamientos semejantes en cuanto a lo que hay que recuperar, sin advertir que estamos operando con una huella mental inamovible que cancela salidas laterales. Volver, con precaución al pasado, sin hacernos cargo de lo sucedido ni acusar recibo del impacto que sobre los procesos educativos ha tenido la pandemia.

¿Acaso no ha sido palmario que los planes y programas de estudio están repletos de información irrelevante, con muy poca atención a los procesos cognitivos fundamentales que hacen factible el aprendizaje? Por eso lo que se trasladó a las casas, con el falso nombre de aprender en ella, fue el añejo vicio de inundarlas de tareas que atarean y atarantan. A fuer de hacer de cuenta que no pasaba nada más que un “cambio” en el formato de la enseñanza desde arriba, con el uso de sistemas digitales (cuando era posible por acceso a ellos), la tele o cuadernillos, se desperdició la oportunidad de abrir espacios a la creatividad del magisterio con el fin de fortalecer las estructuras intelectuales que dan cimiento al saber: leer, escribir, reflexionar, argumentar con orden, así como dar solidez a un sistema lógico que está en la base del proceder matemático. Para ello, hubiera sido necesario zafar nuestro entendimiento de los procedimientos escolares acostumbrados y, no sin fallas, intentar caminar por otras sendas. No fue autorizado: predominó remedar, ¿remendar?, la senda trillada.

Del mismo modo que renunciamos a pensar de otra manera frente a un acontecimiento inédito, corremos el riesgo de hacer lo mismo sin atrevernos a sacar un saldo reflexivo de lo vivido en estos largos meses.

Otras maneras de volver a las escuelas no son parte de la discusión. Las pantallas que son ventanas para comunicarnos, al mismo tiempo están siendo espejos donde se refleja nuestra forma de enfrentar el vínculo pedagógico. Y lo que vimos, en general, fueron hábitos y formas cristalizadas de lanzar mensajes, los que saben, para que los cacharan los ignorantes.

Decía Machado: “Se miente más de la cuenta/ por falta de fantasía: / también la verdad se inventa”. El control aplastó a la libertad: la huella mental, tan cómoda y conocida, impide trazar otras salidas. ¿No hay de otra?

Fuente: educacionfutura

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Francia: Al comenzar un nuevo año académico, la UNESCO advierte que sólo un tercio de los estudiantes volverán a la escuela

Al comenzar un nuevo año académico, la UNESCO advierte que sólo un tercio de los estudiantes volverán a la escuela

París, 1º de septiembre – Este año, 900 de los 1.500 millones de estudiantes que hay en el mundo de preescolar a secundaria volverán a la escuela entre agosto y octubre. Sin embargo, según las cifras de la UNESCO, sólo la mitad de ellos -433 millones en 155 países- volverán a las aulas en ese lapso. Teniendo en cuenta que 128 millones de estudiantes que se encuentran a mitad del año académico, un total de 561 millones de estudiantes, es decir, uno de cada tres, asistirá a clases durante este período.

Mil millones de estudiantes, dos tercios de la población estudiantil mundial, se enfrentan al cierre de escuelas o a la incertidumbre. Las poblaciones más vulnerables, en particular las niñas, corren un riesgo especial.

La UNESCO ha subrayado que para más de la mitad de los 900 millones de estudiantes que comienzan el nuevo año académico, se espera que la escolarización sea totalmente remota, o para algunos, una mezcla de aprendizaje a distancia y en el aula. Sin embargo, la mayoría de esos estudiantes y sus familias siguen esperando una orientación clara sobre lo que se espera cuando comience el año académico 2020-21, aunque las fechas de inicio previstas están a pocas semanas de distancia.

Esta situación plantea problemas importantes, habida cuenta de las persistentes desigualdades asociadas con la enseñanza a distancia, que afectan en particular a las poblaciones vulnerables.

«La crisis educativa sigue siendo grave», dijo Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, el principal organismo de las Naciones Unidas para la educación en todo el mundo. «Varias generaciones se enfrentan a la amenaza del cierre de escuelas, que afecta a cientos de millones de estudiantes y ha durado muchos meses. Se trata de una emergencia para la educación mundial», añadió.

Hasta la fecha, los estudiantes del mundo han perdido un promedio de 60 días de escolaridad desde que comenzaron los cierres, en febrero y marzo. En una situación así, el riesgo de abandono escolar, la disminución de la calidad del aprendizaje y los impactos sociales y económicos negativos es alto. Por lo tanto, es fundamental que las autoridades educativas trabajen rápidamente para determinar la mejor manera de garantizar un regreso seguro a la escuela, protegiendo al mismo tiempo la salud y la seguridad de los estudiantes y el personal educativo.

Para ayudar a los países a preparar el calendario, las condiciones y los procesos de reanudación de las instituciones educativas, la UNESCO, en colaboración con el UNICEF, el PMA y el Banco Mundial, ha elaborado un marco para la reapertura de las escuelas y están trabajando en estrecha colaboración con los ministerios de educación en planes para que los estudiantes vuelvan a las aulas.

La UNESCO, por conducto de la Coalición Mundial para la Educación, está poniendo en marcha la campaña #LaeducaciónContinúa para garantizar la continuidad del aprendizaje de las niñas durante el cierre de las escuelas y su regreso seguro cuando vuelvan a abrirlas, a la luz de los numerosos obstáculos a los que se enfrentan fuera del ámbito de la educación, entre ellos el embarazo en la adolescencia, el matrimonio precoz y forzoso y la violencia. Por conducto de las asociaciones de la Coalición, se ha elaborado un conjunto de instrumentos de comunicación y promoción y una guía para el regreso de las niñas a la escuela, que se están difundiendo a todos los agentes interesados.

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/al-comenzar-nuevo-ano-academico-unesco-advierte-que-solo-tercio-estudiantes-volveran-escuela

 

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