España: Estos son todos los cambios en la escuela que trae la nueva ley educativa que se vota este jueves

Europa/España/Noviembre 2020/elpais.com

La ‘ley Celaá’ potencia la enseñanza pública, limita las repeticiones, reequilibra las competencias entre el Gobierno y las comunidades y quita al castellano la condición de lengua vehicular

El Congreso de los Diputados vota este jueves la que parece destinada a convertirse en la octava ley educativa de la democracia, la Lomloe (Ley Orgánica de Modificación de Ley Orgánica de Educación), más conocida como ley Celaá. El Gobierno aprobó en mayo un proyecto de ley que ha experimentado importantes cambios en las últimas semanas por la vía de las enmiendas. En verano, tras ser derrotados en la votación sobre medidas educativas incluidas en el dictamen de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica, los socialistas y Podemos hicieron cálculos y llegaron a varias conclusiones. Los apoyos de Ciudadanos y el del PNV resultaban incompatibles en materia educativa (como había demostrado su fracaso al intentar una propuesta de compromiso de amplio espectro, con cesión sobre la concertada incluida, en el dictamen de la Comisión de Reconstrucción). El acuerdo con el PP (que se había intentado sin éxito en otras legislaturas) y con Vox resultaban inviables. Y el único camino, pensaron, para llegar a la mayoría absoluta (176 de los 350 escaños) pasaba por alcanzar una alianza con los partidos nacionalistas y los pequeños.

Así se explican los cambios que se han introducido en el texto aprobado por el Consejo de Ministros: hacia una mayor descentralización (en la cual se enmarca la decisión más polémica: el gesto de apoyo al modelo de inmersión lingüística en Cataluña plasmado en la eliminación del castellano como lengua vehicular) y hacia la izquierda (con un mayor subrayado a favor de la escuela pública y un mayor control de la concertada, que se ha opuesto a la norma).

Si no se tuercen las cosas en el último momento las modificaciones permitirán que, a diferencia de lo que sucedió en verano, esta vez la iniciativa del Gobierno salga adelante. Pero los cambios también hacen más difícil pensar que la nueva ley pueda resistir a un cambio de color en el Ejecutivo (como tampoco lo hicieron las anteriores). Estas son las principales medidas que recoge el proyecto de ley.

Medidas contra la segregación escolar

La ley incluye una batería de medidas encaminadas a corregir la distribución del alumnado desfavorecido entre las redes pública y concertada, que ahora se matricula de forma desproporcionada en la primera. Por ejemplo, en la pública estudian nueve de cada 10 chavales de los hogares con menor renta. Las comunidades deberán establecer “una proporción equilibrada del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo que deba ser escolarizado en cada uno de los centros públicos y privados concertados”. Las actividades extraescolares de pago no podrán ofertarse en horario escolar. Se crean oficinas de garantías que velarán por el proceso de admisión y a las que los padres podrán dirigirse para realizar la matrícula, reduciendo la capacidad de maniobra de los centros para elegir a los alumnos. Se prevé la reducción de ratios en entornos desfavorecidos.

El criterio principal para adjudicar una plaza será la cercanía al domicilio y, casi al mismo nivel, la renta familiar. Todos los centros estarán obligados a aceptar un porcentaje de la llamada matrícula viva: la de alumnos, normalmente hijos de inmigrantes, que llegan tras la finalización del periodo de admisión ordinario o con el curso ya empezado y suelen acabar mayoritariamente en centros públicos. Los Ayuntamientos no podrán ceder suelo para construir centros educativos que no sean públicos. Se suprime el concepto de “demanda social” a la hora de programar las plazas educativas, y se subraya que la “educación pública constituye el eje vertebrador del sistema educativo”, instando a las comunidades a garantizar plazas suficientes en esta red.

Limitación de repeticiones

En España ha repetido en torno al 31% de los alumnos de 15 años, casi el doble que en el resto de países desarrollados. El hecho de que el porcentaje de quienes no consiguen el título de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) alcance al 25% refleja, además, la escasa eficacia de la repetición para mejorar la trayectoria educativa del alumnado, según ha advertido Enrique Roca, presidente del Consejo Escolar del Estado. Además, solo en la ESO la repetición tiene un coste de 3.340 millones de euros al año, según cálculos del Ministerio de Educación. La nueva ley prevé que solo se pueda repetir una vez en primaria y dos como mucho en toda la enseñanza obligatoria, y que lo decida el equipo docente sobre la base de qué será más favorable la evolución académica del alumno, sin que dependa directamente de haber suspendido más de dos asignaturas. El título de bachillerato también podrá obtenerse “excepcionalmente” con un suspenso si los profesores creen que ha alcanzado los objetivos de la etapa.

Nuevo equilibrio entre el Gobierno y las comunidades autónomas

La ley aprobada hace siete años por el PP reforzó las competencias educativas del Gobierno (por ejemplo en la fijación del currículo, formado por el conjunto de objetivos, contenidos y criterios de evaluación), la nueva norma vira hacia un modelo en el que las comunidades tienen más competencias y participación. El Ministerio de Educación fijará el 50% del currículo en las comunidades con lengua cooficial (en lugar del 55% como hacía con la anterior ley educativa elaborada por el PSOE; con la última, del PP, es imposible comparar porque sustituyó el modelo de porcentajes por un complejo reparto de asignaturas que daba preeminencia al Gobierno) y el 60% (en vez del 65%) en las que no la tienen. La ley también prevé que los centros educativos fijen parte del mismo en una proporción que deben determinar las autonomías. Las comunidades estarán presentes en el futuro Instituto de Desarrollo Curricular, que tendrá la misión de actualizar regularmente el currículo. Y la ley prevé que el ministerio las consulte, en el seno de la Conferencia Sectorial de Educación, antes de tomar diversas decisiones.

El castellano deja de ser vehicular

En la nueva ley el castellano deja de ser lengua vehicular, una expresión que introdujo el PP en la norma que aprobó en 2013, que también figuraba en el proyecto de ley aprobado por el Gobierno y fue suprimida a través de una enmienda pactada por los socialistas, Podemos y ERC. La decisión tiene un alcance práctico limitado a corto plazo: el Tribunal Constitucional y el Supremo ya han resuelto que el castellano debe ser lengua vehicular y utilizarse en al menos un 25% del horario lectivo en Cataluña (la comunidad donde funciona desde hace décadas el sistema de inmersión lingüística y concentra la polémica), y a pesar de ello la Generalitat solo ha aplicado las sentencias en unas decenas de casos y después de que las familias recurriesen de forma individual a los tribunales. Y ninguna de ambas circunstancias cambiará tras la aprobación de la ley.

La decisión sí tiene una gran valor simbólico y supone un reconocimiento implícito al modelo de inmersión lingüística. Las entidades que reclaman que el castellano también se use en Cataluña creen que dificultará su ya penoso camino ante los tribunales para que la Generalitat cumpla las sentencias del Constitucional y el Supremo. El Gobierno destaca, por su parte, que lo importante es que la ley establece que los alumnos deben acabar la enseñanza obligatoria con un “dominio pleno” tanto del castellano como de la lengua cooficial. Y que cuando ello no esté sucediendo en un centro las comunidades deben adoptar las medidas necesarias para corregirlo.

Niños y letreros en catalán en un aula del colegio público Reina Violant, en Barcelona.
Niños y letreros en catalán en un aula del colegio público Reina Violant, en Barcelona. (C)CARLES RIBAS /

Menos itinerarios y diversificación curricular

La norma elimina los itinerarios educativos que separaban de forma temprana a los alumnos en la ESO introducidos por la norma del PP, la ley Wert, parte de los cuales no llegaron a aplicarse. En tercero, los alumnos que vayan mal podrán matricularse en un programa de diversificación curricular (que implica, entre otras medidas, hacer más sencillo el currículo), que continuará en cuarto y permitirá obtener el título de la ESO. Estos programas de diversificación son, para el experto educativo Lucas Gortázar, ahora en Esade, uno de los puntos fuertes de la ley.

Evaluaciones diagnósticas en vez de reválida

La ley cambia el modelo de reválidas implantado por el PP por cuatro pruebas diagnósticas. En cuarto de primaria y segundo de la ESO todos los alumnos harán unos exámenes para evaluar sus competencias, que los centros deberán utilizar para aplicar planes de “mejora” y “equidad”. Y en sexto de primaria y cuarto de secundaria también se realizarán pruebas, aunque en este caso solo con una muestra de alumnos y cada varios años, que en este caso servirán como “evaluación general del sistema educativo” a imagen de los exámenes de PISA. Tantos unos como otros tendrán un carácter meramente “informativo y orientador para los centros, las familias y el conjunto de la comunidad educativa” y no podrán utilizarse para establecer clasificaciones de centros. Muchos especialistas, como Juan Manuel Escudero, catedrático emérito de Organización Escolar de la Universidad de Murcia, han venido reclamando más información sobre el sistema para poder mejorarlo y evaluar las medidas que se adoptan.

Cuatro tipos de bachillerato y ciclos en primaria

A las tres modalidades actuales de bachillerato, que son los de Humanidades y Ciencias Sociales, Ciencias (que ahora se llamará Ciencias y Tecnología) y Artes, se sumará una cuarta, llamada General. Contendrá aspectos tanto de la rama científica como de la de letras, y está pensada para aquellos alumnos que al acabar la ESO (normalmente con 16 años) no se han decidido por una u otra vía. La etapa de primaria volverá a estar agrupada en ciclos de dos cursos, reduciendo su compartimentación. Y se simplificará el modelo de asignaturas de la ley Wert, reduciéndolas a obligatorias y optativas (ya no habrá las llamadas de libre configuración).

Los centros decidirán parte de las horas de clase

Los centros educativos desarrollarán parte del currículo, esto es, podrán decidir “un porcentaje de los horarios escolares”, que deberán orientarse al trabajo de las competencias básicas. Las comunidades decidirán qué porcentaje de las horas pueden fijar (que se descontará del 50% que pueden fijar ellas; la otra mitad corresponde al ministerio). En Portugal, donde los colegios gestionan una cuarta parte del horario, el aumento de la autonomía ha dado buenos frutos.

Fusionar asignaturas

La agrupación de asignaturas por ámbitos de conocimiento ―impartir conjuntamente, por ejemplo, Matemáticas, Biología y Geología y Tecnología― ha funcionado bien desde mediados de los años noventa, cuando empezó a utilizarse en grupos de alumnos que iban mal en los programas de diversificación curricular. Con la pandemia, el Gobierno ha permitido a las comunidades generalizarlo a cualquier curso y grupo de la enseñanza obligatoria (salvo cuarto de la ESO), y la ley consolida el cambio. La primera autonomía en proponerlo fue la Comunidad Valenciana. Su consejero de Educación, Vicent Marzà, argumentó que los alumnos que llegan a los institutos desde la escuela pasan a tener de golpe “más asignaturas que años” y otros tantos profesores, lo que dificulta su adaptación y puede explicar, en parte, la elevada tasa de repetición de los primeros cursos de la ESO.

Puentes entre las 17 aulas virtuales autonómicas

El Ministerio de Educación impulsará la compatibilidad de las aulas virtuales autonómicas. Cada autonomía ha optado por la suya, lo que dificulta el intercambio de contenidos. Las aulas virtuales deberán permitir que los docentes creen fácilmente materiales para sus asignaturas. Deberá mejorarse la formación inicial y continua del profesorado al respecto, que la pandemia ha demostrado insuficiente.

Solidaridad interterritorial

La norma recupera los planes de cooperación interterritorial que creó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para inyectar fondos en los sistemas educativos autonómicos y contribuir al “equilibrio territorial”. Tendrán prioridad los programas dirigidos a potenciar la escolarización “asequible” de cero a tres años, la FP, la educación inclusiva, el plurilingüismo y la escuela rural, así como los diseñados para reducir el abandono temprano,

Igualdad de género

La ley hace hincapié en la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, uno de los elementos transversales en todas las áreas de conocimiento. Las comunidades deberán impulsar la presencia de mujeres en las ramas formativas con menor presencia femenina y la masculina en aquellas con escaso número de hombres. Los colegios que segreguen por sexos no podrán ser concertados. Y desde el proyecto educativo con el que se presenten los aspirantes a dirigir un centro hasta los libros de texto, pasando por la formación del profesorado, deberán fomentar la igualdad.

Escuelas sostenibles

Para promover «la cultura de la sostenibilidad ambiental” y contribuir a frenar el cambio climático, las comunidades deberán reducir el impacto ecológico de los centros educativos, en coordinación con las instituciones y organizaciones de su entorno. También deberán crear “caminos escolares seguros”, como los que han ido poniendo en marcha distintos Ayuntamientos, como Barcelona o Valencia, para ir a clase a pie, y “promover los desplazamientos sostenibles” al colegio.

Más competencias para el consejo escolar

El Consejo Escolar, en el que participan profesores, familias y, a partir de secundaria, los alumnos, recupera las competencias que perdió con la ley Wert, que lo limitó a funciones informativas. Entre ellas: aprobará el proyecto educativo y la programación general del centro y participará en la selección del director.

Alumnos en una clase del colegio público López Ferreiro de Santiago de Compostela.
Alumnos en una clase del colegio público López Ferreiro de Santiago de Compostela. OSCAR CORRAL / EL PAÍS

Educación especial

La ley sienta las bases para una progresiva transición desde un modelo con dos redes educativas paralelas, una ordinaria y otra especial, a la que asisten unos 35.000 alumnos con discapacidad, que el Comité de Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas considera segregador, a otro que integre más ambas. A corto plazo, la norma contempla que las discrepancias sobre el tipo de centro en el que deben ser matriculados los alumnos con discapacidad deberá resolverse “siempre teniendo en cuenta el interés superior del menor y la voluntad de las familias que muestren su preferencia por el régimen más inclusivo”. Una fórmula con la que fuentes del grupo socialista esperan que terminen los casos en los que los alumnos son obligados a acudir a centros especiales contra el criterio de sus padres.

Al mismo tiempo, el Gobierno y las comunidades diseñarán un plan para que, en 10 años, “los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad”. Las Administraciones seguirán financiado los centros especiales para que, “además de escolarizar a los alumnos y alumnas que requieran una atención muy especializada, desempeñen la función de centros de referencia y apoyo para los centros ordinarios”, en línea con el sistema que se ha implantado con éxito en Portugal. El PP, Vox y Ciudadanos defienden, en línea con lo que sostiene un importante sector de los colegios especiales y muchas familias y asociaciones, que esta segunda referencia recogida en la ley supone en realidad la puesta en marcha de un plan que conducirá al cierre de la mayoría de estos centros y que puede obligar a niños con necesidades educativas especiales a acudir a escuelas ordinarias contra el criterio de los padres y generando problemas educativos y de inclusión para los menores.

Religión

La asignatura de Religión será de oferta obligatoria, pero dejará de contar en la nota media del expediente (lo que tiene importancia para el acceso a la universidad y la obtención de becas) y de tener una materia alternativa que deban cursar quienes no la elijan. La ley no dice en qué horario debe ofertarse, lo cual queda en manos de las comunidades.

Asignatura de valores cívicos

En uno de los cursos del último ciclo de primaria (quinto o sexto) y en otro de secundaria se estudiará la asignatura de Valores Cívicos y Éticos, centrada especialmente en los Derechos Humanos y de la Infancia, los recogidos en la Constitución española, la igualdad de género, la cultura de la paz, la función social de los impuestos y “el respeto por el entorno y los animales”, entre otros elementos.

Cada alumno tendrá un número identificativo

Los alumnos tendrán un número identificativo para facilitar el «intercambio de la información relevante” y “el seguimiento de las trayectorias educativas individualizadas”, con el objetivo de mejorar la estadística educativa, dentro de los márgenes que establece la normativa de protección de datos.

Apartar a los malos profesores

Los funcionarios “que muestren una manifiesta falta de condiciones para ocupar un puesto docente o una notoria falta de rendimiento» podrán ser “removidos de su puesto” y destinados a “tareas que no requieran atención directa con el alumnado”.

Planes para futuras pandemias (u otras emergencias)

El cierre de los centros escolares en marzo demostró que que el sistema no estaba preparado para dar el salto a una modalidad a distancia. El ministerio y las comunidades “definirán un plan de contingencia para dar continuidad a la actividad educativa de modo que garantice el derecho a la educación del alumnado en cualquier circunstancia”. El “plan de contigencia para situaciones de emergencia” abordará la organización del centro, la coordinación de los docentes y la comunicación con las familias, además de garantizar la competencia digital de alumnos y profesores y asegurar los medios técnicos.

Nuevo acceso docente e incremento del gasto público

La ley da un año al Gobierno para presentar un sistema de acceso a la profesión docente, y de formación inicial y permanente. La norma concede dos años al Ejecutivo para formular un plan de aumento del gasto público con el que cumplir los objetivos de la ley. El mismo contemplará el aumento del gasto público educativo hasta el 5% del PIB, el porcentaje que alcanzó en 2010 antes de caer por la crisis. El año pasado no llegó al 4,2%.

Educación infantil

En un año el Ejecutivo deberá presentar un plan a ocho años vista para ampliar de forma “suficiente y asequible” la oferta pública de plazas de cero a tres años, procurando su gratuidad y «priorizando el acceso del alumnado en situación de riesgo de pobreza”.

Calendario de aplicación

El Gobierno espera que el Senado ratifique la ley antes de fin de año para que la Lomloe esté en vigor para el próximo proceso de escolarización, que suele empezar en marzo. El calendario establece que a su entrada en vigor (20 días después de su publicación en el BOE) serán automáticamente aplicables los cambios que afectan a la admisión de alumnos, la autonomía de los centros docentes y las competencias de los consejos escolares. Y el curso siguiente se implantarán las modificaciones en materia de evaluación, repetición, titulación, organización y currículo.

Fuente: https://elpais.com/educacion/2020-11-18/estos-son-todos-los-cambios-en-la-escuela-que-trae-la-nueva-ley-educativa-que-se-vota-hoy.html

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El Salvador, un ejemplo en educación alimentaria y nutricional

El Salvador/20 de Noviembre de 2017/Rebeliòn

En el municipio de Atiquizaya, ubicado a 83 kilómetros al norte de la capital de El Salvador, se viene implementado desde el 2013 la iniciativa Escuelas Sostenibles, una referencia de los programas de alimentación escolar sostenibles. 

La iniciativa se lleva a cabo por medio de la articulación entre los diversos sectores relacionados a la alimentación escolar, la participación social, la educación nutricional y alimentaria para la promoción de hábitos saludables por medio de huertos escolares, la adopción de menús adecuados y la compra de productos de la agricultura familiar local para la alimentación escolar.

Todos los días, la alimentación escolar de los estudiantes de 22 centros escolares del municipio se enriquece con los vegetales cosechados en los huertos implementados en las escuelas y con los alimentos producidos por los agricultores familiares de la región.

Esta tecnología social salvadoreña es una de las finalistas del Premio Fundación Banco do Brasil, en la Categoría Internacional.

El Premio busca promover las tecnologías sociales como herramientas de bajo costo y con participación de las comunidades para el desarrollo sostenible. Esta fue la primera edición que contó con la participación de tecnologías internacionales.

Las categorías de la premiación están alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agenda 2030.

Una iniciativa que involucra a todos

En la iniciativa de las Escuelas Sostenibles de El Salvador, las madres preparadoras del refrigerio escolar recibieron capacitación adecuada en temas de inocuidad de alimentos y manipulación apropiada con el fin de promover los hábitos higiénicos dentro de la cocina de cada centro escolar.

Además, se mejoró la infraestructura de cocinas, comedores y bodegas de los establecimientos de enseñanza.

La metodología moviliza a profesores, padres y alumnos, gobierno y sociedad civil para la planificación y la ejecución integradas de las actividades para que la iniciativa alcance su éxito.

El jefe de la Unidad de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Atiquizaya, Moisés Moran Murga, señaló que la iniciativa “permitió la unión de varios actores para promover el desarrollo de la economía local, con la compra de productos de la agricultura familiar, para asegurar una alimentación completa a los niños en edad escolar, así como contribuyó al cambio cultural en la alimentación de las familias”.

Huertos escolares

De 2013 a 2017, por medio de las Escuelas Sostenibles, se implantaron huertos escolares en 22 unidades de enseñanza en Atiquizaya, de los cuales el municipio mantiene 17. Diariamente, alrededor de 30.400 alumnos reciben alimentos, incluyendo frutas y verduras, además de educación alimentaria y nutricional.

Participan 147 asociaciones de productores que suministran frutas, verduras y huevos a las escuelas. El proyecto fue replicado en otros dos municipios del país, Izalco y Jiquilisco.

Premio

Realizado cada dos años, el Premio Fundación BB de Tecnología Social 2017 tiene la cooperación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) y el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), del Banco Mundial, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social (BNDES). La ceremonia de premiación se realizará el 23 de noviembre, en la ciudad de Brasilia, Brasil.

Los finalistas internacionales recibirán trofeos y un video acerca de la iniciativa, además de participar en el Foro Internacional de Tecnología Social, que se llevará a cabo días 21 y 22 de noviembre, en la capital de Brasil.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=234239

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España: Una escuela sostenible en busca de un futuro mejor

Europa/España/13 Mayo 2017/Fuente: El Periódico

Una ONG barcelonesa y otra de Francia construyen un colegio con materiales reciclados en un barrio chabolista de una ciudad sudafricana

Los townships o barrios chabolistas son el rastro más visible del apartheid en Sudáfrica. Se trata de zonas urbanas subdesarrolladas, creadas a principios del siglo XX para desterrar del centro de las ciudades a la población no blanca: es decir, a negros y mestizos. Pero 25 años después de la derogación del apartheid, esta comunidad, apartada durante décadas, todavía arrastra problemas estructurales debido a la falta de recursos.

Es el caso del township de Joe Slovo, ubicado en las afueras de la ciudad de Puerto Elizabeth, donde viven unas 9.000 personas. Ahí es donde una pequeña ONG barcelonesa creada en el 2013, Uncedo, acaba de finalizar la construcción de la escuela de preescolar Silindokuhle (de 0 a 6 años), hecha de materiales reciclados y resultado del trabajo conjunto con Collectif Saga, otra oenegé de arquitectos con sede en Nantes (Francia). En xhosa, uno de los 11 idiomas de Sudáfrica, «uncedo» significa «ayuda» y «silindokuhle», «esperando un futuro mejor».

«La escuela que había antes era una barraca. Los niños estaban todos en la misma aula. El suelo era de barro», cuenta Gorka Biurrun, arquitecto de 30 años y uno de los fundadores de Uncedo. Biurrun explica que las escuelas de preescolar no están reguladas en las townships (solo lo están los centros para mayores de seis años) y que se pagan mes a mes. «Los padres pagan básicamente por la comida y la luz. Aun así, hay niños que no pueden ir a clase algún mes».

«La mayoría de las profesoras son voluntarias. Muchas no fueron escolarizadas de niñas. Es el caso de Patricia Piyani, la directora de la escuela Silindokuhle que puso en marcha su construcción porque no tenían nada», destaca por su parte Marta Diago, también cofundadora de Uncedo. Es psicóloga, tiene 33 años y, al igual que Gorka, tomó contacto con la realidad sudafricana tiempo atrás gracias a una beca Erasmus. Los dos, junto a Sara Navarro (arquitecta, 28 años), son los miembros actuales de Uncedo, que cuenta con el apoyo de otros voluntarios.

«Puerto Elizabeth es una ciudad industrial, donde cada día se generan muchos desechos. Nosotros los recogíamos y transformábamos en materiales de construcción», explica por su parte Simon Galland, cofundador de Collectif Saga. Esta oenegé llegó al township de Joe Slovo en verano del 2016 y comenzó a estudiar las necesidades de la zona. De diciembre a marzo se desarrolló la construcción de la escuela (diseñada por Saga) en la que también participó Uncedo, que llegó en noviembre y se encargó del diseño del patio.

TRANSFORMACIÓN

«El lugar de la construcción estaba abierto a todo el mundo que quisiera contribuir, y muchos voluntarios, niños, madres y antiguos trabajadores de la construcción venían a echar una mano durante unas horas o días», comenta Galland, quien destaca que uno de los objetivos de Saga es «involucrar los máximos individuos posibles en el acto de construir». Tanto esta ONG como Uncedo conciben la arquitectura como una herramienta de transformación social y por ello trabajan con comunidades desfavorecidas.

La idea de sostenibilidad está muy presente en el trabajo de estas entidades. «La mayor parte del material con el que construimos la escuela fueron donaciones. Por ejemplo, una fábrica que se deshacía de unas estanterías metálicas nos las cedió. Tratamos de reducir los gastos al máximo», explica Marta Diago. «Nos levantábamos por la mañana e íbamos al puerto para conseguir material, como cajas para transportar pescado que luego utilizamos para hacer sitios de sombra en el patio de la escuela», añade. El proyecto se ideó bajo la premisa de que tuviera el mismo precio que una vivienda de protección oficial del país. Por eso el reciclaje y la reutilización de materiales fueron claves para la construcción.

En total, unas nueve personas vinculadas a Uncedo y 12 de Saga participaron en la construcción de esta escuela del township de Joe Slovo en Puerto Elizabeth. A ello dedicaron entre 11 y 12 horas al día durante cuatro meses. Silindokuhle, que se prevé que comience a funcionar en los próximos días, tiene capacidad para entre 100 y 120 niños. Emplazado en una parcela de 46 por 24 metros, tiene tres aulas (lo que permite separarlos por edades), una pequeña oficina y un patio con columpios. Además, posee otro bloque adyacente con cocina y comedor.

Se trata de una escuela muy diferente a la anterior, que medía unos 35 metros cuadrados, sin apenas ventilación y luz natural, y con muchos problemas de humedad.

Los miembros de Uncedo y los de Saga destacan, a lo largo de todo el proceso, el papel jugado por Patricia Piyani, directora de la escuela y fundadora de la misma, que ha dedicado toda su vida a promover una educación mejor para los niños más desaventajados de Joe Slovo. «Ella es el alma de todo esto», resaltan tanto Gorka Biurrun como Marta Diago.

Joe Slovo es una de las zonas más pobres de Sudáfrica, país en el que viven 47 millones de personas étnicamente muy diversas. El 79,5% son sudafricanos negros; el 9,2%, blancos; el 8,9% mestizos y el 2,5%, asiáticos. La incidencia del sida, que afecta al 19,2% de la población, detiene el crecimiento de la misma, aumenta el índice de mortalidad infantil y reduce la esperanza de vida a los 56 años.

Las zonas urbanas de Puerto Elizabeth todavía padecen las políticas del apartheid. La mayor parte de la población no blanca desplazada a los townships sufre una «completa desconexión» con el centro de la urbe, en palabras de Simon Galland. En esta ciudad, el desempleo es muy elevado y para la mayoría de la gente es muy difícil acceder a los servicios básicos. «Por otro lado, Puerto Elizabeth tiene un alto potencial de rejuvenecimiento urbano, pues muchos edificios del centro están abandonados», asegura Galland, que elogia el multiculturalismo de la ciudad.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/mas-personas/una-oenege-barcelonesa-construye-una-escuela-sostenible-en-sudafrica-6025937

Fuente de la imagen: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/1/2/bla-edificacion-estuvo-abierta-todo-mundo-que-quisiera-participar-b-1494271113821.jpg

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Honduras: FAO “Alimentación Escolar” es alternativa para reducir desnutrición infantil

Centroamérica/Honduras/28 de Junio de 2016/Autor: Richard Carbajal/Fuente: Tiempo Digital

TEGUCUCIGALPA. Honduras es la sede para el intercambio latinoamericano de experiencias de Programas de Alimentación Escolar (PAE) como un mecanismo que contribuye a reducir la desnutrición infantil y paralelamente luchar contra la pobreza, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En Honduras, la FAO desarrolló una metodología basada en la experiencia brasileña, para la implementación de un programa sostenible de alimentación escolar; que promueve la participación de los educadores, padres, madres de familia, el diseño de un menú escolar nutricionalmente adecuado, respetando las costumbres locales.

El modelo incluye la construcción de cocinas, comedores, bodegas, la implementación de huertos escolares pedagógicos y compras de productos directamente de la agricultura familiar.

ESFUERZOS CONJUNTOS PARA REDUCIR EL HAMBRE

“En el siglo XXI, estamos llamados a hace frente a múltiples y complejos asuntos, que deben ser atendidos de forma adecuada, para evitar poner en riesgo la paz, la estabilidad y la conservación del planeta. Uno de esos desafíos es garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en un mundo en el que se produce suficiente alimentos para todos”, señaló la Representante de la FAO en Honduras, María Julia Cárdenas Barrios.

Agregó que la Agenda 2030 adopta una visión global ubicando la alimentación y la agricultura como temas centrales para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, en la cual se exhorta a invertir en programas sociales para educar, alimentar y eliminar las desigualdades, comenzando con los más jóvenes, tal y como se ha logrado con el Programas de Alimentación Escolar, bajo la estrategia de “Escuelas Sostenibles”.

COOPERACIÓN SUR-SUR

Este modelo cuenta con el apoyo del Gobierno de la República Federativa del Brasil, a través del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE) y la FAO en América Latina y el Caribe, como una de líneas estratégicas de la Cooperación Sur-Sur, señaló la Representante de la FAO en Honduras.

En ese sentido, la FAO y el Gobierno de Brasil desarrollan de manera conjunta con los gobiernos nacionales, el Proyecto Fortalecimiento de Programas de Alimentación Escolar en el marco de la Iniciativa ALC Sin Hambre 2025, que opera en trece países de la región, explicó Cárdenas Barrios.

El fortalecimiento a los programas de alimentación escolar ha demostrado que contribuyen positivamente para que los países alcancen objetivos vinculados a la permanencia de la población infantil en los centros escolares, mejoramiento y reducción de la desnutrición infantil, reducción de la pobreza, mediante la vinculación de los agricultores familiares como proveedores de alimentos a las escuelas y se favorece al manejo sostenible de los recursos naturales.

HONDURAS: UN PAÍS REFERENTE PARA LOS PROGRAMAS DE ALIMENTACIÓN ESCOLAR

En el año 2012 con la asistencia de la FAO en Honduras, el modelo se desarrolló en cinco escuelas en los departamentos de Lempira e Intibucá, a partir del 2015, el Gobierno de Honduras, por medio de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS), Secretaría de Educación (SEDUC) con la asistencia técnica de la FAO, a través del proyecto Fortalecimiento de los Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe, iniciaron la etapa de ampliación y validación de la iniciativa de Escuelas Sostenibles.

Actualmente, la SEDIS ha incorporado gradualmente a 32 municipios del corredor seco bajo un enfoque de desarrollo territorial donde la alimentación escolar se vuelve una línea de acción dentro de las agendas municipales.

En este proceso de fortalecimiento al Programa de Alimentación Escolar, participan 10 mil agricultores familiares de 83 municipios que abastecen de hortalizas, frutas, huevos y otros productos que se destinan a 1,284 centros escolares beneficiando la alimentación de 72,298 niños y niñas.

Asimismo se amplió la capacitación en Educación Alimentaria Nutricional (EAN) a 3,952 monitoras (madres de familia) que conforman los comités de alimentación escolar y que preparan los alimentos en los centros educativos.

Fuente: http://tiempo.hn/fao-alimentacion-escolar-es-alternativa/

 

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