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Cooperación genuina, Nicaragua, educación universitaria, extensión

Cuba: Porque es posible un mundo sin exclusión

Cuba/ 02 Julio 2016/Autora: Lissy Rodríguez Guerrero/fuente: Granma

Clausurado VII Congreso Internacional Edu­ca­ción y Pedagogía Especial, evento que contó con la participación de más de 200 educadores e investigadores de 14 países

¿Cómo generar espacios verdaderamente inclusivos y entornos donde reinen la igualdad y los derechos para todos?, ¿cómo perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje en la atención a los escolares con necesidades educativas especiales?, ¿qué nuevos desafíos se presentan a la organización escolar en esos contextos? Son estos algunos de los cuestionamientos que han movido el interés de más de 200 educadores e investigadores de 14 países, reunidos en Cuba en los últimos cuatro días en el VII Congreso Internacional Edu­ca­ción y Pedagogía Especial.

Durante la clausura, desarrollada este jueves en el Palacio de Convenciones de La Ha­bana, Ivett Méndez Forn, presidenta del co­mité organizador y directora del Centro de Referencia Latinoamericano para la Edu­ca­ción Especial (Celaee) —organizador del evento junto al Ministerio de Educación de Cu­ba— dijo que más allá del necesario intercambio de experiencias, estas jornadas permitieron el replanteo de los nuevos retos en aras de lograr el imperativo de la calidad.

En la relatoría del evento —dedicado a Fidel y al aniversario 55 de la Educación Especial— trascendió el alto rigor científico y actualidad de los temas expuestos, y se conoció que, como valor añadido, destacó la participación de jóvenes en formación, lo que revela la continuidad en el quehacer pedagógico que de­manda el camino de la inclusión. Además, fue realizada la invitación al VIII Congreso In­ternacional Edu­cación y Pedagogía Especial, que tendrá lugar del 2 al 6 de julio del 2018.

La delegada brasileña Ángela Machado, al leer la declaración final del evento, llamó a aunar voluntades por una educación inclusiva sin barreras políticas, así como a priorizar la formación integral de los docentes y fortalecer los programas de superación. Asi­mismo, ratificó la posición solidaria de Cuba ante la situación del hermano pueblo de Brasil.

Otro momento estuvo dedicado a la entrega, por parte de la Asociación de Pedagogos de Cuba, del premio Agustina Esteva Lora —que ostenta el nombre de la primera directora de Educación Especial en Cuba— a la doctora Yaima Demósthene Sterling, como re­­co­no­ci­miento al estudio que no solo cumplió con todos los requisitos teóricos, sino también con­tó con la implementación de sus resultados y la participación de la familia.

Por otro lado, la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI) concedió al Celaee la medalla 19 de Julio —reconocimiento que hace referencia a la fecha de constitución de la ANCI—, por contribuir a la inclusión de las personas con discapacidad visual en nuestro país.

Asistieron a la clausura Ena Elsa Velázquez Cobiella, titular de Educación; Yanet Her­nán­dez, miembro del Comité Central del Partido y directora provincial de Educación en La Ha­bana; Orl­a­ndo Terré Camacho, presidente de la Aso­ciación Mundial de Educación Especial; Alba Rosa Hernández, funcionaria del Comité Cen­tral del Partido, y Silvia Navarro, directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, entre otras personalidades invitadas.

El enlace original de la fuente se suprimió debido a que estaba roto.

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Echando raíces: el Movimiento Sin Tierra de Brasil

Por: Inés Lucía Orea

A principios de 1997 llegaban, como forma de protesta, cerca de 2.000 personas a Brasilia desde diferentes rincones del país. La ruta había sido larga, unos 64 días, durante los cuales algunos de los campesinos llegaron a recorrer más de mil kilómetros. Todos ellos se reunieron frente al Congreso junto con más de 100.000 simpatizantes que apoyaban la propuesta de una reforma agraria que redistribuyera de una manera justa la tierra. Al grito de ‘la tierra es de quien la trabaja’ el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra) se consolidaba en aquella marcha como uno de los movimientos sociales más potentes y organizados de Brasil y de Latinoamérica.

No hacía tanto tiempo había tenido lugar la famosa masacre en Eldorado dos Carajás, en la que durante una protesta que pretendía forzar al gobierno a asentar a unas familias de campesinos sin tierra, la policía militar cargó contra estos matando a 19 campesinos e hiriendo a 57. Conviene comprender qué hay detrás de un movimiento social que lleva casi desde los años 80 en activo y que mantiene un rol relevante como grupo de presión a pesar de los sustanciales cambios que ha atravesado tanto su organización interna como la sociedad en la que habita.

Las raíces del Movimiento Sin Tierra

Se podría decir que este movimiento conserva sus raíces en la desigual distribución de la tierra en Brasil. Ya durante la colonización portuguesa, la Corona había dividido entre varias familias el territorio sobre el que además tenían un derecho de propiedad hereditario y la posibilidad de beneficiarse de la producción agrícola que allí se trabajara. La contestación a esta desigual situación es también larga; a principios del siglo XVII, esclavos recién liberados o escapados se instalaban en tierras de manera ilegal, reproduciendo en Brasil sus aldeas originarias africanas a las que se llamó ‘quilombos’. De ahí que en numerosas ocasiones el movimiento se vincule intelectualmente con la superación de la esclavitud y la formación incipiente de una ciudadanía con derechos sobre la tierra.

La formación de quilombos en Brasil durante la época colonial a menudo dio como resultado violentos choques entre los esclavos liberados y las autoridades coloniales
La formación de quilombos en Brasil durante la época colonial a menudo dio como resultado violentos choques entre los esclavos liberados y las autoridades coloniales

Las reivindicaciones más modernas por un reparto equitativo de la tierra se gestan con la dictadura tras el golpe de 1964. Apenas unos días antes del golpe, el presidente João Goulart intentaba poner en marcha la primera reforma agraria en respuesta a las movilizaciones del noreste del país, que habían ido yendo en aumento desde el comienzo de la década de los 60. La llegada de los militares supuso un giro en la implementación de esta reforma, ya que estos iban a tomar otra dirección.

Los militares tenían el proyecto de modernizar el sector primario para exportar productos agrícolas, especialmente soja, y entrar así con fuerza en el mercado internacional. Pero el golpe estuvo en gran medida apoyado por las élites rurales y los militares se toparon con una poderosa esfera con intereses propios, por lo que a la modernización le acompañó la corrupción. Las políticas agrarias de la dictadura, aunque aumentaron la producción, fueron desarrollando tendencias clientelistas que favorecieron a los grandes propietariosy no siempre, como se preconizaba, a la productividad y al libre mercado. Asimismo, supusieron abruptos desplazamientos para los pequeños agricultores y los sin tierra, que se vieron obligados bien a emigrar a los países vecinos, bien a buscar suerte en las ciudades, aún a pesar del vertiginoso desempleo de los núcleos urbanos.

Junto con las medidas encaminadas a renovar el sector primario, los militares desarrollaron un plan energético para la creciente industria, para lo que se veía necesario la construcción de gigantescas centrales hidroeléctricas que de nuevo supusieron importantes desplazamientos en un momento de crecimiento poblacional. La expropiación de territorio a pequeños campesinos en el sur del país fue importante.

El desarrollo de una conciencia y activismo rurales en un momento tan represivo se debe, en parte, a la búsqueda de una alternativa al sindicato de campesinos apoyado y controlado por los militares, es decir, al intento de lograr una forma de organización fuera de las instituciones del régimen que denunciara los cuantiosos desplazamientos. Esta opción fue posible gracias al respaldo e impulso de la Comisión Pastoral de la Tierra.

Hasta el golpe militar, la Iglesia se había visto representada en las instituciones y era muy cercana al estado y a las élites, pero con la consecución del golpe se rompió dicha alianza. No hay que olvidar que la Iglesia apoyó en un primer momento el golpe militar, pero la debilidad de la Iglesia Católica en Brasil en ese momento, junto con el crecimiento de los poderes seculares y su falta de influencia, llevó a cambios internos por los que decidió cambiar su relación con la sociedad. Este giro también obedece a un incremento en el número de miembros progresistas en el seno de la Iglesia brasileña y al Concilio Vaticano II, con especial relevancia de la reunión regional que se celebró en Medellín y en la que numerosos obispos latinoamericanos expresaron su deseo de convertirse en la ‘opción de los pobres’.

En el caso particular de Brasil, la Iglesia Católica sirvió para legitimar el activismo rural e incluso cumplió una labor pedagógica crucial para la toma de conciencia de los campesinos. Numerosos miembros del clero buscaban generar una identidad religiosa y política combativa basada en muchos casos en la Teología de la Liberación. De hecho, ante las profundas transformaciones que tuvieron lugar en el campo por las políticas de modernización de los militares, algunos obispos, como los de la Amazonia, expresaban directamente una opinión contraria al sistema capitalista en conjunto, al que tildaban de envenenado. La base ideológica mezclaba el marxismo y el catolicismo, aunque con un concepto de clase que pretendía ser lo más amplio posible, e instaban a la población a tomar de conciencia de ello para variar su situación.

La geografía económica de Brasil explica en parte el MST. La actividad de cierto valor está en la costa y al sur del país, no en el norte. Fuente: Universidad de Texas
La geografía económica de Brasil explica en parte el MST. La actividad de cierto valor está en la costa y al sur del país, no en el norte. Fuente: Universidad de Texas

Además de una función ideológica, la Iglesia sirvió para organizar el movimiento y darle prestigio fuera de Brasil. Por un lado proveía de un servicio local, que movilizaba a la población, era un caladero de líderes y creaba vínculos comunitarios, y por otro, como institución internacional, conseguía apoyos y recursos de simpatizantes por el país y por el mundo. Curiosamente, el apoyo de la Iglesia y esta alianza se disiparían en la transición democrática del país, que no sobrevivió ni a la alianza de los movimientos rurales con el Partido dos Trabalhadores y con la CUT (Central Única dos Trabalhadores), ni al mayor peso del ala conservadora en la Iglesia brasileña con el Papa Juan Pablo II, con el que la Iglesia se alejaba de la visión de la Teología de la Liberación y adoptaba una postura conservadora.

No obstante, resulta hoy innegable la importancia del poso que dejó la Comisión Pastoral de la Tierra para la supervivencia del movimiento, no sólo a nivel ideológico, sino por las entidades organizativas que dejó, que refuerzan la identidad comunitaria y la importancia del papel de la educación como motor para el cambio y el activismo político. Cabe decir que una de las razones por las que este movimiento ha sobrevivido tantos años, es su robusta organización interna, sin perder por ello flexibilidad. Los peregrinajes que organizaba la Comisión Pastoral reforzaron su espíritu comunitario, y la importancia de la educación filosófica, además de la teológica, fue crucial para armar de contenido al movimiento.

Para ampliar: Estudio en profundidad sobre el papel de la Iglesia en el Movimiento Sin Tierra

Además de la organización interna, una de las señas de identidad de los campesinos sin tierra es la estrategia de ocupación de territorios improductivos para el asentamiento de familias. Esto empezó en 1979 cuando, inspirados por un economista del sindicato de campesinos, João Pedro Stédile, se ocupó un enorme territorio improductivo, la Hacienda Macali. Tras lograr su expropiación, este modus operandi se replicó durante los 80 y fue evolucionando desde esa primera ocupación: se realizaban acampadas en territorios como llamada al gobierno para negociar el asentamiento de familias en territorios baldíos, aunque no fueran obligatoriamente aquel donde habían acampado en un primer momento.

Esta táctica se mostró tan polémica como efectiva. La reforma agraria y el reparto equitativo de la tierra eran a menudo vistos como una cuestión marginal desde el gobierno, que respondía de forma parcial parcheando el problema y siempre en connivencia con la élite local y los grandes conglomerados empresariales de la industria agrícola. Las ocupaciones se realizaba tras una planificación meticulosa, buscando primero territorios improductivos, organizando los campamentos, asignando diferentes funciones a cada quien dentro de los mismos y elaborando rigurosos planes logísticos. A su vez, se planificaba una propuesta para negociar con el gobierno que había sido estudiada previamente por abogados del MST.

Papel en la transición y consolidación democrática  

Oficialmente, el nacimiento del movimiento tiene lugar en el encuentro en Cascavel (1984) donde se reunieron líderes de diversos movimientos rurales de desplazados. En esta reunión se afianzó el nombre del movimiento, Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, y se fijaron una serie de puntos ideológicos que ambicionaban unir a movimientos diversos en su origen y características. Entre los puntos compartidos estaban el acuerdo de mantener una presencia a nivel estatal y el de conservar su independencia frente a partidos políticos.

La reunión de Cascavel coincide con el ultimo año de dictadura militar, en el que el MST se asienta como nueva fuerza a nivel estatal, adoptando la consigna ‘sin reforma agraria no hay democracia’. A pesar de haber promulgado su independencia frente a partidos políticos, con la transición democrática aparecieron con fuerza como actores políticos el sindicato CUT y el Partidos de los Trabajadores, que recibieron con brazos abiertos las peticiones del MST. Aunque debe matizarse que en ocasiones existieron debates internos sobre la pertinencia de que los campesinos compartieran espacio político con los obreros urbanos.

Durante la dictadura militar había tenido lugar una profunda renovación y modernización del sector agrícola, que había hecho crecer su producción a pesar del clientelismo. Los años 80 trajeron consigo la crisis de la deuda que azotó a toda la región latinoamericana, y que supuso el impulso de medidas neoliberales apoyadas por las entidades financieras internacionales. En el caso de Brasil, estas políticas favorecieron a la élite rural debido a la decisión del gobierno de impulsar las exportaciones de productos primarios para pagar la deuda a los acreedores. Esta élite consiguió, a pesar de las consignas de libre mercado, una enorme cantidad de recursos estatales, así como protección a nivel institucional. El estado también consintió la apropiación, considerada en muchos casos fraudulenta, de importantes terrenos en el Amazonas.

Las medidas neoliberales, junto con el impulso del sector agrícola, atrajeron inversión extranjera y se asentaron en Brasil grandes conglomerados empresariales que tenían gran poder e influencia sobre el precio de los productos, el mercado de semillas y el de pesticidas. Por citar los más conocidos encontramos a Monsanto, a Bayer o a Dupont. Estas grandes empresas conforman a día de hoy un gran lobby que, junto con las élites locales, controlan la industria agrícola del país y vetan propuestas encaminadas a una distribución más equitativa de la tierra. La sobrerrepresentación del la élite rural en el Congreso, la llamada ‘bancada ruralista’, controla la agenda política en este tipo de temas y deja poco margen de decisión en la materia a los poderes ejecutivo y legislativo.

El MST jugó un papel significativo en la transición democrática del país y se convirtió en un apoyo para el Partido de los Trabajadores. Durante este periodo sufrió profundas transformaciones internas relacionadas con la ruptura de su alianza con la Iglesia, que supuso un duro golpe tanto a nivel organizativo como ideológico: la secularización del movimiento dividió a muchos de sus miembros. Ello no impidió que se le diera una importancia central a la cuestión agraria en la nueva Constitución brasileña de 1988, en la que se instituye como principio general la función social de la propiedad y se imponen una serie de requisitos a las propiedades rurales.

Así, en el Artículo 184 del Capítulo III de la nueva Constitución, se establece la posibilidad de expropiar por interés social mediante justa indemnización, salvo en el caso de propiedades pequeñas y medianas, y de aquellas que se mantengan productivas. Asimismo, en el Artículo 186 se fijan una serie de requisitos para que una propiedad cumpla una función social, a saber, su aprovechamiento racional y oportuno, la utilización adecuada de los recursos naturales con atención al medio ambiente o el que favorezca al bienestar de propietarios y trabajadores y cumpla con las disposiciones de regulación laboral. Otro artículo que plasma las reivindicaciones del MST es el 191, según el cual aquel que sin ser propietario de un inmueble, urbano o rural, posea como suya una superficie de tierra no superior a 50 hectáreas por cinco años sin interrupción y la haya puesto a producir con su trabajo, adquirirá la propiedad.

Pese a los múltiples intentos de criminalizar el movimiento, tanto por parte de la prensa, como por parte de los poderes judicial y político, que en ocasiones buscaban tildarlo de antidemocrático e ilegal, éste ha logrado tener un papel crucial en la transición democrática, dando voz a las clases populares rurales, proveyendo de organización a las mismas y defendiendo derechos básicos. Se ha consolidado como un actor con capacidad de negociar con las autoridades públicas, apoyar campañas, impulsar reformas legislativas y ganar batallas legales para implementar de forma efectiva lo dispuesto en la Constitución.

En un país con las disparidades económicas de Brasil, que frecuentemente se traducen en un abismalmente menor acceso a los recursos políticos y judiciales de las clases populares, el MST ha logrado canalizar las demandas de un importante número de población y ha realizado una labor social apremiante, que era lograr tierras para miles de familias campesinas desplazadas. Es más, ha propuesto una amplia gama de políticas al poder ejecutivo para resolver las cuestión de la desigual distribución de la tierra en un país que posee, según informes del gobierno brasileño, el 22% de las tierras cultivables del planeta, y en el que a pesar del crecimiento industrial, el sector primario y la población rural siguen ocupando un puesto importante en los indicadores económicos y sociales. En el siglo XXI, apenas un 1,6% de los propietarios detentan cerca del 50% del territorio cultivable y más de 4 millones de familias siguen sin tierra, por lo que la circunstancia que dinamitó la creación de este movimiento está lejos de haberse superado.

La resiliencia del movimiento

Durante el primer periodo de gobierno de Henrique Cardoso (1995-1998) se produjeron numerosos asentamientos, de hecho es quizá el periodo político en el que más asentamientos se concedieron, en parte facilitados por la caída en los precios en las propiedades rurales en esos años. Sin embargo, durante la Administración de Cardoso, cayeron las ayudas a los campesinos, y los intentos de criminalizar al MST y sus estrategias de ocupación fueron en aumento, especialmente después de su reelección en 1998.

Votos obtenidos por el Partido de los Trabajadores desde el año 2002
Votos obtenidos por el Partido de los Trabajadores desde el año 2002. Fuente: Ámbito Financiero

La conservadora prensa brasileña lo apoyó en su determinación de apartar al MST como actor en la arena política, y el movimiento pasó una época crítica durante la que muchos querían adivinar ya su final. A nivel internacional, el Banco Mundial secundó e impulsó iniciativas para un reparto de la tierra con el mercado como asignador de recursos, lo que minó aún más la labor de los sin tierra.

Con la victoria del presidente Lula da Silva del Partido de los Trabajadores en las elecciones de 2003, muchos ‘rurales’ –como se les llamaba frecuentemente– celebraron lo que creían que iba a ser una nueva era para el reparto de la tierra y la reforma agraria. Los compromisos con la industria agrícola y el sector energético frenaron muchas de las promesas de Lula y terminaron por decepcionar a los sin tierra. Pese a que el viraje pragmático del PT se sintió como un abandono de los ideales socialistas que compartía con el MST, este presidente no buscó criminalizar el movimiento y éste volvió a conseguir apoyos después de la oscura época que supuso el ostracismo mediático de la administración anterior.

Con Dilma Rousseff el número de asentamientos de familias se ha estancado y gran parte de las asignaciones de territorios se deben a procesos que se iniciaron antes de su llegada al gobierno. Las disparidades se mantienen y la propia ministra de agricultura, Kátia Abreu, llegó a negar en una entrevista la existencia de latifundios en Brasil. El enfriamiento en la relaciones con el gobierno central del PT se une a un estancamiento tanto en la redistribución de la tierra, que sigue siendo profundamente desigual, como con nuevos problemas que afronta el movimiento en el desarrollo de los asentamientos hacia un modelo competitivo.

Stédile, un economista que se presenta como una de las pocas caras visibles del movimiento, explica los cambios que ha atravesado el sector agrícola desde los años 60. En sus inicios, las reivindicaciones de los sindicatos campesinos meramente buscaban que los grandes propietarios les cedieran tierra en la que cultivar, hoy existen otros temas que resultan cruciales para una reforma agraria justa. La modernización de la agricultura y la entrada del sector en un mercado global con una competencia feroz contra los grandes conglomerados empresariales, trae consigo otras cuestiones que requieren, a ojos del MST una reformulación: el acceso al capital, el proceso agro-industrial, el know-how, y el modelo tecnológico. Una reforma agraria verdaderamente redistributiva, supone la democratización de estas cuestiones y no lo que se ha entendido hasta este momento como tal, que es básicamente expropiar terrenos improductivos y cederlos a familias sin tierra.

João Pedro Stédile , una de las caras más reconocibles del MST
João Pedro Stédile , una de las caras más reconocibles del MST

Hasta ahora se ha parcheado el problema con expropiaciones y cesiones, pero la dificultad hoy es avanzar desde la fase de subsistencia a una de producción y entrada en el mercado. Esto es cada vez más difícil y aunque existen organizaciones y universidades que colaboran con el know-how, existen a menudo problemas relacionados con la capacidad de producción de ciertos terrenos, la especialización o la imposibilidad de competir en un mercado copado por las grandes empresas.

En suma, el MST es un movimiento social que ha sobrevivido a contextos poco amigables, desde su gestación en la dictadura militar, hasta las sacudidas de la conservadora prensa brasileña. Su aliado político, el PT, parecer haber cedido ante los aprietos de la Realpolitik y el MST se enfrenta hoy a la difícil de tarea de hacer un hueco al modelo cooperativo en un mercado de grandes conglomerados empresariales y de dura competencia a nivel internacional, debida en gran medida al proteccionismo que en otras regiones acolchona este sector. Veremos si en los próximos años el movimiento continúa a flote y mantiene la misma capacidad de transformación.

Fuente: http://elordenmundial.com/regiones/movimiento-sin-tierra-brasil/

Fuente de la imagen: http://www.resumenlatinoamericano.org/wp-content/uploads/2016/04/mst.jpg

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Del otro mundo posible… al otro mundo necesario

Por: Sergio Ferrari

A menos de dos meses de su inicio el próximo 9 de agosto en Montreal, Canadá, el Foro Social Mundial (FSM) transita la cuenta regresiva. El sueño que arrancó en 2013 cuando un grupo de organizaciones sociales propusieron realizarlo en ese país norteamericano se plasmó en marzo del 2015 en Túnez, cuando el Consejo Internacional confirmó la candidatura. Desde el inicio, centenas de personas, en su mayoría jóvenes militantes asociativos y sociales, “viven ya el foro como un proceso en marcha, buscando ser horizontales en el funcionamiento, equitativos en la participación, autocríticos en la gestión. Respetando nuestras diferencias, rechazando personalismos…es decir tratando de encarnar los valores del Otro Mundo Posible”, explica Carminda Mac Lorin, joven militante social y una de las pilares del Colectivo de Organización del FSM 2016. Convocatoria altermundialista que por primera vez desde su nacimiento en 2001 en Porto Alegre, Brasil, se realizará en un país del Norte.

“A pesar de que queda todavía mucho para hacer, preparar y organizar, nuestro entusiasmo es enorme, con la adrenalina que aumenta cada día en la medida en que nos acercamos al día de la apertura”, reconoce Carminda Mac Lorin.

En los últimos meses, el Colectivo estuvo presente en diversos eventos. Entre ellos en la COP 21 alternativa en París de noviembre-diciembre del 2015; en el Foro Social Mundial Temático de Porto Alegre en enero del 2016 y en el 1er Foro Social Mundial Temático contra lo nuclear civil y militar, que se realizó en Tokio y Fukushima en la última semana de marzo del año en curso . Y ha realizado viajes a India, Taiwán, Brasil y Estados Unidos, entre otros países, para promover el evento de Montreal.

“En todas partes encontramos gran apoyo y entusiasmo compartido. Y recibimos la promesa de mucha gente de venir a Canadá en agosto” explica Mac Lorin. Enfatizando que el esfuerzo realizado en Asia intenta acercar esa realidad continental, hasta ahora un poco distante de la dinámica del FSM. Una señal muy positiva es que los promotores del Foro Social Antinuclear decidieron convocar su segundo encuentro en Montreal, en el marco del FSM 2016. “Una forma muy concreta de reforzar sinergias y evitar dispersiones”, señala la joven organizadora canadiense.

Preparativos prácticos

A pesar que las “trabas” para la visas especialmente de los representantes de países del sur no han podido resolverse estructuralmente y no se han podido lograr las mismas facilidades oficiales de las que beneficiaron los invitados en los Juegos Panamericanos de 2015, existe un Grupo de Trabajo que intenta facilitar la solicitud de las mismas y extiende cartas de invitación a quienes lo demandan. “No siempre es fácil esta tarea de acompañamiento y apoyo migratorio. Son muchas las personas que solicitan la visa no tanto para participar en el FSM sino por motivos humanitarios para radicarse en Canadá”, explica Mac Lorin.

A nivel financiero, el pago anticipado de una buena parte de las pre-inscripciones, (ndr: en torno a 8.000 hacia mediados de mayo) constituye una base material que da un cierto desahogo a los organizadores, que se proponen lograr la mayor autonomía posible a nivel de recursos. “Hay diversos proyectos que hemos presentado a distintos niveles institucionales y que esperan una respuesta a corto plazo”, explica Mac Lorin. Al mismo tiempo, se continúan los contactos de alto nivel con las autoridades políticas canadienses que “ven con muy buenos ojos la realización del FSM en Montreal”.

En cuanto a la cobertura mediática local e internacional, Mac Lorin señala “que el foro comienza a despertar un cierto interés…que irá aumentando en cuanto nos aproximemos a agosto, como es natural, ya que los medios priorizan en su agenda la inmediatez temporal y por el momento perciben como un poco lejana nuestra convocatoria”.

Se precisan los contenidos

Los 13 ejes temáticos -que englobarán las 1500 actividades previstas- (https://fsm2016.org/sinformer/axes-thematiques-2016/) fueron el resultado de un trabajo de reflexión local y amplia consulta internacional “in situ” y por Internet –en tres seminarios internacionales extendidos- que ocupó seis meses, entre octubre del 2015 y marzo del 2016.

A pesar de esa oferta de contenidos, ciertas temáticas se perfilan ya como particularmente esenciales en la convocatoria de Canadá, según la reflexión de la joven activista del Colectivo de Organización. “La migración, es decir las condiciones del movimiento humano en la tierra, será central”, en un planeta donde cada vez se alzan más muros excluyentes de todo tipo.

La ambiental, en su visión amplia, ocupará un espacio clave de las reflexiones en Montreal, dándole continuidad a las sinergias que se vivieron con los promotores de las actividades alternativas de la COP 21 en París a fines del año pasado.

La vivencia-realidad de los pueblos indígenas, autóctonos, imprimirá también su sello en esta próxima edición, tratando de retomar la diversidad de los aportes de muchas comunidades, con sus propias cosmovisiones y percepciones sobre el buen vivir. “Está previsto que la marcha de apertura el 9 de agosto sea encabezada por los pueblos originarios”, señala Carminda Mac Lorin. Quien recuerda que en abril pasado, para el Día de la Tierra, se realizó ya un primer evento simbólico de acogida del FSM promovido por la comunidad autóctona y con una emotiva participación de refugiados sirios”.

La diversidad de género y el rol de la juventud, estarán presentes como ejes transversales en todo el FSM 2016. “Será un foro que retomará las experiencias de lucha en Quebec y en nuestro país de los últimos años, una experiencia diferente y un éxito total”.

¿Se puede cuantificar la potencial presencia en el FSM? “Estamos convencidos que habrá una fuerte participación ciudadana. Nuestra capacidad de convocatoria tiene una raíz en las movilizaciones sociales que vivimos en Canadá desde el 2012 en adelante, cuando protagonizamos nuestra propia primavera. Quebec es un territorio de resistencia al neoliberalismo”, enfatiza.

Los organizadores están convencidos que hay mucha gente consciente sobre las grandes problemáticas que confronta el planeta. Y que apuesta de una manera u otra a participar en la búsqueda de soluciones y alternativas. “Y aunque no tenemos la bola mágica para indicar cifras seguimos convencidos que podemos movilizar en torno al FSM entre 50 mil y 80 mil personas, y unas 5000 organizaciones”, subraya. Los objetivos iniciales de los organizadores contemplan 1200 actividades auto gestionadas, 300 culturales, 135 asambleas de convergencia, diversos espacios, entre los cuales el sindical, así como una quincena de grandes conferencias, con participación de personalidades internacionales.

Otro mundo necesario”

“Queremos recordar en Montreal en agosto que el paradigma norte-sur está cambiando en este sistema globalizado. Hay norte en el sur y hay sur en el norte. Existe un sistema que es transversal, neoliberal, capitalista y que produce efectos nefastos tanto en el sur como en el norte”, enfatiza Carminda Mac Lorin en su reflexión final. Y la misma se encarna en su propio perfil existencial: hija de madre salvadoreña y padre francés, su vida en Canadá, su diversidad lingüística, su militancia asociativa y su apertura cosmopolita le dan sobrados fundamentos a pesar de sus 33 años.

Y ratificar que más que nunca es fundamental socializar las experiencias de resistencias que se dan en todas partes del planeta. No importa el hemisferio geográfico.”Asegurando que los movimientos sociales, la ciudadanía planetaria, salga reforzada en sus confluencias, en sus sinergias, sus agendas y sus utopías”.

La nueva realidad política mundial, el reforzamiento del sistema hegemónico, nos empujan a cambios en “nuestros propios paradigmas. De nuestra consigna de Otro mundo posible, podemos y debemos avanzar hacia el concepto de Otro Mundo necesario, y juntos es posible construirlo”, concluye.

El FSM visto por sus organizadores

El Foro Social Mundial (FSM) es el mayor espacio de la sociedad civil para encontrar soluciones a los problemas de nuestro tiempo. Iniciado en 2001 en Brasil, el FSM reúne en cada una de sus ediciones a decenas de miles de participantes en más de un millar de actividades (talleres, conferencias, espectáculos artísticos…) sobre diversos temas (desarrollo social, economía solidaria, medio ambiente, derechos humanos, democratización…). La carta de principios define las grandes orientaciones del FSM, sus valores y sus reglas básicas de funcionamiento (https://fsm2016.org/es/sinformer/a-propos-du-forum-social-mondial/).

El FSM 2016 pasará a la historia como el primer evento de este tipo que se celebra en un país del norte. Desde su inicio en Porto Alegre, el FSM ha tenido lugar únicamente en países del hemisferio sur (América Latina, Asia y África). Ahora bien, existe un sinnúmero de alternativas que florecen a nivel local en todo el mundo para construir comunidades más cohesionadas y respetuosas del ser humano y de los límites del planeta. El reto es reunir a estos agentes de cambio más allá de la oposición Norte-Sur, que les permita discutir, hacer conocer sus reivindicaciones, sus iniciativas y sus proyectos de acción para alimentar una dinámica positiva de cambio. Pensar global y actuar local.

Somos un colectivo abierto iniciado por una docena de personas que participan en diversas redes activistas y organizaciones, grupos comunitarios, espacios culturales y académicos. Este colectivo lanzó una reunión consultiva el 5 de mayo de 2013, con el fin de ampliar el debate sobre la pertinencia y viabilidad de un Foro Social Mundial en Montreal. Hemos iniciado un proceso de reflexión y movilización, pero creemos firmemente que la idea del Foro Social Mundial tiene que ser llevada por una amplia comunidad.

Nos sentimos inspirad@s por el deseo de multiplicar los espacios que promueven la horizontalidad, la transparencia y la apertura, percibirlos como palancas en la lucha por la dignidad humana y el medio ambiente. Somos conscientes de los diversos desafíos que rodean la celebración del Foro Social Mundial en Montreal. Pero también estamos muy entusiasmad@s con la idea de ver a la sociedad civil local, regional y mundial dialogar y llegar a múltiples consensos a través del proceso del Foro Social Mundial. Creemos en el potencial de nuestra contribución colectiva en este proceso, y deseamos apoyar a las luchas globales por la justicia social y ambiental.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213416&titular=del-otro-mundo-posible%85-al-otro-mundo-necesario-

Fuente de la Imagen: https://cnho.files.wordpress.com/2011/05/fsm.jpg

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Construcción de una Pedagogía de contexto propia Nigel: aportes y desafíos

María de Lourdes Figueredo B*

 A modo de Introducción

El comprender el trabajo creativo, sistémico y sistemático desarrollado desde los diversos complejos espacios de formación, debate, diálogo y construcción colectiva de conocimiento que desde Nigel se ha dado, en la búsqueda de producir una ruptura epistemológica-cognitiva con el saber-hacer caracterizado por la racio-tecno, que nos impone una única manera de mirar al mundo y genera un sujeto universal, dominado, dependiente, inconsciente y separado de la realidad, nos ha permitido desarrollar una pedagogía de contexto propia Nigel, crítica, liberadora, generado espacios de reflexión, debates, encuentros y desencuentros.

En este sentido, desde las experiencias y vivencias en los diferentes ambientes de aprendizajes, hago esta aproximación a lo que ha sido la construcción colectiva de una pedagogía de contexto propia Nigel, su metódica, aportes y desafíos en el marco de lo que representa una praxis crítica transformadora, que rompe con las prácticas educativas tradicionales.

Es una praxis que impulsa a desconstruir, reconstruir, resignificar, pensar e impensar a partir de la reflexividad en la construcción de encuentro de aprendizaje que rompen con visión única del conocimiento, con el individualismo, la certeza y apunta hacia una dinámica inacabada.

La disertación la hago en el marco de avanzar en la ruta de lo que representa el sistematizar las experiencias pedagógicas que desde Nigel hemos venido desarrollando y construyendo colectivamente. Los aportes que desde la reflexividad se realiza abonan elementos para materializar la universidad que queremos sin fronteras cognitivas al establecer el diálogo sin distanciamiento entre los saberes académicos y los saberes populares.

Pedagogía de contexto propia Nigel

El énfasis o punto de partida es comprender, caracterizar e interpretar la praxis pedagógica que desde Nigel se viene desarrollando, aportando elementos en la construcción de una pedagogía de contexto propia Nigel[1], crítica, liberadora desde la cotidianidad, que implica estudiar, investigar e innovar, generando espacios de diálogos y debates orientados hacia un proceso dialéctico de transformación, el logro pleno de autonomía del sujeto y la construcción colectiva del conocimiento que emerge desde la realidad[2].

Esto nos conduce hacia el reconocimiento que desde el núcleo de investigación venimos desarrollando una praxis pedagógica de contexto propia, orientada hacia el fortalecimiento de espacios de diálogos, que desmontan la plataforma hegemónica de dominación, donde el conocimiento válido es el científico, al abrir puertas y compuertas para pensar, repensar, dialogar, debatir, hurgar sobre las diversas formas de construir conocimiento desde el trabajo colectivo que emerge en la cotidianidad, y entretejer espacios donde confluyen sujetos con diferentes posturas epistémicas que dialogan respetado la otredad, en la búsqueda de inflexionar desde su lugar de enunciación para pensar en conjunto temáticas de interés.

La pedagogía que humildemente me atrevo a nombrar de contexto propia Nigel, la hemos venido fraguando desde los diversos y múltiples espacios académicos-comunitarios, donde como colectivo que formamos parte de un grupo de investigación consolidado hemos tenido la responsabilidad de participar en diversos procesos formativos, en donde nuestro accionar ha sido a dos, tres, cuatro y cinco manos, lo que ha representando que en un mismo espacios estemos presente varios profesores asumiendo la responsabilidad de conducir los ambientes de aprendizajes simultáneamente, haciendo nuestros aportes desde diferentes miradas; estrategia didáctica que permite enriquecer los encuentros de aprendizaje, al ser nutridos con las intervenciones de sus protagonistas que asumen diferentes posturas de acuerdos a las áreas de mayor fortaleza, siendo un espacio de debate que coadyuva a realizar el contraste entre lo teórico y la praxis y viceversa.

Todo esto nos ha permitido ir tejiendo un conjunto de interacción y relaciones sociales,  cognitivas críticas que nos ubica en el umbral de construir una praxis centrada en la persona como dice Dussel: “la actualización de la proximidad, de la experiencia del prójimo para el prójimo, del construir  al otro como persona, como fin de mi acción y no como medio: respeto infinito”[3]. Una praxis emergente transformadora que genera una ruptura epistemológica-cognitiva con las prácticas occidentales donde el profesor es el dueño de la verdad absoluta. El encuentro cara a cara con el otro desde el otro, para ser un nos-otros.

La misma la encaminamos por los principios de colectividad, creatividad e innovación, superando la lectura de la realidad como meras palabras vacías, leyéndola desde las prácticas sociales, culturales y políticas, creando espacios desde el ámbito de lo real, de la experiencia de la vida cotidiana para la formación de ciudadanos con conciencia social, política, económica y cultural que permita la producción de conocimiento en colectivo,  el empoderamiento de los aprendizajes para la transformación de la realidad, dejando a un lado la imposición de la verdad oficial y como plantea Sánchez:

La praxis ocupa el  lugar central de la filosofía que se concibe a sí misma no solo como interpretación del mundo, sino como elemento del proceso de su transformación[4].

En este ámbito la praxis son las acciones realizados por los hombres para la transformación del mundo. Como destaca Freire: “Reflexión acción de los hombres sobre el mundo para transformarlo[5]”. Lo que nos señala que las transformaciones sociales se logran con la materialización de la vida cotidiana, con el pensar de las prácticas de las personas en su quehacer diario, en la forma de pensar e interpretar el mundo. En este sentido, la praxis es el encuentro a cara a cara con el otro desde el otro como la acción-reflexión-acción de las prácticas cotidianas para transformarlas.

La tarea colectiva de construir una praxis pedagógica de contexto propia Nigel, nos ha conducido a la creación de espacios de reflexividad como ambientes de aprendizaje, de encuentro y desencuentros, donde todos los sujetos son protagonistas y corresponsables de su formación, construyen sus subjetividades,  su conciencia social, valores, referentes éticos políticos, lo cual apunta al desarrollo integral del ser humano.

En esta praxis pedagógica de contexto propia Nigel, el sujeto es el elemento central y fundamental de la misma, porque es el que desarrolla la acción y hace posible la materialización de las transformaciones, el enriquecimiento de la reflexión sistémica y sistemática en torno a las acciones educativas o como plantea Gómez y Zemelman la pedagogía es:Un terreno por demás fértil, pero también desafiante, ya que entraña la formulación de propuestas que habiliten al sujeto en esta formación particular de razonamiento, de acuerdo con su momento[6].

Este enfoque pedagógico plantea la ruptura con las prácticas académicas tradicionales, aportando en la construcción de una cultura académica desde una lógica donde el conocimiento emerge desde el ámbito de lo real, lo que coadyuva a generar una forma distinta de entender la educación, donde la experiencia, los saberes, la cultura, la teoría y la realidad social no se fragmentan y como un todo integrado tributan a la interpretación del mundo, donde el conocimiento producido colectivamente permite dar respuestas a los problemas.

La racionalidad es de carácter procedimental y comunicativo, basada en un saber común fundamentado en un marco referencial social y simbólico desde la vida cotidiana, además la pretensión de validez es susceptible de crítica y los referentes compartidos significan que los participantes aceptan un saber cómo constitutivo de su cotidianidad. Donde la sabiduria popular juega un papel muy importante al contribuir en la construcción de saberes, partiendo del diálogo desde lo geohistórico de las identidades locales, distinguiendo una formación donde cada uno de los actores sociales aporta elementos significativos en la producción de conocimiento, abiertos a una disertación permanente[7].

La filosofía del trabajo con los otros nos permite la construcción de nuevas subjetividades para la transformación de las interacciones y relaciones sociales sustentadas en la otredad, en la relación que mantiene el tú a tú, el cara a cara que significa el reconocimiento del otro, una praxis que apunta a la justicia social cuya base es la ética que se origina en la vida cotidiana en la relación sujeto-sujeto.

Los escenarios de aprendizajes apuntan a potenciar la conformación de un sujeto pedagógico comunal, que asume y encara la formación de una fuerza intelectual que desafía y permear las transformaciones de las relaciones sociales, la recreación de saberes y su reconstrucción en prácticas positivas. En el decir de Gómez y Zemelman el surgimiento de nuevos sujetos pedagógicos y espacios de interpelación para la configuración de identidades y proyectos alternativos”[8]. Lo que faculta a establecer la apertura de múltiples procesos para producir nuevos espacios pedagógicos dentro y fuera de las instituciones educativas.

Esta urdimbre conduce a destacar que es una pedagogía de contexto propia Nigel, al adherirse al desarrollo del pensamiento crítico, al no tener una sola mirada de conocimiento,  pues, su base es nuestra realidad, nuestra identidad cultural y el proceso socio-histórico de nuestro país, sin dejar a un lado o ignorar  lo que viene de afuera, aproximándonos a ello con herramientas que nos permiten cuestionar la lógica hegemónica dominante, asumiendo posiciones propias, críticas-reflexivas, desarrollando procesos de diálogos y debates, aplicando ejercicios permanentes que ayudan al sujeto a pensar con cabeza propia, venciendo la sumisión expresando su forma de pensar, sentir y actuar.

Por otra parte, se aprende de la propia experiencia, se extrae la riqueza que ésta aporta para el conocimiento colectivo, se socializa y comparte con los otros, con los que se conviven, lo que va siendo el propio aprendizaje vital, lo que representa aprender en la vida y para la vida. La persona es el sujeto de su propia educación, piensa, reflexiona, crea, recorre los caminos del saber de forma independiente, autónoma, revelando sus ideas y posturas con libertad y potenciando la sensibilidad que los hace consciente y comprometido con la transformación de nuestra realidad.

Esto implica que el diálogo es fundamental en estos espacios de reflexión para producir como plantea el maestro Bigott “profundas transformaciones, conmociones, en nuestro territorio y con nuestras gentes porque hoy más que nunca, de lo que se trata es de transformar y no de contemplar de crear y no del creer”[9].

Todo esto se refuerza con encuentros de diálogos, debates, reflexiones, de dudas, preguntas y respuestas que emergen al calor de las conversaciones cara a cara, de la proximidad con el otro para ser un nos-otros, que demanda un enfoque con una visión interdisciplinaria del conocimiento, impulsando una educación que corresponde a nuestra diversidad cultural, a los intereses nacionales, regionales y locales, que nos atrevemos a dudar de los dogmas y las verdades absolutas develando el misterio de los modelos instalados, los cuales no han dado respuestas a las demandas de la sociedad.

Metódica pedagógica de contexto propia Nigel

La construcción progresiva de la pedagogía de contexto propia Nigel, nos coloca frente a una metódica que ha emergido de los procesos vividos en los ámbitos académicos-comunitarios-investigativos, que representa una forma de abordar los diferentes espacios de aprendizajes, las comunidades y la investigación desde el trabajo colectivo, creando vínculos para la acción participativa, con una concepción de hombre/mujer como plantea Bigott: “Toda metódica se encuentra fuertemente impregnada de una concepción del hombre/mujer, del espacio-tiempo en el cual ese hombre realiza su acción transformadora y de la historia”[10].

Esto nos conduce a transformar los encuentros pedagógicos en espacios de diálogos como clave que nos permite romper con las estructuras rígidas que aún persisten en el campo educativo, como plantea Freire:

La educación liberadora, problematizadora, ya no puede ser el acto de depositar, de narrar, de transferir o de trasmitir “conocimiento” y valores a los educandos, meros pacientes, como hace la educación “bancaria”, sino es un acto cognoscente…superando la contradicción educador-educandos. Sin ésta no es posible la relación dialógica, indispensable a la cognoscibilidad de los sujetos cognoscentes, en torno mismo objeto cognoscible[11].

Los encuentros pedagógicos son dialógicos estableciendo el diálogo entre el saber científico, el común y popular. Lo que nos ha permitido desarrollar un espacio de creación de símbolos y significados a partir de la acción conjunta desde el hecho educativo, rompiendo como dice Barbero con “un saber que no encuentra resonancia en el alumno, pero que se ve obligado a reproducir[12].

En este sentido, en el núcleo de investigación en nuestro accionar hemos desarrollado un conjunto de tareas con una visión interdisciplinar, donde han participado educadores, trabajadores sociales, especialistas en diferentes áreas del conocimiento, invitados especiales, a diversas sesiones de intercambios.

En este orden de idea la metódica pedagógica de contexto propia Nigel ha sido construida sobre la base de los siguientes supuestos:

  • Estudio permanente lo que ha representado horas de estudios y preparación progresivas, para desmontar la lógica epistémica hegemónica que nos presenta un mundo universal, una única manera de pensar y hacer las cosas, generando la colonialidad del saber. En consecuencia el conocimiento de las periferias, el saber y las representaciones del otro, quedan descalificados, se subalterniza al otro a través de la violencia epistémica. A lo que Lander destaca que: (…) se convierten así no sólo en categorías universales para el análisis de cualquier realidad, sino igualmente en proposiciones normativas que definen el deber ser para todos los pueblos del planeta[13].

El romper con esta lógica ha representado abrir espacio para establecer el diálogo de saberes entre lo científico, popular y lo común al “forjar nuevos espacios donde el intercambio colectivo a través del diálogo de saberes origina nuevos conocimientos, producto de la realidad de cada uno de sus protagonistas[14].

  • Círculos de estudios como el espacio para el debate y el diálogo de saberes entendido como: “hermenéutica interactiva”, caracterizada por el diálogo que genera intercambio comunicativo, equitativo, respetuoso, que permite la recontextualización y resignificación de los dispositivos pedagógicos e investigativos, reconociendo al otro como sujeto participante en los procesos formativos y de construcción del conocimiento con el otro desde las diversas realidades locales[15].

En este contexto de reflexión de encuentro y desencuentro damos la pelea, desde nuestras trincheras, poniendo en tensión los saberes institucionalizados, para producir nuevos conocimientos desde nuestros espacios locales, desde lo geohistórico, con la participación del otro, del colectivo, del nos-otros.

  • Constitución de grupos de trabajos para afrontar y asumir los retos que significa la transformación de las prácticas educativas centradas en el enciclopedismo, abriendo puertas y compuertas para establecer diálogos entre la realidad y la teoría a partir de los encuentros en campos, con sabor a pueblo en la relación establecida en las interacciones sociales.

Lo que ha permitido la articulación de las actuaciones en sitio y la organización de actividades conjuntas, donde los sujetos son responsables y corresponsables de la ejecución de las mismas, que culminan en la construcción conjunta de significados, lo que resquebraja la concepción totalizante que incluye a todos en un mismo molden homogeneizante que aliena, haciendo que se pierda el sentido general de la realidad.

  • Encuentros a varias manos es el abordaje de los ambientes de aprendizajes simultáneamente por varios profesores, que desde sus áreas de conocimiento nutren, debate, reflexionan y aportan en las temáticas estudiadas.

Lo que conduce a una ruptura epistemológica-cognitiva con el saber-hacer caracterizado por la racio-tecno que nos impone una única manera de mirar al mundo y genera un sujeto universal, dominado, dependiente, inconsciente y separado de la realidad, generando todo un proceso de encuentro y desencuentro que enriquece el diálogo, la reflexión, el debate que conduce al estudio permanente y al abordaje de una temática desde diferentes aristas.

  • Expediciones académicas son los procesos que se desarrollan en la exploración del trabajo en in situ, que contribuyen a una aproximación sucesiva al sujeto de estudio. Contemplan las vicisitudes y detalles de lo encuentros interactivos en campo, en los cuales se manifiesta una intención clara en las actividades conjuntas a desarrollarse por los sujetos que comparten una realidad abordada desde múltiples aristas, construyendo significados compartidos, lo que supone diversas formas de aproximarse a  las situaciones descubriendo en ellas determinados aspectos que le permiten alcanzar sus propias metas.

Es una combinación que otorga una especial peculiaridad al encuentro en el campo, a partir de las interacciones que se generan entre los sujetos-sujetos en la relación y encuentro cara a cara que estrecha la distancia entre los saberes académicos y los populares, la realidad y la teoría al abrir el espacio para pensarlos juntos.

  • Asamblea cognitiva como el espacio de diálogo, reflexión, intercambio, que rompe con la práctica solitaria del silencio, del monologo con uno mismo, para ir al encuentro de otro en una dialogicidad que hace posible como diría el maestro Bigott “la doble vehiculación entre saberes académicos y populares”, “todo aquel que sepa algo que lo enseñe y el que no lo sepa que lo aprenda”[16]. En donde está presente la coexistencia de la comunicación como reflexividad crítica de la realidad donde se construye una deliberada consciencia de uno mismo en el proceso que desarrolla con el otro.

Las asambleas cognitivas son espacios de producción cognitiva que incentiva y fortalecen la participación y protagonismo de los sujetos que interactúan, al establecer un diálogo sin intermediarios que interpreten que fue lo que quiso decir, experimentando la práctica de la democracia participativa.

  • Hermenéutica crítica como praxis que contribuye a la creación de nuevas subjetividades para la comprensión e interpretación de las contradicciones, tensiones que se manifiestas en el quehacer cotidiano, que nos permiten el intercambio en el encuentro de horizonte de sentido y nos coadyuvan en la comprensión de la realidad desde múltiples interpretaciones.

Esto nos permite dejar a un lado las prácticas que devienen en rutinas y problematizar sembrando más dudas que certezas para despertar la curiosidad, enseñando a pensar.

 Aportes y desafíos de la pedagogía de contexto propia Nigel

El proceso reflexivo desarrollado para escribir lo que ha sido la praxis pedagógica de Nigel en contexto, como la acción-reflexión-acción del encuentro cara a cara con el otro para constituir un nos-otros, nos sitúa  en una pedagogía cuya base es la teoría crítica, que nos permite cuestionar el orden hegemónico existente para lograr desde los ambientes de aprendizajes la transformación social, epistemológica-cognitiva, educativa y pedagógica. De aquí que plantee algunos elementos como aportes y los desafíos de la pedagogía Nigel.

Uno de los aportes más relevante desde mi mirada es romper con los esquemas de los encuentros de aprendizaje dirigido por un solo profesor como dueño y señor de la verdad, al incorporar en nuestra praxis lo que hemos llamado encuentros a varias manos, donde cada uno nutre y aporta en la temática desde su área de mayor fortaleza.

El incorporar en los ambientes de aprendizaje la intervención de especialistas tanto de las ciencias naturales como las sociales, para abordar temáticas de interés para el conjunto, rompiendo con las planificaciones rígidas que no dejan espacio para los debates coyunturales.

La confluencia de los saberes populares y académicos en los trabajos en “in situ”, que han generado diálogo de saberes como “hermenéutica interactiva”,  donde se reconoce al otro como sujeto participante en los procesos formativos o de construcción del conocimiento con el otro desde las diversas realidades locales.

La problematización para la construcción colectiva de conocimiento partiendo de las experiencias colectivas, convirtiéndose en un lugar de enunciación desde donde se posiciona la reflexión pedagógica y la formación integral de la persona como ser humano.

Entre los desafíos es continuar aportando y construyendo espacios de debates y reflexión acompañados de la sistematización de las experiencias, para construir colectivamente otra lógica epistémica o formas alternativas de pensar de lo que significa la universidad en la calle, en el barrio, en la comunidad para edificar una sociedad igualitaria y justa como destaca nuestro comandante Hugo Chávez en el Plan de la Patria: “(…) es avanzar en la ruta hacia el socialismo, significa el futuro pleno de condiciones de vida gratificantes, construidas con el mismo pueblo”[17].

La apuesta es por la creación de escenario que trascienda lo recetarios mágicos que nos dan las formulas que no se corresponden con nuestra realidad y pensar, repensando el significado de nuestra  praxis que emerge del quehacer que es teoría y práctica, estableciendo un verdadero diálogo, sin temor a su expresividad a su participación, siendo acción y reflexión simultáneamente.

Reflexiones finales

Aquí estamos intentando expresar la sustancialidad de una praxis pedagógica de contexto propia Nigel que nos hable horizontes de sentidos inimaginables, donde la relación sujeto-sujeto en el encuentro cara a cara es fundamental para transcender la educación como escolarización aproximándonos a la arqueología educativa.

Para mí, nos encontramos en el umbral de un horizonte cognitivo que se construye a partir de las prácticas desarrolladas en los diversos y complejos espacios educativos, de formación, de diálogo, encuentro y desencuentro entre los saberes populares y académicos, que marca con ruptura epistemológica con la academia tradicional, libresca, alejada de la realidad, en decir del maestro Bigott “Barroca”, los sujetos piensan y expresan por si mismo sus pensamientos e ideas que nos conduce a una reflexión conjunta para la construcción de pensamientos anclados en la realidad.

El camino esta trazado como destaca el Plan de la Patria: (…) debemos marcar un rumbo distinto (…) partiendo de nuestros propios valores (…)[18] La resignificación de las prácticas universitarias, dirigidas a la transformación social y la formación del nuevo ciudadano para la refundación de la República, la propuesta Ubevista se materializa en la medida en que cada uno aportamos desde nuestro accionar, pues, está claro que nos es suficiente con escribirlo y reconocerlo, es necesario que nuestras acciones sean coherente con nuestro discurso para ejercer como ciudadano integral, agitador de un proyecto liberador.

Lo que nos indica que pensar es estar vivo, es enfrentar los miedos y ver cómo se avanza en la construcción del trabajo colectivo, donde el individualismo no tiene cabida.

Referencias Bibliográficas

Barbero, Jesús Martín (2003). Saberes hoy: diseminaciones, competencias y transversalidades. En Revista Iberoamericana de Educación. Nº 32, pp.17-34.

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* María Figueredo, profesora asistente-investigadora de la Universidad Bolivariana de Venezuela sede los Chaguaramos, adscrita al Centro de Estudios Sociales y Culturales, miembro fundadora del Núcleo de Investigación “Gestión Educativa Local”. Doctora en Ciencias para el Desarrollo Estratégico. Desarrollo la línea de investigación la Escuela y la construcción social del Sujeto pedagógico en el marco del Programa de Investigación Gestión Escolar, prácticas socio educativas y producción de identidades. . Premio Nacional Ciencia y Tecnología 2015 como Grupo de Investigación Consolidado en la especialidad de Educación y Justicia Comunal. Correo electrónico: kielita19@hotmail.com.

[1] Pedagogía de contexto es la potenciación de las capacidades para ejercer la dignidad humana en términos de respeto,  valoración de las relaciones con el otro y su reconocimiento.

[2] Figueredo, María (2013). Experiencias socio pedagógicas en la Universidad Bolivariana de Venezuela: Aportes para una pedagogía liberadora. Informe Crítico. Mimeografiado. Caracas: UBV. p. 3.

[3] Dussel, Enrique (2011). Ética comunitaria. Caracas: El perro y la rana. p.12.

[4]  Sánchez, Adolfo (2003). Filosofía de la Praxis. Buenos Aires .Argentina: Siglo XXI. p. 29.

[5] Freire, Paulo (2005). Pedagogía del oprimido. México: Siglos XXI.  p. 51

[6] Zemelman, Hugo y Marcela Gómez (2005). Conocimiento Social. El desafío de las ciencias sociales para la formación de profesores en América Latina. México: Pax México. p. 2.

[7] Figueredo, María (2014). La educación emancipadora desde las experiencias del núcleo de investigaciónGestión Educativa Local” Nigel. En Cuadernillo Nigel. Los núcleos académicos de investigación: Origen y aportes.  Caracas: UBV. p.51.

[8] Gómez, Marcela y Hugo Zemelman (2006). La labor del maestro formar y formarse. México: Pax México. p.58.

[9] Bigott, Luis (1993).  Escritos sobre educación. Caracas: Los Heraldos Negros. p. 13.

[10] Bigott, Luis (1993).  Escritos sobre educación. Caracas: Los Heraldos Negros. p. 57. La negrilla es propia.

[11]  Freire, Paulo (2009).  Pedagogía del Oprimido. Buenos Aires: Siglo XXI, p. 84.

[12]Barbero, Jesús Martín (2003). Saberes hoy: diseminaciones, competencias y transversalidades. En Revista Iberoamericana de Educación. Nº 32, pp.17-34. p. 30.

[13] Lander, Edgardo  (2000). Ciencias Sociales: Saberes coloniales y eurocéntricos. En: La colonialidad del saber eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas Edgardo  Lander (Comp.) CLACSO-UNESCO: Caracas: Ediciones FACES/UCV. pp. 30-31.

[14] Núcleo de Investigación Gestión Educativa Local (2010). p.4.

[15] Figueredo, María (2013). Experiencias socio pedagógicas desde la Universidad Bolivariana de Venezuela, retos y oportunidades: aportes para una pedagogía transformadora. Informe Crítico. Caracas: UBV, p. 21.

[16] Bigott, Luis Antonio (1992). Encrucijada educativa. Caracas: Los Heraldos Negros. p. 6.

[17] Chávez, Hugo (2012). Propuesta del candidato de la patria comandante Hugo Chávez. Para la gestión Bolivariana socialista 2013-2019. Plan de la Patria. Caracas: Comando Campaña Carabobo. p. 50.

[18]Ibídem. p. 17.

Imagen: http://4.bp.blogspot.com/-U_52HtKr45g/VW61ws6yKWI/AAAAAAAAAJc/jUaOCxzDpVc/s1600/pedagogia_.jpg

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