Los nuevos estudiantes

Por: Miguel Ángel Casillas

Con el inicio del año arranca un nuevo semestre en la educación superior; todos quisiéramos creer que lo haremos sin la pandemia de la COVID, sin embargo, esto es imposible pero también ineludible cuando pensamos en el diseño de los cursos o en las planeaciones didácticas que habremos de desarrollar.

Los cursos de este semestre habrán de programarse de modo híbrido, con grupos diezmados por el abandono, combinando hipotéticas sesiones presenciales con sesiones de trabajo a la distancia; volveremos a poner disponibles las lecturas y actividades en alguna plataforma de enseñanza; actualizaremos los grupos de Facebook y de WhatsApp. Habremos de continuar en clases a través de las pantallas, reactivaremos los foros de discusión, volveremos a recomendar y a descargar archivos desde el chat de la videoconferencia en que estemos conectados. Nuestros estudiantes seguirán leyendo en las pantallas de sus celulares y computadoras, descargando archivos de texto, de audio o de video para acceder al contenido de sus cursos.

Los actuales estudiantes de la educación superior, la enorme mayoría, los que llevan transcurridos cuatro semestres en pandemia y siguen bajo esa condición, no conocen físicamente las instalaciones universitarias, no las frecuentan ni les son familiares; ignoran dónde están las canchas y los espacios deportivos, las bancas y los rinconcitos. Nunca han visitado la biblioteca de su escuela: no saben a qué huelen miles de libros alineados en los anaqueles, nunca han localizado ahí un libro de papel, ni saben cómo buscarlos, nadie los ha regañado por alzar la voz o reír de un chiste para inculcarles el culto al silencio. Como la mayoría de los trámites se hacen en línea, desconocen los espacios administrativos y secretariales, no entregan oficios en papel, ni se les solicitan sellos de tinta en papel membretado.

Recluidos en sus casas, separados de sus amigos, sin interacciones físicas y corporales con sus compañeros de estudio, sin cachondear con sus novios o novias, miles de jóvenes universitarios han estado casi dos años sometidos a las medidas de control y distanciamiento social. Miles de nuestros actuales estudiantes no han socializado con sus compañeros dentro del claustro; no se conocen físicamente, desconocen su verdadero tono de voz, el color de sus ojos, su olor o su vestimenta para salir a la calle. Nunca han jugado ni sudado juntos. No hacen mítines ni protestas, tampoco bailan ni hacen fiestas sometidos por la sana distancia. Sólo se han conocido a través de las pantallas e interactuado de modo remoto a través de videoconferencias o grupos de colaboración.

Los nuevos estudiantes de la educación superior conocen a sus profesores por las pantallas, escuchan sus clases en línea o revisan los videos pregrabados. Casi nunca han discutido con ellos de viva voz, no han compartido dudas o comentarios en los pasillos o en las explanadas; mucho menos han departido con ellos en bares, fiestas y otros espacios informales. Nunca los han visto actuar en clase, gesticulando de pie incentivando la imaginación de sus alumnos.

De por si distantes del alumnado, en la actualidad los estudiantes desconocen completamente quiénes son las autoridades escolares e institucionales. Nunca el funcionariado había estado tan lejos del alumnado, nunca el gobierno institucional había sido tan opaco y la gobernanza tan autoritaria.

Aunque saben que existe físicamente, para los nuevos estudiantes, la universidad es un espacio fundamentalmente virtual, ahí han hecho su vida cotidiana de estudiantes, han tomado sus clases e interactuado con sus compañeros y profesores; en ese entorno virtual han accedido a las lecturas y realizado sus trámites administrativos. Tanto el servicio social, como las tesis y sus asesorías se están realizando en espacios virtuales, se investiga a la distancia a través de formularios electrónicos y de la etnografía digital.

Un hipotético retorno a las actividades presenciales no puede suponer un simple retorno al pasado, después de la experiencia vivida y de reconocer quiénes son los actuales estudiantes de la educación superior estamos obligados a reformar las prácticas y el contenido de la enseñanza superior. Es necesario dar prioridad al aprendizaje y diseñar estrategias relativas a las nuevas formas de estudiar, de leer y buscar información; debemos imaginar un nuevo cuaderno propio de las nuevas formas de tomar notas (con fotos, hipervínculos, imágenes, textos, etc.), así como aprovechar al máximo el potencial de los foros, chats y otros espacios de interacción y colaboración entre estudiantes.

El propio de desarrollo de la pandemia nos obliga a dejar de considerar la situación actual como transitoria y nos exige asumir plenamente que es impostergable la reforma de la enseñanza para asumir quiénes son los estudiantes actuales y cómo hemos cambiado los profesores de la educación superior.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-nuevos-estudiantes/

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Nicaragua: Las plataformas educativas en línea contribuyen a la educación de calidad

Nicaragua/05 de Junio de 2017/El Nuevo Diario

Las plataformas digitales enfocadas a la enseñanza constituyen un abanico de recursos y herramientas digitales que tienen como propósito el aprendizaje de los usuarios, especialmente porque permiten la interactividad, la retroalimentación, el uso de formatos multimedia y la creación de contenido de forma colaborativa.

Es una tendencia creciente que educadores y estudiantes, integren cada vez más esos espacios educativos en los procesos de enseñanza–aprendizaje, para aprovechar al máximo estas ventajas.

En ese sentido, las autoridades del sistema educativo nicaragüense han venido trabajando por ofrecer una formación de calidad que aproveche el desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y en especial los recursos que disponen las plataformas virtuales.

Fundación Telefónica desde 2009 apostó por la innovación educativa y pedagogías innovadoras a través de su programa Aulas Fundación Telefónica, que incluía espacios colaborativos en redes donde se conectaban docentes y estudiantes para intercambiar experiencias. Sitios como Educared donde los docentes podían acceder a contenidos digitales, que respondía a la denominada web 1.0, como una biblioteca virtual ante la carencia de sitio on line con recursos educativos para aplicar en la clase. Otras experiencias como Escuelas Amigas integraron las TIC a través del intercambio cultural y digital entre escuelas de Nicaragua y España.

Ahora, gracias a la evolución de las tendencias educativas y el desarrollo de herramientas digitales, Fundación Telefónica ha creado Scolartic como una Comunidad Educativa online de aprendizaje, innovación y calidad educativa en el que se ofrecen cursos online gratis, recursos para el aula así como charlas, ponencias y talleres.

Scolartic es una plataforma que cuenta con recursos educativos agrupados por etapas y materias distribuidas en cuatro áreas: recursos, contiene propuestas didácticas de aplicación directa en el aula; cursos, detalla la formación en metodologías didácticas aplicadas a la docencia; iniciativas innovadoras, muestra proyectos de innovación tecnológica educativa y la comunidad Scolartic, espacio destinado para el diálogo sobre el mundo educativo.

En sí la plataforma  se ajusta al nivel educativo y de conocimiento sobre el uso tecnológico de los docentes, por lo que pueden desenvolverse sin problemas en este espacio de aprendizaje.

Mediante Scolartic, en 2 años, más de 4,000 docentes han encontrado un espacio de formación y debate educativo a través del cual acceden a cursos gratuitos, ponencias, talleres, foros, charlas y propuestas didácticas que les brindan herramientas para hacer sus clases más atractivas e innovadoras.

Estos espacios virtuales, además de fortalecer el acceso a la información a los usuarios, también traen consigo el desarrollo de la nueva dinámica social de colaboración que nos brinda la cultura digital. Es así como docentes y alumnos buscan soluciones a temas cotidianos a través de la conexión entre distintas áreas académicas, utilizando la tecnología para integrarlas.

Aplaudimos el modelo de aprendizaje que aprovechan las plataformas educativas en línea. De la misma forma que el maestro del futuro esté adquiriendo las competencias digitales y metodologías educativas acordes a la sociedad del Siglo XXI, nuevo contexto que demanda nuevas habilidades y capacidades tecnológicas.

Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/429648-plataformas-educativas-linea-contribuyen-educacion/

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