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Estados Unidos y su rol en el golpe de Estado en Perú

Por: Vijay Prashad y José Carlos Llerena Robles

Este artículo fue producido para Globetrotter.

Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es miembro de la redacción y corresponsal en jefe de Globetrotter. Es editor en jefe de LeftWord Books y director del Instituto Tricontinental de Investigación Social. También es miembro senior no-residente del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China. Ha escrito más de 20 libros, entre ellos The Darker Nations y The Poorer Nations. Sus últimos libros son Struggle Makes Us Human: Learning from Movements for Socialism y The Withdrawal: Iraq, Libya, Afghanistan, and the Fragility of U.S. Power (con Noam Chomsky).

José Carlos Llerena Robles es educador popular, miembro de la organización peruana La Junta y representante del capítulo peruano de Alba Movimientos.

Fuente: Globetrotter

El 7 de diciembre de 2022, Pedro Castillo se sentó a trabajar en su despacho, durante el que sería su último día como presidente de Perú. Sus abogados revisaban los documentos que mostraban que Castillo triunfaría sobre una moción en el Congreso para destituirlo. Iba a ser la tercera vez que Castillo se enfrentaba a una impugnación del Congreso, pero sus abogados y asesores – entre ellos el ex primer ministro Aníbal Torres – le decían que tenía ventaja sobre el Congreso en las encuestas de opinión (su índice de aprobación había subido al 31%, mientras que el del Congreso apenas rondaba el 10%).

Desde hacía un año, Castillo estaba sometido a una enorme presión por parte de una oligarquía que no veía con buenos ojos a este antiguo profesor. Sorpresivamente, el 7 de diciembre anunció a la prensa que iba a “disolver temporalmente el Congreso” y a “establecer un Gobierno excepcional de emergencia”. Esta medida selló su destino. Castillo y su familia corrieron hacia la Embajada de México, pero fueron detenidos por los militares en la Avenida España, antes de que pudieran llegar a su destino.

¿Por qué Pedro Castillo dio el paso fatal de intentar disolver el Congreso cuando estaba claro para sus asesores – como Luis Alberto Mendieta – que se impondría en la votación de la tarde?

La presión pudo con Castillo, a pesar de la evidencia. Desde su elección en julio de 2021, su oponente en las elecciones presidenciales, Keiko Fujimori, y sus asociados han tratado de bloquear su ascenso a la presidencia. Ella trabajó con hombres que tienen estrechos vínculos con el Gobierno de los Estados Unidos y sus agencias de inteligencia. Un miembro del equipo de Fujimori, Fernando Rospigliosi, por ejemplo, había intentado en 2005 implicar a la embajada estadounidense en Lima contra Ollanta Humala, quién se presentó en las elecciones presidenciales peruanas de 2006. Vladimiro Montesinos, ex agente de la CIA que cumple condena en una prisión de Perú, envió mensajes a Pedro Rejas, ex comandante del ejército peruano, para que fuera “a la embajada de los Estados Unidos y hablara con el oficial de inteligencia de la embajada”, para intentar influir en las elecciones presidenciales peruanas de 2021. Justo antes de las elecciones, EE. UU. envió a una ex agente de la CIA, Lisa Kenna, como embajadora en Lima. Se reunió con el ministro de Defensa de Perú, Gustavo Bobbio, el 6 de diciembre y al día siguiente envió un tuit de denuncia contra la medida de Castillo de disolver el Congreso (el 8 de diciembre, tras la destitución de Castillo, el Gobierno estadounidense – a través de la embajadora Kenna – reconoció al nuevo Gobierno de Perú).

Una figura clave en la campaña de presión parece haber sido Mariano Alvarado, oficial de operaciones del Grupo de Asistencia y Asesoramiento Militar (MAAG), que funciona efectivamente como agregado de Defensa de los Estados Unidos. Se dice que funcionarios como Alvarado, que están en estrecho contacto con los generales militares peruanos, les dieron luz verde para actuar contra Castillo. También es sabido que la última llamada telefónica que Castillo tomó antes de abandonar el palacio presidencial provino de la Embajada de los Estados Unidos. Es probable que le advirtieran que huyera a la embajada de una potencia amiga, lo que le haría parecer débil.

Este artículo fue producido para Globetrotter.

Fotografía: Globetrotter.

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Michael McCabe: La educación es la mejor herramienta del Cuerpo de Paz estadounidense

Por: lahora.com.ec

El Director Regional del Cuerpo de Paz, con sede en Washington (EE.UU.) explica lo que hay detrás del reconocido programa de voluntariado.

Formar líderes es un reto para cualquier nación. Y más aún cuando el objetivo mayor es alcanzar la paz. El Cuerpo de Paz de los Estados Unidos tiene metas claras, relacionadas con ese reto, que provoca un crecimiento personal en los facilitadores y en los beneficiarios.

También está el crecimiento de las comunidades, incluida la estadounidense. El relacionamiento profundo de miles de voluntarios hace que se disperse el conocimiento, el compañerismo, la tolerancia y la solidaridad.

Las buenas experiencias son innumerables dice Michael McCabe, director Regional del Cuerpo de Paz, con sede en Washington. El experimentado desarrollador de capacidades, de capacitación para jóvenes, de tecnología para el desarrollo, de desarrollo de alianzas entre el sector público y el privado, conversó con LA HORA sobre el reto en que se ha convertido la paz.

Llegó al país para festejar los 60 años de la presencia del Cuerpo de Paz en Ecuador y el retorno de los voluntarios para trabajar en nueve provincias, luego del inicio de la pandemia. Ellos estarán dos años en el país. Él habla sobre el esfuerzo implícito de reducir los conflictos a futuro. Un trabajo que toma años. Pero que es muy efectivo para sembrar solidaridad y tolerancia entre las personas y los países.

P: Cuerpo de Paz lleva una palabra muy pequeñita de tres letras, pero que tiene mucho significado: paz ¿Cómo interpreta esta situación o relación en este tiempo?

Vivimos en un momento clave a nivel mundial, en Ecuador, en Estados Unidos. La paz, en realidad, es un reto grande para todos. La filosofía del Cuerpo de Paz siempre ha sido: podemos construir la paz a través de la amistad y tratando de ver cómo formamos enlaces. Lo hacemos con los voluntarios del Cuerpo de Paz, con nuestro equipo en Ecuador, con nuestros socios en los ministerios, en las comunidades. Esto crea un entendimiento. El Cuerpo de Paz tiene tres metas. Uno, trabajar mano a mano en el desarrollo local con las comunidades y los voluntarios. Pero el número dos y tres tratan de formar enlaces de amistad a través del entendimiento entre las culturas. Y para nosotros estos son los que crean raíces fuertes para la paz.

P: ¿De qué forma han colaborado para conseguir estos dos últimos objetivos?

Celebrando los 60 años del Cuerpo de Paz en el país, son 60 años de amistad. Hoy celebramos el regreso de los voluntarios del Cuerpo de Paz que van a nueve provincias. Ellos trabajarán en escuelas de estas nueve provincias, van a convivir con familias de las comunidades y, en este intercambio, buscarán formas para mejorar su entendimiento de la cultura ecuatoriana y los ecuatorianos entenderán un poco más la cultura de los Estados Unidos.

P: ¿Cuál es la motivación que tienen usted y los voluntarios para hacer este trabajo?

La motivación de los voluntarios varía, pero para la gran mayoría ellos parte de reconocer que vivimos en un mundo compuesto de países, pero donde existen seres humanos. Para avanzar en educación y en el desarrollo humano tenemos que encontrar la forma de entendernos el uno al otro, y esto va más allá de nuestra comunidad, de nuestro país, hay que entender otros países. Ellos vienen con este espíritu de aprender, entender, compartir. Por eso la mayoría de ellos han salido de su hogar, de su familia, de su país, por dos años. Lo hacen para vivir junto con las familias de comunidades bastante humildes. Y ahí es donde realmente encontramos la solidaridad.

P: Cuando usted dice: encontramos la solidaridad. ¿A qué se refiere?

La solidaridad de aprender el idioma español o kichwa. Conocer cuáles son los retos que enfrentan las personas de las comunidades, y compartirlos. Pero lo más importante es la acción colectiva para mejorar la calidad de la educación, de salud. Trabajar con grupos juveniles y centros juveniles para formar, juntos, un capital humano.

P: Buscar la paz lleva implícito el evitar conflictos. ¿Trabajar en la educación sirve para evitar conflictos?

Sí. Tenemos programas en muchos temas para responder a la situación de la pandemia, en salud, juventud, en desarrollo económico y comunitario. Pero el programa más grande es la educación. ¿Por qué? Porque ahí hemos visto que hay una oportunidad de la vida, muy temprano, de formar, junto con los otros maestros, las nuevas oportunidades para los jóvenes. Entonces, nuestro rol aquí no es enseñar a los jóvenes, sino trabajar junto con los maestros e innovar en técnicas de mejoramiento de la enseñanza y las capacidades. De esta forma aprendemos juntos y, con solidaridad, mejoramos las capacidades de cada joven.

P: Hay personas que creen que prepararse para la paz es prepararse para un mejor futuro. ¿Hay casos exitosos en el trabajo que ha realizado el Cuerpo de Paz?

Cuando viajo siempre encuentro personas que son directores de escuelas, doctores, pueden ser taxistas, pero siempre recuerdan que tuvieron un voluntario del Cuerpo de Paz en la comunidad y que los ayudó a aprender. Hace poco estuve en un evento con embajadores de países del Pacífico. Cuatro de los ocho se pusieron de pie y comentaron que, cuando eran jóvenes, aprendieron a hablar inglés o matemáticas con los voluntarios del Cuerpo de Paz. En ese momento no sabían que ellos iban a ser líderes de su comunidad o de su país, pero ese intercambio les ofreció un entendimiento de esta relación entre países.

P: ¿Este proceso del que usted detalla ayuda a mejorar la seguridad de los países?

En un mundo donde a veces sentimos la polarización de personas por el temor de las diferencias, formar amistad, entendimiento y trabajar en temas de desarrollo local, entendiendo estas necesidades y prioridades, disminuye este sentido ‘del otro’ y forma este sentido de ‘nosotros’. Y eso puede bajar la tendencia para un conflicto.

P: ¿Puede dar ejemplos?

Sin duda. Mire, hemos trabajado en más de 140 países por 60 años. 240.000 voluntarios que han sido embajadores de su país. Y cuando regresan, pasan a ser embajadores, a ser congresistas, a ser maestros en escuelas en Estados Unidos. Ayudan a formar nuestro entendimiento sobre cómo queremos interactuar con otros países. Entonces, yo creo que ese es un buen ejemplo, pero hay muchos otros.

P: El mayor ejemplo es dentro de su propio país.

Es un ejemplo. También encontramos que la formación de este sentido de compromiso, voluntariado, solidaridad, ha tenido un impacto en muchas comunidades donde hemos trabajado y eso es importante. Trabajar junto con los socios, como con las autoridades ecuatorianas, también. Aquí están formando su propio programa de voluntariado. Creemos que todos tenemos la oportunidad de contribuir al desarrollo de nuestras comunidades. (JC)

Fuente e Imagen: https://www.lahora.com.ec/pais/la-educacion-es-la-mejor-herramienta-del-cuerpo-de-paz-estadounidense/

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La ciruela

Por: Ilka Oliva-Corado

Guillermina deja las bolsas del supermercado sobre la mesa y con urgencia saca una ciruela, la lava y le da una mordida, el jugo se le escurre por la comisura de los labios. Cierra los ojos y saborea lentamente su dulzura mientras agradece a las manos que la cuidaron desde que la semilla del árbol fue plantada. Desde niña sus abuelos campesinos le enseñaron a agradecer el trabajo que realizan quienes cultivan la tierra.

Originaria de Parramos, Chimaltenango, Guatemala, cuando llegó a Estados Unidos no hablaba más que su idioma materno, el cakchiquel. Palabras de español, una por aquí y otra por allá, del inglés jamás había escuchado. Lleva veinte años trabajando como empleada doméstica en Nueva York, ahí aprendió a viajar en tren. La primera vez que se subió a uno y vio los mundos de gente en la estación se sorprendió, de la tecnología y de la cantidad de personas que viajan en ese medio de transporte. En Guatemala nunca vio uno, sólo conoce la melodía El ferrocarril de los altos, que le gustaba a sus abuelos cuando la escuchaban en la radio, recuerda que le contaban que en Guatemala un día existió un tren que fue el más famoso de Centroamérica.

Guillermina dejó Guatemala junto a su hermano Jacobo para ayudar a sus padres en la crianza de sus hermanos pequeños, su historia no varía de la de miles de guatemaltecos que se ven forzados a emigrar de forma indocumentada. Estaba en las vísperas de los quince años cuando dejó su indumentaria indígena y metió en una mochila dos pantalones y dos playeras que compró en las ventas de ropa usada del mercado, para zapatos no le alcanzó y se fue con sus caites de diario. El único suéter de su mamá fue todo su abrigo para el trayecto.

No sabe cómo le hizo su memoria, pero logró bloquear todos los recuerdos del trayecto desde que llegaron a Tapachula, pero su hermano Jacobo los recuerda patente, pero la quiere tanto que sería incapaz de llevar a su memoria nuevamente el abuso sexual que vivieron los dos durante veinte días en manos de los coyotes que después los fueron a dejar tirados a Tijuana. Desde esos días Jacobo nunca ha logrado dormir una sola noche de corrido, lo despiertan en la madrugada las pesadillas.

Tiene tres trabajos. Cada viernes juntan dinero con Guillermina para enviar la remesa, ninguno de los dos autoriza a que emigren sus hermanos pequeños que en Parramos trabajan la tierra de sus abuelos, pero Miguel el menor, no les hizo caso y emigró con otro grupo de amigos, quería ir a ayudarles a sus hermanos mayores en la carga económica de la casa, lleva tres años desaparecido.

Guillermina, muerde la ciruela que la lleva a las remembranzas de los campos de cultivo de frijol, a la sombra de los palos de aguacate, naranja y a los surcos de los milpales por donde vio a sus hermanos pequeños empezar a caminar mientras sus padres trabajaban.

El jugo de la ciruela se le escurre por la comisura de los labios, Guillermina agradece a las manos que la cuidaron desde que la semilla del árbol fue plantada, el sabor de la fruta que tanto le gustaba a Miguel le desata un dolor que ha tenido anudado en la garganta durante tres años y comienza a llorar desconsoladamente.  Cuando estaba en el supermercado recibió la llamada de Jacobo, por fin tienen noticias de Miguel, el equipo forense que hizo las pruebas les confirmó su identidad. Un equipo de rescate humanitario que buscaba a una migrante desaparecida meses atrás encontró sus huesos en un río seco en Sonora. Por fin sus padres podrán enterrar a su hijo pequeño en el cementerio del pueblo.

Fuente de la información: https://cronicasdeunainquilina.com

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La Masacre en la escuela de Texas reabre el debate sobre las armas en Estados Unidos

Fuente: Pagina 12

El tiroteo de este martes en una escuela primaria de Texas, en el que murieron al menos 18 niños y 3 adultos, reavivó de inmediato el eterno debate sobre las armas en Estados Unidos, sin que se vislumbre el final.

Es la principal causa de muerte entre niños y adolescentes.

«Es hora de actuar, ¿cuándo, por el amor de Dios, nos vamos a enfrentar al lobby de las armas?», dijo el presidente Joe Biden en un mensaje desde la Casa Blanca. «Estoy descorazonado y cansado», declaró el mandatario de 79 años, quien llegó a la Casa Blanca tras una campaña en la que abogó por controlar las armas en poder de los estadounidenses.

Su vicepresidenta Kamala Harris también se declaró desolada tras la masacre en la escuela de Texas. «Ya basta», clamó y, dirigiéndose al Congreso, que se muestra reacio o impotente para legislar sobre las armas, agregó: «Debemos tener el coraje de actuar».

Joe Biden dio un mensaje a la nación reclamando acción contra la portación sin control de armas.

En el hemiciclo de la Cámara. el senador Chris Murphy afirmó que «en ningún otro lado está ocurriendo esto más que aquí, en Estados Unidos, y eso es una elección».

Murphy representa a Connecticut, un estado marcado para siempre por el tiroteo de Sandy Hook del 14 de diciembre de 2012, cuando un joven de 20 años mató a 26 personas, entre ellas veinte niños de 6 y 7 años.

«Es nuestra elección dejar que esto ocurra», dijo, e imploró a sus colegas del Congreso a que se llegue a un acuerdo para aprobar una ambiciosa ley nacional sobre las armas.

La «epidemia americana»

Actualmente, esto parece casi imposible.

En Estados Unidos, los tiroteos son una plaga constante que los sucesivos gobiernos fueron incapaces de erradicar, dado que muchos norteamericanos siguen apegados a las armas.

Los estadunidenses se matan entre sí con armas 25 veces más que otros países desarrollados, señala el centro Brady Campaign to Prevent Gun Violence.

La razón más citada por los que adquieren armas de fuego es la defensa individual, pero investigaciones de los últimos años confirman que en los hogares que tienen armas se incrementa de tres a cinco veces el riesgo de homicidio y suicidio.

Se calcula que hay más armas en manos privadas en Estados Unidos que población –de hecho, 120.5 armas por cada 100 residentes–, más de 390 millones, según cifras de 2018 por el Small Arms Survey. El Brady Campaign calcula que uno de cada tres adultos en Estados Unidos es dueño de un arma.

En 2020 se perdieron casi 5 mil vidas más en homicidios con armas que en 2019.

Las armas fueron la causa principal de muerte entre niños y adolescentes en 2020, tomando más vidas que el covid-19, accidentes automovilísticos o cáncer” para los menores de edad, afirma un informe del Centro para Soluciones de Violencia de Armas de la Universidad Johns Hopkins.

Texas, puesta en el centro del debate a partir de esta última masacre, es uno de los estados donde es más fácil adquirir un arma.

En 2015, el gobernador Greg Abbott dijo sentir «vergüenza» de que Texas fuera «solo» el segundo estado en materia de compra de armas de fuego.

El presidente Biden, quien ordenó que las banderas patrias se izaran a media asta, prometió durante su campaña que actuaría en este frente.

En abril de 2021, dio a conocer un plan limitado contra la «epidemia» de la violencia armada.

Sin embargo, consciente de que no está en posición de impulsar acciones audaces debido a su estrechísima mayoría en la Cámara de Representantes, se ha conformado hasta ahora solo con pequeñas medidas.

«Politización del debate»

Aún no se ha anunciado ningún avance importante en el tema de la verificación de antecedentes penales o psicológicos de los compradores de armas, algo que diversas asociaciones llevan años reclamando.

«Durante mucho tiempo los miembros del Congreso han hablado de estos tiroteos, mientras se oponían a todos los esfuerzos para salvar vidas», dijo la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

El bando republicano respondió de inmediato, a través justamente del senador de Texas Ted Cruz, quien alertó contra una «politización del debate».

Cruz dijo que algunos aprovecharon tragedias para alzarse contra la segunda enmienda a la Constitución, que garantiza el derecho a portar y usar armas. «Hemos visto en el pasado que esto no es eficaz para prevenir este tipo de delitos», dijo Cruz, que no aclaró a qué hecho o momento del pasado se refería.

*Con información de AFP y del diario La Jornada, de México.

Fuente de la información e imagen: https://www.pagina12.com.ar

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Estados Unidos: crisis del gobierno, lucha por el aborto y sindicalismo de base

Por: Jimena Vergara y Daniel Alfonso

[Desde Nueva York] En este artículo escrito especialmente para Ideas de Izquierda, Daniel Alfonso y Jimena Vergara –integrantes de Left Voice y de la Red Internacional La Izquierda Diario– ofrecen un panorama de la situación política en Estados Unidos, la emergencia de nuevos fenómenos de lucha social y lucha de clases y las tareas de la izquierda.

El 2 de mayo, el sitio Político filtró un leak con el borrador de un documento del Juez Alito que será discutido en la Corte Suprema hacia el mes de julio, echando atrás Roe vs. Wade, el precedente legal que a nivel federal prohíbe a los estados criminalizar el aborto, en un ataque histórico sobre los derechos reproductivos en Estados Unidos.

Los contornos de una situación dinámica

Esta filtración se da en el contexto de la crisis política del gobierno de Joe Biden, que no ha podido pasar ninguna de sus iniciativas en el congreso después de los planes de estímulo e infraestructura post pandemia y no ha podido recuperar los índices de aprobación del 2021, ni siquiera con su política frente a la guerra en Ucrania que cuenta con el consenso bipartidista y la pasividad general de las masas.

La situación de conjunto es muy dinámica. La sinergia entre la agenda internacional del régimen concentrada en Ucrania y el rearme de la OTAN por un lado y la convulsividad política y social doméstica por otro, plantean la posibilidad de un verano caliente.

Hacia las elecciones intermedias de noviembre, ambos partidos ya están haciendo cálculos políticos. El Partido Demócrata, que tuvo un pobre desempeño en las elecciones locales y estatales del 2021, teme perder la débil mayoría con la que cuenta en las dos cámaras. Las intermedias también serán una prueba decisiva para el trumpismo que espera demostrarle al Partido Republicano, que Trump sigue siendo su figura más prominente hacia las presidenciales del 2024 apoyando a los candidatos republicanos que públicamente cuestionan el resultado de la elección del 2020.

El desarrollo de un movimiento de masas por el derecho al aborto depende en gran medida de que estas sobrepasen la contención demócrata como al principio del Black Lives Matter (BLM), y que el Partido Demócrata evalúe qué es menos costoso políticamente, si movilizar o permanecer pasivos con el riesgo de ser castigados en las urnas este año.

Es un cálculo difícil, entre otros motivos porque los sectores tradicionalmente proaborto que se movilizan se encuentran en las grandes ciudades, históricamente gobernadas por el Partido Demócrata y donde las leyes estatales no se verán afectadas en lo inmediato por echar abajo el fallo Roe. vs. Wade. Por ahora movilizar a esta base social no parece que vaya a redituar necesariamente en votos en los estados más comprometidos para los demócratas o los llamados “estados rojos”. Sin muchas sorpresas, el discurso del gobierno es que hay que esperar a noviembre y elegir políticos proaborto en las intermedias.

En última instancia, una de las orientaciones estratégicas de Biden una vez cooptado el BLM era pasivizar el descontento con una combinación de concesiones al movimiento de masas, mucha retórica y la intervención estatal para reanimar la economía, restablecer las cadenas de distribución y contener la inflación. Este plan es el que hoy está en cuestión.

Otra vez, la lucha de clases

Si bien la lucha de clases venía siendo el elemento más retardatario de la situación en general pero con luchas estatales o locales importantes de sectores del movimiento obrero como los maestros de Minneapolis y rabia que se viene acumulando desde Striketober (como se conoce a la ola de huelgas de octubre de 2021) y la Gran Renuncia, la clase obrera irrumpió en la crisis política con el triunfo del Amazon Labor Union (ALU) en Staten Island y la marea de sindicalización en Starbucks. Lo más novedoso es quizá que esta nueva actividad en la clase obrera se combina con altos índices de aprobación entre la población hacia los sindicatos y todos los derechos elementales de la clase. Esta combinación es inédita desde que se impuso neoliberalismo.

No es casual que el movimiento obrero haya pateado la mesa en Amazon, la corporación que duplicó sus ganancias durante la pandemia y el símbolo más nefasto de la avaricia capitalista y los súper ricos con Jeff Bezos a la cabeza. De ahí que Chris Smalls haya popularizado aún más el slogan “eat the rich” (“cómete a los ricos”) que escribió en la chaqueta que llevaba en el mitin a las afueras de Staten Island previo a la votación del sindicato en la segunda bodega. Ni que decir del efecto moral que tuvo haberle impuesto al gigante de la logística un sindicato organizado por activistas y trabajadores de base que en un principio no tenían prensa, ni contaban con el apoyo de las burocracias tradicionales, ni con la ayuda del ala progresista demócrata.

Tanto Amazon como Starbucks expresan la emergencia aún incipiente pero significativa de un sindicalismo de base ligado al sanderismo, que está compuesto por la juventud precarizada multiétnica, antirracista y antiopresión, y de un nuevo activismo juvenil politizado que ve en los sindicatos una vía para mejorar sus condiciones de vida o está organizado en la izquierda y tiene pasión por organizar a la clase obrera. De algún modo, esta juventud en la clase obrera y los movimientos sociales de los últimos años está comenzando a identificar la lucha contra la explotación y la opresión como una sola, producto de la experiencia durante la pandemia y el BLM, reconstituyendo orgullo de clase y odio a los patrones.

Después del golpe de efecto que fue ganar el ALU en la bodega JFK 8, la bodega de enfrente perdió la votación ante el No contundentemente (360 votos por el sí contra 680 votos por el no), gracias a la intensificación de las prácticas antisindicales, por un lado, y a que esta vez la organización de base fue mucho más débil y la política de presión a la administración demócrata, que culminó en una visita a la Casa Blanca el 4 de mayo –en la que Biden no se comprometió en nada– prevaleció.

El triunfo del ALU también golpeó a la burocracia tradicional que se viene reubicando al calor de una mayor agitación en las bases sindicalizadas y ahora en la generación U (precarios). Concretamente se viene fortaleciendo el ala izquierda representada por Sarah Nelson del sindicato de azafatas que ambiciona la dirección de la AFL-CIO y en cierta medida por la nueva dirección de los teamsters que después de muchos años de “sindicalismo amarillo” viene girando a izquierda. Uno de los méritos del ALU fue haberle impuesto a este sector de la burocracia un mitin en frente único a las afueras de la bodega.

Los siguientes meses son decisivos para el Amazon Labor Union que tendrá que negociar su primer contrato con la patronal. Esta no puede permitir que los trabajadores le impongan un salario de 30 dólares la hora como está exigiendo el sindicato. La lucha del ALU amenaza el “modelo de negocios” del gigante de la logística toda vez que su estructura de distribución de mercancías se asienta sobre la superexplotación de miles de trabajadores que trabajan al ritmo de los robots. Para los capitalistas, el mayor riesgo es que la lucha del ALU inspire a otros sectores y eleve las expectativas de toda la clase obrera. Por ello la patronal ya está respondiendo con despidos y represalias contra los sindicalistas. La batalla en Amazon es una batalla para toda la clase obrera.

La disputa por el fallo Roe. vs. Wade se superpone a estos nuevos desarrollos en el movimiento obrero y reabre la crisis orgánica que permanecía latente mostrando las contradicciones más profundas que tiene el régimen bipartidista en Estados Unidos. Por un lado, volvió a mostrar descarnadamente la polarización política y social y la ubicación de las distintas alas del régimen. La agenda republicana y de la ultra derecha hacia las elecciones intermedias se basa en una fuerte ofensiva sobre los derechos reproductivos, los derechos trans y los derechos al voto, expresada en una serie de leyes ultra reaccionarias como “the anti gay bill” o las leyes contra la llamada “ideología de raza” que ya pasaron en varios “estados rojos” de mayoría republicana y prohíben la enseñanza sobre el racismo y la esclavitud en las escuelas de educación básica.

Hasta el momento el espectro del trumpismo y su base social –Trump se mantiene con índices de aprobación que empatan con los de Biden– es un fenómeno dinámico y con posibilidades electorales hacia las elecciones intermedias. Aunque la aplastante mayoría del Partido Republicano es antiaborto, el que gana políticamente liquidando Roe vs. Wade es Trump. En última instancia esto sería el resultado de haber impuesto a dos jueces durante su mandato dejando una Corte más a la derecha de la que recibió cuando empezó su período presidencial.

Por su parte el gobierno y el Partido Demócrata están en aprietos. No estaba en la agenda de Biden tener que lidiar con un movimiento de masas por derechos reproductivos en la calle y hasta ahora, los demócratas están llamando a movilizar de manera limitada claramente para contener. Sin embargo, de no movilizar y actuar pasivamente, el Partido Demócrata está en riesgo de perder las elecciones intermedias ya que su base social tradicional es pro choice (por el derecho a decidir), y hay bastante insatisfacción con el hecho de que Roe vs. Wade no fue codificada (hecha ley federal) durante 50 años, cuando en varias ocasiones los demócratas tenían la mayoría en las dos cámaras. La codificación de Roe vs. Wade además, fue promesa de campaña de Biden junto a la Pro Act. La clase media blanca y educada no quiere que sus hijos e hijas carezcan del derecho elemental a decidir.

La otra crisis institucional en curso afecta directamente a la Corte Suprema, una de las instituciones más prestigiadas del régimen político que viene perdiendo legitimidad desde la era trumpista y la designacion de Kavanaugh, rutilante representante de los provida en Estados Unidos y acusado de violación.

La política del Sanderismo hasta ahora, fue plantear que el fallo Roe vs. Wade sea codificado y llevarlo al piso del Senado hace unos días a sabiendas de que no iba a pasar producto de la técnica de obstrucción parlamentaria del filibuster (filibustero).

Los socialistas y la emergencia de un movimiento por derechos reproductivos en Estados Unidos

Desde la medianoche del día que el documento de Alito se filtró, en decenas de ciudades, cientos y miles de activistas salieron a las calles. La presión era tan grande en redes sociales que la Womens’ March tuvo que convocar con el objetivo de hacer acciones simbólicas y limar todo aspecto de combatividad. Left Voice asistió a la movilización de Nueva York, que contó con 3 mil asistentes. El mitin fue un acto electoral pro demócrata, lo que generó insatisfacción en los asistentes, en especial la juventud. Las organizaciones socialistas presentes, Left Voice, Socialist Alternative y colectivos pro derechos reproductivos logramos convertir el mitin en una marcha combativa en la que nos siguió la juventud en un cortejo de mil personas hasta Washington Square, que tuvo gran repercusión en los medios.

En Detroit, Left Voice junto a Detroit Will Breathe y organizaciones comunitarias organizamos una marcha independiente el sábado 8 de mayo, a la que asistieron más de mil personas.

Desde nuestro sitio web y en nuestros centros de trabajo los miembros de Left Voice estamos agitando y discutiendo con decenas de jóvenes que es necesario partir defender lo conquistado –“We won’t go back”– es decir que no podemos permitir que echen atrás el fallo Roe. vs. Wade, pero que tenemos que ir por más. Estamos comenzando a luchar con los métodos de la lucha de clases en las calles y desde los centros de trabajo y escuelas agitando por Aborto Legal y Gratuito Ya, ¡Que sea ley! Una ley federal que garantice el aborto legal, seguro y gratuito on demand y de fácil acceso para las personas en todos los estados, sin ninguna restricción al estilo de la Enmienda Hyde que impida el acceso al aborto a las personas de bajos ingresos.

Estamos agitando para impulsar un movimiento de masas independiente y en las calles por el derecho al aborto, tomando como ejemplo Argentina, Irlanda y Colombia que nos mostraron que podemos ganar. La única manera de avanzar es organizarnos en nuestros lugares de trabajo, escuelas, universidades y comunidades y tomar las calles, organizar paros y huelgas. Los demócratas solo estafaron a la juventud, las mujeres, los activistas LGTBI que votaron por ellos y nos querrán llevar a las urnas una vez más, así que nuestro movimiento tiene que ser independiente, en las calles y organizado por comités de base en todos los lugares de trabajo, pero también en las escuelas, universidades y comunidades.

En ese espíritu el sábado 13 de mayo organizamos la primera acción convocada por “CUNY for abortion rights” en Brooklyn College –CUNY es la universidad pública de Nueva York, que cuenta con 400 mil estudiantes, maestros y trabajadores–. “Cuny for abortion rights” es el primer comité de base formado por estudiantes y trabajadores, y que pretendemos extender a todos los campus.

La tarea del momento es ligar la ola de sindicalización que sacude a la juventud precaria con la lucha por los derechos reproductivos que está en el corazón de la llamada Generación U. Los sindicatos que ya existen, así como los que se están formando en el frescor de la lucha, deben luchar por el derecho al aborto. Los trabajadores de Starbucks y Amazon están mostrando el camino a seguir luchando contra los jefes multimillonarios y sindicalizando sus lugares de trabajo. Como dice el sindicato de Starbucks: “Todos necesitamos sindicatos para luchar por nuestros derechos como trabajadores, pero también por todos los derechos que necesitamos como personas oprimidas”.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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Entrevista a Noam Chomsky: ESTAMOS EN UN MOMENTO CRUCIAL DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

Entrevista al filósofo, Lingüísta y analista político Noam Chomsky , sobre el conflicto en Ucrania,  el   1 de marzo de 2022.

 

«La confrontación es una sentencia de muerte para la especie, sin vencedores. Estamos en un momento crucial de la historia de la humanidad. No se puede negar. No se puede ignorar.» – Noam Chomsky

 

La invasión rusa de Ucrania ha cogido a gran parte del mundo por sorpresa. Es un ataque no provocado e injustificado que pasará a la historia como uno de los mayores crímenes de guerra del siglo XXI, sostiene Noam Chomsky en esta entrevista exclusiva que ha concedido a Truthout y que ofrecemos a continuación. Las motivaciones políticas, como las citadas por el presidente ruso Vladímir Putin, no pueden utilizarse como argumento para justificar el inicio de una invasión contra una nación soberana. Sin embargo, ante esta horrible invasión, “Estados Unidos debe optar por la diplomacia de modo urgente” en lugar de la escalada militar, ya que esta última podría constituir una “sentencia de muerte para la especie, sin vencedores”, afirma Chomsky.
C. J. Polychroniou: Noam, la invasión rusa de Ucrania ha cogido a la mayoría de la gente por sorpresa y ha causado gran conmoción por todo el mundo, aunque muchos elementos indicaban que Putin estaba bastante alterado por la expansión de la OTAN hacia el este y la determinación de Washington de no tomarse en serio sus exigencias en materia de seguridad de no traspasar la “línea roja” respecto a Ucrania. ¿Por qué cree que ha decidido iniciar una invasión en este momento?
Noam Chomsky: Antes de responder a la pregunta debemos constatar algunos hechos que son incontestables. El más crucial es que la invasión rusa de Ucrania es un grave crimen de guerra comparable a la invasión estadounidense de Irak y a la invasión de Polonia por parte de Hitler-Stalin en septiembre de 1939, por poner sólo dos ejemplos relevantes. Es razonable buscar explicaciones, pero no hay ninguna justificación ni atenuante.
Volviendo a la pregunta, hay un despliegue de invectivas plenas de convencimiento acerca de la mente de Putin. El relato habitual es que está atrapado en fantasías paranoicas, que actúa solo, rodeado de cortesanos rastreros como los que conocemos aquí en lo que queda del Partido Republicano que viaja hasta Mar-a-Lago buscando la aprobación del Líder.
La avalancha de improperios podría ser acertada, pero quizá habría que considerar otras posibilidades. Quizá Putin quiso decir lo que él y sus aliados han estado diciendo alto y claro durante años. Podría ser, por ejemplo, que “dado que la principal exigencia de Putin es la garantía de que la OTAN no aceptará a más miembros, y en concreto a Ucrania o Georgia, obviamente no habría existido ninguna motivación para la crisis actual si no hubiera habido una expansión de la alianza atlántica tras el final de la Guerra Fría o si la expansión hubiera tenido lugar de acuerdo con la construcción de una estructura de seguridad en Europa que incluyera a Rusia”. El autor de estas palabras es Jack Matlock, exembajador de Estados Unidos en Rusia, uno de los pocos expertos en Rusia solventes del cuerpo diplomático estadounidense; las escribió poco antes de la invasión. Continúa y concluye que la crisis “puede resolverse fácilmente aplicando el sentido común… Desde cualquier punto de vista, el sentido común apunta que a Estados Unidos le interesa promover la paz, no el conflicto. Tratar de desprender a Ucrania de la influencia rusa –el objetivo declarado de los que agitaron las “revoluciones de colores”– fue una misión absurda y peligrosa. ¿Tan pronto hemos olvidado la lección de la crisis de los misiles de Cuba?”.
Matlock no está solo. En las memorias del jefe de la CIA, William Burns, otro de los pocos auténticos expertos en Rusia, se llega a las mismas conclusiones sobre las cuestiones de fondo. La postura aún más firme de George Kennan [diplomático] ha recibido amplia cobertura tarde, que también ha sido respaldada por el exsecretario de Defensa William Perry y, fuera de las filas diplomáticas, por el célebre académico de relaciones internacionales John Mearsheimer y numerosas figuras que difícilmente podrían ser más convencionales.
Nada de esto es incierto. Los documentos internos de Estados Unidos publicados por WikiLeaks revelan que la imprudente oferta de Bush II a Ucrania para entrar en la OTAN provocó enseguida duras advertencias por parte de Rusia indicando que la expansión de la amenaza militar era intolerable. Es comprensible.
El hecho es que, para ser sinceros, no sabemos por qué se tomó la decisión, ni siquiera si la tomó Putin en solitario o el Consejo de Seguridad ruso en el que él desempeña el papel principal. Hay, sin embargo, algunas cosas que sí sabemos con bastante seguridad, incluidos los documentos examinados con cierto detalle por las personas que acabo de citar, que han ocupado altos cargos dentro del sistema de planificación. En resumen, la crisis se ha estado gestando durante 25 años mientras Estados Unidos menospreciaba de un modo despectivo las inquietudes rusas en materia de seguridad, en particular sus claras líneas rojas: Georgia y especialmente Ucrania.
Hay buenas razones para creer que esta tragedia podría haberse evitado hasta el último minuto. Ya lo hemos discutido anteriormente, en repetidas ocasiones. En cuanto a por qué Putin ha iniciado la criminal agresión en este momento, podemos especular todo lo que queramos. Pero el trasfondo inmediato no es incierto; se elude, pero no se discute.
Es fácil entender que los que sufren las consecuencias consideren que es de una complacencia inaceptable indagar por qué ocurrió y si se podría haber evitado. Comprensible, pero equivocado. Si queremos responder a la tragedia de modo que ayude a las víctimas y evite las catástrofes aún peores que se avecinan, es prudente y necesario aprender todo lo que podamos sobre lo que salió mal y cómo se podría haber corregido el rumbo. Los gestos heroicos pueden ser gratificantes. No son útiles.
Como tantas otras veces, recuerdo una lección que aprendí hace mucho tiempo. A finales de la década de 1960, participé en una reunión en Europa con algunos representantes del Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur (el ‘Vietcong’, en la jerga estadounidense). Fue durante el breve periodo de intensa oposición a los espantosos crímenes de Estados Unidos en Indochina. Algunos jóvenes estaban tan enfurecidos que pensaban que la reacción violenta era la única respuesta adecuada a las monstruosidades que estaban teniendo lugar: romper ventanas en Main Street, bombardear un centro del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva. Cualquier otra cosa equivalía a ser cómplice de crímenes terribles. Los vietnamitas veían las cosas de forma muy distinta. Se opusieron firmemente a todas esas medidas. Presentaron su modelo de protesta efectiva: unas cuantas mujeres de pie, rezando en silencio, ante las tumbas de los soldados estadounidenses muertos en Vietnam. No les interesaba lo que los estadounidenses que se oponían a la guerra hacían para sentirse justos y respetables. Querían sobrevivir.
Es una lección que a menudo he escuchado, de una u otra forma, a las víctimas del horrible sufrimiento en el hemisferio sur, el principal objetivo de la violencia imperial. Una lección que deberíamos tomar en serio, adaptada a las circunstancias. Hoy eso significa un esfuerzo por comprender por qué ha ocurrido esta tragedia y qué se podría haber hecho para evitarla, y aplicar estas lecciones a lo que viene después.
La cuestión cala hondo. No hay tiempo para repasar aquí este asunto de vital  importancia pero, en repetidas ocasiones, la reacción ante una crisis real o imaginaria ha sido sacar la pistola en lugar de la rama de olivo. Es casi un acto reflejo, y las consecuencias han sido generalmente espantosas para las víctimas tradicionales. Siempre vale la pena tratar de entender, anticiparse un poco a las posibles consecuencias de la acción o la inacción. Son perogrulladas, por supuesto, pero vale la pena insistir porque se descartan tan fácilmente en tiempos de arrebato justificado.
C. J. Polychroniou: ¿Qué opciones hay?
Noam Chomsky: Las opciones que quedan tras la invasión son desalentadoras. La menos mala es el apoyo a las opciones diplomáticas que aún existen con la esperanza de lograr un resultado parecido al que era muy probable alcanzar hace unos días: la neutralización de Ucrania al estilo austriaco, una versión del federalismo de Minsk II. Mucho más difícil de lograr ahora. Y –necesariamente– con una vía de escape para Putin, o el resultado será aún más nefasto para Ucrania y para todo el mundo, quizá más allá de lo inimaginable.
Es muy injusto. ¿Pero cuándo ha prevalecido la justicia en los asuntos internacionales? ¿Es necesario revisar el atroz historial una vez más?
Nos guste o no, las opciones se reducen ahora a un feo desenlace que premia en lugar de castigar a Putin por el acto de agresión o la fuerte posibilidad de una guerra terminal. Puede parecer gratificante arrinconar al oso en un rincón desde el que arremeterá a la desesperada, y puede hacerlo. No es sensato.
Entretanto, deberíamos hacer todo lo posible para ofrecer un apoyo significativo a quienes defienden valientemente su patria contra crueles agresores, a quienes escapan de los horrores y a los miles de valientes rusos que se oponen públicamente al crimen de su Estado asumiendo gran riesgo personal, una lección para todos.
Y también deberíamos tratar de encontrar formas de ayudar a un tipo de víctima más general: todas las especies que habitan la Tierra. Esta catástrofe ha tenido lugar en un momento en el que todas las grandes potencias, y de hecho todos nosotros, debemos trabajar juntos para controlar el gran azote de la destrucción medioambiental que ya se está cobrando un precio desastroso, y que pronto será mucho peor si no se realizan grandes esfuerzos rápidamente. Para hacer ver lo obvio, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) acaba de publicar la última y más ominosa de sus evaluaciones periódicas sobre cómo nos dirigimos hacia la catástrofe.
Entretanto, las medidas necesarias están estancadas, incluso en retroceso, ya que se dedican recursos muy necesarios a la destrucción y ahora el mundo se encamina a ampliar el uso de los combustibles fósiles, incluido el más peligroso y convenientemente abundante, el carbón.
Un demonio malévolo difícilmente podría idear una coyuntura más grotesca. No se puede ignorar. Cada momento cuenta.
C. J. Polychroniou: La invasión rusa es una clara violación del artículo 2(4) de la Carta de la ONU, que prohíbe la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial de otro Estado. Sin embargo, durante su discurso del 24 de febrero, Putin trató de ofrecer fundamentos jurídicos para la invasión y Rusia cita a Kosovo, Irak, Libia y Siria como prueba de que Estados Unidos y sus aliados violan el derecho internacional repetidamente. ¿Puede comentar los fundamentos jurídicos de Putin para la invasión de Ucrania y la situación del derecho internacional en la era posterior a la Guerra Fría?
Noam Chomsky: No hay nada que decir sobre el intento de Putin de ofrecer un fundamento jurídico a su agresión. Su mérito es nulo.
Por supuesto, es cierto que Estados Unidos y sus aliados violan el derecho internacional sin pestañear, pero eso no ofrece ningún atenuante para los crímenes de Putin. Sin embargo, Kosovo, Irak y Libia tuvieron influencia directa en el conflicto de Ucrania.
La invasión de Irak fue un ejemplo de libro de los crímenes por los que los nazis fueron colgados en Nuremberg, pura agresión no provocada. Y un puñetazo en la cara de Rusia.
En el caso de Kosovo, la agresión de la OTAN (es decir, la agresión de Estados Unidos) fue declarada “ilegal, pero justificada” (por ejemplo, por la Comisión Internacional sobre Kosovo presidida por Richard Goldstone) sobre la base de que el bombardeo se llevó a cabo para poner fin a las atrocidades que estaban teniendo lugar. Ese juicio exigía invertir la cronología. Las pruebas de que la avalancha de atrocidades fue consecuencia de la invasión son abrumadoras: predecible, prevista, anticipada. Además, había opciones diplomáticas disponibles; como siempre, fueron ignoradas en favor de la violencia.
Altos funcionarios estadounidenses confirman que fue sobre todo el bombardeo de Serbia, aliada de Rusia –sin ni siquiera informarles de antemano–, lo que dio al traste con los esfuerzos rusos por colaborar de algún modo con Estados Unidos en la construcción de un orden de seguridad europeo posterior a la Guerra Fría, un retroceso que se aceleró con la invasión de Irak y el bombardeo de Libia después de que Rusia aceptara no vetar una Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que la OTAN violó de inmediato.
Los acontecimientos tienen consecuencias; sin embargo, los hechos pueden quedar ocultos dentro del sistema dogmático.
El estatus del derecho internacional no cambió en el periodo posterior a la Guerra Fría, ni siquiera en las palabras, y mucho menos en los hechos. El presidente Clinton dejó claro que Estados Unidos no tenía intención de respetarlo. La Doctrina Clinton declaraba que Estados Unidos se reservaba el derecho a actuar “unilateralmente cuando fuera necesario”, incluido el “uso unilateral del poder militar” para defender intereses vitales como “garantizar el acceso sin trabas a mercados clave, suministros energéticos y recursos estratégicos”. También sus sucesores, y cualquiera que pueda violar la ley impunemente.
Eso no quiere decir que el derecho internacional no tenga valor. Tiene un rango de aplicabilidad, y es una norma útil en algunos aspectos.
C. J. Polychroniou: El objetivo de la invasión rusa parece ser derribar el gobierno de Zelensky e instalar en su lugar uno prorruso. Sin embargo, pase lo que pase, Ucrania se enfrenta a un futuro desalentador por su decisión de convertirse en un peón en los juegos geoestratégicos de Washington. En ese contexto, ¿hasta qué punto es probable que las sanciones económicas logren que Rusia cambie su postura respecto a Ucrania? ¿O las sanciones económicas tienen como objetivo algo más grande, como socavar el control de Putin dentro de Rusia y los lazos con países como Cuba, Venezuela y posiblemente incluso la propia China?
Noam Chomsky: Puede que Ucrania no haya tomado las decisiones más acertadas, pero no tenía nada parecido a las opciones que tenían los Estados imperiales. Sospecho que las sanciones llevarán a Rusia a depender aún más de China. Salvo que cambie seriamente de rumbo, Rusia es un estado petrolero cleptócrata que depende de un recurso que debe disminuir drásticamente o estamos todos acabados. No está claro si su sistema financiero puede resistir un ataque fuerte, mediante sanciones u otros medios. Razón de más para ofrecer una vía de escape con una mueca.
C. J. Polychroniou: Los gobiernos occidentales, los principales partidos de la oposición, incluido el Partido Laborista en el Reino Unido, y los medios de comunicación corporativos se han embarcado en una campaña antirrusa chovinista. Los objetivos incluyen no sólo a los oligarcas rusos, sino también a músicos, directores de orquesta y cantantes, e incluso a propietarios de equipos de fútbol como Roman Abramovich, del Chelsea FC. Tras la invasión, incluso se ha prohibido a Rusia participar en Eurovisión en 2022. Es la misma reacción que los medios de comunicación corporativos y la comunidad internacional en general mostraron hacia Estados Unidos tras su invasión y posterior destrucción de Irak, ¿no?
Noam Chomsky:Su comentario irónico es muy apropiado. Y podemos continuar por caminos demasiado conocidos.
C. J. Polychroniou: ¿Cree que la invasión dará inicio a una nueva era de confrontación continua entre Rusia (y posiblemente en alianza con China) y Occidente?
Noam Chomsky:Es difícil saber dónde caerán las cenizas, y esto podría no ser una metáfora. Hasta ahora, China está actuando con cautela, y es probable que intente llevar adelante su amplio programa de integración económica de gran parte del mundo dentro de su sistema global en expansión –en el cual, hace unas semanas, incorporó a Argentina dentro de la iniciativa Cinturón y Ruta–, mientras observa cómo los rivales se destruyen entre ellos.
Como hemos comentado antes, la confrontación es una sentencia de muerte para la especie, sin vencedores. Estamos en un momento crucial de la historia de la humanidad. No se puede negar. No se puede ignorar.
Fuente: Esta entrevista se publicó originalmente en Truthout.org, y fue traducida por Paloma Farré. Republicación de ctxt.
 
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¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Por: Boaventura de Sousa Santos

La respuesta a la pregunta radica fundamentalmente en un error estratégico de Estados Unidos y de la OTAN: el de no haber visto que nunca estuvieron en un mundo unipolar dominado por ellos.

La soberanía de Ucrania no puede cuestionarse. La invasión de Ucrania es ilegal y debe ser condenada. La movilización de civiles decretada por el presidente de Ucrania puede considerarse un acto desesperado, pero presagia una futura guerra de guerrillas. Putin debería tener en cuenta la experiencia de Estados Unidos en Vietnam: el ejército regular de un invasor, por poderoso que sea, acabará siendo derrotado si el pueblo en armas se moviliza contra él. Todo esto augura pérdidas incalculables de vidas humanas inocentes. Apenas recuperada de la pandemia, Europa se prepara para un nuevo desafío de proporciones desconocidas. La perplejidad ante ello no podría ser mayor.

 

La pregunta es: ¿cómo y por qué hemos llegado hasta aquí? Hace treinta años Rusia (entonces la Unión Soviética) salió derrotada de la Guerra Fría, se desmembró, abrió sus puertas a la inversión occidental, desmanteló el Pacto de Varsovia (el equivalente soviético de la OTAN), los países de Europa del Este se emanciparon de la subordinación soviética y prometieron democracias liberales en una amplia zona de Europa. ¿Qué ha pasado desde entonces para que Occidente vuelva a enfrentarse ahora a Rusia? Dada la diferencia de poder entre Rusia y las potencias occidentales en 1990, la respuesta más inmediata apunta a que esto se debe a la absoluta ineptitud de los líderes occidentales para capitalizar los dividendos del colapso de la Unión Soviética. Sin duda, la ineptitud es evidente y define bien el comportamiento de la Unión Europea a lo largo de estos años. Ha sido incapaz de construir una base sólida para la seguridad europea que obviamente tendría que construirse con Rusia, y no contra Rusia, aunque solo fuera para honrar la memoria de cerca de veinticuatro millones de muertos, el precio que Rusia pagó para liberarse y liberar a Europa del yugo nazi.

 

Pero esta respuesta es insuficiente si tenemos en mente la política exterior de Estados Unidos en los últimos treinta años. Con el fin de la Guerra Fría, Estados Unidos sintió que era el dueño del mundo, un mundo que finalmente era unipolar. Las potencias nucleares que podían amenazarlo fueron neutralizadas o eran amigas. Las ideas de correlación de fuerzas y de equilibrio de poderes desaparecieron de su vocabulario. Esta tranquilidad incluso llevó a algunos a predecir el fin de la OTAN por falta de propósito. Pero estaba Yugoslavia, el país que, tras el fin de la ocupación nazi en 1945, el general Tito había transformado en una federación de regiones (Croacia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Serbia, Kosovo, Macedonia), un régimen que pretendía ser independiente tanto de la Unión Soviética como de Occidente.  Con el apoyo entusiasta de Alemania, Estados Unidos pensó que era hora de que Yugoslavia colapsara. Los graves conflictos internos y las crisis financieras de la década de 1980 se utilizaron para fomentar la división y el odio.  De ese modo, una región donde antes había florecido la convivencia interétnica e interreligiosa, se convirtió en un campo de odio. La nueva guerra de los Balcanes, a principios de la década de 1990, se convirtió así en la primera guerra en suelo europeo después de 1945. Todos los contendientes cometieron una violencia inaudita, pero para Occidente los villanos fueron solo los serbios, todos los demás pueblos eran heroicos nacionalistas. Los países occidentales (Alemania a la cabeza) se apresuraron a reconocer la independencia de las nuevas repúblicas en nombre de los derechos humanos y la protección de las minorías. En 1991, Kosovo exigió en referéndum su independencia de Serbia y ocho años más tarde la OTAN bombardeó Belgrado para imponer la voluntad de los kosovares.

 

¿Cuál es la diferencia entre Kosovo y Donbass, donde las repúblicas étnicamente rusas celebraron referéndums en los que se pronunciaron a favor de la independencia? Ninguna, excepto que Kosovo fue apoyado por la OTAN y las repúblicas de Donbass son apoyadas por Rusia. Los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015 preveían la gran autonomía de estas regiones. Ucrania se negó a cumplirlos. Por lo tanto, tales acuerdos fueron rotos mucho antes de que Putin hiciera lo mismo. ¿Cuál es la diferencia entre la amenaza a su seguridad que siente Rusia ante el avance de la OTAN y la “crisis de los misiles” de 1962, cuando los soviéticos intentaron instalar misiles en Cuba y Estados Unidos, amenazado en su seguridad, prometió defenderse con todos los medios, incluida la guerra nuclear?

 

La respuesta a la pregunta de cómo y por qué hemos llegado hasta aquí radica fundamentalmente en un error estratégico de Estados Unidos y de la OTAN: el de no haber visto que nunca estuvieron en un mundo unipolar dominado por ellos. Cuando terminó la primera Guerra Fría, China estaba creciendo, con el apoyo entusiasta de las empresas estadounidenses en busca de salarios bajos. Así germinó el nuevo rival estadounidense, y con él la nueva guerra fría en la que estamos entrando, potencialmente más grave que la anterior. Apostados en no reconocer su declive, desde la caótica salida de Afganistán hasta el mediocre desempeño en la pandemia, Estados Unidos insiste en las escapadas hacia adelante, y en esa estrategia pretende arrastrar a Europa. Esta pagará una factura alta por lo que está pasando. La más alta de todas recaerá sobre Alemania, motor de la economía europea y único competidor verdadero de Estados Unidos. Es fácil concluir quién se beneficiará de la crisis que se avecina, y no me refiero solo a quién suministrará el petróleo y el gas. A su vez, el intento de aislar a Rusia, especialmente a partir de 2014, se dirige sobre todo a China. Será otro error estratégico pensar que de esa manera se debilita a China. China acaba de declarar que no hay comparación posible entre Ucrania y Taiwán porque, para ella, Taiwán es territorio chino. La implicación es clara: para China, Ucrania no es territorio ruso. Pero pensar que se está creando una división entre China y Rusia es puro autoengaño.

 

No tengo ninguna duda de que un mundo multipolar regido por reglas de convivencia pacífica entre las grandes potencias es mejor que un mundo dominado exclusivamente por un solo país, porque si eso llega a suceder, será a costa de mucho sufrimiento humano. La invasión de Ucrania es inaceptable. Lo que no se puede decir es que no fue provocada. Rusia, como gran potencia que es, no debió dejarse provocar. ¿Será que la invasión de Ucrania es más una muestra de debilidad que de fuerza? Los tiempos venideros lo dirán.

 

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez

 

– Boaventura de Sousa Santos, académico portugués, es catedrático de la Facultad de Economía y Director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal). Profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU) y de diversos establecimientos académicos del mundo.

 

Fuente de la información: https://www.other-news

Imagen:  alainet

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