Cuba / 17 de junio de 2018 / Autor: Elena Milagros Godinez Dalmau / Fuente: Granma
Aprender a conocer las emociones propias y aceptar que a las responsabilidades siempre viene asociado un poco de estrés es el inicio del camino para no sentirse desbordado por la presión
Muchos jóvenes cubanos confiesan haber sentido en alguna ocasión un poco de estrés durante la etapa estudiantil y laboral. Las consecuencias de este fenómeno se observan con frecuencia tanto en el plano emocional como en el desempeño de cada individuo.
El Doctor en Ciencias Sicológicas Miguel Ángel Roca Perara manifiesta que el estrés –una reacción fisiológica del organismo que se presenta en casos donde estamos sometidos a una tarea difícil de asumir– tiene una importante connotación social, tanto cuando la persona se aísla exponiéndose a una mayor soledad, como cuando se encoleriza lastimando a personas afines.
De acuerdo con los especialistas, las causas más frecuentes por las cuales un joven puede sentirse estresado se reflejan fundamentalmente en las exigencias de un alto rendimiento escolar, los conflictos familiares, el acoso, falta de tiempo libre, problemas con su autoimagen, cambios hormonales y conflictos económicos.
Destacan, además, que a veces un poco de estrés viene bien, porque da el empuje y la energía que se necesitan para sobrellevar ciertas situaciones, como tomar un examen o cumplir con algún plazo en el trabajo. Sin embargo, una cantidad excesiva puede tener consecuencias sobre la salud y afectar adversamente el sistema inmunitario, cardiovascular, neuroendocrino y nervioso central.
En este sentido y según la opinión del doctor Jorge Bergado Rosado, en la investigación Estrés es tres, «un poco de estrés no es dañino. Los seres humanos, sobre todo aquellos que viven en ambientes sobreprotectores, buscan a veces ese poco de estrés en entretenimientos peligrosos y miedos provocados; pero la situación cambia radicalmente cuando el estrés, físico o sicológico, se prolonga y se torna crónico».
EN LA JUVENTUD CUBANA
Iralmis Ramírez Herrera, estudiante de la Universidad de Ciencias Médicas, afirma que uno de los principales motivos por los que se siente estresada es «la acumulación desmedida de obligaciones estudiantiles con muy poco tiempo para realizarlas y que requieren de una preparación suficiente como para obtener buenos resultados».
Por su parte, Amanda González plantea que «cuando las responsabilidades en la escuela y al mismo tiempo en la casa son demasiadas, siempre existe un poco de estrés, así como en momentos en los cuales las cosas no salen tan bien como quisiera, decepciones amorosas, por ejemplo».
«Normalmente me duele la cabeza a menudo cuando me siento muy estresado, más bien, fatigado intelectualmente, y se presenta casi siempre al momento de terminar una larga jornada en la universidad», expresa Carlos Caparrós, joven de 18 años.
Ante el estrés, muchos jóvenes presentan cambios de humor, con lo cual coincide la joven Patricia Guerra Soriano y refiere, además, que se siente estresada cuando «alguna enfermedad le imposibilita realizar actividades».
«El estrés es inevitable para todo el que quiera obtener buenos resultados en su trabajo o carrera. Cuando sumas la presión del súbito cambio del régimen de estudio con el rigor de autogestionar el contenido, hacer las tareas, participar en las actividades de la FEU e ir a las fiestas (porque también hay que relajar), te das cuenta un día que tienes tantas obligaciones que lo mejor es tomarlo todo con calma», destaca Alejandra Brito Blanco, estudiante del municipio capitalino de Diez de Octubre.
¿NEGATIVO O POSITIVO?
Como ya afirmamos, los estudios han revelado que el estrés influye tanto positiva como negativamente en el ser humano. Al respecto, una investigación mexicana titulada Estrés, cómo repercute en la adolescencia (2015), lo presenta como «la fuerza que nos ayuda a avanzar en nuestra vida. La clave entonces consiste en aprovecharlo ante situaciones que demandan nuestro esfuerzo», refiere.
Sobre la repercusión negativa de este fenómeno, el estudio explica que viene determinada por un contexto y la persona simplemente lo padece, por ejemplo: el exceso de trabajo, cierto conflicto en una relación interpersonal, muerte de un ser querido.
En los jóvenes cubanos el estrés académico y laboral repercute en el rendimiento, las calificaciones, resultados en el trabajo, y para algunos sicólogos trae como consecuencia la distracción en las actividades cotidianas.
Algunos buscan refugio en las nuevas tecnologías, computadoras y celulares hacen olvidar por un momento la existencia del estrés. Otros, el aislamiento como forma de liberar tensiones; escuchar música o simplemente tratan de hallar un pequeño momento para realizar actividades recreativas con el fin de «despejar un poco», aunque el tiempo no sea suficiente.
Para muchos jóvenes el estrés es un camino inevitable cuando se enfrentan a ciertas responsabilidades.
Asumir un estilo de vida saludable y la realización con frecuencia de ejercicio físico, entre otras actividades, es una vía para superarlo adecuadamente.
¿CÓMO DISMINUIR EL ESTRÉS JUVENIL?
CONOCERSE A SÍ MISMO
– Conozca las señales del estrés, como dificultad para concentrarse o tomar decisiones, enojo, irritabilidad o pérdida del control, dolores de cabeza, tensión muscular o falta de energía.
RECONOZCA CÓMO ENFRENTA EL ESTRÉS
– Determine si practica conductas perjudiciales como fumar, beber o comer alimentos inadecuados para controlar el estrés, o si pierde la paciencia con sus hijos, cónyuge o compañeros de trabajo cuando se siente abrumado por las presiones laborales.
REGLAS DE CONEXIÓN
– Deje que la tecnología trabaje para usted, en vez de convertirse en un esclavo de la tecnología.
CREAR UNA LISTA DE TAREAS PENDIENTES
– Con esto no solo reducirá los riesgos de olvido, sino que también podrá concentrarse mejor en el trabajo que está realizando.
TOMAR RECESOS BREVES
– Mantenga la energía y la productividad dedicándole uno o dos minutos periódicamente a pararse, estirarse, respirar profundo y librarse de la tensión acumulada.
BUSCAR FORMAS SALUDABLES DE CONTROLAR EL ESTRÉS
– Trate de sustituir las estrategias perjudiciales, como consumir alimentos poco sanos, fumar o beber alcohol, por conductas saludables como ejercitar, meditar o hablar con amigos y familiares. Recuerde que algunas son extremadamente difíciles de cambiar y pudieran necesitar la ayuda de un profesional certificado como un sicólogo.
CUIDARSE A SÍ MISMO
– Coma adecuadamente, duerma lo necesario, beba agua suficiente y practique actividades físicas habitualmente.
PEDIR APOYO PROFESIONAL
– Aceptar ayuda de sus amigos y familiares puede perfeccionar su capacidad para controlar el estrés. Si sigue sintiéndose abrumado por el estrés académico o laboral, sería conveniente consultar con un sicólogo, quien podrá ayudarle a controlar mejor el estrés y a cambiar las conductas dañinas a su salud.
* La autora es estudiante de periodismo de la Universidad de la Habana
Fuente de la Noticia:
http://www.granma.cu/cuba/2018-06-12/estres-juvenil-inevitable-12-06-2018-20-06-41