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Comunidades Virtuales de Aprendizaje: pedagogías emergentes para el confinamiento (I)

Por: Educación 3.0

Las Comunidades Virtuales de Aprendizaje pueden contribuir a que los estudiantes se sientan menos aislados y más apoyados durante las semanas de cierre de los centros educativos, así como a descargar tanto a profesores como alumnos de tareas que pueden realizarse de forma compartida. Sara Onsurbe Belló, licenciada en Derecho, educadora social y cooperante colaboradora en la Fundación Kirira, analiza su utilidad en la formación a distancia.

Los docentes españoles nos enfrentamos estos días a un importante desafío: reestructurar forzosamente toda nuestra metodología de enseñanza para adaptarla al nuevo entorno digital. No obstante, estas circunstancias ofrecen también una oportunidad para poner en práctica nuevas formas de enseñar a nuestro alumnado. Una de ellas podría ser la creación de una Comunidad Virtual de Aprendizaje. ¿Por qué no aprovechar los recursos que tenemos al alcance de nuestra mano para construir un espacio de aprendizaje colaborativo?

Un espacio de cooperación

Las Comunidades de Aprendizaje se caracterizan por ser espacios en los que los participantes cooperan e interactúan activamente en la construcción conjunta de unos objetivos de aprendizaje previamente definidos. La efectividad de este tipo de interacciones en el desarrollo de un aprendizaje significativo está vinculada con el sentimiento de pertenencia y la posibilidad de participar y compartir conocimientos con otros aprendices, lo cual conlleva una mayor implicación por parte de los estudiantes, así como una mayor conexión con los resultados de su trabajo.

Además, dadas las circunstancias en las que nos encontramos, la creación de una Comunidad Virtual de Aprendizaje puede contribuir a que los estudiantes se sientan menos aislados y más apoyados, así como a descargar tanto a profesores como alumnos de tareas que pueden realizarse de forma compartida.

¿Cómo podemos crear una Comunidad Virtual de Aprendizaje?

Las Comunidades Virtuales de Aprendizaje se pueden crear a través herramientas como redes sociales, foros o cualquier plataforma que permita una colaboración entre los distintos miembros de la comunidad. Podemos utilizar recursos que permitan una comunicación tanto síncrona como asíncrona, o una combinación de ambas; y es importante que tanto el profesor como los estudiantes estén implicados en la creación de la comunidad.

El profesor debe actuar de facilitador, estableciendo pautas de comunicación y participación efectivas, promoviendo temas de discusión y resolviendo las dudas que puedan surgir. Asimismo, puede asignar tareas que requieran de la colaboración entre los participantes (tanto en el grupo general como en pequeños grupos para luego poner en común las conclusiones), establecer revisiones entre pares o procedimientos de tutorización entre compañeros, de modo que se ayuden unos a otros en la comprensión de los materiales trabajados.

ecosistemas virtuales de aprendizaje

El objetivo de la comunidad debe ser la construcción de un conocimiento colectivo del que todos puedan apropiarse, a través del intercambio de experiencias, ideas y opiniones. Debe primar la importancia del diálogo, de naturaleza bidireccional, y la participación y colaboración de todos en torno a un mismo fin. El resultado final debe ser fruto del consenso y de la integración de las aportaciones de todos los miembros de la comunidad, de modo que no pueda atribuirse individualmente a ninguno de los participantes.

Un ejemplo de Comunidad Virtual de Aprendizaje lo encontramos en el proyecto Cero en conducta, nacido en el curso 2016/17 en la red social Twitter con el hashtag #CineyEducación, con el objetivo de introducir el cine en el modelo educativo como recurso didáctico y medio de expresión, para que los alumnos aprendan no solo a ver películas como modo de entretenimiento, sino a observar críticamente la realidad.

En él participan docentes que comparten recursos audiovisuales, recomiendan películas educativas y aportan ideas para implementar en las aulas. El proyecto ha ido alcanzando cada vez mayor relevancia hasta llegar a la Academia de Cine Española.

Algunas consideraciones

Una de las ventajas que presenta el espacio virtual frente al presencial es que favorece la comunicación tanto síncrona como asíncrona, tanto oral como escrita o audiovisual y, por tanto, todos los participantes tienen la posibilidad de exponer sus ideas por distintos canales, además de disponer de más tiempo para procesar la información y organizar el contenido de sus mensajes. Otra ventaja es que el resultado del trabajo se encuentra disponible para su consulta en cualquier momento posterior.

Referencias: Domínguez Rodríguez, F. J. (2017). Organización y funcionamiento de una comunidad de aprendizaje. Fundamentación científica. Educación y Ciencia, 6(48), 104-115. Lai, K.-W. (2015). Knowledge construction in online learning communities: a case study of a doctoral course. Studies in Higher Education, 40(4), 561-579. Murdock, J. L., & Williams, A. M. (2011). Creating an Online Learning Community: Is it possible? Innovative Higher Education, (36), 305-315. Yuan, J., & Kim, C. (2014). Guidelines for facilitating the development of learning communities in online courses. Journal of Computer Assisted Learning, (30), 220-232.

Sara Onsurbe Belló es licenciada en Derecho, educadora social y cooperante colaboradora en la Fundación Kirira. Este artículo forma parte de un proyecto de aprendizaje-servicio coordinado por el profesor Fernando Trujillo Sáez y Conecta13 dentro del Máster en Innovación Educativa de la Universidad Carlos III, la Fundación Estudio y la Institución Libre de Enseñanza.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/comunidades-virtuales-de-aprendizaje/

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China contratará profesores jubilados para apoyar universidades en regiones occidentales

Asia/China/31-03-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

El Ministerio de Educación de China ha lanzado una campaña reclutando profesores jubilados para apoyar el desarrollo de universidades en las regiones occidentales del país.

Se espera que los profesores veteranos impartan métodos avanzados de enseñanza y conceptos de investigación científica a los profesores de las universidades asistidas en la región autónoma uygur de Xinjiang y la provincia de Yunnan, destacó el ministerio.

La campaña tiene como objetivo aliviar la presión de la escasez de talentos a que se enfrentan las industrias y las empresas en las áreas occidentales de China, reveló el ministerio.

Entre 120 y 140 maestros jubilados serán seleccionados, precisó el ministerio, agregando que está programado que el primer lote de reclutados comience sus tareas en el semestre de la primavera de 2020.

Además, el ministerio pidió que más maestros jubilados participen en esta campaña para promover el desarrollo de las universidades en el oeste de China.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-03/26/c_138919499.htm

Imagen:  jeltevanoostrum en Pixabay 

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Pedagogías emergentes para el confinamiento: episodio cero

Por: Educación 3.0

Más de 10 millones de estudiantes se han visto forzados a aprender desde sus hogares y miles de docentes están trabajando desde sus casas. Por eso, para Fernando Trujillo, profesor de la Universidad de Granada y miembro de Conecta13, es el momento de hablar de pedagogías emergentes. En este artículo introduce el nuevo proyecto en el que se ha embarcado: una revisión crítica de estas metodologías que publicaremos en EDUCACIÓN 3.0 y que contará con la colaboración de los participantes del Máster en Innovación Educativa de la Universidad Carlos III.

En un texto de 2012, Jordi Adell y Linda Castañeda definían las pedagogías emergentes como “el conjunto de enfoques e ideas pedagógicas, todavía no bien sistematizadas, que surgen alrededor del uso de las TIC en educación y que intentan aprovechar todo su potencial comunicativo, informacional, colaborativo, interactivo, creativo e innovador en el marco de una nueva cultura del aprendizaje”. A continuación analizaban los rasgos de estas pedagogías emergentes y mencionaban, entre otros, que las pedagogías emergentes siguen un modelo de “innovación abierta del usuario” porque, entre otras cuestiones, “el modelo de innovación abierta del usuario se ajusta mucho mejor a lo que sucede en educación que los modelos de innovación centrada en los productores y las teorías de difusión de la innovación “arriba-abajo”.

Es tiempo de pedagogías emergentes

En este sentido, este tiempo de confinamiento es también un tiempo de pedagogías emergentes. Más de diez millones de estudiantes se han visto forzados a aprender desde sus hogares y muchos miles de docentes están trabajando, también desde sus casas, con mucho tesón y con sus propios recursos, para proporcionarles las mejores oportunidades de aprendizaje posibles dadas las circunstancias.

En este contexto, muchos docentes están realizando la transición desde una escolarización presencial a una enseñanza a distancia a través de las TIC mientras se preguntan, al mismo tiempo, o bien cómo transferir su metodología de enseñanza a un entorno diferente o bien cómo enseñar de una manera distinta para un contexto distinto. Sin lugar a dudas, este es el reto más importante al cual se ha enfrentado nuestro sistema educativo y nuestro profesorado en nuestra historia reciente: de las respuestas que encontremos no solo depende el aprendizaje de nuestros estudiantes durante el confinamiento, sino también el sentido último de este curso escolar o incluso el futuro de nuestro sistema educativo, que no puede olvidar esta experiencia una vez que el confinamiento haya acabado.

pedagogías emergentes

Desde esta perspectiva, a lo largo de los próximos días un grupo de profesionales, participantes en el Máster en Innovación Educativa de la Universidad Carlos III, hemos decidido convertir nuestro trabajo en el módulo sobre Pedagogías Emergentes en una experiencia abierta de aprendizaje-servicio. Así, hemos confeccionado un listado de propuestas educativas emergentes, hemos buscado información de calidad sobre ellas en revistas científicas, hemos detectado ejemplos válidos de estas propuestas y nos comprometemos a pensar cómo podemos transferir y usar esas “pedagogías emergentes” en estos tiempos de confinamiento.

Obviamente, nuestra propuesta no implica aceptación alguna por parte de nadie. No pretendemos imponer ninguna forma de enseñar ni tampoco queremos enseñar nada a nadie: el profesorado en nuestro país tienen experiencia suficiente para saber cómo responder al reto actual. Nuestro único objetivo es ofrecer nuestra reflexión sobre pedagogías emergentes de manera abierta para enriquecer el debate acerca de cómo enseñar en estos tiempos excepcionales que estamos viviendo. Si algo de lo que decimos sirve de ayuda o da que pensar, nos alegraremos. Si no es así, cualquier opinión sobre las propuestas pedagógicas que comentaremos será bienvenida. La discrepancia y la disidencia nos hacen avanzar a veces más que un acuerdo que no se ha sometido a crítica.

Así pues, comenzamos aquí nuestra revisión crítica de las pedagogías emergentes para el confinamiento con la esperanza de que la reflexión pedagógica sea tan fructífera y duradera como breve sea el confinamiento.

Referencias: Adell, J. y Castañeda, L. (2012). Tecnologías emergentes, ¿pedagogías emergentes? En J. Hernández, M. Pennesi, D. Sobrino y A. Vázquez (coord.). Tendencias emergentes en educación con TIC. Barcelona: Asociación Espiral, Educación y Tecnología. págs. 13-32. ISBN: 978-84-616-0448-7. Disponible en https://digitum.um.es/digitum/handle/10201/29916.

Este artículo forma parte de un proyecto de aprendizaje-servicio coordinado por el profesor Fernando Trujillo Sáez y Conecta13 dentro del Máster en Innovación Educativa de la Universidad Carlos III, la Fundación Estudio y la Institución Libre de Enseñanza.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/pedagogias-emergentes-para-confinamiento-episodio-cero/

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En dos semanas los estudiantes sin clase pasan de 20% a 87%: UNESCO y docentes ven falta de medios

Por: Soraya Aybar Laafou

El número de niñ@s, jóvenes y adult@s sin escuelas o universidades debido al COVID-19 ha crecido en dos semanas desde el 20% al 87%,según cifras de UNESCO, entidad de la ONU para la educación y la cultural. A nivel global, la crisis educativa afectaba al terminar esta semana y el mes de marzo a unos 1.500 millones de estudiantes y 60,2 millones de profesores, preocupados en su gran mayoría por su escasa adaptación a la docencia a distancia, sea online o televisiva, mayor en el área del español.

Varias organizaciones multilaterales, entre ellos el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la Organización Mundial de la Salud y el Programa Mundial de Alimentos se unieron a la coalición de soporte y ayuda contra los problemas de carencia de programas de educación a distancia, especialmente llamativa en el área del español, reflejados desde el primer momento de la crisis en que, de las 10 aplicaciones y plataformas recomendadas por UNESCO, 9 eran en inglés y la otra en italiano. De ahí que enseguida se sumaron a la iniciativa, junto a algunas organizaciones filantrópicas, las grandes propietarias de plataformas del sector privado, en particular Microsoft, Google y Facebook, diciendo que «aportan recursos y conocimientos especializados en materia de tecnología, conectividad y fortalecimiento de capacidad». Pero como o son de pago o no alcanzan a la población más vulnerable (que suele ser la desconectada),  este lunes España inició 5 horas diarias de programación educativa para estudiantes de 6 a 16 años, emitidas en abierto durante las mañanas por Clan TV y La 2 de TVE, con la colaboración de RTVE,Ministerio de Educación y FP y editoriales y portales.

El problema de la falta de recursos educativos no presenciales había sido señalado anticipadamente por la UNESCO en su publicación de 2018 Lifeline to Learning (ver aquí texto íntegro), que detalla numerosas estrategias para usar teléfonos móviles para garantizar la continuidad del aprendizaje durante las interrupciones educativas. Si bien el informe analizaba específicamente a los refugiados, contiene lecciones y recomendaciones que son relevantes en el clima actual de cierres masivos de escuelas causados ​​por COVID-19, acrecentados con la extensión de los cierres de aulas para evitar los contagios.

El ritmo de la extensión de los cierres ha sido impresionante: en dos semanas ha pasado de apenas un 20% al 87%, desde las cifras que publicaba Ibercampus.es el 10 de marzo hasta las actuales. El número de estudiantes afectados por el cierre de escuela y universidades en 165 países se cuadruplicó para llegar a 1.500 millones, es decir, más de tres de cada cuatro niños y jóvenes en el mundo o cerca del 87% de la población estudiantil. Los docentes afectados, por su parte, suman 60,2 millones, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Observamos además un claro incremento de alumnado sin clases escolares y respecto a datos anteriores recogidos por Ibercampus.es, el último este mismo lunes 23 de marzo con datos de finales de la semana anterior: Cerradas las aulas al 73% de los estudiantes, sin apenas programas gratuitos a distancia en español)

En América Latina, la cifra se estima en más de 156 millones, más del 95% de los alumnos, lo que “incluye a los estudiantes universitarios y de educación técnica, educación profesional, o sea, todos los niveles formales de educación”, explicó la asesora regional en Educación para la Salud y el Bienestar de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de ese organismo, Mary Guinn Delaney. 

“La emergencia que atraviesa el mundo debido a la pandemia del coronavirus COVID-19, nos hace apreciar el trabajo de los y las profesoras porque nos obliga a enfrentarnos con un vacío muy grande. Ahora que nos ha pasado lo impensable a nivel global, tenemos otra perspectiva de lo que es impensable y debemos prepararnos para muchos escenarios totalmente nuevos que exigen respuestas que no hemos armado hasta ahora”, dijo Delaney en una entrevista con Noticias ONU desde Santiago, Chile. En su opinión, la coyuntura actual abrirá un espacio importante para reexaminar lo que se busca de los sistemas de educación formal. “Creo que las lecciones que estamos aprendiendo acerca de la solidaridad de la ciudadanía global nos va a servir para fortalecer la educación formal”, apuntó.

Datos actualizados a 25 de marzo de 2020 y ofrecidos por la UNESCO

Enseñanza y alimentación 

El 18 de Marzo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ya alertaba sobre el impacto que podría tener el COVID-19 en la alimentación escolar de los países latinoamericanos. El organismo especializado de la ONU pidió a los gobiernos prestar inmediata asistencia a los menores desfavorecidos, pues muchos de ellos recibibían la alimentación total o parcial en los centros donde acudían a las clases.

El cierre de las escuelas tendrá impactos a corto, mediano y largo plazo. El más inmediato y evidente es la interrupción del aprendizaje, pero también es inmediata la interrupción de la alimentación que muchos niños y adolescentes reciben en las escuelas y que a menudo constituye su principal fuente de nutrición. Hasta el 20 de marzo, el Programa Mundial de Alimentos calculaba que 300 millones de alumnos de primaria habían dejado de recibir sus alimentos al haberse suspendido sus clases.

En América Latina y el Caribe, los programas de alimentación escolar son de larga data en todos los países, desde los más pobres hasta los más avanzados. “Yo diría que la mayoría de los niños que están en primaria y secundaria recibe algún tipo de colación o comida en el contexto escolar. Por ejemplo en Chile, un país que tiene, quizás, más riqueza que algunos otros en la región, más del 75% de los alumnos recibe alimentación escolar. Y en muchos otros países es el 100%”, destacó Delaney.

Inician entrega de canastas de alimentos de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas a 2.700 estudiantes de Panguipulli en Chile

Para sustituir esa carencia, los países han empezado a organizar sistemas que les permitan continuar distribuyendo comida a los estudiantes. Delaney citó el caso de Chile, donde están preparando canastas. “Como sabemos, hay que reducir el contacto entre personas, así que están preparando canastas para la familia entera, que se entregarían cada semana o cada diez días, dependiendo del tamaño de la familia y sus necesidades.”

Impacto psicológico 

Pero las bondades de ir a la escuela no se reducen a aprender y comer. “Además de la enseñanza formal y la alimentación, el ámbito escolar es un lugar seguro, protector, que contiene a los niños, sobre todo en los contextos difíciles y peligrosos”, señaló la experta. Cuando los niños están limitados al espacio de su vivienda, sea ésta grande o pequeña, y se ven impedidos de convivir con sus amigos y asistir a la escuela, se aburren y tornan inquietos, muchas veces, empujando a los padres a situaciones de estrés que pueden devenir en violencia doméstica. “La falta del colegio en sus vidas diarias tiene un impacto enorme a nivel individual y de familia.”

Para la asesora regional de la UNESCO, la actual crisis “nos va a dar la oportunidad de apreciar el trabajo de los y las profesoras y ojalá que nos demos cuenta de la importancia y el tremendo trabajo que se hace en las seis u ocho horas diarias que los estudiantes pasan en la escuela”.

Delaney indicó que toda la población está recibiendo un impacto psicológico. “La incertidumbre, la ansiedad, el miedo, la avalancha de noticias e información que nos está llegando tienen un efecto en todos nosotros y los niños no son inmunes a la ansiedad que expresamos todos los adultos.”

Por si fuera poco, en el caso de los maestros hay también un aspecto económico muy preocupante: “la mayoría de los profesores en América Latina y el Caribe son mujeres, los ministerios de educación son, en muchos países, los empleadores más grandes, muchas veces el trabajo es precario, así que la idea de que los sistemas educativos van a estar cerrados por mucho tiempo, implica una inseguridad económica que sólo agrega a este trauma”.

El internet, una solución que excluye a los más pobres 

Con el objetivo de mitigar el efecto de la interrupción de clases, muchos países se han dado a la búsqueda de soluciones de enseñanza a distancia, la mayoría de las cuales implica que el estudiante tenga en casa no sólo una computadora, sino acceso al internet.  Sin embargo, esa solución no es realista porque excluye a los estudiantes más pobres.

“Ciertamente, la solución virtual podría ser parte de la respuesta, pero no podemos contar con acceso a esta respuesta mucho más allá de algunos grupos menos vulnerables o con más acceso. Y como cualquier tema de desigualdad en América Latina y el Caribe, los efectos de esta crisis van a golpear más fuerte a los grupos más vulnerables”, acotó Delaney. Recordó que el acceso al internet está muy concentrado en las ciudades capitales y que si hay acceso, no hay la costumbre de usarlo como un mecanismo educativo. “Hacer clases en línea u organizar la modalidad virtual requiere un conjunto de capacidades y recursos pedagógicos que en la región no tienen el nivel necesario para pensar que una solución en línea va a resolver gran parte del problema.” En México, por mencionar un caso, sólo el 60% de los estudiantes tiene internet.

En este sentido, la funcionaria de la UNESCO reconoció que si bien hay plataformas, se debe recurrir a la televisión y la radio: “La televisión nacional pública y la radio se han mantenido en muchos países como una opción para alcanzar a grupos grandes. En cuanto a materiales impresos, por el momento tenemos la misma limitación que con la comida: la distribución física.”

«Debemos acelerar los medios de intercambiar experiencia y ayudar a los más vulnerables, ya tengan o no acceso a Internet», señaló Angelina Jolie, Enviada Especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que colaboró con la UNESCO para el establecimiento de la Coalición.

La pandemia del coronavirus COVID-19 ha probado que ningún país tiene un sistema educativo preparado para este tipo de emergencias. “Esta figura de cierres totales de sistemas escolares, realmente es inédita. No conozco ningún país que haya tenido que responder a una crisis de estas dimensiones, especialmente en conjunto con un cierre social tan amplio.”

Centro educativo en Tegucigalpa, Honduras

En los países América Latina y el Caribe, ha habido muchos casos de cierres de escuelas por desastres naturales, no necesariamente a nivel nacional, y se ha acumulado experiencia con respecto a la recuperación de éstos que seguramente servirá cuando se haya superado la crisis y los centros escolares regresen a la normalidad, pero en esta ocasión, habrá que echar mano de todos los recursos educativos y de apoyo psicológico, lo mismo para los alumnos que para los docentes.

Delaney advierte que la situación empeorará 

La asesora regional en Educación para la Salud y el Bienestar de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe anticipa que la situación actual empeorará en las próximas semanas y, mientras pasa el periodo más difícil, recomienda estar atentos a los mensajes de salud e higiene, buena alimentación, actividad física y disciplina que den estructura, seguridad y protección a las familias y a los niños.

Asimismo, aconseja mantener una rutina y fomentar la lectura entre los estudiantes, al igual que entre los adultos. “Hay que empezar con lo más básico: lectura, escritura, pequeños ejercicios matemáticos para los más chicos. Y para los que tienen acceso al internet, hay muchos programas que se pueden bajar para guiar un poco este ejercicio. Muchos de los ministerios también han puesto materiales, no solamente son programas interactivos, sino manuales y documentos que se pueden usar en la casa.”

La UNESCO trabaja 

En el mismo sentido, la UNESCO realizó esta semana una reunión en línea de un grupo ad hoc de ministros de Educación que compartieron información sobre las medidas de ampliación desplegadas en sus países para apoyar a los maestros, padres y estudiantes a hacer frente al aprendizaje en el hogar. También señalaron los nuevos desafíos que requieren una cooperación mundial.

El grupo especial cuenta con 11 países de todas las regiones:  Costa Rica, Croacia, Egipto, Francia, Irán, Italia, Japón, México, Nigeria, Perú y Senegal.

Al inaugurar la reunión, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, hizo énfasis en que “la responsabilidad de actuar es colectiva”, y anunció el próximo establecimiento de una Coalición Mundial para la Educación Covid-19 a fin de seguir movilizando los conocimientos especializados de múltiples asociados y reforzar el apoyo a las respuestas nacionales en materia de educación.

Si bien en los primeros días del cierre de las escuelas la atención se centró en el despliegue de soluciones de enseñanza a distancia, ahora la atención se ha desplazado hacia el apoyo a los maestros y las familias.

“Más que nunca, es necesario acompañar a los alumnos tanto en el plano académico como en el emocional”, dijo Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la UNESCO. “Este es un llamado de alerta para que los sistemas educativos pongan un esfuerzo dedicado a las habilidades socioemocionales – empatía y solidaridad”, puntualizó.

La UNESCO trabaja arduamente para apoyar tanto a Gobiernos como a estudiantes y docentes a sortear este escollo con el menor impacto posible. Entre otros esfuerzos, junto con sus instituciones asociadas, ha puesto a disposición de la comunidad mundial instrumentos culturales digitales con acceso libre: La Biblioteca Digital Mundial con libros, películas, documentales y muchos más contenidos disponibles en siete lenguas. También elPortal de la Cultura de América Latina y el Caribe, la plataforma Culture Speaks, y las herramientas delCulture Sector Knowledge Management Tools para conocer las acciones de la UNESCO en la protección del Patrimonio en todas sus formas.

Fuente e Imagen: https://www.ibercampus.es/en-dos-semanas-los-estudiantes-sin-clase-pasan-de-20-a-39433.htm

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El ‘movimiento maker’ educativo se moviliza para fabricar material sanitario

  • Hablamos con Diego García y Eusebio Córdoba, maestros de primaria andaluces, que, como tantos y tantas otras, llevan días utilizando sus impresoras 3D y las de sus centros para fabricar mascarillas y viseras para  centros sanitarios, hospitales o residencias de mayores.
  • El pasado día 13 de marzo se organizó ya un grupo de Telegram (@coronavirus_makers) que ya suma más de 14.000 personas, en el que se coordinan para atender a las diferntes demandas (diseño, ingeniería o fabricación) de material  como máscaras y viseras para personal sanitario.

«El domingo fue la primera recogida para el Hospital PTS (Parque Tecnológico de la Salud) de Granada; unas 200» viseras. Diego García es maestro en el CEIP Federico García Lorca en Güevéjar (Granada). Desde hace años en su centro trabajan eso que se ha dado en llamar cultura maker, con impresoras 3D.

Hace unos días ya había comenzado a imprimir material sanitario. Eudsebio Córdoba, colega de primaria en el CEIP San Sebastián de Archidona (Málaga) le llamó para ver si se unían a la iniciativa que ambos habían visto por las redes. El mismo día 13 de marzo ya se había organizado un grupo de Telegram en el que, hoy, hay más de 14.000 personas dedicadas al diseño, programación de software, labor sanitaria y, claro, a fabricar con impresoras.

Eusebio Córdoba comenta que la idea le llegó de rebote. Le contactó alguien en nombre del Ministerio de Industria. Tenían una lista de personas con impresoras 3D y querían comprobar si estaban disponibles para fabricar piezas para respiradores mecánicos. Él lo estaba. Contactó con Diego para ver qué podían hacer juntos.

En la web del proyecto puede encontrarse mucha información sobre qué se está haciendo en este momento. Y el el grupo de Telegram se puede uno apuntar, tanto al general para España como para los diferentes grupos que se han creado en las comunidades autónomas y otros países, principalmente, de América Latina.

Nos comenta Diego que en Granada, al menos, hay dos grupos de Telegram que están imprimiendo. En un primer momento se crearon grupos por comunidades autónomas, pero era casi imposible de gestionar. Se subdividieron en provinciales. Más adelante, algunos de esos grupos volvieron a dividirse.

Ambos tienen ahora mismo tres impresoras cada uno en sus respectivas casas. Diego tenía dos con las que está fabricando entre 40 y 50 viseras diarias que alguien de Protección Civil recoge cada cierto tiempo. De hecho, nos comenta, habían pasado hacía un rato (hablamos con él el martes 24) para llevarse las 45 que tenía listas, además de 500 láminas de PVD para las máscaras. «Las máquinas están trabajando sin parar», hasta que se acabe el plástico.

Algo similar, aunque un poco más exagerado, a lo que le pasa a Eusebio. Él tiene dos máquinas en casa habitualmente. Consiguió que el instituto cercano a su casa le diera una que tenían ellos («Por cierto, la he estrenado yo», comenta entre risas). Además, en su colegio hay otras cinco. Cuenta con dos puntos a su favor, habló con el Ayuntamiento y le han dado permiso para ir al centro educativo a ponerlas en marcha y ver cómo funcionan para tenerlas trabajando. Y, lo más importante, el conserje del colegio. Vive allí y tras recibir un curso rápido de impresión 3D, es el encargado de producir en el colegio. Eusebio se acerca por allí casi a diario a ver si ha habido algún problema con las máquinas y a recoger el material que han producido cada día.

Sus vidas, como las de todo el país, han cambiado absolutamente. Comentan cómo ahora las horas del día pasan volando, pero también cómo muchas de ellas se las traga el trabajo, ya sea imprimiendo o preparando materiales para el alumnado que está en casa. Córdoba asegura que sus impresoras están 21 horas trabajando de continuo (cada visera le lleva unas tres horas de impresión); se levanta a las 7 o 7:30 de la mañana, ve cómo están las máquinas y comienza la producción, hasta las 2 de la mañana, aproximadamente, momento en el que él se acuesta y las deja con el último trabajo de impresión del día.

En su caso, el reparto lo hacen directamente en el hospital, también en centros de mayores. El Ayuntamiento le ha dado cierta libertad de movimiento para recoger el material del colegio y aprovecha los viajes al supermercado, por ejemplo, para hacerlo. Luego lo lleva al Hospital directamente. También han enviado algunas mascarillas por correo.

¿Y el material, de dónde sale? Diego nos comenta que él, en previsión del cierre total y del confinamiento, días antes, había realizado un pedido de plástico, «como para aguantar una semana». Eusebio, al tener acceso al centro educativo comenta que, por una casualidad, tenían en ese momento una buena remesa en las aulas.

En su centro, niñas y niños de tercer ciclo trabajan la materia de cultura emprendedora. En ella montan «miniempresas educativas» que venden su producción (chapas, elementos para publicidad de empresas, etc.). Con lo que sacan compran el material con el que imprimen en el colegio. «Pero se está acabando al ritmo que vamos». «Estamos sacando entre 70 y 90 al día», asegura, con las ocho impresoras que tienen a disposición. Depende del día, «no son matemáticas». Depende de, entre otras cosas, el modelo de visera que impriman.

A esto hay que sumar el color del plástico, que también influye, y que han de adaptar cada diseño a los diferentes modelos de impresoras que tienen. En el caso de Diego García, las tres de su casa son diferentes. Además, decidió cambiar la boquilla por la que sale el filamento que fabrica las viseras. Nos explica cómo, de serie, la boquilla es de 0,4 mm. Ha puesto una de 1 mm, con lo que se está ahorrando, más o menos, la mitad del tiempo de trabajo.

Los diseños que están utilizando en este momento, según cuenta Eusebio Córdoba, salen de la web de Thingiverse, se comparten de manera gratuita para que cualquiera pueda utilizarlos.

Un problema del que hablan ambos es el que se ha planteado estos días en relación a la esterilización de este material para su uso en centros sanitarios. García explica que el plástico es poroso, pero que no se está utilizando el producto final en lugares como quirófanos. En cualquier caso, ambos hablan de cómo se está esterilizando antes de su uso en espacios como hospitales, centros de salud o residencias de mayores. Eso sí, aclara Diego García, a menos de 60º, en frío, porque si no, el plástico se derrite.

Y todo esto, «dando» clase

Como todo el personal docente del país, para ellos la actividad educativa no ha parado en este tiempo. Sus grupos de alumnos no son grandes, esa es la ventaja. A pesar de eso, han de seguir buscando material, organizándose con el resto del claustro y, unas pocas veces a la semana, realizando videoconferencias con niñas y niños, sobre todo, para ver cómo están.

«Algunos llevamos trabajando online, con aula virtual y tareas desde hace muchísimos años; más o menos conocemos el tema, qué se puede, qué no se puede hacer», explica Diego. En su centro, cuenta, «no hemos mandado 800 tareas», el trato es más personalizado y relata algo común a todas las y los docentes con los que hemos hablado estos días: «No es como estar en clase», en donde puedes hacer una única corrección y explicación para todo el grupo en una tarea concreta. Ahora hay que ir uno por uno y eso multiplica el trabajo cotidiano. «Un tiempo con el que muchos profes no contaban cuando han enviado la cantidad de tareas que han enviado», remata.

«Estamos intentando no meterle mucha tralla a los niños porque están un poco descolocados», cuenta Eusebio. A principio de semana el claustro hace un cuadrante para los días por venir. También están realizando videoconferencias por Hangouts con todos los alumnos que pueden «y hablamos de los problemas que tienen, más que de la clases en sí».

Además, dado que en el centro trabajan por competencias y por proyectos, intentan que las tareas que realizan los alumnos sean del mismo tipo, teniendo en cuenta también a las familias que, o bien tienen que salir a trabajar o lo hacen desde casa.

Ambos comentan cómo se les pasa el día «volando» y echando horas en el trabajo o fabricando material sanitario. «Que no me quejo, aclara Diego, es lo que hay y que hay que arrimar el hombro como cada uno puede».

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/25/el-movimiento-maker-educativo-se-moviliza-para-fabricar-material-sanitario/

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Entrevista a David Bueno: “Lo primero será cargarse de ánimos; y si el curso no se termina, no pasa nada”

Cuando acabe el confinamiento habría que hacer un homenaje a todos los colectivos profesionales que se están poniendo en riesgo por el resto de la sociedad, dice David Bueno, pero mientras tanto nos tenemos que cuidar manteniendo una rutina que sea ilusionante, para salir lo menos tocados posible de esta experiencia.

Los medios de la Fundación Periodismo Plural (Diario de la Educación, Diari de l’Educació, Catalunya Plural, Diari de la Sanitat, Diari del Treball, Revista XQ) iniciamos una serie de entrevistas con personalidades de perfil muy diverso que nos pueden ayudar a entender dónde estamos ahora mismo pero, sobre todo, a pensar en el día después del coronavirus. Empezamos con David Bueno, doctor en Biología, profesor de genética en la Universidad de Barcelona y, sobre todo, conocido por su tarea divulgadora en el ámbito de la neuroeducación. Con él hablamos el jueves 19. Sería un error, nos advierte, que cuando todo esto acabe el mensaje que reciban los niños sea que hemos perdido un mes de clases y que las tenemos que recuperar a toda prisa.

¿Cómo ve todo lo que está ocurriendo?

En lo relativo al ámbito médico, esta epidemia se está comportando como una epidemia clásica. Conste que no soy epidemiólogo ni virólogo, pero tengo muchos conocidos que lo son y todos coinciden que tiene este comportamiento clásico: una primera fase de poco crecimiento en el que todo el mundo piensa que nos escaparemos, una segunda fase de crecimiento exponencial, que es en la que estamos ahora, después se llega a un equilibrio y poco a poco empieza a bajar. Y la única diferencia que puede haber es cuánto rato dura todo este proceso, pero no dura nunca menos de un mes.

¿Quiere decir que menos de un mes encerrados en casa lo ve imposible?

Imposible. De hecho, en la Facultad de Biología todos tenemos muy claro que como mínimo hasta el 14 de abril no volvemos. El confinamiento empezó el 13 de marzo. Un mes es lo mínimo, y a partir de aquí puede durar algo más, ya veremos (el Gobierno ya ha anunciado su intención de alargar el estado de alarma hasta el 11 de abril).

Será una epidemia clásica, pero nunca antes habíamos estado confinados…

Se comporta igual que cualquier epidemia, pero lo que vemos es que este virus es más infeccioso que la gripe a la que estamos acostumbrados cada año. Y el número de casos graves, en porcentaje, es superior al de la mayor parte de gripes convencionales, porque cada año la gripe es un mundo. Lo que ha hecho saltar las alarmas es que es un virus completamente nuevo y por eso no hay ningún tipo de vacuna disponible. Cuando llega la gripe siempre hay una vacuna, que no siempre funciona, aunque normalmente se acierta. El hecho de que este año no haya ninguna hace que las personas que pertenecen a los grupos de riesgo lo pasen mal. Y el confinamiento tiene como objetivo reducir el número de casos graves para que no se llenen los hospitales. La mayor parte pasaríamos esta neumonía como una dolencia que te hace estar incómodo porque no respiras bien, tienes fiebre y dolor de cabeza, pero no pasaría de ser como una gripe fuerte. El problema es que, sin vacuna, el número de personas con afecciones graves es más alto que con la gripe convencional y esto puede acabar colapsando, como ya está pasando, la sanidad pública. Se necesita este confinamiento para que el sistema sanitario no entre en quiebra.

¿Saldremos mentalmente tocados de tanto tiempo encerrados a casa? ¿Cómo nos preparamos para esto?

Saldremos tocados, eso seguro, porque no es fácil romper la rutina de este modo y entrar en otra diferente. La mejor manera de salir lo menos tocados posible es mantenernos activos. Es conservar una rutina, que no tiene que ser necesariamente la misma de antes. Yo, por ejemplo, antes me despertaba a las seis y media y ahora lo hago a las ocho. Ahora bien, me levanto, desayuno, y me pongo a trabajar. O dando clases online con los alumnos, o preparando artículos que tenía pendientes… es decir, me voy sacando trabajo de encima. Y trabajo hasta el mediodía, cuando voy a preparar la comida. Es importante marcarse una rutina. Y si no es con trabajo, porque quizás hay gente que no puede hacer teletrabajo estando en casa, tiene que ser de otro tipo. Hago un poco de gimnasia, preparo recetas de cocina que no he hecho nunca… La rutina no puede ser pasarse todo el día apalancado mirando la tele.

Con niños es más difícil. Tienes que tener tu rutina y conseguir que ellos tengan la suya…

Es lo mismo, es montar una rutina con los hijos. No hay que despertarse a las siete para ir a la escuela, nos podemos despertar a las nueve, y desayunamos tranquilamente. Si antes el desayuno lo teníamos que hacer en 10 minutos, ahora nos sentamos a la mesa y desayunamos tranquilos, dependiendo también de los trabajos que tengan el padre o la madre, y entonces podemos hacer un poco de deberes, o miramos un programa divulgativo en la tele. Ahora bien, mirar este programa no consiste en apalancar a los niños ante la tele, sino que uno de los adultos de la casa se tiene que sentar con ellos para mirarlo, para que ellos valoren que aquello es un momento importante del día. Y después dibujamos o hacemos lo que sea, cada familia tiene que saber cómo son sus hijos. Pero lo importante es mantener esta rutina, porque libera el cerebro de estar pensando constantemente qué haremos. El hecho de estar pensando constantemente qué haremos a algunas personas les activa mucho –yo sería una de ellas–, pero hay otras a las que les condiciona mucho hacia un pesimismo. Y pueden entrar en aquellos bucles de repetirse a uno mismo que llevamos seis días encerrados, que no sé qué hacer, etc. Tiene que ser una rutina alentadora, no puede ser un palo. Tiene que generar momentos agradables, que esperas, y que te mantienen en esta alegría interna que se vincula con el optimismo, así será más fácil soportar estos 30 días o más que estaremos confinados.

¿Algún mensaje especial para los pequeños que no pueden seguir un programa divulgativo?

Lo mismo. Se trata de mantener una rutina con ellos. Es evidente que no podrás tener largas conversaciones de sobremesa, pero puedes hacer juegos de construcciones, y si no tienes ninguno puedes coger cartones u otros elementos que tengas por casa y empiezas a construir una ciudad, por ejemplo. Con un cartón suave, que ellos puedan cortar con tijeras, y después los puedan pintar, estás practicando una serie de habilidades manuales que son muy útiles porque se relacionan con otros muchos aspectos cognitivos; estás practicando la imaginación, la visión tridimensional. Y cada día haces una casita, y ya tengo aquella hora ocupada haciendo esto. Lo pongo como ejemplo, pero se trata de buscar alguna actividad que cada día sea diferente, pero que al mismo tiempo haya una continuidad de día en día, porque así esperas al día siguiente con ganas. Lo más importante para no salir tocados de un mes de confinamiento es mantener la ilusión del “y mañana haré”.

¿Nos hará falta algún tipo de entrenamiento para la vuelta?

En el ámbito educativo creo que iría muy bien que hubiera algún tipo de material, que se podría ir preparando estos días, primero porque a los niños, de cualquier edad, se les tiene que explicar que esto de vez en cuando ocurre, y por qué es importante la higiene, y quedarse en casa, y no solo esto, sino para valorar también a aquellos profesionales que tienen que estar trabajando. Y no hablo únicamente de los servicios de emergencia, médicos, enfermeras, sino que pienso en las trabajadoras y los trabajadores de los supermercados, cuando todo esto se acabe se les tendría que hacer un homenaje también. Ellos también se arriesgan, quizás no tanto como una médica o una enfermera, pero se están arriesgando. En algunos casos les han aumentado un poco el sueldo, eso está muy bien, pero no compensa el riesgo que estás asumiendo.

Hay más colectivos: los cuidadores de las personas dependientes, las mujeres y hombres que limpian los hospitales, los basureros, los transportistas de comida y material sanitario…

Pues pienso que habría que hacer un homenaje colectivo a toda esta gente.

¿Y los maestros y maestras?

También tendrán que tener presente que cuando vuelvan a la escuela este tema se tendrá que abordar, desde la escuela no se puede esconder. Los niños vendrán más o menos tocados, según cómo la familia lo haya sabido gestionar en casa, pero claro, esto es una alteración de su ritmo, y cuando lleguen el mensaje no puede ser “hemos perdido un mes, y vamos a recuperarlo trabajando más”; no es esto, sino que hemos estado un mes confinados y esto se tiene que valorar como una cosa positiva, hemos sabido responder bien ante una emergencia.

Es decir, primero nos tendremos que cargar de ánimos, de refuerzo positivo, de decirnos: “Qué bien que hemos sabido estar un mes encerrados en casa”. Esto ya te permite hacer un cambio de chip, y a partir de aquí ir recuperando la normalidad, pero con cierta tranquilidad, y si al final del curso no se termina todo, no pasa nada, no se acaba el mundo. Ya lo haremos el próximo año.

O sea que sería un error pretender acabar el temario como sea.

Totalmente. Pienso, por ejemplo, en un maestro de 2º de primaria que ahora iba a enseñar a restar. Y que considere que sus alumnos tienen que acabar el curso sabiendo restar. Y ahora, cuando vuelvan, ¡venga a hacer restas! No es esto. Otra cosa es introducir el concepto, que se familiaricen con él, y hablar con el tutor de 3º y que tenga claro que el próximo curso te llegarán un poco cojos en esto. Ya está. Porque, si no, será un doble trauma, primero un mes encerrados y ahora venga, corre, corre, corre.

Cuando veíamos las imágenes de China nos parecía un peligro absolutamente lejano y de otro planeta, nadie podía pensar que llegaríamos a estar como ellos, creo que incluso que cuando veíamos las de Italia nos pasaba lo mismo.

Totalmente.

¿Hemos sido muy ingenuos y nos volveremos más desconfiados a partir de ahora?

A corto plazo creo que todo esto nos cambiará. A las personas nos gusta la estabilidad porque nos da confianza y seguridad. Y esto demuestra que la estabilidad, en la naturaleza, no existe. Hay periodos de mucha estabilidad, hasta que, no sabes nunca por dónde, te surgirá un descalabro como éste, que no es lo primero. Con la gripe española, en 1918, pasó exactamente el mismo, lo que pasa es que tenemos poca memoria histórica. En el Cuaderno gris de Josep Pla hay una entrada del 8 de marzo de 1918 (por lo tanto, 102 años y cuatro días antes de nuestro confinamiento) en la que escribe que hoy han clausurado la universidad durante 15 días por la epidemia de gripe. Y pasó con las pestes en la Edad Media, y con la fiebre de la lana en el siglo XVI en las comarcas de la Cataluña central, son episodios que van sucediendo y que seguirán sucediendo, la naturaleza tiene estas cosas.

Sí, pero uno se imagina que hoy tenemos mucho más conocimiento científico que hace un siglo, o que esto puede ocurrir en Asia o en el tercer mundo, pero que estas cosas no ocurren en Occidente…

Porque siempre tenemos tendencia a valorarnos a nosotros mismos como si fuéramos más de lo que somos, y a pensar que los otros son menos de lo que son. China es una gran potencia mundial, ellos han sido los primeros pero podría haber pasado en cualquier otro lugar. Ahora, durante un tiempo, viviremos muy pendientes de estas posibles epidemias y lo ideal sería que esto nos sirviera de experiencia para tener los sistemas sanitarios a punto, con un plan de contingencia que permitiera activar todo esto con mucha más rapidez y sabiendo lo que se tiene que hacer. Pero no soy especialmente optimista, me recuerda demasiado a la crisis de 2007-2008, cuando el presidente de EEUU, que entonces era Barack Obama, dijo que nos teníamos que replantear el capitalismo. ¿Y qué se ha replanteado?

Nada.

Al contrario, se ha fortalecido el neoliberalismo. Por eso, ahora estaremos unos meses o unos años hablando de esto, y lo ideal sería que no se olvidara y que cada Estado, y que como sociedad global, tuviéramos muy claro cómo tienen que ser los planes de contingencia. Al coronavirus no se le combate sacando al ejército a la calle, se le combate sacando a los científicos, a los médicos y a los educadores a la calle, porque nos tenemos que educar por si esto vuelve a pasar, y tenemos que estar científicamente y médicamente preparados porque volverá a pasar, tarde o temprano. Quizás dentro de 20 años, o de 100, o solo de 3, no lo sabemos. Se trata de tener unos stocks adecuados y unos mecanismos. En la Facultad de Biología, por ejemplo, hemos dado todo el material que teníamos en el almacén de guantes, mascarillas y batas desechables. Lo hemos dado sin que lo reclamaran. ¿Por qué no tenemos un plan de contingencia donde se diga que si pasa esto tenemos ya localizados y actualizados los lugares a los que podemos recurrir para buscar todo esto porque está disponible?

¿La falta de un plan de contingencia sería para usted el principal error que se ha cometido? ¿O tal vez el hecho de que nos quisieron tranquilizar demasiado cuando lo que hacía falta era advertirnos más claramente de lo que se acercaba?

Creo que los mensajes estuvieron bien. Tenían que ser de tranquilidad y de confianza. Pero hacía falta una segunda parte, que era decir que esto nos llegará y por tanto estemos pendientes porque tenemos más del 90% de probabilidades de tener que confinarnos también en casa. Mientras el número de casos aumenta muy ligeramente no hay que confinar a nadie, no sirve de nada, más vale que trabajemos para prepararnos para cuando haga falta confinarnos en casa. Cuando se detecta esta inflexión en la curva, que hace que los casos crezcan de forma exponencial, es el momento de quedarse en casa. Quizás se habría podido actuar dos o tres días antes de lo que se hizo, y más radicalmente. Hemos perdido mucha energía con aquella primera apuesta de “para ir a trabajar sí que puedes salir de casa”. Perdona, todos trabajamos… y por tanto todos podemos salir de casa.

O la empresa te decía que te quedaras en casa o tenías la obligación de ir a tu puesto de trabajo.

Eso sí que ha sido un error estratégico. El confinamiento tiene que ser total. Y se tienen que cerrar los territorios. Es igual que lo hagamos en el ámbito de un pueblo, de una provincia o una comunidad, es decir, el virus se ha escampado mucho porque cuando se empezó a hablar de que quizás tendremos que cerrar, mucha gente salió a la segunda residencia. Muchos barceloneses se fueron a la Cerdaña, y muchos madrileños se fueron a Murcia o al Valle de Aran. Quizás ahora ya no hace falta cerrar nada porque está por todas partes, pero se hubiera podido limitar muchísimo el alcance. No es lo mismo tener dos o tres focos importantes y el resto de la península relativamente limpia, porque le puedes dedicar muchos esfuerzos a los hospitales de esas zonas. Para mí, el paradigma de cómo se tiene que actuar es lo que hizo la Generalitat con Igualada. Detectas un foco importante, lo cierras y te ahorras que se vaya filtrando hacia los pueblos vecinos.

Ilustración: Pol Rius

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/23/lo-primero-sera-cargarse-de-animos-y-si-el-curso-no-se-termina-no-pasa-nada/

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España: Tod@s acabarán curso tras cambiar calendario de FP y pruebas de acceso a la Universidad(EBAU)

Europa/España/29-03-2020/Autor(a) y Fuente: www.ibercampus.es

Por: Redacción

La prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) se celebrará entre el 22 de junio y el 10 de julio en convocatoria ordinaria y antes del 10 de septiembre en convocatoria extraordinaria. Previamente, Educación y Formación Profesional y las CCAA acordaron flexibilizar las prácticas y el calendario escolar para que los estudiantes de FP superen el curso. Ambos anuncios se traducen así en que no se adelantará el final ni se garantizar el aprobado general .

Las fechas de las pruebas fueron acordadas y anunciadas este miércoles por  el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y el Ministerio de Universidades, junto con las Comunidades Autónomas (CCAA), en la Conferencia Sectorial de Educación celebrada por videoconferencia y presidida por la ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, en la que han participado el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana; la secretaria general de Formación Profesional, Clara Sanz, el subsecretario del MEFP, Fernando Gurrea, y los consejeros de Educación de las Comunidades Autónomas.

«El Ministerio de Educación y Formación Profesional está trabajando denodadamente en esta crisis con un único objetivo: que ningún alumno, que ninguna alumna pierda el curso por esta situación provocada por el Covid-19″, ha asegurado Isabel Celaá.Tanto el Ministerio de Educación y FP como el de Universidades y las Comunidades Autónomas son conscientes de la dificultad que está suponiendo para el profesorado que imparte clase en 2º de Bachillerato y, en especial, para los estudiantes de este curso, la suspensión de las clases presenciales a causa de la epidemia por infección de coronavirus, Covid-19.

Por ello, para asegurar que el acceso a la Universidad se produce en términos de equidad y justicia, se ha acordado además modificar el modelo y el contenido de las pruebas con el objetivo de que el alumnado no se vea perjudicado por no haber trabajado en clase algún bloque o bloques de contenido de alguna de las materias.

Aunque las fechas propuestas para la realización de la EBAU dependerán de la evolución de la pandemia, se ha establecido que las calificaciones se publiquen antes del 17 de julio para la convocatoria ordinaria y antes del 18 de septiembre en el caso de la extraordinaria. La asignación definitiva de plazas no se podrá realizar antes del 25 de septiembre.

Cancelación de pruebas de evaluación diagnóstica

El MEFP ha propuesto también a las CCAA que se cancelen las pruebas de evaluación diagnóstica que establece la LOMCE, ley actualmente en vigor, para 3º y 6º de primaria y 4º de la ESO.

En cuanto a los alumnos que están realizando este curso en el extranjero, el MEFP establecerá sistemas específicos para homologar sus estudios, dado que la mayoría del alumnado está continuando las clases en la modalidad online.

La Conferencia de Educación ha aprobado también las medidas acordadas ayer en la Comisión de FP. Fundamentalmente, flexibilizar las prácticas en el centro de trabajo para superar el curso, ampliando el periodo establecido en el calendario escolar. Esta medida extraordinaria deberá coordinarse con las fechas de celebración de la EBAU para permitir que todos los estudiantes que así lo deseen puedan presentarse a la prueba de acceso a la Universidad.

Limitación de las horas de prácticas

La duración de la Formación en el Centro de Trabajo (FCT) se limita de manera excepcional a las horas mínimas recogidas en la normativa básica, es decir, 220 horas. Asimismo, se integrará de forma excepcional el módulo de FCT con un módulo de proyecto para que se puedan abordar los objetivos asociados al entorno laboral. Esta medida afectará tanto a la FP básica, como a la de grado medio y grado superior.

En relación a las pruebas de acceso a la FP de grado medio o superior para quienes no cuenten con los requisitos académicos de acceso a estas enseñanzas, se ha acordado posponerlas lo que sea necesario, llegando incluso a la primera quincena de julio.

Además de estas medidas, el MEFP ha puesto a disposición de las Comunidades Autónomas todos los recursos digitales disponibles de la modalidad de Formación Profesional a distancia, que en total abarca 104 ciclos formativos, para facilitar así la continuidad de las enseñanzas.

En cuanto al resto de enseñanzas, el MEFP ha elaborado la web ‘Aprendo en casa para canalizar todos los materiales de enseñanza a distancia y online que se han puesto a disposición de las CCAA y de las familias y los alumnos.

El Ministerio de Educación lanzó el jueves 12 un comunicado que algunos interpretaron como anuncio de aprobado general pero en el que se limitaba a anunciar las siguientes medidas:

  • Posibilidad de que las comunidades autónomas se adapten al límite mínimo de días lectivos anuales en enseñanza obligatoria de 175 días.
  • Cambio en el calendario y matrícula para las pruebas de acceso a la FP de grado medio y superior, para evitar que los que no cumplan los requisitos este curso no se queden sin posibilidad de acceso.
  • Flexibilización de las prácticas profesionales de FP, posponiéndolas o concentrándolas: «Si la situación se prolonga, se propondrán nuevos plazos y medidas de evaluación excepcional para que los estudiantes puedan obtener su titulación», explica el Ministerio.

Reunión con las comunidades autónomas

El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y las administraciones educativas de las comunidades autónomas han adoptado en la Comisión de FP de la Conferencia Sectorial medidas para asegurar que ningún alumno o alumna pierda el curso por la interrupción de clases presenciales y las prácticas en centros de trabajo y FP Dual debido a la crisis del coronavirus COVID-19.

La secretaria general de Formación Profesional del MEFP, Clara Sanz, ha presidido esta reunión de trabajo en la que han participado los directores generales de todas las Comunidades Autónomas con total coordinación y colaboración para lograr el objetivo de que todo el alumnado supere el curso a pesar de las circunstancias excepcionales.

El MEFP y las comunidades autónomas han acordado flexibilizar las prácticas en el centro de trabajo para superar el curso, ampliando el periodo establecido en el calendario escolar. Esta medida extraordinaria deberá ser coordinada con las fechas de celebración de la Evau para permitir que todos los estudiantes que así lo deseen puedan presentarse a la prueba de acceso a la Universidad.

La duración de la FCT se limita de manera excepcional a las horas mínimas recogidas en la normativa básica, es decir 220 horas. Asimismo, se integrará de forma excepcional el módulo de FCT con un módulo de proyecto para que se puedan abordar los objetivos asociados al entorno laboral. Esta medida afectará tanto a la FP básica, como a la de grado medio y grado superior.

Asimismo, en relación a las pruebas de acceso a la FP de grado medio o superior para quienes no cuenten con los requisitos académicos de acceso a estas enseñanzas, se ha acordado posponerlas lo que sea necesario, llegando incluso a la primera quincena de julio.

Además de estas medidas, el MEFP ha puesto a disposición de las Comunidades Autónomas todos los recursos digitales disponibles de la modalidad de Formación Profesional a distancia, que en total abarca 104 ciclos formativos, para facilitar así la continuidad de las enseñanzas.

Durante la reunión, se han presentado además 11 nuevos títulos y cursos de especialización que las Comunidades Autónomas tendrán disponibles en su oferta para el próximo curso académico 2020-2021.

Fuente e Imagen: https://www.ibercampus.es/tods-acabaran-curso-tras-cambiar-calendario-de-fp-y-pruebas-de-39420.htm

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