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El estudiante del siglo XXI

Por: Eduardo Andere

Estudiar más horas no se traduce en mejores calificaciones para el promedio de los jóvenes de la OCDE, según PISA; excepto para los asiáticos, latinoamericanos y estadounidenses. Los asiáticos entre más estudian más aprenden; los latinoamericanos, entre más estudian aprenden lo mismo, al igual que los estadounidenses, pero los canadienses y los europeos entre más estudian menos aprenden. Tres patrones diferentes. Lo anterior parece indicar que no existe tal cosa como escuela de clase mundial, si lo que entendemos como eso son altos resultados.

Además, los estudiantes de los países miembros de la OCDE, que tienen los peores resultados en PISA son quienes están más satisfechos con su vida, tal es el caso de los mexicanos. Corea del Sur, que es el país cuyos estudiantes muestran el nivel más bajo de “satisfacción con la vida”, tiene uno de los niveles más altos de desempeño en los resultados de PISA desde el año 2000.

Los estudiantes israelitas, que son los que dicen tener mayor motivación de logro (alcanzar una meta), están muy abajo, en los resultados de sus compañeros de otros 34 países de la OCDE. Los finlandeses que tienen el menor nivel de motivación de logro, se han ubicado por 15 años consecutivos, en los mejores niveles de desempeño. Los mexicanos tienen, en relación con el promedio de la OCDE, un nivel alto de motivación de logro, sin embargo, consistentemente, se ubican en el último lugar de PISA entre los países miembros de la OCDE. Una posible interpretación es que “la meta” (“obtener el más alto resultado”, o “ser el mejor estudiante”) responda más a un estímulo externo que a una razón interna de crecimiento. La meta se convierte en una obsesión; y el proceso para lograrla, un sufrimiento. Mucha motivación de logro puede provocar ansiedad excesiva.

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¿Es buena o mala la expectativa de una carrera universitaria para los jóvenes entre 15 y 16 años de edad? Bueno, la respuesta depende de su nacionalidad. No parece ser para neerlandeses, finlandeses, rusos, alemanes, austríacos, franceses, noruegos o suizos que menos del 30% espera terminar un grado universitario. Pero sí parece ser para los coreanos, chipriotas, canadienses, chilenos, griegos, israelitas, japoneses, checos, mexicanos, estadounidenses, colombianos, peruanos y singapurenses donde más del 55% espera completar un grado universitario. ¿Qué sucede? Más desarrollo parece estar negativamente relacionado con expectativa de formación universitaria. ¿Por qué? Por la percepción de movilidad social. Entre más se perciba al grado universitario como palanca de mayor ingreso esperado, mayor expectativa de lograrlo. La gran mayoría de estudiantes que no espera obtener un grado universitario, podría pensar que una formación práctica les otorgará un nivel de bienestar similar o superior al recibido por un título universitario.

¿Qué hacen los estudiantes fuera de la escuela? Una parte importante del día, navegar en internet. Los chilenos, entre 15 y 16 años de edad, son los estudiantes que más tiempo le dedican a la semana y durante el fin de semana a realizar actividades en internet: 195 minutos al día entre semana y 230 minutos al día en el fin de semana. Quienes menos tiempo están en internet, entre los países de la OCDE, son los coreanos: 55 y 107 minutos respectivamente. Los mexicanos le dedican 121 minutos o 136 minutos. El promedio de la OCDE se ubica en 146 y 184 minutos.

¿Es bueno o malo que los niños y jóvenes le dediquen tanto tiempo a internet o a los artilugios digitales? La respuesta no es universal. Depende, primero, de qué tanto tiempo el estar en internet les precluye de otras actividades como jugar, leer, tocar un instrumento, hacer ejercicio o deporte. La evidencia no es contundente y necesitamos más tiempo y estudios longitudinales, pero yo normalmente me alío con los psicólogos del desarrollo infantil que sugieren que el aprendizaje virtual no debe sustituir al aprendizaje obtenido a través de los sentidos. No se puede oler, tocar o palpar  por internet. Uno no puede andar en bicicleta, correr, oler, saltar, nadar por internet. Dicho eso, la revolución digital ayuda, junto con otros fenómenos de la era moderna, a la creación de un nuevo tipo de sociedad que se le ha denominado la sociedad o la economía de la creatividad.

¿Qué deben hacer los padres de familia y los maestros? Tratar al máximo las experiencias reales, la exploración, el contacto humano; limitar y orientar, no prohibir, el uso de los artilugios digitales; convivir con los hijos y estudiantes y acompañarlos en lo importante y en lo trivial, y procurar ambientes adecuados, poderosos y creativos de aprendizaje. DSCN1176¿Cómo? Cordialidad, interacción positiva, lectura, música, deporte, arte, alimentación sana, cooperación y, sobre todo, interés genuino por los intereses y gustos de los niños.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-estudiante-del-siglo-xxi/

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Canadá: Talleres de educación sexual de liceos trabajan violencia en el noviazgo a partir de campaña elaborada por estudiantes

Canadá/04 mayo 2017/Fuente: La Diaria

“Las relaciones no son simples y esto pasa mucho más de lo que vos pensás. La violencia no es siempre física, puede ser psicológica y también sexual”, plantean los estudiantes de secundaria que participan en un corto de realidad virtual, parte de la campaña “Que quede entre nosotros”, que apunta a sensibilizar sobre la violencia en el noviazgo. Luego se muestran teléfonos para denunciar y pedir ayuda; antes, parejas de estudiantes teatralizan situaciones de violencia, como un novio que le prohíbe a su pareja visitar a sus amigas, o una joven que se queja de que su novio le manda demasiados mensajes por celular.

Se trata de un proyecto financiado por el gobierno de Canadá mediante un fondo para iniciativas locales, que es ejecutado por el Consejo de Educación Secundaria (CES), y que contó con la participación de varios estudiantes que manifestaron interés en la temática. Rosanna Sergio, coordinadora nacional de participación estudiantil del CES, dijo a la diaria que los antecedentes del proyecto se remontan a 2016, cuando en los encuentros de participación estudiantil, tanto a nivel nacional como departamental, los estudiantes ya planteaban el tema de la violencia interpersonal. Sin embargo, explicó que en esos ámbitos los jóvenes han planteado que prefieren hablar de “violencia en relaciones afectivas” antes que en relaciones de noviazgo, porque entienden que hay vínculos familiares y de amistad que también son violentos y tóxicos.

Sergio recordó que en junio del año pasado se realizó una reunión en el liceo Miranda en la que participaron estudiantes referentes de Montevideo y San José, donde, además de tratar temáticas generales sobre participación estudiantil, se relevaron temáticas de interés de los jóvenes, y la de la violencia en este tipo de relaciones fue una de las que se plantearon con más fuerza. Ello llevó incluso a que se convocara a una reunión más amplia en la que dos estudiantes del liceo IAVA -que habían trabajado el tema con el referente de educación sexual de su liceo- dieran un taller sobre género.

Dar vuelta

Cuando el financiamiento para la campaña fue aprobado, en el marco de un grupo de reflexión compuesto entre otros por representantes del CES, el Ministerio de Educación y Cultura y la Administración Nacional de Educación Pública, se planteó la necesidad de que los estudiantes pudieran intercambiar con los referentes de participación y de educación sexual de los liceos. En el marco del proyecto, dichos referentes participaron en una capacitación sobre la temática en octubre de 2016, y en simultáneo se organizó una actividad para que los estudiantes reflexionaran al respecto y luego intercambiaran con los adultos. Sergio recordó que se dio una dinámica “muy interesante”, porque los jóvenes “dieron vuelta” las consignas disparadoras con las que trabajaron en subgrupos.

En concreto, recordó que una de las consignas era definir una relación de noviazgo, pero los estudiantes se negaron a hacerlo porque reivindicaron que cada uno la pudiera definir individualmente. La coordinadora planteó que si bien los referentes docentes a menudo piensan las relaciones de noviazgo como exclusivamente heterosexuales, los jóvenes plantean que también es necesario abordar las parejas homosexuales; y que las situaciones de violencia no sólo se dan de varones a mujeres, sino también a la inversa. Además de las instancias de formación para los referentes docentes, en noviembre se organizó un taller abierto a profesores y estudiantes para que también pudieran sensibilizarse en el tema.

A tierra

Patricia Pivel es referente de educación sexual en el liceo 7 de Montevideo, más conocido como liceo Joaquín Suárez, y pasó toda la mañana del martes organizando la exhibición de las piezas audiovisuales de la campaña en el centro educativo. Es que para verlas en realidad virtual es necesario usar lentes especiales, lo que implica hacerlo en turnos. En diálogo con la diaria, Pivel señaló que las situaciones que se representan en los cortos son utilizadas como disparadores para trabajar en las instancias del propio liceo, como los talleres de educación sexual. También dijo que la primera reacción de los jóvenes es la de reconocer que las situaciones que se muestran se dan en sus círculos cercanos, aunque en un principio no se identifiquen como violencia. Justamente, la referente planteó que este tipo de contenidos sirven para “desnaturalizar” las situaciones de violencia y de esa forma “empoderar” a los jóvenes.

La idea es que en una primera etapa los cortos sean exhibidos en 25 centros educativos del sur del país, 15 de ellos en Montevideo, y que se dé una dinámica como la del liceo 7 Joaquín Suárez: los referentes de educación sexual o los psicólogos que previamente fueron sensibilizados en el tema utilizan disparadores para abordarlo con los estudiantes. Sergio señaló que desde el momento del lanzamiento de la campaña, hace una semana, han llegado varios pedidos de liceos de todo el país para la exhibición del audiovisual en realidad virtual. La docente destacó que muchos profesores de las distintas materias de secundaria se han preocupado también por mirar los videos, porque de esa forma saben “de qué están hablando los estudiantes”.

Forma y contenido

Manuel Ulfe, estudiante del liceo IAVA y uno de los actores de los cortos, explicó a la diaria que se enteró de la iniciativa gracias a una profesora, en el momento en el que se llamó a un casting para que los propios estudiantes participaran en la filmación. Ulfe destacó que la experiencia, además de ayudarlo a reflexionar sobre la violencia en el noviazgo, le permitió conocer a gente de otros liceos que de otra forma no hubiera conocido. Acerca de la realidad virtual, señaló que se trata de “un plus” que sirve para plantear el tema de forma más atractiva.

Fuente:https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/4/talleres-de-educacion-sexual-de-liceos-trabajan-violencia-en-el-noviazgo-a-partir-de-campana-elaborada-por-estudiantes/

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Competencias digitales: ¿Manejo de aparatos o gestión de información?

26 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Rafael Orduz

No se trata, simplemente, de dotar de tabletas, tableros electrónicos y conectividad a las instituciones educativas; se trata de promover una genuina apropiación del uso de las TIC en los procesos pedagógicos

Ya es lugar común afirmar que las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) deben estar presentes en el aula.  Sin embargo, pueden presentarse malentendidos alrededor de lo que la revolución digital  significa en los procesos educativos. En pocas palabras, no se trata, simplemente, de dotar de tabletas, tableros electrónicos y conectividad a las instituciones educativas; se trata de promover una genuina apropiación del uso de las TIC en los procesos pedagógicos de parte de los actores clave: estudiantes y docentes.

La revolución de las TIC está provocando profundos cambios en la sociedad. El ciudadano de a pie lo puede verificar a diario.  Recibe infomación de lo que ocurre en el mundo y en su entorno inmediato, por un lado; también puede emitir opiniones a través de las redes sociales y crear los más variados tipos de contenidos, por otro.  Con los aparatos móviles puede escuchar la música y descargar los juegos preferidos.  Quien cuente con un vehículo (en Colombia hay ya cinco millones de ellos) puede guiarse por aplicativos que le orientan en los trancones propios de las grandes ciudades.  Puede adquirir bienes y servicios (turismo, por ejemplo), sin intermediación, a través de internet.

También es posible inscribirse a cualquiera de los miles de cursos gratuitos de buena calidad ofrecidos por prestigiosas universidades de todo el mundo. En fin, la presencia de las tecnologías digitales, en todas sus formas, tiende a permear prácticamente todas las actividades sociales y económicas. En la medida en que la conectividad y la disponibilidad de dispositivos avanzan,  las ventajas de lo que ahora se denomina la economía digital pueden ser aprovechadas por la mayoría de la población en un país como Colombia.

Sin duda, la buena conectividad (suficiente ancho de banda por estudiante y docente), así como la disponibilidad de dispositivos (tabletas, PCs) son condición necesaria para el despliegue del uso de las TIC en el aula. La política pública debe velar por el acceso equitativo a la red y la dotación de ordenadores en las escuelas, así como de otros dispositivos electrónicos de inmensa utilidad. (A propósito, el Ministerio de Educación contaba con información detallada acerca del grado de conectividad y dotación de computadores en cada una de las instituciones educativas de todo el país; dicha información no se conoce en la actualidad, particularmente en aquellas zonas en las que la conectividad era provista por vía satelital).

Sin embargo, las tecnologías digitales son tan sólo herramientas. Como tales, su impacto depende de cómo y para qué se las utiliza.

Dada la conectividad a internet, la dotación de computadores y la formación mínima para su manejo, el gran interrogante es el siguiente: ¿cómo gestionar la información en el contexto de las tecnologías digitales?  Es diferente el mundo de la enseñanza analógica, basado en bibliografía impresa y notas de clase, del mundo de los buscadores electrónicos (“google lo sabe todo”) en el que nuevas competencias de carácter son requeridas.

En otras palabras: en cualquier ámbito de conocimiento, el proceso de indagar a través de los buscadores (Google, Bing, Yahoo…) implica nuevos retos de tipo cognitivo. Andreas Schleicher, gestor de las pruebas PISA (OECD)  planteaba alrededor de  las pruebas sobre competencias digitales, en 2009:

“Las competencias digitales que se van a evaluar se refieren al dominio de los recursos necesarios para «acceder, manejar, integrar y evaluar información; construir nuevos conocimientos a partir de textos electrónicos», algo «bastante distinto a hacerlo con textos impresos»… Así, el objetivo de esta prueba trasciende la mera capacidad lectora, tal y como comúnmente se entiende, aunque «no es tanto sobre tecnologías, sino más bien sobre las competencias cognitivas que hacen falta para el uso efectivo de la tecnología.” *

Dichas competencias digitales, que deben adquirirse en la formación básica, se aplican en prácticamente todos los campos: ciencia y tecnología, negocios, salud, justicia, gobierno. No basta, en conclusión, contar con un PC y buen acceso a internet. El secreto está en la buena gestión de la información.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/editorial/competencias-digitales-manejo-de-aparatos-o-gestion-de-informacion

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W. Parrett y K. Budge: “La clave principal es reconocer la desigualdad”

26 de abril de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com

W. Parrett y K. Budge

¿Qué papel juega la educación en la reducción de la pobreza?
W: La educación es parte de la ecuación en la reducción de la pobreza. Sabemos que únicamente con la educación no se puede eliminar la pobreza, pero venimos observando que si los estudiantes obtienen más educación y consiguen seguir formándose más allá de la escuela, tienen mayores oportunidades a lo largo de su vida para trabajar y contribuir a la sociedad.

Por tanto, es  un actor clave…
K: Las escuelas no pueden actuar solas, pero deben ser un socio clave para ayudar a la sociedad a cambiar. Obtener una educación de calidad significa un paso muy importante para tener mejores oportunidades en la vida.

En este contexto, ¿cuál es el papel de las escuelas para incidir en la reducción de la pobreza?
K: Deben ser capaces de satisfacer de la mejor manera posible las necesidades de todos los niños, independientemente de su clase social. El papel principal de los docentes es proporcionar oportunidades equitativas a los estudiantes para fomentar la  igualdad de oportunidades.

¿A qué se refiere por ‘oportunidades equitativas’?
K: Equidad en términos de tiempo, de calidad de los profesores, de la tipología del plan de estudios…  para que todos los niños tengan  las mismas oportunidades de graduarse. A priori resulta sencillo, pero la realidad es que no se acostumbra a ofrecer el mismo nivel educativo a los estudiantes que viven en la pobreza que a los que tienen mejores condiciones. Es habitual que los estudiantes con bajos recursos económicos tengan edificios escolares que no son del todo adecuados o profesores menos cualificados.

¿Qué se requiere para proporcionar oportunidades equitativas?
W: La clave principal es reconocer que la desigualdad existe. Cuando se acepta que todos los estudiantes deben tener las mismas oportunidades, ya sea en una escuela, dentro de un aula o en un distrito, se consigue una mayor implicación en la distribución de los recursos y en la planificación y desarrollo del plan y objetivos para llegar a todos los estudiantes.

¿Cuáles son las principales necesidades de los estudiantes que viven en umbrales de pobreza en las escuelas?
K: Por ejemplo, equiparar su nivel.  Hay investigaciones que evidencian que los niños que viven en umbrales de pobreza están menos preparados a la hora de leer, ya que llegan a la escuela con menos vocabulario. Pero la diferencia no es únicamente de alfabetización…

¿Qué otras diferencias encontramos?
K: Tienen que ver con la salud y bienestar, como pueden ser algunos problemas nutricionales que acaban afectando a la educación de estos niños. También existe una carencia de recursos materiales, por ejemplo con la ropa. Para superar este déficit es importante que la escuela cuente con colaboradores que puedan proporcionar estos materiales.

Carencia de vocabulario, de bienestar, de recursos materiales…
W: También sabemos que los estudiantes procedentes de familias con mayores ingresos, durante periodos no escolares tienen múltiples opciones educativas, como la práctica de deportes o actividades extraescolares. En cambio, los niños que viven en la pobreza acostumbran a pasar las vacaciones mirando la televisión, cuidando de sus hermanos o asumiendo algún otro rol familiar.

En su opinión, ¿creen que las políticas educativas deberían modificarse para poder abordar estas problemáticas desde las escuelas?
W: En Estados Unidos tenemos programas federales y otros nacionales que proveen asistencia a los estudiantes que viven en la pobreza, pero debería hacerse mucho más, ya que todavía existen diferencias significativas entre estados en cuanto al nivel de asistencia que proporcionan.

Y, ¿más allá de Estados Unidos?
K: A pesar de que nosotros básicamente podemos hablar sobre los Estados Unidos, creo que en la mayoría de países los políticos podrían prestar más atención a la educación de los estudiantes que viven en la pobreza.

¿Creen que el hecho de que el plan de estudios esté enfocado a la obtención de resultados es negativo para los estudiantes más desaventajados?
K: Según nuestra experiencia, cuando el profesor pone énfasis en los test o exámenes se está equivocado, ya que debería focalizarse en la globalidad del niño. Además, muchas de las modificaciones que las escuelas llevan a cabo para incrementar el resultado de los test, como reducir las clases de arte o de música o el tiempo para que los niños salgan a jugar, son contraproducentes.

En la práctica, ¿cómo pueden los profesores ayudar a los estudiantes que viven en la pobreza a obtener éxito académico?
W: Hay algunos temas importantes que ya hemos mencionado. Pero el factor que nosotros consideramos más relevante es que los profesores conozcan en profundidad a cada uno de sus alumnos y construyan relaciones de confianza con ellos. Para conseguirlo es fundamental la implicación del docente ya que requiere de su tiempo, esfuerzo, voluntad y habilidades.

Kathleen, ¿qué otros consejos les daría a los profesores?
K: Que mantengan altas las expectativas. Es importante que los profesores entiendan la diferencia entre simpatía y empatía. Los docentes pueden ser empáticos con la situación del estudiante, ayudándoles y ofreciéndoles apoyo, pero deben mantener los altos estándares que exigen a los demás estudiantes con los que trabajan.

En definitiva, no ser complacientes y exigirles menos.
K: Exacto, mantener altas esperanzas y creer que los niños que viven en la pobreza son igual de inteligentes y capacitados que los más aventajados económicamente. Hay que implicarse en su aprendizaje  y no caer en el juego de la culpa.

¿A qué se refiere?
K: A que cuando un niño no aprende a la primera no debemos culpar al niño, a la pobreza o a sus padres, ya que este camino no es productivo. Como profesores tenemos que entender los motivos por los cuales el niño no aprende rápidamente y buscar las formas más adecuadas para ayudarle a alcanzar el nivel perseguido. Otro factor que considero muy relevante es comprometerse con la equidad.

¿En qué sentido?
K: En el de ser capaces de entender que no todos los niños requieren el mismo trato. Algunos estudiantes necesitarán más tiempo, otros deberán hacer un examen dos o tres veces para cumplir con el nivel de aprendizaje que se les exige… Por tanto, debemos tener en cuenta que no importa cuánto tiempo tarden en llegar, mientras todos acaben alcanzando el objetivo que nos hemos marcado.

¿Son estos elementos decisivos para ser un buen profesor?
K: La mayoría de los profesores que tienen éxito con la educación de niños que viven en la pobreza lo consiguen debido a que además de ser sus profesores son sus defensores. El mejor consejo que les podemos dar a estos profesores es que estén al lado de sus alumnos durante todo el proceso de formación y aprendizaje.

William, ¿le gustaría añadir algún otro consejo?
W: También sabemos que tener una buena base de datos es un elemento fundamental para el éxito de los profesores. Las escuelas deben garantizar que esta información esté actualizada, sea precisa y se encuentre a su disposición.

¿A qué tipo de información de se refiere?
W: Información sobre la asistencia a clase de los estudiantes, su comportamiento dentro del aula, la participación en actividades… Y todo esto me lleva a otro elemento que tiene que ver con la colaboración. Es decir, trabajar conjuntamente con otros profesores, en equipo. Por último, también destacaría el coraje para actuar. Es un elemento difícil cuando la situación va en contra del docente, pero es muy importante.

Kathleen, ¿querría añadir algo más?
K: Únicamente añadiría es que no sólo se debe satisfacer las necesidades de todos los estudiantes como hemos ido comentando, también es crucial ser un buen profesor a nivel instructivo. Es decir, saber enseñar.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/w-parrett-y-k-budge-la-clave-principal-es-reconocer-la-desigualdad/

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Ansiedad, esperanza y acoso marcan a los estudiantes colombianos

Por: Diario El Tiempo

En informe de la Ocde, uno de cada dos colombianos aseguró estar muy contento con su estilo de vida.

La Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) publicó un informe sobre el bienestar de los estudiantes en 76 países según los resultados de las pruebas Pisa. En el caso colombiano, uno de dos estudiantes dice estar muy satisfecho con su vida.

El reporte asegura que el nivel de satisfacción con la vida en promedio es de 9 sobre 10 en Colombia, Costa Rica, la República Dominicana, México y Montenegro. Mientras que tan solo uno de cada cinco estudiantes en economías asiáticas como Hong Kong, Macao y Taipéi chino, y Corea del Sur se acercó al 10.

“No existe un vínculo claro entre el ingreso per cápita y la satisfacción con la vida de niños con 15 años de edad. También se debe considerar que Pisa solo recolecta datos de adolescentes que están en la escuela a los 15 años”, explicó Mario Piacentini, autor de la primera evaluación sobre el bienestar de los estudiantes del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (Pisa).

“En Colombia, es probable que los estudiantes más pobres fueran forzados a abandonar la escuela antes de esa edad, por lo que estamos trabajando una población relativamente privilegiada”, aseguró.

Las conclusiones de este documento se basan en una encuesta a 540.000 estudiantes de 76 países y economías participantes, que también presentaron la prueba.

Según el documento, la tendencia en el mundo es que la mayoría de los adolescentes están felices con su vida, pero la preocupación por las clases y el acoso son un problema, según señala el organismo internacional.

Por ejemplo, el caso colombiano es grave junto con Costa Rica, la República Dominicana y México. El 20 por ciento de los estudiantes encuestados reportaron que han sido víctimas de algún tipo de acoso escolar varias veces al mes, mientras que el promedio de los países de la Ocde es de 19 por ciento.

“Estudiantes de otros países iberoamericanos tienden a reportar niveles más bajos de exposición al matoneo que el promedio de la Ocde”, señala Piacentini.

Otra cifra que se relaciona con el bienestar de los estudiantes es cuántos de ellos aseguraron sentirse ansiosos antes de iniciar un examen inclusive si están preparados para presentarlo. El 79 por ciento de los estudiantes colombianos aseguró sentirse así, mientras que el promedio de la Ocde es de 55 por ciento.

Esto se relaciona, según explica Piacentini, con que los estudiantes que tienen altos prospectos para realizar carreras profesionales sienten más ansiedad. El caso colombiano podría decirse que es esperanzador porque el 76 por ciento de los estudiantes respondió que espera completar la educación universitaria, mientras que en Iberoamérica el promedio es de 40 por ciento.

El reporte, para hacer mayor énfasis en su enfoque que es el bienestar estudiantil, les preguntó a los jóvenes qué tanto sienten que pertenecen al colegio. Colombia está un poco más arriba que el promedio de la Ocde, pues un 74 por ciento dijeron tener sentido de apropiación, mientras que en los demás países representan el 73 por ciento.

En cuanto al trato por parte de los profesores, los resultados evidencian que, al igual que en otros países participantes en Pisa, una proporción mucho mayor de niños que de niñas en Iberoamérica informó que sus maestros los tratan injustamente.

La organización concluye que los maestros desempeñan un papel fundamental en la creación de las condiciones de bienestar para los alumnos en las escuelas, por lo cual los gobiernos no deben definir las tareas docentes exclusivamente a través de la cantidad de horas de enseñanza, sino por su actitud en clase.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/como-se-sientes-los-estudiantes-colombianos-segun-estudio-de-la-ocde-80872

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Estados Unidos: Estudiantes presionan por el cierre de más de 900 escuelas de LAUSD para la marcha del 1 de mayo

Estados Unidos/24 de Abril de 2017/Hoy Los Ángeles

La petición emanó primero del lado de los padres de familia y el sindicato de maestros, ahora son los mismos estudiantes quienes elevan la presión para que el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) cierre los planteles educativos el próximo 1 de mayo.

“No queremos vandalizar o no ir a estudiar”, enfatizó Williams Rojas, estudiante del 12vo grado de una escuela local. “Que se cierren las escuelas no para que sea un día libre sin clases, sino para que todos los estudiantes se unan y puedan apoyar a nuestra comunidad”.

Rojas, hijo de padres mexicanos, es uno de los más de 640 mil alumnos inscritos en LAUSD. Este distrito, el segundo más grande del país, cuenta con más de 900 escuelas entre kínder y el 12vo grado, así como 187 escuelas charter.

Así como este joven, existe interés entre otros hijos de inmigrantes de sumarse a la marcha al ver la incertidumbre que enfrentan sus padres.

“Lo que me motiva”, dijo Rojas, “es más que nada la injusticia y el racismo que se está viendo en contra de la comunidad latina y en general [hacia] los indocumentados”.

Por cada tres por ciento de estudiantes ausentes en un día de clases, el distrito pierde hasta 100 millones de dólares. De hecho, el 90% de los fondos que reciben es a causa de la asistencia escolar.

Ante la inminente inasistencia, Ron Góchez, educador y director de la organización Unión del Barrio, enfatiza que “por la seguridad de todos” fuera más fácil que se cierren las escuelas y que la gente pueda participar, porque “sabemos que muchos estudiantes se van a querer salir”.

“Miran como sus padres tienen miedo, ellos mismos tienen miedo, de las deportaciones que están pasando”, señaló el activista. “Sienten el deber de salir a participar para defenderse ellos mismos y defender sus familias, por eso quieren participar”.

Junto a otros alumnos, Rojas se está movilizando para que los miembros del distrito escolar consideren la petición. En su perspectiva, es la mejor manera en que los funcionarios educativos expresen solidaridad en una causa que solo los mismos estudiantes entienden.

“Mi padrastro diariamente está en peligro, tiene que ir a trabajar; no es seguro que va a regresar a la casa; es esa incertidumbre si va a llegar o no”, aseguró el joven.

El Sindicato de Maestros de Los Ángeles (UTLA), por su parte, ha convocado a sus miembros a la marcha; en ese sentido, consideran que LAUSD puede apelar al estado para una exención, de modo que el distrito no se vea afectado en sus finanzas.

A criterio de Juan José Gutiérrez, presidente de Vamos Unidos USA, los estudiantes y maestros son sectores clave que sumados a líderes religiosos, grupos comunitarios, abogados y comunicadores, entre otros, están integrándose a esta gran movilización que envía un mensaje de unidad.

“Se está haciendo el trabajo de hormiga, hay muchísima gente involucrada”, indicó el activista. “Aquí nadie sobra, todo mundo tiene un puesto; si queremos mover millones se necesitarán miles de persona que se incorporen al movimiento en todos los renglones de la comunidad”.

A escala nacional, se está invitando a la comunidad a manifestarse, a no comprar ni trabajar, como parte de un boicot económico. En la mira está también la movilización del 2006, cuando mareas humanas poblaron las principales ciudades de Estados Unidos.

En Los Ángeles, hace 11 años atrás, salieron a marchar más de 500 mil personas. En esta oportunidad, plantea Góchez, las diferentes organizaciones van a colocar mesas de información en el punto final de la manifestación, junto a la alcaldía, para que la gente se involucre más.

“El mensaje central es organizarse”, advirtió el líder comunitario. “Aunque salgan 10 millones el primero de mayo no vamos a lograr cambios sistemáticos, fundamentales; la única manera de hacerlo es organizarnos de forma permanente”.

Fuente:   http://www.hoylosangeles.com/noticias/local/hoyla-loc-estudiantes-presionan-por-el-cierre-de-mas-de-900-escuelas-de-lausd-para-la-marcha-del-1-de-mayo–story.html

 

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El doctorado perjudica seriamente la salud mental: uno de cada tres estudiantes está en riesgo

Por: Marcos Barajas

La Universidad de Gante revela que el 32% de los doctorandos está en riesgo; la situación en España puede ser mucho más dramática.

En 2015, 14.694 estudiantes leyeron su tesis doctoral en España. Y es posible que 4.702 estuviesen entonces en riesgo de padecer algún tipo de desorden psiquiático, como la depresión. La cifra no es exacta pero, según un estudio publicado por la revista Research Policy y liderado por la Universidad de Gante (Bélgica), la salud mental del 32% de este colectivo está comprometida -dos veces más que entre la población con un elevado nivel educativo-.

Los problemas para conciliar vida familiar y laboral, la obtención continua de resultados que demanda la investigación, la supervisión constante de su trabajo y las expectativas poco halagüeñas de encontrar después un empleo acorde a su preparación tienen parte de la culpa.

Desarrollar una tesis no es un trabajo cualquiera. Marta Giménez, psicóloga clínica y directora de investigación e innovación del Centro de Psicología Área Humana, sintetiza así las razones que lo hacen potencialmente estresante: «Requiere una combinación de habilidades técnicas, intelectuales y emocionales para la consecución de resultados óptimos en contextos de considerable exigencia, procesos de larga duración y con consecuencias para el futuro profesional y académico». Pero hay más razones, porque en esta carrera de fondo cada cual escribe su propia lista de motivos.

Con trabajo duro no vale

Por ejemplo, la de David Nievas. Realiza su doctorado en el Departamento de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid. Su objetivo es analizar las diferentes formas de islamismo en entornos democráticos como Mali, que se encuentra en el punto de mira del terrorismo internacional. Antes trabajaba en una oficina, así que reconoce que adaptarse a su nueva rutina no fue sencillo. «El doctorado es un trabajo que, en muchas ocasiones, es muy individual y solitario. Me costó pasar de trabajar para otros de forma dirigida a hacerlo para mí mismo y a dirigir mi propia investigación, muchas veces sin referencias previas», asegura. No es el único escollo.

La inseguridad y la desmotivación ya han visitado a Nievas en alguna ocasión ante la falta de recompensas inmediatas, porque, «al ser un trabajo generalmente minucioso, profundo y reflexivo, los productos del trabajo se aprecian a largo plazo con la publicación de artículos o la participación en clases o conferencias». Por todo ello, y por la presión -muchas veces autoimpuesta- que sufren, considera que los doctorandos son «más vulnerables» a este tipo de trastornos, extremo que el citado artículo no confirma.

La propuesta de Nievas: atención psicológica especializada para ellos en los centros universitarios. La idea no suena muy descabellada porque la gestión de las emociones desempeña un papel clave en este oficio, que los especialistas consideran que sólo puede ejercerse con éxito gracias a grandes dosis de motivación, disciplina y tolerancia a la frustración y a las críticas. Más aún cuando los objetivos no siempre se cumplen a la primera.

«Es indispensable el trabajo personal: adoptar una visión proactiva y positiva hacia la solución de problemas y desafíos», cuenta Giménez. Otros hábitos, como cuidar la alimentación, realizar actividades deportivas y de ocio con regularidad y no aislarse de los demás -sobre todo, de personas ajenas al contexto académico- también puede ser de ayuda, afirma esta experta.

Una carrera contra el reloj

Quien está acostumbrado a lidiar con el fracaso, por su faceta como deportista, es Luis Alberto Marco; una profesión que también le ha brindado apoyo económico. Ahora realiza el doctorado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla para determinar qué factores son responsables del buen rendimiento físico y deportivo. En su caso, el tiempo es el principal limitante, sobre todo, cuando le exigen nuevos resultados con cierta frecuencia.

«Muchas veces, el desarrollo de la tesis se estanca por distintos motivos intrínsecos -problemas con la metodología, con los materiales o por pérdida de la muestra- y otras muchas otras, por factores extrínsecos -trabajo, familia o dinero-«. Así que Marco espera optar en el futuro a una plaza de profesor asociado, ayudante doctor «o similar» para dejar de investigar «a contrarreloj».

Para algunos estudiantes, no todos, la tesis doctoral es el primer contacto directo con el mundo laboral. Por si fuera poco, en algunas carreras se hace especial hincapié en los contenidos teóricos pero no se abordan con suficiente profundidad ni la vertiente experimental ni la dinámica de trabajo de un grupo de investigación. Incluso para quienes ya estén familiarizados con este entorno, «la implementación de procesos de acompañamiento para la incorporación a las nuevas actividades, como el mentoring o el entrenamiento en habilidades de gestión emocional y prevención de estrés, pueden ser estrategias muy útiles para minimizar el impacto negativo en la salud mental», sostiene la psicóloga Giménez.

Un futuro poco halagüeño

Sentirse arropado es fundamental. Sobre todo, cuando la realidad no muestra su mejor cara. «Desmoraliza simplemente saber que, por mucho que te esfuerces o por bueno que seas en tu especialidad, tu trabajo se valorará poco en la sociedad y acabarás teniendo que marcharte de tu ciudad y alejarte de los tuyos para que la tesis no haya sido en vano», lamenta Paula Ruiz.

Esta biotecnóloga desarrolla su tesis en la Universidad de Valencia; en concreto, en la fundación FISABIO. Allí, estudia el genoma de dos de las bacterias más peligrosas, según la OMS, por su resistencia a los antibióticos, de cara a desarrollar tratamientos más eficaces.

También ella, como Marco, mira con temor al calendario, aunque por un motivo bien distinto: «Como necesitaba estar admitida en un programa de doctorado para poder solicitar varias becas pero, a la vez, tenía un plazo para realizar la tesis, he perdido un tiempo muy valioso hasta que se resolvió mi situación». En consecuencia, ahora debe obtener resultados válidos lo más pronto posible porque la burocracia ha reducido su margen de error, «con el estrés que eso conlleva».

El dinero, un bache en el camino

El estudio de la Universidad de Gante no aborda los problemas económicos. Sin embargo, éstos suelen convertirse en el principal bache en el camino. «El primer reto es obtener de un contrato de trabajo mediante convocatorias públicas altamente exigentes, o bien la cada vez más exigua contratación por parte de los grupos», aseguran Violeta Durán y Pablo Giménez, miembro y presidente, respectivamente, de la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios. Esta segunda opción es más difícil, teniendo en cuenta «la forma en que se financian los proyectos: los investigadores tienen dinero para comprar material pero se les impide que lo utilicen en contratos«.

Es una de las razones que explica por qué hay tantos aspirantes a doctor que se ven obligados a dejar su tesis sin terminar. Sin apoyos familiares, bancarios o ahorros suficientes, no todos pueden seguir trabajando sin cobrar. La solución, argumentan desde Precarios, pasa por aumentar la financiación destinada al doctorado para favorecer la contratación de más personal y aprobar un estatuto del personal investigador en formación para crear un marco legal y jurídico estable y seguro, entre otras medidas.

Ante este panorama, y si el tema de investigación lo permite, otros dividen su atención entre varios frentes. Es lo que hace Pilar Almansa. Dramaturga, directora de escena y profesora, ahora también estudia cómo aplicar las tecnologías interactivas al teatro en la Universidad Complutense de Madrid. «Ahora mismo, mis esfuerzos están más orientados a conseguir una beca que a la tesis en sí. Cualquier actividad que implique el desdoblamiento de tu fuente de financiación y tu dedicación intelectual es estresante de por sí y puede acabar en depresión», lamenta. Sabe bien de lo que habla: ha sufrido lo mismo en el mundo teatro, donde la realidad impone aceptar empleos fuera de las tablas para poder subirse a ellas.

Por desgracia, las dificultades no terminan al acabar la tesis. Porque aunque la tasa de desempleo en la población española entre 25 y 64 años que había completado sus estudios de doctorado en 2014 era de un 8,2%, según el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, muchos se debaten -con el título en la mano- entre irse al extranjero para encontrar un trabajo acorde a su nivel de formación o renunciar a su carrera investigadora para disfrutar de su vida personal.

A falta de que se haga una actualización de la Encuesta sobre recursos humanos en ciencia y tecnología, que el INE publicó en 2010, los entrevistados para este reportaje coinciden al asegurar que las conclusiones del artículo de la Universidad de Gante bien se podrían ajustar a la realidad de los estudiantes predoctorales en España. «Pero es necesario recordar que es un estudio realizado en Bélgica, un país que invierte alrededor del 3% del PIB en investigación -respecto al 1,24% español– y que goza de un gran sistema de investigación», matizan desde Precarios. La situación, aquí, «puede ser mucho más dramática».

Fuente: http://www.elmundo.es/f5/campus/2017/04/19/58f646dfca4741dc138b461b.html

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