Etnografía
Entrevista a Julio César Pol, poeta, docente e investigador puertorriqueño: “Mi trabajo actualmente es levantar los fundamentos para esta nueva poesía, la poesía etnográfica”
Julio César Pol nació en agosto de 1976 en Ponce, Puerto Rico. Ha publicado cuento y poesía en revistas como El Sótano 00931 (2001), Encuentro (1997), Desde el límite (2002), Palabreiros (2004), Letras Salvajes (2004), Borinquen Literario (2004), Hostos Review (2005), Aullido (2006), Prometeo Digital (2006), Los Poetas del Cinco (2007), Baquiana (2007). Obtuvo premios en los certámenes del ICPR Junior College, Universidad de Puerto Rico en Ponce, Universidad Politécnica de Puerto Rico, Círculo Jaime Marcano, Certamen del Círculo de Recreo de San Germán, Pen Club de Puerto Rico y el Certamen de Poesía Olga Nolla. Fue director de la revista El Sótano 00931 y Coordinador General de los encuentros de (De)Generaciones. Es editor de la antología Los rostros de la Hidra (2008) con las casas de Isla Negra Editores y Ediciones Gaviota y Poesía de Puerto Rico: Cinco décadas. Sus libros La luz necesaria (2006), Idus de Marzo (2008), Mardi Gras (2012) y Sísifo (2017) fueron publicados bajo el sello de Isla Negra Editores. Posee un doctorado en Economía. Es docente e investigador en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez. A partir de El ala psiquiátrica (2020), su quinto poemario, volvemos a intercambiar unas palabras que son para ser compartidas con todos vosotros.
– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Julio, El ala psiquiatra (2020) es su quinto poemario. ¿De qué trata este poemario?
– Julio César Pol (JCP, en adelante) – El ala psiquiátrica (2020) es una confrontación a cómo la sociedad percibe y oculta los problemas de salud mental; cómo los sistemas de salud mental manejan la “locura”, al “loco” o a la “loca”; cómo el mercado clasifica y diseca los problemas de salud mental y los convierte en flujos financieros. También es una inmersión en la locura, en los razonamientos de las personas con problemas de salud mental, en la experiencia de saberse sin control.
Con El ala psiquiátrica continúo trabajando un tipo de poesía al que llamo “poesía etnográfica”. La etnografía es el estudio de las etnias, de su modo de vida, de los rasgos, de su cultura (i.e., signos, valores, creencias, motivaciones, prácticas, énfasis y perspectivas). Trata de observar, descubrir y documentar el modo de vida de la gente en ese grupo: ¿Qué hace esta gente? ¿Cómo se comportan? ¿Cómo interactúan entre ellos? ¿Cómo interpretan “la realidad”? ¿Cómo justifican sus decisiones? ¿Cuáles son sus aparentes incongruencias y sus ambigüedades? Entonces, he estado trabajando con mis últimos libros una poesía que haga eso. Una poesía que logre una inmersión profunda en la etnia, en un grupo (e.g., en los lugares de trabajo, en los hogares, en los manicomios, en las cárceles). Una poesía que le permita al lector vestirse de otra piel, en esa otra realidad. Que permita al lector descubrir los signos, los procesos mentales, las decisiones, las f(r)icciones, las incongruencias de ese grupo de gente. Una poesía que explore la gente en un espacio físico y en un período de tiempo, la experiencia humana en el cronotopo. No un cronotopo como los propuestos por Immanuel Kant o Mijaíl Bajtín, sino uno en el que el espacio y el tiempo (i.e., que habita en las mentes humanas) están intervenidos por una causalidad en reversa (i.e., cum hoc ergo propter hoc) donde el conocimiento y la experiencia se apropia de las realidades físicas, para crear nuevas formas, mediciones, significados y valores en el cronotopos percibido. El cronotopos percibido, en contraposición al físico, el cual es el que es vital para la literatura.
El yo lírico ha gobernado la poesía por los últimos siglos. Ese modelo está agotado y es la gran barrera para que la poesía se integre a la sociedad. Los temas de la poesía se han limitado al amor, a las pasiones, a la familia, al hogar, lo que está bien, pero no se puede quedar ahí. El mundo es más rico y complejo que esto. ¿Cuánto se puede decir de todos los grupos que forman los seres humanos? Principalmente de los que no tienen voz. Los que actualmente son invisibles en la poesía por que el yo lírico los rechaza y aborrece sus circunstancias. Pienso en las 867 ocupaciones de la Clasificación Estándar de Ocupaciones (SOC, por sus siglas en inglés); en las 1,065 industrias que tiene el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (NAICS, por sus siglas en inglés) del 2017; en los 70,000 códigos de enfermedades que posee la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD, por sus siglas en inglés); en las 4,300 religiones a nivel global y aproximadamente 650 grupos étnicos en el mundo. Todos estos códigos interactuando los unos con los otros en distintos escenarios de tiempo y espacio. Cada uno de estos códigos, o estos grupos es una vida alterna, un pequeño mundo y merece su propio poemario. Y ni remotamente lo tiene. Hasta hoy los poetas han girado en torno al yo lírico, teniendo como centro su narcisismo, dándole vueltas a su cola. Por eso, la poesía ha perdido pertinencia. Hasta hoy los poetas hemos hecho un trabajo sencillamente deficiente. La poesía actual apenas roza la superficie de la experiencia humana.
El poeta tiene que asumir su responsabilidad como un termostato social. Con la poesía se tiene tomar el pulso de los grupos de personas, de las etnias y de los pueblos. Tenemos que retomar ese propósito. Con esa visión, la poesía tiene tanto o más que aportar que cualquier rama de las ciencias sociales.
Pero, una vida no da para esa encomienda. Mi objetivo es crear la zapata. Mi trabajo actualmente es levantar los fundamentos para esta nueva poesía, la poesía etnográfica.
– WRS – Sé que vos es un autor temático. ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar el tema que abordas en El ala psiquiátrica? ¿En qué se diferencia del tema que tratas en sus otros cuatro poemarios?
– JCP – Estudié dos doctorados. Uno en Economía, el cual es puramente cuantitativo, y un segundo doctorado en Evaluación Interdisciplinaria, el cual es primordialmente cualitativo. En los estudios cualitativos tuve la oportunidad de estudiar y practicar un poco la etnografía y hacer un pequeño estudio sobre las decisiones de consumo de las familias nucleares con niños en centros comerciales. Fue una experiencia rica y luminosa. Esta técnica busca documentar y describir la cultura de grupos humanos atados por denominadores comunes, así también comunidades, en un principio comunidades primitivas. Esta forma de investigación contempla a los individuos, dentro de su grupo social con el fin de descifrar sus creencias, su perspectiva, su sistema de valores, su ubicación espacial y temporal -su cronotopos.
Esa experiencia coincidió con discusiones con mis compañeros de la revista y grupo literario El Sótano 00931. Ellos me trajeron la idea de escribir “un poemario redondo y circular”. Para la mayor parte de los poetas el reto es realmente escribir “el poema”. Pero en El Sótano 00931 los ojos estaban puestos en algo mucho más ambicioso y complicado, crear unos poemas que funcionaran como un sistema. Generar un grupo de poemas que se alimentaran mutuamente, que llevaran al lector a un pequeño universo. Conozco muchos poetas que han escrito uno o dos poemas excepcionales, pero muy pocos han escrito un poemario que en su unidad sea excepcional. Eso se convirtió en el reto para mí y para los miembros del grupo.
En mí la poesía etnográfica y la creación de un libro redondo surge con Mardi Gras (2012). Mardi Gras entra al espacio del hogar y el tema de la familia y del obeso. Luego en Sísifo (2017) trabajo el espacio de la oficina y el tema de las relaciones de poder entre los trabajadores y los jefes. En El ala psiquiátrica (2020) me adentro en el espacio del hospital psiquiátrico y abordo la temática de la locura y los shocks entre las desviaciones de los “locos” y las “locas” con la “norma-lidad”. Ahora me encuentro trabajando los espacios de la cárcel y la iglesia.
En el caso de El ala psiquiátrica (2020) tuve una experiencia personal con un familiar muy querido el cual desarrolló una enfermedad mental crónica. Esta persona sencillamente no tenía ningún tipo de control. Si bien la experiencia fue surreal, lo que más me impresionó y a los que nunca había estado expuesto fue al sistema de salud mental, con sus trabajadores, especialistas e instituciones y a los usos y costumbres de esa sub-cultura, los cuales también son surreales
Entonces, para descifrar esta experiencia, me distancié y me puse los sombreros de investigador social y escritor; combiné la técnica de la etnografía con mis herramientas de poeta y con lo que había aprendido como estudiante de psicología. Comencé a analizar, a deconstruir, a estudiar mis experiencias con pacientes de salud mental, sus cuidadores y el personal entrenado. Así abordé la documentación las experiencias utilizando un medio artístico.
– WRS – El ala psiquiátrica es un poemario entre otros poemarios, cuentos y ensayos. Sé que el Colegio Ergos le premió un trabajo poético en 1994. Todavía no lo conocía, ni idea tenía de su existencia. ¿Cómo llega a la literatura? ¿Quiénes fueron esos maestros, madres, abuelas, vecinos que te pusieron ese primer papel en la mesa para que se llenara de palabras, de imágenes literarias?
– JCP – La poesía llega por mi madre. Ella me leía poemas de pequeño. Luego en el Colegio una de mis maestras, Adelaida Bidot, me regaló unos casetes de música de protesta y leyó mis primeros cuentos y poemas. También compartí mis poemas con la psicóloga escolar, la Dra. Charline Lizarraga y ella me puso en contacto con el gran escritor ponceño Juan López Bauzá. El a mis 15 años me obsequió mi primer libro de Vallejo y de Neruda. Ese encuentro con Juan fue trascendental, formalizó mi amor por la lectura y me alentó a continuar escribiendo. Yo he intentado continuar con ese legado que me transfirió Juan, y en ocasiones, he tenido la oportunidad de obsequiar libros de poesía a los escritores jóvenes que se me acercan.
– WRS – En sus primeros dos poemarios, La luz necesaria e Idus de Marzo, ¿cómo el poeta nos devela su mirada a lo marginal en el Caribe que habita?
– JCP – En estos dos poemarios un tema reincidente es la poesía desde la pobreza. Cuando los escribí era un joven universitario pobre. Pero, sin importar estas circunstancias estaba descubriendo y experimentando los mundos caribeños. Idus de Marzo es un poemario contra la desigualdad social y los atropellos de la clase dominante.
– WRS –¿Cómo vos ha integrado su experiencia creativa a su diario quehacer y a su interés por un lenguaje propio y disciplinado en Mardi Gras y Sísifo?
– JCP – El día es para mi familia y mi trabajo. La noche es para mi obra literaria. Requiere mucha disciplina. Pero cada proyecto literario es obstinado y me exige que le dedique su tiempo. Es intenso para el cuerpo.
– WRS – El ala psiquiátrica es una mirada que nos retrotrae a la realidad desde un imaginario de seres vivos y enfermos. A mí me recordó que ya en Sísifo vos nos dejaba entrever la locura que se vive dentro de contextos normales de trabajo.
– JCP – En Puerto Rico la locura es un síntoma colonial, pero también es un síntoma de la percepción de que se vive al final de los tiempos, esto a nivel colectivo o individual. La situación colonial de Puerto Rico, el desplome de la población, una depresión económica que ha durado más de 15 años, desastres naturales como sequías categoría 3 y 4, huracanes categoría 4 y 5, terremotos y pandemias han generado un contexto amenazante que la gente ha percibido como apocalípticos. Cuando la gente experimenta amenazas continuas a su vida y a su bienestar y no encuentra como zafarse, se disocia.
En el libro Los condenados de la Tierra, Franz Fanon describe los trastornos mentales de los sujetos colonizados como “psicosis reaccionales”. Fanon dice que lo que desencadena esas psicosis reaccionales es no solamente “la historia psicológica, afectiva y biológica del sujeto”, sino también “la atmósfera sanguinaria, despiadada, la generalización de prácticas inhumanas, la impresión tenaz que tienen los individuos de asistir a un verdadero apocalipsis.” Ese miedo constante no solo por la vida biológica, sino la continua amenaza al estilo de vida, quiebra a muchas personas.
Foucault también habla de esto en su libro Historia de la locura en la época clásica. En este libro Foucault dice:
¿Qué anuncia el saber de los locos? Puesto que es el saber prohibido, sin duda predice a la vez el reino de Satán y el fin del mundo; la última felicidad es el supremo castigo; la omnipotencia sobre la Tierra y la caída infernal. La «Nave de los locos» [el ala psiquiátrica] se desliza por un paisaje delicioso, donde todo se ofrece al deseo, una especie de Paraíso renovado, puesto que el hombre no conoce ya ni el sufrimiento ni la necesidad; y sin embargo, no ha recobrado la inocencia. Esta falsa felicidad constituye el triunfo diabólico del Anticristo, y es el Fin, próximo ya. Es cierto que los sueños del Apocalipsis no son una novedad en el siglo XV; pero son muy diferentes de los sueños de antaño. La iconografía dulcemente caprichosa del siglo XIV, donde los castillos están caídos como si fueran dados, donde la Bestia es siempre el Dragón tradicional, mantenido a distancia por la Virgen, donde —en una palabra— el orden de Dios y su próxima victoria son siempre visibles, es sustituida por una visión del mundo donde toda sabiduría está aniquilada. Es el gran sabbat de la naturaleza; las montañas se derrumban y se vuelven planicies, la tierra vomita los muertos, y los huesos asoman sobre las tumbas; las estrellas caen, la tierra se incendia, toda vida se seca y muere. El fin no tiene valor de tránsito o promesa; es la llegada de una noche que devora la vieja razón del mundo.”
Nosotros los puertorriqueños vivimos en ese apocalipsis en esa ausencia de PROMESA.
– WRS – Vos ha sido editor de otros autores, además de escritor. ¿Qué otros autores inspiran su trabajo creativo?
– JCP – Los poetas que más me han impresionado son Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Oliverio Girondo, Pablo Neruda, Nicanor Parra, Ernesto Cardenal, Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti, Leopoldo María Panero Blanc, Manuel Ramos Otero, Charles Bukowski, Gioconda Belli, Ana Istarú, entre tantos otros.
– WRS – Vos no sólo ha escrito poesía. ¿En qué otros géneros literarios se siente cómodo?
– JCP – Es natural para los poetas sentirse cómodo con el ensayo. Como economista y evaluador trabajo mucho el ensayo. Pero me gusta trabajar el cuento. He escrito varios libros de cuento infantil y comencé dos libros de cuentos cortos. Solo que el cuento requiere mucha soledad y tiempo para desarrollarlo efectivamente. En este momento me interesa consolidar mi propuesta como poeta.
– WRS – Cuando nos conocimos, ya vos estudiaba economía a nivel graduado en la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras. ¿Cómo relaciona su quehacer de escritor con su trabajo creativo publicado o no y su formación académica en economía?
– JCP – La poesía y la economía son herramientas para la descubrir la verdad. Una utilizando la razón y la otra las emociones. El orden y el caos son vitales para entender la experiencia humana.
Mi poesía está inmersa en teoría económica. Escondo en mis poemarios muchos conceptos económicos que en un futuro probablemente se integren al lenguaje coloquial. Esto me permite aportar a la poesía desde otro ángulo. El marco de la poesía es uno íntimo, privado, reflexivo. Por eso la poesía debe a aspirar a confrontar al individuo a la reflexión intima, social y estética.
El campo de batalla de la poesía es el individuo, esa es la variable de elección o el sujeto de cambio. Por el contrario, las herramientas de la disciplina económica que tengo me permiten proponer cambios sociales, justificarlos, llevarlo al plano del plan, ejecutar la idea. Hoy la economía es la ciencia social más escuchada en términos de política pública y es la disciplina desde la cual se puede ejecutar más efectivamente renovaciones sociales.
– WRS – En el año 2007, obtuvo el Premio Nacional de Poesía, 2006 que concede el PEN Club de Puerto Rico por La luz necesaria. En el 2013 y en el 2018 recibió también menciones del Pen Club de Puerto Rico por Mardi Gras (2012) y Sísifo (2017). ¿Cómo se sintió vos al obtener dichos premios de parte de sus pares?
– JCP – El escritor se añeja, se curte no solo en sus lecturas. Los certámenes, las reseñas, las publicaciones personales y antológicas, las lecturas al público, las conversaciones con los pares hacen al escritor. En el caso particular de los certámenes, los certámenes le toman el pulso a la literatura y cumplen el propósito de alentar a que se continúe con la tradición de publicar y de que los trabajos sean evaluados por pares.
Los compañeros del Pen Club han hecho un trabajo excepcional. íBravo por ellos! Sin recursos económicos ni dádivas del estado han mantenido un proyecto nacional propio y vivo, a contracorriente. A ellos mi más profunda admiración y agradecimiento.
– WRS – Si fuera a hacer un escogido de un poema de cada uno de sus cinco poemarios, ¿cuáles serían esos cinco poemas? ¿Por qué? ¿Puede compartirnos algunos?
– JCP – Un poema de cada poemario: Expreso de occidente de La luz necesaria; Las bailarinas de Idus de Marzo; La intemperancia de Salomón de Mardi Gras; Supervisor de Sísifo; y cuerpos celestes de El ala psiquiátrica. Los escogí porque son poemas que en mayor o menor grado confrontan a la sociedad y al lector.
EXPRESO DE OCCIDENTE
Amémonos de tren en tren
como dos dioses que huyen
y saben
que en la última parada
les esperan
los ateos
LAS BAILARINAS
A Isabel
Las bailarinas
destrozan sus pies diez años
para entrar en el Bolshoi.
Sus costillas atraviesan su carne;
ellas, el escenario.
Sus dedos deformes
chocan contra el suelo
en esas largas horas
en que practican su hambre.
Las bailarinas
lacónicas y perfectas, guardan el equilibrio.
Anulan su espíritu bajo el rostro frío
del mármol de Moscú.
Con gracia extienden sus manos.
Y -como ángeles o cisnes-
levitan en el contrapeso de su sombra.
Las bailarinas yerguen
sus pechos secos
para alcanzar la promesa
de los escenarios de Tokio y Londres
antes de cumplir los treinta años.
Ellas olvidan, engañan su aliento
y sus cuerpos parecen entender.
Las bailarinas
mueren o nacen girando
sobre la punta de sus dedos.
LA INTEMPERANCIA DE SALOMÓN
beber del fruto
-no de la manzana-
del glúteo
que no sacia
probar la gota de sudor
en la mujer amarilla
bajando espesa como la soya
la leche avinagrada y tibia
del sudor de la mujer blanca
haciendo surcos
entre estrías
desvariar en el vahído del sudor
de la mujer negra
probar el éter del comino
subiendo puñales por la carne
pero de la mujer roja
no la gota de azafrán
sino el vapor
de un pubis que te consume
lentamente entre llamas
SUPERVISOR
El súper-visor
Sabe
Abre sus ojos
Y estás desnuda
Puede ver lo que subyace
Debajo de tu lengua
Lee el demeanor de las sombras
La carta que piensas
Atraviesa el reloj y la pared que lo sostiene
Él ve los memos venir
La gente irse
En su clarividencia
Cierra sus ojos
Te deja de pensar
Y vuelves
A estar
Vestida
cuerpo celeste
el hombre es una cuerda
tendida entre el animal y el superhombre,
-una cuerda sobre un abismo
friedrich nietzsche, así habló zaratustra
sus dedos arrastran cuerpos celestes
se ennegrecen con el hollín de las estrellas
con sus uñas perfora hoyos negros
en el canvas infinito
con un giro de cintura mueve galaxias
hilvana con ondas gravitacionales de baryshnikov
planetas y satélites en espiral
sus manos chocan de prisa sobre sistemas solares
y del polvo nacen nébulas
en la excitación estática de los erizos
su pelo
ramalazos puntiagudos de oro puro
explosiones de lava dorada
de las venas de sus manos emanan astros azules
de su sudor
planetas líquidos
un soplo dispersa meteoritos
y de su saliva
surge el hielo de los cometas
aquel cuarto de hospital
no lo guardaba de él mismo
aquel rectángulo
era el universo que se expandía
– WRS – Vos fue el editor de una revista literaria que sirvió de junte con escritores de su generación, pero también de escritores de otras generaciones. De su generación, ¿qué escritores destaca de aquellos con los que compartió en El Sótano 00931?
– JCP – De mis contemporáneos, Casquillos (2008) de J.D. Capiello; Testamento (2013) de Carlos Cana; Efectos secundarios (2004) de Kattia Chico; Miss carrusel (2010) de Myrna Estrella; Ventriloquus (2013) de Juanmanuel González; Kitsch (2006) de Federico Irizarry; Simplemente Angelats (2019) de Robert Jara; Bilis (2017) deZuleyka Pagán; Realid(H)ades (2006) deAmarilis Tavárez; Undead (2017) de John Torres; y Malacostumbrismo (2012) de Carlos Vázquez. Son libros excepcionales.
– WRS – De la experiencia de ser el Coordinador General de los encuentros de (De)Generaciones, ¿qué tiene que recordar? ¿Cuál fue la acogida entre pares de generaciones literarias diferentes? ¿Qué escritores conoció y destaca de esa época de (De)Generaciones?
– JCP – Fue una experiencia bien grata integrar a los escritores de todas las generaciones o promociones literarias. Yo soy amigo de muchos escritores Guajanos y del ’80, sin contar los de mi generación. Los del ’70 fueron siempre un poco más herméticos. Pero todos estos grupos son grupos idiosincráticamente disímiles. Eso me trae a relieve todas las transformaciones que ha experimentado Puerto Rico en las últimas décadas.
El Puerto Rico donde creció la generación del ‘60 fue uno rural, de extrema pobreza. En cambio, los miembros de la generación del ‘70 se formaron en una isla con tasa de crecimiento de dos dígitos, la envidia de cualquier país industrializado del mundo. En gran medida esto se dio porque Estados Unidos utilizó a Puerto Rico como “la gran vitrina” de su modelo capitalista. Entiendo que por eso los escritores del ’70 tienen una personalidad más aristocrática y están obsesionados por la belleza. A partir de los ‘70 este modelo se desinfló y las tasas de crecimiento mostraron una pendiente decreciente. Los compañeros del ’80 crecieron en un claroscuro, la transición al desastre. Esa rebeldía en ellos se lee. Pero, todos los autores de El Sótano 00931, con los que he podido compartir más de cerca, nacieron y se criaron en un país con un modelo desgastado en continua desaceleración. Esta muerte lenta continuó hasta que el modelo no dio más y comenzó a presentar crecimientos negativos a mediados de la década del 2000. Esto ha provocado, entre tantas cosas, la migración de más de un millón de puertorriqueños, una reducción poblacional y de la economía agregada, la imposición de una Junta de Control Federal y la quiebra del gobierno. Nosotros somos hijos de esa vorágine social, de un Puerto Rico en estado de descomposición.
– WRS – Vos es oriundo de Ponce. ¿Se considera un autor puertorriqueño o no? O, más bien, un autor de literatura sea esta puertorriqueña o no. ¿Por qué? ¿Cómo integra su identidad étnica, su género e identidad de género, su orientación sexual y su ideología política en su trabajo creativo-poético?
– JCP – Ponceño, puertorriqueño, negro puertorriqueño y caribeño, varón, cristiano, heterosexual, socialdemócrata, escritor y economista. Uno le pertenece a su contexto, al espacio y al tiempo en que uno se desarrolla. Indiscutiblemente todo esto está ahí. Uno siempre es más que la suma de las definiciones y todas las limitaciones que impone cada categoría. Lo que soy resulta de todas estas interacciones e incongruencias.
– WRS – Ya para finalizar, ¿qué otros proyectos creativos tienes recientes y pendientes?
– JCP – Estoy culminando mi más reciente poemario, titulado Panóptico. En Panóptico, el cual espero sea publicado para el 2022, trabajo el espacio de la cárcel. Trata sobre los temas de la legalidad, la norma, el castigo, y cómo los seres humanos se enfrentan a ese mundo. Ya comencé a abordar otros espacios que son críticos para nuestra sociedad, como las instituciones educativas, de investigación y las iglesias.
También, estoy trabajando con una antología de los autores de la Revista El Sótano 00931. Esta antología compila los más de 40 libros publicados por el grupo en los últimos 20 años. También espero que sea publicada para el 2022 por el sello de Isla Negra. Estoy trabajando en adición el cuento infantil y el cuento breve. Además, de un libro de ensayos en que mezclo economía y literatura, que ya me parece eterno.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.
Fuente: https://rebelion.org/mi-trabajo-actualmente-es-levantar-los-fundamentos-para-esta-nueva-poesia-la-poesia-etnografica/
Libro (PDF): Investigaciones en movimiento. Etnografías colaborativas, feministas y decoloniales
Reseña: CLACSO
Este libro pone en conversación un conjunto de etnografías colaborativas, decoloniales, feministas y de IAP que comparten el deseo de producir otros conocimientos y producir conocimientos de otros modos. Las experiencias aquí reunidas nos invitan a repensarnos como investigadoras/es, a redefinir el sentido de nuestros proyectos y los procedimientos metodoloógicos concretos a partir de los que desarrollamos nuestro trabajo, y también a transformar las relaciones que establecemos con las personas con quienes colaboramos. Es una caja de herramientas que busca ampliar el campo de lo posible y lo pensable en investigación.
Autor (a): Aurora Álvarez Veinguer. Alberto Arribas Lozano. Gunther Dietz. [Editoras y Editores]
Aurora Álvarez Veinguer. Alberto Arribas Lozano. Gunther Dietz. Alberto Colin. Ariana S. Cota. María Espinosa Spínola. Adolfo Estalella. Ana Paula Félix Mandoki. Rocío García Soto. Pablo Gómez Pinilla. Carmen Gregorio Gil. Ángel Luis Lara. Lola Martínez Pozo. Laura Selene Mateos Cortés. Mariana Mora Bayo. Antonia Olmos Alcaraz. Mayra Ortiz Ocaña. Paula Pérez Sanz. Norma Rosales-Anderson. Maria Paula Saffon Sanín. Tomás Sánchez Criado. Stefano Sartorello. Luca Sebastiani. Jaime Vera Alpuche. [Autores y Autoras de Capítulo]
Editorial/Edición: CLACSO
Año de publicación: 2020
País (es): Argentina
ISBN: 987-722-629-4
Idioma: Español
Descarga: Investigaciones en movimiento. Etnografías colaborativas, feministas y decoloniales
Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2295&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1471
La etnografía en el ámbito educativo: una alternativa metodológica de investigación al servicio docente
24 de enero de 2018 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/
Por: Revista Educación y Desarrollo Social-Universidad Militar
Este artículo propone el uso de la etnografía como método de investigación cualitativa apropiada y pertinente para el desarrollo de estudios en el entorno educativo.
Este artículo propone el uso de la etnografía como método de investigación cualitativa apropiada y pertinente para el desarrollo de estudios en el entorno educativo.
En general, los estudios etnográficos contribuyen en gran medida a interpretar y conocer las identidades, costumbres y tradiciones de comunidades humanas, situación en la que se circunscribe la institución educativa como ámbito sociocultural concreto.
La reflexión propuesta insta al empoderamiento de los docentes como intelectuales de la educación; como actores sociales protagónicos; como líderes investigadores, auténticos conocedores de sus propios contextos.
Se plantea el uso del método, como una valiosa alternativa para el emprendimiento de estudios en educación, especialmente encaminada al desarrollo o fortalecimiento de la investigación social, en cumplimento de la insoslayable tarea docente de potenciar la producción académica e investigativa en sus comunidades.
Al hacer uso de la etnografía como herramienta investigativa, el docente tiene la oportunidad de desarrollar una amplia gama de estudios acerca de su contexto; sus propias prácticas, escenarios y procesos didáctico-pedagógicos.
Como miembro de la comunidad educativa, el maestro goza del contacto cotidiano; el ejercicio de su labor le facilita ser parte del grupo, hacerlo de manera comprometida. Es una oportunidad para aportar y gestionar nuevos conocimientos que contribuyan de manera más efectiva a la comprensión de problemas educativos, su intervención y la transformación social de las propias comunidades educativas, condición sine qua non para el mejoramiento y cualificación de la educación desde su ámbito de actuación: el quehacer docente.
Lea el contenido completo en Revista Educación y Desarrollo Social – Universidad Militar Nueva Granada.
* Publicado bajo licencia Creative Commons-Reconocimiento-No comercial-4.0 International (CC BY-NC 4.0).
Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/opinion-y-analisis/columnas/la-etnografia-en-el-ambito-educativo-una-alternativa-metodologica-de-investigacion-al-servicio
Libro: Sistematización Etnográfica: Una propuesta para la evaluación de experiencias de desarrollo comunitario – Venezuela
Libro: Sistematización Etnográfica: Una propuesta para la evaluación de experiencias de desarrollo comunitario – Venezuela
Este documento nos presenta la sistematización de la experiencia en la organización de la praxis comunitaria para la transformación y participación de hechos históricos en la conciencia y la convivencialidad de los pueblos de la planicie norte del Río Motatán en el sudeste del Lago de Maracaibo en Venezuela.
La propuesta metodológica de observar y aplicar la sistematización de experiencias de desarrollo comunitario considerando los aportes de la etnografía, representa un acto de construcción del conocimiento de altísimo valor humanístico y científico desde la criticidad de los paradigmas emergentes.
De allí, que esta obra está destinada a ser una importante referencia para todos aquellos investigadores que pretendan aplicar este modelo de acción e investigación, por su alto nivel teórico y práctico pero sobre todo por la capacidad innovadora al observar las relaciones sociales desde una perspectiva transcompleja y transdiciplinar sin perder el valor del relato y lo cotidiano como un dato sencillo que expresa la sapiencia de los pueblos.
Este documento fue elaborado por Lewis Pereira. Fue arbitrado bajo el sistema doble ciego por expertos en el área bajo la supervisión del Colectivo de Investigación Desarrollo de la COLM, adscrito al Programa Investigación – CDCHT de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”. Venezuela.
Puede descargar el documento aquí
Fuente de la Reseña:
Abierta la convocatoria para el 14º Simposio Interamericano de Etnografía y Educación
11 Febrero 2017/Fuente:educacionfutura /Autor: Erick Juárez Pineda
El Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN (DIE-CINVESTAV) en colaboración con The University of Texas at El Paso (UTEP) y la Pontificia Universidad Católica del Peru (PUCP), organizan el 14º Simposio Interamericano de Etnografía y Educación, realizándose en las ciudades de El Paso y Ciudad Juárez, simultáneamente.
El encuentro, a realizarse del 21 al 23 de septiembre del 2017 ofrecerá una oportunidad para que investigadores de todo el continente americano compartan sus estudios etnográficos en temas de educación.
Durante la reunión, señala la convocatoria, los etnógrafos de la educación podrán comunicarse en varios idiomas (inglés, español y portugués) y cruzar fronteras editoriales.
El simposio reunirá a investigadores de Norte, Centro y Sudamérica, a expertos, a investigadores y a estudiantes de doctorado.
El simposio se llevará a cabo en un ambiente de confianza donde los investigadores educativos podrán intercambiar sus métodos, teorías y datos más recientes. El tamaño reducido del evento es ideal para la colaboración y el desarrollo de ideas innovadoras en la investigación educativa.
En el 2017, el tema de la conferencia es “Cruzar fronteras: Disciplinas, Lenguajes/Culturas y Espacios/Lugares”. El tema se centra en la práctica de cruzar fronteras físicas y la epistemología del cruce de fronteras. Por lo tanto, se enfocará en temas que no son comunes dentro de la investigación educativa convencional. La conferencia explorará los siguientes cuatro temas:
- Cruzar fronteras epistemológicas y metodológicas: Antropología educativa comparativa y estudios interdisciplinarios.
- Cruzar fronteras de lenguaje: Translanguaging (proceso translingüístico), Educación bilingüe de doble sendero, Educación intercultural bilingüe, Enseñanza-aprendizaje del inglés y otros idiomas adicionales.
- Cruzar fronteras nacionales: Migración, Estudiantes trasnacionales, trasfronterizos y La educación en las fronteras.
- Cruzar las fronteras de la comunidad escolar: Educación indígena, Fronteras entre lo urbano y lo rural; desplazamientos entre distintos contextos y dominios cotidianos.
“La profunda desigualdad de las condiciones educativas actuales y la falta estructural de oportunidades que enfrentan alumnos en todo el mundo, nos exige, como investigadores, cambiar nuestros paradigmas, métodos y prioridades. ¿Cómo podemos aprovechar los cruces de fronteras (tanto físicos como metafóricos), documentados y analizados en nuestras investigaciones, para cambiar nuestra forma de pensar en el poder y la violencia de las fronteras? ¿Cómo podemos convertir estas fronteras en espacios donde prácticas educativas más justas sean posibles, lo que Mignolo (2000) llama border thinking o el pensamiento de fronteras/pensamiento fronterizo”, señalan los organizadores.
Para consultar la convocatoria completa da click aquí.
Fuente de la noticia: http://www.educacionfutura.org/abierta-la-convocatoria-para-el-14o-simposio-interamericano-de-etnografia-y-educacion/
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