¿Consolidar, revisar o cancelar la Reforma Educativa?

México / 1 de febrero de 2018 / Autor: Fidel Quiñones Marín / Fuente: Insurgencia Magisterial

En los mensajes dirigidos a los militantes y simpatizantes de los diferentes partidos políticos, los precandidatos comienzan a perfilar sus propuestas y promesas.  Como se esperaba, la Reforma Educativa es parte de la agenda electoral dirigida a los ciudadanos en general, y al magisterio en particular, con la intención de sumar preferencias de la población, los docentes y sus familias.  A la fecha los representantes de las 3 principales coaliciones se han pronunciado por alguna de las tres posturas: consolidar, revisar o cancelar la reforma educativa.

Consolidar la reforma educativa.

El autodenominado ciudadano Meade, de la recién renombrada coalición “Todos por México”, fiel a la tradición del Pacto con México, considera desde su discurso que mantener la reforma educativa es fundamental para garantizar la educación de los niños y jóvenes y la formación de los maestros del país. Reconoce que en el 2018 la reforma educativa se encuentra “en riesgo” y solamente ganando las elecciones se podrá asegurar una mejor educación. Ha dicho, en el ánimo de agenciarse simpatizantes que “en la reforma educativa vamos para adelante, en la reforma educativa vamos para construir y en la reforma educativa vamos para ganar”.

Revisar la reforma educativa.

Para el ciudadano Anaya, de la coalición “Por México, al frente”, pretendiendo marcar distancia del Pacto por México, que forma parte de su (favorable o no) capital político, recientemente ha anunciado que “La implementación (de la reforma) ha sido muy deficiente por parte del gobierno federal. Nuestra apertura a revisar cualquier pieza legislativa de cualquier ley siempre debe haberla, porque las leyes son siempre perfectibles”. Deslindándose de la participación de su partido en la imposición de la reforma educativa, señala la evaluación como punitiva porque “es inaceptable que se haya puesto todo el acento en la evaluación, sin que se haya hecho un esfuerzo serio en materia de capacitación”

Cancelar la reforma educativa.

Por su parte, el ciudadano López Obrador, de la coalición “Juntos haremos historia”, desde el inicio de la precampaña señaló “Quiero hacer el compromiso con todo el magisterio nacional que al triunfo de nuestro movimiento (en las elecciones de 2018) se va a cancelar la mal llamada reforma educativa”, porque considera que se trata de un mecanismo para humillar y ofender a los maestros. Ha propuesto un nuevo acuerdo con el magisterio y padres de familia para alcanzar una “verdadera reforma” que mejore la calidad de la educación en el país, así como un “Plan educativo para mejorar la calidad de la enseñanza”. Asimismo, dentro del “Proyecto de Nación 2018-2024” se puntualiza que es necesario propiciar el cambio del sistema educativo orientado por “un proceso de formación continua, la participación magisterial en una reforma a fondo de los planes y programas, así como el mejoramiento sustantivo de las condiciones de estudio y de trabajo en las escuelas normales y universidades pedagógicas”. Asegurando que “los maestros del país deben tener la garantía de que será respetado su derecho al trabajo en condiciones dignas, con un salario suficiente y prestaciones de ley”.

Recapitulando.

En este primer acercamiento, se puede señalar que:

  1. Desde la lógica de la consolidación: los problemas, afectaciones y consecuencias de la reforma se solucionarán con más aplicación de la reforma (y sus leyes). El espíritu de la reforma se mantiene y perfecciona.
  2. Desde la lógica de la revisión, los problemas de la reforma educativa sólo son de implementación y se solucionarán revisando la legislación con ajustes a la evaluación.
  3. Desde la lógica de la cancelación, se reconoce la participación del magisterio nacional hacia una verdadera reforma y se recupera el papel de las escuelas normales en la formación docente. El espíritu de la reforma educativa se reorienta hacia la defensa de la escuela pública y el reconocimiento del magisterio nacional.

Fuente del Artículo:

http://insurgenciamagisterial.com/consolidar-revisar-o-cancelar-la-reforma-educativa/

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Estrés laboral docente. Metáfora 4.

México / 2 de enero de 2018 / Autor: Fidel Quiñónes Marín / Fuente: Insurgencia Magisterial

4.- El Pípila o el estrés laboral del docente mexicano.

En el año 2007, en el documento “Estrés Laboral Docente: representaciones y prácticas” propuse la representación de la labor docente a través de la figura histórica del Pípila.  Personaje de quien, algunos afirman “no existen pruebas sobre su existencia”, pero que “representa a los héroes anónimos sacrificados por la independencia”.

Al respecto, existe una narración, casi romántica, de Carlos María de Bustamante, quien se refiere al Pípila con estas palabras:

“El general Hidalgo, convencido de la necesidad de penetrar en el interior de Granaditas, nada omitía para conseguirlo. Rodeado del torbellino de la plebe, dirigió la voz  un hombre que le regenteaba, y le dijo… Pípila… la Patria necesita tu valor… ¿Te atreves a prender fuego a la puerta de la alhóndiga. La empresa era arriesgada, pues era necesario poner el cuerpo a descubierto a una lluvia de balas… Sin titubear dijo que sí.  Tomo al intento una losa ancha de cuarterón de las muchas que hay en Guanajuato, púsola sobre su cabeza, afianzándola con la mano izquierda, para que le cubriese el cuerpo; tomó con la derecha un ocote encendido, y casi a gatas marchó hasta la puerta de la alhóndiga, burlándose de las balas enemigas… reuniendo la astucia al valor, haciendo uso de su escudo y practicando la evolución llamada de tortuga…”

Jorge Ibargüengoitia señala al Pípila como un héroe perfecto, porque “su origen es oscuro. Como se ignora su apellido, no hay peligro de que sus descendientes vengan a exigir pensiones. Su actuación en la historia es breve, elocuente y decisiva. Sus palabras, ninguna”.

A mi parecer es una buena metáfora a partir de los pasajes de la historia, dado que cada docente debe cumplir con una pesada misión, que asume como necesaria para el logro de un objetivo nacional, pero cuyo esfuerzo no se reconoce, y se reconoce, sólo es parcialmente. Es decir, el maestro soporta en su espalda la carga simbólica de la educación de calidad (una de las nuevas demandas constitucionales), debe mantener encendida la antorcha de las expectativas sociales y aspiraciones personales. Al mismo tiempo, cuidarse del ataque constante de muchos frentes: la sociedad, los medios de comunicación, las autoridades educativas (fuego amigo y enemigo) y finalmente quemar la puerta de la ignorancia de sus alumnos (orientar a los alumnos en el camino del aprendizaje, el conocimiento y el desarrollo de competencias, y aprender a aprender).

Al docente, como al Pípila (a quien se le recuerda esporádicamente en los grandes pasajes nacionales), se le cuestiona sobre la importancia de su labor, y sólo se le incluye en los discursos, cuando hay que asignarle nuevas tareas y responsabilizarle del funcionamiento del sistema,  y se supone que al término de su misión obtendrá la recompensa (en el caso del docente: la jubilación) para regresar a sus actividades cotidianas, alejado de la lucha heroica, el esfuerzo sostenido y del cansancio residual. Y me pregunto: ¿Así como el Pípila, el maestro es un héroe perfecto, sobre todo “si no habla”?, ¿La carga simbólica de la ideoneidad es somatizada en los dolores de cabeza y espalda que aquejan a los docentes?

En síntesis.

Compañero (a) maestro (a) si en este momento, te has identificado con Sísifo (metáfora 1) por sentir que debes reanudar incesantemente el esfuerzo para cumplir el trabajo en las aulas. O sientes, como le sucede al actor de teatro clásico (metáfora 2), que con la reforma impuesta por los políticos y los empresarios cambian el escenario donde tu trabajo se menosprecia y hasta se vuelve “risible” para la sociedad. O tal vez, como el húsar (metáfora 3) que, a pesar de los anuncios del gobierno vives el trabajo escolar con desconcierto, desánimo y frustración por desconocer, “a dónde vamos a parar” con la reforma laboral en educación. O bien, como un moderno Pípila magisterial (metáfora 4) sientes “la carga” de muchas responsabilidades que afectan y deterioran tu salud, pero que debes silenciarlas.

Si te has identificado con al menos 1 de las 4 metáforas: eres candidato idóneo para sufrir Estrés Laboral Docente.

Fuente:

http://insurgenciamagisterial.com/estres-laboral-docente-metafora-4/

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Estrés laboral docente. Metáfora 3.

México / 30 de diciembre de 2017 / Autor: Fidel Quiñónes Marín / Fuente: Insurgencia Magisterial

3.- El húsar.

Nuevamente el profesor José Manuel Esteve en el artículo “Condiciones sociales del trabajo de los docentes” retoma la imagen de la novela “El húsar”  de A. Pérez Reverte, en la que se narran las peripecias de un soldado que:

“sueña con participar en una gran batalla. Sin embargo, cuando llega el gran día, nuestro húsar espera en la reserva, pasa calor mientras oye a lo lejos el fragor de un combate en el que no participa, y cuando finalmente interviene, le pasa por encima una carga de caballería enemiga y, herido, ha de refugiarse a pasar la noche en un bosquecillo, escondido y lleno de miedo hasta el amanecer. Al final, resulta que ha participado en una de las mayores victorias del ejército francés;… pero desde su perspectiva individual, no ha visto más que miserias, penalidades…

Así, lo que desde una perspectiva global se presenta como una victoria histórica, es vivido por sus protagonistas como un absurdo episodio, inconexo y miserable” (Esteve 2000,13).

El autor se interroga ¿para quién, o quiénes, sacan ventaja de esa llamada “victoria histórica”, dado que en el sistema educativo se ha privilegiado el avance en la cobertura y calidad; pero los profesores en muchos casos viven su trabajo cotidiano como una derrota, con desconcierto, desánimo y frustración.

En estos momentos, cuando de la historia de la educación pública en México parece diluirse en el discurso oficial de la calidad y la idoneidad, los docentes en servicio nos sentimos: desanimados, desalentados, desesperanzados y desprotegidos.  Por un lado, para las autoridades somos sujetos de desconfianza porque no “cumplir” con las expectativas de aceptar casi religiosamente, los mandatos oficiales, por otro, somos trabajadores subvalorados y menospreciados en la construcción de la denominada Reforma Educativa (es decir, la reforma laboral en educación).

En el escenario de la realidad mexicana destacó el anuncio televisivo “Mover a México” donde el “maestro” literalmente se voltea de cabeza en el aula, para mostrar a los alumnos la “nueva escuela”. En fechas recientes, los anuncios se renuevan presentando los logros de alumnos “por méritos propios”, soslayando la labor de los maestros (sus maestros), ya que a los alumnos les gusta “aprender a aprender” (y si lo hacen es a pesar de los maestros).  Así de bondadosa es publicitada la Reforma. Sin embargo, las condiciones de precariedad se mantienen y el docente debe “continuar” con su labor (o con su ocupación), ya que para eso se le paga. Condición que recuerda la frase política “Estabamos a un paso del despeñadero y decididos, dimos un paso al frente”. Traducción: como los antiguos ritos aztecas al docente lo colocan en posición de sacrificio y lo debe aceptar con orgullo, porque lo importante es velar por el interés superior de la niñez: “Primero el presente, primero los niños”.

Parafraseando al profesor José Manuel Esteve, habrá que interrogarse ¿para quién, o quiénes, las autoridades sacan ventaja con la llamada “Reforma Educativa”?, dado que se ha privilegiado la desvalorización docente sobre la actualización y la profesionalización, el sometimiento de los docentes sobre la participación voluntaria, la evaluación unilateral sobre la evaluación general del sistema educativo.  La victoria histórica sexenal de las autoridades mexicanas, no es la misma que diariamente viven los protagonistas docentes: incertidumbre, desconcierto, desánimo, frustración y estrés.

Fuente del Artículo:

http://insurgenciamagisterial.com/estres-laboral-docente-metafora-3/

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