Entrevista a Jesús Martín Barbero: «Necesitamos jóvenes problemáticos»

05 de Febrero 2017/Fuente: Colombia2020/Autor: Nicolás Sánchez

Con casi 80 años, el académico es contundente en criticar las políticas educativas del gobierno de Juan Manuel Santos y en aseverar que no aportan a la paz ni reflejan las necesidades de los jóvenes. Tal y como, según él, pasa con las escuelas.

Jesús Martín Barbero recuerda el momento, en los años 60, en el que Manuel Marulanda Vélez, más conocido como ‘Tirofijo’, declaró que Marquetalia, Riochiquito y El Pato Guayabero como zonas libres de América. Se encontraba en la Universidad Nacional y el furor revolucionario hacía parte de la vida estudiantil.

Desde aquella época, Martín se ha dedicado a estudiar las transformaciones culturales y es testigo de los cambios que ha habido en Colombia. En Cali fundó el Departamento de Comunicaciones de la Universidad del Valle, en donde trabajó de la mano con referentes de la cultura caleña como el escritor Andrés Caicedo y el cineasta Carlos Mayolo. “Yo me enamoré de la gente joven de Cali”, cuenta. Sin embargo, de esa ciudad tuvo que salir en 1996 porque las presiones del Cartel del Norte del Valle se cernían sobre la universidad.

Martín no es políticamente correcto. Asevera que en Colombia “hay escuelitas para formar periodistas, pero les falta mucho país”. Ha criticado las posturas de la izquierda frente a la cultura y cuenta que tuvo problemas con gobiernos del siglo XX “por pensar con mi propia cabeza”, dice. Además, entre el 2000 y el 2003 se tuvo que exiliar en México.  

Su producción ha girado en torno a dos temas: la juventud y la cultura. Sus libros son consultados en las facultades de periodismo y de trabajo social en todo el país. Al filo de cumplir 80 años, está por publicar un nuevo libro sobre la juventud.

Ese nuevo texto que estaría listo en abril de 2017 verá la luz en un momento en el que la juventud ha empezado a reclamar espacios en la construcción de paz. Esto, luego de que se conocieron los resultados del plebiscito para refrendar el Acuerdo de La Habana entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.

Los jóvenes han empezado a tomarse las calles de varias ciudades del país pidiendo que su consigna de paz no se fuera al traste debido a la victoria del No. Desde ese momento, han pedido celeridad en el cumplimiento del acuerdo al que llegaron el Gobierno y la guerrilla. A su vez, se han reunido en la Plaza de Bolívar de Bogotá para exigir que el proceso de diálogo con el ELN arranque cuanto antes.

Jesús Martín Barbero camina pausadamente pero su tono es vivaz.  “Cuando uno está viejo, regular es lo mejor que se puede estar”, bromea. Este español llegó a Colombia en 1963, se fue en el 68, y regresó en el 72. Volvió a buscar a la mujer que sería su esposa y con quien echó raíces y tuvo dos hijos.

En esta entrevista habla sobre lo que el país tiene que cambiar para que “la paz” dialogue con los jóvenes.

-¿Cómo siente usted que las universidades están preparando a los jóvenes para este momento histórico donde se empieza a hablar incluso de posconflicto? 

La verdad es que los jóvenes no son una referencia para las universidades, son alumnos. La palabra alumno está por encima de niño, adolescente y joven. Pidiéndole perdón a Gina Parody, ella no se ha enterado de eso. En sus pretendidas reformas no se ha enterado de lo que son las escuelas. Los maestros que no son capaces de entender ni a los niños, menos a los adolescentes y menos a los jóvenes. Hay un desconocimiento muy fuerte de lo que está pasando en el mundo joven. Hay un montón de clichés religiosos y psicológicos que vienen muy bien para calmar la consciencia de los papás y de los maestros.

La clase media en Colombia apenas acaba de subir y tiene mucho miedo de bajar, entonces le apuesta a que sus hijos, con el mayor amor del mundo, salten y puedan llegar más lejos que ellos. La obsesión es el éxito social. Allí hay una trampa que se le está haciendo al país.

Hay una cierta mala consciencia de que el país no está entendiendo a sus jóvenes y por eso se ha venido toda esta vaina educativa, pero lastrada por esta huevonada de Pisa. No saben qué es Pisa ¡Es una empresa privada, no es pública! Depende de un conglomerado de empresas privadas. Hay un documento contra Pisa de cientos de investigadores europeos y gringos, pero en este país nadie lo ha leído.

-¿Cómo salir de esas trampas para hacer de los jóvenes un sector social que impulse la construcción de paz?

El lugar clave para eso es la escuela, el sistema educativo. Por eso yo soy muy duro en mi crítica porque las dos primeras ministras que tuvo Juan Manuel Santos no tenían nada que ver con la educación y la última es una señora que ha trabajado la mitad de su vida en el Ejército, que es de lo más retrogrado y de lo más inculto que haya habido.

Las claves para entender el mundo de los jóvenes son la escuela y los cambios de costumbres. No estoy diciendo que los maestros no quieren entender a los jóvenes, el tema es que ellos no están ahí para entenderlos, están para hacer lo que dicta el Estado.

En este momento estoy trabajando con un pequeño grupo de la Secretaría de Educación de Bogotá en formación de maestros, eso es cambiarles el chip. Por más de que el sistema de Estado haga los programas, ellos tienen que asumir la transformación de esos programas para que realmente sirva a la vida de los niños y de los jóvenes como sujetos humanos. Eso significa que tienen vida propia, que hay cosas que les gustan y cosas que les revientan.

-¿En Colombia se ha dejado de lado a los jóvenes como sujetos?

La prueba que tengo que en este país no se forman sujetos es que la gente no aprende a escribir, aprende a hacer tareas, no a escribir, no a contarse, no saben contar su vida. Pasan a la universidad y les preguntan de dónde vienen, pero no saben cómo responder. Sus padres y sus abuelos son eso, la memoria. Un mínimo de memoria.

-Usted ha hecho un llamado a poner el presente de los jóvenes en historia. Estamos en un momento histórico en el que necesitamos empezar a construir memoria ¿Cómo aterrizar el llamado que usted hace a esa construcción de memoria que estamos por empezar?

Ese es uno de los temas más importantes de mi vida. Yo nací con una España que estaba en guerra y viví las transformaciones de la memoria. Es decir, qué se recordaba antes de la guerra y qué se podía recordar después, porque tuvimos 50 años de franquismo.

Los historiadores estudian historia de atrás para adelante, los niños, los adolescentes y los jóvenes la estudian a partir de su presente. Para que la historia se convierta en memoria de los muchachos hay que partir de su presente. Hay que poner el presente en historia, eso nunca lo ha hecho la escuela.

Los profesores tendrían que escribir sobre la memoria de los niños. Ahí vamos a empezar a saber para dónde vamos. Si fuéramos capaces de empezar las clases diciendo de dónde vengo yo, de dónde vienes tú. Poner eso en común es transformar un montón de alumnos en una escuela de aprendizaje mutuo.  Lo que tú eres es el resultado de unas culturas, de unas memorias.

-Existe mucho miedo de mostrarles a los niños y a los adolescentes las atrocidades que se han cometido en el país ¿Cuál es su opinión frente a eso?

Yo pienso que no es solo miedo, es no entender qué es un país. Un país es una historia en común y esa historia tiene un montón de relatos. Yo descubrí que contar es la palabra más importante del castellano y de todos los idiomas. Contar significa contar cuentos, saber narrar, saber contar. Segundo, contar es tener en cuenta o no al otro, eso es vital en las relaciones sociales. Finalmente, hacer cuentas, contar es contar números.

Hay que aprender a contar con sus propias palabras. Lo que usted ha vivido no lo puede contar nadie más. Hay que aprender a contar su cuento para ser tenidos en cuenta y también hacer cuentas para la reparación.

-¿Usted cree que en Colombia se ha construido memoria excluyendo a la juventud?

Esa es la pregunta del millón ¿Qué tienen que ver los jóvenes con la memoria hoy? Primero con la memoria del país. La memoria del país está, en buena parte, en las novelas, los cuentos y los relatos, ahí está y ahí sigue. Gabriel García Márquez es un memorioso, él ha hecho memoria del país.

No es que este país no tenga memoria. En términos de relatos, sí ha habido. Pero no en la gente. Hoy lo que está descubriendo el país es que la gente tiene derecho a tener memoria y a que esa memoria sea tenida en cuenta para hacer cosas con la gente. Que sea con ella, no utilizándola, sino contando con ella, ahí hay un cambio radical.

-¿Qué espacio tienen ahí los jóvenes?

Yo diría que primero son sujetos, no solamente un objeto sobre el cual contar cosas. Son los jóvenes los que tienen que contar su cuento. No lo puede contar nadie por ellos. No todo tiene que ser escrito, hay muchas maneras de contar ahora. Yo por salud mental no estoy en Facebook porque solo con correos electrónicos tengo. El día que me escribiste tú me escribieron otros seis o siete y a ninguno lo invité, no sé por qué te invité. La verdad algo leí que me pareció distinto, pero podías haber caído según el humor que tengo cada mañana cuando me levanto.

Los jóvenes son los mediadores entre lo que está pasando en la escuela y lo que está pasando en la sociedad. Pero la escuela tiene que asumir que los jóvenes son capaces de contar su memoria, su historia, su familia, su barrio, su país ¿De qué país habla la gente jóven? ¿Dónde están los que están haciendo libros con relatos de la gente joven? El lugar donde se podría cocinar eso con sentido es sacándolo de la palabra tarea. Esto no se hace por tareas ¿dónde la escuela está desarrollando gente creativa e innovadora? En los países en los que la escuela no es una sumatoria de tareas, sino de dimensiones de la vida con proyectos.

-¿Qué sensación tuvo cuando después del plebiscito los jóvenes invitaron a marchar y se tomaron las calles?

Lo lindo, para mí, es que fueron jóvenes, fueron viejos, fueron indígenas, fueron incluso enfermos de hospitales que pidieron que los ayudaran. Fue un país en chiquito, pero enormemente diverso y creativo. Fue realmente un movimiento político en su más profundo sentido.

Fue una sorpresa para todos porque ese país no existía, no se había visto desde hacía mucho tiempo. Siento que los jóvenes pusieron la primera piedra y después la continuidad. Fueron ellos los que sacaron al país a caminar.

-Usted dice que occidente se jodió cuando el juego dejó de ser importante para la educación ¿A qué se refería con eso?

En un simposio al que me invitaron en Barcelona coincidí con un sociólogo alemán que a la mitad de la conferencia se quedó en silencio y gritó: “¿Cuándo se jodió occidente?” y se respondió: “Cuándo separó el trabajo del juego”.

Hubo un tiempo en que el trabajo y el juego estaban juntos y este tenía que ver no sólo con la producción, sino con la creación que tiene que ver mucho más con el juego que con otras cosas. Empezando con que los niños jueguen con su cuerpo ¿Qué pueden hacer con el cuerpo? Pecados. Nacimos en esa iglecita católica que nos encerró en unos sustos porque el cuerpo era peligrosísimo, tanto el sexo como la imaginación eran los enemigos del mundo y de la sociedad.

Occidente perdió la capacidad de pensar su propio sentido: para dónde va, qué quiere, qué está haciendo. Donald Trump es un primer punto de llegada de eso que empezamos a percibir hace mucho tiempo. Se forman gerentes, es decir alguien que sabe hacer cosas, pero no sabe, es un saber instrumental. No es un saber de cuerpo, de barrio, de ciudad, de país, no. Es un saber instrumental así le pongamos muchos títulos.

-Un ejemplo…

Estoy planteando, que lo que estamos viviendo hoy es una mutación a nivel mundial, sobre todo en occidente, una mutación cultural. La modernidad fue un tiempo en el cual la clave era el progreso. Fue muy bueno porque la modernidad fue la liberación de muchas cosas: libertad y creatividad. Eso se fue poco a poco.

El fenómeno joven es estratégico para entender la mutación. Quien está viviendo la mutación y, de alguna manera, disfrutándola es la gente joven. La mutación tanto en sentido de transformación de los modos de escribir, de leer y de jugar, de todo. Está cambiando el juego, por lo tanto, está cambiado la clave de la vida.

El cuento viene a esto si queremos entender al mundo de los jóvenes tenemos que pensar en esta palabrita, hay una mutación cultural, como si hubiera una mutación genética.

-¿Esa mutación cultual hacia dónde va?

No va para un solo sitio. Por ejemplo, hoy el vestido es otra cosa. El vestido para la gente joven es otra cosa distintísima a lo que fue para sus padres y no es que los jóvenes no tengan vanidad. El sentido de la moda cambió.

-¿Cómo la paz puede aterrizar en las escuelas?     

Preguntándoles a los niños, a los adolescentes y a los jóvenes por el país del que vienen. Construyendo con ellos sujetos problemáticos y complejos que son los sujetos verdaderos. La escuela se tiene que conectar con los cambios que piden los alumnos y trabajar para construir una imagen de país que tenga que ver con ellos y que cuente con ellos, todo lo demás va a ser muy pasajero.

Lo que se ha hecho de bulla con la educación, con las ministricas de Santos, no vamos a tener memoria para nada. Para que la escuela geste memoria tiene que empezar por saber de qué estamos hablando porque los maestros en su mayoría piensan que los que tienen memoria son los mayores. Ya no hay historia de Colombia en bachillerato, lo que me parece atroz porque no tienen idea de lo que se ha hecho en su país. En la mayoría de las casas de este país no hay libros, la gente joven no se va a enterar de dónde viene y si no se entera de dónde viene mucho menos va a saber a dónde va.

Fuente de la entrevista: http://colombia2020.elespectador.com/pedagogia/las-12-peliculas-para-aterrizar-eso-que-llaman-paz

Fuente de la imagen:http://colombia2020.elespectador.com/sites/default/files/styles/gallery_custom_user_md_1x/public/gallery-files/gus_6548.jpg

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Francia: Macron propuso dar €500 a los jóvenes para gastos culturales

Europa/Francia/29 Enero 2017/Fuente:elmundo /Autor:Emen

El candidato socialista a la presidencia de Francia ofreció un bono cultural como parte de su proyecto político

– El exministro de Economía y aspirante socialista a la presidencia francesa, Emmanuel Macron, propuso este viernes dar 500 euros a todos los jóvenes cuando cumplan 18 años para que los gasten en cultura, reseñó Efe.

El abono podrá usarse a través de una plataforma digital gestionada por el Ejecutivo para «actividades culturales de su elección», como entradas de cine, teatro, museos, conciertos o la compra de libros, indicó en la emisora France Culture.

«Mi proyecto político es un proyecto de emancipación
. (…) Quiero que cada uno pueda disponer de los medios para tener éxito, que pueda salir de su condición», dijo Macron, para quien «el acceso a la cultura es fundamental» para conseguir ese objetivo.
El exministro indicó que esos 500 euros serán financiados por el Estado, por organismos culturales y por los gigantes de Internet como Google, Apple, Facebook y Amazon, conocidos bajo el acrónimo de Gafa.

«Forma parte de las contribuciones que les quiero pedir porque se benefician actualmente de ese acceso a la cultura»
, añadió el candidato a los comicios de abril y mayo, que dijo haberse inspirado en una medida similar del ex primer ministro italiano Matteo Renzi.
Macron apuntó en referencia a esas grandes empresas digitales que si se quiere proteger los datos individuales y darles valor a nivel económico, «es indispensable tener una verdadera política europea para regular esos actores». 
En su programa incluyó además la meta de garantizar el acceso a una educación artística a todos los niños, y una mayor apertura de las bibliotecas municipales y universitarias.
El bono cultural, el acceso a la educación artística y la ampliación de los horarios de las bibliotecas, según sus cálculos, supondrán cerca de 200 millones de euros al año para el presupuesto de Cultura. 
Macron, representante del ala más liberal del Ejecutivo socialista, presentó el pasado 30 de agosto su dimisión a ocho meses de las elecciones presidenciales con el objetivo de centrarse completamente en su propio movimiento.
Fuente de la noticia: http://www.elmundo.com.ve/noticias/actualidad/internacional/el-frances-macron-propuso-dar-%E2%82%AC500-a-los-jovenes-p.aspx
Fuente de la imagen: http://www.elmundo.com.ve/cmspages/getfile.aspx?GUID=ffdc972c-d1c6-43bd-9802-c70f28794c16&width=60
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Por qué millones de chicas juegan a ligarse a un rompecorazones virtual

Por: Marta Sofia Ruíz

Todavía relativamente desconocidos fuera de Japón, los videojuegos ‘otome’ han cautivado a una legión de adolescentes con sus relaciones románticas virtuales. La protagonista elige entre varios pretendientes y vive aventuras mientras, poco a poco, se enamora. Lisa es una de las jugadoras españolas que disfruta de este tipo de títulos de simulación de vida, con tramas cada vez más elaboradas.

¿Será Sirius? ¿Será Yoshino? ¿Será Kale? Varios chicos para elegir y una protagonista que tiene que decidir con quién vive un romance. Ese es, a grandes rasgos, el argumento principal de los juegos ‘otome’.  Diseñados para un público mayoritariamente femenino y originarios de Japón, estos títulos aún no han conseguido romper del todo las barreras de la nación nipona, donde son tremendamente populares. En el resto del mundo, su base de fans ha ido creciendo lentamente a lo largo de los últimos años, cuando algunos títulos en inglés han empezado a cosechar buenos resultados.

Aunque la premisa parezca básica, los creadores de ‘otome’ y los guionistas de los juegos en su mayoría mujeres  pasan muchas horas intentando que el romance que funciona como aliciente principal parezca realista. Además, la mayoría de los títulos se caracterizan por presentar tramas muy elaboradas, con otros elementos destinados a captar la atención de la jugadora más allá de la relación romántica.

OCULTAR PUBLI X

Al principio me interesaban los ‘otomes’ por los chicos que había, pero a medida que fui jugando a varios, lo que más me gustaba era la trama: vida estudiantil, magos, príncipes, ídolos del pop, ninjas, etcétera”, explica a HojaDeRouter.com la joven  Lisa, una jugadora española de ‘otome’ de 19 años, residente en Vigo y estudiante de japonés.

Hay argumentos de fondo para todos los gustos: En ‘Alice in the Country of Hearts’ se vive una reinvención del clásico de Lewis Carroll. En  ‘Hakuoki’, uno de los títulos más exitosos, la protagonista, disfrazada de hombre, busca a su padre. En ‘Amnesia: Memories’, la heroína principal despierta sin ser capaz de recordar su pasado.

En otros títulos, la jugadora se verá inmersa en una trama policíaca y tendrá que resolver algún tipo de crimen o acudirá a un colegio para vivir distintas aventuras con sus compañeros uno de los argumentos más típicos. Este es el caso de ‘Tokimeki Memorial Girls Side 1’, un juego para la Nintendo DS con el que Lisa se introdujo hace ya seis años en el mundo del ‘otome’.

“El Tokimeki Memorial Girls Side es un ‘otome’ en el que tu personaje, es decir, tú misma, se encuentra en los últimos años de secundaria”, explica a HojaDeRouter.com. “Es bastante ‘realista’ en el sentido de que pasas ‘3 años’ [virtuales] yendo a clases y en que tienes que perfeccionar tus técnicas, estudios, hacer amigos, ir de compras, etcétera”.

Imagen del juego 'Amnesia: Memories'
Imagen del juego ‘Amnesia: Memories’

Aunque cada título presenta variaciones, casi todos los ‘otomes’ siguen un mismo modelo. “No se trata exactamente de ‘citas’”, cuenta Lisa. «Hay una serie de personajes y normalmente tú eliges con quién quieres hacer la historia”. Sin embargo, en algunos casos el juego cambia y la jugadora no podrá elegir a su interés romántico directamente. “En algunas ocasiones, mediante tus respuestas y acciones, consigues llamar la atención de un personaje o no”.

BARRERAS PARA LOS OTOME

Aunque este tipo de videojuegos, una suerte de actualización de las novelas románticas, goza de una enorme popularidad en Japón y ha sido incluso analizado en estudios, su desembarco en  Occidente no está siendo fácil. Entre los motivos, referencias culturales que son chocantes fuera del país nipón y la falta de traducciones más allá del inglés.

Un ejemplo de referencia cultural que puede incluso molestar a una audiencia occidental es el ‘kabe-don’, el momento en el que el hombre sujeta a la mujer contra la pared como supuesto gesto romántico.

Construir las personalidades de los personajes, especialmente de la chica protagonista, es otro de los grandes retos. “A las audiencias occidentales les gusta ver personajes principales con una personalidad establecida y no los típicos estereotipados que aparecen en los juegos ‘otome’”, explica Sue Anne Chan, desarrolladora de este tipo de juegos. Aún así, hay casos de éxito.

Financiado a través de Kickstarter, ‘Purrfectly Ever After’ fue diseñado desde un principio teniendo en cuenta a la audiencia occidental, creando una línea argumental con una influencia japonesa menos marcada. En él, la protagonista es una antigua gata ladrona, que se transforma en una humana con una personalidad muy fuerte y un gran sentido de la justicia. En este caso, entre sus posibles intereses amorosos también hay una mujer. ‘Amnesia: Memories’, otro de los más populares fuera de Japón, permite construir una nueva personalidad para la protagonista gracias a su pérdida de memoria. Cada decisión narrativa configura al personaje, añadiéndole una capa de profundidad.

Publicado hace dos años por Cybird, una de las mayores compañías japonesas de videojuegos,  Midnight Cinderella’ también ha sido un éxito. En este título la protagonista crece en un pueblo humilde hasta que un día es elegida princesa. Con la salud del rey empeorando y sin herederos, tiene la responsabilidad de decidir quién gobernará a su lado.

Imagen del juego Purrfectly Ever After.
Imagen del juego ‘Purrfectly Ever After’

Estos títulos, sin embargo, no están entre los favoritos de Lisa. La española enumera algunos como ‘Tokimeki Memorial Girls Side 1’ y ‘Tokimeki Memorial Girls Side 2’ para Nintendo DS o los juegos para móvil ‘Love Planet – EXO with you’, ‘Destiny Ninja 1’, ‘Wizardess Heart’, ‘Be my Princess 1’ y ‘Forbidden Love’. En todos ellos hay algún personaje que también le gusta más que el resto.

A pesar de su entusiasmo, lo cierto es que encontrar estos juegos en España no resulta fácil.  ‘Corazón de melón’, lanzado en 2011 por la compañía francesa de juegos ‘online’ Beemov, es uno de los pocos que se han traducido al español. De aquellos originarios de Japón, solo ‘Hakuoki’, para Nintendo 3DS y en inglés, se ha vendido en nuestro país.

Sin embargo, Lisa encuentra otras vías para disfrutar de su afición por el ‘otome’ y conseguir los juegos que le interesan. “’Los Tokimeki Memorial Girls Side’ se pueden jugar en emuladores de Nintendo DS con el juego parcheado, es decir, gracias a fans que los han traducido por voluntad propia del japonés al inglés”, explica.

De hecho, los parches son una de las maneras más típicas de acceder a estos romances virtuales. Además de las comunidades que traducen del japonés al inglés, más masivas, también existen varios grupos formados por fans de España y Latinoamérica que se dedican a traducir al castellano.

Lisa, en general, opta por descargarse aquellos diseñados para móvil en la Play Store, aunque siempre están en inglés. Aún así, comenta con optimismo que jugar en la lengua de Shakespeare le ha servido para mejorar su comprensión y dominio del idioma. Para la consola de Nintendo solo se compró el título que llegó a nuestro país.

Además de las barreras culturales e idiomáticas, Lisa señala lo peculiar del género como otra de las posibles causas de su lento desembarco en el mercado español. “ Pienso que es un juego que no a todo el mundo le atrae. Va más dedicado a chicas y no tiene tanta demanda como otros. También es cierto que no muchas personas conocen el género y que tal vez por ello no tienen tanta fama”, reflexiona.

Videojuegos muy diferentes para un público concreto al que le atrae la idea de vivir una relación completamente virtual, que se termina en cuanto cierras la ‘app’ o das el juego por finalizado. Sin mensajes, llamadas ni malas segundas oportunidades.

Fuente: http://www.eldiario.es/hojaderouter/otome-videojuegos-romance-pareja-novio-amor_0_600890366.html

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