Guatemala: Maestros que dejan huella

Redacción: El Periódico

Guatemala ha aportado grandes talentos en las artes plásticas, cuyas obras ha pasado a formar parte de la riqueza patrimonial del país. Este es un repaso por los principales maestros del pincel pertenecientes a las generaciones del 40 a la de 1960.

Por Ana Lucía González

La fundación de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) Rafael Rodríguez Padilla –entonces Academia–, el 10 de mayo de 1920, es un punto de partida relevante para comprender la formación de las distintas generaciones de artistas de la plástica contemporánea guatemalteca. Fue en sus aulas donde se formaron, prácticamente, la mayoría de ellos.

Son casi cien años de artes visuales en Guatemala, donde muchos nombres escapan a esta selección pictórica. El periodo de tres décadas que se aborda, de los años 1940 a 1969, es un punto de referencia puntual por ser esta una época fructífera en el arte, enmarcada por un contexto histórico y social que se abrió a la libertad expresiva, y posteriormente en un arte de denuncia social y política, de acuerdo con los apuntes de varios estudiosos.

Lejos de tratarse de un catálogo de autores, este es un repaso por el legado de varios maestros de la plástica nacional que podrían llevarnos a otros artistas que hoy se han convertido en un referente para las nuevas generaciones. 

Los años de las dictaduras (1898-1944)

Varios artistas extranjeros, europeos en su mayoría, arribaron a Guatemala hacia fines del siglo XIX. Formaron a creadores locales emergentes como también capacitaron a artistas que estaban activos durante ese lapso, pero que eran invisibles, detalla el crítico de arte Guillermo Monsanto. Alrededor de 1904, uno de ellos fue Jaime Sabartés, de quien algunos autores suelen referenciar como el inicio del arte moderno en el país. Monsanto, en cambio, considera que él no fue el único protagonista de este cambio de pensamiento. 

Entre estos jóvenes destacan Carlos Mérida y Carlos Valenti, “dos figuras cimeras de las cuatro primeras décadas del siglo XX”, relata el crítico de arte Lionel Méndez D’ávila en el texto Visión del Arte Contemporáneo 1900-1950.

ANTONIA MATOS DE MASSOT (1904 O 1909-1994)

Censurada por décadas por sus desnudos. Fue alumna de la primera década de la ENAP. En 1932 obtuvo el primer premio en la Escuela de Bellas Artes de París. Destacaban su grueso empaste y sus superposiciones de color. Es una de los dos guatemaltecos que logró ser aceptada por la Academia Superior de Bellas Artes de París, Francia.

GUILLERMO GRAJEDA MENA (1918-1995)

Pintor, escultor, dibujante, caricaturista, grabador, muralista, historiador y catedrático. Estudió en la ENAP y posteriormente fundición en bronce y talla directa en Santiago de Chile. El mural en concreto La Conquista en lado occidental de la Municipalidad capitalina es una de sus obras más conocidas.

DAGOBERTO VÁSQUEZ CASTAÑEDA (1922-1999)

Escultor, pintor y grabador. Estudió en la ENAP y después sale becado a continuar sus estudios junto con Grajeda Mena en la Escuela de Artes Aplicadas de Chile. Participó en la obra mural del Centro Cívico en el muro oriental del palacio municipal y fachada posterior del Banguat.

ROBERTO GONZÁLEZ GOYRI (1924-2007)

Escultor, pintor, muralista. Estudió en la ENAP desde los 14 años. En 1948 parte a Nueva York para realizar estudios de escultura. Su principal obra mural se encuentra en el Centro Cívico. Su escultura Cabeza de Lobo fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

La primera década en la Academia se define como una etapa marcada por sus bases académicas: perspectiva, dibujo a mano alzada, paisajes y retratos. Está influenciado por los movimientos estéticos europeos de fines del siglo XIX, donde predomina el paisaje impresionista, de acuerdo con el estudio El arte plástico guatemalteco 1980-2000, estudio de cuatro artistas de Artes Landívar.

En 1920, destacan alumnos como Antonia Matos de Massot, Jaime Arimany, Enrique de León Cabrera y Salvador Saravia. Posteriormente, se sumaron Alfredo Gálvez Suárez, autor de los murales del Palacio Nacional y el paisajista Humberto Garavito.

Antonia Matos es la primera artista guatemalteca que pinta desnudos, obra que fue censurada en sus inicios y valorada hasta varias décadas después. Su trabajo sigue vigente y sirve de enlace con las próximas generaciones.

En el contexto de la dictadura ubiquista, la generación de 1930, continúa con la etapa académica. Uno de los principales exponentes en este periodo es el escultor Rodolfo Galeotti Torres. Maestros como Julio Urruela Vásquez, autor de los vitrales del Palacio Nacional, se encargan de propiciar el germen creativo y formativo de los jóvenes artistas de la siguiente generación. La refuerzan docentes de la escultora como Rafael Yela Günther, y profesores del pincel como Ovidio Rodas Corzo, Enrique Acuña Orantes, Rafael Castro Gamero, Agustín Iriarte y Óscar González Goyri, entre muchos otros.

EFRAÍN RECINOS (1928-2011)

Ingeniero, urbanista, pintor, escultor, muralista. Desde muy joven mostró un talento innato para el dibujo y el deporte. Autor del diseño y construcción del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Participó en la obra mural del Centro Cívico y el relieve exterior en concreto de la Biblioteca Nacional, entre muchas otras obras.

RODOLFO ABULARACH (1933)

Dibujante, pintor, escultor y grabador. Tuvo un breve paso por la ENAP, aunque su formación fue autodidacta. Montó su primera exposición en 1947, con tan solo 14 años. Continuó su formación artística en Nueva York en los años 50, donde vivió por varios años. Su temática gira alrededor de los ojos, toreros, ángeles y volcanes. El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) cuenta con varias de sus obras.

ELMAR RENÉ ROJAS (1937-2018)

Pintor, escultor, arquitecto, político. Estudió en la ENAP y estudios en Arquitectura, Humanidades y Arte en Guatemala y Europa. Integrante del grupo Vértebra en la década de 1950. Fundador del Ministerio de Cultura y Deportes y su primer ministro. Obtuvo reconocimiento internacional con varios certámenes. Una de sus obras se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

MARCO AUGUSTO QUIROA (1937-2004)

Pintor, escultor, grabador, diseñador gráfico, escritor.  Estudios en la ENAP, integrante del grupo Vértebra. Fue director de la ENAP de los años 1983 a 1986. Entre sus obras literarias destacan Semana menor (1984), Gato viejo (1989) y Recetas para escribir un cuento y otros cuentos (1996). En el 2004 obtuvo una curul como diputado por el partido Alianza Nueva Nación.

Romper con la academia

La Revolución de 1944 es un periodo de rompimiento con los cánones establecidos, de libertad creativa y de renovación. Los artistas pertenecientes a esta generación exploraron con las tendencias que estaban en boga en el arte occidental. “Rompieron con la academia y experimentan con nuevas técnicas y materiales”, refiere Luis Alfredo Arango, en un artículo publicado en la revista de la ENAP en ocasión de su 75 aniversario.

“Yo creo que nunca antes en la historia de Guatemala, como en esa década del 44 al 54, el artista tuvo tanto acceso a la información, a los libros, a la libertad de expresión y sobre todo contó con el apoyo estatal. Por primera vez hubo políticas coherentes y consecuentes con las grandes mayorías”, refiere el artista Marco Augusto Quiroa, citado por Méndez D’ávila. 

Algunos de sus principales exponentes son: Dagoberto Vásquez Castañeda, Guillermo Grajeda Mena, Roberto González Goyri, Roberto Ossaye, Juan Antonio Franco, Miguel Alzamora Méndez, Max Saravia Gual, Rina Lazo, Jacobo Rodríguez Padilla, Juan de Dios González, Víctor Manuel Aragón, Miguel Ángel Ceballos Milián, Arturo Martínez, Adalberto de León Soto, de acuerdo con un listado elaborado por distintas fuentes.

“Vásquez, Grajeda Mena y González Goyri destacan en el listado por sus aportes en la integración plástica-arquitectónica en el Centro Cívico y otros espacios de la ciudad”, sostiene Monsanto. 

Varios de estos artistas continúan su formación en el extranjero. Vásquez y Grajeda Mena parten a estudiar a Chile; Ossaye y González Goyri salen hacia Nueva York, y Lazo se dirige a México, motivada por Franco quien desde 1942 trabajaba como ayudantes de los muralistas. Durante el gobierno de Carlos Castillo Armas, Rodríguez Padilla y De León Soto se dirigen a París, Francia. 

Fue importante también en esos años la formación de la Asociación Guatemalteca de Escritores y Artistas Revolucionarios (AGEAR), integrada por autores de diferentes disciplinas. Promueven la democratización y descentralización del arte, en oposición al disfrute elitista que existía hasta antes de la Revolución, comenta la académica Lucrecia Méndez de Penedo. Con ellos fluye también el grupo Saker-Ti, una organización con discurso político.

ROBERTO CABRERA (1937-2014)

Pintor, grabador, crítico de arte, investigador antropológico y docente. Estudió en la ENAP en la década de 1950. Fue uno de los fundadores del grupo Vértebra en los años 1960. Destacó por su experimentación en el uso de materiales, el collage y otras innovaciones plásticas dentro de un estilo abstracto-figurativo.

RAMÓN BANÚS MONGRELL (1938-2012)

Estudió en la ENAP y en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, España. Realizó exposiciones personales en varios países de Europa y Latinoamérica. Sus temáticas principales fueron la figura humana, temas sociales, retratos de costumbres y libre creatividad. “Su trabajo denota un cuidadoso dominio técnico”, detalla la revista de la Enap.

LUIS DÍAZ ALDANA (1939)

Pintor, escultor, grabador. Estudios en la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Además, hizo estudios en la Universidad de San Carlos. Entre sus intervenciones públicas destaca el edificio de Fomento Municipal y su participación en el diseño del edificio de la Biblioteca Central de la USAC. Uno de sus principales logros fue el premio de arte latinoamericano  en la XI bienal de Sao Paulo, Brasil.

ARNOLDO RAMÍREZ AMAYA (1944)

Pintor, grabador, escultor. Estudios en la ENAP en la década de 1960. Considerado uno de los mejores dibujantes con su estilo expresionista, abstracto y figurativo, lo llevó a exponer su obra en varias ciudades europeas y el mundo. Parte de su temática se basa en una crítica a la sociedad y el poder en Guatemala. Cuenta con varios libros y una película documental “El pájaro sobreviviente”, basado en su vida y trayectoria artística.

El talento sigue 

Los certámenes de pintura y escultura del 15 de septiembre y de la ENAP propician que nuevos artistas destaquen y encaucen su carrera. Es en estos concursos donde fueron ganando reconocimiento artistas de la generación de 1950 como Ernesto Boesche, Jacinto Guas, Víctor Vásquez Kestler. 

Se adhieren artistas como José Óscar Barrientos, Jacinto Guas, Efraín Recinos y Rodolfo Abularach, quien tuvo un breve paso por la ENAP, aunque su formación fue autodidacta, como él mismo lo refiere en una entrevista.

De estos nombres, Recinos es quien se enlaza con la siguiente generación de artistas integrando el círculo Valenti, en memoria a este artista, hacia el año 1963. 

En su manifiesto de 1964, expresan: “somos un grupo rodeado de momias. Estamos con la dura sensación de vivir en un ámbito de cosas muertas para el arte. Intelectuales revestidos de indiferencia, entes inactivos ocupando cargos artísticos importantes, instituciones burocráticas con su eterna canción de rechazo a la cultura”. 

Los años vertebrados

En un contexto donde da inicio el conflicto armado interno, los aires de renovación artística continúan. Fue en 1964, cuando surge la primera galería de arte, la DS, fundada por los artistas Luis Díaz y Danny Schafer. “Fue el primer espacio abierto para mostrar y vender obras de arte con criterio profesional”, cita el estudio de Artes Landívar.

Fue también en 1964 cuando comienzan las subastas de arte Juannio, que aportan un valor de mercado a las obras de los artistas nacionales. Sus catálogos se han convertido en un referente y aporte para la historia del arte guatemalteco, así como seguir la evolución artística de los grandes maestros de la plástica y las tendencias que han marcado en los últimos 50 años, de acuerdo con un comunicado del comité organizador en su 50 aniversario en el 2014.

Esta generación incursiona en corrientes más modernas de la plástica. Autores como Roberto Cabrera, Elmar Rojas y Marco Augusto Quiroa forman el grupo Vértebra. En agosto de 1969 el grupo inaugura una galería con el mismo nombre. Al año siguiente, se integran en una segunda fase Enrique Anleu Díaz, Ramón Ávila y Luis Ortiz, documenta el mismo Anleu Díaz.

Otros artistas de este periodo son Rafael Pereyra Piedrasanta, Ramón Banús, Luis Zaldívar, Gilberto Hernández y Magda Eunice Sánchez. 

Por último, los artistas emergentes formados en este periodo, catalogados como generación de l970, fueron impulsados en buena parte por la dirección del maestro Max Saravia en la ENAP, como lo cita Zipacná de León. Cada uno de ellos fue ganando reconocimiento. Algunos destacados son: Manolo Gallardo, el mismo Zipacná, Moisés Barrios, Alfredo y Édgar Guzmán Schwartz, Erwin Guillermo, Rafael Piedrasanta, Isabel Ruiz y Alejandro Urrutia.

Cierra esta etapa el pintor Arnoldo Ramírez Amaya, también conocido como el Tecolote, formado en las aulas de la ENAP. Gracias a su trazo audaz ha sido catalogado por la crítica como uno de los dibujantes más talentosos, por lo que se suma a esta constelación de creadores nacionales del siglo XX.

 MAGDA EUNICE SÁNCHEZ (1946-2008)

Arquitecta, pintora, acuarelista, dibujante, ceramista, escultora. De formación autodidacta, en 1998 se le otorga el título de Maestra en Arte especializada en Artes Plásticas en honor a su trayectoria. Perteneciente a la generación de 1960, su temática y estilo se aleja de la política y se centra en la esencia de su yo. Su temática se desenvuelve alrededor de bailarinas, cabezas femeninas, gatos y caballos.

ISABEL RUIZ (1946-2019)

Pintora, grabadora. Estudió en la ENAP en la década de 1970 con el maestro Roberto Cabrera, así como artes plásticas en la Universidad Popular. Su estilo creativo se caracteriza por un fuerte contenido social, humano y político. Alrededor de 1987 se integra al colectivo artístico Galería Imaginaria, donde da a conocer su propuesta a nivel internacional.

ROLANDO IXQUIAC XICARÁ (1947-2018)

Pintor, grabador. Estudios en la ENAP y continuó sus estudios en París, Francia. Considerado uno de los más destacados e inquietos pintores de vanguardia del país, según la revista de esta escuela. Se identificó con un estilo abstracto-figurativo y surrealista influenciado por su formación europea y varios años de vivir en Senegal, África.

ZIPACNÁ DE LEÓN (1948-2002)

Pintor, dibujante, grabador promotor cultural y ceramista. Creció en un ambiente familiar de artistas. Estudió en la ENAP en los años 1960 y posteriormente en México, Costa Rica y Francia. Tuvo un papel relevante para promover el arte en el país desde el ámbito público y privado, entre estos la creación de las escuelas regionales de arte del Ministerio de Cultura.

EL SINGULAR ESTILO DE TÚN

En un mundo de paisajes urbanos y rurales, el estilo lineal y particular de Francisco Tún (1948-1989?) le valió el reconocimiento de la crítica de arte para ubicarlo como un pintor sin precedentes en la pintura nacional. “No hay clasificación de su producción artística – más importante – no se parece a ningún otro pintor anterior… razón por la cual se acuñó la idea del artista cuya producción revestía un carácter único y excepcional”, escribe el crítico de arte y estudioso de su obra, Guillermo Monsanto.

Fuente: https://elperiodico.com.gt/portada/2019/09/29/maestros-que-dejan-huella-2/

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