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Destaca el papa impacto del cambio climático y Covid-19

El papa Francisco afirmó hoy aquí que la pandemia de Covid-19 y el cambio climático inciden sobre todo en la vida de los más pobres y frágiles.
En un mensaje en video con motivo de la Cumbre de Alto Nivel sobre Ambición Climática 2020 a cinco años de los Acuerdos de París, el sumo pontífice subrayó la importancia de ambos factores ‘no sólo ambiental, sino también ética, social, económica y política’.

Además de adoptar medidas que no pueden aplazarse más, es necesaria una estrategia que reduzca a cero las emisiones netas, indicó Francisco y aseguró que la Santa Sede se asocia a ese objetivo moviéndose en dos planos.

Por una parte, anunció el compromiso del Vaticano a reducir a cero las emisiones netas antes de 2050, con mayores esfuerzos de gestión ambiental para el uso racional de los recursos naturales, la eficacia energética, movilidad sostenible, reforestación y economía circular, incluso en la gestión de los desechos.

Por otra, dijo, la Santa Sede se compromete a promover una educación para la ecología integral y acotó que ‘las medidas políticas y técnicas deben unirse con un proceso educativo que favorezca un modelo cultural de desarrollo y de sostenibilidad centrado en la fraternidad y en la alianza entre el ser humano y el ambiente’.

El papa recordó que en esa perspectiva inauguró el Pacto Educativo Global para acompañar a las escuelas y universidades católicas y apoyó la Economía de Francisco, la cual involucra a jóvenes economistas, empresarios, expertos en finanzas y del mundo laboral.

En ese sentido, indicó que ellos promueven nuevos caminos que superen la pobreza energética, pongan el cuidado de los bienes comunes en el centro de las políticas nacionales e internacionales, y favorezcan la producción sostenible incluso en países con baja renta, compartiendo tecnologías avanzadas apropiadas.

Ha llegado el momento de un cambio de rumbo. No robemos a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor, subrayó el pontífice al foro organizado por las Naciones Unidas, Gran Bretaña y Francia con la colaboración de Chile e Italia.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=417520&SEO=destaca-el-papa-impacto-del-cambio-climatico-y-covid-19
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La escuela puede mejorar el papel ambiental del papel

Por: Carmelo Marcén 

El uso del papel en las escuelas es muy habitual. La llegada de nuevas tecnologías no ha supuesto una reducción real de su consumo, que en muchos momentos, es excesivo. Sería interesante reflexionar, a través de este matrial, sobre el medio ambiente.

Hubo quien afirmó hace unos años que la llegada de la informática a las escuelas iba a suponer una auténtica revolución en el uso del papel: menos fotocopias y cuadernos junto con la paulatina desaparición de los libros de texto tal como los conocíamos hasta entonces. Pero la experiencia nos ha demostrado que no ha sido así, hasta el punto de que en la entrada de todas escuelas habría que colgar un cartel que dijese: STOP a las fotocopias y al derroche de papel.

Sucede que, desde la educación infantil hasta la universidad –aunque ahora esta esté plagada de archivos en la nube-, las fotocopias son el medio más utilizado para animar o retener aprendizajes, al menos en los países ricos. Los costes ambientales que esta moda supone son enormes: papel virgen más o menos clorado procedente de bosques bien o mal gestionados, lixiviados más o menos controlados, emisiones más grandes o pequeñas, energía de todo tipo, transportes desde los centros de producción más bien largos, y más cosas como los residuos del tóner y similares. Además, los cuadernos que atiborran las mochilas se utilizan mal, quedan en blanco cientos de hojas. Por eso, el papel es un buen material para hablar de medioambiente y escuela, pues su uso tiene un elevado papel ambiental.

La secuencia puede comenzar con una actividad de motivación. Se invita a una reunión sobre medio ambiente al profesorado y al alumnado. Se constata si en esa escuela ya se recogen muchos o pocos papeles y cartones, si se llevan a los contenedores azules de la calle. Se insiste en que en que las buenas prácticas no se hagan porque sí, que sería más conveniente la elaboración de un “Proyecto de mejora en el uso del papel”, para que este siga siendo el protagonista de la acción escolar, pero sobre todo en la lucha participativa por proteger el medioambiente. El equipo promotor expone para el debate los objetivos que se podrían perseguir, más o menos en este orden: llamar la atención de la comunidad educativa sobre el alto coste ambiental y económico que supone el uso actual de papel, adoptar de forma progresiva unos hábitos de uso que generen reducción de los consumos y, cómo no, consolidar el respeto del medioambiente como una de las señas de identidad del centro. En fin, llamar la atención sobre la importancia de la participación personal en la tarea colectiva que implica la gestión ambiental del centro y de la vida.Propónganselo.

Notarán que se va configurando un plan de acción participado. Prevé momentos y personas que se comprometen a su ejecución en cada una de sus partes: diseño de la auditoría del papel para diagnosticar si es un problema ambiental en el centro, formulación clara de objetivos, elaboración colectiva del plan de acción, toma de decisiones y aplicación del plan, evaluación del desarrollo y los resultados, y comunicación (logros apreciables y tareas pendientes para estimular la continuidad de la participación). Alguien propondrá pasar un pequeño cuestionario (con respuestas sencillas del tipo: nunca, a veces, a menudo, siempre), al profesorado y al alumnado, sobre cuestiones varias: si utilizan las hojas de papel por las dos caras, si imprimen los documentos que solo van a leer una vez, si creen que el número de fotocopias que utilizan es el adecuado o sería conveniente reducirlo, si separan el papel de los restos de cosas que van a la “papelera” de clase, si el alumnado utiliza los cuadernos no terminados de un año para otro. Otra persona comentará que sería conveniente, más que nada para motivar a todos los que se mueven por el centro (profesorado, alumnado, personal de administración y servicios, Asociación de madres y padres, familias, etc.), elaborar un pequeño informe que detallase los consumos anuales de folios (sean o no para fotocopias), si se utiliza en el centro el papel reciclado y se dispone de un sistema de recogida del papel usado, para una posterior reutilización o para su reciclado. Esta tarea hay hacerla año tras año, pues una parte del profesorado cambia y al curso siguiente accede al centro alumnado nuevo. Verán cómo la gente ya se anima; se intercambian las primeras impresiones y se constata que no todos los presentes actúan de la misma forma.

El equipo de alumnos y profesores que habrá elaborado el diagnóstico previo presenta sus conclusiones. A partir de ellas, se detectan aspectos que se pueden mejorar: buenas prácticas de compra de papel, buenos hábitos para reducir el consumo y acciones para la reutilización/buena gestión del papel. La primera actuación referida a gestión ambiental, en este caso compras de papel, tendría unos claros objetivos: intentar una reducción significativa sin rebajar los niveles de calidad en la prestación; lograr que se utilicen siempre criterios razonables de uso y consumo, que se seleccione en cada caso el papel más adecuado; incrementar las compras de papel reciclado y reducir las del elaborado con pasta virgen, lo que llevaría a conseguir, a medio plazo, que el porcentaje de este papel fuese mínimo. También vendría bien realizar gestiones con las papelerías del barrio que surten al alumnado del centro para que dispongan de material escolar elaborado con papel reciclado, libre de cloro y amparado por los logos de buena gestión de los bosques (FSC, PEFC, etc.).

La segunda, limitación general del consumo, quedaría bien si lograra una reducción en torno al 5 % anual, margen de mejora posible en algunas escuelas. Sería conveniente que el Equipo Directivo estableciese una norma que limitase la realización de las fotocopias por una sola cara; adecuase el formato de las comunicaciones al profesorado, familias y alumnado al objetivo de reducción del papel y adoptase el sistema on line; diese a conocer a la comunidad educativa la existencia de este proyecto colectivo e invitase en la web del centro a sumarse a él para intervenir de una forma más respetuosa en el medio ambiente.

Para lograr lo anterior, habría que recomendar al profesorado unas cuantas acciones: adopción de hábitos para la reducción personal del papel, selección de los materiales que imprime, incentivación del ahorro entre el alumnado. Este también debería participar con: la reducción personal del papel (uso por las dos caras, tamaños adecuados al destino, etc.), impresión de los documentos que obtenga mediante recursos informáticos solamente en el caso de que su uso lo exija, reutilización de cuadernos de trabajo de un curso para otro.

La tercera se escribiría en letras grandes cuando toda la comunidad educativa llevase a cabo un uso responsable del papel, que, como tesoro educativo y social que es, se utilice sólo cuando sea estrictamente necesario, para que siempre guarde emociones o traiga recuerdos renovadores, para que nunca acabe arrugado y despreciado en las mal llamadas papeleras.

Finalmente, la acción cuarta que encamina a la correcta recogida del papel usado y la reutilización del que lo permita se consigue si: se dispone de contenedor azul específico, se coloca una caja en cada una de las estancias del centro para que se puedan depositar los papeles utilizados por una sola cara y darles un segundo uso, se consigue la implicación de toda la comunidad educativa en las buenas prácticas y en el vaciado de los recipientes de aula en los contenedores azules de la calle. En realidad, hemos estado hablando aquí de una ecoauditoría del papel en el centro educativo. Simplemente para recordar que la escuela tiene un imprescindible papel educativo en todo lo que tiene que ver con el medioambiente; por eso debe comunicar a la sociedad lo que hace y cómo lo lleva a cabo.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2019/04/05/la-escuela-puede-mejorar-el-papel-ambiental-del-papel/

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La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Por: Ecoportal 

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

La crisis ambiental

Desde siempre la especie humana ha interaccionado con el medio y lo ha modificado, los problemas ambientales no son nuevos. Sin embargo, lo que hace especialmente preocupante la situación actual es la aceleración de esas modificaciones, su carácter masivo y la universalidad de sus consecuencias.

Los problemas ambientales ya no aparecen como independientes unos de otros sino que constituyen elementos que se relacionan entre sí configurando una realidad diferente a la simple acumulación de todos ellos. Por ello, hoy en día podemos hablar de algo más que de simples problemas ambientales, nos enfrentamos a una auténtica crisis ambiental y la gravedad de la crisis se manifiesta en su carácter global.

La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Desde los años sesenta, cuando se cuestionó el modelo de crecimiento establecido y se denunció el impacto que sobre el medio ambiente producía, los diagnósticos realizados sobre la crisis ambiental han sido numerosos. Poco a poco, el ser humano empieza a realizar una nueva lectura del medio en el que está inmerso y una nueva cosmovisión, una nueva percepción de la relación ser humano-sociedad-medio, va abriéndose paso.

En no pocos de los informes y manifiestos que van apareciendo a lo largo de estos años se plantea la necesidad de adoptar medidas educativas (entre otras) para frenar el creciente deterioro del planeta.

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

De esta forma, aunque sus raíces son antiguas, la educación ambiental, como la entendemos hoy en día, es un concepto relativamente nuevo que pasa a un primer plano a finales de los años sesenta.

Estos planteamientos alcanzan rápidamente un reconocimiento institucional. Así por ejemplo, en el ámbito internacional, ha sido la Organización de las Naciones Unidas, a través de sus organismos (UNESCO y PNUMA fundamentalmente), la principal impulsora de estudios y programas relativos a la educación ambiental. Sin embargo, no podemos reducir este proceso de desarrollo a su vertiente institucional. Es preciso reconocer el esfuerzo de innumerables entidades, organizaciones de carácter no gubernamental y educadores que han contribuido, a veces de forma anónima, no sólo a la conceptualización de la educación ambiental sino, sobre todo, a su puesta en práctica.

Funciones de la Educación Ambiental

Un propósito fundamental de la educación ambiental es lograr que tanto los individuos como las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los conocimientos, los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la calidad del medio ambiente.

La educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la equidad.

Por lo tanto, la educación ambiental, más que limitarse a un aspecto concreto del proceso educativo, debe convertirse en una base privilegiada para elaborar un nuevo estilo de vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la vida social para que los miembros de la sociedad participen, según sus posibilidades, en la tarea compleja y solidaria de mejorar las relaciones entre la humanidad y su medio.

consumo, educación, gestión ambiental, sostenibilidad, participación, UNESCO

Objetivos de la Educación Ambiental

  • Conciencia: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos.
  • Conocimientos: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.
  • Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento.
  • Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver los problema ambientales.
  • Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
  • Participación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

Definidos en el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado. 1975

 Educación y gestión ambiental

Previamente ha quedado planteado el carácter estratégico que la educación ambiental tiene en el proceso hacia el desarrollo sostenible. Sin embargo, es evidente que la acción educativa, por sí sola, no es suficiente para responder al reto ambiental. “Para contribuir con eficacia a mejorar el medio ambiente, la acción de la educación debe vincularse con la legislación, las políticas, las medidas de control y las decisiones que los gobiernos adopten en relación al medio ambiente humano”. (UNESCO).

La educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación de la sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del cambio, es muy improbable que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, las pautas de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo establecido.

Esto implica la necesidad de incluir los programas de educación ambiental en la planificación y en las políticas generales, elaboradas a través de la efectiva participación social. Demasiadas veces se cae en la tentación de realizar acciones atractivas, con una vistosa puesta en escena y grandes movimientos de masas, que no comprometen demasiado ni cuestionan la gestión que se realiza. La educación ambiental debe integrarse con la gestión (“la mejor educación es una buena gestión”) y no ser utilizada como justificación ante las posibles deficiencias de ésta.

El reto que tenemos planteado hoy en día es el de favorecer la “transición” hacia la sostenibilidad y la equidad, siendo conscientes de que esta transición requiere profundos cambios económicos, tecnológicos, sociales, políticos, además de educativos. Así pues, aun reconociendo las enormes potencialidades de la Educación Ambiental, no podemos convertirla en una falsa tabla de salvación.

Ecoportal.net

Fuente

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La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Por: Eco Portal

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

La crisis ambiental

Desde siempre la especie humana ha interaccionado con el medio y lo ha modificado, los problemas ambientales no son nuevos. Sin embargo, lo que hace especialmente preocupante la situación actual es la aceleración de esas modificaciones, su carácter masivo y la universalidad de sus consecuencias.

Los problemas ambientales ya no aparecen como independientes unos de otros sino que constituyen elementos que se relacionan entre sí configurando una realidad diferente a la simple acumulación de todos ellos. Por ello, hoy en día podemos hablar de algo más que de simples problemas ambientales, nos enfrentamos a una auténtica crisis ambiental y la gravedad de la crisis se manifiesta en su carácter global.

La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Desde los años sesenta, cuando se cuestionó el modelo de crecimiento establecido y se denunció el impacto que sobre el medio ambiente producía, los diagnósticos realizados sobre la crisis ambiental han sido numerosos. Poco a poco, el ser humano empieza a realizar una nueva lectura del medio en el que está inmerso y una nueva cosmovisión, una nueva percepción de la relación ser humano-sociedad-medio, va abriéndose paso.

En no pocos de los informes y manifiestos que van apareciendo a lo largo de estos años se plantea la necesidad de adoptar medidas educativas (entre otras) para frenar el creciente deterioro del planeta.

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

De esta forma, aunque sus raíces son antiguas, la educación ambiental, como la entendemos hoy en día, es un concepto relativamente nuevo que pasa a un primer plano a finales de los años sesenta.

Estos planteamientos alcanzan rápidamente un reconocimiento institucional. Así por ejemplo, en el ámbito internacional, ha sido la Organización de las Naciones Unidas, a través de sus organismos (UNESCO y PNUMA fundamentalmente), la principal impulsora de estudios y programas relativos a la educación ambiental. Sin embargo, no podemos reducir este proceso de desarrollo a su vertiente institucional. Es preciso reconocer el esfuerzo de innumerables entidades, organizaciones de carácter no gubernamental y educadores que han contribuido, a veces de forma anónima, no sólo a la conceptualización de la educación ambiental sino, sobre todo, a su puesta en práctica.

Funciones de la Educación Ambiental

Un propósito fundamental de la educación ambiental es lograr que tanto los individuos como las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los conocimientos, los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la calidad del medio ambiente.

La educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la equidad.

Por lo tanto, la educación ambiental, más que limitarse a un aspecto concreto del proceso educativo, debe convertirse en una base privilegiada para elaborar un nuevo estilo de vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la vida social para que los miembros de la sociedad participen, según sus posibilidades, en la tarea compleja y solidaria de mejorar las relaciones entre la humanidad y su medio.

consumo, educación, gestión ambiental, sostenibilidad, participación, UNESCO

Objetivos de la Educación Ambiental

  • Conciencia: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos.
  • Conocimientos: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.
  • Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento.
  • Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver los problema ambientales.
  • Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
  • Participación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

Definidos en el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado. 1975

 Educación y gestión ambiental

Previamente ha quedado planteado el carácter estratégico que la educación ambiental tiene en el proceso hacia el desarrollo sostenible. Sin embargo, es evidente que la acción educativa, por sí sola, no es suficiente para responder al reto ambiental. “Para contribuir con eficacia a mejorar el medio ambiente, la acción de la educación debe vincularse con la legislación, las políticas, las medidas de control y las decisiones que los gobiernos adopten en relación al medio ambiente humano”. (UNESCO).

La educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación de la sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del cambio, es muy improbable que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, las pautas de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo establecido.

Esto implica la necesidad de incluir los programas de educación ambiental en la planificación y en las políticas generales, elaboradas a través de la efectiva participación social. Demasiadas veces se cae en la tentación de realizar acciones atractivas, con una vistosa puesta en escena y grandes movimientos de masas, que no comprometen demasiado ni cuestionan la gestión que se realiza. La educación ambiental debe integrarse con la gestión (“la mejor educación es una buena gestión”) y no ser utilizada como justificación ante las posibles deficiencias de ésta.

El reto que tenemos planteado hoy en día es el de favorecer la “transición” hacia la sostenibilidad y la equidad, siendo conscientes de que esta transición requiere profundos cambios económicos, tecnológicos, sociales, políticos, además de educativos. Así pues, aun reconociendo las enormes potencialidades de la Educación Ambiental, no podemos convertirla en una falsa tabla de salvación.

Fuente: https://www.ecoportal.net/temas-especiales/la-educacion-ambiental-una-respuesta-a-la-crisis-ambiental/

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México: Medio Ambiente impulsa gestión de residuos sólidos en Valle de Bravo

México/Octubre de 2017/Fuente: 20 minutos

La población debe ser capaz de hacer una gestión integral de los residuos que genera a diario para minimizar sus impactos ambientales, señaló el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán. Al inaugurar una obra de saneamiento, rehabilitación, construcción y equipamiento de un sitio de disposición final en el municipio Valle de Bravo, el funcionario reiteró el compromiso del gobierno de impulsar el desarrollo sustentable de este destino.

Tras detallar que esta obra beneficiará a unos 74 mil habitantes, el funcionario federal destacó también el compromiso de proteger la riqueza forestal de Valle de Bravo y hacer cumplir la legislación ambiental para cualquier desarrollo en esta comunidad. Al referirse al sitio de disposición final, que se ubica en el kilómetro 3.7 de la carretera Valle de Bravo-Toluca, en la localidad de Cuadrilla de Dolores, informó que contará con una inversión de 35 millones de pesos. En promedio una persona genera al día un kilo de desechos sólidos, por lo que es importante hacer una gestión integral de los mismos para minimizar los impactos al ambiente, planteó.

Mediante el tratamiento de los residuos orgánicos, la selección y valorización de los reciclables y la disposición final de los desechos, de conformidad con la NOM-083-SEMARNAT-2003, se logrará un servicio eficiente en el largo plazo. El confinamiento inaugurado en Valle de Bravo cuenta con dos celdas de disposición final con una capacidad de 42 mil 147.80 metros cúbicos, así como obras complementarias para la captación y conducción de lixiviados, el desvío de agua pluvial y la captación y control de biogás.

Fuente: http://www.20minutos.com.mx/noticia/278966/0/medio-ambiente-impulsa-gestion-de-residuos-solidos-en-valle-de-bravo/

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Expertos valoran cómo adaptar las Reservas Biosfera a las directrices Unesco

Por: Efe Verde

Los asistentes al II Congreso Español de Reservas de la Biosfera analizan desde hoy en Biescas (Huesca) cómo adaptar la realidad de estos territorio protegidos a las directrices del Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la Unesco.

Coordinado por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), el congreso reúne a gestores de las quince comunidades autónomas con reservas de la biosfera, así como miembros del consejo científico y del comité español del programa MaB.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

Según informa el Mapama, la principal finalidad del encuentro es adoptar un plan de acción que facilite a las reservas de la biosfera españolas el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por Naciones Unidas hasta 2030, mediante la puesta en marcha de procesos participativos y de actuaciones específicas.

La adopción de las directrices y de los objetivos propuestos se llevará a cabo mediante la aprobación del llamado Plan de Acción de Ordesa-Viñamala (nombre de la reserva de la biosfera que se ubica en el Pirineo aragonés) de la Red Española de Reservas de la Biosfera.

Este documento, que será aprobado previsiblemente a la finalización del congreso por el comité español del programa MaB, será una guía que resumirá las acciones a realizar en la red, con indicaciones precisas de objetivos, actuaciones, periodos de consecución, entidades responsables e indicadores.

Red Española de Reservas de la Biosfera

Además, durante el transcurso del congreso se prevén celebrar las reuniones ordinarias del consejo científico de la Red Española de Reservas de la Biosfera; un encuentro del grupo de trabajo creado para la celebración del centenario de los parques nacionales de Ordesa y Picos de Europa, así como los actos conmemorativos del 40 aniversario de la declaración de la Reserva de Biosfera de Ordesa-Viñamala.

Según las fuentes citadas, España es líder mundial en el número de reservas de la biosfera declaradas, hasta un total de 48.

La red mundial está constituida actualmente por 672 reservas de la biosfera repartidas en 120 países de los distintos continentes del planeta.

Por su parte, la red española cuenta también con cuatro reservas transfronterizas (una con Marruecos y tres con Portugal), agrupa a 776 municipios afectados que ocupan el 11 por ciento del territorio nacional, con una población aproximada de dos millones de personas.

La cita ha sido inaugurada por la directora adjunta del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, Montserrat Fernández San Miguel, la directora general de Sostenibilidad del Gobierno aragonés, María Pilar Gómez, la presidenta del consorcio de la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala, Carmen Muro, y el alcalde de Biescas, Luis Estaún. Efeverde

Fuente: http://www.efeverde.com/noticias/reservas-biosfera-unesco/

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Chile: Ministerio de Minería se integra al Programa Oficina Verde del Ministerio del Medio Ambiente

Chile/ 15 de agosto de 2017/Fuente: http://educacion.mma.gob.cl

Subsecretario de Medio Ambiente, Jorge Canals, señaló que con el tiempo todos los servicios públicos debieran incorporar buenas prácticas de gestión ambiental en sus oficinas

El Ministerio de Minería se convirtió en la primera secretaría de Estado en incorporarse al Programa Oficina Verde, impulsado por el Ministerio del Medio Ambiente, con la firma del convenio de colaboración suscrito por los Subsecretarios de ambas reparticiones públicas, y cuyo objetivo es sumar buenas prácticas de gestión más amigables con el Planeta al interior de los servicios públicos.

En la ocasión el Subsecretario de Medio Ambiente, Jorge Canals, valoró la incorporación de Minería al programa, que permitirá desarrollar planes de manejo de residuos y reciclaje al interior de las dependencias de Minería, como también, acciones de eficiencia hídrica y energética, fomento al uso de la bicicleta y el transporte público, entre otras. “Todas son acciones que aportan a mitigar los efectos del cambio climático, sin embargo, solo tendrán un real impacto cuando se sumen todos los servicios públicos y cuando el Estado dé el ejemplo en cuidar el medio ambiente”, enfatizó

Por su parte, el Subsecretario Erich Schnake afirmó que, “la idea de este proyecto es aportar, con un granito de arena, a construir una sociedad que se desarrolla sustentablemente. Para nosotros como Ministerio, esta iniciativa es de suma importancia para ayudar al cuidado del Medio Ambiente con una estrategia de autogestión ambiental que esperamos siga en el futuro. Vemos en la educación ambiental una oportunidad de innovación que permite transformar nuestro Ministerio en un espacio vivo de aprendizaje”

El Programa Oficina Verde tiene como objetivo promover la incorporación de  la  gestión ambiental en  las entidades estatales. Se busca que, tanto en las  instalaciones físicas como en sus  procesos administrativos, se reflejen políticas y principios de cuidado ambiental y conservación de los recursos, por medio de un programa de trabajo que considera la sustentabilidad en distintos aspectos del funcionamiento de las oficinas públicas, como el uso de materiales, adquisiciones de productos y servicios, manejo de residuos, uso racional del agua y energía eléctrica, capacitación y sensibilización de funcionarios, entre otras, con lo cual se genera una disminución de la huella de carbono.

Fuente de la Noticia:

Ministerio de Minería se integra al Programa Oficina Verde del Ministerio del Medio Ambiente

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