Chile: “Generación Z”: están hiperconectados, tienen baja concentración y se aburren con facilidad

Chile / 15 de julio de 2018 / Autor: Lorena Tasca / Fuente: Elige Educar

Así describe Marcela Momberg a este grupo de jóvenes nacidos desde 1990 hasta mediados de la década de 2000. Marcela es profesora de historia y geografía que desde el año 2010 se especializa en educación digital. Conversamos con ella sobre los desafíos de esta generación  y esto fue lo que nos dijo.

“Nativo digital” o “Generación Z”. Dos conceptos que cada vez están más presentes entre profesores y educadores dado los cambios constantes tecnológicos que vivimos  y que, se quiera o no, impactan más dentro de la sala de clase; ya sea por la presencia de celulares en el aula o el fácil acceso que tienen los niños y niñas a todo tipo de información gracias a la Internet. Sobre ese tema ha estado indagando la profesora Marcela Momberg, quien tras titularse como profesora en la Pontificia Universidad Católica de Chile hace más de 20 años, desde 2010 decidió recorrer varios colegios del país para construir comunidades de trabajo y reflexión sobre los espacios digitales en el ámbito educativo.

En este periplo de recorrer diversos colegios de Chile como consultora de Educación 2.0, con mucho énfasis en el manejo de recursos digitales para la educación y desarrollo de modelos de enseñanza, ha sido mucha la investigación que ha realizado para identificar -y descifrar- a la generación que está ahora en los establecimientos educativos del mundo: la “generación Z”, o“hijos de la tecnología” como los prefiere llamar Marcela.

Marcela Momberg

Para describirlos, Marcela enumera las siguientes características: “Están hiperconectados, más de 7 horas diarias online, tienen baja concentración, se aburren con facilidad. Están en huida constante en el espacio digital, donde ingresan los padres salen ellos (redes sociales). El celular es la extensión de su brazo; piensan en modo juego, son wikipediabelievers (es su biblia) y si no está en Google, no existe. Tienen bajo desarrollo de habilidades sociales y son críticos de la autoridad tradicional. Pero viven en la orfandad digital, porque ni padres ni sistema educativo asumen la necesidad de apoyarlos, formarlos, acompañarlos. Son una generación desafío, porque nunca fueron nativos digitales, el ingreso al espacio digital en soledad los llenó de vicios digitales que requieren formación”.

Sobre ese tema indaga en un libro que publicó el año pasado, que se llama “Huérfano digital”, donde explica distintas estrategias para que padres, tutores y profesores acompañen a todos los niños y niñas en este proceso de navegar por la red. “Normalmente se estigmatiza el mundo virtual, concibiéndolo como una fuente de inagotables problemas y situaciones nefastas, para los niños y jóvenes, sin embargo, gran parte de la realidad está creada por la ausencia del mundo protector adulto que en la vida real está”, explica Marcela en su blog al explicar este libro y la necesidad ser parte, y especialmente, entender el mundo digital en que viven muchos jóvenes.

Entre habilidades y vicios

La educación cambió en casi todos los rincones del mundo, porque ahora la transferencia de conocimiento no tiene como único interlocutor al profesor, con su pizarra y sus textos. Hoy son muchas las opciones como fuente de conocimiento, lo que ha permitido la llamada “Generación Z” – aquella que hasta ahora los investigadores suele ubicar como la que nació desde 1990 hasta mediados de la década de 2000- haya desarrollando habilidades de búsqueda muy creativas y comunicacionales. “Son mucho más dinámicos y proactivos”, dice la docente.

Pero Marcela, en su trabajo de entender a estos estudiantes tan conectados para poder ayudar a los profesores, considera que hay muchas cosas en las que hay que poner atención. “Una gran mayoría de los alumnos de hoy están lejos de ser nativos digitales, es más el analfabetismo digital. Es una realidad que se ve reflejada en el incremento de cyberbulling, sexting, grooming como otros vicios que nos preocupa, en esto estamos al debe con la sociedad, no hemos implementado un buen programa educacional de Ciudadanía Digital. Todos los que estamos conectados debemos conocer las reglas de la conexión en línea, los deberes y derechos, el respeto, la propiedad intelectual, el copy paste ya está infectando hasta nuestra vida cívica”, considera.

Para lograrlo, es importante la motivación y la tutoría desde la sala de clase, y nunca pensar en coartar la tecnología. “Nuestro rol como docentes es definir los objetivos de aprendizajes y no ser un guardián de la tecnología, las reglas deben ser claras, todo aparato tecnológico es útil a la hora de educar”, dice Marcela.

Es importante trabajar con modelos participativos en que pongan especial énfasis en las habilidades y capacidades comunicacionales. Clases Invertidas, Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y algunos modelos más recientes, como el Aprendizaje en Base a Experiencia y Aprendizaje basado en Competencias, son ideales para trabajar con dinamismo. Según Marcela se podrían alternar estos modelos para enseñar distintos contenidos.

Esta profesora de historia y geografía, ejemplifica cómo se podría enseñar el descubrimiento de América usando contenidos en archivos multimedia, recreando teatralmente la revolución francesa, reconstruyendo el Partenón con legos o usar el videojuego Minecraft para desarrollar capacidades como la cooperación y la importancia del trabajo en equipo. Para ello, y dado el contexto tecnológico que vivimos, el trabajo de la memoria no es tan primordial y es más importante desarrollar otro tipo de habilidades.

Hay miles de ventajas ahora. La cantidad de recursos disponibles nos permite llegar a niños con distintas habilidades que antes eran discriminados o restringidos. El uso de distintas técnicas y recursos democratizaron nuestra profesión. Hoy con la multiplicidad de contenidos, en distintos formatos, nos permite llegar a chicos con capacidades distintas lo que hace de estos modelos un capital invaluable”, considera Marcela.

De esta forma, Marcela invita  a descubrir junto a los estudiantes  ese gran entramado de posibilidades que se encuentra en la llamada Educación 2.0. “El profesorado se tiene que conectar, debe convivir el espacio con sus alumnos,  demás está decirles que la cantidad de recursos digitales y experiencia de nuestros pares está en la red, hay una cantidad enorme de colegas en plataformas educacionales compartiendo contenido, experiencias y soluciones en cada una de las ramas de la docencia, ejemplos como IneveryCrea, INED21Scolartic de Telefónica, DidactaliaEdutopia  son solo algunos ejemplos. Conéctate”.

Fuente de la Noticia:

http://www.eligeeducar.cl/generacion-z-estan-hiperconectados-tienen-baja-concentracion-se-aburren-facilidad

ove/mahv

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Hiperconectados y móviles

29 de noviembre de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org/

Por: Roberto Balaguer Prestes

Hemos buscado que los adultos comprendan las lógicas de la red que instan a determinados comportamientos y debilitan otros. Internet tiene sus códigos que hay que desentrañar

Las redes forman parte de la vida social de los niños y adolescentes, son constitutivas de la vida actual de los jóvenes. Forman parte del aire que circula en torno a lo social. La idea central de nuestro trabajo ha sido colaborar para que los adultos (profesionales y padres) exploren el mundo de las redes sociales e Internet en general. Hemos buscado que los adultos comprendan las lógicas de la red que instan a determinados comportamientos y debilitan otros. Internet tiene sus códigos que hay que desentrañar.

El contexto tecnocultural pauta las nuevas formas de estar en el mundo, moldea el tiempo, el espacio, los vínculos en formas particulares que se hace necesario comprender para poder actuar en consecuencia. Es necesario problematizar todo eso que los adultos hoy se enteran que aconteció en las redes sociales. Es fundamental reintegrar esa información a la mal llamada “vida real”, hacerla tema. La comunicación sigue siendo una herramienta fundamental, también en la era digital.

Paradojalmente, en Internet y en las redes sociales muchas cuestiones juveniles han ganado visibilidad. Son los nuevos graffittis –ahora en los muros de Facebook- que permiten acceder al pensamiento juvenil sin censuras. Al volverse públicas, esas cuestiones han dejado de suceder en la trastienda de las relaciones, lo cual ayuda enormemente a la identificación de los protagonistas intervinientes (sobre todo en los fenómenos de acoso o cyberbullying) y por tanto, a problematizar estas prácticas y poder abordarlas institucionalmente. Justamente eso pone sobre el tapete otro concepto fundamental en el mundo digital que es el de identidad digital.

Identidad digital

Cada paso que damos en el mundo pixelado de Internet deja sus huellas, su registro. Debemos educar en ciudadanía digital de forma tal de ayudar a los jóvenes a que hagan jugar la identidad digital a su favor. En Internet no existe un documento de identidad que muestre quién somos, pero sí sitios de redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, Ask.fm) que brindan una imagen clara de cómo somos, a veces más allá de cómo queramos mostrarnos.

Definimos el concepto de identidad digital como la suma de todos los rastros digitales que dejamos en la web y a Facebook como una plataforma virtual que integra buena parte de esa identidad digital. Todo el material digital publicado acompañará a estas nuevas generaciones casi de por vida, al tiempo de ser fácilmente accesible para prácticamente todo el mundo.

Los jóvenes por lo general intentan minimizar el hecho de que su accionar en la red deja rastros digitales. Quieren creer que Facebook funciona en una suerte de universo paralelo, que no es parte de la “vida real”. Negar los peligros o peligros es propio de esa etapa de la vida signada por el riesgo. Las cosas “les pasan a los otros”. Los chicos admiten que suelen tomar recaudos y protegerse en relación con los demás pero no siempre con ellos mismos. Nuestros hijos piensan que nadie presta demasiada atención a su presencia y a sus dichos (“todo es broma”) y que su accionar queda restringido a su grupo de amigos. Amparados en esa fantasía, pueden actuar de formas de las cuales luego podrán arrepentirse.

Cada cosa que se publica en Internet puede fácilmente dejar de ser privada y pasar a convertirse en parte de un espacio público. Una vez que se aprieta la tecla de “Enter” es muy difícil desandar el camino. Lo que está escrito permanece y puede tener consecuencias imprevisibles. Las palabras o las imágenes subidas lastiman tanto o a veces más (por el estado público que toman cuando se viralizan) que aquello dicho en la vida material. Manejarse con ética en los contextos virtuales puede ser un gran aporte a su identidad digital.

Vida móvil y en conexión

Hace unas décadas atrás, el teléfono fijo era el único modo que tenían los jóvenes de estar en continuidad con sus pares. Hoy, a través de los celulares el estado normal de la juventud es la conexión. Los jóvenes de estas generaciones están en una situación cualitativamente distinta a la nuestra. Se encuentran en conexión por defecto, muchas veces inclusive: hiperconectados con sus smartphones. Estos teléfonos son elementos siempre presentes en la ecología juvenil.

A través de esos pequeños dispositivos juegan, socializan, aprenden, se pelean, divierten y aburren. La cultura actual está fuertemente atravesada por lo tecnológico y en el último tiempo por lo móvil. Las tecnologías digitales actuales son objetos culturales al servicio de la comunicación, la expresión, la exploración y la coexistencia en mundos, por momentos, paralelos. Son tecnologías de comunicación e interactividad que permiten ampliar en forma considerable las capacidades humanas de procesamiento del flujo actual de la información. Los niños comienzan a navegar por Internet cada vez desde edades más tempranas y a crear su identidad digital precozmente. Con las PCs las tablets o los celulares buscan juegos, canciones, videos en forma intuitiva. Los celulares conectados a las redes sociales hacen que los espacios se unifiquen y que se cree una gran malla de conexión que derriba muros de casas y escuelas. Esa es la ecología en la que crecen nuestros jóvenes que luego asisten a la escuela y la secundaria y se encuentran con una realidad diferente. Comprender los efectos de esta nueva ecología tecnificada, en conexión y móvil es clave si queremos entender la niñez y adolescencia actuales.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/opinion-y-analisis/columnas/hiperconectados-y-moviles

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Una iDécada de transformaciones cotidianas

Liliana Arroyo

Seamos de iPhone o no, a la Manzana le debemos la revolución del concepto móvil. La innovación genial respecto a otros teléfonos fue reunir música, teléfono e internet en un solo dispositivo. Eso precipitó la popularización de los smartphones de todas las marcas, presentes hoy en el 90% de bolsillos. Sin duda son una revolución tecnológica, pero también social, ya que han transformado cómo somos, cómo pensamos y cómo nos relacionamos.

Atender el móvil es un hábito: casi lo primero al empezar el día y lo último antes de acostarnos. Sirve de despertador, de agenda y de baúl de los recuerdos, convirtiéndose en una especie de memoria externa. Con las cámaras integradas nos convertimos en retratistas constantes. Parece que inmortalizarlo todo no cueste nada y que lo más importante sea compartirlo en directo y para todos. Hay mucho debate sobre lo que publicamos y la redefinición de la intimidad. Sin los smartphones, esto no habría llegado tan rápido ni a tanta gente. Somos más cotillas y controladores, mientras algunas voces nos recuerdan la importancia de saborear el momento sin pensar en el hashtag que pondremos.

IDENTIDAD FÍSICA Y ‘YO VIRTUAL’

Vamos aprendiendo que tenemos una identidad física y un ‘yo virtual’, aunque son realidades cada vez más fusionadas. Hablamos poco de la cantidad de datos que generamos sin saberlo (recorridos, pasos diarios, historial de navegación, apps que usamos), aunque es primordial porque nutren modelos de negocio, algoritmos o facilitan investigaciones policiales.

La inmediatez alimenta la impaciencia, las respuestas rápidas, los titulares de 140 caracteres o memes resumiendo la actualidad política. Los móviles tienen un punto democratizador, puesto que acortan distancias entre nosotros y el mundo. Apple ideó pantallas táctiles que responden deslizando el dedo, sin necesidad de leer o escribir. Por eso vemos a criaturas jugueteando con móviles buscando sus dibujos preferidos. Esto supone nuevos retos educativos para familias y escuelas, con intensos debates sobre alfabetización digital.

FRONTERAS DIFUSAS

Con el móvil en la mano podemos estar trabajando, entreteniéndonos o reservando las vacaciones. Eso da pistas sobre lo difusas que son las fronteras entre ocio y obligaciones en el momento en que la oficina está allí donde vayamos. A su vez, abre la puerta a la disponibilidad absoluta, y como aún no hemos acordado una higiene digital básica, vivimos hiperconectados y a veces inundados por la multitud de notificaciones y mensajes multicanal. No decidimos activamente a qué prestamos atención y los móviles están diseñados para acapararla.

En definitiva, la tecnología nos encandila con oportunidades fascinantes, pero eso no justifica la invasión. ¿Por qué no celebramos la década con un propósito? El mío es que tomemos consciencia de que los móviles son herramientas tremendamente útiles que por suerte tenemos a nuestro alcance. Pero aún nos falta domesticarlos para que sean mejores aliados. Y difícilmente ocurrirá sin una sociedad que lo exija.

Fuente del articulo: http://www.elperiodico.com/es/opinion/20170628/una-idecada-de-transformaciones-cotidianas-por-liliana-arroyo-6135173

Fuente de la imagen: http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/2/3/1441828994732.jpg

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