Juan Mascaró es quien está realizando la película del luchador que se fue este febrero. “El vínculo con el Nano surgió en 2015 cuando fue nombrado doctor honoris causa de la Universidad Nacional de Luján, por considerar a Orlando Balbo un hombre consecuente con sus ideales, comprometido con la recuperación de los saberes populares de las poblaciones más oprimidas y proyectado a una dimensión latinoamericana de la educación. Era un hombre fuerte –cuenta Mascaró–. La tortura no pudo con él. Pero tampoco se entregó, como muchos referentes de la educación a su edad, al acostumbramiento a las situaciones de injusticia, al ‘hacer como’, a la burocracia que enreda las verdaderas soluciones hasta cansarlas.”
“Nano nació en Pellegrini, en la llanura pampeana. En 1969, mientras cumplía el servicio militar en Neuquén –agrega– dio clases en una escuela anexa a la unidad militar. La pedagogía del oprimido fue su modelo de trabajo. El 24 de marzo de 1976 fue secuestrado y trasladado a una dependencia policial, donde lo torturaron. Gracias al obispo de Nevares logró abandonar el país y exiliarse en Roma. Quedó sordo por las torturas. Esos momentos fueron reconstruidos por Balbo en sus charlas, enseñanzas que pretende volcar a la educación. Para mí constituyeron potentes imágenes, que registré encarando un diálogo con él cuya principal interferencia era su sordera”, relata.
El documental propone una lectura crítica de la tradición liberal en la Educación Popular: “Hay tres líneas argumentales que avanzan en paralelo, con formas y recursos estéticos diferentes en cada caso. La primera corresponde a la memoria histórica. Está compuesta por los recuerdos de Nano. La segunda es el presente nómade de Balbo. Una mañana fría en Trenque Lauquen. Se levanta y se coloca el audífono, esperando paciente la aparición del mundo audible. Un colectivo de ventana empañada que lo lleva por una ruta y otro colectivo, esta vez de personas, que lo espera. La tercera línea son mis encuentros con el maestro para construir la película”.
Los lugares que podrían integrar la línea argumental son: el Bachillerato Popular Carlos Fuentealba en Luján (Bs. As.), Pellegrini (Bs. As., lugar de nacimiento de Nano), Cátedra libre de Educación Popular Chos Malal (Neuquén), Huncal (Neuquén, comunidad mapuche donde realizó una experiencia pedagógica) y Centenario (Neuquén, escenarios de la CREAR, campaña de alfabetización de 1973).
El escritor Guillermo Saccomanno publicó el libro “Un maestro. Una historia de lucha, una lección de vida” que “fue importante como punto de partida para profundizar en las anécdotas. Nano contaba y Saccomano escribía. El diálogo es la práctica central de la Educación Popular, aquella que se resiste a ver en el estudiante a un mero depositario pasivo de conocimientos”, expresó Juan Mascaró.
Fuente: https://elargentinodiario.com.ar/espectaculos/cine-series/03/03/2023/neuquen-maestro-nano-balbo-y-la-educacion-popular/