CLADE: Especialistas reclaman un nuevo pacto de justicia socioambiental y económica para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe

Por: Thais Iervolino.

En un evento paralelo al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020, representantes de Estados, organizaciones y redes de sociedad civil de la región analizaron las respuestas a los impactos socioeconómicos del COVID-19.

44 millones de personas sin empleo, 230 millones de personas en situación de pobreza y 96 millones viviendo en condiciones de pobreza extrema. Ese fue el escenario presentado por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al analizar los impactos de la pandemia en la región.

Bárcena expuso en el evento paralelo al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020 (HLPF, por sus siglas en inglés), que se desarrolla virtualmente este mes de julio y se denomina “La Agenda 2030 en el nuevo contexto global y regional: escenarios y proyecciones para América Latina y el Caribe en la crisis actual”. El evento fue organizado el 10 de julio por la CEPAL y la Misión Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La secretaria ejecutiva de la CEPAL instó los Estados a garantizar el acceso a la información, a la participación y a la justicia con respeto a los derechos humanos y con base en una gobernanza democrática, y subrayó la importancia de extender el apoyo financiero a los países de ingreso medio a través de mayor liquidez (derechos especiales de giro), financiamiento concesional y alivio a la deuda, especialmente a los países del Caribe. “Debemos avanzar hacia una mayor integración regional frente a una geografía económica global distinta”, subrayó.

Junto a Alicia Bárcena también participó del evento Laura Giannecchini, coordinadora de Desarrollo Institucional de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en nombre del Mecanismo de participación de la sociedad civil en la Agenda 2030 y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible.

Laura Giannecchini: «Esta pandemia es también una oportunidad para que los Estados implementen acciones urgentes contra el deterioro del planeta y en favor de la promoción de vidas dignas»

Para Laura Giannecchini, la pandemia del COVID-19 desnudó y profundizó tendencias que la CLADE y otras organizaciones y movimientos sociales habían observado en la región, como el estancamiento o regresión económica, el aumento de la pobreza y de las desigualdades, el debilitamiento de los sistemas públicos de educación, salud y protección social, y el crecimiento de tendencias autoritarias.

“Creemos que esta crisis sanitaria, que es también económica, social y política, pone en evidencia la urgencia de un cambio radical en la acción de nuestros gobiernos, camino a la adopción de nuevos modelos de desarrollo. Esta pandemia es también una oportunidad para que los Estados implementen acciones urgentes contra el deterioro del planeta y en favor de la promoción de vidas dignas”, afirmó.

En su exposición, elaborada a partir de reflexiones colectivas que tuvieron lugar en el Marco del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil y que culminaron el la declaración «América Latina y el Caribe: Pocos avances y nuevos desafíos para la Agenda 2030lanzada en mayo del 2020″, Giannecchini destacó la importancia de realizar ocho cambios para mitigar los impactos de la crisis a la hora de garantizar los derechos humanos. Entre ellos están: la necesidad de fortalecer los sistemas democráticos, incorporando a los movimientos sociales, colectivos de la sociedad civil y poblaciones históricamente excluidas del debate y de la toma de decisión en las políticas públicas; la necesidad de fortalecer los sistemas públicos de educación, salud y protección social; la contención del avance de los fundamentalismos religiosos en los espacios políticos, que niegan evidencias científicas, fomentando el odio y dificultando la implementación de políticas con perspectiva de derechos; y el establecimiento de un compromiso financiero, político y normativo de largo plazo, y de cooperación internacional, para asegurar el cumplimiento integral de la Agenda 2030.

“Consideramos que es hora de establecer un nuevo pacto de justicia socioambiental y económica para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe. Un pacto de desarrollo inclusivo, que coloque a las personas en el centro, e inste a los Estados a la acción, de manera que podamos salir de esta pandemia con nuevos paradigmas, basados en la solidaridad, la felicidad y en el bienestar de todas y todos”, subrayó.

Además de Bárcena y Giannecchini, intervinieron en el evento el embajador Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la ONU; Pilar Garrido, ministra de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica; Luz Keila Gramajo Vílchez, secretaria de Planificación de Guatemala; y Markova Concepción Jaramillo, comisionada presidencial para el Examen Nacional Voluntario y representante permanente designada de Panamá ante la ONU. Participaron también Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia y Rochelle Whyte, asesora técnica superior del director general del Instituto de Planificación de Jamaica.

Mira la grabación del panel con la exposición de todos los participantes:

Fuente de la reseña: https://redclade.org/noticias/especialistas-reclaman-un-nuevo-pacto-de-justicia-socioambiental-y-economica-para-los-pueblos-de-latinoamerica-y-el-caribe/

 

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Miembros de la CLADE presentan datos sobre la Educación de Personas Jóvenes y Adultas en Brasil, Chile, El Salvador y Guatemala

América del Sur/ Brasil/ 05.08.2019/ Fuente: redclade.org.

En informes que se dieron a conocer en el contexto de la revisión del ODS 4 en la ONU, coaliciones expusieron retos para la educación y alfabetización de personas jóvenes y adultas en ámbito nacional

En el marco del Foro Político de Alto Nivel (FPAN) de las Naciones Unidas, que este año revisó por primera vez en profundidad el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de numero 4, referente a la educación, los miembros de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) en Brasil, Chile, El Salvador y Guatemala presentaron informes sobre la implementación del ODS 4 y el estado del derecho humano a la educación en sus contextos nacionales.

Los gobiernos de los cuatro países habían anunciado que presentarían a la ONU sus informes nacionales voluntarios sobre el cumplimiento de los ODS, pero a las vísperas del FPAN, Brasil y El Salvador se retiraron de la revisión.

Los informes elaborados por las coaliciones nacionales miembros de la CLADE presentan algunos de los principales retos y avances de la educación, en lo que toca a diferentes ejes temáticos y etapas educativas. Entre los temas analizados por las coaliciones, se destacó la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA), considerada por la red CLADE como una modalidad educativa clave para la realización de los derechos humanos y el conjunto de los ODS. A continuación, retomamos las principales informaciones que se comparten respecto al panorama de la EPJA en cada uno de los cuatro países mencionados.

Brasil

La tasa de alfabetización esperada para 2015 – de 93.5% de la población – aún no fue alcanzada y el índice de alfabetización debe aumentar en cerca de 7% para que se pueda alcanzar la meta prevista en el Plan Nacional de Educación (PNE), que debe cumplirse hasta el 2024.

La reducción del analfabetismo funcional sigue siendo un desafío: se requiere una disminución de más del 15% en la taja actual hasta el 2024.

En el informe luz realizado por la Campanha Nacional pelo Direito à Educação (CNDE), se destaca que una de las primeras acciones del gobierno del ex presidente Michel Temer, en el 2016, fue el desmantelamiento del programa “Brasil Alfabetizado”, dirigido a la alfabetización de personas jóvenes, adultas y mayores. El programa se desarrollaba en todo el territorio nacional, priorizando los municipios con altas tasas de analfabetismo, siendo el 90% de ellos ubicado en la región Nordeste del país.

Desde entonces no hay una política nacional estructurada para la EPJA en Brasil, y se han cerrado escuelas con actuación en esta modalidad.

Chile

La reforma constitucional de Chile en el 2002 estableció la enseñanza secundaria obligatoria y con opciones gratuitas. Asimismo, se comenzó a desarrollar la EPJA, buscando la finalización de estudios básicos o medios, y sumándose iniciativas para lograr una alfabetización básica y contar con alternativas educativas en contextos de encierro.

Sin embargo, la eficacia de estos programas es cuestionable, según el informe luz elaborado por el Foro por el Derecho a la Educación Pública. El documento demuestra que, por una parte, quienes más han participado en los programas educativos mencionados son personas con entre 14 y 18 años de edad, en mayor proporción que durante años anteriores, lo que indica que las personas de más edad están dejando de participar.

Aunque las cifras sobre escolarización en Chile muestran un aumento en los años de escolaridad con el paso del tiempo, existen complejas realidades, como las que muestran los últimos datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de 2017: el 5,2% de la población entre 30 y 44 años de edad no ha completado su Educación Básica, y el 8,8% no concluyó su Educación Media. Es peor la situación en tramos de más edad, como el de 45 a 59 años, donde el 4,7% de las personas no ha completado su Educación Básica, y un 13,2% no terminó la Educación Media.

“Es urgente volver a plantearse la población objetivo de estos programas, y preguntarse por qué una parte considerable de la población adulta en Chile aún no logra completar su educación obligatoria, que debería estar garantizada por el Estado”, afirma el Foro.

El Salvador

En su informe luz, la Red Salvadoreña por el Derecho a la Educación (RESALDE) destaca como un avance para la EPJA el establecimiento del Plan El Salvador Educado (PESE).

Uno de los objetivos del PESE es la implementación de una política de educación permanente para la población joven y adulta. Además, el plan establece el “Sistema de seguimiento y evaluación de los programas de educación permanente de la población joven y adulta”.

Guatemala

Según el informe luz del Colectivo de Educación para Todas y Todos, el país continúa enfrentando pobreza sistémica, desigualdad, discriminación e exclusión, lo que influye en la deserción escolar desde la primaria. Además, el nuevo gobierno de Guatemala manifestó que en relación a la educación secundaria hay una desatención del 80%, de manera que sólo 20 de cada 100 jóvenes que egresan de la escuela primaria pueden asistir a la secundaria. Asimismo, más del 50% de las y los estudiantes de los cursos nocturnos no terminan la secundaria.

Dichos indicadores apuntan que en el país hay una gran parcela de la población que necesitaría retornar a los centros educativos. Por lo tanto, sería muy necesario que el Estado guatemalteco invirtiera en la educación de personas jóvenes y adultas.

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/miembros-de-la-clade-presentan-datos-sobre-la-educacion-de-personas-jovenes-y-adultas-en-brasil-chile-el-salvador-y-guatemala/

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