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Uruguay en huelga general de 24 horas

Uruguay/14 de julio de 2016/Fuente: telesur
Este paro una continuidad del desarrollado parcialmente el pasado 29 de junio, convocado por la Mesa Representativa del Plenario Intersindical de Trabajadores – Convención Nacional de Trabajadores de Uruguay (Pit-Cnt).

Uruguay realiza hoy un paro general durante 24 horas en defensa del trabajo, del salario, de las condiciones de vida, del gasto social, por un país productivo con justicia social y en contra de las medidas de ajuste fiscal que impulsa el gobierno.

>> Trabajadores de Uruguay convocan a paro general

Según declaraciones a El País de Joselo López, referente de la Confederación de Organización de Funcionarios del Estado (COFE) e integrante del Secretariado del Pit, en la central se esperaba que la Rendición de Cuentas entrase al Parlamento al filo del plazo legal y el hecho que ya se haya enviado es interpretado como una maniobra para dejar sin margen de acción a los sindicatos, que decidieron entonces «redoblar» la apuesta.

Esta movilización –explicó López- defiende la inversión pública en rechazo al ajuste fiscal contra la Administradora de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP), en reclamo de una política de control de precios, para favorecer la extensión de la negociación colectiva a las intendencias, por la modificación de los lineamientos salariales y en contra del recorte del gasto social.

Como los anuncios aseguran que se mantendrán los lineamientos salariales, el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT resolvió acudir al Frente Amplio para lograr que se modifiquen las pautas.

El PIT-CNT no solo decidió mantener el paro sino también endurecerlo.

El principal impacto se sentirá en la educación pública y privada en las áreas de Primaria y Secundaria. En las universidades privadas y en varias facultades de la Universidad de la República habrá clases con normalidad.

En la salud pública se atenderán solo urgencias y emergencias de 6 a 18 mientras que habrá  servicio de transporte colectivo en todos los niveles puesto que el sector interdepartamental suspendió el paro.

«El paro ya estaba resuelto pero había una posibilidad de que el gobierno moviera algo y se pudiera suavizar. Pero con la contestación del gobierno esto se recrudeció y el paro se va a organizar para que sea un paro fuerte, no solo de trabajadores sino de otras organizaciones», dijo a El Observador el integrante del Secretariado Ejecutivo, Óscar López, abogado especialista en Derechos Humanos y Derecho Económico.

En opinión del ministro uruguayo de Economía y Finanzas, Danilo Astori, el Poder Ejecutivo entiende que los actuales «lineamientos salariales son los mejores», y aseguró que adoptará las medidas correspondientes de presentarse un deterioro real de los sueldos.

Los salarios reales, tanto públicos como privados, siguieron creciendo en el país, mucho menos que antes lo cual es lógico porque la economía se desaceleró.

Las demandas de los trabajadores incluyen también mayor inversión del Estado en el sector público para el desarrollo y contra los recortes en el orden social establecidos en la Rendición de Cuentas, en especial los que afectan a la educación y la salud.

Otros reclamos están vinculados a la elaboración de leyes: contra la insolvencia patronal; otra que garantice cupos para personas con discapacidad en el sector privado; y una última que grave a las miles de casas vacías y fomente los arrendamientos.

Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Uruguay-en-huelga-general-de-24-horas-20160714-0012.html

Imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1468500496165/sites/telesur/img/news/2016/07/14/paro_uruguay.jpg_1718483346.jpg

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South Sudan’s main public university lecturers halt strike

Africa/Sudan del Sur/03 de Julio de 2016/Fuente: Sudan Tribune

RESUMEN: Los profesores de las cinco universidades públicas de Sudán del Sur han anunciado detener una huelga tras recibir garantías por parte del gobierno a sus demandas ya que serían satisfechas a su debido tiempo. Phili Apolo, Presidente del Profesorado de la Universidad de Juba, y el portavoz de la coalición de profesores de las cinco universidades públicas dijo a la prensa el sábado que la decisión fue tomada en la reunión de la asamblea general celebrada el jueves para examinar los progresos realizados en las demandas. Apolo acusó recibo de los salarios durante dos meses y se comprometió a pagar los derechos de emisión restantes en cuotas. Sin embargo, él dijo que se debe reanudar al incumplir  el gobierno. Apolo pidió a todos los estudiantes de las cinco universidades públicas para asistir a conferencias y pidió a la administración de las instituciones de educación superior afectadas en el país para ajustar sus calendarios y horarios para cubrir el tiempo perdido debido a la huelga.

July 2, 2016 (JUBA) – Lecturers of the five public universities in South Sudan have announced halting a strike after receiving assurances from the government their demands would be met in due course.

Philip Finish Apollo, Chairperson of the Teaching Staff at the University of Juba and the spokesperson of the coalition of lecturers from the five public universities told reporters on Saturday that the decision was made at the general assembly meeting held on Thursday to review progress made on demands.

Apollo acknowledged the receipt of the salaries for two months and promised to pay the remaining allowances in instalments. He however said they would resume should the government renege.

“It was decided in the general assembly meeting held on Thursday to halt the strike temporary», said Apollo.

«They (officials from ministries of finance and higher education) promised that they will pay us in instalments. So the general assembly agreed to lift the strike from today up to the end of September,” he further said.

Apollo called on all students of the five public universities to attend lectures and asked the administration of the affected higher learning institutions in the country to adjust their calendars and timetables to cover the time lost due to strike.

The decision to call off the strike followed a call by the heads of schools from the University of Juba, the lead university in the country, on lecturers to end the strike, saying it was no longer justifiable after salaries for the months of March, April and May were paid.

Fuente: http://www.sudantribune.com/spip.php?article59498

 

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Mexico’s Teachers Stand Up Against the Violent Neoliberal Order

América del Norte/México/Junio 2016/Autor: A.S. Dillingham and René González Pizarro / Fuente: Jacobin

ResumenLos maestros en huelga mexicanos están luchando por la justicia en el aula – y contra el orden neoliberal violenta de México.

Ten years ago, as a group of striking teachers slept in their encampment during the early hours of June 14 in the state capital of Oaxaca, Mexico, government forces launched an attack to remove them from the zócalo, or town square. Riot police cleared the plaza while helicopters dropped tear gas from above.

The striking teachers were beaten, arrested, and pushed out of the city center. But not for long; the teachers and their supporters quickly regrouped, fighting back, block by block, and took the plaza back by midday.

The violent repression of striking teachers in 2006, ordered by the state governor, launched a social movement — called the “Oaxaca Commune” by supporters — that grew to encompass much more than the local teachers’ union.

The movement mobilized large swathes of Oaxacan society against the repressive governor. Aggressive federal intervention hobbled the movement, but failed to wipe it out. Today the dissident teachers’ movement is in the streets again, this time in opposition to the federal government’s “education reform” program.

The teacher’s movement is also more widespread than in 2006. Militarized attacks on striking teachers have occurred in Mexico City and throughout the country’s southern states. In the last month, the state of Chiapas has seen pitched battles between teachers and police forces, and the Zapatistas have spoken out in favor of the striking teachers.

Last week the Mexican attorney general’s office arrested two of the leaders of the Oaxacan section of the teachers’ union, Local 22, on corruption charges. Then on June 19, federal and state police attacked protesters in Nochixtlán, Oaxaca, a town on the highway between the state capital and Mexico City, resulting in the death of at least eight protesters.

The blatant attack on outspoken government opponents unleashed a wave of protests in the state capital in response.

It’s become somewhat of a cliché to describe the situation in Mexico as a “crisis.” Indeed, la crisis is frequently satirized in Mexican film and popular culture, with Mexicans unsure when the last crisis ended and the next began.

Yet it’s true that in Mexico has experienced a wave of tragedies since 2006. Over one hundred thousand thousand people have died, over twenty-five thousand have been disappeared, and more than one hundred journalists have been killed in the decade since former president Felipe Calderon declared war on the drug cartels.

Some of the crisis’s numbers are unforgettable. The forty-nine children burned to death in a government-outsourced daycare center without safety protections in the northern state of Sonora in 2009; the seventy-two migrants found in a collective grave in the state of Tamaulipas in 2010; and most recently the 2014 disappearance of forty-three Ayotzinapa Normal School students in the southern state of Guerrero. Tragedy’s numbers are a defining part of daily life and conversation in Mexico.

Enrique Peña Nieto’s election in 2012, coming after years of drug-war-related violence, was seen by many as a possible reprieve, a return to the nostalgic days of the Institutional Revolutionary Party (PRI) rule when governance was at least stable, if not democratic or transparent.

Yet President Peña Nieto’s sexenio (six-year term) has been marked by continued mass violence, corruption, and impunity at seemingly all levels of government. From shady government contracts in Mexico City, to his wife’s extravagant home paid for by dubious means, to the flagrant and repeated government lies over the forty-three missing students, Peña Nieto’s popularity has plummeted.

Recent state-level elections saw the PRI lose power in a number of its former strongholds. Mayors in Mexico are targeted by cartels, in a way that suggests they are siphoning funds directly from the state, in addition to drug and human trafficking.

The multiple captures and escapes of “El Chapo” Guzman, the infamous drug trafficker, lent credence to the popular belief among many Mexicans that the line between the traffickers and the state is blurry, at best.

Peña Nieto’s 2013 education reform plan — the piece of legislation under contention today — is just one component of a broader set of structural reforms pushed through by the president and the PRI.

While other reforms — such as the partial privatization of the state-run oil company, PEMEX, and corporate tax reform — have been relatively successful (on their own terms), the education initiative has proven the most difficult to implement, sparking opposition by not only the dissident section of the teachers’ union, the Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), but also broader sectors of the national teachers’ union, the Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

This opposition and the militarized approach of the government employed to implement the reforms, with thousands of federal police securing teacher testing sites, has led the international press, much of which until recently was supportive of Peña Nieto, to declare him a failure.

The education reform is better understood as an attack on labor. Much like the discourse of recent education reform movements in the United States, the Mexican reformers invoke notions of “accountability” and “quality” instruction.

But the reform itself contains numerous measures aimed at undermining the power of teachers’ unions including measures that weaken the union’s control of the hiring process at normal schools (which they historically controlled), eliminate teachers’ ability to pass down a position to their children, make it easier to fire teachers who miss work, and limit the number of union positions paid by the state.

These measures are all directly aimed at undermining the union’s power, but the central point of contention has been the evaluation of teachers through state-administered standardized tests.

At the end of last year, teachers across Mexico sat down for new nationwide teacher evaluations. In Oaxaca, the scene outside the testing site resembled a military exercise.

Ten thousand federal police were deployed to facilitate the administration of the evaluations, reflecting both the federal government’s desire to see their reform implemented as well as the widespread opposition to the new law.

Oaxaca is home to one of the most outspoken union locals in Mexico, Local 22, a member of the dissident CNTE movement — a movement that emerged in the late 1970s in opposition to the authoritarian, PRI-aligned SNTE.

In the 1970s and 1980s, the CNTE struggled against entrenched PRI control of union locals, with newly minted indigenous teachers playing a key role in southern states such as Oaxaca and Chiapas. The CNTE has remained a powerful force and controls, in addition to Local 22, sections of union locals in Michoacán, Guerrero, Chiapas, and the Federal District (Mexico City).

Given Local 22’s historic militancy, the state’s response was not surprising. Yet similar scenes of police coercion played out across the country, alongside a massive media campaign denouncing the dissident teachers’ union as self-interested and corrupt.

Historian A. S. Dillingham sat down with René González Pizarro, a Oaxacan teacher and member of Local 22, as well as a former delegate to its assembly, to discuss the nature of the reforms, the government’s strategy, and the history and culture of Local 22.

Can you first tell us a little about your own experience as a teacher? Why did you choose the teaching profession?

My professional training was originally in graphic design, but I’ve been immersed in the education world ever since I can remember. Actually, as a baby I was part of the teachers’ demonstrations of the 1980s and I remember that as a six- or seven-year-old I’d chant along with the slogans of the teachers.

After eight years teaching in private schools, I entered Local 22 thanks to my father. One of the benefits of the union members (eliminated by the recent reform) was the ability to inherit the position of one’s parents upon their retirement, as long as one had initiated their teacher training.

My father was in the indigenous education system, so I started there, with lowest category of promotor bilingüe or bilingual promoter. These positions were created in the 1970s and it is the category I continue to hold.

I started work in an indigenous boarding school in Coixtlahuaca, a rural, mountainous region in the western half of the state.

Let’s begin with the June 19 attacks on the teachers’ blockade in Nochixtán.

The federal and state police’s recent violence merely demonstrates the total obstinacy and refusal to negotiate on the government’s part. The teachers’ movement and much of the public generally have spoken out against the structural reforms, not just the against the education program.

On Sunday, the federal police first denied their use of live ammunition against demonstrators. Then later, after the confirmation of the first two dead, the secretary of government claimed it wasn’t police who fired, and said the photographs of police firing assault rifles were from another date and time.

But the media reaction was quick and the Associated Press confirmed the photographs of police firing on crowds were indeed from that Sunday and not manipulated.

Finally, at a press conference late that afternoon, the police admitted to their use of live ammunition.

The key from the government’s point of view has been the implementation of last year’s teacher evaluations. More than ten thousand federal police arrived in Oaxaca to facilitate the new evaluations.

The state government and Ministry of Education claimed it was a success. How do you view what took place with the evaluations?

The new state education ministry (IEEPO), which was legally reconstituted during the summer of 2015 to weaken the union’s control, has been trying to legitimize itself since its restructuring last July.

They’ve begun a series of actions, particularly on social media, to try to show that the Oaxacan teachers wanted to get rid of the “yoke” of the union.

On social media they have bombarded Oaxacans with messages like, “The new IEEPO is better, nothing remains in the union’s hands, now union coercion is no longer needed to access labor rights, the evaluation isn’t meant to take peoples’ jobs, now children will have all their classes.”

But the message is funny, if not ironic, in the face of the deployment of federal forces, not just in Oaxaca but in other states where the CNTE hasn’t had much presence.

Two or three years ago, before the reforms began in earnest, many non-CNTE teachers in the rest of the country viewed the evaluations as a good thing. (Actually some Oaxacan teachers did, as well.)

But with the full implementation of the reform there has been an upturn in the scale of opposition to it. Even in places where one hasn’t seen teacher protests before, one sees them now; the state of Jalisco and the state of Mexico are clear examples of this.

You mentioned the “new IEEPO” and what took place last July when the state government legally abolished — with the support of the federal police — the previous education ministry, in order to facilitate President Peña Nieto’s reforms.

How do you view that action? Does this constitute a death blow to Local 22’s power?

The government’s actions last July were a major blow to Local 22. But they weren’t a death blow. It wasn’t enough to merely freeze the union’s bank accounts, prosecute them financially, invent connections to organized crime, or try to do something from the financial side.

Nor has it been sufficient to detain the leaders. Actually, the detainment of four leaders and recently three members of Local 22’s executive committee sparked more desire to resist within the union.

Now the new state education ministry, supported by the reforms and federal education authorities, says that there will be no more marches and no missed class days. Three absences will mean the loss of one’s job, one absence will mean your pay would be docked.

The same happened with the federal ministry, after the first three days of the strike that began on May 15, 2016 the federal education ministry announced the firing of over four thousand teachers in Oaxaca, Michoacán, Guerrero, and Chiapas.

Do the authorities have the power to do that? To fire the teachers? That seems to be something new, given the union’s previous control over hiring.

According to the new reforms, yes they do have the power. The IEEPO asked the teachers to either go to class or have a day of pay deducted, because that is what the new law stipulates. Many teachers took to the streets. Some, out of fear or because they didn’t want their pay to be docked, stayed in the classrooms. Yet the threat of firing hasn’t stopped collective action. In fact, since May 15, the start of the strike, the movement has only grown.

The reform has allowed the state authorities to change how the IEEPO functions, right?

The new IEEPO is a mess. Within the actual office building, they have no idea what they are doing and they dismantled the apparatus, which, even if it was overly bureaucratic, knew how to function.

That is why they have turned to their massive publicity and social media campaigns, to improve the image of the new IEEPO.

In your opinion, what is the worst part of the education reforms?

That it’s not about education. That is the part that bothers me the most. From reading Peña Nieto’s reforms, the laws, and the auxiliary laws, it isn’t at all clear — and I’m not the only one that says this — that it’s about education reform.

It’s about yet another neoliberal government attack on trade unions that demonstrate any type of opposition. When one looks at the structural reforms in this country (and globally) one notices these reforms are directed at eliminating trade unions.

The strong unions have either been co-opted or eliminated. This happened in Mexico first with the railway workers, then the telecommunications workers’ union, the Luz y Fuerza union, the Federal Electricity Commission, and PEMEX. All that’s left are the teachers and public health workers.

With each reform, there is a direct attack on trade unions or civil society organizations.

You mentioned that you attended teachers’ marches as a baby with your parents. Not just in Oaxaca, but also in many other states, the democratic teachers’ movement emerged around that time. Local 22 and the CNTE nationally have their origins in that period. Is that history important for those in the movement today?

Yes. That generation from the 1980s just retired a few years ago (my father is one of them) and now there is a whole new generation of teachers. I know the history of that struggle because I lived through it but I’m not sure other comrades do because even those whose parents were also teachers in the 1980s don’t always seem very interested today.

There are two factors that might explain this dynamic. One is the distance that has developed recently between the union leadership and its bases, and the other is social pressure, particularly in the media, that casts the union in a negative light.

So the new comrades are often not interested in, nor committed to, the idea of struggle, either because they don’t feel represented by their leadership — because of corruption or poor management of the union — or because the media accuse the movement of being lazy and something bad for the country.

Yes, and many teachers say the relationship between the union leadership and the rank-and-file has changed dramatically since the 1980s.

Among the comrades that do participate, one major difference between today and the 1980s is the mandatory participation in union activities.

Today (although the state education ministry says the restructuring has taken this power away from the union), los puntos sindicales, the union point system, determines whether teachers can change their job category, school, or school zone, move between levels, and it also determines benefits, such as union-sponsored personal loans.

How do you see the Oaxacan struggle relating to the national context in Mexico? After Ayotzinapa, and the struggle for the missing forty-three students, have things changed in Oaxaca?

Unfortunately, Local 22 didn’t immediately join the movement for the missing forty-three students. The lack of solidarity among resistance and left movements in Oaxaca and Mexico generally is symptomatic.

After 2006, it has been virtually impossible to organize and unite the Left in Oaxaca. Many of us teachers have watched and followed the Ayotzinapa issue, and we are part of that movement, but not formally as Local 22.

It was only during the one-year anniversary of the disappearances that Local 22 made official statements of solidarity. I remember the first national teachers’ action in Mexico City after the disappearances; there was nothing in the official accords or assembly demands about Ayotzinapa.

The march was full of signs and banners addressing what had happened but it wasn’t even discussed, let alone made an official demand, by the organized union movement.

And why do you think the union leaders haven’t focused on supporting Ayotizinapa?

I’m not sure. Since I joined the union I’ve noticed a lack of interest in other movements and a basic lack of solidarity.

And that dynamic, of not taking up demands of other movements, contributes to the notion that the union is only concerned about its own interests. You can’t ask for support if you’re not supporting other struggles.

Exactly.

This brings me to a longstanding frustration with the reporting on teachers’ struggles in Mexico that leaves out important conflicts and problems within the union. As Benjamin Smith points out, there are problems within the dissident union movement itself, like the ability of teachers to pass their job on to their children, corrupt internal arbitration practices, and pay scales that benefit the union hierarchy.

What we shouldn’t lose sight of is that, even with the problems within the CNTE leadership, we cannot blame teachers themselves entirely for the education situation in Oaxaca or Mexico.

And there are real fights within Local 22 for internal union reform and alternative education reform. For example, Local 22 has developed a counter-proposal to the government’s so-called reform over the last few years.

Our counter-proposal is an effort from the union and the base-level membership, organized around two important points. First, it proposes a curriculum based in the local culture and context of Oaxaca, which is diverse, indigenous, and multicultural. Secondly, it is based in the theories of critical pedagogy.

Of the most important changes it proposes, in my view, regards the system of teacher evaluation. The union’s proposal eliminates standardized testing (there will be exams but the use of standardized exams will be abolished) to evaluate either students or teachers. It focuses entirely on the qualitative aspect of education.

I served as advisor for a process in which indigenous teachers from all over the state of Oaxaca discussed and debated methods of evaluation that fit indigenous education and what we aim to accomplish as indigenous teachers.

With the imposition of the new law, our proposal has lost steam. Now there is no openness on the part of the government or education authorities to even listen to our proposals.

In terms of the crisis of participation and distancing between the base and the leadership within Local 22, that is something far too complex to be solved with one or two actions but I would venture two reforms that, to me, would be fundamental in shifting toward a more democratic and militant unionism.

Within the union, one important change would be to eliminate the mechanisms of coerced participation. The teachers’ movement of the 1980s had a genuine interest from the bases in fighting against union corruption and in favor of the people and their right to a public and quality education.

Teachers participated with conviction. They slept on sidewalks waiting for the results of the state union assembly and valued the actions decided there.

Over time, that same leadership promoted a system of coerced participation, in which, through the point system, gave benefits or transfers, even salary raises, to those with the highest points.

This has meant that in the last few years union activities continued to have large levels of participation but not necessarily due to political conviction.

The other important change would be for us teachers to regain the parents and general public as allies in our struggle. In many communities the teachers left to participate in union actions without explaining to the parents why they did so or convincing them of the importance of their activities.

In the recent struggles it’s encouraging that more parents seem to be upset about how the reform will affect public education and are joining us in the streets.

It’s important that the school becomes once again part of the community and that the community itself becomes part of the education system.

For example, since June 19 of this year many NGOS, be it local, national, or international, have shown their solidarity with the movement and rejected the government’s use of police repression.

As I mentioned, the support of the communities and parents’ groups is decisive to reinvigorating the movement and one has begun to see that in the recent highway blockades, maintained for many days by parents and community members.

That popular participation is what held back the federal police across the state. The state violence over the weekend has only released a bigger wave of support from local communities.

What you raised at the beginning, that one cannot isolate the teachers from the broader social context in Mexico, seems crucial. Even the OECD, whose statistics are trotted out frequently to describe the poor quality of education in Mexico, notes the statistical correlation between poverty and education outcomes in southern Mexico.

The notion that poorly administered teacher evaluations will solve this problem is laughable and that teachers are primarily to blame for poor education conditions in their communities absurd.

Precisely. One has to keep in mind the structural poverty in this country.

The education reform doesn’t address the physical conditions of public schools, classroom technology, continuous teacher training, nor the distinct pedagogies that might fit particular regional contexts throughout the country. For me poverty is the principle problem affecting the education system.

Fuente de la noticia: http://readersupportednews.org/news-section2/318-66/37639-mexicos-teachers-stand-up-against-the-violent-neoliberal-order

Fuente de la imagen: http://readersupportednews.org/images/stories/article_imgs21/021588-oacaca-062416.jpg

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España: Segunda semana de huelga en el Bellas Artes sin contactos entre las partes

España/ deia.com/22 de junio de 2016.

Hoy se cumple la segunda semana de la huelga indefinida de los trabajadores del servicio de atención al público del Museo de Bellas Artes de Bilbao en demanda de mejoras salariales y laborales, sin que se hayan producido contactos entre las partes para solucionar el conflicto.

BILBAO. Los 34 empleados que prestan estos servicios, contratados por el Museo con la empresa Manpower Group Solutions por cuatro años, iniciaron la huelga indefinida el pasado 7 de junio, para exigir un salario y una jornada de trabajo «decentes» y que se introduzca la cláusula de subrogación de sus puestos en el caso de cambiar la contrata.

La última reunión entre las partes se produjo el pasado 3 de junio y terminó en desacuerdo ante el alejamiento de las posiciones de las partes, ya que los trabajadores reclaman un suelo de 1.200 euros netos por 14 pagas.

La empresa ofrece incrementos salariales, a partir de 2018, año en que se deberá renovar la adjudicación de estos servicios, del 15 por ciento para los empleados con sueldos más bajos y del 5 % para el resto, con incrementos progresivos, sin concretar, antes de ese año.

Los trabajadores continúan recogiendo firmas de apoyo a sus reivindicaciones entre los bilbaínos a las puertas del Museo, el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación de Bizkaia, dos de los patronos, junto con el Gobierno Vasco, del Patronato del Museo, responsable de contratar dichos servicios con Manpower.

La diputada portavoz de la institución foral vizcaína, Elena Uzueta, ha insistido hoy en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno en que se trata de un conflicto entre una empresa y sus trabajadores que no compete a las instituciones.

Unzueta ha instado a las partes a llegar a un acuerdo que pueda poner fin a la huelga y poder abrir al público la exposición estrella del verano del Museo, dedicada a la escultura hiperrealista, que no ha podido verse todavía, al encontrarse la pinacoteca cerrada al público desde el pasado 7 de enero, día en que se iba a realizar su inauguración.

Fuente:http://www.deia.com/2016/06/21/ocio-y-cultura/cultura/segunda-semana-de-huelga-en-el-bellas-artes-sin-contactos-entre-las-partes-

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Costa Rica: Sindicatos de educación y salud analizarán levantarse de la mesa de diálogo

Centro América/Costa Rica/28 Mayo 2016/Fuente:Columbia /Autor:Andrés Ramírez

Para evitar que los sindicatos se vayan a una huelga indefinida, con la que han amenazado todo este mes, el Poder Ejecutivo presentó una contrapropuesta a estos bloques.

Se trata de un documento que plantea una línea de trabajo distinta, en la que las prioridades de los proyectos de empleo público varían.

De acuerdo con el vocero del Ministerio de Educación Pública, Mauricio Azofeifa, este documento pretende mantener la mesa de diálogo:

El Gobierno se estaría comprometiendo a no apoyar una vía rápida para la discusión de proyectos de empleo público en la Asamblea Legislativa, y además, aclara que mientras el diálogo se mantenga activo, no se justifica una huelga.

Gilberto Cascante, Presidente de la Asociación Nacional de Empleados Públicos, amplía en una entrevista que sostuvo con el periodista Andrés Ramírez:

De romper la mesa de diálogo, los sindicatos se unirían a los profesores de secundaria en la huelga anunciada para el 29 de junio.

 

Fuente de la noticia: http://www.columbia.co.cr/index.php/nacionales/2472-sindicatos-de-educacion-y-salud-analizaran-levantarse-de-la-mesa-de-dialogo-con-el-gobierno

Fuente de la imagen: https://scontent-mia1-1.xx.fbcdn.net/v/t1.0-9/13245326_591193284389310_9183048091431304139_n.jpg?oh=7d44d353f7a66c287c061586a1883fc1&oe=57CAABF3

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España: Juan tiene 8 años y los padres de sus compañeros quieren echarle del colegio

España/24 de mayo de 2016/Ana Veiga/Exclusión en las aulas/ Fuente: gonzoo

Siempre es duro que te aparten del grupo pero cuando tienes ocho años, diversidad funcional y quien te excluye son los padres de tus compañeros de clase, las secuelas a largo plazo pueden ser determinantes en la personalidad del afectado

Cuando pensamos en el colegio, a menudo nos vienen a la cabeza las imágenes de un corro de niños en un patio, de equipos persiguiendo un balón y de risas en grupo. Pero hay quien lo recuerda como una película de la que no fue protagonista, una que vio desde un lado del parque, pegado a la pared, deseando que le llamen por su nombre. Y aunque en nuestra cabeza, situamos estas escenas en el pasado, algunos siguen viviéndolas en presente y más solos de lo que podríamos imaginar. Es el caso de Juan.

Juan (nombre ficticio) tiene 8 años, vive en Lalín (Pontevedra) y le han convertido en una especie de ‘niño burbuja’ al que no quieren acercarse. No lleva mucho viviendo allí, pero lo suficiente para confirmar que no es bienvenido en su colegio.
En octubre de 2015, los padres de prácticamente todos sus compañeros de clase empezaron a recoger firmas para echar a Juan de clase y, cuando el padre de Juan se enteró y les contactó para reunirse con ellos, se negaron y se pusieron en huelga. Bueno, en realidad pusieron a sus hijos en huelga, es decir, durante 2 días solo Juan y otros 3 compañeros asistieron a una clase con 23 pupitres. «No queremos que vaya con nuestros hijos porque corren peligro«, afirmaron en varios medios, alegando problemas de convivencia debido a conflictos leves entre los menores.

Por cierto, Juan tiene diversidad funcional: le han diagnosticado TDAH, un Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Según la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH), este trastorno puede desembocar en problemas en las relaciones con los compañeros, disminución del rendimiento académico que suele desembocar en fracaso escolar y, debido a todo esto, pueden desarrollar síntomas depresivos y conductas negativas.
Carme Fernández, directora de la Fundación Gerard por la educación inclusiva, explica que «simplemente es un niño que tiene una forma de relacionarse que no es la convencional o que molesta en la clase y que, como carece de los apoyos que tiene que tener, ha llegado al extremo».

Han pasado siete meses y la situación está, para el centro, normalizada; aunque para el padre de Juan, su hijo está mucho peor.

La ilusión perdida

Al preguntar a Manuel, el padre de Juan, cómo lleva esta situación, se queda callado y, al otro lado del teléfono, se oye el eco de la voz de un niño. «No me queda otra que aguantar y llevarlo lo mejor posible, por él».

Cuenta que todo empezó con el rumor de que se estaban recogiendo firmas para que su hijo se fuera del centro escolar ordinario en que está escolarizado. «El inspector, sin decirme nada, le prometió a los otros padres que mi hijo se iba a cambiar a un colegio de educación especial pero, cuando los padres vieron que no era cierto, recogieron firmas y después convocaron una huelga». Reconoce que el Inspector de Educación le sugirió dicho cambio de centro pero Manuel insiste en que firmó para entrar en la lista de espera «porque me dijeron que era muy larga y que, por si cambiaba de opinión más adelante, mejor que firmara ya pero insistieron en que el niño nunca se cambiaría del centro sin mi consentimiento».

Tras la huelga, no cambió de centro pero sí cambiaron muchas cosas. «Juan tenía una cuidadora de apoyo con la que había evolucionado mucho pero, como ella defendía a mi hijo y decía que no era peligroso, empezaron a presionarla hasta el extremo de que aún está de baja por motivos psicológicos». Para sustituirla, trajeron a otra persona con la que Manuel no está satisfecho. «Cada vez que ve al cuidador, se pone muy nervioso porque le presiona demasiado. Mi hijo va a otro ritmo, tiene poca memoria a corto plazo y no puede recitar una lección que se acaba de aprender; solo hay que saber llevarlo y darle tiempo, con cariño».

Los otros padres siguen manteniendo que Juan debe irse. Mientras, Manuel reconoce que es «un niño de 8 años que mide 1,50 de estatura y pesa 60 kilos así que, si se cae encima de otro niño, puede hacerle daño» pero cree que la mayoría de los incidentes que ha tenido son menores. «Mi hijo se pone nervioso y si un niño le dice te voy a hacer esto, él le dice pues yo te voy a hacer más, pero son cosas de niños», resume.

Lo que más le duele no son esas cosas de niños sino las de adultos. «Parece que todos pensamos que nuestros hijos tienen más derechos que los de los demás». Y, sobre todo que el colegio no haya tratado de mediar entre las familias.
Actualmente, el niño sigue asistiendo a clase pero «no sé por qué todos los días tiene que tener un conflicto en el colegio cuando, antes de la huelga, no los tenía…». El último incidente, cuenta Manuel, fue una expulsión de 15 días que terminó a principios de mayo. En anteriores colegios, había tenido «algún problema puntual de alteración de nervios pero bueno, lo habitual del TDAH», comenta.

Manuel suspira profundo y arrastra lentamente las palabras. «Ahora pocas veces quiere ir al cole… cuando era una de las cosas que más le gustaba. Creo que quieren sacarse al niño del colegio de encima como sea porque es más fácil».

La burbuja de la exclusión

Además de directora de la Fundación Gerard, Carme Fernández es psicóloga experta en Educación Inclusiva. La familia de Juan se puso en contacto con ella porque no sabían cómo manejar la situación tras el levantamiento de octubre y Manuel reconoce que han sido un gran apoyo «moral y legal».

Ante todo, Carme insiste en aclarar que «el problema aquí no es el niño sino la escuela porque con las actuaciones y prácticas educativas no adecuadas que está realizando, solo ha hecho que el niño no reciba la atención que necesita por su diversidad funcional».

Contundente, Carme incide en que se trata de un menor que necesita apoyos en las habilidades sociales y que, si no los recibe, va a tener comportamientos que se salgan de la norma o que sean entendidos como no adecuados. «Lo que no puede ser es que en vez de recibir una respuesta educativa (como debe ser y como tiene derecho a recibir), sea solamente castigos, sanciones y expedientes disciplinarios, que es lo que está sucediendo desde el mes de octubre», explica.

Para Carme, el centro está contradiciendo la Convención de la ONU de los derechos de las personas con discapacidad porque «abrir un expediente disciplinario a un niño por tener un comportamiento inadecuado cuando no se le ha enseñado un comportamiento alternativo, va en contra de sus derechos que precisamente habla de la accesibilidad al aprendizaje de esos comportamientos». La directora de Fundación Gerard considera que esta actuación «raya la ilegalidad» y por ello están tratando de que «esta actuación se erradique porque es totalmente reprobable».

Legalmente, los niños con diversidad funcional tienen derecho a recibir apoyos educativos individualizados y a tener acceso a la educación ordinaria. Aunque Carme opina que «para algunos centros, parece que es más cómodo ‘deshacerse’ del niño y no tener que hacer planificaciones o diseñar estrategias».

Sin embargo, el de Juan no es un caso aislado, la Fundación Gerard lleva desde el año 2010 ayudando en la gestión de casos similares en todo el territorio nacional.

Raíces y sentencias que marcan el camino

A pesar de que el caso de Juan saltó a los medios por la protesta del resto de padres de alumnos, Carme no les apunta a ellos como origen del conflicto. «La raíz del problema está en la mala praxis de algunos profesionales de la educación y la omisión de responsabilidad de la administración educativa». Sobre las otras familias, cree que han sido víctimas de desinformación y que «la administración educativa no puede consentir que unos padres hagan huelga para echar un niño porque eso tiene muchísimo peligro y se puede trasladar a otros ámbitos de la sociedad. Y estamos hablando con niños de 8 años con diversidad».

La psicóloga defiende la desaparición de los centros de educación especial y la educación inclusiva como derecho fundamental. «La Convención de la ONU insta a los estados que la han ratificado a acomodar sus leyes y normativas a este derecho. Y a pesar de que España ratificó esto en 2008, desde entonces creo que vamos a peor. Se está instalando un modelo que no es para nada inclusivo sino que son aulas específicas dentro de centros ordinarios. Y eso no es inclusión».

«Hoy en día, la Ley dice que son los técnicos de la Administración Educativa los que deciden si el niño tiene que ir a un centro especial o ordinario pero si tenemos en cuenta que esta Ley, aunque legal, es ilegítima porque está contradiciendo un Tratado Internacional o Leyes específicas de la discapacidad».

Por suerte, en los últimos años se han producido una serie de sentencias judiciales favorables a la inclusión (como, por ejemplo, la de febrero de 2016 en la que se reconoce a una niña autista el derecho a una educación inclusiva) porque las familias están empezando a denunciar y se está creando precedente.

Sin embargo, aún queda mucho por andar hacia la inclusión. «Lo que no puede ser es que la actuación educativa adecuada dependa de la voluntad de las personas que en ese momento están en ese centro educativo. La Administración tendría que tener mecanismos de seguimiento, evaluación y puesta en marcha de los recursos que fueran necesarios para que estos apoyos que necesita el niño se efectúen con total garantía».

La inclusión, un bien para todos

Al contrario de lo que se pueda pensar, la educación inclusiva no es un bien para los niños con diversidad funcional sino para todos los menores. «Hay una serie de aprendizajes, no solo de valores, que no se pueden realizar si no convives en grupos heterogéneos donde haya una diversidad. De hecho, hablamos de diversidad funcional pero todos son diferentes, el resto también son diversos y la riqueza está en la convivencia de múltiples diversidades», razona Carme. «La inclusión no afecta a los niños con una diversidad funcional declarada sino a toda la sociedad».

Y hace un llamamiento a los padres que, como los del caso de Juan, hayan levantado la voz para animar a separar a un niño de sus compañeros. «Están transmitiendo a sus hijos un mensaje demoledor: Cuando alguien no está dentro de los cánones que nosotros consideramos normales o convencionales, esa persona es susceptible de ser apartada. Y si alguien te molesta, te quejas y que se vaya a estudiar otro centro. Eso es lo que enseñamos y lo que estos niños van a hacer cuando sean mayores», reflexiona la psicóloga.

La otra historia

La directora del centro donde estudia Juan dice no poder pronunciarse sobre el asunto y nos remite al Inspector de Educación. El Inspector dice no poder revelar datos del caso y nos redirecciona a la delegación Territorial de la Consellería de la Educación de la Xunta de Galicia. En la Consellería nos remiten al Departamento de Comunicación que hace de intermediario del Jefe Territorial.

Le preguntamos sobre las recientes expulsiones de las que le menor ha sido objeto y que, según indica el padre, han aumentado considerablemente a partir del momento de la huelga de los otros padres. En la Consellería nos transmiten lo siguiente: «En relación a la pregunta sobre la expulsión de este alumno, desde la Xefatura Territorial de Educación en Pontevedra no podemos aportar dato alguno, salvo incidir en que se trata de una decisión del centro de régimen interior dentro del Plan de Convivencia».

Insisten, además, en que «el niño está escolarizado con normalidad» y por tanto se rige por «el mismo Plan de Convivencia que el resto, con las mismas obligaciones y derechos».

Fuente: http://www.gonzoo.com/zoom/story/juan-tiene-8-anos-y-los-padres-de-sus-companeros-quieren-echarle-del-colegio-3953/

Imagen: http://st.gonzoo.es/img/2016/05/19572_967_544.jpg?1464084342

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Chile: Reforma con miedo a la huelga

SurySur/30 de abril de 2016/Por. Manuel Hidalgo

ch reforma laboral

Los más genuinos representantes políticos del gran capital, agrupados en Chile Vamos, no tardaron ni 24 horas en presentar un requerimiento ante el Tribunal Constitucional objetando los cuatro avances más sustantivos que contiene la reforma laboral aprobada por el Parlamento, en dirección a recuperar regulaciones mínimas consistentes con el Derecho del Trabajo a nivel internacional. Y como era de esperar, el Tribunal declaró la admisibilidad del requerimiento.
La apelación se dirige a resguardar la vigencia de normativas claves impuestas en dictadura, que imponen límites a la sindicalización, la negociación colectiva y a la huelga. Los “grupos negociadores”, la facultad del empleador de extender a voluntad los beneficios de una negociación colectiva a quienes no hayan sido parte de ella, el no acceso de los sindicatos a información detallada sobre costos de personal, la imposibilidad de negociar colectivamente para los sindicatos interempresa sin el consentimiento de los empleadores, son los handicaps patronales que la reforma laboral pone en cuestión.
En ellos se concentra el rechazo del empresariado, que no obstante cuenta con muchas otras regulaciones que no serán tocadas, a pesar que la reforma fortalece sus planes de contingencia para encarar las huelgas y abre espacio para flexibilizar aún más las relaciones laborales.

Menos grupos negociadores: ¿”monopolio sindical”?ch cut
Mantener la figura legal de grupos de trabajadores que se unen para el solo efecto de negociar colectivamente, es importante para impedir que el sindicato sea el único camino para alcanzar un contrato colectivo. Los “grupos negociadores”, regularmente promovidos desde la gerencia, abren una posibilidad competitiva y de “menor costo” para los trabajadores que anhelan un contrato colectivo, ya que no hay cuotas sindicales de por medio. La reforma aprobada por el Parlamento no los elimina por completo: “En las empresas en que no exista organización sindical con derecho a negociar colectivamente (…) los trabajadores podrán unirse para el solo efecto de negociar con su empleador” conforme a reglas mínimas de procedimiento, para lo que se llama una “negociación semi-reglada”, conducente a un “acuerdo de grupo negociador”, que será igualmente reconocido como instrumento colectivo.
Por lo demás, no es éste el único mecanismo legal hoy existente para desestimular la sindicalización por parte del empresariado. También pueden recurrir a extender uno o más beneficios alcanzados por el sindicato a quienes no sean parte de él; e incluso más, a otorgar similares y mejores beneficios a quienes no hayan negociado colectivamente, con lo que les ahorran a éstos cualquier compensación al sindicato por este hecho.Y es por ello que el punto que probablemente les provoca mayor preocupación y repulsa en esta reforma laboral es que se consagra y recupera la titularidad sindical, y se condiciona la extensión de beneficios a los no sindicalizados a la existencia de un acuerdo previo (e improbable) con el sindicato.
El nuevo artículo 323 establece: “La afiliación sindical otorgará de pleno derecho a los nuevos socios los beneficios del instrumento colectivo suscrito por la organización sindical a la que se incorporen, conforme a los requisitos establecidos en dicho instrumento, a partir de la comunicación de la afiliación al empleador”.
Para los empleadores, esta normativa es un restablecimiento de un “monopolio sindical”. Los trabajadores de una empresa sólo podrán acceder a los términos de un contrato colectivo existente, incorporándose al sindicato que lo vaya a pactar o lo haya pactado. Hasta ahora, no sólo el contrato colectivo pactado por un sindicato no era extensible a los socios que se afiliaran con posterioridad a su firma, sino que el empleador unilateralmente podía extender uno o más beneficios del contrato colectivo a otros trabajadores no sindicalizados, lo que conllevaba para éstos el tener que aportar el 75% de la cuota sindical, si cumplían labores similares a los sindicalizados.
La falacia del “monopolio” radica en que la política de remuneraciones y beneficios vigente en las empresas rara vez está delimitada y definida estrictamente por lo que se acuerda en el marco de negociaciones colectivas. Los empleadores determinan unilateralmente las escalas y bandas de remuneración por cargo que imperan en sus empresas, si es que los tienen y no aplican la arbitrariedad más olímpica en materia salarial. Y otorgan reajustes no pactados a su personal, por móviles a veces definidos y a veces no. De manera que en modo alguno lo pactado en contratos colectivos se torna determinante de lo que un trabajador puede percibir en materia salarial. Y lo mismo ocurre en relación a beneficios laborales o sociales.
Es más, se puede claramente desprender que la práctica patronal de promover un sindicato favorito que le raye la cancha a los demás sindicatos al interior de la empresa, se intensificará como alternativa ante este nuevo ordenamiento legal.

Miedo a la huelga sin reemplazantesch marcha cut
El nuevo artículo 347, aprobado por la reforma, señala taxativamente: “Se prohíbe el reemplazo de trabajadores en huelga”. Sin embargo, al mismo tiempo, se incluye todo un capítulo de “Limitaciones al ejercicio del derecho a huelga”, que incluye un deber inédito de los sindicatos: proveer el personal necesario para los servicios mínimos que permitan “proteger los bienes corporales e instalaciones de la empresa y prevenir accidentes, así como garantizar la prestación de servicios de utilidad pública, la atención de necesidades básicas de la población, incluidas las relacionadas con la vida, la seguridad o la salud de las personas, y para garantizar la prevención de daños ambientales o sanitarios”. Sindicato y empresa deben ponerse de acuerdo en quiénes integrarán los equipos de emergencia que realizarán estos trabajos, lo que deberá acordarse antes de la negociación colectiva y precisarse al inicio de ésta.
En un título posterior se especifica además que: “El empleador en el ejercicio de sus facultades legales, podrá modificar los turnos u horarios de trabajo, y efectuar las adecuaciones necesarias con el objeto de asegurar que los trabajadores no involucrados en la huelga puedan ejecutar las funciones convenidas en sus contratos de trabajo, sin que constituya práctica desleal ni importe una infracción a la prohibición de reemplazo”. Lo que claramente fortalecerá los planes de contingencia patronal frente a la eventualidad de la huelga, habilitando las medidas de reemplazo interno.
Se reitera además un artículo que define empresas en las que los trabajadores no pueden declarar la huelga y en caso de no llegar a acuerdo en el plazo para las conversaciones directas, deben recurrir a un arbitraje obligatorio: aquellas que “atiendan servicios de utilidad pública o cuya paralización cause grave daño a la salud, a la economía del país, al abastecimiento de la población o a la seguridad nacional”. Esta calificación recae en una definición conjunta de los ministros del Trabajo, Defensa y Economía, que esta vez durará no uno, sino dos años. Cabe hacer presente que un total de 96 empresas están hoy en esta lista.

Derecho a informacion de los sindicatosch reforma laboral1
La reforma laboral incluye varios artículos nuevos respecto de la información a que tendrán derecho a acceder los sindicatos. Se establecen derechos a información periódica en las grandes empresas, a información periódica en micro, pequeñas y medianas empresas, a información específica para la negociación colectiva, a información por cargos o funciones de los trabajadores en las grandes y medianas empresas y el derecho a requerir información por vía administrativa y judicial.
Desde 1995 la única información que era exigible legalmente estaba establecida en el artículo 315 del Código del Trabajo, dando derecho a conocer los estados financieros de la empresa de los últimos dos años y el costo global del personal del último año, previo a una negociación colectiva. Lo que claramente resultaba insuficiente.
A pesar de que en las grandes empresas es práctica generalizada la entrega a los sindicatos de la planilla de renta total anual mensualizada (RTAM), detallada por haberes y beneficios de sus afiliados, junto con la especificación de su cargo y fecha de ingreso a la empresa para los efectos de la negociación colectiva, esta práctica no estaba establecida hasta ahora en la ley. La reforma lo hace, pero exige que los sindicatos hayan sido autorizados expresamente para ello en sus estatutos o que cuenten con la autorización expresa de cada trabajador.
La apelación de Chile Vamos ante el Tribunal Constitucional cuestiona esta normativa porque “lesiona el principio de reserva de las remuneraciones sobre la base del derecho a la privacidad”. Este alegato resulta absurdo cuando de lo que se trata es de que el sindicato pueda contar con información real y detallada del costo salarial, ya que sólo así puede dimensionar adecuadamente su proyecto, las ofertas de la empresa y evaluar los resultados económicos de su acuerdo.
Otro avance concreto en esta materia es que los sindicatos de empresa podrán una vez en cada año calendario solicitar a las grandes empresas información sobre remuneraciones asignadas a trabajadores de los diversos cargos o funciones de la empresa, incluyendo los cargos ejecutivos o dependientes del establecimiento ante quienes los trabajadores deban plantear sus peticiones, reclamos, consultas y sugerencias.

Apuesta por ampliar derecho a negociacion de sindicatos interempresaschile protesta-estudiantes
En subsidio de la negociación ramal o supraempresa, el Ejecutivo y los legisladores hacen una apuesta por ampliar el ejercicio del derecho a negociar colectivamente por la vía de establecerlo para los sindicatos interempresa, que hasta ahora sólo accedían a él cuando contaban con el consentimiento de los empleadores respectivos.
Para estos efectos, los sindicatos interempresa deberán agrupar a trabajadores que se desempeñen en empresas del mismo rubro o actividad económica. Asimismo, para negociar colectivamente en una empresa, el sindicato interempresa deberá contar con un total de afiliados no inferior a 25 que representen no menos del 10% del personal, si se trata de empresas con más de 50 trabajadores; y de 8 trabajadores que representen no menos del 50% del personal con derecho a negociar, si se trata de empresas con 50 o menos trabajadores. Sin embargo, en la micro y pequeña empresa(1) será voluntario o facultativo negociar con el sindicato interempresa.
Equívocamente, el requerimiento de Chile Vamos ante el Tribunal Constitucional alega que se está abriendo paso a una negociación ramal y reclama que la negociación de los sindicatos interempresa sea siempre de mutuo acuerdo con los empleadores.

Pactos sobre condiciones especiales de trabajo: legalizar la mayor flexibilidad
chile mineros cobreAmpliando sustancialmente el espacio legal para pactar las condiciones de trabajo, la reforma laboral establece un título al respecto, que en varios artículos regula la posibilidad de pactos sobre sistemas excepcionales de jornada de trabajo y descanso, pactos de horas extraordinarias, pactos sobre tiempo de preparación para trabajar y jornada pasiva, pactos sobre distribución de jornada de trabajo semanal y pactos para trabajadores con responsabilidades familiares. El mínimo de representatividad que deberán tener los sindicatos que concurran a estos pactos en una empresa es que agrupen al menos un 30% del total del personal. La duración máxima de estos pactos será de tres años.
La lógica de estos pactos es continuar haciendo funcional la vida del trabajador y de su familia a las necesidades de la empresa y del mercado. Lo que tiene efectos perniciosos en la salud física, mental y familiar de los trabajadores. Quizás conscientes del rechazo que esta normativa puede alcanzar, en las disposiciones transitorias de esta reforma laboral se establece que esta normativa específica entrará en vigencia sólo treinta meses después de su publicación.
En resumen, la reforma laboral contiene algunos avances parciales significativos para restablecer la potencialidad de los sindicatos y su eficacia en el campo de la negociación colectiva. Pero no sólo mantiene un debilitado derecho a huelga, sino que incluye espacios de mayor flexibilidad laboral que resultan un flanco para que se sigan extendiendo las amarras de los trabajadores a los requerimientos del empresariado. Esto en lo sustancial.
Imposible decir que esta reforma signifique el principio del fin del Código del Trabajo patronal que legó la dictadura.

Notas
(1) El actual artículo 505 bis señala: “Se entenderá por micro empresa aquella que tuviere contratados de 1 a 9 trabajadores, pequeña empresa aquella que tuviere contratados de 10 a 49 trabajadores, mediana empresa aquella que tuviere contratados de 50 a 199 trabajadores y gran empresa aquella que tuviere contratados 200 trabajadores o más”.

(*) Economista-asesor sindical. Publicado en “Punto Final”, edición Nº 850, 29 de abril 2016.

Fuente: http://www.surysur.net/chile-reforma-con-miedo-a-la-huelga/

Imagen: https://www.google.com/search?q=protestas+en+chile&espv=2&biw=1366&bih=623&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiu0Z-b7bjMAhWMlR4KHf_cDDsQ_AUIBigB#imgrc=D5tvHwUOdpYSHM%3A

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