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La Unesco saca adelante la ‘declaración universal’ de la inteligencia artificial

El texto propone un marco normativo para tecnologías controvertidas como el reconocimiento facial o para los sistemas de recomendación de las plataformas

Los Estados miembro de la Unesco cuentan desde ahora una guía para “afrontar de manera responsable los efectos conocidos y desconocidos de la inteligencia artificial en los seres humanos, las sociedades y el medio ambiente y los ecosistemas”. Ese es el objetivo de la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, una suerte de declaración universal para el uso de estos sistemas que durante la conferencia general celebrada este miércoles fue adoptada por los 193 países del organismo. La guía contempla los principios que deben inspirar el desarrollo de tecnologías tan controvertidas como el reconocimiento facial y aborda también temas menos polémicos, como el potencial efecto de los sistemas de recomendación sobre la diversidad cultural o lingüística. “Este texto establece por primera vez un marco normativo mundial para el uso de la inteligencia artificial. Se basa para ello en tres pilares: el respeto de los derechos humanos, el Estado de Derecho y la lucha contra la discriminación”, explica a EL PAÍS Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.

El documento de 30 páginas que Azoulay describe como un “texto histórico” no es legalmente vinculante, pero desde la Unesco esperan que se convierta en una referencia global para el desarrollo y uso ético de esta tecnología. En este contexto conviven ya numerosos marcos y guías desarrollados por organizaciones de diferentes niveles, desde la iniciativa de entidades como la OCDE hasta propuestas como la carta de derechos digitales adoptada por el gobierno español el pasado 14 de julio. “La Unesco pide a sus 193 Estados miembros que tomen todas las medidas necesarias para aplicar este marco ético. La Organización evaluará periódicamente su aplicación, pidiendo a los Estados que informen sobre sus progresos y prácticas en este ámbito. Estos resultados serán analizados por expertos y sometidos a debate público de forma transparente”, precisa Azoulay.

En la redacción del documento, que se inició a principios de 2020 han participado grupos de expertos formados por representantes de Google, Facebook, Microsoft, las Universidades de Stanford y Nueva York, la Academia China de Ciencia y Tecnología. En septiembre del año pasado, se presentó un primer borrador y se abrió el plazo para que los países de la Unesco presentasen sus comentarios y observaciones sobre el texto, que ha seguido revisándose hasta la última conferencia general.

Entre las claves de la recién adoptada recomendación se encuentra la acotación de principios básicos que atañen al desarrollo de algunas de las tecnologías más cuestionadas del momento, como los sistemas de reconocimiento facial. De acuerdo con el documento adoptado por la Unesco, que cuenta con países como China entre sus integrantes, estos sistemas “no deberían ser utilizados con fines de vigilancia masiva o rendición de cuentas sociales”. En el caso de las armas autónomas, la subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco, Gabriela Ramos, explica en un comunicado que, aunque no se hace referencia explícita a los drones de uso militar ni al armamento autónomo letal, la recomendación establece normas básicas como el que “las decisiones de vida o muerte no deben ser tomadas por sistemas de inteligencia artificial” y se especifica que en estos escenarios “la última palabra debe ser humana”.

La recomendación también aborda escenarios menos extremos pero igualmente relevantes, como el potencial efecto de los sistemas de recomendación que emplean las plataformas de streaming como Netflix o Spotify en la diversidad cultural y lingüística. Un reciente informe de la Unión Europea señalaba que los criterios que emplean estos modelos para ofrecer nuevos contenidos “no son transparentes ni auditables” y probablemente basan sus decisiones en factores económicos que benefician a las plataformas. “Los artistas locales o los contenidos creativos y culturales infrarrepresentados son menos proclives a aparecer en las recomendaciones de estos sistemas si sus trabajos o espectáculos son insuficientemente lucrativos”, señala el informe. En este contexto, la recién estrenada guía hace un llamamiento a los países para que trabajen mejor comprensión y evaluación tanto de los efectos positivos como de los potencialmente perjudiciales de los sistemas de recomendación.

Las relaciones humano-robot

Con vistas a un hipotético pero cada vez más plausible futuro donde las personas interactuemos con robots y sistemas de inteligencia artificial capaces de reconocer y reproducir las emociones humanas, el documento requiere que se evalúen las implicaciones éticas de estas relaciones, especialmente cuando se establecen con menores. “La constante interacción con tecnología de inteligencia artificial, incluyendo los algoritmos sociales, podrían someter a niños y adultos a manipulaciones y consecuencias negativas para su salud mental”, continúa Ramos. Por otra parte, se subraya la necesidad de que los individuos estén en todo momento informados de si están tratando con uno de estos sistemas o son objeto de decisiones tomadas por ellos. Se pide también que se establezcan mecanismos para acceder a las razones que guían una decisión que afecta a los derechos o libertades de los usuarios, así como vías para impugnarla o solicitar una reevaluación.

Otras materias incluidas en el marco de esta recomendación son la protección de la privacidad, la prevención de los sesgos que puedan perjudicar al rendimiento de estos sistemas, la promoción de un entorno más inclusivo en el sector responsable de desarrollar estas tecnologías o incluso la reducción del impacto ambiental de estos sistemas. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature, entrenar un algoritmo de inteligencia artificial puede producir cerca de 300.000 kilos de dióxido de carbono, lo que equivale a 125 vuelos de ida y vuelta entre Nueva York y Pekín.

Además, el documento que acaba de adoptar la Unesco exige que los gobiernos eduquen a sus ciudadanos en los derechos digitales que pretende proteger. “Si educamos a una nueva generación de consumidores digitales conscientes de sus derechos y con las habilidades de pensamiento crítico necesarias para navegar la esfera digital, estaremos empoderándoles para que exijan a las grandes tecnológicas a rendir cuentas y estaremos exigiendo que la IA sea desarrollada de forma humana y ética”, sentencia Ramos.

Fuente: https://elpais.com/tecnologia/2021-11-25/la-unesco-saca-adelante-la-declaracion-universal-de-la-inteligencia-artificial.html

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Comunidad zoque frena explotación de los Chimalapas a manos de minera canadiense

El pueblo zoque de San Miguel Chimalapa, Oaxaca, junto con sus autoridades, congregaciones pacíficas en resistencia y el colectivo Matzá, logró que el gobierno federal negara la aprobación del Manifiesto de Impacto Ambiental a la empresa minera Minaurum Gold, que pretendía explorar y explotar el polígono de 7 mil 310 hectáreas denominado “Santa Marta”.

A través de un comunicado, el Comité Nacional para la Defensa y Conservación de los Chimalapas (CNDyCCH) felicitó al pueblo de San Miguel Chimalapa por haber logrado frenar a la minera canadiense, así como agradeció al cabildo comunal de Santa María Chimalapa y a sus congregaciones de la zona oriente, a ejidos y comunidades del municipio de Zanatepec y a las organizaciones del Istmo de Tehuantepec por el apoyo “a esta justa lucha en defensa de la Madre Tierar y de la vida”.

“Confiamos en que este logro y este movimiento plural de resistencia istmeña siente un importante precedente para, de la misma forma, apoyar a los pueblos, comunidades y organizaciones sociales y civiles en igual lucha por la negativa definitiva de todo tipo de autorización para permisos de exploración y explotación de yacimientos mineros”, agregó el CNDyCCH.

Finalmente, los integrantes del Comité reafirmaron su postura contra la imposición del Corredor Transístmico y señalaron que confían en que el el pueblo zoque de San Miguel y Santa María Chimalapa se mantenga firme en su oposición “al ecocida y etnocida Corredor Transístmico (corredor multimodal seco) pretendido por el gobierno federal actual”.

A continuación el comunicado completo:

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/

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El reto de aprender sobre la sostenibilidad

Por: Joaquín Garralda

La formación es fundamental para vencer la natural resistencia al cambio que genera una experiencia satisfactoria.

Para una institución académica, el reto está en educar en este tema tan complejo por la amplitud de variables y por su carácter sistémico. Sin embargo, al utilizar en el título la palabra aprender, lo que quería poner de relieve es la dificultad que tiene este aprendizaje para una persona, que va más allá de la dificultad en comprender los conceptos meteorológicos. No es cuestión solo de capacidad intelectual, sino también de una actitud hacia el cambio personal.

Ante la complejidad de la dinámica del clima, muchas personas abandonan el esfuerzo de comprensión y se escudan tras una confianza líquida que les da cierta tranquilidad: “La innovación tecnológica acabará solucionando de alguna manera los efectos catastróficos atribuidos al cambio climático”. Sin embargo, además de ser un optimismo discutible, este enfoque no tiene en cuenta las implicaciones que pueden suponer esos avances tecnológicos. Los productos innovadores que se logren con estos avances probablemente obligarán a cambios en los comportamientos habituales y aquí es donde la formación es fundamental para superar la natural resistencia al cambio de una conducta que se ha mostrado satisfactoria con la experiencia. Para lograr su propósito, esta formación tiene que cumplir dos condiciones: que se base en una argumentación lógica, sin fallas, sobre las consecuencias; y que el individuo perciba un interés personal en evitar esas consecuencias. Estas condiciones son especialmente difíciles en el ámbito de la sostenibilidad.

Comencemos por la lógica de los argumentos. Para valorar el mérito ambiental de estas innovaciones tecnológicas –como soluciones aceptables y que resolverán los problemas– se debe distinguir entre los productos, los resultados y el impacto. Un ejemplo: el producto es un coche eléctrico; si en una ciudad se limita el acceso de coches que no sean eléctricos, el resultado es un mejor aire para sus ciudadanos; el impacto perseguido es limitar la emisión de CO2 a la atmósfera y por tanto hacer posible que se logre el objetivo a largo plazo del Acuerdo de París: “Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 grados centígrados sobre los niveles preindustriales”.

Los resultados son relativamente fáciles de medir a corto medio/plazo; los impactos tienen una medición más compleja y se aprecian a más largo plazo. Pero el reto es que los resultados suponen muchas veces cambios en el comportamiento que suelen provocar resistencias considerables. Ahora bien, sin estos cambios de conducta no se logra el impacto final deseado.

El carácter sistémico del medio ambiente dificulta la comprensión y aceptación de las razones que exigen un cambio de comportamiento. Siguiendo el ejemplo, si bien mejoraría el aire de la ciudad, es probable que muchas personas afectadas –porque tienen un coche no eléctrico–, critiquen la medida al señalar el origen de la electricidad que necesita el coche eléctrico, argumentando que, si en su generación se utiliza el carbón, el impacto final es discutible, ya que el carbón emite más CO2 para producir esa electricidad que el que se emite al utilizar un coche de gasolina en ese trayecto (además de las críticas sobre el impacto de las emisiones en la producción de las baterías, la contaminación de su desecho o la escasez de las materias primas utilizadas). Es decir, que al encontrar fallas en la argumentación lógica de las consecuencias –tarea fácil en un entorno sistémico–, el individuo pierde el interés en esforzarse en un cambio de comportamiento. La consecuencia es que existen circunstancias emocionales que tienden a retrasar el proceso de adaptación, aunque se descubriesen innovadoras nuevas soluciones tecnológicas.

En definitiva, que para aprender sobre sostenibilidad y cambiar los comportamientos es clave la actitud de aceptación de los cambios necesarios en las pautas de conductas y costumbres personales. El gran reto de la formación sobre el tema medioambiental es principalmente psicológico, se debe lograr superar la racionalización parcial de unos resultados –que se hacen para mantener unas costumbres– para motivar el esfuerzo en desarrollar unos esquemas mentales que permitan comprender y aceptar el carácter sistémico de los impactos.

Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/01/29/opinion/1580311220_328969.html

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Educación ecológica: Traigamos el pasado para tener un mejor futuro

Por: Mardelis Huizi/Otras Voces en Educación

Vivir la modernidad occidental implica necesariamente la asimilación de una carga conceptual y emocional, más cuando se trata de ecología y educación. Actualmente, cuando hablamos de naturaleza, la mayoría de las veces lo hacemos basados en el principio del método científico cartesiano y a la relación sujeto– objeto; nos asumimos como sujetos y la naturaleza como el objeto, objeto que está a nuestra disposición y al que podemos arrebatarle lo que se nos antoje. No obstante, la seguridad que implicaba esta relación a mediados del siglo XX, hoy pareciera ser uno de nuestros más grandes errores, esto podemos apreciarlo en informes como Planeta Vivo 2018, publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza;  en éste observamos que ha habido una disminución del 60% en las poblaciones de especies vertebradas (de 1974 a 2014), una disminución del 80% en las poblaciones de especies de agua dulce desde 1970 y el 75% de la superficie de la tierra ha sido sometida al impacto humano. Estas cifras son una alarma de la crítica situación que está viviendo nuestro planeta en nuestros días, y como parte de él tenemos la responsabilidad de movilizarnos y de transformar nuestra relación con el entorno por otra que tenga mayor respeto por la vida y que conserve el equilibrio.

La modernidad nos hizo creer que los saberes de nuestros pueblos originarios eran retrógrados y que estaban descontextualizados de nuestra realidad. Según Atawallpa Oviedo Freire (2007) «por más 50.000 años, los seres humanos se sintieron unidos a la naturaleza concibiéndose como parte de una gran familia cósmica. Sabían que eran fuego, tierra, aire, agua».  Los pueblos originarios de nuestro continente tenían una relación sumamente cercana con la naturaleza, ellos se sentían parte de ella, de hecho, para ellos era su Madre, existía una relación de profundo amor y respeto hacia ella, el mismo que permitía mantener el equilibrio y la armonía entre los seres humanos y las demás especies.Valdría la pena preguntarse ahora, si los saberes de estos pueblos realmente están descontextualizados de nuestra realidad o si por el contrario sería conveniente retomar parte de este saber para ponerlo en práctica en nuestra vida diaria. De ser así, el espacio ideal para recuperar esta relación con nuestro entorno es la escuela.

La escuela es la responsable de educar y formar a la sociedad, es el espacio por excelencia para la producción de ideas nuevas y para la generación de pensamiento crítico, por ello, es que sea aquí donde empiece el trabajo de construir una sociedad más consciente, responsable y respetuosa con su entorno.

Un tema tan emocional como lo es la ecología, necesariamente debe abordarse en la escuela desde la sensibilidad y la empatía; valores que el sistema dominante -capitalista- desprecia y también nos hace despreciarlos trayendo como consecuencia la desconexión con nuestro entorno y la falsa creencia y apariencia de que estamos por encima de él. Por esta razón, como docentes es nuestra responsabilidad ser líderes de esta transformación social. Debemos iniciar la tarea de cultivar estos valores desde las aulas de clases, es necesario hacer ver a nuestros niños y niñas que la naturaleza forma parte de nosotros y nosotros formamos parte de ella, y si la misma sigue siendo violentada como lo hemos hecho hasta ahora, también nos estamos violentando a nosotros mismos y muy pronto será imposible el desarrollo de la vida en la Tierra.

En Otras Voces en Educación estamos conscientes de esta responsabilidad,por lo tanto, desde aquí hacemos un llamado a colegas, maestras, maestros, profesores, profesoras, docentes, ya las y los investigadores en materia educativa a que desarrollen nuevas iniciativas en el marco de una educación más respetuosa y sensible con nuestro planeta. Sabemos que existen muchas ideas, iniciativas y proyectos que se están llevando a cabo desde la escuela para lograr dicha meta. Por esta razón, queremos que nos hagan llegar sus experiencias en este ámbito, ¿qué iniciativas están llevando a cabo para consolidar una educación ecológica? ¿cómo ha sido la receptividad? ¿Qué han logrado?

Todo lo antes expuesto pueden hacérnoslo llegar en forma de artículo a nuestro correo contacto@otrasvoceseneducacion.org para que nuestra plataforma sea eco de sus experiencias. También pueden compartirnos sus experiencias a través de nuestra página de Facebook: https://www.facebook.com/ovemundo/   y seguirnos a través de Twitter @ovemundo e Instagram ove.mundo

No dejes de escribirnos. Nos interesa conocer tus experiencias.

Es el momento de transformar nuestro entorno, pues como dice el Director General del Fondo Mundial para la Naturaleza Marco Lambertini:

«Tenemos ya el conocimiento y los medios para redefinir nuestra relación con el Planeta. No hay excusas para no hacer nada. No podemos seguir ignorando las señales de alerta; ignorarlas sería a riesgo propio. Lo que necesitamos ahora es la voluntad para actuar –y actuar de inmediato».

Referencias:

  • Oviedo, A. (2007). Caminantes del Arcoiris. Ediciones Abya Yala. Quito, Ecuador
  • WWF. (2018). Informe Planeta Vivo – 2018: Apuntando más alto. Grooten, M. y Almond, R.E.A. (Eds). WWF, Gland, Suiza.

*Elaborado para Otras Voces en Educación

Imagen tomada de: https://www.sudamericarural.org/images/madretierra.jpg

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Argentina: Concurso para jóvenes relacionado con el medio ambiente

Argentina/Agosto de 2017/Fuente: La Voz del Pueblo

El director de Servicios, Ariel Brito, informó que la plataforma multimedia SustentAr TV está llevando a cabo un concurso de videos que puede ser de interés para jóvenes de entre 15 y 19 años de nuestro distrito, por lo que dio publicidad a las bases del mismo «para que sean conocidas en nuestro medio, teniendo en cuenta la importancia que tiene el cuidado del medio ambiente para nosotros y la futuras generaciones», señaló.

El concurso está diseñado para que a través de un desafío participativo, se logren viralizar espacios donde se tome conciencia verde y se actúe favorablemente en el cuidado del medio ambiente.

La temática es lograr un video con algunos de estos temas: gestión integral de residuos sólidos, cambio climático, huella de carbono y ciudades inteligentes.

De esta manera se busca modificar, conductas que están incorporadas a lo cotidiano, y que comprometen las generaciones futuras.

El desafío

«Si tenés entre 15 y 19 años, para participar hay que armar un equipo de no más de 3 integrantes con nombre e inscribirte a través de ww.sustentartv.com/challengeverde.

Luego enviar una foto de cada integrante del grupo con nombre y apellido. Elegí un nombre al grupo y arma una placa que los identifique (logo, escudo, lo que los represente).

«Seguidamente hay que eligir el tema que van a aceptar el desafío y bajar el material de ayuda clickeando en el link del tema.

«Hagan el video, eligiendo algunos de los temas, y ante cualquier duda o consulta en

info@sustentartv.com, tienen tiempo hasta el 31 de agosto para enviarlo.

«El jurado elegirá 10 finalistas que competirán por likes y reproducciones en el canal de YouTube de SustentarTv. En este desafío verde se evalúa el mensaje del video, no la calidad del mismo, pero sí debe respetar los formatos requeridos.

«Este jurado está integrado por Lucila Demarchi, (Ministerio de Acción Social), Victoria Morales Gorleri (Subsecretaría del Ministerio de Acción Social), Carlos Zotelo (licenciado en Ciencias de la Meteorología-Conicet), Prem Zalsman (director de Nuevas Tecnologías en el Ministerio de Medioambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación) y Brian Chaz (Cooperativa Obrera).

El 12 de septiembre comenzarán a participar por los likes y reproducciones en YouTube».

Fuente: http://www.lavozdelpueblo.com.ar/nota-54926-concurso-para-jovenes-relacionado-con-el-medio-ambiente-

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El impacto de lo que consumimos y las especies en peligro de extinción en un mismo mapa

Por: Joanna Kelin/New York times/20-01-2017

Las cosas que compramos y consumimos pueden conllevar consecuencias mortales para la vida silvestre del planeta. Una serie de mapas muestra dónde se está ocasionando el mayor daño.

Daniel Moran, ecologista industrial de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega, junto con su colega Keiichiro Kanemoto de la Universidad Shinshu en Japón, elaboró estos mapas para un artículo publicado el 4 de enero en la revista Nature Ecology & Evolution, con el objetivo de ilustrar el impacto de lo que llaman huella de la biodiversidad.

Moran considera que esta idea es un primer paso hacia la creación de herramientas que permitirán algún día a las naciones regular la biodiversidad mediante tratados comerciales, como ahora ocurre con las emisiones de carbón.

Sin duda nos gustan las cosas; sin embargo, el origen insostenible de estas cosas ha estado dañando la biodiversidad del planeta. Hasta ahora se sabe que mil animales han pasado a ser extintos durante los últimos 500 años, sobre todo debido a la destrucción de su hábitat. Las estimaciones varían, pero actualmente la velocidad de extinción es entre cien y mil veces mayor que la que había cuando no existían los humanos, explican los científicos.

Para visualizar la conexión entre el comercio internacional y su impacto ecológico, estos mapas conectan las cadenas de suministros de los bienes de consumo comercializados en 187 países con la presencia geográfica de 6803 animales clasificados como vulnerables, en peligro de extinción o en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y BirdLife International.

Se analizaron 166 amenazas originadas por la actividad humana que afectan a cada uno de estos animales, y se les dio seguimiento hasta llegar al destino último de los bienes de consumo que resultaban de dicha actividad.

Las regiones con mayor impacto fueron Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. La Unión Europea y Estados Unidos representan amenazas especialmente importantes para la vida marina en el sureste asiático.

En las áreas que están bajo mayor amenaza, la abundante biodiversidad coincide con una gran actividad económica. En lo general, esto deja fuera a Estados Unidos y Europa, pues la biodiversidad en estas regiones ya se encuentra muy mermada por el impacto de las poblaciones humanas.

Para ayudar a mitigar el daño, Moran sugiere que los consumidores exijan bienes originarios de fuentes más sustentables, con un etiquetado apropiado. La mayor parte del impacto viene de los productos alimenticios y textiles, como aceite de palma, café y té producidos de manera poco sustentable, así como el papel, la madera y el algodón.

No obstante, el mapa tiene sus limitaciones, pues no sigue la pista de la concentración de amenazas sobre alguna especie en particular en relación con algún sitio de producción específico.

Fuente: http://www.nytimes.com/es/2017/01/17/el-impacto-de-lo-que-consumimos-y-las-especies-en-peligro-de-extincion-en-un-mismo-mapa/?em_pos=small&emc=edit_bn_20170117&nl=boletin&nl_art=2&nlid=45810960&ref=headline&te=1

*Información de la imagen: Un mapa que muestra el impacto en la biodiversidad de la actividad comercial mundial. El morado indica las áreas donde las especies terrestres están en peligro de extinción, y el azul, donde peligra la vida silvestre marina. Cuanto más oscura es el área, más grave es la amenaza. Credit Daniel Moran y Keiichiro Kanemoto

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Energía geotérmica, una buena alternativa con menor impacto ambiental

Por: EcoPortal/20-01-2017

La fuente alternativa para producir calor (o frío) es la energía geotérmica, proveniente del interior de la tierra. Por el momento su uso no es intensivo porque no todas las áreas del mundo tienen un recurso geotérmico, sin embargo donde es posible aplicarse un buen sistema de explotación, este puede contribuir a disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, que no son renovables.

Esta fuente de energía se usa desde tiempos muy antiguos y se produce a partir del calor que se acumula en el interior de la tierra, donde la temperatura aumenta en proporción a la profundidad.

La energía geotérmica se puede extraer de rocas, o bien de capas freáticas donde se calienta el agua y emerge a la superficie, a veces en forma de vapor, como es el caso de los géiseres.

Una ventaja de este tipo de energía es que los residuos que produce son pocos y su impacto ambiental es menor que el originado por el petróleo y el carbón, es decir que la emisión de CO2 es baja.

Se usó por primera vez en energía eléctrica en 1904 en Larderello, Italia. Actualmente, en el mundo el uso de este tipo de energía asciende a 8000 NW, siendo Estados Unidos el país que más energía genera (2,700 NW).

Formas de utilizar la energía geotérmica

Los llamados baños termales, muy conocidos en diferentes partes del mundo, aprovechan los yacimientos de agua muy caliente.

En las zonas activas de la corteza terrestre, existe energía geotérmica con una temperatura de entre 150 y 400 °C, que mediante el uso de turbinas puede generar electricidad.

Las pequeñas centrales eléctricas, o el uso de calefacción en sistemas urbanos de reparto, utilizan energía geotérmica de temperaturas medias entre 70 y 150 °C.

Para usos domésticos o agrícolas o la climatización geotérmica o en cuencas sedimentarias o sistemas de calefacción urbana y rural, se usa energía térmica de baja temperatura, generalmente con fluidos ente 20 y 70 °C.

La implementación de un sistema geotérmico es económico, no requiere la construcción de represas caras o desforestar los bosques, y los recursos de este tipo aún son abundantes en la tierra, por lo que puede conseguirse a precios razonables.

Una forma ventajosa de usar la energía geotérmica es a través de la climatización geotérmica, tanto en refrigeración como en calefacción de lugares tales como hospitales, edificios de oficinas, bloques de viviendas, hoteles, etc. El sitio especializado Energía Geotérmica explica que se emplea la técnica de colectores, que se entierran en el subsuelo por donde circula agua, a la que se le agrega glicol. En épocas de verano este sistema transfiere el calor excedente al subsuelo, en cambio en invierno se extrae el calor del suelo para calentar el ambiente de la edificación.

Existen yacimientos de vapor de agua, donde la energía geotérmica es mejor aprovechada pero tiene la desventaja que es más complicado y costoso reinyectar el agua, por consiguiente hay una probabilidad de agotamiento y contaminación de la atmósfera de ciertos gases que acompañan al vapor.

En muchos lugares donde afloran las aguas calientes se detecta un olor a huevo podrido, que es por la emisión de ácido sulfhídrico que puede ser letal en grandes cantidades. Se agrega la desventaja de contaminar aguas adyacentes con sustancias como arsénico, amoniaco, etc.

En el caso de los géiseres, para poder crear un campo geotérmico, se requieren ciertas condiciones como rocas impermeables, suelo fracturado, fuente de calor magnánimo -de 500 a 600 °C-, y además para explotarlo se necesitan perforaciones semejantes a extracciones de petróleo.

Ecoportal.net

La Gran Epoca

http://www.lagranepoca.com/

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