China elimina clases y amplía horario de juegos en guarderías

Asia/China/19 Julio 2018/Fuente: Prensa Latina

China avanza hoy en su empeño de aliviar la sobrecarga educativa en los niños, al prohibir la impartición de clases de matemáticas e idiomas, y ampliar el horario de juegos en las guarderías infantiles.
Una directriz del Ministerio de Educación especifica que la medida regirá desde el próximo curso escolar y busca prevenir la enseñanza forzosa de materias del nivel primario a los preescolares.

Los kindergardens -como también se les conoce- tampoco podrán hacer ningún tipo de exámenes y la disposición también es extensiva para las instituciones docentes privadas.

‘El juego será la actividad fundamental de las guarderías y los niños deben ser admitidos en las escuelas primarias de sus zonas de residencia sin presentar ningún tipo de referencia sobre los conocimientos académicos’, remarcó el Ministerio.

Dicho despacho dio de plazo hasta finales de agosto para que las autoridades locales definan acciones contra la violación de las nuevas normas.

Los planes deben contemplar la apertura de líneas telefónicas y correos electrónicos para recibir denuncias del público.

Además, el Ministerio se planteó que al término de este año todas las guarderías, primarias y centros privados deberán corregir prácticas inapropiadas en la preparación integral de los menores.

Todas esas iniciativas se enmarcan en un proceso que pretende hacia 2020 darle un vuelco radical al sistema educativo de China, donde existe una creciente polémica por la sobrecarga en los pequeños camino a los estudios superiores.

Diversas encuestas revelan que casi la mitad de la población infantil no tiene espacio para jugar ni hacer relaciones interpersonales por el exceso de las tareas -especialmente de matemáticas-, y las clases privadas adicionales.

Las investigaciones también coinciden en las afectaciones al horario de sueño y la frustración en gran parte de los niños, así como en las crecientes presiones que enfrentan padres e hijos debido a la competencia en la sociedad por los mejores puestos.

También señalan el peso en la economía familiar, pues implica la inversión de hasta tres mil yuanes mensuales (unos 475 dólares) en lecciones extras de idioma, música o deporte desde edades muy tempranas.

Los planes del Gobierno en el sector educativo son necesarios frente a las tendencias marcadas por las nuevas generaciones, para liberarse de las tensiones que generan la búsqueda de un futuro brillante.

Esas actitudes incluso se reflejan en la cuestión matrimonial y demográfica, pues la mayoría de los jóvenes chinos prefieren casarse y engendrar hijos a edades más tardías, después de vivir experiencias y tener solvencia propia.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=195723&SEO=china-elimina-clases-y-amplia-horario-de-juegos-en-guarderias
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Aprender o jugar

Carlos Magro

Empecemos con algunas preguntas. ¿Son compatibles el juego y el aprendizaje? ¿Es posible generar aprendizajes profundos y permanentes desde el juego, el aprendizaje basado en juegos y la gamificación? ¿Es posible aprender jugando? O se trata de un oxímoron educativo, de una “contradictio in terminis” como dirían los clásicos. Una pregunta entre absurda e incómoda que nos obliga a mirar para otro lado.

¿Es el aprendizaje un plato que se debe comer frío? ¿Es aprender ante todo una cuestión de repetir, reproducir y replicar? ¿Y educar transmitir e inculcar un saber objetivo? ¿Es aprender una cuestión solo de adquirir conocimientos abstractos y formales? ¿Debemos evitar que nuestros alumnos comentan errores y si los hacen hay que erradicarlos lo antes posible? (Juan Ignacio Pozo. Aprender en tiempos revueltos. 2016)

¿Estimulamos a nuestros alumnos a discutir lo que les interesa? ¿A que evalúen sus propias soluciones? ¿A que colaboren entre ellos? ¿Les escuchamos con atención? ¿Les enseñamos lo importante que es cometer errores? ¿Les estimulamos a someter a prueba y a cuestionar lo que ellos mismos y otras personas dan por sentado? ¿Les enseñamos que el juego es valioso? ¿Potenciamos sus capacidades de juego mental: la fantasía, la imaginación y la producción de imágenes? (Guy Claxton. Vivir y aprender. Psicología del desarrollo y del cambio en la vida cotidiana. Capítulo 9: Enseñar. 1987).

¿Ayudamos a nuestros alumnos a que sean aprendices autónomos, a aprender a aprender? ¿Estamos preparando a nuestros alumnos a prueba de futuro? (Cristóbal Cobo. La innovación pendiente. 2016).

¿Qué tenemos hoy?

Un modelo de enseñanza muy rígido, excesivamente aislado del entorno, basado casi siempre en la transmisión de unos contenidos establecidos y con un curriculum inabarcable y demasiado definido.

Un sistema que no responde bien a las necesidades de la sociedad de hoy. Un sistema que piensa que enseñar es suministrar materias primas por un extremo y recoger productos finales por el otro. Un sistema que separa: la razón y la emoción; el cuerpo y la mente; la teoría y la práctica. Que hace “caso omiso de las necesidades de tiempo y de juego, creando, en consecuencia, seres que sólo pueden aprender de modo rutinario“. (Guy Claxton)

Un modelo que provoca, en muchos casos, desmotivación. A pesar de saber, como sostiene Ian Gilbert, que el problema reside en la mayoría de las ocasiones en nuestro empeño por que los alumnos hagan cosas que nosotros, como adultos, deseamos y cuando nosotros las deseamos.

Y que nos lleva a tener que abordar el problema habitual, crónico dice Juan Ignacio Pozo, de la motivación, o más bien de “la falta de motivación para aprender en contextos formales una vez vaciado de toda emoción, una vez eviscerado el aprendizaje, se necesita promover el esfuerzo de aprender y para ello se asocian los resultados del aprendizaje con ciertas consecuencias con contenido emocional para el aprendiz, que son sin embargo ajenas al propio acto de aprender“. (Juan Ignacio Pozo. Aprender en tiempos revueltos. p. 204).

Y a una necesidad cada vez más urgente de cambio educativo. “Debemos cambiar la forma de educar”, decía el tecnólogo educativo Alan Kay ya en 1972. “Ir más allá de la educación tradicional basada en la transmisión de datos y hechos para animar a los niños a observar el comportamiento del mundo real por ellos mismos.” Debemos asumir que enseñar es una actividad subversiva (Neil Postman & Charles Weingartner, 1969). Y que la enseñanza, por sí sola, no produce aprendizaje. Que “no se aprende nada que no esté relacionado, aunque sea de modo muy lejano, con la satisfacción de una necesidad o un deseo o con la evitación de una amenaza…El aprendizaje es la búsqueda de una respuesta para una pregunta que nos interesa.” (Guy Claxton).

Aprender hoy es participar de manera activa en el propio proceso de aprendizaje. “El aprendizaje no es solo una cuestión transmitir información. No se trata de verter información en la cabeza de nuestros alumnos. Al contrario, aprender es un proceso activo. Construimos nuestro entendimiento del mundo mediante la exploración activa, la experimentación, la discusión y la reflexión. En breve: no adquirimos ideas. Las construimos.” (Mitchel Resnick. Rethinking Learning in the Digital Age). “El aprendizaje no está limitado por la falta de información, sino por la capacidad de convertirla en conocimiento” (Julio Carabaña. Las escuelas del futuro. 2012). Aprender hoy es ir más allá de las 3Rs e incorporar las 3 Xs: eXploration, eXpression, eXchange. Es explorar, expresar, intercambiar. Es pensar, hacer, comunicar. Aprender hoy implica revisar formas de hacer, de pensar y de comunicar (Neus Sanmartí. Trabajo por proyecto. ¿filosofía o metodología?. Cuadernos de pedagogía nº472. Noviembre 2016)

Aprendemos haciéndonos preguntas y buscando respuestas. Aprendemos equivocándonos. Aprendemos si el contenido se nos presenta de una manera organizada en relación con nuestras experiencias y aprendizajes previos. Si responde a nuestros intereses, necesidades o problemas. Aprendemos si estamos suficientemente motivados. O como decía Maria Montessori: “Para que los estudiantes se involucren más en el aprendizaje, su curiosidad e intereses deben ser abordados.”

No hay aprendizaje sin emoción. Todo aprendizaje es emocionante en sí mismo. ¡Necesitamos, por tanto, recuperar la emoción!

¿Qué es el juego?

Cultura, criterio, diversión, reto, igualdad, experimentación, comprensión, sociabilidad, conocimiento, libertad…

El juego es un mecanismo natural que despierta la curiosidad. Es placentero y nos permite adquirir capacidades imprescindibles para desenvolvernos mejor en el mundo que nos rodea. El juego, por su propia definición, no tiene ninguna otra finalidad que la alegría y el propio placer de jugar. “El impulso lúdico inicia el interés por lo desconocido, despierta la alegría de aprender, motiva al cerebro para comprender e imaginar.” (Raimundo Dinello. Lúdica y sociedad que re-creamos). “El juego es un invento poderoso de la naturaleza… El instrumento del juego, combinación de curiosidad y placer, es el arma más poderosa del aprendizaje” (Francisco Mora. Neuroeducación. 2013). Somos juego, somos hombres en tanto que jugamos, como diría más de uno al hilo de la conocida afirmación del poeta Schiller: “El hombre juega sólo cuando es hombre…Sólo cuando juega es plenamente hombre.”  (Friedrich Schiller. Cartas sobre la educación estética del hombre. p. 110)

¿Qué sucede cuando jugamos?

El juego es una actividad generadora de placer que no se realiza con una finalidad exterior a ella, sino por sí misma.

El juego activa el llamado sistema de recompensa cerebral asociado a la dopamina que despierta nuestra motivación intrínseca y que, en definitiva, nos permite aprender. El aumento de la dopamina ayuda al aprendizaje porque ante la satisfacción de una respuesta correcta, se refuerza la memorización de la información de la respuesta correcta o del modo en cómo se ha solucionado un problema. El juego aumenta la motivación, la memoria y la atención.

Cuando se producen emociones positivas se activa el hipocampo y ello posibilita que los participantes puedan memorizar más, lo que sugiere la necesidad de generar en el aula climas emocionales positivos y seguros en los que se asume con naturalidad el error, se proporcionen retos adecuados, se fomente la participación y el aprendizaje activo. La ciencia nos dice que más que dejar de lado o suprimir las emociones, lo más eficaz para el aprendizaje es incorporarlas para construir el conocimiento cognitivo.

¿Qué han dicho los pedagogos y los psicólogos sobre el juego?

Para Piaget es la forma de pensar del niño. “Jugar es una forma de que los niños participen activamente en el mundo que les rodea a través de la práctica simbólica.” (Jean Piaget. The language and thought of the child. 1959).

Para Jerome Bruner es la primera aproximación a la comunicación en la infancia. Para Vigotsky las actividades lúdicas deben cumplir dos fines, el aprendizaje, y, como no podía ser de otra manera, el reforzamiento de las relaciones entre los alumnos y su entorno.

¿Cómo podemos poner el juego al servicio del aprendizaje?

El juego promueve el aprendizaje en acción, los procesos cognitivos superiores, el desarrollo de habilidades y capacidades, la movilización de recursos internos y el trabajo en equipo. Si trabajamos con juegos cooperativos y no competitivos permite que los alumnos desarrollen la empatía y la tolerancia, facilita la socialización y fomenta el apoyo mutuo y las relaciones en términos de igualdad.

Siempre hemos aprendido jugando. El juego y el aprendizaje siempre han estado unidos. Los que no siempre han ido de la mano son el juego y la educación y menos aún el juego y la escuela. No es lo mismo la educación que la escolarización, como no es lo mismo el aprendizaje que la educación, nos ha recordado Mariano Fernández Enguita en la Educación en la encrucijada.

Tradicionalemente el aprendizaje y la educación se encontraban distribuidos entre las actividades cotidianas con la familia, los amigos, en el pueblo. “El surgimiento de la escuela supuso una ruptura radical al especificar en alto grado en qué espacio aprender (centro, aula, pupitre), en qué tiempo (edad, calendario, horario, graduación y secuenciación), qué contenido (ordenación, planes, programas, libros de texto, lecciones), de qué manera (pedagogías, actividades, tareas), a cargo de quién (maestros, profesores, mentores…) y con qué resultados (exámenes, calificaciones, diplomas).” (Mariano Fernández Eguita. La Educación en la encrucijada. p. 111).

El proceso de institucionalización del aprendizaje excluyó lugares, seleccionó momentos, eliminó contenidos y privilegió una maneras de aprender en detrimento de otras, consideradas como no apropiadas. Es en ese proceso de escolarización del aprendizaje que dimos la espalda al juego. El juego salió de las aulas. Pero con el juego sacamos también cosas como la manipulación o la curiosidad. Al quitar el juego, como dice Juan Ignacio Pozo, vaciamos al aprendizaje en contextos formales de toda emoción. La pregunta que tenemos que hacernos, entonces, es ¿cómo podemos poner el juego al servicio del aprendizaje en contextos formales?. ¿Cómo podemos volver a introducir el juego en la escuela? (más allá de la educación infantil donde sí es una parte central del proceso de aprendizaje). ¿Cómo podemos poner el juego al servicio de la enseñanza?.

Fuente del articulo: https://carlosmagro.wordpress.com/2016/12/29/aprender-o-jugar/

Fuente de la imagen:https://carlosmagro.files.wordpress.com/2016/12/captura-de-pantalla-2016-12-29-15-45-00.png?w=610&h=45

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La Universidad de Cambridge busca un profesor de Lego

América del Norte/EEUU/20 de enero de 2017/Fuente: terra

La universidad británica de Cambridge, la segunda más antigua del mundo en inglés, ha iniciado la búsqueda de un profesor para que imparta clases de Lego, los pequeños bloques de plástico intercambiables.

«La facultad de Educación de la Universidad de Cambridge, que está entre las cinco mejores del mundo, busca nombrar un profesor en una vacante surgida tras una donación de la Fundación Lego», señala el anuncio, publicado en la página web de la Universidad.

«La generosa concesión de la Fundación Lego ha posibilitado la creación de un profesorado en Juegos en educación, desarrollo y aprendizaje», añade la nota.

La persona que sea finalmente contratada (el proceso cierra este viernes 20 de enero) deberá tener, según el anuncio, «mentalidad infantil» y «visión, liderazgo, experiencia y entusiasmo», y un salario de 83.981 libras al año (97.048 euros), similar al de otros profesores universitarios en Cambridge.

La Fundación Lego, aunque ha asegurado que no tendrá voz en la elección del candidato, ha donado 2,5 millones de libras (2,9 millones de euros) para el puesto, en el que se estudiará «la importancia de los juegos y de la jocosidad en la educación en el mundo».

«Estamos buscando a un académico que sea juguetón y bromista, curioso, abierto de mente, creativo e imaginativo: alguien que piense en formas nuevas de investigar y de trabajar en disciplinas diferentes», dijo Bo Stjerne Thomsen, director de investigación en la Fundación Lego, según recoge el diario «The Guardian».

Fundado en 1932, el fabricante danés Lego, cuyo nombre proviene de las palabras danesas «Leg godt» (jugar bien), es famoso por sus juguetes creados con piezas de plástico de colores interconectables, con los que pretende promover el aprendizaje creativo y el desarrollo infantil, según su página web.

Fuente: https://noticias.terra.com/mundo/europa/la-universidad-de-cambridge-busca-un-profesor-de-lego,6ee023a55b825a45ee62a79f8eaccf660qnyqyak.html

Imagen:https://www.google.co.ve/searchq=un+profesor+de+Lego&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjXkdqkvc7RAhUFWCYKHSEgAyQQ_AUICCgB&biw=1920&bih=925#imgrc=KMIPJyqYzE7AMM%3A

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