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Nos EUA, europeus jamais realizariam trabalho que fazem os indocumentados nas construções

Por:  Ilka Oliva Corado

Tradução do Beatriz Cannabrava, Revista Diálogos do Sul

Não têm contrato, lhes dão trabalho só de palavra e lhes pagam o que o empregador quiser. São os que mais trabalham e os que menos dinheiro geram. São os latino-americanos que trabalham na construção nos Estados Unidos. Seus corpos são de meninos, de adolescentes recém desenvolvidos, a pele grudada nos ossos, de estatura baixa e até um pouco frágeis se olhamos bem.

Chegam em magotes para trabalhar nos tetos das casas em construção, como pontos finos se vêm à distância das alturas. Mas são inquebrantáveis os homenzinhos de lombo duro; quando menos esperam os demais deixam de estar de joelhos e se põe em pé.

Como os que colocam os carpetes no chão, metros e metros de carpetes. Estes homens que em sua maioria são indígenas saídos do campo latino-americano e trocaram o trabalho da terra pelo da construção pesada. Porque nos Estados Unidos ficou para trás a peneira, o cinzel, a colher e a espátula, entre a fumaceira da industrialização as ferramentas mudaram e os lombos dos migrantes indocumentados latino-americanos são os que carregam as grandes tábuas e os pacotes de telhas artificiais que adornam os tetos das casas quando o braço robótico da grua não alcança.

Os empregadores que podem ser estadunidenses, anglo-saxões, latinos com documentos, europeus, asiáticos ou negros endinheirados, jamais levantam o peso que carregam os lombos dos homenzinhos.  Em construção, os lombos fornidos dos trabalhadores europeus, galantes, bem nutridos jamais realizam o trabalham que fazem os indocumentados latino-americanos.

Entre o sol abrasador do meio dia se lhes vê trabalhando nas estradas em construção, nas temperaturas abaixo de zero no inverno, nos horários da madrugada, aí estão os homenzinhos latino-americanos fazendo o trabalho mais pesado porque a maquinaria, o braço robótico, a grua, o caminhão de carga, tudo isso é manejado pelo europeu, pelo anglo-saxão, pelo latino nascido no país; o latino migrante é o que se lança entre os esgotos para desentupi-los, é o que faz o sulco, o que tira a terra, o que carrega o balde cheio de cimento fresco. De estatura parecem meninos ao lado dos anglo-saxões e dos europeus, dos afro bem fornidos que jamais serão relegados ao trabalho do indocumentados.

Saíram do campo latino-americano para trepar nos tetos dos arranha-céus, para colar paredes de elevadores, para cortar lâminas de vidro, para carregar pedaços de árvores que adornam os jardins das mansões. Para meter-se até o pescoço nos esgotos das estradas, dos restaurantes e desentupir banheiros nos estádios. Pequenos, insignificantes em estatura nesse país de homens altos e fornidos. Eles como os povos originários deste país, têm a estatura milenar e a força e a resistência milenar, que parecem não cansar nunca porque nunca descansam, trabalham de segunda a domingo até três turnos.

Pelo trabalho que realizam poderiam ganhar o duplo ou o triplo do que ganham seus companheiros europeus ou afros, mas isso não acontece. E com regularidade o que mais se aproveita desse lombo curtido é o latino que já conseguiu ter seus documentos, ou o latino nascido no país que é prepotente igual ou pior do que o que já tem documentos. E não digamos se é originário do mesmo país, do mesmo departamento ou do mesmo povoado. E se é família esse lombo se descasca com sal e limão e esse espírito é humilhado até que perca totalmente as esperanças.

Mas são inquebrantáveis os homenzinhos de lombo duro; quando menos esperam os demais deixam de estar de joelhos e se põe em pé, não importa se ficaram ajoelhados a metade de suas vidas, um dia conseguem levantar-se e caminham com a dignidade, fortaleza e resistência milenar de seus ancestrais.

Fonte: https://cronicasdeunainquilina.com

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México: Albergues de migrantes, a su suerte ante la pandemia

América del Norte/México/22-03-2020/Autor(es/as) : L. Ramos, E. Henríquez y R. Villalpando/Fuente: www.jornada.com.mx

Ninguna autoridad les ha indicado qué medidas tomar.

Albergues de migrantes en las fronteras norte y sur del país comenzaron a aplicar medidas para evitar la propagación del coronavirus Covid-19, como protocolos de prevención, cancelación de recepción de documentos, así como dotación de equipo para detectar casos sospechosos y entrega de productos de higiene para hacer frente a la contingencia.

Encargados de algunos de los refugios afirmaron que ningún representante del gobierno federal les ha dado indicaciones sobre cómo actuar ante la pandemia con población migrante y refugiada, y que tampoco existe información internacional sobre el tratamiento que se debe dar a personas desplazadas en medio de una pandemia.

Ante la emergencia internacional a causa de la propagación del Covid-19, la Casa del Migrante de Saltillo, en Coahuila, creó el primer protocolo de prevención para el nuevo coronavirus, dada la alta movilidad de personas provenientes de varios países en esa estancia.

Alberto Xicoténcatl Carrasco, director del recinto, informó que el documento fue elaborado luego de hacer diversas consultas con organizaciones de la sociedad civil que trabajan con migrantes y refugiados en el sur, centro y norte de México. Señaló que ningún funcionario federal se ha comunicado para advertir qué medidas y acciones deben aplicarse en albergues.

Según datos oficiales de personas infectadas, se puede establecer que las personas migrantes de Centroamérica no son, hasta ahora, potenciales portadores del virus.

Sin embargo, la repatriación hacia México de indocumentados que intentan ingresar a territorio estadunidense coloca a la población en riesgo de contagio, sobre todo en las ciudades cercanas a aeropuertos, industrias y polos económicos donde se efectúan viajes internacionales.

Otro factor a considerar ante esta pandemia es la cercanía con Nuevo León, estado con alto ingreso de personas de otros países y con mucha movilidad hacia Saltillo, capital de Coahuila.

Aunadas a las medidas de higiene que implementarán en la Casa del Migrante, bajo la supervisión de la Jurisdicción Sanitaria 8, se llevará a cabo un registro sintomático de todas las personas refugiadas para identificar posibles casos de infección por Covid-19.

Además, las personas que tengan que ir a firmar cada semana al Instituto Nacional de Migración serán trasladadas por conductores y regresados al refugio para evitar el uso de transporte público.

Xicoténcatl Carrasco dijo que dicho documento se irá actualizando de acuerdo con las recomendaciones de la autoridad y a la prevalencia del Covid-19.

En tanto, como medida para prevenir posibles contagios del coronavirus, los albergues para migrantes Belén y Jesús El Buen Pastor, ubicados en Tapachula, Chiapas, informaron que suspendieron la recepción de indocumentados a sus instalaciones.

Puntualizaron que mientras pasa la emergencia, mantendrán la atención a los indocumentados que ya se encuentran en los refugios.

El sacerdote César Cañaveral Pérez, director del albergue diocesano Belén, dio a conocer que los servicios de recepción de migrantes o solicitantes queda suspendido en lo que termina la emergencia.

Precisó que únicamente se atenderá a las alrededor de 350 personas que están en el refugio. Representantes de la casa Jesús El Buen Pastor, que dirige Olga Sánchez Martínez, también decidieron interrumpir el ingreso de migrantes; el miércoles se instalaron dos centroamericanos.

No se permitirá el ingreso de más indocumentados, pero serán atendidos unos 500, la mayoría hondureños, alojados en sus instalaciones..

Mientras, en una reunión del comité técnico para atender el problema del Covid-19 en Ciudad Juárez, Chihuahua, las autoridades determinaron dotar a los 17 albergues de migrantes que hay en esa localidad de termómetros infrarrojos para detectar casos sospechosos.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/03/20/estados/025n1est
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Sobre el lomo del indocumentado

Por: Ilka Oliva Corado

De cuando en cuando voy a comprar a una panadería de dueños árabes que venden pan mexicano y tienen empleados mexicanos. Nadie se imaginaría que esos árabes comen gracias a los latinos indocumentados que viven en los edificios del poblado. Llegan en sus Mercedes Benz de lujo y se estacionan atrás para que los clientes no los vean entrar. Ninguno de ellos se acerca al mostrador, la cara la dan los empleados mexicanos.

La mayoría de los millonarios que viven en los suburbios del norte de la ciudad tienen sus negocios en los barrios populares donde viven los indocumentados latinoamericanos: bufetes de abogados, clínicas médicas, tiendas. Y estos millonarios no son precisamente anglosajones.

Entre ellos hay afro descendientes, arrogantes y explotadores que estoy segura que de tener oportunidad estos mismos afro descendientes actuarían de igual o peor manera contra los latinos indocumentados como lo hicieron contra sus antepasados esclavizados los caucásicos: les reventarían la espalda a latigazos y los esclavizarían. Asiáticos que tienen restaurantes en la ciudad, donde tienen empleados latinos en la cocina y en el mantenimiento; latinos indocumentados porque a ellos se les paga menos, casi una nada y hacen el triple de trabajo.

Hindúes que saben muy bien cómo tratar con la punta del zapato al indocumentado latinoamericano, porque saben que es el mejor lomo de carga y lo buscan porque es el que más resiste el trabajo y el que recibe lo que le den de pago sin mencionar palabra. Hindúes que en India y su sistema de castas eran parias o dalits, aquí se convierten en los peores explotadores de quienes por no tener documentos y no hablar inglés tienen que decir sí agachando la cabeza.

Europeos no precisamente alemanes, franceses o ingleses, pero de países pequeños que pocos saben que existen en la faz de la tierra, que han llegado a Estados Unidos pidiendo asilo político, que en sus países nunca tuvieron más de un par de zapatos, que llegaron con una mano adelante y otra atrás; dieran cualquier cosa por partir las espaldas de los latinos indocumentados que tienen como trabajadores.

Y lo que duele tanto, al latinoamericano indocumentado lo explota hasta reventarlo el latinoamericano con documentos. Ahí están por supuesto los burgueses, los clase media que emigraron de Latinoamérica prácticamente con sus residencias en mano y que han vivido holgadamente con los dólares acaudalados por una u otra razón.

Pero también están ahí los que fueron indocumentados y llegaron a tener papeles; estos son lo más malditos, los más explotadores, los que saben dónde pegar para que no se note el golpe (los golpes bajos que dan al corazón y en el alma), los que saben que pueden trabajar a pan y agua. Los que saben de qué parte estira más el pellejo. El más abusivo, el más patán, el más presumido, el más estafador es el patrón que fue indocumentado.

Son cosas que como indocumentado no se puede ver de recién llegado al país, son cosas que se aprenden a conocer con los años: abriendo los ojos, observando, analizando, preguntándose. Sacando la cabeza de esa invisibilidad y estigma donde habitan los indocumentados y atreviéndose a respirar fuera de ahí, momentáneamente. La realidad del sistema de explotación tiene muchas vertientes, infinidad de rostros.

No es precisamente el anglosajón, el gringo, el caucásico el que trata mal a los indocumentados en este país. Se trata al final del día, de quién es inhumano sin importar de dónde haya venido, cuál sea su profesión u oficio, cuál sea su credo, su género. Hay personas buenas en todos lados y hay también en todos lados malditos. No se trata del país, no se trata de las fronteras se trata de la condición humana. De quien sin escrúpulo abusa a quien está abajo. A quien no puede defenderse por sí mismo. A quien el sistema ha invisibilizado para que se pudra sosteniendo en sus hombros la maldad de una humanidad que cada día se empeña más en autodestruirse.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252436

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Estados Unidos: Hace 38 años el DISD prohibía el ingreso de indocumentados, pero una escuela en East Dallas los recibió

Redacción: Al Día Dallas

De los archivos de The Dallas Morning News

Este lunes arrancaron las clases para 156,832 estudiantes del distrito escolar de Dallas. El 70% de los estudiantes son hispanos según datos del DISD y muchos de ellos son hijos de indocumentados.

Hace 38 años, sin embargo, a los estudiantes de origen mexicano se les exigía prueba de ciudadanía para poder recibir la educación en el distrito.

Alrededor de 100 niños pudieron empezar sus clases el 22 de enero de 1980 gracias a la escuela Proyecto Educación, un escuela albergada por East Dallas First Christian Church y que estaba específicamente creada para recibir a niños hijos de indocumentados en Dallas.

Marcello, un estudiante en la clase de  Caridad Nunez’en Proyecto Educacion en 1980. ARCHIVO DMN. 

 

La escuela era vital para la comunidad. En 1975 una ley estatal prohibió que los distritos escolares utilizaran fondos para educar niños cuyos padres no tengan ciudadanía o presencia legal en Estados Unidos.

Muchas escuelas directa o indirectamente negaron el ingreso a clases a estos niños. El DISD estableció un política que requería que niños “mexicoamericano den una prueba de ciudadanía o de residencia legal antes de inscribirse en las escuelas del distrito”.

Estas políticas, y una batalla legal que duró muchos años, significó que un gran grupo de niños en Dallas quedaron en un limbo educativo. Fue entonces cuando Proyecto Educación, un grupo apoyado por “35 grupos cívicos y religiosos” trataron de hacer algo al respecto.

Comenzar una escuela para niños que eran hijos de indocumentados presentaba además otros desafíos. Entre ellos, lograr que los padres vulnerables de estos niños confiaran en ellos.

René Martínez, uno de los miembros del comité dijo a The Dallas Morning News que “muchos extranjeros ilegales han tomado una actitud de espera para ver si sus identidades no serán difundidas a las autoridades migratorias, como Proyecto Educación se los ha prometido”.

Cuando finalmente abrió la escuela en enero, la escuela contó con 115 estudiantes y 130 más estaban en lista de espera en febrero.

Los organizadores de la escuela pensaban que los estudiantes podrían ingresar al distrito al año escolar siguiente, por lo que se enfocaron en preparar a los niños a que tuvieran éxito en el sistema público escolar. Dan More, un consultor y maestro, dijo a The News que la escuela aplicaba un sistema de inmersión en el inglés, para que aprendan el idioma y puedan navegar en una clase común”.

Al año siguiente, los hijos de indocumentados pudieron finalmente inscribirse en el distrito y en 1982 la Corte Suprema dictaminó que las leyes que prohiben el acceso a la educación son inconstitucionales.

Cerrar la escuela fue siempre parte del plan de Proyecto Educación. La administradora Celeste Guerrero destaco: “Queremos dar a estos niños una oportunidad en la educación que algunos nunca tuvieron, queremos prepararlos para la escuela pública. No queremos estar abiertos para siempre”.

Fuente: http://www.aldiadallas.com/2018/08/20/hace-38-anos-el-disd-prohibia-el-ingreso-de-indocumentados-pero-una-escuela-en-east-dallas-los-recibio/

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Estados Unidos: Uno de cada 8 niños en las escuelas de California tienen un padre indocumentado

Estados Unidos/27 abril 2017/Fuente: Telemundo

Los niños indocumentados, así como los niños ciudadanos estadounidenses con parientes indocumentados han experimentado una mayor ansiedad desde la inauguración de Donald Trump.

 Esto tiene posibles consecuencias en su capacidad de concentrarse en tareas escolares, la disposición de los padres a asistir a eventos escolares, o incluso para llevar a sus hijos a la escuela.

 VIDEO RELACIONADO: Pasos a seguir para ceder custodia de sus hijos en caso de deportación

 

Es una preocupación que afecta a aproximadamente 1 de cada 8 estudiantes en las escuelas de California que tienen al menos uno de los padres que es indocumentado, según un estudio de Education Trust-West.

 La organización con base en Oakland estima que 750,000 estudiantes en preK-12 escuelas en el estado tienen un padre indocumentado, de una matrícula total de 6.2 millones. Algunos de estos estudiantes pueden ser indocumentados ellos mismos, pero en gran medida la mayoría de los niños K-12 con padres indocumentados son ciudadanos estadounidenses.

 Según el reporte, sólo 240,000 niños entre 3 y 17 años de edad carecen de documentos.

Esto no incluyen la mayoría de los adolescentes y jóvenes adultos que han recibido protección temporal de deportación a través del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). En gran medida la mayoría de los 214,000 jóvenes beneficiados con este programa son de edad universitaria.

 El presidente Trump y otras personas en su administración han reiterado que los estudiantes indocumentados que han recibido alivio temporal de la deportación por el programa DACA pueden “estar tranquilos.”

 Otras cifras indican que el número de estudiantes de escuelas públicas con padres indocumentados podría ser incluso mayor que el revelado por Education Trust-West. Un informe emitido el mes pasado por el Center for American Progress, en colaboración con el centro de la Universidad del Sur de California para el estudio de la integración de los inmigrantes, estima que más de 1.9 millones de niños menores de 18 años de edad en California viven en un hogar con al menos un familiar indocumentado. (Estos cálculos se basan en cifras del Censo de Estados Unidos que se recopilaron a través de la encuesta sobre la comunidad estadounidense entre 2010 y 2014).

Casi el 70 por ciento (1.3 millones) de estos niños suelen ser de edad escolar (entre 5 y 17 años).

 Impacto

“Deportar a un miembro de la familia, especialmente a un padre, tiene efectos perjudiciales graves en niños”, indica el informe del Center for American Progress.

 “Además de la pérdida de un padre y la inmensurable seguridad que viene con tener una familia estable, la deportaciones a menudo dejan a los niños en el sistema de cuidado de crianza”, escribieron los autores del informe. “Padres, en muchas familias de inmigrantes, a menudo son los que ganan el pan y son los que más a menudo son detenidos o deportados. Las mudanzas por lo tanto resultan en un gran número de madres solteras a cargo de cuidar y proveer para la familia”.

 El informe también se refirió a investigaciones que demuestran que “cuando sus padres han sido deportados, los niños pasan a través de múltiples experiencias negativas: sufren de traumas psicológicos, especialmente cuando son testigos de la detención de los padres; su familia está separada; y son propensos a experimentar inseguridad de la vivienda y la inestabilidad económica”.

 Como estado, California ofrece una amplia gama de ayudas para los estudiantes indocumentados, pero sobre todo para los que asisten, o que deseen asistir, a la Universidad. Se trata de alumnos elegibles para becas de Cal Grants para cubrir los costos de matrícula, recibir exención de cuotas en los colegios comunitarios de California y tener acceso a asesoramiento y otros servicios en los centros de estudiantes indocumentados en todos los campus UC y algunos campus CSU y de colegios comunitarios.

 Pero hay muchos menos apoyos formales para niños indocumentados que asisten a las escuelas públicas de preK-12, o para ciudadanos estadounidenses hijos de padres indocumentados. Esto se debe en parte a que funcionarios escolares incluso no pueden saber esto. Los distritos escolares no están obligados a recopilar información sobre el estatus de inmigración de los estudiantes, según la Asociación de Administradores Escolares de California.

 De hecho, la Asociación de Juntas Escolares de California incita a no hacerlo.

“Cualquier pregunta puede violar la ley federal y poner la escuela en una posición de ser cuestionada por agentes federales sobre la divulgación de tal información”, escribió la Asociación en una guía legal emitida a principios de este año.

 Como resultado de la decisión de 1982 Plyler v. Doe en el Tribunal de Supremo de Estados Unidos, los niños indocumentados tienen el derecho constitucional a asistir a escuelas de Estados Unidos.

 En los últimos meses, un número creciente de distritos escolares se han declarado “refugios seguros” para los estudiantes inmigrantes o aprobado otras resoluciones para tranquilizar a los estudiantes inmigrantes. Pero hasta ahora solamente cerca de 60 distritos y oficinas de educación a nivel de condado, de más de 1,000 en todo el estado, han adoptado dichas resoluciones, según el Departamento de Educación de California.

 El Centro de Recursos de Legal para Inmigrantes con base en San Francisco, dice que las escuelas pueden hacer mucho para ayudar a niños y familias en las comunidades de inmigrantes frente a temores de inmigración. La organización dijo que las escuelas deben hacer todo lo posible para asegurar a los estudiantes y las familias que los niños indocumentados tienen derecho a asistir a las escuelas públicas, alentar a las familias para conocer sus derechos y opciones, organizar eventos de la comunidad en las escuelas y al mismo tiempo alentar a las familias a prepararse para lo peor.

 “Sin crear pánico, es importante que las familias inmigrantes se preparen para nuevas políticas de inmigración potencialmente ásperas”, aconseja el centro. “Deberían tener cuidado de los niños y un plan de emergencia si los padres caen bajo custodia de inmigración”.

Fuente:http://www.telemundo.com/noticias/2017/04/25/uno-de-cada-8-ninos-en-las-escuelas-de-california-tienen-un-padre-indocumentado

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EE.UU: Escuelas públicas de Chicago, lugar seguro para indocumentados

América del Norte/EE.UU/11 Diciembre 2016/Fuente: Perú /Autor: EFE

La Junta de Educación de Chicago (USA) declaró que las 652 escuelas públicas de la ciudad son un “lugar seguro”, donde los alumnos estarán libres de discriminación y acoso, sin importar su estatus migratorio.

Una resolución del distrito, donde el 40 % del alumnado es hispano, prohíbe la “discriminación ilegal o el acoso” de indocumentados, y asegura su acceso a los programas, servicios y actividades que ofrecen las escuelas públicas.

Las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) tienen 318.000 alumnos y son el tercer distrito escolar del país en tamaño, después de Los Ángeles y Nueva York.

La resolución no menciona el estatus de “santuario” de Chicago, donde la policía y otros empleados municipales tienen prohibido preguntar el estatus migratorio de las personas o amenazarlas con la deportación, entre otras tareas migratorias que no son obligatorias para autoridades locales.

Pero su aprobación estaría vinculada con una ordenanza reciente, que actualizó el santuario vigente desde hace 33 años, y a las declaraciones del alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, que prometió mantener la protección de los indocumentados y de los jóvenes beneficiados con el alivio migratorio de la Acción Diferida (DACA).

Después de la elección de Donald Trump como presidente del país, quien ha amenazado con deportaciones masivas de indocumentados, CPS reafirmó su compromiso con la “diversidad, tolerancia y ecuanimidad” en las escuelas públicas.

Tras un incidente en una escuela primaria del oeste de la ciudad, donde apareció una esvástica pintada en la puerta principal, el distrito dijo estar vigilante para asegurar un ambiente educativo seguro, “donde todos los alumnos se sientan valorados y respetados”.

Según el Southern Poverty Law Center, el 90 % de 10.000 educadores encuestados en todo el país indicó que el clima escolar fue afectado por el resultado de la elección de Trump, con niños temerosos de que sus padres inmigrantes puedan ser deportados.

Fuente de la noticia:  http://peru.com/mundo-latino/inmigracion/usa-escuelas-publicas-chicago-lugar-seguro-indocumentados-noticia-488272

Fuente de la imagen: http://cde.peru.com/ima/0/1/5/4/3/1543756/611×458/chicago.jpg

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Nos llegó el turno a los indocumentados (1)

Por: Ilka Oliva Corado

Las migraciones de centroamericanos hacia Estados Unidos iniciaron en la década del 80, desde que éste invadiera territorio centroamericano con la aplicación del Plan Cóndor y la agenda regional de las dictaduras a las que llamaron Conflicto Armando Interno y que en Guatemala dejó un Genocidio y la Tierra Arrasada.

En ese entonces miles se vieron obligados a salir de Centroamérica para salvar sus vidas y buscaron refugio en México y paradójicamente en Estados Unidos. No fue suficiente injerencia la del Plan Cóndor de aquellos años, que lo renovaron y en el 2004 le llamaron Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana. Algo que legalizó el ecocidio, la minería, la explotación de los recursos naturales y la embestida de las empresas transnacionales en la región. En síntesis el neoliberalismo se estableció en la región. Con esto los ricos se hicieron más ricos y los pobres más pobres. Y comenzó la persecución despiadada de periodistas, defensores de derechos humanos y del medio ambiente. El asesinato de Berta Cáceres lo evidencia en Honduras. Y la desaparición forzada de los 43 alumnos de Ayotzinapa en México.

Con México sucedió mucho antes, fue en 1992 cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, entre México, Estados Unidos y Canadá. Lo echaron a andar en 1994, mismo año en el que Bill Clinton inició la construcción del muro entre Estados Unidos y México. Fue en Nogales y en aquel entonces lo hicieron de colchonetas de aterrizaje usadas en las guerras de Vietnam y del Golfo. Desde ese entonces se habla de combatir el tráfico de drogas. El muro era para persuadir y que los migrantes se abstuvieran de cruzar la frontera porque solo les quedaba como opción el desierto y los miles de kilómetros sin agua donde era por seguro que morirían.

Miles de mexicanos se vieron obligados a migrar como única forma de subsistencia. En cifras oficiales de la Patrulla Fronteriza (pero sabemos que en realidad son muchos más) alrededor de 6,330 personas murieron en su intento por cruzar el desierto entre México y Estados Unidos, entre 1984 y 2014. Informa la organización humanitaria Colibrí Center for Human Rights, en Tucson, Arizona, que han desparecido alrededor de 2,500 en el desierto.

Demócratas y republicanos son la misma cosa cuando de política externa e indocumentados se trata, en el 2006 se aprobó la renovación del muro en la frontera y fue por una iniciativa que firmó Hillary Clinton y varios senadores demócratas, a la que se le llamó Ley Valla Segura (Secure Fence Act).

Y con esto también vino la Operación Contorno (Streamline Operation) que es el encarcelamiento masivo de indocumentados que atrapa la Patrulla Fronteriza y que cumplen sentencias de hasta 180 días en cárceles antes de deportarlos a sus países de origen. Esto después de los vejámenes que sufren en manos de los agentes de la Patrulla Fronteriza, que les roban el poco dinero que llevan y sus pertenencias. Abusos sexuales al por mayor a niños, niñas, adolescentes y mujeres; que quedan impunes.    Estas políticas de seguridad nacional han deshumanizado las migraciones y permiten que grupos anti inmigrantes se dirijan hacia el desierto con rifles automáticos y maten indocumentados en cacerías que festejan xenófobos extremistas.

Pero el Plan Cóndor se renueva cada década y, en el 2008 se crea el Plan Mérida que es un tratado de seguridad establecido entre Estados Unidos, México y Centroamérica. Al que le siguió en el 2014 el Plan Frontera Sur que militarizó desde la frontera sur de Estados Unidos hasta la frontera entre México y Guatemala, siguiéndolo el Plan Maya-Chortí que abarca Guatemala y Honduras. Para reforzarlo se creó en el triángulo norte de Centroamérica el Plan Alianza para la Prosperidad.

En aquel entonces lanzaron la bomba mediática de la crisis de niños centroamericanos que viajan solos, con ayuda de medios de comunicación como Telemundo, Univisión y CNN en Español: ninguno de estos se atrevió a evidenciar que no existía cierta crisis y que las migraciones de niños, niñas y adolescentes que viajaban sin compañía de un adulto llevan décadas. A lo que Hillary Clinton se pronunció diciendo que esos niños debían regresar a sus países de origen porque aquí no había lugar para ellos. ¿Cómo creerle su afán por la Reforma Migratoria en su planteamiento como candidata a la presidencia?

Con estos tratados se solapa que se criminalicen las migraciones forzadas y se autoriza   que los gobiernos de los países involucrados lucren con las vidas de los migrantes en tránsito: es ahí donde se han creado las grandes mafias y desde donde se dirigen los operativos anti inmigrantes. Debido a esto se incrementó la violencia en la que es palpable el tráfico de personas con fines de explotación sexual, trabajo forzado y tráfico de órganos. También las desapariciones forzadas y las fosas clandestinas: una modalidad de Genocidio en México.

En Suramérica la más afectada ha sido Colombia con el Plan Colombia que es un prototipo como los aplicados en México y Centroamérica, es por esa razón que desde su aplicación en 1999 el gobierno colombiano tiene licencia para “combatir” narcotraficantes como llaman a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Porque para ser sinceros, con los narcotraficantes negocia la DEA. Licencia que permite también la explotación minera, el paramilitarismo, los falsos positivos, las fosas clandestinas y el ecocidio. En todos esos tratados han tenido que ver las administraciones de Bill Clinton y George Bush hijo. ¿Ven cómo no son tan distintos los demócratas de los republicanos?

¿Qué sucedió con los otros países de Suramérica? Perú que firmó el Tratado de Libre Comercio Perú-Estados Unidos, en el 2006 e implementado en el 2009. Podremos ver que esto obligó también a que miles de peruanos migraran hacia Estados Unidos y Europa. Lo mismo que sucedió en Chile con el Tratado de Libre Comercio Chile-Estados Unidos, firmado en el 2003. En un marco general los tratados de libre comercio entre Estados Unidos y países latinoamericanos significan la aplicación renovada de un sistema neoliberal que inició con el derrocamiento de Salvador Allende en Chile y que arrasó con América Latina hace 40 años.

Pero, ¡momento! En el 2005 la dignidad latinoamericana fue defendida con conciencia y amor, y fueron Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Lula da Silva, presidentes de Venezuela, Argentina y Brasil los que en la IV Cumbre de las Américas en Mar de Plata, Argentina, le dijeron no al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Podremos ver cómo estos países se mantuvieron estables con los gobiernos progresistas que iniciaron con la Revolución Chavista y que a consecuencia del enojo y la impotencia de Estados Unidos por no poder comprar a estos presidentes, ha hecho que Obama por segundo año consecutivo firmara una Ley Ejecutiva contra Venezuela, que da la pauta a una invasión militar en cualquier instante. Y que fuera propulsor del Golpe de Estado a Dilma, en Brasil y que ahora busque acercar relaciones para firmar tratados con Argentina en el gobierno Macrista.

Es así como en gran escala podemos ver las razones claras de la migración forzada de latinoamericanos hacia Estados Unidos y por qué es mayor en unos países que en otros. Se debe a la agenda neoliberal de unos y la progresista de otros.

Audio, aquí. 

Fuente de información URL: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/11/15/nos-llego-el-turno-a-los-indocumentados-1/

Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.

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