El malestar se impone en universidades y centros de investigación estos días en Europa. El motivo: los presupuestos presentados el pasado mes de junio para el próximo programa marco de investigación e innovación de la Unión Europea, Horizonte Europa . La propuesta, que aún debe ser votada en el Parlamento europeo, supone invertir casi 100.000 millones de euros en R+D+i entre 2021 y 2027, una cifra que la comunidad científica califica de insuficiente y alerta que debe aumentarse hasta los 160.000 millones si no se quiere poner en peligro el sistema de ciencia de excelencia europeo. Asimismo, reclaman más transparencia en la distribución de la financiación y que se apueste por la investigación básica.
La propuesta recientemente presentada supone un ligero aumento respecto al actual programa marco Horizonte 2020: de los 70.000 millones de euros actuales se pasaría a 100.000 millones. No obstante, las asociaciones universitarias y centros de investigación consideran que al menos hacen falta 160.000 millones de euros “para llevar a cabo este ambicioso programa”.
“La actual propuesta de 100.000 millones es un buen esfuerzo tal y como está la situación política actual, con temas sobre la mesa como el Brexit o las preocupaciones en materia de seguridad, pero no es suficiente”, asegura Marta Agostinho, coordinadora de la Alianza de centros de investigación biomédica de excelencia en Europa EU-LIFE.
“Si no hacemos un esfuerzo para aumentar el presupuesto global de Horizonte Europa hasta alcanzar los 160.000 millones, el potencial de investigación e innovación de la Unión Europea estará en riesgo”, alerta.
El presupuesto es la primera gran preocupación de la comunidad científica, pero también su distribución, puesto que consideran que se destinan a la investigación aplicada descuidando la investigación básica.
“Si no hacemos un esfuerzo para aumentar el presupuesto global de Horizonte Europa hasta alcanzar los 160.000 millones, el potencial de investigación e innovación de la Unión Europea estará en riesgo”
“Nos preocupa que, sobre todo, aumentan las partidas destinadas a innovación para ayudar a lanzar proyectos empresariales que hipotéticamente tienen un mayor impacto, y se relega la investigación básica. Además, no están claros los procedimientos, a quién irán destinados esos recursos, porque difícilmente llegarán a universidades o centros de investigación”, lamenta Domènec Espriu, vicerrector de investigación de la Universitat de Barcelona, que reclama que “se reparta el presupuesto de manera clara, sin subvenciones encubiertas a la industria”.
De hecho, la financiación de la ciencia básica es una de las principales preocupaciones de la comunidad científica europea, que considera que el mayor valor a largo plazo procede de la investigación de excelencia que no tiene una aplicación directa.
“Si no hay inversión en ciencia básica, a corto plazo la inversión en ciencia aplicada puede funcionar, pero a largo plazo no. No se pueden financiar solo investigaciones para tratar enfermedades, también hay que entenderlas, porque si no en poco tiempo no habrá nada novedoso que pueda ayudar a curarlas”, afirma Luis Serrano, director del Centre de Regulació Genòmica (CRG) de Barcelona.
El nuevo programa marco, que debe ponerse en marcha en enero de 2021, está centrado en tres pilares: I Ciencia abierta, II Retos globales y competitividad industrial, y III Innovación abierta. Estos tres pilares se sustentarán en un IV pilar de consolidación de los objetivos de la llamada área de investigación europea (ERA).
“Conlleva más tiempo, probablemente también más riesgo, pero proporciona mayores beneficios económicos y sociales en términos de salud, de medio ambiente, de una mejor sociedad en definitiva”, defiende Agostinho, que remacha que “los actuales niveles de inversión son demasiado bajos ya de por sí en Europa para poder aprovechar su investigación de excelencia”.
En este sentido, la comunidad científica pone como ejemplo los dos programas considerados “la joya de la corona” de la Unión Europea, como son el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés) y el Marie Curie. Ambos reconocen a investigadores brillantes y financian su investigación de excelencia, pero tienen tasas de éxito muy bajas.
La ciencia básica conlleva más tiempo, probablemente también más riesgo, pero proporciona mayores beneficios económicos y sociales en términos de salud, de medio ambiente, de una mejor sociedad en definitiva.
“Las tasas de éxito de las becas del ERC son tan bajas que muchos proyectos brillantes con un enorme potencial se acaban abandonando por falta de financiación. Y esa situación va a continuar con la actual propuesta”, advierte Agostinho. “La inversión en ciencia de excelencia se tiene que doblar en comparación con el actual Horizonte 2020. Si no, ese talento se irá a otros lados donde sí le permitan seguir con su investigación de excelencia, como a Estados Unidos o a China”, apostilla.
La propuesta de presupuesto aún tiene que pasar por el Parlamento Europeo, donde tendrá que ser aprobada. Y los científicos temen que allí sufra un recorte que “haga que nos quedemos como estamos o incluso peor”, en palabras de Espriu. Algunos, como Serrano, se muestran no obstantes optimistas: “Con el SOMMa [La Alianza de Centros Severo Ochoa y Unidades María de Maeztu] logramos cambiar dos leyes en el Parlamento a base de trabajar con los políticos, que a veces toman decisiones sin discutir con los actores implicados, sin saber el impacto de la investigación, los números”.
Por último, la comunidad científica lanza otro llamamiento a los Estados miembro, a los que reclama compromiso. En teoría, deben invertir el 3% de su producto interior bruto en I+D+i, pero si se revisan las cifras de 2015 solo tres estados estaban cumpliendo ese compromiso de inversión. Muchos están por debajo del 2% e incluso del 1%. “Hay que tomar responsabilidad como estados e invertir a nivel estatal. Horizonte Europa no debe substituir la inversión en los sistemas nacionales de investigación, sino que debe ser complementario”.
“Hay que tomar responsabilidad como estados e invertir a nivel estatal. Horizonte Europa no debe substituir la inversión en los sistemas nacionales de investigación, sino que debe ser complementario”
Fuente: https://www.lavanguardia.com/ciencia/20180711/45820533712/universidades-centros-investigacion-presupuesto-horizonte-europa-insuficiente.html