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La Universidad y la innovación

Se suele entender por innovación a una nue­va idea, o dispositivo, o método, que se diferencie de lo normal, de lo que se está empleando o haya prevalecido anteriormente. La fraseología al uso en las políticas acerca de la ciencia y la tecnología adiciona muy frecuentemente este término.

De hecho, los países de mayor éxito económico promueven la tríada ciencia, tecnología e innovación de forma sistémica en las políticas nacionales. Son tres actividades que aparecen jun­tas aunque son diferentes y con importantes interdependencias. Cada una merece su propio tratamiento y promoción. La innovación es in­trínseca al desarrollo de la humanidad y a su bienestar.

Por ejemplo, la Revolución Cubana fue una innovación monumental en nuestra sociedad. Los focos de diodos emisores de luz, conocidos como “LED”, también lo son, pero en la tecnología. La informatización es una revolución in­novadora en el tratamiento de la información y el conocimiento humano.

Aunque se puede innovar para bien, en y con cualquier actividad, la que es producto del saber o de la ingeniosidad suele ser la que más valor produce en la economía moderna. Esto es porque ocupa posiciones exclusivas en las ne­cesidades sociales o en el mercado.

Si el valor producido va a parar a minorías que poseen los medios fundamentales de producción, la innovación se convierte en un instrumento de desigualdad e injusticia. Pero si la in­novación es propiedad de toda la sociedad se re­vierte inevitablemente en una mayor felicidad para la vida de todos, sin exclusiones. Así debe ocurrir en un verdadero socialismo.

La universidad de hoy, como sistema, es ne­cesariamente la más importante institución del saber y de innovación en las sociedades funcionales. Esto ocurre porque una universidad concebida convenientemente debe agrupar de for­ma interactiva a una parte importante de la ju­ven­tud más hábil en el conocimiento y a mu­chos de los más sabios especialistas de un país. Dicha combinación genera un potencial perfecto para las ideas innovadoras y el desarrollo so­cioeco­nómico, si es adecuadamente gestionada.

Afortunadamente los principios fundacionales de la universidad cubana después de 1959 se concibieron desde una visión progresista avanzada. Estuvo inspirada en los sueños y postulados del manifiesto de Córdoba, Argen­tina, en 1918, y en las ideas de la ciencia en la política que Fidel esgrimió desde los tiempos iniciales del gobierno revolucionario. La ciencia y la tecno­logía ocuparon por vez primera en­tonces entre nosotros el papel principista que les corresponde.

Podría considerarse que el resultado principal ha sido su decisiva contribución a la sociedad más alfabetizada y culta que disfrutamos hoy con más de un millón de graduados, aun con las insatisfacciones que también experi­men­­tamos.

Las universidades cubanas producen más de la mitad de los premios nacionales anuales de la Academia de Ciencias de Cuba en conjunto y en casi todas las ramas del saber. Pero la in­mensa mayoría de los resultados aplicables premiados no se está utilizando y no fueron so­licitados por o acordados con empresas nacionales.

Muchos factores internos favorecen que bue­na parte de nuestras inversiones tecnológicas innovadoras siguen siendo esencialmente im­portadas, incluyendo sus proyectos y asistencia técnica. La tecnología desarrollada por los calificados ingenieros cubanos en Cuba po­dría tener un espacio mucho mayor.

No es un secreto para nadie que un grupo de las inteligencias que hemos cultivado hoy producen sus riquezas de saber fuera de nuestra Patria o en otras actividades ajenas a sus potencialidades de conocimientos. Precisamente por ello se requiere buscar fórmulas efectivas que fa­vo­­re­zcan la permanencia al servicio de todo el pueblo en nuestras instituciones.

Nuestros claustros están envejecidos y no existe reemplazo su­ficiente, ni siquiera con las asignaciones de re­cién graduados al servicio social en las tareas de docencia e investigación de las universidades.

El papel de promoción de iniciativas innovadoras y de emprendimiento desde nuestras universidades hacia la sociedad requiere una profunda valoración. La Universidad de La Haba­na realizó en el curso que acaba de terminar un experimento de “incubadora de iniciativas” que resultó muy exitoso en la captación de nuevas ideas, pero que solo avanza milimétricamente en su utilización. Muchas regulaciones existentes y la planificación que está diseñada para actividades macroeconómicas suelen ser obstáculos para emprendimientos e iniciativas innovadoras que por naturaleza son de pequeña escala y de gran diversidad.

Podemos idear la innovación más audaz y potencialmente productiva pero las barreras para su aplicación en la economía y la sociedad son muy altas. Aún sucede lo que magistral y didácticamente nos mostró el filme Plaff hace varias décadas con un “polímero” generado por una joven científica cubana contra el comprado expresamente en el exterior.

Vale resaltar que para resolver estos y mu­chos otros problemas asociados con la universidad y la innovación existe una voluntad política expresa. Urge entonces buscar fórmulas para que la empresa socialista encuentre más conveniente que esa innovación provenga del propio país y de sus universidades y centros científicos.

La creación de microempresas y cooperativas para la innovación asociadas con las universidades pueden ser importantes motores de de­sarrollo. Esas serían las versiones actuales de instituciones como el Centro de Investigaciones Di­gitales de la Universidad de La Habana, creado a iniciativa de Fidel en los años 60 del pasado si­glo, que concibió un modelo de computadora muy avanzado para aquellos tiempos y que se produjo en serie durante varios años. O del La­boratorio de Antígenos Sintéticos de la misma universidad que produjo a la primera vacuna sintética comercial del mundo, ya en este siglo.

Muchas acciones esencialmente organizativas podrían también emprenderse. La constitución de consejos económico–sociales en las universidades donde se sienten en la misma mesa a conversar y negociar periódicamente con los de­cisores de las principales instituciones económicas y financieras en su entorno y en cualquier pa­r­te de Cuba es una medida de muy posible realización.

El establecimiento de sistemas de interacción de las universidades con sus graduados (alumni) donde quiera que estén es un potencial de pro­greso para los especialistas, sus instituciones y la sociedad global. Todas las universidades pres­tigiosas y sus antiguos alumnos lo aprovechan hoy en el mundo, y hasta viabilizan importantes donaciones y cooperaciones voluntarias e incondicionales que les permiten avanzar más.

La movilidad de los estudiantes, docentes y científicos universitarios, interna y externa, se constituye hoy en día como una de las mayores fuentes de actualización e innovación para los países que la practican y puede serlo también para la generalidad de las universidades cubanas. La Universidad de La Habana es hoy de las más avanzadas en este aspecto.

Crear un programa bien dotado para la formación doctoral de nuestra juventud es probablemente el mayor impulso que pueda recibir la supervivencia y el progreso de nuestro sistema científico, tecnológico y de innovación.

Son muchos los retos y también pueden ser muchas las ideas de innovación, de éxito probable, que pueden emprenderse para bien de las universidades y sobre todo de la sociedad socialista próspera y sostenible, que queremos con todos y para el bien de todos.

Fuente: http://www.granma.cu/ciencia/2016-08-20/la-universidad-y-la-innovacion-20-08-2016-00-08-50

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Kenia: Future of innovation in varsities lies in cooperation with business

Kenia / 17 de agosto de 2016 / Por: Beatrice Muganda / Fuente: http://www.nation.co.ke/

The increasing demand for university education in Africa and the huge intersecting challenges remain unparalleled, giving new impetus to the search for solutions.

First, enrolment is rising without universities increasing their capacities to deliver quality education aligned to the continent’s needs.

Second, raising revenue through fees clearly is not the answer to funding shortfalls, particularly in public universities.

This policy has continued to lock out poor students who cannot pay.

Universities would be better able to make meaningful contributions to society if they worked with the private sector to develop innovations that people need.

One trick that policy makers are missing is involving the informal business, which is growing across the continent.

According to the African Development Bank, the sector employs around 80 per cent of the workforce and accounts for 40 per cent of the overall gross domestic product.

A more imaginative and engaged approach to informal business would spur its growth, position universities as socially relevant, and help galvanise new sources of funding.

For example, many African countries have embraced the use of motorcycle taxis, or boda boda in Kenya.

With enough support for engineering departments, African states can produce motorcycles and their spare parts locally rather than rely on expensive imports.

The booming music industry is another space where university art studios can establish commercial units that support the digital distribution of music products.

HIGH-QUALITY RESEARCH

In fact, universities should have originated ideas for the M-Pesa money transfer system, an innovation that has become a game changer in technology and business.

Universities are failing to engage properly with businesses in the formal sector and indeed, African academics and international organisations have expressed concern about this.

They cite factors such as businesses’ lack of confidence in the universities to undertake sophisticated research and innovation, small size of industry and business, and the mismatch between university research strength and regional industry.

To reverse this trend, a large proportion of public financing for universities should go to high quality research to attract private investment in science parks along with technology and business incubators in academic institutions.

These initiatives may be modest, only involving small- and medium-sized enterprises, but they could expand and become business enterprises that generate revenue for universities.

An example is the Taifa laptop, developed by a joint project of the government and the Jomo Kenyatta University of Agriculture and Technology for primary schools.

The returns from commercialised research can make additional resources available to fund other university programmes such as scholarships, basic research infrastructure, and researchers’ allowances.

However, for universities to move into the innovation sector, governments should provide seed funds.

And yet few African countries have honoured their commitment to invest at least one per cent of their GDP in research by 2010.

Another challenge is that university researchers and innovators rarely meet with entrepreneurs and their counterparts in the private sector.

Universities can change this by establishing or revamping offices that foster partnerships and increasing the number of joint activities with partners.

It is obvious that industry players can only work with universities if they are sure that their interests are protected and a return on their investment is guaranteed.

Effective university leadership is, therefore, critical to honour commitments in an atmosphere of trust and mutual respect so as to manage partnerships effectively.

The leadership wrangles in a number of Kenyan universities should be resolved to allow the focus to turn to reforms and initiatives that promote the growth of the institutions.

Dr Muganda is director of higher education at the Partnership for African Social and Governance Research, Nairobi. Kenya@pasgr.

Fuente noticia: http://www.nation.co.ke/oped/Opinion/Future-of-innovation-lies-with-varsity-business-cooperation/440808-3348268-ws026f/index.html

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Libro: Mirada iberoamericana a las políticas de ciencia, tecnología e innovación. Perspectivas comparadas

Rosalba Casas. Alexis Mercado. [Coordinadores]

Alexis Mercado. Rosalba Casas. Adriana Feld. Laura Cruz Castro. Pablo Kreimer. Luis Sanz Menéndez. Guadalupe Calderón Martínez. Ainoa Quiñones Montellano. Marco Aurelio Jaso Sánchez. Ezequiel J. Benito. María José Carneiro. Carolina Bagattolli. Tiago Brandão. Amílcar Davyt. Carlos Mauricio Nupia. Mónica Salazar. Mariana Versino. Luis Antonio Orozco. Ronald Cancino. Mauricio García. Gabriel Moreno. Jorge Petit-Breuilh. Julian Goñi. Patricio Padilla. Andrés León. Gonzalo Ordóñez-Matamoros. Hebe Vessuri. Karenia Córdova. Sandra Daza-Caicedo. Tania Arboleda. Marcela Lozano-Borda. Michel Parra. Simone Pallone de Figueiredo. Juan Manuel Corona. Gabriela Dutrénit. Renato Dagnino. Paulo Fonseca. [Autores de Capítulo]
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Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 978-987-722-180-0
CLACSO. CYTED.
Buenos Aires.
Junio de 2016

El presente libro aporta al campo de los estudios sociales de la ciencia, la tecnología y la innovación, mediante el análisis comparado de los Planes de Ciencia Tecnología e Innovación (PCTI), tratando de superar el enfoque dominante que privilegia los casos nacionales independientes que ha limitado el debate académico. Considera tanto estudios sobre las dinámicas de su institucionalización, el papel de los diversos actores, las contribuciones del campo a la concepción de las políticas y los desafíos que se presentan a las PCTI para responder a los imperativos de democratización, inclusión y sustentabilidad.
Para descargar el libro haga click aquí:
Descargar .pdf
Fuente de la Reseña:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1130&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1099
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Chile: Ilusionista enseña nueva metodología de educación a profesores chilenos

Chile / 10 de agosto de 2016 / Por: CULTURA+CIUDAD / Fuente: http://www.elmostrador.cl/

El modelo busca desarrollar competencias que potencien la creatividad, el emprendimiento y la innovación. Las capacitaciones conectan recursos del arte del ilusionismo –como el manejo de la percepción, el pensamiento lateral y la creatividad e imaginación– con contenidos del curriculum académico de enseñanza media. En definitiva, según comentan los creadores del proyecto, su implementación permite generar espacios de desbloqueo psicológico mediante la magia, colaborando para internalizar conceptos teóricos de una manera novedosa.

Poner la magia al servicio de la educación es el objetivo central del proyecto Imaginno, iniciativa financiada desde 2015 por el Fondo Nacional para el Desarrollo Cultural y las Artes, FONDART. La iniciativa, impulsada por el ilusionista Luis Albornoz y un grupo multidisciplinario de profesionales, convocará a más de dos mil personas, entre estudiantes y profesores de tercero y cuarto medio.

El proyecto, que cuenta además con la colaboración de la Fundación Madero, busca incorporar herramientas de la magia para crear una nueva metodología de enseñanza a través de intervenciones específicas –talleres y charlas– para los distintos estamentos de una comunidad educativa. Los primeros establecimientos beneficiados con la implementación de esta idea son el Instituto Comercial y el Liceo de Música de la capital de la Región de Atacama, los días 10 y 17 de agosto próximo.

Foto Mago 1

Ilusionista Luis Albornoz

El modelo busca desarrollar competencias que potencien la creatividad, el emprendimiento y la innovación. Las capacitaciones conectan recursos del arte del ilusionismo –como el manejo de la percepción, el pensamiento lateral y la creatividad e imaginación– con contenidos del curriculum académico de enseñanza media. En definitiva, según comentan los creadores del proyecto, su implementación permite generar espacios de desbloqueo psicológico mediante la magia, colaborando para internalizar conceptos teóricos de una manera novedosa.

«Buscamos generar un espacio para la creatividad, la imaginación y la emoción de la comunidad educativa en general. Nos enfocamos en la enseñanza media, realizando charlas sobre innovación y emprendimiento para los alumnos; y luego un taller de magia para un grupo de diez profesores, para finalizar con una presentación de magia. El objetivo es hacer que la gente se conecte con la ilusión y que se abran espacios en sus mentes para la creatividad a través de la magia», explica Albornoz.

Un nuevo modelo de enseñanza

El proyecto ya se realizó en 2015, gracias a la obtención de su primer FONDART, y también contó con el apoyo del Ministerio de Educación y empresas mineras de la zona norte. En su versión 2016, Imaginno se llevará a cabo en cuatro establecimientos educacionales de Copiapó, donde espera contribuir a entregar nuevas herramientas de aprendizaje y enseñanza a más de dos mil personas. Para ello, el proyecto considera tres niveles de intervenciones. El primero de ellos es el taller de intervención a la magia para docentes, cuya finalidad es capacitarlos para que adquieran herramientas de ilusionismo y logren conectar la entretención y el asombro con los procesos de aprendizaje. La dinámica de entrenamiento busca que los profesores puedan realizar trucos relacionados con sus materias.

Luego, los estudiantes participarán en una charla denominada «En busca de la belleza», que persigue como objetivo potenciar el aprendizaje de materias sobre emprendimiento e innovación, al promover en la comunidad educativa una relación de empatía con el entorno. Para finalizar, el equipo multidisciplinario del proyecto realiza una exhibición de ilusionismo con la que refuerzan los conceptos aprendidos durante la jornada.

«Este proyecto establece una nueva forma de aprender contenidos tradicionales, instalando ideas a través de la emoción y el asombro de los estudiantes y motivando otro nivel de atención y participación. La magia produce estos momentos de encuentro que son muy particulares. Tenemos la certeza que los profesores podrán generar momentos distintos en sus clases con el ilusionismo», destaca Albornoz, quien durante diez años impulsó el Festival Atacamágica, que llevó al Desierto de Atacama a algunos de los principales ilusionistas del mundo, entre ellos, varios campeones mundiales de la especialidad.

En su apreciación, «la magia se vincula con conceptos como la creatividad y la imaginación que son muy importantes para la educación. Sin dudas, todas las materias debieran tener herramientas de ilusionismo en su enseñanza y avanzar, en un futuro próximo, a un nuevo modelo, donde el ilusionismo sea una piedra angular. Estamos convencidos que podemos generar en nuestro país un nuevo prototipo de enseñanza que incorpore elementos no tradicionales a la educación. Se trata de un proyecto inédito a nivel internacional, en el que volcaremos nuestra experiencia de más de 15 años trabajando proyectos culturales y sociales de alto impacto»

Fuente noticia: http://www.elmostrador.cl/cultura/2016/08/09/ilusionista-ensenar-nueva-metodologia-de-educacion-a-profesores-chilenos/

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Chile: El diseño de las aulas sí influye en la enseñanza

América del Sur/Chile/08 de Agosto de 2016/Autor: Cristian González/Fuente: El Tiempo

Salones de clase en los que no hay paredes y donde los pupitres no se ordenan en filas ni frente a un pizarrón, espacios llenos de colores y formas que invitan a la creatividad y al movimiento son parte de una nueva manera de enseñar.

Características como estas son algunas de las innovaciones que desde hace varios años se vienen incorporando en escuelas de Europa, Asia y Estados Unidos, como una forma de incentivar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Una tendencia en la que colaboran arquitectos, diseñadores y maestros, y en la que el trabajo de la diseñadora holandesa Rosan Bosch es uno de los más reconocidos. Ella y su equipo han construido más de una decena de colegios en Dinamarca, Suecia y España, y en ciudades como Abu Dabi. “Enseñar a los niños a interesarse por aprender significa crear una experiencia personalizada y diferenciada que apoye y ayude a desarrollar sus capacidades individuales”, dice Bosch desde su estudio, en Copenhague. Con esa intención, propone espacios colectivos eliminando las paredes, en la medida de lo posible, y jugando con el mobiliario. Espacios en los que el niño decide dónde quiere aprender. Para ella, “el ambiente es un profesor más”.

Fue su experiencia como madre de dos niños la que la llevó hace más de una década a repensar el tema. “Enviarlos al colegio fue desalentador y decepcionante. La escuela debe ser inspiradora y entretenida”, comenta.

A su juicio, las instituciones educativas modernas tienen que adaptarse al hecho de que todos somos diferentes, y el diseño del espacio puede cambiar el modo de pensar y funcionar. Consciente de ello, se dedicó a proyectos en los que fue agregando formas, colores y nuevos espacios, que pronto fueron imitados en otros lugares y han contribuido al debate.

Kattia Muñoz, académica del Centro de Investigación en Educación de la Universidad de los Andes de Chile, cuenta que hoy se está replanteando esta dinámica, y rediseñar los salones de clases es parte de ello. “Se toman como modelo los jardines infantiles, donde hay un mayor trabajo con el espacio”, explica. De hecho, pasar de la enseñanza preescolar a la básica es una transición potente para muchos niños.

Por ello, en el plano internacional “hay consenso en la necesidad de flexibilizar el interior de las aulas; eso significa que los niños tengan espacios que incluyan cosas y elementos ajustables según lo que quieren aprender. El niño pasa a ser el principal actor del salón y no el profesor, quien asume un rol de facilitador del conocimiento”, precisa Muñoz.

Un gran desafío para los docentes es lograr el aprendizaje colaborativo, donde los alumnos aprenden interactuando entre sí. Rosan Bosch sostiene que no hay una fórmula única, sino que cada escuela tiene que trabajar para encontrar la suya.

Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/diseno-de-las-aulas-si-influye-en-la-ensenanza/16666750

 

 

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Venezuela: Crearán centro de investigación y producción de plantas medicinales en Portuguesa

Venezuela/ Agosto de 2016/ AVN

Un total de 12 millones de bolívares aprobó la Gobernación de Portuguesa para apoyar la creación de un centro científico de investigación para la siembra y producción de plantas medicinales, anunció el responsable del Motor Farmacéutico en la entidad llanera, Miguel Vásquez.

Informó que el proyecto, iniciativa de docentes universitarios y especialistas en botánica, garantizará el aprovechamiento de plantas medicinales para la producción de fármacos, así como el desarrollo de una línea de investigación para avanzar en “la sustitución de importaciones de materia prima, como la soya, para la fabricación de medicinas, por moringa y otras plantas que ya están estudiadas y tienen sus dosificaciones bien establecidas”.

Vásquez declaró durante una mesa de trabajo con investigadores, científicos e innovadores de Portuguesa que acompañan la puesta en marcha del Motor Farmacéutico.

Miguel Niño, docente de la Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Ezequiel Zamora (Unellez) y especialista en Botánica desde hace más de 20 años, precisó que el proyecto plantea el establecimiento de un centro científico para “el estudio de plantas medicinales autóctonas y de algunas traídas de otros países, cuyo uso permitiría solventar algunos padecimientos que sufre la comunidad”.

Apuntó que un equipo multidisciplinario trabaja en esta iniciativa desde finales de 2015 y ahora con el impulso de la Gobernación se instalará un laboratorio en la Planta Madre Wanaguanare para “desarrollar de 10 a 15 productos asociados a plantas nativas y avanzar en algunas investigaciones con plantas medicinales que han sido probadas, pero no han sido certificadas ni patentadas en Venezuela”.

Niño refirió que entre las especies a estudiar está la hierba de toro, que abunda en suelos venezolanos y no se utiliza dentro del país con fines medicinales, mientras “en México, Colombia y otras naciones la usan para el tratamiento y control de varices y otros problemas circulatorios”.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/investigacion/crearan-centro-investigacion-y-produccion-plantas-medicinales-portuguesa/

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Uganda will be technology hub for Africa by 2030′

Africa/Uganda/07 de agosto de 2016/Autor: John Agaba/Fuente: NewVision

RESUMEN: El Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Elioda Tumwesigye dijo que Uganda será un centro para la ciencia y la tecnología en todo el continente africano en 2030, asi lo afirmo durante el evento,  «Technovation» en la Escuela de Salud Pública impulsado por la Red ResilientAfrica Universidad de Makerere. Durante el desafío Technovation que atrajo a equipos de escuelas secundarias de toda Uganda, el nuevo ministro reiteró la necesidad de la ciencia y la innovación y como tal  promete el apoyo a la red. Diferentes equipos tenían diferentes ideas de cómo pueden resolver los retos como problemas de la pobreza y el cambio climático en Uganda.

The Minister for Science, Technology and Innovation, Elioda Tumwesigye said Uganda will be a hub for science and technology in whole of Africa by 2030 during a technovation challenge at the Makerere University School of Public Health-powered ResilientAfrica Network.

It was Tumwesigye’s first day out in the field after he was appointed to the office as inaugural minister by President Yoweri Museveni late June.

During the technovation challenge that attracted teams from over 15 girl secondary schools from across Uganda, the new minister reiterated the need for science and innovations, pledging support to the network.

“Science and technology move the world today. Uganda cannot be left behind. By 2030 we should be a (science and technology) hub for Africa,” the minister said.

He joked that it was the first time he was hearing the word “pitching”, alluding to the innovation ideas teams at the challenge came up with.

Different teams had different ideas how they can solve maternal challenges and poverty and climate change issues in Uganda. They presented these before a panel of judges, who assessed the most feasible and relevant innovation idea. At the end of a day’s work, the team from Maryhill Girls in Mbarara district convinced the judges the most.

Prof. William Bazeyo, the dean at the Makerere University School of Public Health and RAN Chief of Party, said innovation and creation and development of new ideas was necessary counter emerging and re-emerging challenges.

“We need solutions to prolonging dry spells. We need solutions to flooding and to poverty and our maternal health challenges,” the professor said.

Director of innovations Dr. Dorothy Okello said they will keep trying to incubate and mentor young persons to develop their ideas.

The challenge coincided with a GIS Hackathon, also hosted at the same lab, to ‘hack-a-climate-change-thorn’. The collaboration with the AidData Center for Development Policy, a partner lab under the Higher Education Solutions Network (HESN), attracted 108 participants and the National Information Technology Authority Uganda (NITA – U).

Minister Tumwesigye said that he will “support” the young scientists and help them to develop their ideas into prototypes. He said he would also “look” for partners to help advance the young scientists’ innovations.

The theme for the Hackathon was focused on sustainable development goal 13 and specifically at “taking urgent action to combat Climate Change and its impacts through Innovation & utilization of open data”.

Fuente: http://www.newvision.co.ug/new_vision/news/1431859/uganda-technology-hub-africa-2030
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