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Andrew Smart: “Los algoritmos son invenciones culturales: pueden ser más racistas que nosotros”

Entrevista a Andrew Smart

El autor de ‘El arte y la ciencia de no hacer nada’ se pregunta qué podemos entender sobre nuestra conciencia gracias al despertar de la inteligencia artificial

El 16 de abril de 1943, el químico suizo Albert Hofmann se convirtió en el primer hombre en consumir LSD aquella tarde en la que percibió “un flujo continuo de imágenes fantásticas y formas extraordinarias con un juego de colores caleidoscópico”. El 11 de mayo, el ordenador Deep Blue venció en una partida de ajedrez a Gary Kaspárov. Y el 6 de mayo de 2010, el día del “crack relámpago”, el Dow Jones cayó 600 puntos en cinco minutos a causa de un ataque informático. Son tres acontecimientos sin aparente relación que, no obstante, forman parte de la narrativa de ‘Más allá de ceros y unos‘, el último libro del científico e ingeniero Andrew Smart.

En el volumen, el colaborador de la Universidad de York se pregunta acerca del funcionamiento del cerebro humano desde una perspectiva neurológica y filosófica y sobre la posibilidad de que una inteligencia artificial pueda desarrollar una verdadera conciencia; entre nuestro cerebro y el fantasma en la máquina, el LSD se convierte en la bisagra olvidada que nos puede ayudar a entender por fin nuestra subjetividad. Una pregunta pertinente en un momento en los avances en inteligencia artificial nos hacen preguntarnos si en muy poco tiempo no podremos encontrarnos con un robot tan humano como cualquiera de nosotros. Smart no está muy seguro sobre dicha posibilidad, sugiriendo que aunque posible, quizá estemos exagerando las probabilidades.

Pero lo que de verdad interesa a Smart es comprender el funcionamiento de la conciencia humana, mucho más que el producto de un simple órgano gestor de información como la neurociencia actual parece defender. Como él mismo concluye en el libro, no cree “que sea una locura empezar a intentar diseñar ordenadores con el propósito de ofrecerles experiencias psicodélicas, pues es posible que al intentarlo logremos resolver por fin el misterio de la consciencia natural y artificial, y con ello salvar a la raza humana”. ¿De qué? Smart nos da la respuesta a través del correo electrónico.

Asusta que ni siquiera los ingenieros que construyeron esos sistemas puedan explicar cómo funcionan

PREGUNTA. Una idea que se repite en el libro es que estamos aún muy lejos de crear una verdadera inteligencia artificial, y que estamos exagerando las consecuencias negativas de que ello ocurra. Entonces, ¿quién y por qué esta interesado en que pensemos que una inteligencia artificial divina nos gobierne dentro de 30 años?

RESPUESTA. Mi sensación es que la tecnología de aprendizaje de las máquinas está acercándose a lo que los humanos hacen en determinadas áreas, como jugar al Go o reconocer una voz y mantener conversaciones aparentemente humanas. La gente se asusta porque nos estamos acercando al valle inquietante, así que atribuimos poderes mágicos a esos sistemas. Pero es importante recordar que la inteligencia artificial (o el aprendizaje de las máquinas) es una abstracción estadística de unos datos dados. No es más que utilizar una cantidad inimaginable de información con ordenadores súper rápidos y poderosos y algoritmos sofisticados para hacer predicciones cada vez mejores. Por supuesto que asusta que ni siquiera los ingenieros que construyeron esos sistemas puedan explicar cómo funcionan; por ejemplo, el aprendizaje profundo funciona muy bien en ciertas áreas, pero nadie sabe por qué.

La creencia en un Dios de la inteligencia artificial probablemente se deriva de ciertos impulsos religiosos residuales entre algunos grupos de Silicon Valley. Dios, en el sentido religioso, no existe, pero puede que ahora seamos capaces de resucitar (valga la redundancia) esa creencia en fuerzas sobrehumanas. Para mí la idea de una inteligencia artificial divina, como un oráculo que puede predecirlo todo, es ridícula. Es cuestionable si es posible, e incluso si lo es no quiero vivir en un mundo de dioses, sean ordenadores o no. En parte, hablar de dioses de la inteligencia artificial mola en términos de ciencia ficción, y hay mucha gente en Silicon Valley intentando llevar esas fantasías a la vida real.

P. Tendemos a creer a pies juntillas en la metáfora del cerebro como un ordenador. Una vez más, señala que es incorrecto. ¿A quién le conviene? ¿A compañías como Google/Alphabet, que comercian con información?

R. Es cierto que entre la gente que trabaja con la inteligencia artificial hay una visión profundamente arraigada de que el cerebro es, literalmente, un código que ejecuta algoritmos, neuronales en su caso. Intento refutar esta idea en el libro. No estoy seguro de quién puede beneficiarse económicamente de ello, pero es una conjetura popular incluso en la neurociencia –existe un campo llamado neurociencia computacional– que asume que el cerebro es un sistema de ordenador.

El autor, Andrew Smart.
El autor, Andrew Smart.

Esta idea que apenas se ha discutido ha sido reforzada por los recientes avances en inteligencia artificial que han sido inspirados por las teorías sobre el funcionamiento del cerebro. Así que la lógica es la siguiente: desarrollamos algoritmos basados en las teorías del cerebro y funcionan muy bien, así que el cerebro está hecho de algoritmos. En el libro señalo que son modelos. Buenos, pero nada más que modelos. Esto nos lleva al debate filosófico sobre el realismo, y diría que soy un realista científico, pero no entendido como información o algoritmos. Creo que son invenciones culturales: el mundo no está hecho ni de información ni de algoritmos.

P. Al final del libro, recuerda que Google es ya un poco como una inteligencia artificial maligna, al reducir la experiencia humana a algoritmos. ¿Cuál es el peligro de herramientas como esa, ahora y en el futuro?

R. Lo que más asusta es que nuestro comportamiento está influido por nuestras interacciones con los ordenadores en formas de las que no somos conscientes, por lo que los algoritmos se perfeccionan y predicen mejor lo que haremos, lo que nos lleva a hacer aquello que han predicho los algoritmos, y nos empuja a un ciclo de retroalimentación donde nuestra libertad está constreñida a ser consumidores perfectos, clicando en las cosas en las que el sistema quiere que pinchemos. Tengo miedo de que el mundo algorítmico nos haga menos conscientes de nuestras decisiones, y que seamos empujados a patrones predecibles de consumo.

P. ¿Qué piensa de gente como Ray Kurzweil, Sergey Brin, Larry Page o Elon Musk? ¿Creen realmente en lo que dicen sobre el futuro, o simplemente están sirviéndose a sí mismos vendiendo trucos de magia?

R. No creo que crean de verdad en ello; si tienes razón o no, es otra cuestión.

P. Al mismo tiempo, muestra que, al contrario de lo que Kurzweil defiende, hay un gran margen para que ocurran graves errores de funcionamiento en los ordenadores que empleamos, por ejemplo, en el ‘high speed trading‘, que puede tumbar la bolsa en cuestión de segundos. ¿Estamos ciegos ante los problemas a los que podemos enfrentarnos si estos sistemas se viniesen abajo de repente?

R. Sí, es un área de investigación muy activa. Los defensores de la inteligencia artificial piensan que esta corregirá nuestros sesgos y debilidades humanas, pero recientes investigaciones recientes han mostrado que es al revés: el aprendizaje de las máquinas de hecho amplifica nuestros prejuicios. Por ejemplo, en la política predictiva o el sistema de justicia criminal, los algoritmos son más racistas que los policías y jueces humanos. Esto se debe a que los datos que alimentan los algoritmos vienen de informes policiales sesgados, que vigilan especialmente determinados barrios, así que si utilizas dichos datos un algoritmo estadístico preverá que hay más crimen donde hay una mayor presencia policial. Y sí, en términos de sistemas complejos y seguridad, puede haber eventos catastróficos acechando de los que no somos conscientes porque damos por hecho determinadas probabilidades. A medida que somos más dependientes de estos sistemas, más frágil será la economía global.

La creencia de que la naturaleza está formada por información es ideológicamente útil

P. ¿Nos hemos convertido en neoplatónicos que consideran que todo es información? ¿Cuál es el problema con este nuevo paradigma?

R. Científicamente es importante dirigir nuestras conjeturas sobre la naturaleza de la realidad en la dirección correcta, de lo contrario nos perderemos en cuestiones absurdas, por ejemplo, buscando información en el cerebro. El otro problema que veo es que esta creencia de que la naturaleza está formada por información puede funcionar a un nivel ideológico, ya que se supone que todos somos consumidores racionales de información. Esto puede entorpecer los movimientos críticos y la organización social contra el poder del capital. También me resulta interesante la relación entre la información y el capital: nadie piensa que el universo esté formado por capital, y aun así hay una equivalencia entre el capital y la información como ideas abstractas que sin embargo tienen un impacto real en el mundo. ¿Por qué somos tan rápidos al asumir que las cosas están hechas de información, y suena absurdo decir que los átomos son capital?

P. Una de las posibilidades relacionadas con la inteligencia artificial es que terminemos creando algo muy parecido a una conciencia, que hable como una conciencia, se comporte como una conciencia e incluso piense como una conciencia… pero que para nada sea una conciencia. ¿Es imposible saber si hemos creado realmente una conciencia semejante a la humana, o siempre habrá un margen de duda?

R. Es una pregunta muy difícil de contestar pero estoy de acuerdo en que muy pronto tendremos sistemas que no será fácil diferenciarlos de los humanos. No estoy seguro de si habrá un robot humanoide así, pero mientras interactúes con un ordenador, será cada vez más difícil saber si es una persona o una inteligencia artificial. Si no estás seguro, siempre habrá preguntas que solo un humano con cierta experiencia pueda responder. Esta prueba de conciencia subjetiva es muy difícil: por ejemplo, asumimos que todos con los que interactuamos son también conscientes, pero no podemos comprobarlo más que observando un comportamiento que asumimos que el de un humano consciente. Podemos medir toda actividad cerebral relacionada con las distintas etapas de la conciencia; pero incluso en esos casos, no sabemos si “objetivamente” alguien está experimentando algo. Así que una vez los ordenadores comiencen a comportarse de formas cada vez más humanas, ¿cuál es la diferencia? No conozco la respuesta, porque por supuesto, si le preguntas al ordenador si es consciente, te dirá “sí”. Pero a menos que veamos a una persona desmayarse, no le vamos a preguntar “¿estás consciente?”

P. Mientras leía el libro, recordé su anterior trabajo, ‘El arte y la ciencia de no hacer nada‘. Me hizo pensar que quizá no hacer nada, ser un poco vago, puede jugar un papel semejante al del LSD que propone en su libro: ¿podría una inteligencia artificial decidir ser vaga, al igual que los humanos pueden hacerlo? ¿Qué demostraría?

R. Por ahora la inteligencia artificial no tiene sus propios objetivos. La arquitectura de la red neuronal está creada por humanos, así como los datos que los alimentan, y el algoritmo de aprendizaje, y las tareas… y por ahora ninguno ha aprendido a cambiar sus objetivos o su propio algoritmo, pero esto está evolucionando, y probablemente más rápido de lo que algunos creen. Pronto serán capaces de aprender a aprender: es lo conocido como “metaaprendizaje”. Pero no está fuera de nuestras posibilidades que en el futuro cercano un sistema de inteligencia artificial pueda ser capaz de entender algo sobre su proceso de aprendizaje, y entonces darse cuenta que determinadas cosas le pueden ayudar, ¡como descansar! Si esto ocurre, puede ser muy interesante.

Albert Hofmann.
Albert Hofmann.

P. En el libro defiende que el LSD es una herramienta para comprender cómo funcionan nuestra percepción y conciencia (tanto para humanos como para robots). ¿Cuál es el mito más peligroso que existe sobre el LSD?

R. El LSD, junto a la terapia de conversación, tiene un enorme potencial para ayudar a la gente adicta a otras sustancias o al alcohol. Aunque suene paradójico, hay muchas investigaciones sobre esto en los años sesenta que se han perdido a causa de la histeria que existe sobre la droga en EEUU. Así que durante 50 años podríamos haber disfrutado de un tratamiento muy efectivo para la adicción que nadie podía conseguir a causa de esta controversia sobre la droga. Albert Hoffmann terminó decepcionado por lo que ocurrió con el LSD, ya que realmente creía en su potencial terapéutico y creo que tenía razón. Afortunadamente ahora está resurgiendo esta clase de investigaciones.

P. ¿Qué cree que ocurrirá con el LSD en el futuro inmediato? ¿Volverá a ser investigado desde un punto de vista médico? ¿Se convertirá en una forma habitual de conocernos a nosotros mismos en las sociedades occidentales, quizá poniéndose de moda en Silicon Valley?

R. Sinceramente espero que las investigaciones continúen desde un punto de vista médico, y esto está ocurriendo de forma exponencial. Puede llegar a generalizarse. Sin embargo, espero que la cultura cambie para integrar la experiencia del LSD, en lugar de simplemente utilizarlo para ser más productivo como alguna gente hace con las microdosis. Incluso la gente en Silicon Valley se ha dado cuenta de que estamos en crisis y que se necesita una transformación cultural fundamental para atajar el cambio climático, la desigualdad y la fragmentación/polarización. El LSD por supuesto que podría facilitar esta clase de cambio, como empezó a hacer en los años 60, pero hay poderosos intereses que no desean que se produzca una transformación cultural a un mundo más consciente, medioambientalmente viable, igualitario y justo. Como en los 60, podría haber una especie de reacción si comienza a cambiar la cultura. Lo veo como una coproducción: la cultura debe ser receptiva a ser transformada y el LSD puede conseguirlo.

Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-06-21/andrew-smart-robots-psicodelia-conciencia_1581609/

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China publica el primer libro sobre Inteligencia Artificial para educación escolar

América del Sur/Perú/12.06.18/Fuente: laprensa.peru.com

ChinaChina ha publicado el primer libro de texto sobre Inteligencia Artificial (IA) para educación secundaria, un paso más dentro del plan anunciado por el Gobierno en 2017 con el que pretende incluir esta asignatura en los planes educativos de todo el país.

Por el momento está siendo utilizado en alrededor de cuarenta colegios de secundaria del país que han implantado un programa piloto de enseñanza en IA.

Su contenido incluye desde cómo empezó la historia de la IA, hasta cómo la tecnología se puede aplicar a áreas como el reconocimiento facial, la conducción autónoma o la seguridad pública.

“El libro de texto se centra no sólo en las bases de la IA, sino también en su uso práctico en la vida diaria”, señaló Chen Yukun, profesor de esa universidad shangainesa, en declaraciones recogidas por el citado medio.

Introducir el estudio de IA en los planes educativos del país es una prioridad para las autoridades, que quieren reorientar su economía e industria hacia sectores de alta tecnología y estiman que en los próximos años la demanda de profesionales en este terreno ascenderá a cinco millones.

“El sector de la IA se enfrenta a una falta de talento a nivel global”, apuntó Lin Dahua, profesor de la Universidad China de Hong Kong, quien señaló que “muchas industrias en el futuro se beneficiarán de la tecnología IA” por lo que los estudiantes tienen que estar formados en este campo.

Fuente de la reseña: https://laprensa.peru.com/tecnologia-ciencia/noticia-china-publica-primer-libro-sobre-inteligencia-artificial-educacion-escolar-79443

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Informe Odite 2018. Tendencias educativas

España / 10 de junio de 2018 / Autor: José Blas García Pérez / Fuente: Transformar la Escuela

Hoy voy a presentaros una publicación en la que he participado: Informe ODITE sobre Tendencias Educativas 2018.
Se trata del cuarto informe que este Observatorio de Innovación Tecnológica y Educativa (OdITE) ha editado desde el laboratorio de investigación e innovación educativa.
OdITE es un proyecto conjunto fruto de la colaboración que establecen dos instituciones influyentes en la educación actual: Asociación Espiral y Tecnología y Didactalia. El laboratorio está centrado en la observación, el descubrimiento y la experimentación de instrumentos así como la movilización de recursos y metodologías útiles `para diseñar m implementar, y poner en práctica actividades educativas que mejoren del aprendizaje.

TENDENCIAS EDUCATIVAS 2018

Este monográfico se ha clasificado en tres grados de integración en las aulas: En práctica, en desarrollo y en perspectiva, de acuerdo con su nivel de uso educativo.
Cuando se expone un informe como este, que habla de tendencias, solo se trata de ideas y experiencias que puede servir de inspiración y de guía para estimular el desarrollo metodologías que sean prácticas posibles, que resulten motivadoras y emocionantes para nuestro alumnado, y que nos hagan a los docentes repensar los modelos de enseñanza y aprendizaje que potenciamos en nuestras aulas. Vamos con ellas.

I

Tendencias educativas en práctica

 APRENDIZAJE BASADO ENPROYECTOS (ABP) – Juanfra Álvarez

Una metodología que avanza imparable en el panorama educativo en general. En el artículo podemos ver cuáles son los elementos pedagógicos que la sustentan y que la hacen tan atractiva para docentes y alumnado.

 Aprendizaje Basado en Proyectos, es una metodología activa que emerge actualmente en nuestro sistema educativo con bastante fuerza en todos los niveles educativos de Infantil a Secundaria. Con el ABP el alumno adquiere el protagonismo de su aprendizaje, un protagonismo que nunca debiera haber perdido. Muchas son las dificultades con las que se encuentra esta metodología, pues aplicarla correctamente representa una carga de trabajo considerable para el docente y muchas veces esta forma de trabajar no es del todo bien entendida y queda en un mero trabajo sin sentido.

ESCAPE ROOM EN EDUCACIÓN – Camino Lopez

La gamificación está alcanzando grandes cuotas de penetración en el aula. ¿Es posible conseguir la motivación y el aprendizaje de estándares a través el “escape room” o “escape classroom”? Trabajo en equipo, aprendizaje por descubrimiento,  resolución de problemas, aprender en la incertidumbre, resiliencia al  fracaso…

 La educación de hoy en día no tiene miedo a renovarse. Un claro ejemplo de ello es la integración de metodologías activas como la gamificación, interesadas en enfocar la
educación desde el punto de vista de la motivación del propio alumno, tratando de personalizar al máximo la experiencia educativa.  Dentro de esta metodología activa que es la gamificación, podemos encontrar algunas variaciones que tratan de aportar a la experiencia educativa nuevas estrategias que ofrezcan nuevos enfoques. Es el caso de los famosos Breakouts y los actualmente innovadores Escape Rooms.

HACER CIENCIA EN LAS NUBES- Amalia Hafner

¿Es preciso aprender sobre la ciencia de uso de los datos que almacenamos en el “cloud computing”? Un aprendizaje crítico y técnico de cómo se usan nuestros datos en la nube nos ayudará a gobernar mejor nuestra vida? Si las respuestas son sí, entonces esta «nueva ciencia» se convierte en una parte ineludible de la alfabetización digital.

La nube puede ser utilizada como un entorno de pruebas para desarrollar habilidades y conocimientos que permitan manipular y comprender críticamente el manejo de datos. Por otro lado, el trabajo con datos en la nube se constituye en un espacio para reflexionar sobre cuestiones éticas y legales, indispensables en la educación para la ciudadanía.
II
Tendencias educativas en desarrollo

APRENDIZAJE BASADO EN EVENTOS (ABE) – Paz Gonzalo

El Aprendizaje Basado en Eventos es una metodología avalada por el Informe sobre innovación pedagógica de la Open university que lo sitúa entre las “10 nuevas formas de enseñanza, aprendizaje y evaluación para un mundo interactivo, que ayuden a los maestros y legisladores en la innovación productiva”.

El ABE toma un evento como eje articulador de un proceso de aprendizaje. Un evento es un suceso importante y programado, de índole social, académica, artística o deportiva. Los eventos son fechas señaladas, en las que se reunen personas aunadas por un mismo interés, afición, problema o motivo de celebración. Su preparación, celebración y posterior revisión, aunará los esfuerzos de los estudiantes y trazará el recorrido de aprendizaje.

MICROLEARNING O MICROAPRENDIZAJE. -Elena González de la Cámara

Los microcontenidos y el microlearning es una forma rápida al aprendizaje de conceptos o ideas. En el artículo se pueden ver ejemplos muy ilustrativos.

El microlearning o microaprendizaje es una estrategia de aprendizaje que contiene microcontenidos y consiste en la segmentación de la información en pequeñas unidades (píldoras.) con un alto tratamiento pedagógico.

NEUROEDUCACIÓN- Marta Portero

¿Nos permitirá el desarrollo de este campo  poder analizar, reflexionar o modificar las metodologías pedagógicas? Factores tan determinantes en el aprendizaje como la motivación,  el aprovechamiento del error como herramienta de aprendizaje, la utilización del movimiento en el aula, la necesidad de la eliminación del estrés elevado y crónico…son aspectos que analiza extensamente.

 

La neurociencia educativa es una nueva disciplina que nace de la interacción e integración entre tres ámbitos de conocimiento diferentes, las neurociencias, la Psicología y la Educación. Ofrece una visión de los procesos de enseñanza-aprendizaje basada en el funcionamiento del cerebro y desarrollar un marco teórico de referencia que permita fundamentar la práctica pedagógica desde la evidencia científica.

LA EDUCACIÓN PERSONALIZADA- José Blas García 

¿Es lo mismo posibilitar el aprendizaje personalizado, que atender a la diversidad?Cuando personalizamos la enseñanza ¿tendemos a individualizar? Inclusión y personalización tiene puntos comunes que solo a través de un diseño universal, es decir, para todos, podemos hacerlos realidad.
La personalización de la educación ha sido desde siempre ejemplo de buenas prácticas. Sin embargo, el término educación personalizada se ha envuelto de una polisemia que hace que profesionales de la enseñanza hablemos de personalización de la enseñanza y el aprendizaje refiriéndonos a cuestiones, si no distintas, por lo menos con perspectivas diferentes.

III

Tendencias educativas en perspectiva

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EDUCACIÓN: amenazas y oportunidades- Neus Lorenzo

Parece ser de consenso general entre los expertos que todo lo que pueda hacer un robot de forma más eficiente que un humano, lo hará un robot con AI. En las escuelas la mecanización de los procesos susceptibles de ser automatizados, se integrarán a medio o largo plazo a  la máquina que corresponda.
También parece claro que un robot no podrá sustituir al docente pero nos obligará cambiar de rol (guías, orientadores, inspiradores, animadores, arquitectos  y diseñadores de actividades, gestores de aula…) ya que instrucción magistral, nos guste o no,  la harán mucho mejor las máquinas. En este capítulo se ofrece una explicación sucinta sobre qué es y cómo funciona la Inteligencia Artificial, qué puede aportar a la educación en la actualidad, y cuáles son sus retos de futuro.
La    evolución de la AI y su capacidad de interactuar con objetos electrónicos y con humanos hiperconectados está aún por desarrollar.
Los sistemas de gestión de enseñanza y aprendizaje no eliminan la necesidad de disponer de escuelas o institutos, pero cambiarán decididamente su función, haciéndola más socializadora, cualitativa y abierta a la realidad que viven los alumnos, en su día a día presencial y virtual.

APRENDIENDO CON BIG DATA: El futuro de la educación – Ignasi Alcalde

Los Big Data han llegado y ya forman parte de nuestro paisaje natural. ¿Y si aprendiéramos a usar estos datos para que instructores y alumnos pudiéramos interactuar con el contenido y colaborar entre nosotros? Según el autor la tecnología nos permite, no solo ver el resultado, sino poder influir en él para mejorarlo. Cuantificar la motivación o el esfuerzo; recibir notificaciones y alertas y actuar en proceso; personalizar el proceso de aprendizaje… Un fascinante mundo se nos abre a los docentes con esta disciplina.
está creciendo la nueva disciplina del análisis de aprendizaje o learning analytics. El análisis del aprendizaje es un nuevo campo de conocimiento y es relevante para cualquier enfoque tecnológico que produce datos ya que, a partir de los datos, se extrae la información, que a su vez se convierte en “nuevo” conocimiento que se puede explotar de muchas maneras diferentes.

LOS SISTEMAS CONVERSACIONALES EN EDUCACIÓN- Ray Gallon

Los sistemas conversacionales son espacios conocidos por los estudiantes de hoy en día. Las plataformas de chatbot permiten a  profesores crear sus propios chatbots gratuitos. Una tecnología especialmente útil en métodos como la Flipped Classroom o clase inversa,  ABP,  en secuen

cias de aprendizaje basadas en la solución de problemas …

En entornos educativos reales, cada vez más interactivos y participativos, los chatbots se podrían utilizar para favorecer el pensamiento dialógico y desarrollar el aprendizaje inquisitivo. Los sistemas conversacionales generan un diálogo estructurado entre “profesor y alumno”, construyen relaciones que se interpretan en un contexto determinado y que aparecen como conjuntos de proposiciones conectadas (leyes físicas, teorías sociales) llamadas temas (topics).

TECNOLOGÍA WEARABLE- Bernat Llopis,

Las CardBoard o gafas de realidad virtual son un elemento impresionante para conocer abrir el aula al mundo. Visitar un bosque alejado cuando estás en aislamiento por un trasplante de médula, es una experiencia por la que he visto sonreír a mis alumnos… y respirar como si estuvieran en ese espacio lejano sin salir de su box o de nuestra aula.

Después de «normalizar» las tecnologías avanzadas como la Realidad Aumentada o la Realidad Virtual y su notable aportación en el mundo educativo, parece que el escalón siguiente está a punto de generalizarse: las tecnologías “usables”, o Wearable Technologies.

 Vienen tiempos nuevos, donde diferentes tecnologías van buscando su hueco en el desarrollo de la Industria 4.0 y también con aplicaciones en el sector educativo. Va a depender de la amplitud de miras de cada cual para soñar una sociedad mejor con el empleo de estas tecnologías.

EPÍLOGO

Solo tengo palabras de agradecimiento a la Asociación Ciberespiral, a los Co Directores del informe y a Didactalia, por su invitación a participar en este documento. Ha sido un honor colaborar y escribir  en este informe , y está siendo un lujo aprender con él a través de la lectura del mismo.

Puedes leerlo aquí en formato isuu

Y también descargar aquí en PDF  En este enlace te encontrarás con una ventana de registro que tiene el único  fin de hacer un seguimiento de las descargas y poder obtener un feedback del interés real que suscita el informe, y así plantear mejoras tanto en el contenido, formato y  difusiones futuras.

Fuente del Artículo:
http://www.jblasgarcia.com/2018/06/informe-odite-tendencias-educativas.html
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¿Podrá adquirir consciencia la inteligencia artificial?

Por: Yaiza Martínez

Las dificultades se evidencian a medida que avanzan las investigaciones en este campo

 

La posibilidad de crear máquinas conscientes es inquietante. Sin embargo, está lejos de convertirse en realidad. Por ahora, solo se ha logrado que algunos robots se autoidentifiquen, aunque de la misma manera que identificarían a otros, es decir, sin tener consciencia de su propio “yo”. Más allá de eso, queda un vasto camino por recorrer: comprender la consciencia para traducirla a programación que volcar en las máquinas. Y la primera parte de esta labor de momento parece inabarcable.

¿Llegaremos algún día a crear máquinas conscientes?  Aunque la posibilidad es inquietante (tanto, que ha dado lugar a personajes como HAL 9000 o Terminator),  lo cierto es que está bastante lejos de convertirse en realidad.

Proporcionar consciencia a un objeto precisaría que este tuviera un «cerebro», no solo lo suficientemente complejo como para procesar información y generar pensamiento abstracto, del mismo modo que lo hace el nuestro, sino también para generar un sentido unitario del yo, tomar decisiones más allá de su programación inicial o sentir y comunicar sus sentimientos

De momento, lo que sí se ha conseguido es que las máquinas de inteligencia artificial puedan resolver rápidamente tareas computacionales. Esto es posible gracias a sofisticados sistemas de inteligencia artificial que permiten a las máquinas “aprender”.

Se denominan sistemas de “aprendizaje profundo” y están formados por capas intercomunicadas de algoritmos especializados en asimilar representaciones de datos. Gracias a ellos, las máquinas de inteligencia artificial pueden, por ejemplo, aprender a identificar enfermedades o rostros.

Pero incluso esa capacidad de aprendizaje depende inicialmente de un programador humano. De momento, las máquinas de inteligencia artificial aún no son capaces de pensar por sí mismas.

Conocer y replicar la consciencia

Poder dotar a las máquinas de consciencia deberá pasar ineludiblemente por que entendamos qué es la consciencia. En 2017, la revista Science publicaba un artículo al respecto. En él se sintetizaba (y se simplificaba) el funcionamiento de la consciencia humana, para tratar de dilucidar cómo esta podría incorporarse a las máquinas de inteligencia artificial.

Según los autores del artículo, entre los que se encontraba el neurocientífico francés Stanislas Dehaene, de cuyos estudios sobre la consciencia en bebés hemos hablado hace poco,  en el ser humano existen tres niveles de consciencia humana. Dehaene es Director de la unidad de Neuroimagen Cognitiva del Centro de NeuroSpin de París y profesor de la cátedra de Psicología Cognitiva Experimental del College de Francia.

En el primero de los niveles de la consciencia humana, definido como «C0», se producirían los cálculos cerebrales inconscientes, por ejemplo, aquellos que nos permiten reconocer caras. En el segundo nivel, el «C1»,  se filtrarían y evaluarían los datos que nos llegan del mundo exterior para modular nuestras respuestas a circunstancias específicas. La autoconsciencia surgiría en un tercer nivel de consciencia, el «C2», y conllevaría poder reconocer y corregir los propios errores o investigar lo desconocido.

Según Dehaene y su equipo, si se logra traducir a términos computacionales  la actividad neuronal que permite estos tres niveles de consciencia, las máquinas podrían ser programadas para la consciencia.

Acercamientos 

De momento, lo máximo que se ha conseguido, al menos según lo que sabemos, es lo siguiente. En 2015 se realizó un experimento en el laboratorio de robótica de Nueva York, en Estados Unidos, que consistió en hacer “creer” a dos de tres robots Nao que se les había dado una pastilla que los dejaba sin habla.

En realidad, simplemente se había pulsado en dos de ellos un botón para silenciarlos, pero ninguno de los tres sabía cuál de ellos podía seguir hablando. Eso era lo que tenían que averiguar.

Cuando el investigador les preguntó a los robots, los procesadores de estos trataron de buscar la respuesta correcta. Ya que dos no podían hablar porque estaban silenciados, sólo uno respondió en voz alta: “no sé”.

En ese momento, aseguraron los autores del experimento, cayó en la cuenta de la solución: al oír su propia voz robótica, entendió que no podía estar silenciado. Entonces señaló: «puedo demostrar que no me dieron la pastilla».  Según un artículo publicado en la revista New Scientist, esta fue la primera vez que un robot superaba un enigma de este tipo, acercándose así a los límites de la (auto) consciencia.

Otros dos ejemplos nos han llamado la atención en los últimos años a este respecto: uno es el de Nico, un robot de investigación de la Universidad de Yale capaz de reconocer su propia mano en un espejo, y otro es Qbo, un proyecto español de código abierto programado para tareas de reconocimiento facial o de objetos, que puede reconocerse a sí mismo frente a un espejo.

Sin embargo, en todos estos casos los robots no han hecho más que constatar en ellos mismos una característica que habrían reconocido del mismo modo en otros, es decir, que su logro no implicaría que sean capaces de distinguirse de los demás o tener noción de un “yo”.

El temor a lo desconocido

A pesar de lo lejos que parecen quedar las máquinas conscientes, sus potenciales peligros ya pesan en la consciencia de algunos (todos ellos humanos).

Los riesgos de estas máquinas, y en concreto su potencial uso en el terreno bélico, fue alertado en 2007 por un equipo internacional de científicos y académicos pertenecientes a EURON (EUropean RObotics research Network). Hace un par de años, además, el ya fallecido Stephen Hawking y otras 16.000 personas lanzaron una campaña para señalar el riesgo de que crear ‘robots asesinos’, quizá inteligentes pero con una consciencia (en el sentido moral del término) mínima; programada por humanos sin escrúpulos.

Referencia bibliográfica:

Stanislas Dehaene, Hakwan Lau, Sid Kouider. What is consciousness, and could machines have it?Science (2017). DOI: 10.1126/science.aan8871.
Fuente: https://www.tendencias21.net/Podra-adquirir-consciencia-la-inteligencia-artificial_a44579.html
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Nuevo curso gratuito sobre Inteligencia Artificial de la Universidad de Helsinki

Europa/Finlandia/ObservatorioITESMX

Este programa educativo intenta erradicar la percepción de que el estudio de IA es complicado y exclusivo de los que dominan las matemáticas o la programación.

La Universidad de Helsinki junto a la consultora tecnológica de negocios Reaktor estrenaron un curso en línea gratuito en Inteligencia Artificial (IA). El objetivo de esta iniciativa es lograr que Finlandia adopte de inmediato esta tecnología y sea pionera en el desarrollo de aplicaciones en IA.

Este programa educativo intenta erradicar la percepción de que el estudio de IA es complicado y exclusivo de los que dominan las matemáticas o la programación. Al contrario, invita a todo el público a explorar los alcances, aplicaciones y métodos de la Inteligencia Artificial.

Llamado “The elements of artificial intelligence”, este curso ofrece la posibilidad de conseguir un certificado al finalizar los módulos, y en el caso de los residentes finlandeses es posible obtener créditos válidos en la Universidad de Helsinki.

El curso consta de seis temáticas:

  • ¿Qué es la inteligencia artificial?
  • Resolución de problemas con IA
  • El mundo real y la IA
  • Machine Learning
  • Redes neuronales artificiales
  • Implicaciones

En entrevista para la Universidad de Helsinki, Teemu Roos, profesor asociado de Ciencias de la Computación de dicha institución, aseveró que el ritmo de desarrollo de la IA ha sido exagerado; las aplicaciones en inteligencia artificial aún no son tan inteligentes como se cree. Por ello la necesidad de entender cuidadosamente los alcances y capacidades de la IA mediante su estudio e investigación.

Para completar este plan educativo se requiere de entre cinco y diez horas de aprendizaje por semana durante mes y medio, aunque puede ser tomado a ritmo propio en un lapso de tiempo mayor. Está diseñado en idioma inglés y no hay prerrequisitos de inscripción.

Si eres profesor, estudiante o innovador interesado en temas de Inteligencia Artificial te recomendamos tomar este curso gratuito para tener conocimientos fundamentales de esta tecnología. Además, te invitamos a examinar los recursos educativos abiertos que ofrece Google sobre Machine Learning.

https://observatorio.itesm.mx/edu-news/universidad-helsinki-lanza-curso-gratuito-de-inteligencia-artificialFuente:

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BeDebate Edu o cómo trabajar el Aprendizaje Basado en Retos

Europa/España/ Educacióntrespuntocero
Reflexionar en el aula sobre la empatía o los buenos hábitos de alimentación son solo algunas propuestas que se pueden trabajar con la metodología del Aprendizaje Basado en Retos. El objetivo es que los alumnos trabajen retos reales que les preparen para la vida laboral. Con esta premisa surgen aplicaciones como BeDebate Edu, una plataforma digital creada por Xavier Pascual, profesor de eLearning en la Universitat Oberta de Catalunya, para facilitar el uso de este método en clase.
Trabajar las ‘soft skills’

BeDebate Edu para trabajar el Aprendizaje Basado en RetosBeDebate Edu es una plataforma digital pensada para que los alumnos desarrollen las habilidades blandas o ‘soft skills’, aquellas relacionadas con la puesta en práctica de aptitudes, rasgos de personalidad, conocimientos y valores adquiridos. Gracias a este recurso, los estudiantes desarrollan la creatividad, el pensamiento crítico, la colaboración o la comunicación a partir de un reto cotidiano sobre el que tienen que reflexionar.

¿Cómo funciona?

BeDebate Edu para trabajar el Aprendizaje Basado en RetosA través de la aplicación, el docente plantea un reto a sus alumnos. Incluso es posible que elijan entre un conjunto de ellos para trabajar en el que les parezca más interesante.

La plataforma permite que participen estudiantes de cualquier parte del mundo y que se establezcan partidas o competiciones entre clases o cursos. El docente sigue desde su tablero cómo se está desarrollando la partida. Además, también comprueba el cumplimiento de objetivos y analizar los resultados obtenidos.

Por su parte, los alumnos trabajan el aprendizaje colaborativo y potencian sus habilidades creativas y comunicativas. Así, entre otras acciones, pueden grabar sus propios vídeos expresando su opinión sobre la temática del reto.

Biblioteca de retos

BeDebate Edu para trabajar el Aprendizaje Basado en Retos Aunque el docente puede diseñar sus propios retos privados, BeDebate Edu incluye una biblioteca de retos a la que pueden recurrir. Esta biblioteca se basa en los “17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para el 2030” y recoge retos sobre cuestiones como el fin de la pobreza, la igualdad de género, las ciudades y comunidades sostenibles o la reducción de las desigualdades.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/bedebate-aprendizaje-basado-en-retos/81783.html

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Establecen nueva plataforma para estimular investigación y educación de inteligencia artificial de China

China/26 de Mayo de 2018/spanish

Una plataforma abierta se ha establecido para compartir datos y herramientas sobre la investigación de la inteligencia artificial (IA) en China, publicó el rotativo China Science Daily en su edición de hoy jueves.

La plataforma, que está bajo la dirección del Ministerio de Educación, fue organizada conjuntamente por Microsoft Research Asia y cuatro universidades chinas: la Universidad de Peking, la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, la Universidad Jiaotong de Xi’an y la Universidad de Zhejiang.

Según Zhou Lidong, director general adjunto de Microsoft Research Asia, la plataforma ofrecerá apoyo tecnológico, datos, herramientas y cursos sobre la IA a los centros universitarios chinos.

La plataforma de fuente abierta, que se basa en la plataforma y herramientas de desarrollo de la IA de Microsoft, promoverá en mayor medida la innovación del sector, agregó Zhou.

A finales de 2018 se celebrarán cinco sesiones de formación en las ciudades de Harbin, Guangzhou, y otras localidades con el objetivo de involucrar más universidades en la plataforma.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2018-05/24/c_137203849.htm

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