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América del Sur/ Ecuador/29.01.2019/ Fuente: www.expreso.ec.
Aunque la expresidenta ecuatoriana reconoce que en los últimos años se ha invertido en educación, cree que el sistema “ha sido un desastre”.
La inversión en educación y en su calidad es uno de los asuntos más importantes para un país como Ecuador, donde la educación está en una “situación catastrófica”, a criterio de la expresidenta Rosalía Arteaga, quien ve urgente la necesidad de declarar en “emergencia” al sector.
Aunque reconoce que en los últimos años se ha invertido en educación, cree que el sistema educativo “ha sido un desastre” desde diferentes puntos de vista: se cerraron escuelas comunitarias y se dio una serie de disposiciones que “fueron perjudiciales para la educación”, dijo.
Entre ellas mencionó el que se haya aplicado el bachillerato general unificado que no resultó positivo, sobre todo porque no había suficientes profesores preparados en física y química, arguye.
Además, la educación bilingüe “sufrió una serie de embates” y aunque en temas de infraestructura hubo inversión en las llamadas Escuelas del Milenio —con varios avances tecnológicos y amplios espacios—, otras instalaciones estaban en “muy mal estado”, y, además, “no se preocuparon” de la capacitación de docentes, aseveró.
Con un doctorado en Derecho y una licenciatura en Ciencias Políticas y Sociales, Arteaga cree que la educación en Ecuador está en una situación “catastrófica”, por lo que, a tenor de prácticas similares en otros sectores cuando atraviesan por una situación desastrosa, pide que se declare “en emergencia” al sector.
Una situación que cree inédita y que supone permitiría que se centren recursos y se puedan tomar las iniciativas de forma más ágil y eficiente.
Arteaga, docente por cerca de veinte años en un colegio de Cuenca, explicó a Efe que planteó su preocupación y propuesta al ministro del ramo, Milton Luna, en el cargo desde diciembre pasado.
El funcionario consideró “interesante” la sugerencia, según Arteaga, quien espera que se someta a análisis el planteamiento que formuló en el marco de una reunión que compartieron con organizaciones no gubernamentales.
Máster en Educación Básica y Rescate de Valores Culturales en América Latina y con estudios de periodismo, Arteaga opina que declarar al sector en emergencia, supondría más agilidad en la contratación para la capacitación de docentes y directivos de establecimientos educativos, una de las mayores urgencias.
Exministra del ramo en 1994 durante el Gobierno del conservador Sixto Durán Ballen, Arteaga ve indispensable establecer una línea para saber por dónde va la educación y estudiar si funciona o no el sistema de evaluación educativa.
“En educación no se pude ver el cambio de un día para el otro”, es un proceso, que podría tener mayor agilidad a través de la declaración de emergencia, apuntó Arteaga, partidaria de retomar el tema de los valores en las escuelas.
Presidenta de la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina (Fidal), Arteaga apuesta asimismo por la importancia de trabajar en escuelas para padres, pues “aprendemos a ser muchas cosas en la vida pero no papás y mamás”.
Ve en la guía en los propios hogares y en el sistema educativo un pilar fundamental para contrarrestar, por ejemplo, el machismo y la violencia de género a fin de evitar casos como los que han conmocionado a Ecuador en los últimos días.
Se refirió al femicidio ocurrido en Ibarra y la violación grupal, en Quito, contra Martha (nombre dado para proteger a la víctima), casos por los que están detenidos cuatro hombres en total.
“Todo tiene que ver de una u otra forma con la educación. Hay que trabajar desde la casa y la escuela. A veces los niños replican lo que ven en la casa”, subrayó Arteaga quien fue vicepresidenta del país en 1996 y que asumió la Presidencia en 1997 por seis días antes de ser “víctima del machismo”, según dice.
Argumenta que antes y después de ella, los vicepresidentes asumían la Presidencia en caso de ausencia del jefe de Estado, pero su corto lapso como gobernante terminó por una interpretación de la Constitución y Fabián Alarcón, a la sazón presidente del Parlamento, asumió el cargo.
Veinte años después de ese suceso, en 2018 fue finalmente reconocido su cargo y colocado su retrato junto al de otros gobernantes en el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo.
Fuente de la noticia: https://www.expreso.ec/actualidad/ecuador-educacion-rosaliaarteaga-exvicepresidenta-violenciadegenero-machismo-KH2595792
Estonia / 21 de octubre de 2018 / Autor: Edison Veiga / Fuente: BBC Mundo
Sólo por detrás de Singapur y Japón.
En la última edición del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (más conocido por sus siglas, Pisa), una prueba trienal realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Estonia obtuvo el tercer puesto.
Eso significa que la pequeña república bañada por el mar Báltico tiene la mejor educación de Europa o, incluso, la mejor de Occidente.
La ministra de Educación e Investigación del país, Mailis Reps, le contó a BBC News Brasil que «el éxito de la educación en Estonia se basa en tres pilares»:
La educación es valorada por la sociedad
El acceso es universal y gratuito
Hay amplia autonomía (de profesores y escuelas)
«Los estonios realmente creen que la educación abre una amplia gama de posibilidades», subrayó la ministra.
En Estonia la educación es gratuita e inclusiva en todos los niveles, explicó Reps, lo que significa que todos tienen las mismas posibilidades de inserción.
«También ofrecemos acceso igualitario a varios servicios de apoyo, según las necesidades, como comidas gratuitas en la escuela, suministro de materiales didácticos, servicios de asesoramiento, además de subsidios en transporte y, a partir de la enseñanza secundaria, alojamiento».
Amor por las letras e inversión
Durante siglos, el pueblo estonio fue dominado por otras naciones, principalmente Suecia y Rusia. El país obtuvo su autonomía apenas en 1917.
De 1940 a 1991 se convirtió en un Estado miembro de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Por este motivo,Estonia es un joven país de solo 27 años. Pero hay algo que nunca cambió en la historia estonia: el aprecio de la población por las letras y la cultura.
Un ejemplo de ello son los registros históricos de hace 150 años que muestran que ya en esa época el índice de alfabetización de la población alcanzaba el 94%.
Cuando el país se modernizó e independizó, el gobierno decidió priorizar las inversiones en educación. Actualmente el Estado invierte el 6% de su Producto Interno Bruto (PIB) en la enseñanza.
En la práctica, significa que invierte unos US$7.400 por alumno al año en la enseñanza básica.
Si bien es una cifra alta comparada, por ejemplo, con lo que invierten los países latinoamericanos, contrastada con los otros países europeos no impresiona. La media de la Unión Europea (UE) —bloque que incluye a Estonia desde 2004—, es de unos US$10.800 por alumno al año.
Profesores valorados
Tal vez la respuesta a la eficiencia estonia, por lo tanto, esté en una mezcla de buenas inversiones y eficiencia en el uso de ese dinero. «Nos esforzamos por la excelencia en la educación porque creemos que cada persona debe tener la oportunidad de desarrollar y usar su mayor potencial», dijo la ministra.
«La educación siempre ha sido una prioridad para las inversiones, ya sea los salarios de profesores, la red de escuelas o la infraestructura digital», resaltó Reps.
«El aumento salarial de los profesores estonios también se destaca a nivel internacional», señaló. En la última década, Estonia incrementó los ingresos docentes en un 80%.
Hoy el salario base de los docentes es de 1.150 euros (US$1330). «El año que viene el piso de la categoría será de 1.250 euros, y el promedio será de 1.500 euros», afirmó la ministra.
«Considerando el estándar general de vida, la educación es un área en el que se invierte un porcentaje considerable del presupuesto«.
«La clave está en el acuerdo con la sociedad. Todos deben entender la necesidad de la educación, solo así es posible obtener resultados», aseguró.
Autonomía y libertad en el aula
Las directrices de la enseñanza están en el currículo nacional. Pero cómo aplicarlas queda, en gran parte, a criterio de cada escuela.
«El currículo determina los resultados generales. La manera de alcanzarlos es elegida por los profesores», dice la ministra.
Además el currículo se actualiza constantemente.
«En Estonia, las escuelas y los profesores disfrutan de un alto grado de autonomía en la toma de decisiones en todos los aspectos del aprendizaje y la enseñanza», completa.
Esta descentralización se volvió norma tras la disolución de la Unión Soviética. Fue cuando el gobierno decidió dar libertad a las escuelas, exigiendo de ellas, por otro lado, la responsabilidad en cuanto a las directrices.
En general, las materias se enseñan de forma integrada, es decir, sin la división clásica entre las disciplinas. Las competencias más valoradas son «aprender a aprender», ética, emprendimiento y educación digital.
Todos los profesores deben tener maestrías en sus áreas de actuación.
Durante el período escolar los alumnos deben aprender idiomas y literatura estonios, primera y segunda lengua extranjera, matemáticas, biología, geografía, física, química, humanidades, historia, civismo, música, arte, artesanía, tecnología y educación física.
Pero también son comunes las clases de historia de las religiones, diseño y economía.
En el contraturno —período del día en que los alumnos no tienen clases— todas las escuelas ofrecen clases de deporte, música, artes y talleres de tecnologías.
Es cuando también se solucionan los problemas individuales de los alumnos con bajo rendimiento. En el sistema educativo estonio, buenos y malos alumnos no están separados en clases diferentes.
Pero aquellos con más dificultad reciben ayuda, fuera del horario de las clases, de profesores particulares, psicólogos y psicopedagogos, según la necesidad.
Éxito
Los buenos resultados se ven no solo en el lugar obtenido en el ranking Pisa, sino también analizando los índices de alumnos en el nivel más bajo de aprendizaje.
Solo el 8% de los jóvenes estonios de 15 años —la edad de los evaluados por Pisa— están en el nivel más bajo (por ejemplo, tienen dificultades para relacionar entre sí diferentes partes de un mismo texto).
La media de los países de la UE en esta categoría es del 15%.
«Claro que nos sentimos orgullosos de nuestras conquistas, de nuestra evaluación en Pisa», comentó Reps. «Pero el objetivo es la educación y no la puntuación en pruebas«.
Los candidatos a directores de escuelas son entrevistados por un consejo formado por padres, profesores y representantes del gobierno municipal. A la hora de contratar a un profesor, la responsabilidad le corresponde al director de la escuela.
¿Sirve para otros países?
Replicar un modelo de un país a otro, en opinión de la ministra estonia, no es algo tan factible.
«Cada país es diferente y no existe una receta o un modelo secreto que pueda ser usado solo copiando todo», señaló.
Las salvedades son obvias: discrepancias en el tamaño de la población, problemas históricos aún no resueltos o incluso diferencias culturales.
«El modelo de Estonia fue formulado considerando a un país pequeño», destacó Reps.
Sin embargo, la funcionaria reconoció la importancia de formar alianzas entre naciones. En el caso de Estonia, con la igualmente exitosa Finlandia, que actualmente ocupa el quinto lugar en el ranking Pisa.
«Finlandia es nuestro principal socio cuando tratamos de mejorar nuestras prácticas educativas, siempre hay algo que aprender de los vecinos», subrayó.
«En cuanto a la formulación de políticas públicas en el campo de la educación estamos siempre abiertos a cambios y la innovación, pero al mismo tiempo valoramos y preservamos enfoques tradicionales que han funcionado bien», dijo la ministra.
«El futuro seguramente seguirá trayendo nuevos desafíos, principalmente con el desarrollo de nuevas tecnologías. Creemos que necesitamos aprender unos con otros y enfrentar los desafíos juntos», concluyó.
Miles de estudiantes protestaron en contra de los recortes del gobierno y para pedir más becas para su formación; además criticaron las políticas migratorias.
Los estudiantes de educación secundaria y universitaria salieron a las calles de ciudades como Roma, Turín, Nápoles o Bari para reclamar más propuestas concretas que fomenten la inversión en educación y ajusten menos los gastos.
“Hoy estamos en las calles porque sufrimos la injusticia diaria de los costos económicos insostenibles de estudiar. La maniobra financiera anunciada por el gobierno ignora los problemas de los estudiantes, no proporciona más recursos para el derecho a estudiar o para la calidad de la capacitación o la investigación”, expresó un estudiante a Rai.
En algunas ciudades se han vivido momentos de tensión como en Turín, donde cientos de estudiantes protestaron en el centro histórico y quemaron muñecos que imitaban a los vicepresidentes del Gobierno, Luigi Di Maio y Matteo Salvini, líder del M5S y la ultraderechista Liga respectivamente.
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También en Roma 50.000 personas, según los organizadores, quemaron bengalas y recorrieron las calles principales para rechazar frente a la sede del Ministerio de Educación los controles que quiere imponer el Gobierno en las escuelas y universidades.
Los estudiantes romanos pidieron que, en lugar de invertir en cámaras de seguridad y controles para garantizar el orden, se destine ese dinero a ayudas que faciliten el acceso a la universidad a los estudiantes con escasos recursos.
El vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, criticó la quema de imágenes y figuras con su rostro y dijo que esas acciones “dan asco”.
“Luego es la Liga la que siembra el odio… Estos estudiantes ‘demócratas’, mimados por los centros sociales y algunos profesores, necesitarían muchas horas de educación cívica. Tal vez entenderían que quemar figuras de Salvini en las plazas, o de cualquier otra persona, o colgar imágenes de farolas es una cosa asquerosa”, escribió en las redes sociales
El otro vicepresidente y ministro de Desarrollo Económico, Luigi Di Maio, se mostró más dialogante al señalar que el Gobierno está dispuesto a reunirse con los colectivos de estudiantes para conversar sobre sus reivindicaciones.
“Las manifestaciones se deben hacer, sigan adelante, fui representante de los estudiantes durante cinco años, sé bien cuál es el valor de una presión social pacífica. No es verdad que estemos recortando en educación, veámonos para dialogar”, declaró a los medios.
Fuente de la noticia: https://www.pulzo.com/mundo/italia-tambien-marchan-por-educacion-PP573372
América del sur/Colombia/11 Octubre 2018/Fuente: Semana
Cientos de miles de estudiantes y profesores se tomaron las calles de todo el país en una jornada sin antecedentes recientes en Colombia. Más allá del reclamo por mayores recursos para la educación superior pública, lo sucedido este miércoles puede tener más efectos.
Colombia vivió una jornada histórica. Este miércoles, estudiantes y profesores universitarios de las principales ciudades del país salieron a la calle a marchar para exigir al gobierno nacional mayores recursos para financiar la educación superior pública en Colombia. Por lo menos, ese era su propósito.
La manifestación, convocada y liderada por el Movimiento Estudiantil Colombiano, contó con el apoyo de universidades privadas y movilizó a cientos de miles de personas en el país. En Bogotá se estima que 45.000 personas salieron a la calle y se concentraron en la plaza de Bolívar. El principal reclamo era el incremento a 4,5 billones de pesos el presupuesto para las instituciones de educación superior pública para 2019.
A pesar de algunos episodios de vandalismo, especialmente en Bogotá, la marcha de los estudiantes de este 10 de octubre se desarrolló en calma, despertó mucha solidaridad, y hasta transcurrió entre fiesta y carnaval. Una jornada que sin duda dejará varias lecciones.
1. En el presupuesto, la pelea es peleando y la plata no alcanza Al interior del gobierno, la pelea por la distribución del presupuesto de 2019 ha sido muy dura e incluso ha provocado tensiones entre varios ministros y el titular de Hacienda, Alberto Carrasquilla. Cada uno de los ministros ha tenido que ir a ‘pelear’ las asignaciones para el próximo año, pues el gobierno tomó la decisión de mantener el presupuesto de 259,7 billones de pesos que había dejado listo el gobierno Santos. El debate que se viene es muy duro si se tiene en cuenta un gran problema: el Estado está desfinanciado en cerca de 25 billones de pesos pues los gastos programados para el año entrante superan los ingresos previstos, según el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
2. Cumplir “los anhelos” de los estudiantes es casi imposible
El presidente Iván Duque contestó casi de inmediato a las protestas de los estudiantes. “Yo entiendo la angustia de muchos jóvenes. Y entiendo sus reclamos”, dijo el primer mandatario. A pesar de que en esta oportunidad, el presupuesto de Educación ha sido el más alto de la historia, las cifras no son suficientes. En esta oportunidad, con 41 billones, el sector supera a otros que tradicionalmente se han llevado los mayores recursos del Estado como defensa (33,53 billones), salud y protección social (32,29 billones) y trabajo (28,52 billones). Sin embargo, el presidente reconoció que “tenemos dificultades para satisfacer todos los anhelos en ocho semanas de gobierno. Hemos hecho una tarea para que el presupuesto de inversión en educación sea cada vez más abultado. Pero faltan recursos”. La discusión de más presupuesto para las universidades llega en un momento difícil para la economía y ad portas de una reforma tributaria. La ministra María Victoria Angulo dio una buena noticia en el debate este miércoles en el Congreso: al presupuesto de 3,8 billones de pesos proyectado para las universidades públicas en 2019 se suman ahora estos nuevos recursos, lo que implica que recibirán el próximo año 4,3 billones de pesos. Las universidades, por su parte, piden más de 15 billones, que es la brecha histórica que consideran se les adeuda.
3. Se vienen tiempos de apretarse el cinturón
La situación económica del país llevó al gobierno a pedir a cada una de sus entidades apretarse el cinturón y ajustar los gastos del próximo año, porque en últimas, el gobierno tendrá que administrar lo mejor posible el presupuesto. Esto implica que en todas las carteras, incluida la de Educación, las restricciones presupuestales son grandes. Este miércoles, durante la discusión del presupuesto del próximo año, los congresistas y el gobierno se pusieron de acuerdo para aumentar en 500.000 millones de pesos la asignación para las universidades públicas. La destinación de la partida adicional se distribuiría así, según la ministra de Educación: 223.000 millones de pesos irían para inversión en todas las instituciones de educación superior pública; otros 55.000 millones se destinarían para funcionamiento, 121.000 millones para el ejercicio anual de gratuidad y 101.000 millones para la línea de excelencia y méritos.
4. Los problemas de las universidades vienen de décadas atrás
La magnitud de las protestas estudiantiles permitió que por primera vez en mucho tiempo las cifras de la educación superior se pusieran sobre la mesa, y que fuera evidente la deuda histórica que tiene el país con estas. La principal explicación de la desfinanciación que viven se debe a la Ley 30 de 1992. Esta determinó que las transferencias a las universidades serían ajustadas anualmente según el IPC, sin tener en cuenta el crecimiento en el número de estudiantes, que se cuadriplicó en la última década al pasar de 159.000 a más de 611.000 estudiantes. Con esto, mientras los ingresos de las universidades públicas crecieron con la inflación, sus costos y el déficit lo hicieron mucho más rápido. Los ingresos por estudiante se derrumbaron y las universidades entraron en cuidados intensivos a nivel financiero. Como bien le explicó el rector de la Universidad del Atlántico a SEMANA, las cargas se han desbalanceado. En el caso de esa institución, en 1993 tenían 5.913 estudiantes y hoy, 24.619. Eso significa un crecimiento de 316 por ciento. Sin embargo, en materia presupuestal recibían en 1993 52.538 millones, y hoy 129.233 millones. Es decir, un crecimiento de 124 por ciento.
5. La plaza pública sigue vigente…
No es la primera vez ni será la última que las movilizaciones sociales sean capitalizadas por dirigentes políticos. Pescar en río revuelto es un lugar común entre los políticos, y las marchas y los paros son especialmente terreno fértil para ese propósito. Desde días, incluso semanas atrás, fueron numerosos los congresistas que apoyaron la manifestación e invitaron a una masiva y pacífica movilización. De forma oficial, partidos políticos –especialmente de izquierda- como el Polo Democrático, Alianza Verde, Unión Patriótica, que históricamente han acompañado paros campesinos, huelgas de trabajadores, o toda clase de protestas sociales fueron los primeros en solidarizarse con la causa de la universidad pública y anunciaron su presencia en la calle. El hilo conductor entre los reclamos de unos y el rol de estos partidos políticos es la oposición al gobierno. Por eso, los dirigentes que este martes caminaron varios kilómetros en la marcha, al lado de los estudiantes, eran precisamente de estos partidos. Este miércoles se vieron caras reconocidas como las de Jorge Robledo y otros congresistas del Polo; Angélica Lozano, Antonio Sanguino de los Verdes; Aída Avella de la UP, por citar algunos. Era lógico que políticos de los partidos tradicionales no iban a ser bien recibidos si se asomaran a las calles.
Que los políticos traten de conectarse con la movilización espontánea es una conducta legítima. De hecho el objetivo de las organizaciones políticas es precisamente ser el puente entre la calle y el poder, los que originalmente deberían ser los encargados de tramitar los reclamos del ciudadano con los que manejan las riendas de la nación. Y aunque el escenario natural pueda ser el Capitolio, el ideal es la plaza pública.
6. …y Petro sigue siendo el rey
Y es allí, en la plaza pública, donde Gustavo Petro se mueve como pez en el agua, o si se hablara en términos deportivos, donde juega de local. Desde la semana pasada enviaba mensajes invitando a las “ciudadanías libres” a sumarse a la marcha de los estudiantes, y este miércoles se asomó en la plaza de Bolívar donde fue el político más aclamado, entre otras porque los demás no se acercaron a la tarima instalada para que intervinieran los líderes del movimiento estudiantil. Era lógico que tras una campaña presidencial tan reciente, en la que encarnó la imagen de la “esperanza” frente a lo que llaman el establecimiento, su presencia iba a ser saludada. También porque muchos de las reclamos de los estudiantes de la universidad pública los había enarbolado en el debate electoral, así como en el resto de su trayectoria política.
Pero en su caso, volvió a traducir una manifestación ciudadana como un respaldo a su figura, por lo que fue criticado. Una fotografía en medio de la multitud, mientras se acercaba a la tarima de la plaza de Bolívar fue rechazada por los propios manifestantes, que se opusieron a cualquier intento de hacer política con la marcha.
De hecho, los mismos estudiantes, en su gran mayoría, fueron los primeros en atajar cualquier intento de sacar provecho político con la manifestación, y aunque la marcha tenía como claro objetivo elevar una voz de protesta al gobierno y a sus políticas en materia de educación, el presidente Iván Duque también pretendió sintonizarse con ese mensaje en su discurso al cierre de la jornada: “La educación es de todos, no es de izquierdas ni de derechas”.
7. Las redes sociales sí logran mover a los colombianos
Aunque los estudiantes siempre han salido a protestar, sus clamores se escuchan hoy más que antes gracias a Twitter, Facebook, Instagram y YouTube. Durante todo el día, las tendencias de esas redes sociales giraron alrededor de la marcha. Una vez más, se demostró que la idea de que la indignación que se vive en las redes sociales no se traduce en hechos reales, se desvaneció. Miles de jóvenes se agolparon en las calles con el mismo clamor. A eso se suma que gracias a este megáfono la participación que tienen los políticos es más visible, y por eso la intervención de muchos congresistas en las manifestaciones, que también era usual en el pasado, tiene hoy más eco. Por otro lado, se volvió a demostrar que los mensajes originales suelen calar y permiten que los mensajes de causas históricas como la corrupción hace unos meses o como la educación esta semana, lleguen a personas que antes no se movilizaban. En esta oportunidad, Daniel Samper puso de nuevo la agenda con un video en el que él y la actriz Esperanza Gómez compartieron sus reflexiones sobre este problema.
8. La discusión de Ser Pilo Paga no se ha acabado
Uno de los primeros pulsos que tuvo el gobierno Iván Duque fue respecto al supuesto fin de Ser Pilo Paga. El presidente salió a desmentir esa interpretación y aclaró que lo que hará es reformular ese programa.»La cobertura exige que nosotros podamos incluir más universidades públicas en un programa de gratuidad y decirles a las universidades privadas que también pongan», había dicho en uno de sus talleres comunitarios. Sin embargo, ese anuncio generó malestar entre las universidades privadas que tendrán que hacer ajustes para acomodarse a la nueva realidad de recibir menos dinero del Estado. La universidad pública, por su parte, resiente mucho que esos cuantiosos recursos que se habían destinado a esas instituciones, habrían podido subsanar gran parte del problema que viven ahora. Se calcula que el Estado le girará a los centros privados 2 billones de pesos más, para que los alumnos que fueron beneficiados puedan finalizar sus carreras. La clase empresarial, que había sido gran defensor de los pilos, también le ha pedido a Duque que este se mantenga. Por eso, en la pelea del presupuesto, el programa será un eje central. La ministra anunciará el nuevo plan el próximo 20 de octubre.
9. El dilema está entre cumplirle al pasado y apostarle al futuro
El problema del sector educativo se explica en que si bien existe un alto presupuesto, la mayoría está comprometido en rubros diferentes a las universidades públicas. Cerca del 70 por ciento va para financiar la educación básica y media y solo el 10 por ciento del total tiene como destino la educación superior. Esto significa que en educación, como en otros muchos sectores, el país ha tenido que escoger entre financiar su pasado y de alguna manera aplazar la inversión en el futuro. En términos generales, el 95 por ciento del presupuesto de educación va para funcionamiento (incluidos los pagos del FOMAG y los compromisos de primas que se negociaron para levantar los paros docentes) y tan solo el 5 por ciento se destina a inversión. El rubro de pensiones supera los 9 billones de pesos.
10. Educación versus defensa, los tiempos cambiaron
Gran parte de la explicación de que el país viva esta discusión con tal intensidad es que llegaron otros tiempos. Luego de la firma del proceso de paz, muchos temas que no tenían prioridad se convirtieron en el eje de la discusión del país, como sucede en cualquier democracia en la que no existe el conflicto armado. La educación es quizás el sector en el que se vive con más intensidad ese giro. El rector de la Universidad Pedagógica, Leonardo Martínez, por ejemplo, propone quitarle un billón de pesos a defensa y pasárselo a educación, ciencia, tecnología y medioambiente. “Seguir aumentando presupuesto para defensa en un contexto diferente no tiene mucho sentido desde nuestro punto de vista”, dice. Esa misma tesis fue la que sostuvo Gustavo Petro en su intervención en la plaza de Bolívar. El argumento de gastar más en la educación del futuro que en la guerra del pasado inspira y convoca a muchos.
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