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Más allá del Canal: ¿Afrontará Panamá el reto de la educación?

Panamá/14 julio 2016/Autora: Emiliana Vegas Fuente: El País

Panamá tiene razones para celebrar. Desde la construcción del canal en 1914, el país no había visto una obra de infraestructura como la que se inauguró el pasado 26 de junio. Las expectativas generadas por este hito han sido muchas, y se espera que el renovado canal se convierta en el motor de un acelerado crecimiento económico en los próximos años. Sin embargo, este éxito es también una oportunidad para pensar en Panamá más allá del canal y hacer de la educación la base de un desarrollo sostenible y equitativo, apoyado por un capital humano de calidad.

Entre 2001 y 2013, Panamá creció a una tasa promedio de 7,2%, más del doble que el conjunto de la región, acercándose en términos de PIB per cápita a países de alto ingreso del entorno como Chile o Uruguay. Sin embargo, la expansión de actividades en áreas clave para el país ha generado, en líneas generales, una demanda de mano de obra con un bajo nivel educativo.

El salario de la población laboral con secundaria incompleta ha crecido alrededor de un 70% en los últimos años, mientras que el sueldo de trabajadores que han superado ese nivel de estudios ha aumentado sólo un 45%. Con la apertura del canal, es de esperarse que crezca la demanda por capital humano calificado. Hoy día, muchos de los profesionales que gozan de buenos empleos con altas remuneraciones son ciudadanos de otros países, no panameños. El sistema educativo del país requiere de una mayor cantidad de profesionales capaces de responder a las necesidades de una economía que aspira a ser un referente de competitividad e innovación.

De acuerdo a un estudio de la firma Manpower en 2015, cerca de la mitad de las compañías panameñas reportan dificultades para llenar sus vacantes con personal calificado. Esta brecha de habilidades es reflejo de un sistema educativo que debe seguir trabajando para alcanzar aprendizajes más altos y más equitativos. En las pruebas internacionales PISA del año 2009, los estudiantes panameños de 15 años con mejor desempeño obtuvieron puntuaciones similares a aquellos de más bajo desempeño en Chile. Esta situación es aún más preocupante cuando se considera que Chile —el país con mejor nivel educativo de América Latina — todavía se encuentra entre los países de más bajo nivel a nivel mundial. Asimismo, los resultados de estas pruebas ponen en evidencia las grandes inequidades existentes entre las zonas urbanas y rurales en el país: los estudiantes de áreas rurales, entre los que se cuentan las comarcas indígenas, reportaron calificaciones que los ponen un año completo de escolaridad por detrás de sus compañeros de zonas urbanas.

Entonces, es tiempo de preguntarse: ¿Está Panamá dispuesto a transformar su educación para responder al reto del desarrollo sostenible?

Un buen primer paso sería aumentar el gasto público en educación para asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad. Aunque en los últimos 15 años Panamá cuadriplicó su gasto en educación, la inversión pública en este sector se mantiene entre las más bajas de la región. Además, es importante que la inversión en educación sea más eficiente y equitativa, asignando más recursos donde más se necesitan.

Por supuesto, una mejora sustancial en la educación sólo será posible si se desarrollan políticas que atraigan, desarrollen y motiven a docentes de calidad. En varios países de la región, como es el caso de Chile, Colombia y Perú, se han implementado becas para que estudiantes de alto rendimiento se conviertan en docentes, así como programas de acompañamiento y apoyo a maestros que ya están en las aulas. Panamá merece esfuerzos similares.

Panamá le ha demostrado al mundo que es capaz de asumir y resolver grandes desafíos: lo logró cuando se hizo cargo de la administración del canal hace casi 40 años y lo ha vuelto a hacer con la ampliación. Ahora debe plantearse un nuevo reto: una educación para la competitividad.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/07/12/planeta_futuro/1468315476_153544.html

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José Joaquín Brunner, sobre el proyecto: ”El Gobierno insiste en un sistema de gratuidad que me parece insostenible”

Por: Gabriel pardo

«Lo que dice el Ejecutivo es que llegará, en el mejor de los casos, a cubrir al 50% de los jóvenes de los hogares de menores recursos. Todo lo demás es música”, afirma.  

En esta conversación, José Joaquín Brunner repetirá -con su tradicional dicción académica- palabras como confuso, desordenado, débil, inconexo.

El ex ministro muestra gran decepción ante los lineamientos del proyecto de ley de educación superior anunciados por el Ejecutivo: “Para dos años de trabajo -desde que se anuncia en el programa de gobierno-, el producto es extremadamente pobre. Sigue siendo un conjunto bastante inconexo de ideas, propuestas, comentarios, que no permiten percibir que el gobierno tenga una visión estratégica de adónde quiere llevar a un sistema tan complejo como es hoy nuestro sistema de educación superior”.

-¿Dónde ve las principales falencias?

-Sigue habiendo una enorme debilidad de base en el planteamiento del Gobierno. En vez de reforzar e impulsar un régimen mixto, como anunció la Presidenta, si uno mira en concreto lo que se hace, buena parte del proyecto se dedica a cómo reforzar las universidades del Estado. Como si la Educación Superior de la cual el Estado se debiera preocupar fuese solo de una parte del conjunto. No hay una visión real de un régimen mixto, donde el Estado efectivamente debería preocuparse de todas las universidades, de los académicos y de todos los estudiantes.

-En el proyecto, sin embargo, se establece una nueva institucionalidad, que incluye una Subsecretaría de Educación Superior y una Superintendencia para el buen funcionamiento del sistema.

-En términos de principios y doctrinas, el proyecto es tremendamente controlista. Hay puntos claves que se pretende dejar en manos directamente de la administración gubernamental.

-¿En qué sentido sería “controlista”?

-Si uno lo mira, se da cuenta de que el Estado o el Gobierno se haría cargo de definir títulos y grados a través de este marco nacional de cualificaciones, fijando el ministerio estándares y criterios curriculares, entregando la gestión de múltiples aspectos a esa combinación de Subsecretaría y Superintendencia.

Brunner, quien es autor de varios libros sobre la materia, agrega que “la admisión sería controlada directamente por el Ministerio, con un nuevo sistema que no se explicita, pero queda dicho que la admisión a la universidad -es decir, que la selección de estudiantes, una cuestión central a la autonomía de las instituciones- queda en manos del Ministerio”. Lo mismo ocurre, dice, respecto de la fijación de los aranceles en el sistema de gratuidad.

-El Gobierno plantea que llegará al sexto decil en gratuidad. Y que la gratuidad universal se condiciona al hecho de que la carga tributaria, en un futuro, pase a ser el 29,5% del PIB. ¿Cómo califica este anuncio?

-Todo eso me parece completamente descaminado. Lo que dice el Gobierno es que llegará, en el mejor de los casos, a cubrir al 50% de los jóvenes de los hogares de menores recursos. Todo lo demás es música. El gobierno insiste en un sistema de gratuidad que me parece insostenible, sobre todo pensado en la realidad económica actual.

“La admisión a la universidad -es decir, la selección de estudiantes, que es una cuestión central a la autonomía de las instituciones- queda en manos del Ministerio”.

Fuente noticia: http://www.brunner.cl/?p=14553

Fuente imagen: http://www.udp.cl/upload/Noticias/Noticias_20101123_93329.jpg

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FMI: uno de cada siete estadounidenses vive en la pobreza

Estados Unidos/ 07 julio 2016/ Fuente: Tercera Información

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado este miércoles en su página web un informe preliminar que prevé que la economía de EE.UU. crecerá este año un 2,2% en vez del 2,4% pronosticado anteriormente, y un 2,5% en 2017.

Sin embargo, el informe también advierte de una confluencia de “desafíos importantes a largo plazo” en EE.UU. que podría inhibir el crecimiento continuo.

Entre estos desafíos están la disminución de la productividad, el deterioro de la infraestructura y el aumento de la proporción de trabajadores en edad de jubilación. No obstante, según el FMI, el factor más importante es la desigualdad de los ingresos, ya que uno de cada siete estadounidenses vive en la pobreza, y la clase media se ha reducido hasta su mínimo en los últimos 30 años.

“Hay una necesidad urgente de hacer frente a la pobreza”, indica el informe. “Si no se controla, estas fuerzas continuarán arrastrando hacia abajo el crecimiento, tanto el potencial como el real”.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, por su parte, cree que no es solo la pobreza lo que crea tensiones sociales significativas, sino también la actividad social.

En su blog en el periódico ‘The Huffington Post’ Lagarde pide a EE.UU. hacer esfuerzos para mejorar la educación, subvencionar el cuidado de los niños a las familias con menores ingresos, proporcionar un crédito de impuestos de ingresos más generoso y elevar el salario mínimo federal para animar a los ciudadanos a trabajar, para que el crecimiento pueda volver a acelerarse.

Fuente:
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La medida de la desigualdad en América Latina

Autor: Pablo Gentili/Fuente: El País
Oxfam acaba de presentar una herramienta de enorme utilidad para entender la dimensión de la injusticia social en Latinoamérica: la calculadora la calculadora de la desigualdad.
La iniciativa constituye uno de los aportes de la campaña Iguales, promovida por esta gran organización internacional para concientizar y articular acciones de combate a los altísimos niveles de desigualdad que existen en los países latinoamericanos. La calculadora permite observar los niveles de ingreso de la población de 15 países de la región, comparándolos con los obtenidos por los sectores más ricos, los multimillonarios que concentran gran parte de la riqueza nacional. Así, el aplicativo desarrollado por Oxfam, en alianza con el portal de periodismo independiente peruano Ojo Público, contribuye a dimensionar la enorme brecha que separa a los más ricos de los más pobres y, al mismo tiempo, a exponer las inmensas asimetrías en los rendimientos monetarios de los sectores que ocupan los niveles más altos en la escala de ingreso de las sociedades latinoamericanas. Este último aspecto permite observar de manera elocuente (y muchas veces sorprendente) la distinción entre desigualdad y pobreza, una cuestión especialmente relevante no sólo en América Latina, sino también en los países más desarrollados.

La calculadora de la desigualdad ayuda a entender de forma clara y accesible una de las principales consecuencias de un modelo de desarrollo que, como afirma Oxfam, al multiplicar privilegios, niega derechos.

¿Cuáles son los ingresos mensuales de un latinoamericano con relación al 1% más rico de su país? Fíjate aquí (si quieres comparar los ingresos en diferentes países, consulta la tabla que hemos incluido al final de esta entrada con la equivalencia entre las monedas nacionales y el dólar):

Fuente: http://blogs.elpais.com/contrapuntos/2016/06/medida-desigualdad-america-latina.html

Fuente imagen: http://www.datos-bo.com/images/img_sis/normal/desigualdad_3.jpg

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Los desafíos de Sudáfrica 25 años tras el fin del apartheid

Sudafrica/30 junio 2016/ Autor: Carolina Valdehíta/Fuente: El Mundo

  • Aunque la desigualdad ha disminuido, el poder económico continúa en manos de los blancos.
  • Colectivos de derechos humanos siguen pidiendo ayudas para frenar esas diferencias sociales.

Es posible que Sudáfrica sea el país africano cuya historia haya marcado mayores diferencias sociales, para luego arreglarlo, y después volver a situarlo en el día a día. A comienzos de la década de los 90 cada vez se hizo más notoria la necesidad de cambiar a un régimen que huyera del racismo y la misoginia, y en el que cada persona contase un voto. Tras varias desavenencias en el seno del partido conservador, el presidente Frederik W. De Klerk fue instaurando paulatinamente la democracia y dando poder a la mayoría negra, legalizando primero el Congreso Nacional Africano (CNA) y liberando a Nelsón Mandela de la cárcel, donde había permanecido tres décadas. A finales de abril de 1994 se celebraron las primeras elecciones democráticas y el 10 de mayo Mandela se convertía en el primer presidente negro con una mayoría aplastante de votos.

Existe en Sudáfrica un antes y un después de la era ‘Madiba’, donde la tarea por disminuir la igualdad trabajó en diferentes aspectos de la sociedad. La película «Invitus» (Clint Eastwood, 2009) retrata un episodio histórico que quizá fue uno de los momentos clave para el desarrollo de la identidad sudafricana donde el color de la piel pasaba aun segundo plano. El rugby acercó a ex colonos y colonizados y les abrigó bajo el lema que sustenta al estado más meridional de África: «Sudáfrica, unidad en la diversidad». Unidad porque con la caída del apartheid, hace hoy veinticinco años, todos se volvieron iguales a los ojos de la constitución. Diversidad porque esa unión no desvinculaba a cada persona de sus creencias históricas y herencia cultural. Cada tribu se mantenía con su esencia, como parte boyante de ese todo. Sin embargo, a pesar de lo emblemático de esos veinticinco años del fin de la xenofobia por decreto, hay cinco desafíos clave que el país debe abarcar.

Superar el caos político

El mayor problema con el que Sudáfrica batalla a día de hoy es su propio presidente: Jacob Zuma, líder del Congreso Nacional Africano (CNA), partido liderado antaño por Mandela. La corrupción, muy extendida en África, ha acaparado portadas de prensa desde comienzos de este año. Si bien siempre han sido conocidas, y de alguna manera toleradas, las cuestionables prácticas de Zuma respecto a favoritismos y corrupción, es ahora cuando la oposición y los tribunales están haciendo más ruido por sacar a la luz casos que se remontan a 2009, antes de ser presidente. Carismático y cercano al pueblo, Zuma llegó al poder como una versión azucarada de Mandela, sin su fuerza ni valores. Con las elecciones locales a la vuelta de la esquina, Zuma tiene difícil recuperar la confianza de su partido y de su electorado. Por otro lado, el lamentable espectáculo que han dado los diputados en el Parlamento durante este año, que en más de una ocasión casi terminan haciendo de la sala un club de la lucha, resta la seriedad que dicha cámara necesita.

Hacer frente a la crisis económica

Veinticinco años es poco para industrializar un país y atajar las diferencies económicas que comprendan al Estado dentro del selecto grupo de los llamaos «estados del bienestar» propios del mundo occidental. Sin embargo, con empeño, Sudáfrica es el Estado africano que más cerca está de conseguirlo. Siendo el segundo motor económico del África Subsahariana, sólo superado por Nigeria gracias a sus reservas de crudo, Sudáfrica aumentó su PIB tras el ‘boom’ del Mundial de 2010. Seis años bastaron para dar una excusa al extranjero para llegar hasta el país como turismo o bien para invertir. Los últimos datos de su PIB son de 2014 y son de 263.493 miles de millones de euros, situando al país en el puesto 38 del ránking mundial. Sólo ahora comienzan a sentirse los primeros brotes de la recesión que se explican por la falta de una política económica coherente durante varios años. A finales de 2015, el Ministro de Finanzas empezó a elaborar la hoja de ruta antes de que fuera tarde. Con un paro superior al 25%, la pobreza generalizada (más de un cuarto de la población vive con menos de 1,25 dólares al día) y la caída del precio del rand, la estrategia a seguir es la de gastar menos con el fin de ahorrar más.

Aminorar las desigualdades sociales

Si bien es verdad que la cohesión social existe en Sudáfrica, las desigualdades sociales son palpables en el día a día. No hay más que ver los extensos suburbios que circundan grandes ciudades como Johannesburgo o Ciudad del Cabo. Mientras que en las extensas urbes se pueden encontrar rascacielos, casas coloniales y edificios funcionales, miles de personas continúan viviendo en casas hechas con plásticos, hojalatas, hierros y demás chatarras en unas condiciones de hacinamiento e insalubridad alarmantes. La caridad sigue siendo el medio de ayuda a todos los necesitados, así como los subsidios estatales. Pero ojo, también este paternalismo del Estado juega una doble lectura y, aunque el porcentaje no sea elevado, hay quiénes se aprovechan del letargo y las ayudas económicas para continuar con la dependencia. En las calles de las grandes ciudades se pueden ver a muchos vagabundos con semblante destructivo, fruto no sólo de la pobreza sino también de las consecuencias de la droga.

Adalid como referente de los derechos humanos

Mucho tienen que aprender el resto de países del África negra en cuanto al respeto de los derechos humanos, de la mujer y de las minorías perseguidas por motivos de raza, religión o condición sexual. Si bien Sudáfrica presume de ser una de las civilizaciones más abiertas: la homosexualidad no está perseguida, el matrimonio igualitario está contemplado por la ley, el papel laboral de la mujer está aceptado y las minorías son más respetadas. En ese sentido, el país debería aunar sus esfuerzos por convertirse en un ejemplo a seguir por los países colindantes. El respeto a los seres humanos, el derecho a la manifestación y a la huelga son otros de los estandartes de los que puede presumir Sudáfrica, pese a tener una policía corrupta. Human Rights Watch ratificó en su memoria de 2015 dicho abuso de poder policial «persisten serias preocupaciones acerca de la conducta y la capacidad de los Servicios de Policía de Sudáfrica, tanto en términos de la utilización de la fuerza en general, así como para hacer frente a los disturbios de manera que se respeten los derechos».

Bajar la tasa de criminalidad

Otra de las asignaturas clave de Sudáfrica es el la lucha contra la criminalidad. El país está entre los 10 estados más peligrosos del mundo donde las posibilidades de sufrir una agresión sexual, atraco a mano armada o robo en la vivienda son mayores que en otros países africanos donde no persiste ningún conflicto armado. Con un índice de población de 52,98 millones de personas según los últimos datos de 2013, un paro superior al 25% y miles de armas circulando en el territorio, la seguridad es requisito indispensable. Según el último informe de la policía se producen 50 homicidios al día. «A veces tanto el ladrón como el policía están compinchados, y eso hace que muchos turistas sean robados y no puedan hacer nada para que la justicia les ayude en el momento que se produce el robo», comentaba un taxista de Ciudad del Cabo. «Por la mañana se puede andar sin problema por casi cualquier parte, por la noche hay que extremar las precauciones», advertía. Y no sólo hay que estar en guardia ante la criminalidad con violencia, sino también hay que estar atentos ante una posible copia de datos de las tarjetas de crédito o suplantación de la identidad bancaria.

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2016/06/30/5773f4d2e5fdea117e8b4659.html

 

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Canadá, segundo mejor país del mundo según Índice de Progreso Social 2016

Canadá/30 junio 2016/Autora: Leonora Chapman/Fuente: Radio Canada International

“El índice nos muestra que el PIB no es el único elemento que influye en nuestro destino. No se trata sólo de traer más riqueza a la comunidad, sino de cómo utilizar esa riqueza”.

-Michael Green, director de Social Progress Imperative

Canadá sería uno de los mejores países para vivir, según el Índice de Progreso Social 2016. El país se sitúa segundo, justo detrás de Finlandia, en lo que se refiere a la asistencia sanitaria, la educación, la vivienda, la seguridad, el respeto de los derechos humanos y la tolerancia, en particular.

Es con el acceso a la educación superior que Canadá obtiene la máxima puntuación. En esta área, supera el desempeño de países con un nivel similar de riqueza, sobre todo en términos del número de universidades reconocidas a nivel internacional, el número de años que las mujeres van a la escuela y el porcentaje de estudiantes que asisten a las universidades más importantes.

Canadá también obtiene una nota alta con respecto a los derechos humanos o la libertad de expresión y asociación y los derechos políticos, así como en lo que se refiere a la tolerancia hacia las religiones y la diversidad sexual así como a  la integración de los inmigrantes.

La debilidad de Canadá la constituye el medio ambiente, principalmente debido a la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero,  el bajo nivel de tratamiento de aguas residuales y la débil protección de la biodiversidad.

Punto sorprendente, entre los países desarrollados, Canadá obtiene una puntuación pobre en materia de movilidad, con un 81% de los canadienses que tienen un teléfono móvil en comparación con el 100% de los estadounidenses, británicos y otros ciudadanos de los países occidentales. En este aspecto, Canadá ocupa el número 102 en el mundo.

“En la literatura científica, el acceso a la telefonía móvil es reconocido como un indicador de progreso social, en la medida en que demuestra el acceso a la información y la comunicación”, dice Michael Green, CEO de Social Progress Imperative, al origen del índice.

Entre los países en la parte superior de la clasificación, las diferencias son mínimas, dice Michael Green.

Los 12 países en la categoría de “progreso social elevado” están muy cerca el uno al otro. Diferencias muy pequeñas en su puntuación pueden tener un impacto significativo en el lugar que obtienen en la clasificación.

-Michael Green, CEO de Social Progress Imperative

Los 5 primeros

1 Finlandia 2 Canadá 3 Dinamarca 4 Australia 5 Suiza

Los 5 últimos

Níger, Angola, Chad, Afganistán, República Centroafricana-

Las fortalezas y debilidades de un país se calculan en comparación con un grupo de países con un PIB similar al suyo. Algunos Estados lo están haciendo muy bien en comparación con su grupo. Este es el caso de Costa Rica, Moldavia, Uruguay y Nepal.

Por el contrario, otros países, a pesar de tener un PIB relativamente alto registran muy poco progreso social, situándose por debajo de su grupo. Es el caso de estados ricos en recursos naturales, entre otros, Arabia Saudita, Kuwait, Irak y Rusia. Pero también hay países afectados por la guerra, como Afganistán o la República Centroafricana.

¿Por qué algunos países lo hacen mejor que otros? Esto se debe a varios factores, dice Michael Green. “Los países que se han centrado en todos los aspectos del progreso social y no sólo en las necesidades básicas están mejor”, dice. Otros factores determinantes son la inversión a largo plazo y la voluntad política.

“El índice nos muestra que el PIB no es el único elemento que influye en nuestro destino. No se trata sólo de traer más riqueza a la comunidad, sino de cómo utilizar esa riqueza”.

-Michael Green, director de Social Progress Imperative

Si se calcula un promedio global para el mundo, Canadá se sitúa entre Kirguistán y Mongolia, con un puntaje de 62.88.

También se observa que la mayoría de los países obtienen una calificación aprobatoria en lo relativo a las necesidades básicas. Hay que decir que la reducción de la mortalidad infantil y la malnutrición y el acceso al agua potable son parte de los objetivos de desarrollo del Milenio establecidos por la ONU en 2000. La asistencia internacional se ha centrado en estos aspectos en los últimos 15 años.

Pero en lo concerniente al respecto de los derechos humanos, la tolerancia y el acceso a la educación superior,  hay más progreso que realizar. Es en los derechos de la persona que la calificación global es el más bajo, un mero 39.15.

Fuente: http://www.rcinet.ca/es/2016/06/29/canada-segundo-mejor-pais-del-mundo-segun-indice-de-progreso-social-2016/

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Unicef: 13 niños mueren al día antes de cumplir los 28 días de nacidos en República Dominicana

República Dominicana/30 junio 2016/ Fuente: Acento.com

La tasa de mortalidad neonatal en la República Dominicana es de 25 por cada 1,000 nacidos vivos, esa situación coloca al país entre los peores de América Latina, superado solo por Haití y Guyana.

El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), informó ayer que en el país mueren a diario 13 bebés antes de cumplir los 28 días de nacidos, durante un informe que recoge los datos sobre la situación de los niños en el mundo.

La entidad indicó que el 80 % de esas defunciones son por causas evitables, para una tasa de mortalidad infantil neonatal de 25 por cada 1,000 nacidos vivos, sólo superado por Haití y Guyana.

La representante del Unicef en el país, Rosa Elcarte, demanda mayor equidad e inversión en la atención infantil, aunque reconoce los esfuerzos hechos por el Ministerio de Salud Pública para mejorar la situación.

“República Dominicana está dando importantes pasos para reducir las inequidades de niños y niñas, sin embargo, aún existen muchos desafíos para ofrecerles a todos una oportunidad justa. Son los más pobres que acumulan mayor mortalidad”, expresó Elcarte.

En el ámbito educativo, el 27% de los niños más pobres están fuera de las aulas, mientras los ricos están casi todos. Sólo el 69% concluye el octavo grado. La cifra es inferior que el resto de Latinoamérica.

Ante esa situación, la representante del Unicef en el país dijo que para acabar con estas inequidades se debe conocer quiénes son los niños y niñas que estamos dejando atrás, aumentar y focalizar la inversión en la infancia en políticas y programas que favorezcan a los más pobres.

No obstante, reconoce que el país ha tenido un crecimiento económico significativo durante los últimos años y se han dado pasos importantes en materia de educación, salud y protección.

Sólo que los beneficios de estos avances aún no se reflejan suficientemente en la vida de los niños y adolescentes más pobres.

El análisis de República Dominicana se hizo basado en el estudio Estado mundial de la infancia y en los datos de la Encuesta Nacional de Hogares- MICS 2014.

Panorama

Unicef alertó sobre el “panorama desolador” que se pronostica  para  el año 2030 si no cambian las tendencias actuales, ya que para esa fecha se calcula que 69 millones de niños morirán debido a causas evitables, 167 millones de niños vivirán en la pobreza y 750 millones de mujeres se habrán casado siendo aún niñas.

El documento abarca el ámbito educativo, maltrato infantil, embarazos y matrimonio y unión libre de adolescentes, trabajo infantil y maltrato infantil y registro de nacimiento.

Fuente: http://acento.com.do/2016/actualidad/8361125-unicef-13-ninos-mueren-al-dia-cumplir-los-28-dias-nacidos/

 

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