Corea del Sur / 2 de diciembre de 2018 / Autor: Carmen García / Fuente: El Economista
La educación es entendida por cada país y continente de forma diferente. Uno de los casos más llamativos es Corea del Sur, donde los profesores se encuentran entre los miembros más respetados de la sociedad e incluso los estudiantes más talentosos se fijan como meta ser seleccionados por las facultades de educación más conocidas. Gran parte de los docentes tienen multitud de admiradores hasta el punto de ganar auténticas fortunas, lo comparable con una estrella de pop o actores y actrices en España.
Corea del Sur es uno de los países asiáticos que suele encabezar las listas globales de educación, como los informes PISA. Tiene uno de los sistemas educativos más exitosos del mundo en cuanto a resultados, pero es uno de los más duros. En esta región la mayoría de los jóvenes estudian desde las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche y los padres invierten toda una fortuna en la educación privada de sus hijos. Las familias consideran esta obligación el eje principal de la vida de los más jóvenes y están dispuestos a hacer enormes sacrificios.
Una jornada escolar en Corea del Sur dura alrededor de 7 horas, pero normalmente los alumnos van a estudiar durante varias horas adicionales a bibliotecas y academias privadas nocturnas llamadas Hagwons, que constituyen una parte fundamental de la gigantesca industria educativa del país. Estos centros deben su éxito a los tutores estrella que utilizan para atraer a más estudiantes. El Gobierno se vio obligado a intervenir legislando que estas escuelas debían cerrar a las 10 de la noche, no obstante, muchos jóvenes continúan estudiando al llegar a casa. En total los alumnos podrían mantener rutinas diarias de hasta 16 horas vinculadas a sus actividades escolares. Sin embargo, si esto no era suficiente, todavía en algunos Hagwons se utiliza la práctica «palo del amor», un eufemismo referido a las varas de madera que utilizaban antiguamente los profesores para castigar a los que no mostraban las correctas aptitudes. Esta técnica no se prohibió hasta 2010 y pese a ello, todavía hay padres que llaman a los profesores e instan a utilizar castigos corporales.
Las obligaciones escolares impiden que los jóvenes socialicen, jueguen y duerman. En este país está muy interiorizada la idea de que si no se tiene éxito en la escuela, tampoco se tendrá en la vida, lo que supone una enorme presión en los estudiantes. Además, según los resultados de las pruebas PISA, estos alumnos son los más infelices. Uno de estos resultados se refleja en la alta tasa de suicidios. El Ministerio de Educación reconoció en 2015 que la presión escolar que afrontan los jóvenes ha desembocado en un problema social.
Los docentes más destacados
Uno de los profesores que vive en primera persona las condiciones de una vida respetada y muy cómoda económicamente es Cha Kil-yong, conocido como Mr. Cha. Es el responsable de «SevenEdu», una escuela online de preparación a la Selectividad con más de 300.000 alumnos. Utiliza su condición para usar disfraces, pelucas y caretas para enseñar complicadas ecuaciones matemáticas y así entretener y motivar a sus estudiantes. Este docente hizo fortuna en apenas seis años. Cuando no se encuentra dando clase, se codea con otros ídolos de los jóvenes surcoreanos, como una cantante de pop con la que grabó una canción animando a los alumnos a sonreír mientras preparan el gran examen de sus vidas: el CSAT, la puerta hacia la universidad.
Kim Ki-hoon, es otro docente pero experto en la materia de inglés. Obtuvo 3,5 millones de euros sólo por sus clases online, cifra a la que habría que sumar los más de ocho millones que le reporta su editorial de material educativo. Kwon Kyu-ho, es un profesor cotizado de Literatura y suele aparecer en público con estrellas locales y recluta celebridades para respaldar su trabajo.
Fuente de la Noticia:
https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/9543388/11/18/Corea-del-Sur-donde-la-educacion-sobrepasa-los-limites.html
ove/mahv