Educación normal

Por: Marco Antonio Barelleza Fonseca. 

El 21 de diciembre de 1949, se expide la Ley de Educación Pública. En ella se contempla a la educación normal como parte de las obligaciones educativas del Estado. La educación normal, cualquiera que sea su clase o tipo, tiene por objeto la formación de maestros para satisfacer las necesidades educativas del estado y del país.

La educación que se imparta en las escuelas normales, cualquiera que sea su tipo o clase, tendrá las siguientes características generales: desarrollará y fortalecerá en los educandos la vocación magisterial; dedicará especial atención y desarrollo a las bases generales que para la educación que imparte el Estado señala el referido precepto; dotará a los normalistas de los conocimientos teóricos y prácticos de cultura integral y de pedagogía que los capacite para realizar eficazmente la obra educativa; e infundirá en los educandos un elevado ideal profesional y un concepto claro de la responsabilidad social que contraerán en el ejercicio de la enseñanza.

Fuente del artículo: https://www.debate.com.mx/opinion/Educacion-normal-20181220-0173.html
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Chile: Autoridades presentaron la nueva ley de Educación Pública

Chile/23 noviembre 2017/Fuente: Diario Concepción

La normativa incluye la creación de dos órganos consultivos: Comités Directivos Locales y Consejos Locales de Educación.

Recuperar la responsabilidad por parte del Estado en materias de Educación Pública, es el objetivo de la nueva ley promulgada el 16 de noviembre, y que ayer fue presentada a los dirigentes educacionales, estudiantes, miembros del Consejo Local de Liceos y a la comunidad en general, en el acto precedido por el intendente Rodrigo Díaz y el seremi de la cartera, Sergio Camus, en el colegio Juan Gregorio Las Heras en Concepción.

“Esta nueva Educación Pública apunta a una transformación relevante para asegurar a los jóvenes que van a salir de los Jardines Infantiles y Salas Cunas, poder encontrar una opción donde se gestionará la calidad y, con ello, tener una patria más justa e inclusiva para todos”, recalcó el intendente Rodrigo Díaz.

Esto porque la principal critica al sistema educativo es que al estar en manos de las municipalidades, los establecimientos dependían de la cantidad de recursos económicos con los que cada administración comunal contaba. Esa realidad incrementaba la brecha en la desigualdad y, a la vez, de oportunidades entre uno u otro colegio.

Durante el acto, el seremi de Educación, Sergio Camus, afirmó que la medida va en la línea de erradicar el concepto que miraba a la educación como un bien de mercado para convertirlo en un “motor de crecimiento”.

Servicios locales de Educación

La nueva ley trae consigo la creación de 70 servicios locales de Educación. En el caso de la Región, el primero será el instalado en Andalién Sur, que agrupa a los establecimientos de Concepción, Chiguayante, Hualqui y Florida y que se espera esté habilitado en 2019.

Estos tienen por finalidad, según contó el seremi, garantizar un aprendizaje de calidad en los estudiantes de dichas comunas.

Además, se crearán dos órganos consultivos: Comités Directivos Locales y el de Consejos Locales de Educación. El primero, lo conformarán representantes de los alcaldes, de padres y apoderados y del Gobierno Regional, quienes tendrán una mirada estratégica y de vinculación del servicio local con los desafíos del desarrollo de los territorios.

El segundo, por su parte, y que estará integrado por estudiantes, profesores, asistentes de la educación, padres y apoderados y representantes de las universidades locales, quienes “representarán los intereses de la comunidad educativa y velarán por el correcto desarrollo de los planes de estudios y las mejoras de cada uno de los establecimientos educacionales”, contó Camus.

Fuente: https://www.diarioconcepcion.cl/ciudad/2017/11/23/autoridades-presentaron-la-nueva-ley-de-educacion-publica.html

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En Chile nuevo sistema de Educación Pública: los puntos clave de la Ley que promulgó Bachelet

Iniciativa desmunicipaliza la educación para que sea el Estado quien mejore la calidad de formación que reciben los estudiantes.

En la ceremonia, Bachelet destacó que «se garantiza que en ningún rincón de Chile la calidad de la educación a la que tienen derecho nuestros niños, niñas y jóvenes dependa, nunca más, del lugar donde les tocó nacer o vivir».

Y agregó: «La nueva distribución territorial permitirá establecer una lógica de trabajo colaborativo y en red entre las escuelas y liceos, algo inédito para nuestro sistema escolar».

Esta ley plantea una institucionalidad compuesta por el Ministerio de Educación; unaDirección de Educación Pública, y Servicios Locales de Educación, que estarán conformados por un Consejo Local de Educación con participación de docentes, asistentes de la educación, estudiantes, padres, madres y apoderados e instituciones de educación superior; y un Comité Directivo Local con representación de los centros de padres, municipalidad y gobierno regional.

La iniciativa que crea un nuevo sistema de educación pública tiene seis puntos centrales, según consigna Mineduc:

1. Establecimientos como centro del proceso de enseñanza y aprendizaje: niños, jóvenes y adultos de todas las localidades del territorio nacional se educarán en ambientes de aprendizaje, que fomenten su desarrollo como personas integrales y sujetos de derecho.

2. Calidad por sobre toda otra consideración: todos los establecimientos públicos deben tener como único foco el mejoramiento de la calidad educativa, apoyado en recursos humanos, financieros y pedagógicos especializados, que aseguran la implementación de estrategias de desarrollo educacionales con pertinencia.

3. El garante del derecho a la educación será el Estado: se establece una institucionalidad del Estado que lo compromete y hace responsable de la educación de los niños, jóvenes y adultos del país, con particular énfasis en el apoyo y acompañamiento técnico-pedagógico. Para aquello se contará con Servicios Locales de Educación descentralizados.

4. Participación y transparencia en la educación: será un sistema de educación pública que entregue garantías de participación y transparencia. Para esto se pondrán en marcha Consejos Locales de Educación, con representantes de las comunidades educativas, autoridades municipales, académicas y regionales.

5. Redes para pasar de la competencia a la colaboración: busca construir una educación pública donde los equipos directivos, los docentes, los asistentes de la educación y las comunidades educativas trabajan en redes de colaboración, con espacios de participación para compartir experiencias y promover el desarrollo de estrategias para responder a los desafíos educativos de sus comunidades.

6. Garantías mínimas para asegurar el derecho a la educación de calidad: asegurará condiciones de calidad educativa para todos los jardines infantiles, escuela y liceos públicos de Chile, en áreas tales como implementación curricular, gestión pedagógica, convivencia escolar, inclusión y atención diferenciada a los estudiantes, recursos educativos y equipamiento educacional.

PRIMERAS COMUNAS 

Las comunas de Cerro Navia, Lo Prado y Pudahel en la Región Metropolitana, y Coquimbo y Andacollo en la región de Coquimbo son parte de los primeros territorios donde se instalará la nueva Educación Pública.

EN ESTE BUSCADOR encontrarás un listado de escuelas y liceos públicos en los sectores mencionados con su respectiva ficha que incluye información sobre su ubicación y contactos, nivel educativo que imparte, y algunos de los programas que entrega a los estudiantes.

 Fuente: http://www.ahoranoticias.cl/noticias/nacional/209905-peruanos-realizan-banderazo-en-plaza-de-armas-de-santiago-de-cara-a-partido-con-nueva-zelanda.html
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Desmunicipalización: ¿y ahora qué?

Por: Gonzalo Muñoz

Hace algunas semanas se aprobó, luego de prácticamente dos años de tramitación legislativa, la ley que crea un Nuevo Sistema de Educación Pública. Se trata de un paso histórico para la educación escolar. Es también la concreción de un anhelo del mundo social y educacional, que había demandado, con razones fundadas, que el Estado volviera a hacerse responsable por la educación pública (en el cual hoy estudian más de 1,3 millones de niños, niñas y jóvenes). Desde el mismo momento en que se ejecutó el traspaso de las escuelas y liceos a los municipios (plena dictadura), comenzó el debilitamiento progresivo de la educación estatal y se hizo evidente la inconveniencia de alojar en este nivel institucional la provisión educacional. Era el momento para corregir el rumbo y la legislación aprobada es un primer paso fundamental.

Si bien la ley aborda distintos problemas y tiene muchísimos detalles, en lo sustantivo hace tres cosas. Primero, crea una nueva figura institucional perteneciente al Estado, de giro único y descentralizada, responsable de administrar las escuelas públicas, con capacidades y recursos antes inexistentes, y dentro de un sistema nacional coordinado. En segundo término, la normativa aprobada establece un modelo de transición que – aunque más lento que lo que se necesita – fija un proceso de traspaso responsable y con posibilidades de ser perfeccionado en el tiempo. En tercer término, la ley de educación pública dota a las escuelas y sus equipos de mejores condiciones para conducir el cambio educativo, entregando atribuciones fundamentales a las escuelas y estableciendo una lógica de trabajo en red y colaboración inédita para nuestro sistema escolar.

Aun cuando lo lógico sería que el juicio a esta nueva ley se realice en función de su capacidad para hacer lo que se propuso hacer (“desmunicipalizar”, para crear un nuevo y mejor sistema), una vez aprobada esta transformación, las reacciones públicas han sido más bien pobres y parciales. Algunos sectores y actores han preferido concentrarse en lo que este proyecto simplemente no hace, ratificando una cierta incapacidad de reconocer el avance fundamental que éste y otros cambios significan; mientras que otros han hecho un esfuerzo decidido por debilitar este proceso antes de su puesta en marcha, instalando ideas falsas sobre la ley (como por ejemplo que el nuevo sistema sería centralizado) y utilizando como herramienta la supuesta bondad de mantener algunas excepciones (municipios de “buen desempeño”) fuera del nuevo sistema por un lapso mayor de tiempo que el resto de las escuelas y comunas.

Pero lo cierto es que, aprobado este cambio, hoy más bien debiéramos poner la atención en los dos desafíos principales que enfrentará la nueva educación pública de aquí en adelante: lograr una implementación verdaderamente transformadora y complementar este cambio institucional con otras políticas urgentes para su recuperación.

¿Qué significa una implementación transformadora de la desmunicipalización? En primer lugar, que este proceso de implementación debe tener como foco central el cambio pedagógico y el desarrollo de capacidades para el mejoramiento de la calidad. Como todo cambio institucional, la presión de esta primera fase estará puesta en las tareas administrativas y de gestión, lo que deberá ser contrarrestado por los Servicios Locales con una selección exigente y rápida de los equipos de apoyo técnico, la activación de las redes de trabajo colaborativo entre docentes y directivos y la liberación de carga burocrática a las escuelas para que éstas puedan centrarse en innovar y mejorar la calidad de la enseñanza. En segundo término, los primeros pasos de este proceso deben darse con una amplia participación de los actores en función de la mejora educativa. La creación de esta institucionalidad local abre la oportunidad de recomponer la confianza en el sistema público a través de un rol mucho más protagónico de los docentes, asistentes, estudiantes y familias en las decisiones educacionales críticas – como la definición de una estrategia de mediano plazo para la mejora de la educación en el territorio – que los Servicios Locales deberán tomar en su primera fase de instalación. Estos actores y la ciudadanía local en general tendrán además el deber de demandar a las autoridades locales, entrantes y salientes, que el proceso de transición se haga con calidad (también exigiendo que los supuestos “buenos municipios” sigan haciendo un buen trabajo) y cautelando siempre el bien mayor: los estudiantes y su proceso de aprendizaje.

Pero una buena implementación no será suficiente. La desmunicipalización requerirá – además de la compleja ejecución y mejora de las Leyes de Inclusión y Carrera Docente – otras reformas complementarias para que el cambio institucional se traduzca efectivamente en una nueva educación pública. La primera de estas reformas es la urgente modificación a la normativa curricular y de evaluación de la calidad (lo que implica iniciar un proceso gradual de ajuste a la actual racionalidad curricular, así como también reformar estructuralmente el hoy denominado Sistema de Aseguramiento de la Calidad), pues ambos estrechan el proceso educativo e inhiben la innovación pedagógica, de la cual la educación pública debe ser líder. La segunda reforma complementaria indispensable es la creación de un nuevo sistema de financiamiento de las escuelas públicas, hoy asfixiadas por una lógica de competencia que nada ha aportado a mejorar la educación escolar. La tercera y última es un plan de expansión y crecimiento de la educación pública, indispensable para comprometer a todos los actores en su recuperación, y para lo cual el instrumento de la Estrategia Nacional de Educación Pública – establecido en la nueva legislación – es una oportunidad única.

La buena implementación de esta reforma a la educación escolar pública, junto con los cambios complementarios indispensables, se transformarán en una prioridad ineludible del próximo gobierno. En este marco, será tarea de todos monitorear rigurosamente este proceso de cambio y hacer de la educación pública el foco central de la agenda educacional.

Fuente: http://www.latercera.com/voces/desmunicipalizacion-y-ahora-que/

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