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En España: Acuerdo de la comunidad educativa con los partidos políticos en una nueva Ley de Educación que dé estabilidad al sistema educativo

España/ Tercera Informacion/ 30 Abril2016/

La pluralidad de colectivos y organizaciones sociales, de padres y madres, estudiantes, sindicales y políticas, que han participado en el Documento de Bases para una nueva ley educativa ha tenido la ocasión de debatir y consensuar la dirección que debe adoptar un modelo alternativo de escuela que asuma como principios fundamentales el derecho a la educación y la igualdad “buscando el respaldo y acuerdo de los partidos políticos que tengan voluntad de transformar y mejorar el actual estado de la educación”.

“Entendemos que el documento consensuado por la comunidad educativa y los profesionales de la educación es de amplia aceptación; es decir, incorpora todas aquellas cuestiones en las que participamos y en las que estamos de acuerdo que desde los profesionales de la educación y la propia comunidad educativa contribuirán a lograr un sistema educativo basado en el reconocimiento de la educación como un derecho humano universal”. Plantear las bases de una ley educativa democrática, que busque la equidad del sistema educativo, con la que podamos llegar a un acuerdo social y político, requiere de un esfuerzo democrático importante, explican.

Entienden que la única forma de dar estabilidad al sistema educativo es partir de un acuerdo social y político construido desde la base que la respalde, y de una apuesta por la educación como una herramienta básica de transformación y mejora de la sociedad.

La jornada se ha desarrollado con una mesa redonda sobre “La educación que queremos y necesitamos”, donde se ha presentado el Documento de Bases para una nueva ley educativa por parte de los componentes de la sociedad civil y de la comunidad educativa que han participado en su elaboración. Representantes de algunos de los colectivos que han elaborado esta propuesta como el Foro de Sevilla, CEAPA, Marea Verde Madrid, el sindicato FE-CCOO, los sindicatos STEs y CGT, los “Movimientos de Renovación pedagógica”, Europa Laica, la “Plataforma para la defensa de la educación infantil 0-6” o el colectivo “La educación que nos une” han tomado la palabra para explicar algunos de los aspectos más importantes de la misma:

1. La universalidad del derecho a la educación mediante una oferta suficiente de escolarización pública y gratuita de 0 a 18 años que garantice el éxito escolar de todo el alumnado. Con una apuesta firme por la etapa 0-6 y la Formación Profesional.

2. La reafirmación de los principios orientadores del sistema educativo: igualdad, diversidad, inclusión, participación, laicidad, coeducación, sostenibilidad, autonomía, cooperación y otros valores democráticos.

3. La defensa de un sistema regido por el principio de inclusión en la organización del centro educativo y en el currículo, donde cada alumno y alumna tenga el apoyo necesario y en el momento en que lo necesite.

4. La Laicidad del sistema educativo, lo que significa sacar la religión en sus formas confesionales, del currículo y del ámbito escolar.

5. La creación de una red única de centros de titularidad y gestión pública que progresivamente, y de manera voluntaria y negociada, integre a los centros privados-concertados.

6. Un currículo inclusivo que reconozca la diversidad individual, cultural y sexual, la igualdad entre los sexos y la crisis ecológica.

7. Disponer de un profesorado comprometido y reconocido que actúen como verdaderos educadores/as y no sólo como enseñantes, formados en contenidos que sobrepasan los conocimientos específicos de las asignaturas y potenciando la cultura de la investigación e innovación educativa.

8. La formación permanente como derecho y obligación del profesorado en constante actualización.

9. Garantizar la estabilidad de las plantillas docentes, su autonomía y la igualdad de condiciones.

10. Una dirección representativa, colegiada, voluntaria y renovable, con una limitación en el tiempo en el desempeño del cargo.

11. Aprobar una nueva ley de participación educativa que garantice la implicación real de la comunidad, abierta a las organizaciones sociales de los barrios, a colectivos educativos y sociales y asociaciones de padres y madres y estudiantes, así como a la colaboración entre políticas sociales y educativas que favorezcan la equidad y la cohesión social.

12. Reclamar una política presupuestaria para educación que nos devuelva de inmediato, al menos, a la situación previa a la crisis y que se haga explícito el compromiso para estabilizar un aumento progresivo del gasto en educación hasta el 7% del PIB. Crear un fondo de compensación educativa para paliar desigualdades entre territorios.

13. Utilizar la evaluación como instrumento necesario para mejorar los procesos educativos. No realizar pruebas externas que produzcan la homogeneización del aprendizaje y su utilización en la confección de ránquines, que jerarquicen los centros y den pie a la segregación del alumnado.

A continuación han intervenido los representantes de los partidos políticos presentes. Por parte del PSOE Rafael Simancas, por Ezquerra Republicana de Cataluña Joan Baptista Olòriz, por PODEMOS Javier Sánchez y por Izquierda Unida Sol Sánchez, que han coincido en manifestar “su compromiso con las bases establecidas en este documento, elaborado desde y por la sociedad civil, adoptándolas como marco básico para la elaboración de una nueva ley de Educación en la próxima legislatura”.

El encuentro ha finalizado con el debate y la participación de todos los colectivos y organizaciones allí presentes, y con el firme compromiso manifestado por los grupos políticos de “incorporar en los respectivos programas las referidas bases, así como, considerarlas un acuerdo inicial que se situaría fuera de la disputa partidaria de la próxima campaña electoral.”

El Documento de Bases y los colectivos y organizaciones que han participado en su elaboración pueden encontrarse en la URL: http://porotrapoliticaeducativa.org/

Fuente: Acuerdo de la comunidad educativa con los partidos políticos en una nueva Ley de Educación que dé estabilidad al sistema educativo

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España: Despertados de las expectativas del 20-D, la LOMCE y sus reválidas siguen ahí

España/ 27 de Abril de 2016/Mundiario

El bloqueo de un supuesto mandato electoral del 20-D no nos hace más sabios –cada vez parece que sepamos menos-, pero nos volverá más escépticos. Como casi todo, la Educación admite muchas miradas, ninguna desinteresada y neutral. No es algo con lo que nazcamos y, al hablar de ella, lo hacemos con los prejuicios de lo interiorizado como normativo para el grupo social con que nos identificamos. No será fácil sacar adelante en buena armonía y consenso un arreglo decente y moderno de los atascos que tenemos como país. Desde nuestros particulares constructos establecemos peculiares éticas de la razón práctica y dogmatizamos. Hace días que lo empezamos a ver en las disculpas que adelantaban los jefes de partido: nadie ha sido. Lo vemos también a diario en las excusas frente a la flagrante corrupción rampante. Cuando alguien de sonoro renombre ha sido pillado en renuncio, es inusitado que tome como norma el  bien del conjunto social. Es más, consubstanciar el bien común con el particular se ha convertido en criterio moral de quienes nunca se ven afectados por las crisis ni por sus derivaciones. Está de moda, en todos los ámbitos, la restricción mental.

Miradas satisfechas

Hacerse rico, por ejemplo, pasa ordinariamente por esta regla. Si hemos de hacer caso a un análisis de Moisés Naím, el 13 de marzo de 2011, los datos de la revista Forbes  indicaban que en muchos países, “estar cerca del gobierno es una ruta más segura para llegar a la lista de los megamillonarios que estar cerca de los consumidores. El factor crítico de su éxito es el Estado y no el mercado”. Casi siempre ha sido así, sin más mérito que el de haber estado en el sitio adecuado en el momento oportuno para su ambición. Una vez lograda, aleccionan a los demás terrícolas con su egocéntrico sentido del bien y la verdad. Es gente satisfecha, como les llamaba Galbraithen 1992, y a menudo se les nota demasiada “desfachatez”, esa moda intelectual que analiza Sánchez-Cuenca. Sólo alguna pena parecen mostrar algunos por no haber logrado ser gobernadores civiles en aquella España en que serlo era ejercer un señorío feudal. Para opinar sobran ellos y tan perfecto es su mundo que, como en el Paraíso bíblico anterior a la estupidez de Eva, todo sigue al alcance de los más talentosos y sólo los tontos no gozan de este privilegio semidivino. Y, por si la naturaleza no hubiera procedido adecuadamente, el sistema educativo debe determinarlo inequívocamente.

 De hecho, Darwin siempre fue visto con recelo por quienes trataron de educarnos, pero la educación española practicó habitualmente el darwinismo cultural. Desde el principio, las cifras de un analfabetismo prolongado más de lo necesario lo recuerdan, igual que la expansión a cuentagotas de la escolarización básica. Tuvieron que pasar más de 130 años para que esta cobertura mínima alcanzara al 100% todos los menores de 14 años, cuando estuvieran muy avanzados los años ochenta del pasado siglo. No todos, además, habían sido igual de aptos: los más pobres, las mujeres, los nacidos en zonas rurales y en algunos barrios periféricos, lo tuvieron peor.  Tan profundamente “natural” fue esta selectiva desigualdad que todavía es  detectable en el Informe PIAAC.  Probablemente deban pasar otros 130 para que tengamos “la educación” debida a que todos los ciudadanos tienen derecho y no tan sólo una diversificada  escolarización. El mundo simple y el “sentido común” de la gente satisfecha no lo integra. Siguen excusándose, como hace años, con la repulsiva  “envidia igualitaria” de los perdedores desde antes de nacer.

Paralelismos

Por eso existen las reválidas educativas. Ante todo, como freno, cortapisa o retraso en la extensión de un derecho principal de todos los ciudadanos. Son paralelas a otras muchos impedimentos, limitaciones y recortes en derechos políticos, laborales y sociales, o en lo que hemos venido a llamar Estado de bienestar, más tardío y mediatizado que en otros países. Ahí está, como ejemplo, la historia del voto: su universalización masculina no llega en España hasta 1890, después de un amago en 1869; el reconocimiento del femenino se retardó a 1931; uno y otro, de todos modos, entrarían en prolongada cuarentena al ritmo de dictaduras y autoritarismos varios. Anteriormente, el voto censitario, instaurado en 1834, sólo había reconocido representación a quienes pagaran a Hacienda: aproximadamente el 1% de la población; en 1876, sólo alcanzó a un 5%. Si se toman como referencia comparativa las primeras reglamentaciones protectoras de niños y mujeres en el trabajo, el panorama de reticencias todavía es más duro. A la tardanza en plantearse siguieron  encendidas críticas de juristas y escritores  que consideraban insoportables y costosos los trastornos que acarrearían a los empleadores. Sellarés i Plá, representante de los empresarios textiles de Sabadell, nos ha legado un opúsculo que probablemente algún defensor de las variadas selectividades que nuestra sociedad tiene todavía reglamentadas, habrá leído para inspirarse: El trabajo de las mujeres y los niños (1892). La lógica individualista de la alegalidad dominante antes de que la Comisión de Reformas Sociales promoviera alguna reforma respecto a “derechos en el trabajo”, siempre  fue contraria a la salud e intereses de los trabajadores. Los historiadores de la Restauración canovista suelen citar más a otro eximio conservador del statu quo, Alberto Bosch, que por entonces ya era un experto en anfibología: “Limitar el trabajo es la más odiosa y la más extraña de las tiranías; limitar el trabajo del niño es entorpecer la educación tecnológica y el aprendizaje; limitar el trabajo de las mujeres… es hasta impedir que la madre realice el más hermoso de los sacrificios… el sacrificio indispensable en algunas ocasiones para mantener el hogar de la familia”.

Temprana inquietud

No debiera extrañarnos, por tanto, que, cuando el día 21/04  once Comunidades cuestionaron la decisión normalizada en la LOMCEde una reválida en el mes de mayo entrante al alumnado de sexto (de Primaria), se haya vuelto a ver la gran dificultad para avanzar hacia un consenso educativo con la igualdad como centro inequívoco de planteamiento. Méndez de Vigo, preservando el orden legislado por su partido, se limitó, sin más, a proclamar:  “si está en la ley, todos harán la reválida”. Actitud que remarcó el “diálogo nacional”  que propugna el continuador de la obra de Wert. El día 22/04, el Colectivo de profesores Foro de Sevilla cuestionó críticamente “para qué sirven las reválidas y otras pruebas”, a la par que recordó que el pasado día cinco de abril este Congreso surgido del 20-D había rechazado la aplicación de las reválidas. Ese miso día,  a cambio, el 22/04, Europa Press repartió un texto en que reivindicaba las bondades de la tradición selectiva de nuestro sistema educativo: para que “seleccione a los que llegan a la Universidad”, al “más apto o preparado”. Porque “el descuido o la desgana no contribuye a crear una sociedad mejor, e igualarla con los diligentes tampoco”. El comentarista regañaba: “a algunos consejeros de Educación no les gusta la reválida de sexto, y pretenden rebajar su impacto”. Y, de entrada, ya se quejaba del desperdicio: “Es duro pagar para mantener estudiantes que no estudian o no se preparan” (Sic).

Tan rotunda y tajante opinión de una agencia fundada en 1953, supuestamente  para propagar la “objetividad” y “neutralidad” ante sus suscriptores, debería aplicarse –al menos con similar entusiasmo- a los devotos del llamado “capitalismo de amiguetes”, tan practicado por quienes ahora frecuentan los juzgados a causa de su exceso de celo. También podría asignarse con gran propiedad a cuantos practican ese estilo en negocios de educación subvencionados y, sobre todo, vendiendo este crecepelo  de  pruebas  estandarizadas para descubrir a “los mejor preparados”. Pero aplicada de manera tan alegre como  poco analítica a la prueba debatida estos días para Sexto de Primaria,  es una extemporánea y nada ecuánime extrapolación, por muy habitual que sea opinar impunemente sobre lo que probablemente se quiera ignorar casi todo. En este nivel educativo, nuestros estudiantes tienen doce años. Les faltan todavía otros seis como mínimo para alcanzar la Universidad. Mientras prosiga   el sistema LOMCE –cuando menos hasta el 26-J-, en ese tránsito todavía habrán de afrontar otras dos reválidas para poder lograrlo: una a los 16 años, al final de 4º de ESO, y otra a los 18, después de 2º de Bachillerato. Conste, además, que llevan encima ya varios saltos de obstáculos previos a sexto: los del curso a curso y, de entrada, el no poco dramático de la elección que hayan debido hacer sus padres para optar por uno u otro centro de la triple red existente en el sistema educativo español. El riesgo de haber acertado no es baladí: el ejercicio de esta selectiva “libertad” de elección viene determinado, principalmente, por cuestiones tan “naturales” como la posición social y económica de la familia, condicionantes de su ansiedad por acertar en el posicionamiento simbólico ante los demás.

Volver, volver…

Otrosí debieran no olvidar los mitólogos de las reválidas y sus selectividades. Para convencernos de la bondad de que su creencia ocupe nuestras neuronas, antes de que tengamos nuevo Gobierno hacia la segunda parte del verano debieran explicar su empeño en volver a políticas que algunos de ellos sufrieron antes de  1970. Desde la Ley Moyano, en 1857, la selección venía dada de suyo. El sistema, corto en escuelas de Primera enseñanza, era pródigo en analfabetos; muy restringido en la Segunda, casi sólo alcanzaba a unas todavía muy débiles clases medias, razón principal del nombre de ese nivel educativo. Aun así, todavía en la LOEM (1953), y en sucesivas regulaciones de 1957, 1963, 1964 y 1967, establecieron formas de limitación selectiva. Hasta que, a impulsos del desarrollismo y de lo que preceptuaba la OCDE desde 1961, hubo que modificarlas. En el “libro blanco” que precedió a la LGE como Bases para una política educativa (MEC, 1969), Villar Palasí y Ángeles Galino procuraron que quedara claro que muchas dualizaciones  segregadoras que tenía el sistema eran anómalas. Los ítems 4, 7, 10, 11 y 12, así como los 117 a 120 de este libro, confiesan su inadecuación a lo que el sistema debía proporcionar a las nuevas demandas de una sociedad cambiante y, por eso,  las pruebas, controles y exámenes que tenía el sistema (en el grado elemental, grado superior y Preu) fueron tildadas ahí –oficialmente-  como “defectuosas”, reduccionistas, “insuficientes” y de poca fiabilidad. En consecuencia, este renovado apasionamiento que muestran muchos de los otrora críticos con ese sistema debería ser denominado, en expresión del citado Moisés Naím, “necrofilia ideológica”, dado su empeño en “volver a ideas muertas que ya han sido probadas y han fracasado, o defendiendo creencias cuya falsedad ha quedado demostrada” (Repensar el mundo, 2016: pg. 101).

Que tal necrofilia sea una patología no ha impedido su propagación en el BOE ni que, a lo que parece, no vaya a proseguir ahí para provecho de quienes, selectos de nacimiento, nunca tuvieron ni tendrán problema. La legislación educativa ha sido reincidente en propagar las certezas de este mal arreglo para la mayoría de estudiantes. Los defensores de fiar la calidad educativa a la excluyente selección y al puro esfuerzo personal –sin nada más que evaluar para que “el impacto” repercuta donde debe- nunca estuvieron de acuerdo con las mínimas aperturas de la LGE. Alegaron, entre otros pretextos, bajada “del nivel”, “masificación” y vulgarización de las acreditaciones académicas. Andando el tiempo, incluso mentarían que la LGE tenía un contagio decadente del 68 parisino (¿).  Y no tardaron mucho en renovar y acrecentar el “tamiz” regulador del flujo estudiantil hacia los niveles medios y altos de estudios.  En 1974, Martínez Esteruelas –responsable del cierre de la Universidad de Valladolid a 8.000 estudiantes en 1975- ya adelantó  su predilección elitista con la Ley 30/1974 (BOE del 26/06/1974): después de tres años de BUP, el COU y su prueba de selectividad constituyeron el acceso normal a la educación universitaria que ha estado vigente hasta ahora. Es interesante anotar que, mientras tanto, en cuanto a formación del profesorado y cualificación interna de los centros no ha habido preocupaciones oficiales especialmente significativas, lo que indica por donde ha ido preferentemente las preocupaciones del “impacto” evaluador.

El mantra de la selectividad y reválidas como símbolo de calidad y excelencia, tendió a incrementarse hasta que llegó la LOMCE (2013). Con sus tres reválidas y otras discriminaciones es la culminación de un persistente anhelo nunca olvidado. Significó la superación de dos grandes frustraciones anteriores. Pilar del Castillo lo había explicitado en su LOCE (2002). Y antes de ella, había quedado nonnato un proyecto reformista de la UCD en 1981, en que Ortega Díaz-Ambrona pretendía la cuadratura del círculo: un bachillerato que aparentara igualdad de oportunidades pero que fuera muy selectivo e, incluso, adaptable a la opcionalidad de las diversas clientelas sociales. Algo muy en consonancia con la LOECE (1970) que había venido a confirmar y asegurar lo impuesto respecto a la estructura dualizadora de los centros educativos con decisiones tomadas desde los inicios de la etapa predemocrática. El Título 4 de esta ley tenía algunas novedades en cuanto a derechos y deberes de los alumnos, pero los Títulos dos y tres –su centro neurálgico- diferenciaban claramente titularidad, derechos y gestión de centros públicos y privados. Sus intereses e idearios particulares quedaban garantizados independientemente de los planes para la escuela pública debiera haber.

Revalidando “la cuestión social”

Si no se quiere enigmático este deambular por los tempranos adelantos de la selectividad con equívocos tópicos repetitivos de un pasado nada ejemplar, y de verdad se interesan por una enseñanza envidiablemente digna para todos los ciudadanos, debieran explicar qué hacer con situaciones problemáticas para la “armonía social”. Eso que en el siglo XIX la gente bien pensante denominaba “la cuestión social”, sigue existiendo, y más en este momento de crisis, cuando aumentan los sin recursos y con grandes dificultades. Según datos de la Red Europea contra la Pobreza y la Exclusión (EAPN), ya son13.657.232 españoles, de los cuales 3,2 millones viven en “extrema pobreza”. Es decir, que el 29% de nuestra población o es pobre o pauperizable. No se ha de echar en saco roto, además, lo que según explican instituciones activas en estos medios, como Save the Children, está sucediendo con los hijos de estas familias. Casi exclusivamente escolarizables en los centros públicos, son los mejores candidatos a tener problemas de rendimiento y abandono escolar. Sus historias nadie puede alegarlas como ignotas y, en un Estado democrático, no pueden circular como meramente atendidas desde solidaridades más o menos voluntarias de la caridad o la beneficencia. Tanto más cuanto que los sociólogos las han investigado reiteradamente. Es clásico el estudio sobre la estructura escolar, en EEUU, de  Bowles y Gintis (1985), o lo que habían publicado ya en 1971 Baudelot y Establet, a propósito de La escuela capitalista en Francia. Y en España, es especialmente digno de recuerdo Carlos Lerena a causa de: Reprimir y liberar (1983) o su coordinación de  Educación y sociología en España (1987).

Las tranquilizadoras selectividades y sus formulistas reválidas, reproductoras de lo que “la naturaleza” da de sí, debieran obligar a  sus defensores a que, al hablar de exigencias de una buena educación “para todos” se sinceren: ¿Qué es lo que hace, después de tantos años y presuntos “esfuerzos”, que todavía no pasen  del 8%  los hijos de trabajadores que acceden a la Universidad? ¿Qué trabajo espera, en esta situación de empobrecimiento creciente, a los de este entorno social que hayan logrado acceder a ella? ¿Ser inteligente, si son pobres, les conducirá a la riqueza?  ¿A todos los inteligentes? ¿Y a los que dictaminemos que no lo son, a dónde les predestinamos? Suponiendo que acceder a la Universidad, fuera un buen itinerario para enriquecerse o simplemente vivir decentemente, ¿después de los recortes  de estos últimos años en más de un 30%, puede decirse que toda persona inteligente,  podrá hacer estudios superiores si se “esfuerza”?

Incierto 26-J

Ha sido difícil –si no imposible- el rigor en cuestiones de Educación después del 20-D y existe el riesgo añadido de que ese vacío siga existiendo después del 26-J. Seguiremos cada cual con nuestro ensueño particular mientras las reválidas LOMCE continúan ahí. No extenderán la equidad educativa, pero amplificarán los pretextos en su contra, para preservar “la distinción”, que diría Bourdieu. Justo ahora, cuando amenazan más recortes a causa del déficit  y debiéramos estar hablando, más bien, de cuanto pueda hacer más accesible a todos los ciudadanos el conocimiento y destrezas que exige el mundo actual, seguiremos soportando lo que de esta última ley orgánica se dijo cuando fue aprobada por solitaria mayoría en el Congreso: castizo manual de autoayuda selectiva para favoritos satisfechos. Como mecanismo para “mejorar” el sistema, esta vuelta a tanta reválida y examen externo acrecentará, bajo capa de “transparencia”, las justificaciones burocráticas para proclamar –sin complejos- lo poco que nos importan los objetivos europeos Horizonte 2020, ni los que previamente se habían adoptado comoMarco para la cooperación europea en educación y formación(12/05/2009). Ahora que Jorge Mario Berdoglio ha comunicado allieber Mitbruder Hans Küng  que podían debatir libremente la infalibilidad papal, nos quedará la LOMCE como refugio de prejuicios dogmáticos.  Y como reserva exótica: nos sobran jóvenes desde mucho antes de que puedan emigrar a Alemania.

Fuente: http://www.mundiario.com/articulo/politica/despertados-expectativas-20-d-lomce-y-revalidas-siguen-ahi/20160427152057058868.html

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España. El PSOE rechaza tres de las treinta medidas propuestas por Compromís

España/26 abril 2016/ Autor: Elsa García de Blas/ Fuente: El País

Los socialistas no aceptan los cinco puntos de la PAH, reestructurar la deuda y derogar su reforma laboral.

Un total de 30 medidas para lograr un acuerdo programático que dé lugar a un Gobierno progresista ha sido la oferta de última hora de Compromís, a la que han bautizado como “Acuerdo del Prado”, en alusión a la pinacoteca madrileña. La propuesta de la coalición valenciana está estructurada en cinco bloques —“rescatar personas, regeneración y lucha contra la corrupción, gobernar para las personas, nuevo modelo productivo, el Estado y Europa”— y ha sido aceptada casi en su totalidad —en lo programático— por el PSOE, que solo ha puesto reparos a tres de las 30 medidas.

Los socialistas no aceptan las cinco medidas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), reestructurar la deuda y derogar su reforma laboral, aunque sí la del PP. El PSOE ha añadido, eso sí, dos condiciones, una de las cuales supone negar la propuesta de Compromís de un Gobierno de coalición: un Ejecutivo monocolor presidido por Pedro Sánchez con independientes y que las formaciones firmantes se comprometan a aprobarle dos presupuestos generales. A cambio, ha ofrecido que Sánchez se someta a una moción de confianza en junio de 2018.

Compromís plantea garantizar las necesidades vitales básicas de todos los ciudadanos con un ingreso vital mínimo, asegurar la dotación de la Ley de dependencia, aprobar medidas contra la violencia de género e impulsar un plan de empleo juvenil y contra la “fuga de cerebros”. Entre las medidas de rescate social, la coalición valenciana incluye también “las cinco propuestas de la PAH”, donde choca con el PSOE.

Los socialistas matizan en el documento de contraoferta que han distribuido a partir del de Compromís que adoptarían medidas contra los desahucios, “en línea con las propuestas de la PAH”, pero sin aceptar las cinco. Esas exigencias de la plataforma antidesahucios incluyen la dación en pago retroactiva, mientras los socialistas llevaban en su programa la dación en pago (que la entrega de la vivienda salde la deuda) pero no retroactiva.

En materia de regeneración y lucha contra la corrupción no hay discrepancias y el PSOE asume las medidas de derogar la Ley mordaza, prohibir las puertas giratorias, reformar el sistema electoral (no se especifica cómo) y “despolitizar el Tribunal Constitucional y el CPGJ”. En el caso de las puertas giratorias, los socialistas darían un paso adelante, ya que llevaban en su programa solo limitar a cinco años la incompatibilidad de los cargos públicos para incorporarse a empresas del sector en el que hubieran tenido responsabilidades de regulación o gestión.

Dos escollos

En el bloque de “gobernar para las personas”, el PSOE encuentra dos escollos en la propuesta de Compromís: la reforma del artículo 135, que establece un límite de déficit en la Constitución, y la derogación de la reforma laboral. La redacción del documento de los valencianos dice: “Reformar el artículo 135 de la CE, priorizar el gasto social y reestructurar la deuda”. Los socialistas eliminan de su redacción alternativa la reestructuración de la deuda y en lugar de priorizar el gasto social escriben lo siguiente: “Asegurar la dotación suficiente para la protección social y los grandes servicios públicos”.

El punto 16 recoge otro problema: mientras Compromís quiere derogar las reformas laborales de 2010 y 2012, el PSOE pretende solo tumbar la del PP (2012), y no la suya (2010). El acuerdo incluiría también una nueva ley educativa, la sanidad universal (se entiende, reincorporando a los inmigrantes irregulares) y una ley de igualdad efectiva de personas LGTB.

Reconvertir el ICO en una banca pública, una reforma para “adoptar una fiscalidad justa”, un nuevo sistema de financiación autonómico y reconocer “la deuda histórica del Estado con las comunidades” son otras de las medidas incluidas en el “Acuerdo del Prado”, así como renegociar los programas de estabilidad con la Unión Europea. El problema territorial se propone abordar mediante la fórmula del PSOE: “Avanzar hacia un modelo federal”. El referéndum de independencia en Cataluña no es mencionado ni por Compromís ni por el PSOE para explicitar su oposición al mismo.

ASÍ SE FRAGUÓ LA PROPUESTA DE ACUERDO DEL PRADO

El joven diputado Ignasi Candela, de Compromís, tuvo la idea este lunes por la mañana en el Congreso. ¿Y si lanzaban una propuesta in extremis? Inspirado en el Acuerdo del Botánico, que dio lugar al Gobierno valenciano y que ha sido también la apuesta política de Podemos, pergeñó la idea. En la Cámara baja estaban trabajando el lunes dos de los cuatro parlamentarios de la coalición valenciana: además de Candela, el diputado Enric Bataller, que tenía que participar en la Comisión de Justicia. Candela, economista de formación, se puso en marcha y redactó un borrador del pacto, al que propuso llamar “Acuerdo del Prado” en referencia a la pinacoteca, como “símbolo de la cultura y de la diversidad”.

Por la tarde, los dos diputados se repartieron las llamadas y avisaron a Mónica Oltra, vicepresidenta valenciana y coportavoz de Compromís, y al resto de la Ejecutiva del partido. Todos estuvieron de acuerdo en hacer el último intento de evitar las elecciones. Oltra se había reunido a primera hora de la tarde con el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, en Valencia, porque este se había desplazado allí para participar en un acto del partido. Pero según Compromís, Podemos no supo de su propuesta hasta este martes por la mañana, como el resto de formaciones aludidas por la propuesta (PSOE e IU). El portavoz de En Comú Podem, la alianza catalana de Podemos, se ha quejado por ello: “Estaría bien que nos hubiera llegado antes».

Hasta última hora de la noche, en Compromís se afanaron en retocar el documento, de 30 medidas. Este martes, poco después de las nueve, se lo han remitido a las tres organizaciones. Tras la rueda de prensa en el Congreso, los cuatro parlamentarios de la coalición valenciana recibían con nervios la noticia de los periodistas de que el PSOE la aceptaba en gran medida. “Vamos, vamos…”, se han animado con entusiasmo. La esperanza de un acuerdo se ha disipado rápido, después de que los socialistas dejaran claro que no romperían su pacto con Ciudadanos.

Fuente de la Noticia:

http://politica.elpais.com/politica/2016/04/26/actualidad/1461670767_843486.html

 
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Perú: Cerca de 2 mil profesores lambayecanos rindieron examen de ascenso

Se inscribieron 2 mil 84 maestros, pero solo lograron rendir la prueba mil 901 y el examen fue para acceso a cargos directivos y ascenso de escala de la Ley de Reforma Magisterial.

Perú/24 de Abril de 2016/RPP Noticias

Cera de dos mil profesores de la región Lambayeque rindieron este domingo 24, el examen de acceso a cargos directivos en el sector Educación así como de ascenso a la segunda escala de la Ley de Reforma Magisterial.

La prueba que fue aplicada por el Ministerio de Educación en coordinación con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Se desarrolló en las instalaciones de la Universidad Nacional pedro Ruíz Gallo de la ciudad de Lambayeque.

El gerente regional de Educación, Ulises Guevara Paico, precisó a RPP Noticias que para la evaluación de ascenso se inscribieron 1 628 docentes; sin embargo, hoy solo llegaron 1520, es decir 108 desistieron y en otros casos llegaron tarde.

En el caso de la prueba de acceso a siete cargos directivos se registraron 456; pero solo lograron rendir el examen 381. Las plazas son para ocupar las funciones de director de las unidades de Gestión Educativa de Chiclayo, Ferreñafe y Lambayeque. Asimismo, 4 para directores de Gestión Pedagógica de las Ugel y de la Gerencia Regional de Educación.

“Para las dos modalidades se inscribieron 2 mil 84 maestros; pero solo lograron rendir la prueba mil 901, es decir desistieron 183. Pese a ello, todo se ha desarrollado con normalidad”, aseguró.

Finalmente, el funcionario refirió que los nuevos directivos de las unidades de Gestión Educativa asumirán el cargo en la segunda quincena de julio.

Fuente: http://rpp.pe/peru/lambayeque/cerca-de-2-mil-profesores-lambayecanos-rindieron-examen-de-ascenso-noticia-956582

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México: Diputados aprueban flexibilización de calendario escolar

 El Informador/21 de abril de 2016/Por: Aurelio Nuño
La minuta faculta a autoridades locales para que realicen ajustes al calendario de clases

San Lázaro avala el dictamen de reforma a la Ley de Educación enviado por el Senado

La Cámara de Diputados aprobó un dictamen que reforma la Ley General de Educación, a fin de que se autorice los ajustes que realicen las escuelas al calendario escolar determinado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), para cada ciclo lectivo de educación básica y normal.

La minuta enviada por el Senado y que surgió a iniciativa del Secretario de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, faculta a las autoridades educativas locales para autorizar a las escuelas los ajustes que realicen al calendario escolar, previa verificación del cumplimiento de los lineamientos que emita la autoridad educativa federal.

Asimismo, la autoridad educativa federal determinará el calendario escolar para cada ciclo de la educación básica y normal y demás para la formación de maestros de dicho nivel educativo.

Se especifica que el calendario deberá contener un mínimo de 185 y un máximo de 200 días efectivos de clases.

Las autoridades locales deberán publicar en cada entidad las autorizaciones de ajustes al calendario escolar.

También se faculta a los Consejos Escolares de Participación Social para opinar sobre los ajustes aplicables en cada escuela.

La reforma fue aprobada por 364 votos a favor, 59 en contra y 10 abstenciones y se turnó al Ejecutivo federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

“Con un calendario flexible, se pueden tener jornadas más largas, lo que ayuda a los niños a aprender más y mejor”, escribió en su red social.

Fuente: http://www.informador.com.mx/mexico/2016/657175/6/diputados-aprueban-flexibilizacion-de-calendario-escolar.htm

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