Estimulación y reeducación auditiva en niños

Por Maribí Pereira.

La forma en que percibimos el mundo a través de nuestros sentidos es esencial para un desarrollo apropiado de nuestras capacidades. Si alguno de estos sistemas funciona de forma inadecuada, la persona puede ver comprometidas sus capacidades y con ello, distintas áreas de su vida.  En el caso de la audición, si percibimos los sonidos y los procesamos de forma incorrecta, esto genera un retraso en las señales cerebrales provocando dificultades del aprendizaje. Guy Berard, otorrinolaringólogo francés y creador del método en los años 50, descubrió que los estudiantes que aprenden con dificultad tienen pobre calidad auditiva debido a ciertas anomalías.

El primer caso que resolvió fue su propia hija que con dislexia a sus catorces años de edad no comprendía casi nada en clase y presentaba problemas de habla. Berard detectó que la niña escuchaba con facilidad algunas frecuencias, pero necesitaba más decibeles para escuchar otras frecuencias.

Como consecuencia, muchos mensajes le llegaban incompletos, carentes de sentido, pero gracias al Adiestramiento de Integración Auditiva (AIT) de su padre alcanzó la calidad necesaria para estudiar y convertirse en enfermera. Su método ha comprobado que puede corregir o mejorar la hipersensibilidad auditiva, distorsiones y retraso en las señales, las cuales interfieren con la habilidad del individuo para procesar la información auditiva normalmente provocando un aprendizaje ineficiente.

El doctor Berard indicó que los oídos deben trabajar de forma coordinada. Si la audición en un oído es diferente a la del otro, la persona puede tener problemas de procesamiento auditivo. Esta falta de coordinación entre los oídos puede causar dificultad para seguir instrucciones, comprender lo que se dice o se lee y para convertir los pensamientos en palabras.

En el caso los niños con autismo, de los cuales, muchos sufren de algiacusia/hiperacusia o percepción auditiva dolorosa, perciben los sonidos de una forma distorsionada, se distraen fácilmente y pueden tener dificultad para entender lo que escuchan bloqueando los estímulos emocionales y/o sociales y con ello, no desarrollando la comunicación y lenguaje como los demás.

El método Berard establece el programa de estimulación y reeducación conocido como Adiestramiento de Integración Auditiva, el cual se basa en ayudar a reorganizar el cerebro para mejorar las capacidades auditivas y para procesar sensorialmente todo aquello que percibimos a través de los sentidos.

Cada vez con mayor frecuencia, los profesionales de la logopedia se especializan en este método con la finalidad de realizar pruebas auditivas minuciosas sobre agudeza, grado de uniformidad de los umbrales de percepción, distorsiones, discriminación, lateralidad, tiempo de respuesta y grado de seguridad en ellas para detectar con acierto desórdenes tales como problemas de aprendizaje, trastorno déficit de atención e hiperactividad, problemas de habla y lenguaje, dislexia, desorden de procesamiento central auditivo (CAPD), disfunción sensorial, trastorno de deficiencias del desarrollo generalizado (PDD), autismo, entre otros.

Los resultados de las pruebas permiten evaluar la calidad auditiva, formular el diagnóstico y decidir la fórmula más conveniente para regular el modulador de frecuencias con el Eareducator™, equipo creado por Berard, el cual emplea una variedad de once frecuencias en música seleccionada con criterios técnicos, filtradas al momento y de acuerdo a la necesidad del paciente de tal modo que el cerebro escuche sonidos graves y agudos, fuertes y suaves con una alternancia continua para sorprenderle sin pausa y evitar su habituación.

Es una especie de gimnasia auditiva o “earaerobics” que posee la virtud de dinamizar la escucha atenta y uniformar los umbrales de percepción, convirtiendo la defectuosa vía auditiva en una rápida y nítida autopista de información. Esta música modulada y filtrada se escucha con audífonos para aislar ruidos externos. A través de este programa se logra estimular el sentido de la audición de tal forma que reorganiza las disfunciones del centro sensorial para que el cerebro no esté más sobrecargado con información desorganizada.

Como consecuencia de realizar sesiones de AIT durante un periodo de seis meses, se ha comprobado que los pacientes presentan reducción de rabietas e irritabilidad, letargia, ecolalia, hiperactividad e impulsividad, movimientos estereotipados, disfunción sensorial, hipersensibilidad e hiposensibilidad auditiva y aumento en la autoconfianza, independencia, autorregulación, contacto visual, juego interactivo, seguir instrucciones, atención y concentración, socialización, afecto, expresiones e interacciones, memoria auditiva, percepción y discriminación auditiva, destrezas del habla y lenguaje, procesamiento de información y lenguaje, destrezas motoras, habilidades de planeo motor, balance y coordinación, resultados académicos, sensibilidad vestibular, patrones del sueño, tono y volumen de voz, así como una conducta más serena y adecuada a la edad cronológica.

Por último, hay que destacar que la AIT es una intervención educativa no invasiva, la cual puede complementar terapias farmacológicas, psicológicas, ocupacionales, físicas, entre otras. Una correcta formación para logopedas consigue dotarlos de mayores herramientas para mejorar la calidad de vida de niños con problemas auditivos que se traducen en dificultades educativas.

Esta entrada fue publicada en Actualidad, Educación, Logopedia el 8 julio, 2016 por Maribí Pereira.
Psicóloga, docente, Máster en Psicoterapia del Bienestar Emocional. Antigua alumna del Máster en Psicología Clínica y de la Salud.

Fuente: http://www.isep.es/actualidad-logopedia/estimulacion-y-reeducacion-auditiva-en-ninos/

Leer más: http://www.info-acufeno.com/2016/10/estimulacion-y-reeducacion-auditiva-en.html#ixzz4VxPyf8yt

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Intervención en dificultades pragmáticas en el lenguaje

Por Maribi Pereira

Se entiende por pragmática el estudio de los principios que regulan el uso del lenguaje en la comunicación, es decir, las condiciones que determinan tanto el empleo de un enunciado concreto por parte de un hablante concreto en una situación comunicativa concreta, como su interpretación por parte del destinatario.

Cuando hablamos de dificultad pragmática del lenguaje nos referimos a los problemas que los individuos tienen en el uso del lenguaje con fines comunicativos. En las aulas, se observa que muchos niños no hablan, es decir, que les cuesta emplear el lenguaje como instrumento para relacionarse con los demás y para formular preguntas, peticiones y aclaraciones sobre el contenido que se imparte en la clase. Habitualmente, los niños con dificultades pragmáticas también presentan problemas en otros componentes del lenguaje, especialmente en el morfosintáctico. En cualquier caso, lo que interesa es establecer si hay algún tipo de relación entre la dificultad del lenguaje en general y la dificultad pragmática en particular (Acosta y Moreno, 2001).

Veamos un ejemplo de intervención, con la participación de un logopeda con formación en logopedia educativa.

Pablo es un niño escolarizado en el segundo ciclo de educación básica, con una edad de 5 años y seis meses, quien presenta ciertas dificultades en el uso del lenguaje como herramienta para acceder a diversas demandas curriculares, situación que se agrava cuando debe realizar actividades cooperativas, donde se observa un pobre empleo del lenguaje y además, evita la interacción con otros niños.

Por otro lado, también presenta dificultades en la comprensión de oraciones múltiples. Su producción lingüística también es limitada, ya que presenta un vocabulario escaso y un predominio de las oraciones incompletas e intervenciones no verbales, así como de las oraciones con errores gramaticales en las que se pone de manifiesto la utilización de autocorrecciones o reformulaciones.

En cuanto a las estructuras lingüísticas empleadas, hay un predominio de las oraciones simples y dependientes, pero más dificultades con las oraciones múltiples coordinadas. En las conversaciones se muestra como un niño poco asertivo con sus compañeros, y en ocasiones toma el turno de forma inadecuada. Cuando se le propone iniciar algún tópico lo hace, pero no le resulta fácil mantenerlo, y cuando éste es comenzado por sus compañeros,  le cuesta mucho implicarse. Todo ello resulta más evidente cuando se le propone conversar sobre cosas o eventos que no están presentes, mientras que cuando loa conversación se organiza sobre un objeto o actividad, el niño participa más, toma la iniciativa y mantiene el tópico. Sus respuestas son simples (si, no) o se limita a no responder. La ausencia del referente pone a Pablo en una situación difícil a nivel conversacional, como por ejemplo, cuando se le pide que describa su comida favorita o ¿qué haría si se encontrara con un león en el jardín? (Acosta y Moreno, 2001).

Por ello, el programa de intervención se basó en: a) lograr que mantenga el tópico dentro de una secuencia de preguntas y respuestas, b) mejorar su habilidad para describir y explicar eventos con ausencia del referente, c) aumentar su vocabulario y, d) intentar que su producción lingüística sea más elaborada y explícita (Acosta y Moreno, 2001).

Los contenidos del programa de intervención diseñado para trabajar con el paciente abarcaron: el discurso conversacional mediante el uso de tópicos descontextualizados o con ausencia del referente, la denominación conceptual léxica y las oraciones múltiples (Acosta y Moreno, 2001).

El niño fue atendido individualmente por una logopeda educativa durante dos días a la semana. En una de las sesiones de 30 minutos participaba la madre de Pablo. También, se trabajó en el aula al lado de la profesora de Pablo, tomando como referencia los contenidos curriculares del segundo ciclo de educación infantil, haciendo uso de la lectura de cuentos, de las narraciones, los juegos de vocabulario y conceptos básicos (Acosta y Moreno, 2001).

A la profesora y la madre se les hizo tomar conciencia de la importancia de ajustar su input en las díadas de comunicación compartidas, ya que con ello se conseguiría mejorar su habilidad para mantener el tópico de manera adecuada en una situación de secuencias de preguntas y respuestas. Por ejemplo, se les enseñó a formular buenas preguntas en donde el niño debía decidir, por ejemplo, para la merienda, ¿quieres un bocata de jamón dulce o de queso?, o aquellas que crean interés y expectación: ¿Qué sigue ahora?, ¿Y si aparece un extraterrestre? Por otro lado, se les propuso evitar aquellas preguntas que detienen la comunicación, como por ejemplo ¿Qué es eso?, o aquellas que contienen la respuesta: ¿Quieres una manzana verdad? (Acosta y Moreno, 2001).

Para la mejora del discursos conversacional sobre tópicos pasados y futuros, se hizo uso de diferentes scripts, como por ejemplo: “El viaje en avión”, “La visita al médico”, “Ir de compras al supermercado”, utilizando los materiales oportunos para cada situación. El trabajo con los scripts permitió la consecución de objetivos de denominación y conceptualización léxica. Por ejemplo, a partir de “ir de compras al supermercado”, se elaboraron tarjetas para denominar un amplio vocabulario que luego permitió ir introduciendo operaciones como la clasificación, inclusión, exclusión, búsqueda de semejanzas y diferencias, etc. (Acosta y Moreno, 2001)

Se le sugirió a la madre que facilitara al niño la elaboración de ciertas tareas domésticas, como ayudarle a preparar una merienda, para lo cual debía hacer una lista con todo lo necesario. Con la profesora se hizo un trabajo colaborativo para planificar cada unidad didáctica, de la que se extrajo el vocabulario básico para emplearlo en la sala de logopedia. Esto le permitió a Pablo adquirir un vocabulario más amplio y la oportunidad de generalizarlo a situaciones reales de comunicación y aprendizaje dentro del aula. Las oraciones múltiples se facilitaron haciendo énfasis en tener une estilo de comunicación interactivo, que se concretó en el manejo de expansiones, extensiones e incorporaciones en las interacciones (Acosta y Moreno, 2001)

En cuanto a los resultados obtenidos, el niño consiguió una mayor participación en situaciones de interacción, al mismo tiempo que tomó más la iniciativa. Su contribución a la conversación ha resultado notable, siendo capaz de emplear los turnos para hablar en situaciones sin la presencia del referente. Lo más destacable es que mediante el uso continuado de estrategias comunicativas integradas en situaciones participativas, interactivas y conversacionales, se logró un triple objetivo: un mayor desarrollo de las habilidades pragmáticas en Pablo, un mayor progreso en los aspectos léxicos y de estructuración morfosintáctica y un cambio en el estilo comunicativo y lingüístico de la madre y la profesora (Acosta y Moreno, 2001).

La intervención del logopeda educativo debe incluir a personas del círculo cercano del niño dado que formarán parte activa del tratamiento. ISEP, con su Máster en Logopedia Educativa, forma a sus alumnos en la necesidad de integrar a padres y educadores en la intervención para, como hemos visto en el caso de Pablo, conseguir una mayor efectividad.

Fuente: https://www.isep.es/actualidad-logopedia/intervencion-en-dificultades-pragmaticas-en-el-lenguaje/#more-8271

Imagen: 200.85.152.184/~sjdpiuracli/images/img_terapia-de-lenguaje-1.jpg

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Estrategias para el desarrollo del lenguaje oral en la Educación Infantil

Por. Maribí Pereira

Los individuos adecuan su manera de hablar según las características de la situación a la que se enfrentan, el objetivo del acto comunicativo, el tema del que se habla y el vínculo entre los interlocutores. Por ejemplo, cuando se habla con los amigos se hace de un modo diferente a cuando se habla con un profesor o con un adulto. ¿Cómo podemos enseñar a los más pequeños a adecuar su lenguaje?

Es muy importante aplicar correctamente programas de logopedia educativa en la etapa de Educación Infantil para que los niños, de adultos, sepan diferenciar entre registro formal e informal y aplicarlos correctamente. Ambos se subdividen en dos categorías: culto e inculto. Hagamos un breve recordatorio de las características de cada uno:

El registro culto formal se centra en la transmisión de contenidos y es el que se usa en el lenguaje de los medios de comunicación noticiosos, en reuniones de trabajo, en informes, actas, ensayos y trabajos escolares, etc.

El registro culto informal, centrado en la interacción personal, es el que se usa en situaciones comunicativas de carácter coloquial como en programas televisivos de entretenimiento, las cartas personales, etc.

El registro inculto formal está centrado en la transmisión de contenido y, aunque el hablante distingue entre una situación comunicativa formal y una informal, su escaso manejo gramatical y de vocabulario le impide cumplir las reglas sintácticas y gramaticales para una adecuada construcción del discurso.

El registro inculto informal está centrado en la interacción personal y es empleado por personas que no han accedido a la norma culta en sus experiencias más cercanas y habituales, por lo que da cuenta de un léxico o vocabulario escaso con alteraciones fonéticas y morfológicas en las palabras.

Los niños de Educación Infantil requieren aprender este tipo de diferencias en el lenguaje oral, razón por la cual se sugieren varias estrategias, incluidas en el Máster en Logopedia Educativa:

Los rituales y fórmulas de cortesía. Pueden desarrollarse en las situaciones normales de la vida cotidiana, pero también podemos hacerlo mediante la dramatización o representación. Podemos elaborar un juego que mimetice escenas como: compra-venta, visitas, conversaciones en familia o en distintas situaciones sociales (Romea, 2012).

La lengua espontánea (diálogos, coloquios). Aquí no es tan importante la corrección lingüística, ya que se habla coloquialmente; en cambio cobra gran importancia la entonación, la expresión de la cara, los gestos de la cara, etc. Es la forma en que nos expresamos más habitualmente. Es bueno fomentar este lenguaje por medio de juegos. Entre ellos citamos los rincones de clase, mediante los cuales se representan situaciones del mundo adulto. También se encuentra el rincón de los disfraces permite adoptar diferentes identidades y, por tanto, diferentes lenguajes. Otros rincones pueden ser: la casa, la cocina, la peluquería, el castillo, el médico, etc. (Romea, 2013)

La lengua semiespontánea. Aquí nos movemos en el terreno de un lenguaje más culto. Se procura el aprendizaje de nuevo vocabulario, conceptos y estructuras. Algunas actividades útiles para ello son:

1. Lectura de láminas con imágenes representativas, que nos permitan sacar provecho de su interpretación. Hay que hacer de ella una correcta lectura mecánica, comprensiva e interpretativa de lo que está representado. El contenido deberá estar relacionado con las actividades de clase y se presentará, habiendo dejado antes un tiempo para que los niños hagan preguntas. Después se hará la lectura global por medio de preguntas que induzcan a reconocer el tema principal de la lámina. Esta actividad nos permite evaluar el nivel de competencia y actuación lingüística de los alumnos (Romea, 2012).

Tras esto, pasaremos al análisis descriptivo. En él se verbalizarán nombres y adjetivos. Se tendrán en cuenta los lugares, personas, animales y objetos. Tras la lectura global, pasaremos al análisis narrativo que implica el uso de los verbos y sus completos, que nos permitirán “contar” la lámina. Nos interesa aquí quién, qué, dónde, cuándo, cómo, por qué, para qué: inventar una historia (Romea, 2012).

A continuación se traspone el contenido de la lámina a la experiencia personal. Se relaciona lo narrado en la lámina con las propias experiencias personales de los niños (Romea, 2012).

2. Lectura de tiras dibujadas con un mínimo de dos viñetas. En este caso hay que establecer una relación de las imágenes entre sí (Romea, 2012)

3. Narración de cuentos. El cuento ha de complacer a los niños y habrá que crear la atmósfera adecuada según el relato. El narrador debe mirar a los niños y gesticular. El tono de la voz será moderado. Conviene establecer comparaciones positivas entre los personajes y los oyentes. Antes de contarlo debe aprenderse de memoria para no dudar del texto durante el relato. Se deben recitar las fórmulas rimadas o las canciones siempre igual. También puede utilizarse un títere para llevar a cabo la narración o bien utilizar un teatrito de marionetas para el mismo fin. Otro apoyo para la narración del cuento pueden ser las diapositivas o los vídeos (Romea, 2012).

Por último, no hay que olvidar que la lengua es un vehículo para la transmisión de los saberes curriculares, ya que se está aprendiendo la lengua mientras se aprenden otras materias significativas. La formación en logopedia educativa es esencial para asesorar correctamente a los equipos docentes para trabajar el desarrollo del lenguaje oral en clase.

Fuente:http://www.isep.es/actualidad-logopedia/estrategias-para-el-desarrollo-del-lenguaje-oral-en-la-educacion-infantil/

Imagen: www.isep.es/wp-content/uploads/2016/07/master-logopedia-educativa.jpg

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