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Malnutrición y ultraprocesados o cambiar el mundo para cambiar la alimentación

Por: Andrea Graciano

La malnutrición es la principal causa de problemas de salud a nivel global y los productos ultraprocesados son su causa y el símbolo del actual modelo de alimentación industrial. Se puede cambiar el mundo cambiando la alimentación, pero es necesario que el Estado impulse políticas públicas productivas y de consumo entre las que la “Ley de Etiquetado” puede ser un primer paso en la dirección correcta.

Los problemas de malnutrición y el crecimiento de la comercialización de productos ultraprocesados en Argentina y en la región de las Américas son el resultado de los profundos cambios que han afectado a sus sistemas alimentarios, los cuales determinan la cantidad, calidad y diversidad de los alimentos disponibles para el consumo. Esta transformación ha sido impulsada por la creciente urbanización, el cambio de los patrones alimentarios y las nuevas formas de producir y procesar alimentos.

Dentro de los cambios en los patrones de consumo de alimentos una característica distintiva es el aumento sostenido y sistemático en las ventas y en los consumos de los productos ultraprocesadosÉstos son alimentos y bebidas industrializados que se comercializan envasados y poseen una cantidad excesiva de azúcares, grasas y sodio, también denominados “nutrientes críticos” por el impacto negativo que tienen en la salud humana. Estos productos vienen desplazando, desde hace varias décadas, a los alimentos naturales y mínimamente procesados y a las preparaciones caseras hechas en el hogar.

La Organización Panamericana de la Salud define a los productos ultraprocesados como formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas. La mayoría contienen pocos alimentos enteros o ninguno, vienen listos para consumirse o para calentar y, por lo tanto, requieren poca o ninguna preparación culinaria. Además tienen una calidad nutricional muy mala y, por lo común, son extremadamente sabrosos, a veces hasta casi adictivos: imitan los alimentos y se los ve erróneamente como saludables; se anuncian y comercializan de manera agresiva y son cultural, social, económica y ambientalmente destructivos.

La malnutrición en todas sus formas es la principal causa de problemas de salud a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud, por malnutrición se entienden “las carencias, los excesos o los desequilibrios de la ingesta de energía y/o nutrientes de una persona”. El término malnutrición abarca tres grupos amplios de afecciones: las situaciones por déficit (que comprenden distintas formas de “desnutrición”), la malnutrición relacionada con los micronutrientes (por ejemplo, la anemia por déficit de hierro); y las situaciones por excesos, que abarcan el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación (como diabetes, enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, entre otras).

Malnutrición y Ultraprocesados, o “Cómo cambiar el mundo cambiando nuestra alimentación
Nicolas Pousthomis / Subcoop

Perspectiva social de la alimentación

En su libro Una historia social de la comida la antropóloga argentina Patricia Aguirre realiza un recorrido por los cambios que sufrió la alimentación humana en el tiempo largo de la especie, que podrían resumirse en tres y acompañarse de un producto que los caracteriza.

En primer lugar la autora registra el omnivorismo, que con la ingesta de carne modeló nuestra biología. A esto le siguió la domesticación de plantas y animales, que con lácteos y cereales permitió acumular y distribuir inequitativamente, apareciendo la alta y baja cocina y, con ellas, los cuerpos de clase. Por último menciona la cocina industrial mundial, con el azúcar como alimento trazador, que junto a grasas y sal serán los componentes obligados de los alimentos conservados, coloreados, saborizados. Es decir, productos ultraprocesados. Según Aguirre, estos productos forman el paraíso (de abundancia y estabilidad) y el infierno (de inequidad y contaminación) de la comida actual.

Además, Aguirre señala que con la cocina industrial global estamos “devorando el planeta”. Desde el siglo XIX, con la industrialización, “los alimentos han pasado de frescos a procesados y en la actualidad, a ultraprocesados, en un continuo que va de la cocina a la fábrica y de la fábrica al laboratorio». Agrega que «los alimentos industriales son mercancías mecánicamente producidas, conservadas (desde las latas a la irradiación) con la aplicación de los últimos conocimientos científicos (físicoquímicos en la ingeniería y sociopsicológicos en el marketing), de manera de lograr, si no sabor, por lo menos seguridad biológica, que estará garantizada por los sistemas expertos de la modernidad (marcas, bromatología, etc.)».

Los alimentos industriales, a través de redes de comercialización mayorista y minorista, son transportados a todos los lugares del globo (donde puedan pagarlos), deslocalizando y desestacionalizando los consumos. De esta manera se transforman —tal como afirma el sociológo francés Claude Fischler— en OCNIs, «objetos comestibles no identificados», sin pasado ni origen conocidos.

Aguirre analiza en profundidad el impacto socioambiental que tiene esta cocina industrial, que podría resumirse en un ejemplo: si «los pobres africanos, asiáticos o latinoamericanos desearan comer como un oficinista europeo o yanqui (…) no sería posible porque para comer tan mal como en Estados Unidos o Europa se necesitaría multiplicar por cuatro el consumo de agua, por seis la producción de energía y por ocho la economía mundial, lo que induciría una presión sobre los recursos que haría colapsar los ecosistemas ya bastante dañados». Señala que la forma actual de producir alimentos debe ser urgentemente reformada debido a sus costos ambientales y sociales. Frente a ello la agroecología, la ganadería pastoril o la pesca responsable intentan subsanar el daño ambiental para que haya un futuro.

Malnutrición y Ultraprocesados, o “Cómo cambiar el mundo cambiando nuestra alimentación
Nicolas Pousthomis / Subcoop

Políticas necesarias para comer bien: leyes pendientes

Los Estados tienen la obligación de garantizar nuestro derecho a la alimentación adecuada a través de la implementación de políticas y regulaciones diseñadas sin la interferencia de los intereses de las grandes corporaciones, basadas en evidencia sin conflicto de interés y en experiencias internacionales exitosas.

En este sentido, la sanción de la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable fue un primer paso en la dirección correcta. Esta ley establece la implementación obligatoria de un etiquetado frontal que nos advierta del contenido excesivo de nutrientes críticos en productos comestibles envasados (de hecho, esta ley es más conocida como “ley de etiquetado frontal”). Además, regula la publicidad, promoción y patrocinio de alimentos y bebidas no saludables y protege los entornos escolares; entre otras regulaciones.

Sin embargo, es necesario que el Estado avance urgentemente con otros marcos normativos como las leyes de envases con inclusión social y de acceso a la tierra y las regulaciones en punto de venta minoristas, por nombrar solo algunos.

Cambiar la alimentación para cambiar el mundo

Patricia Aguirre dice que «se puede cambiar el mundo cambiando la alimentación». Para ello, existen propuestas que van de lo micro a lo macro, es decir del sujeto a las instituciones: cambiar a través de la praxis individual y —al ir sumando adeptos—, modificar las instituciones. Dado que hacemos lo que hacemos porque nuestras acciones tienen sentido y responden a una lógica, el primer cambio es epistémico: es necesario modificar los valores que dan sentido a nuestra alimentación.

Otras propuestas van de lo macro a lo micro: parten de las instituciones para cambiar las relaciones sociales que inciden en la alimentación de los sujetos, y lo hacen a través normas y reglamentos que buscan regular a la industria agroalimentaria para producir alimentos saludables, buenos para comer y amigables con el medio ambiente. Sobre esto, las leyes y medidas pendientes son claves para garantizar nuestro derecho al agua, a la salud, a un ambiente y a un nivel de vida adecuado.

Fuente de la información:  https://agenciatierraviva.com.ar

Imagen: Nicolas Pousthomis / Subcoop

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ONU advierte que niños padecen malnutrición en el Congo

La crisis armada y alimentaria del país africano provoca que casi 5,5 millones de personas se desplacen en ocasiones varias veces.

La Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) instó este martes a la comunidad internacional a incrementar el financiamiento para asistir humanitariamente a los 2,4 millones de infantes desnutridos y las 27 millones de personas que sufren de inseguridad alimentaria en la República Democrática del Congo.

En este sentido, el organismo alertó que la nación africana atraviesa una de las crisis más complejas a nivel internacional, registrando las mayores cifras de población con dificultades para acceder a una alimentación sostenible.

«La financiación humanitaria en la República Democrática del Congo ha sido insuficiente durante los últimos años, este 2022 se necesitarán 1.880 millones de dólares para socorrer a 8,8 millones de personas en situación de extrema vulnerabilidad»,  precisó el representante especial adjunto del secretario general de la ONU para el Congo, Bruno Lemarquis.

De acuerdo con el ente, la situación es agravada por los conflictos armados y la seguridad inestable en las comunidades de las provincias del país, lo cual genera  el incremento del número de desplazados especialmente en las regiones de Ituri y Kivu del Norte.

En este sentido el funcionario de la ONU, Bruno Lemarquis, señaló que la mayor causa de la crisis es el aumento de bandas armadas, en su mayoría localizadas al este; así como la explotación ilegal de los recursos naturales de la región, lo cual provoca el desplazamiento del 23 por ciento de la población total.

Durante el año 2021, la República Democrática del Congo obtuvo el 39 por ciento de los 1980 millones de dólares necesarios, lo cual representa el menor monto financiero otorgado en los últimos cuatro años.

Fuente de la información e imagen: https://www.telesurtv.net

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Advierten que 10.000 niños han fallecido por conflicto en Yemen

Asia/Yemen/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

Al menos 400.00 infantes padecen malnutrición grave en este Yemen.

El portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés), James Elder, informó este martes que el conflicto armado iniciado en 2015 en Yemen ha dejado la cifra de 10.000 niños mutilados o muertos.

“El conflicto de Yemen acaba de alcanzar otro hito vergonzoso”, indicó el funcionario y añadió que la cifra es equivalente a la muerte o la mutilación de al menos cuatro infantes al día.

«Regresé ayer de una misión que me llevó tanto al norte como al sur de Yemen. Conocí a decenas de niños, muchos inspiradores; todos sufriendo”, subrayó el representante de Unicef.

Elder declaró que la crisis humanitaria de ese país es la peor del mundo y es una “trágica convergencia” de varias amenazas como “conflicto violento y prolongado; devastación económica; servicios destrozados para todos los sistemas de apoyo y una respuesta de la Organización de Naciones Unidas (ONU)” pésimamente financiada.

Entre los tristes dígitos compartidos por el portavoz de la Unicef destacan que cuatro de cada cinco niños necesitan asistencia humanitaria, 400.000 infantes padecen desnutrición aguda grave y más de ocho millones carecen de agua potable, saneamiento e higiene.

El funcionario destacó alguno de los logros del ente internacional para el desarrollo y la protección de la niñez, como proporcionar agua potable a 5 millones de personas y proveerlas de vacunas. Sin embargo, los esfuerzos siguen siendo insuficientes para la situación imperante.

La ONU advirtió, en 2018, que el caso en cuestión podría ser la peor hambruna en más de 100 años. Actualmente, más del 80 por ciento de la población depende prácticamente de la ayuda humanitaria para sobrevivir.

Luego de seis años de conflicto, la ayuda internacional continúa siendo inferior a la necesitada y los funcionarios no ven una una salida a la situación que ha costado cientos de miles de vidas en Yemen.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/yemen-advierten-ninos-fallecido-conflicto-20211019-0031.html

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Uruguay: Escuela de nutrición de la Udelar emite comunicado por situación de la alimentación escolar

América del Sur/Uruguay/06-08-2021/Autor:Fuente: www.republica.com.uy

Desde la Escuela de Nutrición de la Udelar se emitió un comunicado en donde se explica que «comer saludablemente cuesta una cinco veces más que una comida rica en grasa» en relación a lo acontecido por la alimentación en las escuelas.

Desde el Observatorio del Derecho a la alimentación de la Escuela de Nutrición de la Udelar se expresó que «la obesidad es «multicausal». En referencia a loa acontecido por la alimentación en las escuelas.

En la misiva se sostiene que «la obesidad como otros problemas que están presentes en nuestra sociedad como la pobreza como la violencia es multicausal».

Posteriormente en la misiva se agrega que «no solo se trata de un problema de decisiones y voluntades individuales»

Más adentrado en el comunicado añade que «una factor principal del problema a de la malnutrición, y en especial en países en desarrollo es el aumento de la brecha social».

Ante esta situación «los mas favorecidos restringen el acceso a los alimentos más saludables, en especial a partir de la pandemia del Covid-19».

La Escuela de Nutrición sobre «comer saludablemente»

En el comunicado se esgrime que «comer saludablemente cuesta una cinco veces más que una comida rica en grasa, calorías y azúcar».

«La obesidad es un problema complejo y estructural y se encuentra vinculado a aun ambiente obesogénico que promueve una alimentación no saludable y una vida más sedentaria».

Agrega que «avanzar es mejorar los entornos alimentarios en donde los niños y las niñas nacen, crecen y se desollarán debería ser la meta sobre las que se solventen las decisiones en materia de política alimentaria».

El camino debería estar centrado en mejorar el acceso a alimentos saludables en términos de disponibilidad y precios» Expresa el comunicado.

Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/escuela-de-nutricion-de-la-udelar-emite-comunicado-por-situacion-de-la-alimentacion-escolar-id1377/

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Entrevista a Estefanía Custodio: “La obesidad es un problema del sistema, no hay que tratarla como algo individual”

Entrevista/31 Octubre 2019/Autora: Patricia Peiró/Fuente: El país 

Estefanía Custodio es especialista en nutrición y salud global. La investigadora cree que la epidemia de la malnutrición ya está aquí y que nos faltan herramientas para afrontarla

La malnutrición es una epidemia. La obesidad crece en todo el mundo a la vez que continúa habiendo gente que muere de hambre o no recibe todos los nutrientes necesarios para desarrollarse. La investigadora española Estefania Custodio (Madrid, 1974) es experta en nutrición y salud global y ha centrado su trabajo en África Subsahariana y Latinoamérica. Fue una de las pioneras en estudiar de forma conjunta la malnutrición y las enfermedades tropicales en el Instituto de Salud Carlos III. Un tema del que precisamente hablará este miércoles en Ávila en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional. Custodio trabaja desde 2014 en el Centro de Investigación Comunitario de la Comisión Europea.

Pregunta. ¿Hay alguien en el mundo que coma bien?

Respuesta. A nivel global todos comemos mal. La malnutrición afecta a todos los países del mundo, a todas las edades, independientemente del nivel social. Recoger información sobre lo que come la gente es muy costoso y difícil, pero desde hace más de 20 años sabemos que es uno de los factores fundamentales de mortalidad y enfermedad.

¿Llevamos muchos años fijándonos en la cantidad más que en la calidad?

En determinados contextos, como es el de las crisis alimentarias, el enfoque ha estado en la cantidad, básicamente, en que haya comida. Pero en los países en desarrollo también nos hemos fijado en la disponibilidad de alimentos y no en la variedad. Ha habido muchas políticas para aumentar la producción agrícola, pero luego nos dábamos cuenta de que las crisis de malnutrición no mejoraban, porque, aunque hubiera mayor acceso a un cultivo, no había diversidad en la dieta que mejorara el crecimiento de los niños.

¿La malnutrición está afectando más a los pobres?

En el mundo se ha dado una transición alimentaria: de una dieta de autosuficiencia, con tu cultivo y tus animales a la puerta de casa, a una de consumo. Este cambio histórico ya se dio en Europa, pero en los países en desarrollo se ha producido más rápido. Cuando en Europa abandonamos la autosuficiencia no teníamos a nuestra disposición inmediatamente tantos alimentos ultraprocesados y baratos.

¿Estamos poniendo las herramientas necesarias para luchar contra esta malnutrición, especialmente en la obesidad?

La epidemia ya está aquí y todavía nos faltan herramientas. No hay que poner el foco en el individuo, es un problema del sistema alimentario. Es la industria, es la cadena de producción, es la publicidad… Es un reto grande y yo creo que ahora mismo no estamos en disposición de que pueda haber un gran cambio en este aspecto.

¿Qué pueden hacer los gobiernos para contrarrestar estas tendencias?

Ya existen herramientas en forma de programas. Más del 80% de los países tienen política nacional de nutrición con programas que sabemos que funcionan. Algunos están sin desarrollar, otros necesitan más tiempo… Lo difícil muchas veces es que se financien e implementen. Pero esta lucha contra la malnutrición se tiene que dar a todos los niveles.

¿Hasta que punto influyen los condicionantes culturales para acabar teniendo una mala alimentación?

Yo creo que ya no tanto, que las personas son conscientes de lo que es buena alimentación. Yo siempre me refiero a la lactancia materna. En las investigaciones que yo he hecho he visto que las madres ya saben que es lo mejor para sus hijos. Pero no tienen un entorno que les facilite ponerlo en práctica. Si tienen que volver a trabajar en la ciudad o en el campo es imposible… Aquí es donde entra la regulación. Otro ejemplo: la gente claro que sabe que es más sano hacerte una lasaña de verduras en casa, pero si vas al supermercado y te cuesta más barato comprarla ya hecha y además tus horarios no te dejan tiempo para cocinarla en casa, la gente se la acaba comprando envasada. No es una cuestión de creencias o de hábitos, sino de tener posibilidades.

Has desarrollado gran parte de su trabajo en África Subsahariana, una zona en la que se juntan los dos problemas: desnutrición y sobrepeso. Según sus investigaciones, especialmente en países africanos, ¿quién es el que decide en el hogar que es lo que se consume y cómo influye eso en la calidad de la dieta?

Más que qué se compra, lo que estudiamos es cuántos recursos se dedican a la alimentación y ese suele ser el hombre. El segundo paso es estudiar cómo se distribuye la comida en el hogar y muchas veces son las mujeres las que consumen menos nutrientes. Es el hombre al que se suele favorecer, porque es que el que sale a trabajar. Normalmente, se le da a él la proteína animal. También se beneficia a los niños, que están en pleno desarrollo. Acabamos de publicar un estudio realizado en un campo de refugiados en Somalia en el que concluimos que cuándo la mujer toma las decisiones sobre alimentación, los niños están mejor alimentados.

Sin salir de África, Ruanda es un ejemplo de país que ha mejorado y mucho sus indicadores sobre alimentación y desarrollo infantil. ¿Qué podemos aprender de ese ejemplo?

Por un lado han hecho una apuesta política. Cuentan con un programa de desarrollo del niño que depende directamente del presidente. Los planes que desarrollan incluyen muchos frentes: agricultura, educación, salud… Han aumentado mucho las políticas familiares, por ejemplo uno de los indicadores que más ha mejorado es el de la lactancia materna. Esto ha estado influenciado en gran medida por el empoderamiento de la mujer en la política.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/10/25/planeta_futuro/1571998861_368928.html

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SOS de la OMS para acabar con la malnutrición en África en el 2030

África/21 de Abril de 2018/El Periódico

En el 2016, unos 59 millones de niños en el continente sufrían retrasos en el crecimiento

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reclamado este martes una «acción urgente» para conseguir que en el 2030 se acabe con la malnutrición y se consiga instaurar una cobertura sanitaria universal en el continente, algo «poco probable» si se tienen en cuenta los datos actuales.

La directora de la OMS para África, Matshidiso Moeti, lamentó que «las cifras actuales no solo implican que sea poco probable que se consiga cumplir los objetivos globales de nutrición en el 2025, sino que también lo es que se acabe con todas las formas de malnutrición hacia el 2030», en un comunicado emitido en Nairobi.

En el 2016, unos 59 millones de niños en África sufrían retrasos en el crecimiento y unos 14 millones, de emaciación o bajo peso en relación a la altura, que supone un sólido indicador de mortalidad en menores de cinco años.

Por otro lado, el número de niños obesos en el 2014 era de 10 millones, casi el doble que en el 2000.

Las principales causas de la malnutrición en África son la pobreza, el hambre y las enfermedades, factores vinculados a la falta de educación, la inestabilidad en las posibilidades de ganarse la vida y la falta de acceso a servicios básicos como sanidad o a alimentos sanos y nutritivos.

Sanidad universal

«La carga de una insuficiente alimentación sigue persistiendo en la región africana, y hoy su impacto se siente junto al del sobrepeso, la obesidad y enfermedades relacionadas con la dieta en muchos hogares pobres«, explicó la directora de la división de Familia y Salud Reproductiva de la OMS en África, Felicitas Zawaira.

«En estos últimos años nos hemos concentrado en enfrentarnos al hambre, pero lo que debemos reconocer es que acabar con el hambre no garantiza una mejora de la nutrición», agregó.

Otro de los factores relacionados con la nutrición que repercuten en el continente es la deficiencia de micronutrientes, que afecta al desarrollo de los niños pequeños, a la salud reproductiva y a la capacidad de trabajo.

«Mejorar de forma sostenible la nutrición requiere tener en cuenta cómo producir, distribuir y asegurar el acceso a dietas saludables y nutrientes esenciales, no solo a tener mayores cantidades de comida», alertó Zawaira.

Acerca de la sanidad universal, el documento asegura que, cada año, unos 11 millones de africanos caen en la pobreza debido a pagos sanitarios demasiado altos para ellos, y advierte de que, a menos que los países del continente atajen los problemas nutricionales, conseguirla en el 2030 será «un camino lleno de obstáculos».

Fuente: https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20180417/sos-de-la-oms-para-acabar-con-la-malnutricion-en-africa-en-el-2030-6763898

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Argentina: Impulsa G20 ‘revolución educativa’ en Latinoamérica

Argentina/17 de Marzo de 2017/El Siglo de Torreón

La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, instó hoy a iniciar una «revolución de calidad educativa» en América Latina para acabar con la «brecha de competencias» entre las habilidades de la juventud y las oportunidades laborales, en un acto sobre el G20 en Argentina.

Referentes políticos, educativos y sociales del país austral y la región intervinieron en el seminario «Camino al G20: el futuro de la educación en la era digital» organizado por la Revista Noticias, la Fundación Embajada Abierta y la Fundación de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE)

Ante autoridades diplomáticas y medio centenar de estudiantes universitarios y docentes, Grynspan destacó que la tasa de educación superior en América Latina se cuadruplicó desde los años 80 y, actualmente, dos tercios de quienes llegan a la universidad son «la primera generación» de su familia que lo logra.

Sin embargo, «puede haber un desencuentro entre las aspiraciones de los jóvenes y los esfuerzos que la sociedad ha hecho y las posibilidades reales de inserción al mundo que viene», advirtió.

En ese sentido, señaló que con el acceso universitario no está todo logrado, por lo que debe producirse una «revolución de calidad educativa».

«Si no, habrá un desencuentro entre las oportunidades reales y las habilidades», como ocurre hoy, lo que ha hecho que Latinoamérica sea «una de las regiones que tiene la mayor brecha de competencias del mundo», afirmó.

Quien fuera vicepresidenta de Costa Rica (1994-1998) hizo hincapié en que no se debe educar para un trabajo particular, sino que debe hacerse «para un mercado laboral y una sociedad que van a cambiar sin cesar».

«Sabemos que esas habilidades van a depender también de la rapidez con las que las hagamos. Vivimos en un mundo donde no van a ser los peces grandes los que se coman a los chiquitos, sino los peces rápidos los que les ganen a los otros», aseguró.

El director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Gustavo Béliz, apuntó que la inteligencia artificial, la realidad virtual o el internet de las cosas son «los nuevos dragones de aquellos territorios inexplorados» de la antigüedad y, por ende, generan «enojo» y «miedo» en la sociedad.

Por ello, instó a construir un «New Deal digital» que termine con ese «panic attack» que lleva a los trabajadores a pensar que sus actividades van a desaparecer por los avances tecnológicos cuando, en realidad, muchas, como la industria automotriz, «se van a enriquecer».

Béliz advirtió sobre el hecho de que, según encuestas del Intal, el 16 % de los latinoamericanos que tiene un «smartphone» pasa hambre, lo que refleja que la región tiene «pobreza analógica y riqueza digital».

«Hay una contradicción muy profunda entre el avance de la tecnología en materia de datos y la pobreza en temas básicos de la vida cotidiana», señaló antes de apuntar a la necesidad de que los estados cuenten con «capacidades regulatorias» que pongan la tecnología al servicio de objetivos sociales.

Con eso en mente, vio esencial incorporar «cláusulas tecnológicas» en las negociaciones de los bloques regionales porque contribuyen al «desarrollo tecnológico y científico de un país».

«El problema no son los elementos masivos de ‘big data’, el problema son los pequeños valores. El problema no son las máquinas que piensan, el problema son las personas que no sueñan», sentenció Béliz.

Por su parte, el neurocientífico Facundo Manes subrayó la importancia de que los países inviertan en ciencia y en conocimiento, ya que solo de esa manera pueden desarrollarse.

«La educación no es suficiente porque, aunque cambiemos el sistema educativo, muchos no juegan el partido por la malnutrición y la pobreza», afirmó antes de instar a la sociedad argentina que «presione para vivir con el paradigma de conocimiento».

También advirtió que hay que «reinventar» la figura del docente, que ya no tiene que centrarse en transmitir información (porque actualmente está disponible para todos), sino que debe «unir los egos del equipo para generar más conocimiento» y enseñar a los alumnos a comunicarlo.

«Lo digital, la tecnología, no va a reemplazar al ser humano», dijo.

Fuente: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1441566.impulsa-g20-revolucion-educativa-en-latinoamerica.html

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