Más del 52 % de niñas, niños y jóvenes en países en conflicto han visto interrumpida su educación, enfrentándose a una media de uno a dos años sin escolarización debido a la violencia, el desplazamiento y la destrucción de infraestructuras educativas. Y las niñas, además, son víctimas de matrimonio infantil y violencia sexual, lo que agrava su vulnerabilidad y dificulta aún más su retorno a las aulas.
Esta es una de las conclusiones que expone el informe Seguimos soñando: Niñas y jóvenes en situaciones de conflicto, elaborado por la ONG Plan International, en el Día Internacional de la Niña.
La organización, que trabaja para garantizar los derechos de la infancia y promover la igualdad de género, ha recopilado datos a partir de 9.995 encuestas realizadas a niñas, niños y jóvenes de entre 15 y 24 años en 10 países en conflicto.
Camerún, Colombia, Etiopía, Líbano y Ucrania son algunos de los países incluidos en este estudio que pone de relieve cómo el género y la edad determinan las experiencias de la juventud en situaciones de violencia armada. Además, se realizaron 104 entrevistas en profundidad que arrojan luz sobre las vivencias personales de muchas de estas jóvenes.
1 de cada 4 niñas vive con miedo a la violencia sexual
Uno de los hallazgos más preocupantes del informe es el alto porcentaje de niñas que viven con miedo constante a la violencia sexual. Un 27 % de las niñas encuestadas expresó su temor frente a este tipo de agresión, una cifra significativamente mayor que el 17 % de los niños.
La violencia sexual, utilizada como arma de guerra en muchas de estas regiones, tiene consecuencias devastadoras no solo físicas, sino también emocionales y sociales. Muchas de las niñas que han sobrevivido a violaciones enfrentan embarazos no deseados y son estigmatizadas por sus propias comunidades, lo que las aísla y limita aún más sus oportunidades de educación y desarrollo personal.
A esto se suma el matrimonio infantil, un problema que afecta gravemente a las niñas en zonas de conflicto. Ante la falta de recursos, las familias recurren al matrimonio temprano como una supuesta forma de protección para sus hijas o como una estrategia para reducir el número de bocas que alimentar. Sin embargo, esta práctica corta de raíz las posibilidades educativas y perpetúa la desigualdad de género, ya que las niñas, ahora esposas y madres, deben asumir responsabilidades adultas a una edad en la que deberían estar en las aulas.
Sin acceso a agua, alimentos o electricidad
La interrupción de la educación en estos contextos no se debe solo a la violencia directa o a la destrucción de infraestructuras, sino también a la falta de acceso a recursos básicos.
Según el informe, el 44 % de las niñas, niños y jóvenes no tienen acceso adecuado a alimentos, el 59 % enfrenta problemas para obtener electricidad, y el 41 % carece de acceso a agua potable. Estas carencias afectan desproporcionadamente a las niñas, quienes, debido a la desigualdad de género, encuentran más obstáculos para acceder a estos recursos esenciales.
Además, el 46 % de las y los jóvenes entrevistadas reportaron no haber recibido ninguna ayuda humanitaria, lo que agrava la situación y retrasa aún más la posibilidad de volver a la escuela.
El impacto emocional de la violencia
El informe destaca que tanto niñas como niños sufren altos niveles de estrés, ansiedad y trastornos del sueño debido a la violencia.
Sin embargo, son las niñas quienes reportan mayores niveles de angustia por su constante exposición a la violencia sexual y las limitadas oportunidades para acceder a servicios de salud mental o sexual y reproductiva. Un 58 % de las niñas encuestadas vive con preocupaciones constantes, mientras que en el caso de los niños esta cifra es del 49 %.
La ONG ha hecho un llamado a la comunidad internacional para un alto al fuego inmediato en todas las zonas de conflicto, la protección de la infancia frente a violaciones graves como la violencia sexual y el reclutamiento forzoso, y la garantía de una educación segura e inclusiva.
Además, la organización insiste en la importancia de que las niñas tengan acceso igualitario a recursos básicos como alimentos y agua, y que reciban atención prioritaria si han sido víctimas de violencia sexual.
El Parlamento de Irak tramita una iniciativa legislativa contra las mujeres que busca socavar el principio de igualdad de género y permitiría el matrimonio de niñas a partir de los nueve años, entre otros retrocesos, lo que pondría en peligro aún más los derechos en un país cada día más islamizado.
De aprobarse la enmienda, se desatarían “efectos desastrosos”, advierte Human Rights Watch (HRW), ya que pondría en manos de los religiosos asuntos como el matrimonio, el divorcio y la herencia.
En un comunicado, la organización defensora de los derechos humanos explica que esta iniciativa parte de una enmienda presentada por el diputado Raad al Maliki a la Ley del Estatuto Personal, aprobada en abril pasado y que ya criminaliza las relaciones entre personas del mismo sexo y las intervenciones médicas de afirmación de género, entre otros derechos.
Los legisladores iraquíes han completado la primera lectura del proyecto del ley, pero aún quedan otras dos lecturas del borrador antes de someterse a votación.
Matrimonio a los 9 años; adiós al divorcio y la herencia
“Si se aprueba, tendría efectos desastrosos para los derechos de las mujeres y las niñas garantizados por el derecho internacional al permitir el matrimonio de niñas a partir de los 9 años, socavando el principio de igualdad en la ley iraquí y eliminando las protecciones para las mujeres en materia de divorcio y herencia“, advierte HRW.
La investigadora Sarah Sanbar, de HRW, afirma que “legalizar el matrimonio infantil privaría a innumerables niñas de su futuro y bienestar (…) Las niñas pertenecen a la escuela y al patio de recreo, no a un vestido de novia”, añade.
La enmienda propuesta, la tercera de este tipo tras las rechazadas por el Legislativo en 2014 y 2017, “legalizaría, en lugar de intentar revertir, el importante y creciente problema del matrimonio infantil en Irak”, lamenta la defensora de los derechos humanos.
Las mujeres, a merced de las escuelas islámicas
Según el proyecto legislativo, las parejas que celebren un contrato matrimonial podrían elegir si se aplican las disposiciones de la Ley del Estatuto Personal o las de escuelas islámicas específicas de jurisprudencia.
Si las parejas pertenecen a distintas escuelas del islam, se aplicaría la del correspondiente al marido. Esto “consagraría el sectarismo en Irak”, asegura Sanbar.
Un ejemplo, según HRW, sería la escuela de derecho Jaafari, seguida por muchos iraquíes chiíes, y que permite que las niñas se casen a partir de los 9 años de edad y los niños a partir de los 15.
La Ley del Estatuto Personal iraquí establece la edad legal para contraer matrimonio en 18 años, o en 15 con el permiso de un juez y “dependiendo de la madurez y capacidad física” del niño, lo que ya contraviene las normas jurídicas internacionales”.
“El proyecto de enmienda también autenticaría los matrimonios no registrados, es decir, los celebrados por líderes religiosos pero no están registrados en los tribunales del estatuto personal y son ilegales según la actual Ley del Estatuto Personal”, subraya HRW.
Se eliminarían los castigos penales para los hombres que contraigan estos matrimonios y permitiría que los líderes religiosos, en lugar de los tribunales, finalicen los matrimonios.
Sanbar ha reclamado a los diputados iraquíes “rechazar los intentos de despojar a las mujeres y las niñas de sus protecciones legales y negarse a anular décadas de derechos ganados con mucho esfuerzo”.
Si no lo hacen, advierte, “las generaciones actuales y futuras de mujeres iraquíes seguirán estranguladas por un sistema jurídico patriarcal opresivo”.
Irak, un país cada día más islamizado
La mayoría de la población de Irak, de unos 45 millones de habitantes, pertenece a la rama chií del islam, mientras que los suníes y los kurdos se reparten la minoría restante. Aunque los chiíes han sido siempre más, al igual que en la vecina Irán, el poder en Irak lo han tenido históricamente los suníes, que gobernaron con mano de hierro especialmente durante el régimen de Sadam Husein.
La Constitución de 2003, redactada y aprobada durante la ocupación estadounidense, dio un giro al juego político. A partir de ese momento, los chiíes tienen el poder ejecutivo, es decir, el Gobierno; los suníes, el Legislativo; y los kurdos, la Presidencia. Desde entonces, el poder chií no ha hecho más que aumentar y, con ello, la islamización de la sociedad. En los últimos años se ha venido observando un retroceso de los derechos de las mujeres.
Aún así, la Constitución iraquí reserva el 25% de los escaños del Parlamento a las mujeres, otra cosa es que se las escuche y puedan con esa minoritaria representación parar acciones legislativas como la que ahora se dispone a aprobar el Parlamento.
PREPÁRATE PARA VIAJAR: «SI CREES QUE PUEDES SOPORTARLO, HAZLO»
Diré que no es un viaje fácil, pero si crees que puedes soportarlo, hazlo. […] Porque te diré las condiciones, ¿estás lista? Violación, acoso sexual, encierro en casa durante dos o tres meses y no tener libertad para salir. Vienen hombres diferentes que hacen contigo lo que quieren y se van. Ni siquiera los conoces; ni siquiera… sabes lo que hay en su interior. Así que, si puedes soportar todo eso, puedes hacer el viaje”.
Una de cada tres niñas migrantes en el norte de África experimenta o presencia abusos sexuales u otras formas de violencia de género mientras huye de sus países de origen para encontrar seguridad, según nuestro nuevo estudio ‘Girls on the Move in North Africa’, una investigación sobre las niñas y jóvenes migrantes africanas hacia España e Italia.
Este análisis aborda el tema, rara vez investigado, de las niñas migrantes y concluye que muchas niñas huyeron de sus hogares debido a la violencia, la falta de perspectivas de trabajo, así como a los conflictos familiares y la exposición al abuso y el matrimonio forzado, pero luego enfrentaron más amenazas y peligros en sus viajes hacia o a través del norte de África.
Esta investigación se basó en entrevistas realizadas en 2022 a niñas y mujeres jóvenes de entre nueve y 24 años, principalmente de países del África subsahariana, que migran hacia o a través de Libia, Túnez y Marruecos, así como las que llegan a Italia y España.
LOS MOTIVOS QUE LAS LLEVAN A MIGRAR:
• MÁS DE 1 DE CADA 3 DESCRIBIERON HABER EXPERIMENTADO O PRESENCIADO ABUSO SEXUAL U OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO.
• 1 DE CADA 5 DE LAS NIÑAS ENTREVISTADAS CITAN LA VIOLENCIA COMO UNA RAZÓN PARA LA MIGRACIÓN.
• 1 DE CADA 7 DE LAS NIÑAS CITAN ESCAPAR DEL MATRIMONIO FORZADO O PRECOZ COMO UNA RAZÓN PARA LA MIGRACIÓN.
• 1 DE CADA 6 DE LAS NIÑAS INFORMARON DE BARRERAS EN EL ACCESO A LOS SERVICIOS TANTO EN TRÁNSITO COMO EN SU DESTINO FINAL.
VIOLENCIA EN SUS HOGARES O EL RIESGO DE SER CASADAS
El estudio muestra que una de cada cinco niñas entrevistadas citó la violencia en el hogar como una razón para la migración, mientras que una de cada siete mencionó huir para escapar del matrimonio forzado o precoz*.
«Mis hermanas huyeron de casa y no tenemos noticias de ellas hasta el día de hoy. Y cuando mi papá se enteró, me quemó los pies para que no pudiera salir. Dijo que, si no tienes pies, no puedes salir. Me quemó con hierro, me marcó con hierro y fuego para que no huyera como mis hermanas… Hui de mi pueblo… No quería que me encontrara y me hiciera las mismas heridas o me obligara a casarme», contó Rainatou*, de 20 años y que vive en España. Su padre la golpeó repetidamente e intentó casarla con un anciano con tres esposas. Finalmente, logró escapar de su aldea. Sola y sin dinero, caminó durante cinco días antes de ser recogida por un camión y llevada a la ciudad más cercana.
Si bien las oportunidades de planificación anticipada suelen ser limitadas, muchas niñas desconocen el alcance total de los riesgos y peligros que entraña la migración antes de viajar. Algunas niñas emplearon mecanismos de supervivencia para ayudar a minimizar los peligros, como vestirse como niños o viajar con compañeros o adultos para protegerse.
Marie*, de 14 años, de Camerún, que viajó con su madre, describió múltiples casos de ser encerradas en casas en Marruecos y Argelia: «Llegamos a un pequeño pueblo. […] La gente vino a recogernos y llevarnos a otro lugar con mujeres y niños. Nos quedamos unos días sin salir del lugar, comer o beber. En este lugar, estaban violando a personas e incluso niños. Estaban a punto de violarme a mí también, pero mi madre logró salvarme».
Otro riesgo común durante la migración a través del norte de África fue el arresto o la detención. Noella*, de 16 años, es de Costa de Marfil y ahora vive en Italia. Fue interceptada por la guardia costera libia y enviada a un centro de detención. «Me golpearon la cabeza contra la pared en Libia. Me pidieron dinero y no tengo familia, así que me trataron mal. Otras veces te ponen una bolsa de plástico en la cara. Querían lastimarte».
NO ES FÁCIL ACCEDER A LOS SERVICIOS SOCIALES Y A LA ATENCIÓN MÉDICA
Una de cada seis niñas entrevistadas informó de barreras en el acceso a los servicios tanto en tránsito como en su destino final. Antes de entrar en contacto con las autoridades, como la policía o las organizaciones de la sociedad civil que pueden redirigir a los niños y niñas al sistema de protección de la infancia, algunos niños y niñas no tienen acceso a los servicios. Como atestigua un adolescente marroquí en Madrid:
Antes, cuando estaba con mi hermano en la calle, no accedía a los servicios. Si estás enfermo, te quedas enfermo hasta que te mejores”. Wiam, 17 años, origen marroquí, España
Las niñas que migran necesitan acceso a la atención médica, incluida la atención de salud mental, pero también a los servicios de salud materna y al registro de nacimientos, así como a la educación y la vivienda. Las barreras lingüísticas, la desconfianza en las autoridades, combinadas con la falta de documentación y conocimiento de los servicios disponibles, son otros desafíos.
142 millones de niñas, en riesgo de ser casadas forzosamente esta década, cuando se celebra el Día de los Derechos de las Mujeres
Níger, el país con mayor tasa de matrimonio infantil del mundo, está promoviendo la educación de las niñas y poniendo en marcha ‘escuelas de maridos’ para acabar con las bodas en la infancia
ZINDER, Níger, 7 de marzo de 2023 – Níger está en una campaña para impulsar la educación de las niñas, y de los esposos, para frenar sus altísimas tasas de matrimonio infantil y de desempleo juvenil, en el país con la tasa de crecimiento poblacional más alta del mundo. Save the Children ha denunciado la relación entre la pobreza y el matrimonio forzoso de niñas en vísperas del Día Internacional de la Mujer.
Las familias en Níger tienen, de media, 7 hijos, según datos de 2020. La infancia se ve como un grupo que aporta riqueza familiar, más manos para trabajar. Esto ha provocado que la población crezca desde los 3,5 millones de habitantes en 1960 hasta los 25 millones, con una media de edad ahora en 14,5 años y con dos de cada cinco nigerinos (40,8%) viviendo bajo el umbral nacional de la pobreza. La mayoría –el 95%- vive en zonas rurales donde la incidencia de la pobreza es mucho más alta. Las regiones de Dosso, Zinder y Maradi son las más afectadas.
MÁS RIESGO DE MATRIMONIO INFANTIL
Para las niñas, estas presiones adicionales han derivado en mayores riesgos de matrimonio infantil, dado que las familias que luchan contra la pobreza ven las dotes como una fuente esencial de ingresos adicionales. Sin embargo, esto las excluye de la escuela y las pone en peligro de partos cuando sus cuerpos son demasiado jóvenes para hacer frente a ello y de problemas de salud mental.
«Sabemos que la pobreza está vinculada a tasas más altas de matrimonio infantil y que Níger se enfrenta a múltiples desafíos, como la crisis alimentaria, la llegada de personas refugiadas de los países vecinos y las consecuencias del cambio climático. Pero podemos hacer más enseñando a las niñas otras formas de ganarse la vida y alentando a los hombres a apoyarlas», señaló Inger Ashing, directora de Save the Children International, en un reciente viaje al país, donde las niñas le transmitieron «cuánto quieren continuar con su educación». «Quieren la oportunidad de tener una vida mejor y no verse atrapadas en un matrimonio sin salida, a menudo con un hombre mucho mayor».
PLANIFICACIÓN FAMILIAR Y ‘ESCUELAS DE MARIDOS’
En Níger, a cerca del 76% de las niñas se las casa antes de los 18 años y al 28%, antes de los 15, según datos de 2012, última estadística que se tiene al respecto. Grupos de derechos de la infancia ya habían notificado avances en la última década, pero ahora les preocupa que los conflictos, la crisis climática y el desplazamiento estén aumentando las cifras nuevamente.
Save the Children está trabajando con las autoridades locales y sus socios para ayudar a educar a las niñas sobre planificación familiar y gestionar ‘escuelas de maridos’ para abordar esta costumbre en Níger, donde la mayoría de la población todavía considera que las familias extensas (con más de 10 hijos) son lo normal. Las autoridades habían puesto como objetivo aumentar el uso de anticonceptivos modernos al 50% para 2020, pero los datos muestran que ese objetivo puede haber sido demasiado ambicioso y no se ha cumplido a pesar de que se observa un cambio en el comportamiento en algunas áreas.
«Estamos viendo muchos cambios de comportamiento. Las mujeres acuden cada vez más al centro de salud y piden tomar la píldora. Están menos avergonzadas y han sensibilizado a sus maridos para tener acceso a su carné de identidad, que es necesario para recoger las píldoras», apunta Abdou Ousmane Kango, de 60 años, miembro activo de una escuela de maridos en el centro de salud integrado de Bandé, en la región de Zinder.
«Las mujeres están aprendiendo los beneficios de la contracepción y estamos viendo que algunas mujeres permanecen con la píldora durante dos o tres años sin quedarse embarazadas», añade. «Un guía religioso también nos apoya para deconstruir la creencia de que es importante tener muchos hijos para perpetuar la religión».
En el centro de salud integrado de Bandé, apoyado por Save the Children, el número de mujeres que usan anticonceptivos se ha multiplicado por ocho en un año, de 144 en enero de 2022 a 1.235 en diciembre del mismo año, debido a la sensibilización ayudada por la escuela para maridos. Además de tener un impacto en la demografía, estas clases permitieron a las madres jóvenes, que en la mayoría de los casos se casaron alrededor de los 15 años, cuidarse mejor a sí mismas y a sus familias y participar en actividades generadoras de ingresos.
EDUCACIÓN AL BORDE DEL COLAPSO
El crecimiento anual de su población, de un 3,7%, ejerce una presión adicional en este país sin salida al mar, donde la crisis climática impide que las familias cultiven como solían hacerlo debido a la escasez de lluvias o al aumento de las inundaciones. Hace seis meses, las inundaciones destruyeron cerca de 8.600 casas y 300 hectáreas de cultivos y diezmaron 620 cabezas de ganado. Además, nuevas personas refugiadas llegan cada día a Níger escapando de conflictos en los países vecinos.
Con la tasa actual de crecimiento de la población, se espera que 600.000 niños y niñas más por año vayan al colegio, lo que significaría tener que abrir al menos 12.000 nuevas escuelas al año. En agosto de 2022, 890 escuelas en Níger ya estaban cerradas debido a la inseguridad, dejando a casi 78.000 niños y niñas sin acceso a la educación, de los cuales más de 38.000 eran niñas, según un informe de Naciones Unidas.
Níger está clasificado como uno de los países donde la educación corre un alto riesgo de colapso en un informe reciente de Save the Children que reveló que siete de los 10 países que enfrentan el mayor riesgo de que la educación esté en colapso estaban en África.
Save the Children lleva a cabo programas educativos en todo Níger para permitir que los niños, especialmente las niñas, tengan acceso a una educación de calidad, incluso en zonas de conflicto. En 2022, Save the Children asistió a más de 2.500.000 personas en Níger, incluidos más de 1.680.000 niños y niñas.
En la actualidad hay 222 millones de niños y niñas en edad de escolarización que viven en contextos afectados por crisis humanitarias. Pero su derecho a la educación no puede retrasarse, no puede olvidarse, no puede esperar, porque ellos no pueden esperar. Una reunión de alto nivel reúne en Ginebra a líderes de todo el mundo para buscar soluciones y asegurar que todos los niños y niñas vayan a la escuela.
La educación es un derecho fundamental reconocido en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). Sin embargo, ese derecho, que habita básicamente en la infancia, está amenazado debido a conflictos, crisis climáticas o a la amenaza inminente de una recesión mundial.
En la actualidad hay 222 millones de niños y niñas en edad de escolarización que viven en contextos afectados por crisis humanitarias. Esta cifra ha ascendido exponencialmente desde los 75 millones que había en 2016, es decir un incremento de un 196 % en apenas seis años.
Con motivo de esta urgencia, las Naciones Unidas han organizado una Conferencia de alto nivel sobre Financiación de la ¨La educación no puede esperar¨ que se celebra este jueves y mañana viernes. El evento congregará en su sede Ginebra, en Suiza, a líderes llegados de todo el mundo. Su principal objetivo es conseguir que se asuman los compromisos necesarios para garantizar que todos los niños y niñas, sin importar su origen, accedan a una educación de calidad.
Noticias ONU ha hablado con Pilar Orenes, directora de EDUCO, una ONG de cooperación para el desarrollo y acción humanitaria, que está presente en 14 países, y participa en esta reunión, donde presentará el informe la Educación en Emergencias.
EDUCO
Pilar Orenes (centro), directora de EDUCO, visita una escuela en Cox Bazar, Bangladesh.
Disponer de un lugar seguro
“Cuando viajas a Cox Bazar (en Bangladesh), el campo de refugiados más grande del mundo, entiendes las necesidades de los conflictos que se perpetúan en el tiempo. Allí trabajamos mucho la situación socio emocional y la salud mental. Cuando hablamos de educación hablamos también de espacios seguros”, explica Orenes.
Como relata Nazar, de 14 años y víctima de la guerra en Ucrania en uno de los testimonios recogidos en el informe, “la guerra es frío, destrucción, separación y miedo. No sé qué pasará mañana, pero yo solo quiero volver a estar con mi padre y que se me pasen las pesadillas”.
Orenes observa que “durante una crisis, los niños, niñas y adolescentes necesitan un espacio donde sentirse seguros y protegidos, que les proporcione estabilidad, reduzca su nivel de estrés. También un lugar donde jugar, relacionarse, tener acceso a otros servicios como el agua potable o las instalaciones sanitarias.
Claramente, la educación salva vidas y por eso debe ser una de las prioridades en el marco de la ayuda humanitaria internacional.
Por qué importa la educación en emergencias
La educación es un derecho fundamental para el desarrollo humano y la erradicación de la pobreza. Los niños rara vez tienen una segunda oportunidad en la educación.
Esto es algo que ponen de manifiesto los testimonios recogidos en el informe de la ONG para explicar la urgencia de cumplir con este derecho, incluidas las situaciones de emergencia: “Mis padres y yo nos vimos obligados a dejar nuestra aldea para venir a Koro. Hombres armados venían regularmente a amenazarnos antes de llevarse nuestro ganado. Nuestras escuelas están cerradas y el pueblo está casi vacío porque nadie se siente seguro”, cuenta Adama, de ocho años, que sufre por el desplazamiento en Mali.
Fragmentos de proyectiles y balas recogidos en el recinto de una escuela en el óblast (región) de Donetsk (Ucrania).
La desigualdad de género, también está presente en las guerras
La desigualdad de género es otro de los elementos que analiza el informe. En él se destacan aspectos esenciales como la importancia de la enseñanza para prevenir el trabajo infantil, matrimonio infantil o las situaciones de trata.
Cuando las estructuras de estabilidad y seguridad se ven alteradas debido a una crisis, las niñas son especialmente vulnerables “Las mujeres y niñas tienen 2,5 veces más probabilidades de estar sin escolarizar que los chicos», denuncia Orenes.
Al carecer de las medidas de protección habituales, como la unidad familiar o el hogar, están más desprotegidas. «Son las primeras que tienen más riesgo a acceder a un matrimonio infantil o caer víctimas de trata«, añade. Así, las niñas en zonas de conflicto tienen un 90 % más de probabilidades de no terminar su educación básica.
Fondos insuficientes, Conferencia oportuna
Para Orentes, la reunión de alto nivel auspiciada por las Naciones Unidas es muy oportuna para destacar que lo que se está haciendo en materia de financiación “no es suficiente”.
“Hay que reconocer que han aumentado los fondos, pero también hay que reconocer que han aumentado las demandas y que en este momento son 222 millones de niños y niñas los que han visto interrumpida su educación, Se necesita invertir. Actualmente, sólo el 3% de los fondos que se destinan a ayuda humanitaria van destinados a educación. Lo que dice la Campaña Mundial por la Educación, de la que EDUCO forma parte, es que debería destinarse el 10%”.
Este reportaje ha sido producido por Leticia Álvarez Reguera del Centro de Información de las Naciones Unidas en Bruselas.
El informe ‘Más allá del hambre’, de Plan Internacional, muestra, entre otras cosas, que las mujeres y las niñas son las víctimas «invisibles» al comer menos y en último lugar. Además sufren más violencia sexual. Unas 50 millones de personas se encuentran al borde de la inanición.
La ONG ‘Plan Internacional’ ha elaborado un exhaustivo informe ‘Más allá del hambre’ en el que analiza detalladamente la crisis de pobreza por la que atraviesa gran parte de África y las devastadoras consecuencias que eso conlleva: inanición, violencia sexual contra las mujeres, explotación…
Según el informe, casi 350 millones de personas de 82 países sufren inseguridad alimentaria en la mayor crisis de hambre en décadas, que ha llevado a 50 millones de personas al borde de la inanición.
Los más jóvenes, en peligro
Más de 7.000 personas 7.158 personas de Kenia, Somalia, Etiopía, Sudán del Sur, Malí, Níger, Burkina Faso y Haití, los países con una situación más crítica, han sido encuestados y algunas de las conclusiones generales es que los niños y adolescentes están «en grave riesgo» de sufrir formas de violencia como matrimonios infantiles, explotación o violencia sexual.
«A menos que se aumente urgentemente la ayuda internacional, innumerables niñas corren el riesgo de convertirse en víctimas invisibles de esta devastadora crisis del hambre. El hambre es un problema que tiene solución, pero es necesario actuar con urgencia para evitar que esta crisis alimentaria se convierta en una hambruna en toda regla que afecte sobre todo a los niños, y especialmente a las niñas», asegura Concha López, directora general de Plan International, desde Somalia.
Las mujeres y las niñas comen menos y peor que los hombres
Además, otra de los resultados de la encuesta es que debido a las políticas sociales discriminatorias de los países señalados las niñas y las mujeres suelan comer menos que los niños y los hombres del mismo hogar y además en último lugar. Algo que afecta directamente a su salud.
Aumenta el matrimonio infantil hasta en un 51% en algunos países
Por otra parte, en Etiopía, Kenia y Somalia el matrimonio infantil ha aumentado un 51% en el último año, según los datos disponibles, ya que las familias en una situación desesperada recurren a casar a sus hijas para aliviar la presión sobre la economía familiar u obtener el pago de la dote.
La odisea para buscar agua potable se ve más reflejada también en aquellas mujeres que deciden ir a los pozos por la noche para evitar aglomeraciones. De media, recorren entre 15 y 25 km, y en Kenia y Somalia las niñas y mujeres participantes en los grupos focales explicaron que se mueven en grupo para recolectar agua y leña con el objetivo de mitigar el riesgo. El problema es que al ser mujeres se enfrentan a posible violencia sexual.
«Las mujeres van por la noche a por agua a pesar de poder sufrir violencia sexual o del peligro de animales como las hienas»
«Recorrer largas distancias de noche es muy arriesgado para nosotras, las niñas y las mujeres más jóvenes están muy expuestas a riesgos de violencia sexual, incluida la violación, y se ven amenazadas
por animales salvajes peligrosos como las hienas; sin embargo, la mayoría de las veces preferimos ir a las fuentes de agua de noche para evitar la competencia y conseguir agua», asegura una mujer etíope entrevistada en el estudio de ‘Plan Internacional’.
Aumento de embarazos no deseados
Otro de los problemas que sufren las mujeres y niñas es el aumento de embarazos no deseados, y las personas encuestadas destacan la falta de acceso a suministros de salud e higiene menstrual. Por ejemplo, en Somalia, el 30% de las niñas y mujeres encuestadas mencionó como barrera la falta de dinero para comprar productos de higiene menstrual.
El año 2022 fue sombrío por el estallido de la guerra en Ucrania, el aumento del hambre o el retroceso en el desarrollo humano. Hubo también personas e iniciativas que ayudaron a mejorar el mundo. Esta son algunas de ellas
El reciente estallido de contagios de covid-19 en China es un tsunami que arrastra las esperanzas de dar por zanjada la pandemia, casi tres años después de iniciarse. Así acabó el que iba a ser considerado el año de la recuperación. Aunque 2022 ya se había truncado en febrero, por la ofensiva de Rusia en Ucrania, una nueva guerra en Europa que desencadenó el mayor y más rápido éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, y desestabilizó los mercados alimentario y energético globales, dejando a millones de personas sin comida suficiente. El hambre aumentó. Y, ante una comunidad internacional incapaz de abordar las numerosas y diversas crisis (no olvidemos el cambio climático), el desarrollo humano retrocedió a los niveles de 2016, situando a la humanidad casi en el punto de partida de la aprobación de la Agenda 2030 de la ONU para un mundo mejor, más sostenible y pacífico para esa fecha. Sin embargo, se produjeron también acontecimientos para la esperanza, pequeñas y grandes historias de personas que lograron progresos. Ellas iluminaron un 2022 sombrío. Planeta Futuro les pone rostro con una selección de la hemeroteca más positiva:
El empeño en hacer del mundo un lugar mejor
La turca Dilek Demir, obligada a casarse a los 14 años, se ha convertido en símbolo de la lucha contra los matrimonios infantiles en su país. “Jamás permitiré que casen a una niña”, prometía. Hoy, Demir, a sus 49 años, es muhtar de Müradiye, un barrio del distrito de Diyarbakir. Los muhtar son representantes electos, sin adscripción política, cuya función es servir de enlace entre los vecindarios y la Administración. Y lo primero que hizo fue colocar un buzón de quejas y chivatazos. Y de él “han salido 80 vidas”, como expresaba ella con cierta poesía el número de personas a las que ayudado. La mitad eran niñas a las que iban a casar siendo menores; otras 25, de niños que sufrían violencia y abusos sexuales en sus familias; las restantes, de jóvenes a los que ha conseguido alejar de la adicción a las drogas.
Otro ejemplo es el deAleva Ndavogo Jude, de Yamena (Chad), un enamorado de la danza. Le encantaba bailar y su pasión le llevó a abandonar los estudios y a afrontar el repudio de su familia. Tras vivir dos años como un sin techo y tras mucho esfuerzo, se convirtió en un bailarín y coreógrafo de éxito, creando su propio grupo. Pero dio un paso más: fundó una asociación para motivar a los niños que viven en las calles y reintegrarlos en la sociedad. “Bailando, se sienten libres”, dice.
Desde Barcelona, llega la historia de Afropoderossa, la influencer que planta cara al racismo. Arrasa en sus cuentas de TikTok e Instagram, con casi 400.000 y más de 100.000 seguidores respectivamente. Nacida en Guinea Ecuatorial hace 31 años y asentada en el barrio del Poblenou de Barcelona desde los 12, en sus redes comparte información sobre África y sus culturas y trata de desmentir estereotipos y prejuicios. Reivindica, además, el derecho de las mujeres negras a salirse del canon de belleza occidental. TambiénCharity Ekezie usa el humor y Tik Tok contra los estereotipos sobre África, pero desde Nigeria. “La gente cree que vivimos en casas de madera y chozas de barro, pero yo nunca he vivido en una. Piensan que no tenemos nada más que tierra seca, que no hay agua y que por eso somos duros”.
Otra iniciativa que ha contribuido a mejorar el mundo es la que la ONG Bicicletas sin Fronteras ha puesto en marcha en Senegal, donde ha facilitado que 7.000 alumnos africanos sin transporte escolar se desplacen a los centros educativos y obtengan mejores notas gracias alas baobikes.
Hay muchos más ejemplos:
La defensora de árboles de mil años en Perú. Desde Madre de Dios, la ingeniera forestal Tatiana Espinosa lidera la protección de los últimos shihuahuacos, que son codiciados por su madera dura. Con su tarea, trata de evitar que este árbol milenario de la Amazonía se extinga en forma de parqués, muebles y carbón.
La mujer que quiere tomarle la temperatura al mar. La senegalesa Lala Kounta, primera doctora en oceanografía en su país, busca financiación para instalar un sistema de observación que le permita medir, predecir y prevenir el impacto del cambio climático en la costa africana.
Los jóvenes se alzan contra la crisis climática
El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Y ese día presentábamos a 10 jóvenes de África, Asia, Latinoamérica y Oceanía que están escribiendo el presente y el futuro de las acciones de defensa del planeta. Tienen rostros menos famosos que Greta Thunberg, pero la misma convicción de que pueden cambiar el mundo. Los llamamos Los paladines de la lucha contra el cambio climático y todos tenían en ese momento menos de 25 años, como Melati Wijsen, nacida y criada en Bali. Allí empezó con sus paseos, cuando era niña, por las playas y los campos de arroz. A pesar de que tenía el cielo delante de ella, sus ojos no veían más que bolsas de plástico abandonadas. Y decidió empezar su lucha contra ese desastre. Así, a los 12 años creó, junto a su hermana menor, Bye Bye Plastic Bags. El proyecto, que surgió como una aventura entre compañeros de colegio, es hoy la principal ONG juvenil de Indonesia y ha conseguido que el Gobierno local de Bali prohíba las bolsas de plástico, las pajitas y el poliestireno. Time ha incluido a esta joven entre los adolescentes más influyentes del mundo y Forbes, entre los 30 menores de 30 años más importantes del planeta.
Las redes sociales son el arma de las jóvenesinfluencers en las que pusimos el foco durante la COP27, un grupo de mujeres brasileñas que optaron por defender el medio ambiente entre sus miles de seguidores en vez de tratar de venderles productos. “Somos la última generación que puede salvar el planeta”,publicaba en su cuenta de Instagram, Zaya (21 años), la primera modelo indígena que pisó la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia en septiembre, durante la proyección de la película The Territory, distribuida por National Geographic.
Destaca también la historia de Olivia Mandle, una joven barcelonesa de 15 años que lucha por los animales marinos y el bienestar del planeta. ¿Cómo? Ha inventado la Jelly Cleaner, un artefacto que flota y que recoge partículas plásticas de la superficie de su amado mar Mediterráneo. Asegura que funciona. También ha iniciado una campaña para que Gobierno español cierre escalonadamente los delfinarios y sueña con crear el primer santuario para estos cetáceos en la costa Brava.
Los que no se rinden
Estas son las historias de las personas que no se rindieron ante la adversidad. Es lo que en términos de las organizaciones humanitarias se llama resiliencia, la capacidad humana de aguantar y volver a levantarse. Es lo que hizo el nepalí Kishan Adhikari, nacido en Katmandú hace 31 años. Huyó de la heroína que devoraba a otros jóvenes en su barrio, lo perdió todo en Reino Unido, recaló en España y empezó a cantar en el metro de Madrid. Su voz enamoró a una pareja que le dio trabajo en el teatro, lo que le permitió conseguir su permiso de residencia. Hoy es cantante, actor y cocinero.
Otra resiliente es Enyonam Mary Sleysor, de Togo. Una inyección mal puesta, según le cuentan, le paralizó las piernas. Tenía tres años. Las opciones terapeúticas y de atención para las personas con discapacidad son escasas en su país, pero ella no se rindió. Volvió a moverse por sí misma apoyada en unas muletas, estudió Sociología y hoy trabaja en una ONG.Es la mujer que aprendió a volar porque no podía caminar, y lo hizo con prácticamente todo en contra, pero arropada por el amor de su familia.
En Burkina Faso, un país del que apenas llegan noticias de la violencia yihadista que padece, conocimos a Awa Baguia. Tiene 37 años y es la primera mujer invidente del país que ha logrado terminar los estudios de Sociología. Hoy es funcionaria tras aprobar con éxito las oposiciones y gracias a que una ley determina que debe existir una cuota reservada de puestos de trabajo del 10% para personas discapacitadas. “Hasta mis 18 años era vidente y entonces tuve un glaucoma. Primero veía borroso, luego perdí toda la visión en un ojo. Como a la togolesa Mary Sleysor, el amor de su familia la ayudó a continuar. Cuando perdió por completo la vista, su madre la llevó a un centro para personas invidentes en el que pudo aprender a leer en braille: “Pasé tres años en este centro y acabé la secundaria. Mi madre fue la persona que más fuerza me dio en esos tiempos difíciles… Me ayudó a aceptarme y a que los demás me aceptaran”.Ella es la voz de la clarividencia.
En esta lista de quienes se reinventan, destacan las alquimistas del índigo, integrantes de la cooperativa GIE Solidaire de Confection et Artisanat del barrio de Sam Sam III en Pikine, Senegal. Estas mujeres han abierto una nueva línea de negocio en sus actividades con la recuperación de la técnica tradicional del teñido y elaboración de tejidos para fabricar vestidos, fulares, mantelerías o complementos de moda. Así se sostienen a sí mismas y a sus familias. Detrás de esta agrupación se encuentra la hermana Regina Casado, que lleva la mayor parte de sus 82 años empoderando a las mujeres de Camerún y Senegal. “Me voy a ir con los más pobres para que no los aplasten”, aseguró a este periódico para explicar su vocación.
Estas son otras historias que dejan una huella positiva:
Una foto cambió la vida a Mohamed Yousif, el poeta en las protestas de Sudán.El fotógrafo japonés Yasuyoshi Chiba retrató a un adolescente de 15 años en las manifestaciones contra el régimen sudanés de 2019. La instantánea, galardonada con el World Press Photo, atrajo la atención internacional hacia las protestas y hacia el potencial del joven, que acabó recibiendo fondos para estudiar en Países Bajos. De regreso a su país, planea ser el presidente de la nación más joven del mundo.
De delincuente juvenil en Nairobi a recibir un premio de la reina de Inglaterra. Douglas Mwangi, un joven de un suburbio de la capital keniana que se dedicaba a “perpetrar actividades delictivas” para sobrevivir, decidió cambiar de vida y fundó el primer centro digital comunitario de su barrio, pensado para facilitar a los jóvenes el acceso a la educación y al trabajo remunerado. Su labor le llevó a recibir en 2018 el Premio a los Jóvenes Líderes, que le entregó la reina británica Isabel II.
Las ganas de estudiar de Mahgul, a pesar de todo. Grace Armstrong, especialista en educación en emergencias de Unicef, conoció a Mahgul, una niña de 11 años brillante y con muchos proyectos, en una clase comunitaria de un pueblo rural en la provincia de Faryab, en el norte de Afganistán. Ansiosa por compartir su experiencia, Mahgul le contó cómo visitaba su aula casi todos los días mientras estuvo cerrada por covid-19 durante los primeros meses de 2021. Preguntada por las dificultades que había encontrado para recibir formación, respondió: “El único motivo que podría impedirme estudiar sería que mi padre no pudiera permitirse pagarme los estudios. Quiero ser ingeniera o doctora”.
Un arquitecto que nació en una aldea sin electricidad gana el mayor premio de su sector. Diébédo Francis Kéré es el primer africano en recibir el galardón Pritzker 2022 de arquitectura, el mayor premio internacional del ramo. Nacido en Gando, una aldea remota de Burkina Faso, explica su origen tradicional, su amor por la naturaleza y su persistente voluntad de cambiar la vida de sus compatriotas.
También en 2022, un campo de refugiados de Sudán del Sur acogió la primera campaña de vacunación del mundo contra la hepatitis E. Así, 25.000 personas, incluyendo gestantes, recibieron entre marzo y abril las dos primeras dosis en el campo de desplazados de Bentiu, el más grande del país. También llegaron buenas noticias para quienes padecen la infección doble de leishmaniasis visceral y VIH. Antes era una sentencia de muerte. “Ahora, ya puedes decirle al enfermo que tiene esperanzas”, sentencia el doctor español Jorge Alvar, quien lidera los programas globales contra la leishmaniasis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi por sus siglas en inglés). Un nuevo tratamiento aprobado por la OMS, basado en los resultados de los primeros estudios clínicos en Etiopía e India, reduce el tiempo de tratamiento de 38 a 14 días y se aumenta la eficacia desde un promedio de 50% hasta alrededor del 90%.
En julio, se alcanzó un acuerdo internacional que hará accesible la medicación preventiva del VIH a 90 países en desarrollo. Y poco después, en septiembre, el Fondo Mundial para el VIH, la malaria y la tuberculosis lograba la mayor recaudación de su historia: 14.250 millones de dólares
En 2022, Ruanda mostró el camino para derrotar a la malaria. Allí, la voluntad política, la financiación, la investigación y una robusta red comunitaria han permitido al país africano reducir un 76% sus casos de paludismo en cuatro años. En Perú, la esperanza de la salud viajaba (y aún lo hace) en barco. A él nos subimos para compromobar cómo, allí donde no llegan fácilmente los médicos, en el fondo de la Amazonía, el Forth Hope lleva curación, alivio, vacunas y prevención.
Las mujeres ganan terreno
Con las gafas moradas siempre puestas, en Planeta Futuro hemos sido testigos de cómo las mujeres del mundo, y las del Sur Global en particular, han avanzado en diversas áreas: política, social, personal. Dedicamos un especial a destacar la labor de una decena de lideresas africanas, con poder y mando para transformar sus países. Y contamos la historia de cuatro mujeres brillantes de Kenia, quienes, pese a tener todo en contra, han llegado a lo más alto del sistema educativo.
También en Kenia, nos topamos con las chicas de Nakuru. Mientras el mundo seguía con interés las elecciones presidenciales de aquel país de África oriental, en agosto de 2022, algo extraordinario sucedía: en los ámbitos local y regional salieron elegidas más mujeres que nunca, un logro histórico y un paso más hacia la igualdad de género.
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