Redes sociales e ideología

Por: Marcelo Colussi

En algún Congreso sobre Medios Alternativos se decía que “La evolución de la Web, el surgimiento de los medios alternativos, las redes sociales de Internet, así como los blogs y wikis, crean nuevas posibilidades para la comunicación social y política. Este nuevo escenario comunicativo a nivel internacional demanda cada vez más la creación de condiciones para maximizar su aprovechamiento”. Sin caer en empobrecedores maniqueísmos ni valoraciones moralizantes, ni tampoco en triunfalismos exagerados que pierden la verdadera dimensión de las cosas, digamos que toda esta amplia batería de nuevas tecnologías ofrece interesantes posibilidades si lo pensamos desde una perspectiva transformadora, quizá revolucionaria incluso, al mismo tiempo que no se pueden desconocer sus peligros latentes. El reto está en ver cómo se navega en esas aguas y se puede llegar a buen puerto.

Las llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación -TICs- son especialmente atractivas, y con mucha facilidad pueden pasar a ser adictivas (de la real necesidad de comunicación fácilmente se puede pasar a la “adicción”, más aún si ello está inducido, tal como sucede efectivamente). En una investigación que se hizo vez pasada en Guatemala sobre este tópico se preguntó a jóvenes usuarios de estas tecnologías -de distinta extracción social, de ambos sexos, con edades de entre 17 y 25 años- si al estar haciendo el amor reciben una llamada a su teléfono celular, ¿qué harían? Muchos y muchas (alrededor de un 75%) respondieron que, sin dudarlo, contestarían. No hay dudas que estamos ante un importante cambio de actitudes.

Estamos invadidos por una cultura del uso de lo digital; se nos ha dicho incluso, interesadamente o no, que la llamada “Primavera árabe”, por ejemplo, se provocó por la catarata de mensajes de texto transmitidos en los teléfonos móviles y por el uso de las llamadas redes sociales. ¿Las nuevas revoluciones, entonces, se construirán sobre la base de realidades virtuales que movilizan a las masas? En Guatemala los movimientos cívicos anticorrupción del 2015 que terminaron sacando del poder a presidente y vicepresidenta se generaron casi exclusivamente a través de redes sociales (luego se supo que hubo ahí una monumental manipulación, habiéndose creado cantidad de perfiles falsos desde donde se lanzaron las convocatorias).

Dejamos aquí el análisis político pormenorizado tanto del movimiento de los pueblos árabes como lo que se jugó en Guatemala, porque no es el espacio adecuado para tratarlo, pero no podemos menos de indicar que estas nuevas modalidades comunicacionales tienen una fuerza decisiva. En la actualidad vivimos una cierta entronización de lo digital que puede llevarnos a verlo como panacea. De todos modos, más allá de la interesada prédica que identifica a las TICs con una nueva pretendida solución universal, no hay dudas que tienen algo especial que las va tornando imprescindibles.

Estar “conectado”, estar todo el tiempo con el teléfono celular en la mano, estar pendiente eternamente del mensaje que puede llegar, de las redes sociales, del chat, constituye un hecho culturalmente novedoso. ¿Quién perteneciente a una generación anterior a la actual respondería afirmativamente a la pregunta arriba citada, respecto a la intimidad de su vida sexual y el uso de un teléfono?

La definición más ajustada para un teléfono celular (lo mismo se podría decir de las TICs en general) es que, poseyendo el equipo en cuestión -teléfono, computadora, acceso a internet- se está “conectado”, que es como decir: “estar vivo”. Definitivamente todas estas tecnologías van mucho más allá de una circunstancial moda: constituyen un cambio cultural profundo, un hecho civilizatorio, una modificación en la conformación misma del sujeto y, por tanto, de los colectivos, de los imaginarios sociales con que se recrea el mundo. Eso nos abre forzosamente la pregunta: ¿constituyen también un arma política? ¿Son un instrumento más para el cambio social? La revolución socialista (pensemos que eso, aunque hoy día esté supuestamente “pasado de moda”, sigue siendo una posibilidad), ¿puede beneficiarse de estos instrumentos?

Lo importante a destacar es que esa penetración que tienen las TICs no es casual. Si gustan de esa manera, es por algo. Como mínimo se podrían señalar dos características que le confieren ese grado de atracción: a) están ligadas a la imagen, y b) permiten la interactividad en forma perpetua.

La imagen juega un papel muy importante en las TICs. Lo visual, cada vez más, pasa a ser definitorio. La imagen es masiva e inmediata, dice todo en un golpe de vista. Eso fascina, atrapa; pero al mismo tiempo no da mayores posibilidades de reflexión. La lectura cansa. Se prefiere el significado resumido y fulminante de la imagen sintética. Ésta fascina y seduce. Se renuncia así al vínculo lógico, a la secuencia razonada, a la reflexión que necesariamente implica el regreso a sí mismo”, se quejaba amargamente Giovanni Sartori (1). Lo cierto es que el discurso y la lógica del relato por imágenes están modificando la forma de percibir y el procesamiento de los conocimientos que tenemos de la realidad. Hoy por hoy la tendencia es ir suplantando lo racional-intelectual -dado en buena medida por la lectura- por esta nueva dimensión de la imagen como nueva deidad.

Junto a eso cobra una similar importancia la fascinación con la respuesta inmediata que permite el estar conectado en forma perpetua y la interactividad, la respuesta siempre posible en ambas vías, recibiendo y enviando todo tipo de mensajes. La sensación de ubicuidad está así presente, con la promesa de una comunicación continua, amparada en el anonimato que confieren en buena medida las TICs. (Muchos “tímidos” consiguen pareja por su intermedio. Eso es un hecho. Además, a partir de ese anonimato, cualquiera se puede permitir cualquier cosa, opinar, decir lo que jamás diría cara a cara, insultar, provocar, etc., etc.).

La llegada de estas tecnologías abre una nueva manera de pensar, de sentir, de relacionarse con los otros, de organizarse; en otros términos: cambia las identidades, las subjetividades. ¿Quién hubiera respondido algunas décadas atrás que prefería contestar el teléfono fijo a seguir haciendo el amor?

Hoy día la sociedad de la información, por medio de estas herramientas, nos sobrecarga de referencias. La suma de conocimiento, o más específicamente: de datos, de que se dispone es fabulosa. Pero tanta información acumulada, para el ciudadano de a pie y sin mayores criterios con que procesarla, también puede resultar contraproducente. Puede afirmarse que existe una sobreoferta informativa. Toda esta saturación y sobreabundancia de ¿información?, y su posible banalización, se ha trasladado a la red, a las TICs en general, inundando todo. De una cultura del conocimiento y su posible apropiación se puede pasar sin mayor solución de continuidad a una cultura del divertimento, de la superficialidad. Las TICs permiten ambas vías. Se ha hablado, entonces, de intelicidio. Parecería que las redes sociales contribuyen mucho a eso: el olvido (¿o la muerte?) del pensamiento crítico. La opinión política, el análisis pormenorizado, la reflexión profunda se va reemplazando por un tuit de 150 caracteres.

Si bien las TICs se están difundiendo por toda la sociedad global, quienes más se contactan con ellas, las utilizan, las aprovechan en su vida diaria dedicándole más tiempo y energía, y concomitantemente viéndose especialmente influenciados por ellas, son los jóvenes. Es evidente que la globalización en curso uniforma criterios sin borrar las diferencias estructurales; de ahí que, diferencias mediantes, las generaciones actuales de jóvenes son todas “hijas de las TICs”, o “nativos digitales”, como se les ha llamado. “Aquello que para las generaciones anteriores es novedad, imposición externa, obstáculo, presión para adaptarse –en el trabajo, en la gestión, en el entretenimiento- y en muchos casos temor reverencial, para las generaciones más jóvenes es un dato más de su existencia cotidiana, una realidad tan naturalizada y aceptada que no merece siquiera la interrogación y menos aún la crítica. Se trata en efecto de una condición constitutiva de la experiencia de las generaciones jóvenes, más instalada e inadvertida a medida que se baja en la edad” (2)

En esa dimensión, lo importante, lo definitorio es estar conectado y siempre disponible para la comunicación. De esa lógica surgen las llamadas redes sociales, espacios interactivos donde se puede navegar todo el tiempo a la búsqueda de lo que sea: novedades, entretenimiento, información, aventura, etc., etc. En las redes sociales, usadas fundamentalmente por jóvenes, alguien puede tener infinitos amigos. O, al menos, la ilusión de una correspondencia infinita de amistades. En esa línea, creemos importante no dejar de hacer notar que la superficialidad no es ajena a buena parte de la cultura que generan las TICs. De ahí que debe verse muy en detalle cómo estas tecnologías comportan, al mismo tiempo que grandes posibilidades, también riesgos que no pueden menospreciarse. La cultura de la ligereza, de lo superficial y falta de profundidad crítica puede venir de la mano de las TICs, siendo los jóvenes -sus principales usuarios- quienes repitan esas pautas. Sin caer en preocupaciones extremistas, no hay que dejar de tener en vista que esa entronización de la imagen y la inmediatez, en muchos casos compartida con la multifunción simultánea (se hacen infinitas cosas al mismo tiempo), puede dar como resultado productos a revisar con aire crítico: “en términos mayoritarios [los jóvenes usuarios de TICs] adquieren información mecánicamente, desconectada de la realidad diaria, tienden a dedicar el mínimo esfuerzo al estudio, necesario para la promoción, adoptan una actitud pasiva frente al conocimiento, tienen dificultades para manejar conceptos abstractos, no pueden establecer relaciones que articulen teoría y práctica”. (3)

Pero si bien es cierto que esta cibercultura abre la posibilidad de esta cierta liviandad, también da la posibilidad de acceder a un cúmulo de información y a nuevas formas de procesar la misma como nunca antes se había dado, por lo que estamos allí ante un fenomenal reto.

Los medios alternativos de comunicación -como el presente, en el que se está leyendo este texto, y que hacen uso de la red, de todas estas nuevas herramientas digitales- son un granito de arena más en la larga y continuada lucha por un mundo mejor. Hoy, caído el Muro de Berlín, y con él muchas esperanzas, no hay dudas que el campo popular está un poco (bastante) falto de ideas claras, de referentes precisos en la batalla por esas transformaciones. Los ideales de algunas décadas atrás, si bien no han desaparecido, quedaron golpeados. La fabulosa ola neoliberal que todavía nos sigue afectando ha significado un golpe muy grande para la izquierda, para el campo popular, para la ideología de la transformación.

En ese marco, la cultura digital que ha llegado con una fuerza fabulosa, abre un reto: obviamente, en tanto tecnología, no es “buena” ni “mala”. Plantearlo así es sumamente reduccionista, equivocado en definitiva. Pero no se puede dejar de considerar cómo funciona, quién la maneja, qué papel juega para los grandes poderes globales como negocio y como mecanismo de control social. La posibilidad de construir ahí un espacio alternativo está abierta.

Eso, sin dudas, implica una lucha (¿hay acaso algún aspecto de lo humano que no la implique?), pues los grupos de poder utilizan este instrumental con fines de conservadurismo, para que nada se altere. Y por cierto que lo saben hacer muy bien. De hecho cada vez más asistimos a un uso mentiroso de estas posibilidades tecnológicas. Por lo pronto, en forma creciente y en todas partes del mundo, la práctica política se basa en el más repugnante engaño bien montado, mercadológicamente ofrecido. “ En la sociedad tecnotrónica el rumbo lo marcará la suma de apoyo individual de millones de ciudadanos incoordinados que caerán fácilmente en el radio de acción de personalidades magnéticas y atractivas, quienes explotarán de modo efectivo las técnicas más eficientes para manipular las emociones y controlar la razón ”, pedía el polaco-estadounidense Zbigniew Brzezinsky. Y así es, pues cada vez más asistimos a la creación de los llamados “perfiles falsos” en las redes sociales por parte de los políticos y/o las usinas ideológicas para hacer creer lo que no es (que los políticos tienen muchos seguidores, que la población los ama, que está de acuerdo con su accionar, inoculando ideología, diezmando el pensamiento crítico. ¿Queda claro por qué lo de intelicidio?). ¿Por qué una gran cantidad de personas en todo el mundo repite lo que repite sin cuestionárselo? Que en Venezuela hay una narcodictadura, por ejemplo; que los misiles nucleares norcoreanos son peligrosos para la paz mundial, pero no así los estadounidenses, solo para poner algunos patéticos ejemplos. El engaño sigue estando presente en el ejercicio del poder, y las redes sociales (atractivas, envolventes, fáciles de usar) lo permiten muy ampliamente. O más aún: lo estimulan a niveles exponenciales.

No debemos dejar de tener en cuenta que se han abierto ciertos canales para una relativa democratización de la información. En cierto sentido, todos podemos dejar nuestra marca en la red de redes, decir, denunciar, hacer evidentes ciertas cosas. Pero no hay que olvidar que ese fabuloso espacio virtual también está hiper controlado por los enormes poderes de siempre, que el tráfico satelital no lo maneja el campo popular, que tecnológicamente dependemos de unos pocos servidores que manejan ese tráfico. La ilusión de creer que la revolución se agota en una pantalla es un peligro. Bienvenidas las tecnologías digitales, sin duda. Aprovechémoslas, conozcámoslas en profundidad, saquémosle el máximo posible de provecho. Pero estemos conscientes que la organización popular, que la revolución socialista no son cuestiones puramente técnicas. La tecnología, si no está al servicio de la causa del Ser Humano como especie, sigue siendo un mecanismo de dominación.

Los medios alternativos de comunicación son un elemento más de un prolongado combate popular en pro de un mundo con mayor justicia, combate que por cierto no ha terminado aún, que ha perdido quizá la batalla de estas últimas décadas, pero no la guerra.

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NOTAS

  1. Sartori, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. Ed. Taurus. Barcelona, 1997.
  1. Urresti, Marcelo. Ciberculturas juveniles. La Crujía Ediciones. Buenos Aires, 2008.
  1. Estévez, C. La comunicación en el aula y el progreso del conocimiento , en Urresti, Marcelo. 2006.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=238790&titular=redes-sociales-e-ideolog%EDa-

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Cuba: Por una cultura de derecho en niños y adolescentes (+ Video)

Cuba/29 de Noviembre de 2017/Cuba Si

En saludo al Día Mundial de los Niños y las Niñas, sesionó en La Habana el 4to Simposio Nacional por la Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia, con el tema central “Infancia, Comunicación y Tecnología”.

Provenientes de todo el país, se dieron cita coordinadores provinciales y representantes de instituciones y organismos que convergen dentro del proyecto “Por Un Mundo Al Derecho”, iniciativa que supera los 15 años y que se enfoca en la divulgación de la Convención de los Derechos del Niño a lo largo de todo el país.

¿En qué punto se encuentra Cuba con respecto a la protección de los derechos de los más jóvenes? ¿Qué riesgos vulneran a estos grupos etáreos? ¿Cómo asumimos esta sociedad del nuevo siglo a partir de lo que queremos que sean nuestros niños y niñas?, fueron algunas de las interrogantes más recurrentes.

La Representante del programa UNICEF en Cuba, María Machicado, en las palabras de apertura del Simposio, habló de la promoción de una cultura de derechos en los niños y adolescentes, teniendo en cuenta los procesos comunicativos que se generan más allá de los medios de comunicación.

El acceso a los medios se reconfigura con la aparición de nuevos medios alternativos, como el denominado “paquete”, el cual presenta una selección de contenidos atractivos, pero que, en varios casos, ofrecen miradas contrarias y ajenas a nuestra cultura. Se gesta entonces una competición entre el rol de la familia como formadora de valores en sus hijos y la exposición diaria a estos contenidos que generan “antivalores”, explicó.

Algunas de las investigaciones presentadas en el Simposio estudiaron la manera en que la población infanto-juvenil consume los medios de comunicación, arrojando datos detectables en el escenario social, como que el reguetón constituye la música más consumida por los niños y los adolescentes cubanos. Se evidencia además un aumento sostenido del consumo de series de procedencia foránea, fundamentalmente de factura norteamericana. La televisión, alertan, no se parece a lo que quieren los ciudadanos hoy.

De acuerdo con la Dra. Keyla Estévez, investigadora del Centro de Estudios sobre la Juventud, la cada vez más avanzada tecnología trae consigo un escenario de producción y reproducción de desigualdades, debido a que la tenencia o no de dispositivos tecnológicos otorga diferentes tipos de motivaciones. No poder acceder a una zona WiFi, por ejemplo, incide en la mirada y la aceptación en el grupo, tan importante en estas edades. Los adolescentes, plantea entonces, usan la tecnología para conformar su identidad.

Facebook, Twitter y Youtube son las redes sociales preferidas por los jóvenes cubanos. A pesar del retraso con que Internet llega a nuestras familias, durante el año 2016, Cuba fue el país con mayor crecimiento de usuarios en las redes sociales del mundo. Por ello, educar a los niños y adolescentes en el consumo de contenidos online a través de estrategias educativas es, sin dudas hoy, una necesidad acuciante.

Cuba tiene sistemas institucionales creados para enfrentar con mayor rigor el tema de los derechos de los niños y adolescentes. Su efectividad depende de implicar a la escuela y a las familias. Es necesario trabajar en y con la familia desde las primeras edades, teniendo en cuenta que la apertura tecnológica será cada vez mayor.

Al reconocer a los niños y adolescentes como sujetos activos, entendemos lo que significa la participación como derecho. Otorgarles herramientas que les permitan asumir desde una manera crítica contenidos y mensajes les ofrece, a la par, la posibilidad de analizar su realidad para convertirlos en protagonistas de su transformación. Así pues, la presentación en el Simposio de talleres y espacios locales que se realizan en diferentes comunidades son un ejemplo de cómo estos grupos etáreos pueden incidir en el desarrollo de sus entornos directos.

La Coordinadora Nacional del proyecto “Por Un Mundo al Derecho”, Ana Ercilia Audivert, Directora de Comunicación del Ministerio de Justicia, apostó por una comunicación más coherente e integrada, articulando saberes que logren potenciar estos temas en una sociedad que aspiramos próspera y sostenible.

https://youtu.be/3ebyXixjixU

Fuente: http://www.cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/70816-cuba-por-una-cultura-de-derecho-en-ninos-y-adolescentes

 

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Revista: Osal Nº 35 Medios alternativos y movimientos sociales en América Latina

Osal Nº 35
Medios alternativos y movimientos sociales en América Latina

Pablo Gentili. [Editor]
Massimo Modonesi. [Director]
Mina Navarro. Lucia Linsalata. Adolfo Gilly. Guiomar Rovira Sancho. Antonella Alvarez. Santiago Azzati. Julián Bokser. Julio César González. Carlos Francisco Baca-Feldman. Manuel Ortiz Escámez. Franck Gaudichaud. Diego Castro. Lucía Elizalde. Mariana Menéndez. María Noel Sosa. Raquel Sosa. Agustín Cueva. Samuel González Contreras. Joel Ortega Erreguerena. César Jerónimo Hernández Morales. [Autores de Artículo]
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Colección OSAL. Revista.
ISSN 1515-3282
CLACSO.
Buenos Aires.
Mayo de 2014

Sumario
• Editorial – Massimo Modonesi
• Crisis y reproducción social, claves para repensar lo común: Entrevista a Silvia Federici – Mina Lorena Navarro y Lucia Linsalata
• El tiempo del despojo: poder y territorio – Adolfo Gilly

Medios alternativos y movimientos sociales en América Latina
• Un espacio público sin aura: Redes digitales y política en la era de la reproductibilidad técnica – Guiomar Rovira Sancho
• Comunicación popular en Argentina. De la construcción de medios alternativos a la Ley de Medios – Antonella Alvarez, Santiago Azzati y Julián Bokser
• Trazando el camino hacia la Soberanía Audiovisual en América Latina. Cultura viva comunitaria – Julio César Gonzáles
• Pensando “otra comunicación”. Radio comunitaria en México, un abordaje desde la teoría crítica – Carlos Francisco Baca-Feldman
• Sociología audiovisual y activismo, vidas cruzadas – Manuel Ortiz Escámez

Experiencias latinoamericanas
• “Progresismo transformista”, neoliberalismo maduro y resistencias sociales emergentes: un análisis del nuevo gobierno Bachelet en Chile – Franck Gaudichaud
• Grietas en la hegemonía progresista uruguaya, entre consensos y resistencias – Diego Castro, Lucía Elizalde, Mariana Menéndez y María Noel Sosa

Aportes del pensamiento crítico latinoamericano
• Agustín Cueva ante el vacío del orden democrático en América Latina – Raquel Sosa
• La democracia latinoamericana: ¿forma vacía de todo contenido? – Agustín Cueva

Reseñas
• Guillermo Almeyra, una vida de militancia revolucionaria – Samuel González Contreras
• Conflicto social en el “neoliberalismo avanzado”. Análisis de clase de la revuelta estudiantil en Chile – Joel Ortega Erreguerena
• Ecología política del extractivismo en América Latina: casos de resistencia y justicia socioambiental – César Jerónimo Hernández Morales

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Fuente de la Reseña:

http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_por_programa_detalle.php?id_libro=875&campo=programa&texto=6

 
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Guerrilla Semiótica: La Revolución de la Comunicación por todos los Medios

Por Fernando Buen Abad

No esperaremos a que se desvanezca por sí solo el monstruo mediático de las “mil cabezas”. Quitémosle, por lo pronto, la base de sustentación que es nuestro cerebro. Ni todas las asimetrías -realmente existentes- en el escenario de la Guerra Comunicacional planetaria, alcanzan para convencernos de quedarnos quietos. Para que seamos incapaces de comprender la realidad y transformarla, la burguesía nos atiborra el cerebro con ilusionismo consumista. Basta. En todas las “ideas” de la clase dominante existen componentes extorsivos para convencernos, directa o indirectamente, de ser esclavos felices. Ya podríamos desarrollar una Guerra de Guerrillas[1] Semiótica que tuviera por objetivo “asaltar los cielos” de la libre expresión socialista con una Revolución de la Comunicación por todos los medios. ¿Qué hace falta?

Guerrilla Semiótica: La Revolución de la Comunicación por todos los Medios

Es falso que nada puede hacerse, es falso que los monopolios son intocables e indemnes, es falso que nos quede sólo la resignación y el silencio. La estructura toda del capitalismo está plagada con fisuras originadas por la improvisación y el empirismo de su desarrollo anárquico y dispendioso. Trabajaríamos como ciegos si asumimos como verdad absoluta esa super mentira (propagada a los cuatro vientos) sobre lo “intocables” que son los monopolios de la comunicación del capitalismo. Su peor debilidad, la más grande, es la organización política de los pueblos con fortaleza crítica.

Podríamos desarrollar un inventario de “fisuras” y “grietas” del capitalismo, medidas por antigüedad, espesor, profundidad y vulnerabilidad. Podríamos evaluar con qué hacerle más daño a los medios y los modos que la burguesía emplea contra el pueblo trabajador para embrutecerlo, alienarlo y explotarlo. Podríamos recorrer las experiencias exitosas y repetirlas, perfeccionándolas. Podríamos, incluso, organizarnos con un solo plan multiplicado por miles de frentes para cercar a las matrices ideológicas burguesas con una pinza de crítica aguda, científica, popular y revolucionaria.

Hace falta la audacia, el talento, la claridad política y el sentido de clase que, por ejemplo, Hugo Chávez desarrolló con su “Aló Presidente”: los recursos mínimos con el máximo resultado semántico y político. Hace falta la síntesis y el sentido de la Historia que tuvieron las “Tesis de Abril”; hace falta la poesía de Miguel Hernández, la pasión de Flores Magón; el pundonor de Rodolfo Walsh; la firmeza de John Reed. Hace falta el clima de las radio difusoras revolucionarias de Bolivia y las certezas antimonopólicas de las leyes de medios ensayadas en la Patria Grande. Hace falta la disciplina y la entrega de los medios alternativos y comunitarios. Por citar algunos ejemplos y fuentes de inspiración moral y ética. Pero, principalmente, hace falta un programa Revolucionario para la comunicación emancipada y emancipadora. Independencia política en la independencia semántica.

Con todas esas fuerzas y con las riquezas comunicacionales, desarrolladas históricamente en la resistencia y en la vanguardia, debemos fundar un programa internacionalista de acción semiótica para revolucionar íntegramente la producción social de sentido. Derrotar todas las instituciones ideológicas de la burguesía, sus santorales eclesiásticos, académicos, empresariales y faranduleros… (aunque a veces no se sepa cuál es cuál). Debemos emancipar a los diccionarios, devolverles su derecho social a la libertad semántica y a la renovación dialéctica de los significados. Recuperar el derecho a producir sentido libremente bajo el único acuerdo necesario de ser útil a la emancipación humana y a la superación definitiva del capitalismo. A un mundo sin clases, sin patrones y sin explotación.

Una Guerra de Guerrillas[2] Semiótica ha de operar en los rincones más inhóspitos e inopinados… en las categorías más invisibles. Zonas aparentemente impenetrables de esa “mentalidad sumisa” que estudió Vicente Romano. Ahí donde reina una “tradición” entrar a modificar el sentido en clave popular y revolucionaria. Ahí donde hacen su nido los prejuicios, romper los moldes y re-semantizar los hábitos. Ahí donde las supercherías, los preconceptos, los dichos y los refranes… esclerotizan ideas con moldes moralistas, fracturar la lógica del discurso para que desemboque en un imaginario transformador y revolucionario. Ahí donde las idiosincrasias sancionan vidas y reprimen cambios… detonar los contenedores y limpiar los tóxicos ideológicos que carcomen la libertad humana. Revolucionar los significados.

No permitas que los noticieros burgueses te convenzan de odiar a tu propio pueblo. Que nunca más nos impongan sus definiciones ni sus diccionarios. Cada vez que un noticiero burgués usa la palabra “polémico” para referirse a un líder social, está induciéndote a que lo veas como amenaza. No te tragues el odio oligarca como si fuese tuyo. Piensa. El 90% de las matrices ideológicas de los medios burgueses es antipolítica. Superproducciones, miniseries, noticieros… para des-movilizarte. Todas las veces que un informativo use la palabra “enfrentamiento” entre luchadores sociales y policías ¡miente!. Es represión vil pero maquillada. Todos los días debes defenderte de la ideología dominante: nada que te humille, nada que te duela, nada que te endeude, nada que te embrutezca. Dignidad. En boca de la derecha la palabra “referéndum” significa odio al pueblo. No te engañe el democratismo burgués ni su llanto de cocodrilo.

La Guerrilla Semiótica requiere, por ejemplo, bombarderos de precisión para demoler las matrices ideológicas que obligan a los pueblos a votar en su contra. Hay que ganar la gran batalla contra la infiltración de ideología burguesa en nuestras propias casas y hasta la cocina. Guerrilla Semiótica significa audacia de la inteligencia para desmoronar los castillos ideológicos de la clase dominante y derrotarlos con el razonamiento enamorado de la inteligencia revolucionaria y socialista. Emancipar conciencias. Una Guerrilla Semiótica requiere de acción emancipadora y multiplicadora en los territorios más invisibles de la conciencia. Emancipación. Cada quien debe asumir su responsabilidad y su trinchera en la Guerrilla Semiótica. Desmontar el diccionario del engaño con que nos ha derrotado más que por la fuerza. Tarea urgente.

[1] “…La «guerra pequeña» o guerrilla -pequeños destacamentos de maniobras independientes unos de otros- procura debilitar y extenuar al adversario…”. León Trotsky, GUERRILLA Y EJÉRCITO REGULAR: https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1919/24vii.htm

 

[2] “…Si por guerrilla se entiende, un método de maniobras rápidas y ligeras, de incursiones, súbitas…” León Trotsky, GUERRILLA Y EJÉRCITO REGULAR: https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1919/24vii.htm

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Guerrilla-Semiotica-La-Revolucion-de-la-Comunicacion-por-todos-los-Medios-20160928-0004.html

Imagen: nos-comunicamos.com.ar/sites/default/files/styles/large/public/imagenes/show.jpg?itok=NtpCTmqL

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UNESCO: Access to Information. The Right of Everyone in Jordan

Asia/Jordania/Octubre de 2016/Fuente: UNESCO

RESUMEN: Una película corta será producida para explorar el acceso a la información como un derecho humano y cómo la ley de acceso a la información se refiere a una cultura de medios de comunicación libres e independientes en Jordania. La película será producida en el marco de la Unión Europea y la UNESCO financiado implementado Apoyo a los medios en el proyecto Jordan (STMJO). La película se proyectará a las cuatro universidades alrededor del Jordán, y las proyecciones será seguida por mesas redondas organizadas por los estudiantes en torno al acceso a la información como un derecho humano. La película también se mostrará como parte del Festival de la UE, que tiene lugar en Amman en 2016 mediados de octubre, así como en Karama Derechos Humanos Festival de Cine que tiene lugar en Amman la primera semana de diciembre. Este evento es organizado en el marco del Día Internacional para el Acceso Universal a la Información.

When, local time: Sunday, 2 October 2016 –11:00am to 1:00pm
Where: Jordan, Irbid
Type of Event: Film projection
Contact: Ikhlas Aal-Khawaldh, i.aal-khawaldh@unesco.org, +962798957615

A short film will be produced to explore access to information as a human right and how the access to information law relates to a culture of free and independent media in Jordan. The film will be produced in the framework of the EU funded and UNESCO implemented Support to Media in Jordan (STMJO) project. The film will be screened at four universities around Jordan, and the screenings will be followed by panel discussions organized by students around access to information as a human right. The film will also be shown as part of the EU Film Festival, taking place in Amman in mid-October 2016, as well as at Karama Human Rights Film Festival taking place in Amman the first week of December.

This event is organized in the framework of the International Day for Universal Access to Information.

Fuente: http://en.unesco.org/events/access-information-right-everyone-jordan
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