Una visión más pragmática se impone en la aplicación al aula de medios digitales
En educación existen dos puntos de vista extremos con respecto al uso de la tecnología. Por una parte, están sus defensores a ultranza, a quienes se ha dado en llamar evangelistas, y que recuerdan que una integración óptima de la tecnología permitiría cambiar el paradigma de la educación escolar, centrándolo mucho más en la actividad del alumno. Por otra parte, también hay voces que sostienen que la tecnología no es ni más ni menos que una fuente de entretenimiento que no hace más que distraer a los alumnos, y a sus docentes, de lo sustancial: aprender cosas serias.
Curiosamente, ninguna de estas dos perspectivas parece responder a las preguntas que un profesional de la docencia generalmente se hace y que básicamente tienen que ver con la mejora de las prácticas de enseñanza y aprendizaje, y de los resultados educativos. Por esta razón, comienza a cobrar fuerza una nueva visión centrada en el realismo: ¿Servirán estas soluciones a «docentes como yo», es decir, a profesionales que ni pretenden ser paladines de la tecnología ni tampoco acérrimos protectores de la pizarra, sino sencillamente buenos docentes?
A estas alturas no debería ser necesario recordar las razones por las que cabría esperar que la tecnología tuviera ya una mayor presencia en las aulas. Para empezar, las hay relacionadas con los cambios en las demandas de los mercados laborales; de hecho, sabemos a ciencia cierta que la mayor parte de los alumnos que hoy están en las aulas de la ESO tendrán trabajos en los que la tecnología y el conocimiento tecnológico serán capitales. En segundo lugar, está la cuestión de la brecha digital. Ahí la escuela sigue siendo un bastión muy importante. En tercer lugar hay que recordar una vez más el flaco favor que conceptos como el de nativos digitales hacen a la educación al presuponer, erróneamente como se ha demostrado de forma empírica en multitud de ocasiones, que por el mero hecho de ser diestros en el manejo de determinados dispositivos, aplicaciones o servicios son automáticamente maduros en términos de competencias requeridas y de valores y usos responsables de la tecnología. ¿Dónde, si no es en la escuela, se puede aprender a manejar responsablemente la información y a transformarla en conocimiento? ¿Dónde se puede aprender a cooperar y a no plagiar?
En todo caso, es innegable que las tecnologías digitales forman parte indisociable del paisaje escolar: el 93% de los alumnos de 15 años de la OCDE asisten a una escuela en la que cuentan con acceso a un ordenador y prácticamente el mismo porcentaje (92,6%) dispone igualmente de acceso a Internet. España se encuentra, en este sentido, ligeramente por debajo de la media (90%), pero ciertamente con una cifra nada despreciable.
Pese a todo, cuando se examinan con detalle los datos acerca de los usos escolares de la tecnología emerge una imagen extremadamente compleja. Por una parte, el porcentaje de alumnos de 15 años de edad en los países de la OCDE que usa como mínimo 60 minutos a la semana el ordenador en el aula es siempre inferior al 4% en todos ellos y apenas alcanza el 1,7% en el caso del área de matemáticas. Y son estos mismos alumnos los que, en un 50%, utilizan prácticamente a diario la tecnología para realizar sus tareas escolares… en casa. Por otra parte, más del 75% de los docentes utiliza casi diariamente el ordenador para la preparación de sus clases o para la realización de tareas administrativas, por no hablar de los usos privados, cuando apenas se sirve de él en el aula.
De esta realidad tan compleja hay quien hace lecturas extremadamente simplistas, ya sea para denigrar las inversiones realizadas o, lisa y llanamente, para enviar un mensaje de desconfianza hacia la escuela y los docentes, a quienes se les exige un esfuerzo titánico de cambio de paradigma. Sin embargo, la complejidad de los datos exige una buena dosis de realismo: lo que funciona en tecnología y educación son aquellas soluciones que permiten llevar a cabo el trabajo escolar de forma más eficiente. Esto explica por qué, por ejemplo, los alumnos utilizan masivamente la tecnología para sus trabajos escolares, aunque siendo, como muchos son, huérfanos digitales de cualquier tipo de influencia educativa sobre esta materia, confundan eficiencia con plagio o prescindan de cualquier esfuerzo de procesamiento crítico de la información -razón de más para insistir de nuevo en la importancia de la escuela en este ámbito-.
Y esta misma búsqueda de la eficiencia explica también por qué los docentes encuentran óptimas las soluciones que la tecnología les ofrece para preparar sus clases o presentar mejor los contenidos en el aula, pero no todavía para cambiar sus formas de enseñanza. Muy probablemente las soluciones tecnológicas que se proponen no son suficientemente convincentes para la gran mayoría de «docentes como yo», probablemente porque el esfuerzo que exige su adopción no parece suficientemente recompensado, ni por el sistema en forma de incentivos para la carrera profesional, ni por los resultados obtenidos, ya que la forma y los contenidos de lo que hoy se evalúa no se corresponden todavía con las expectativas y las necesidades de la sociedad y de la economía del conocimiento.
Los datos sobre la intensidad y la variedad de los usos de la tecnología en el aula no transmiten la imagen que tal vez cabría esperar de la escuela de la sociedad del conocimiento. El análisis de las buenas prácticas en materia de tecnología y escuela muestra que uno de los factores más importantes es el maridaje entre el compromiso profesional docente, con un marco institucional favorable y un liderazgo escolar que le apoye. Si realmente se desea que las buenas prácticas se generalicen, el sistema escolar en su conjunto debe ser permeable a la innovación sistémica; es decir, debe contar con herramientas que permitan examinar con realismo en qué tareas o para qué problemas docentes pueden existir soluciones tecnológicas apropiadas, que mejoren la eficiencia del trabajo escolar o, sencillamente, que lo hagan aún más interesante.
Puede que la tan deseable revolución en el paradigma de la educación escolar todavía tarde en llegar, pero la escuela y muchos docentes, lo mismo que los alumnos, se están moviendo: han depositado su confianza en unas soluciones tecnológicas que les permiten trabajar de forma más eficiente. Y, en el caso docente, este trabajo consiste hoy en buscar fórmulas que permitan que los alumnos aprendan más, mejor y, probablemente, distinto.
Fuente del artículo:https://elpais.com/diario/2011/11/21/educacion/1321830001_850215.html
España/Noviembre de 2017/Fuente: Servicio de Información católica
El presidente de Escuelas Católicas (FERE-CECA y EyG), Juan Carlos Pérez Godoy, junto con la directora de XIV Congreso, Victoria Moya, clausuraron el encuentro educativo que ha reunido durante los días 16, 17 y 18 de noviembre a más de 1.600 educadores, directores, titulares y miembros de la escuela católica, y en el que se ha demostrado la importancia de hacer una comunicación emotiva que cale y se adapte a las necesidades de nuestros alumnos y de nuestro tiempo.
En sus palabras Pérez Godoy hizo un completo resumen de los tres días de Congreso. Desde la alegría y la “Verdad con mayúsculas que nos hace libres” a la emoción que experimentamos a través de la música vocal y la percusión. Habló del renacimiento de la comunicación que nace de la escucha del alumno, porque “la primera emoción surge en el corazón del educador al contemplar en silencio a cada alumno”.
Aseguró que la mejor “marca” es la que te da la capacidad de fascinar, como la Palabra verdadera del Evangelio que brilla; y que como cristianos y testigos de Jesús somos transformadores del mundo, en una humanidad nueva que pone en el centro a la persona, como pescadores que echan “nuevas redes” que son contexto para expresar y recrear la experiencias de la fe, tejida de veracidad, integridad, credibilidad, autenticidad y lazos de amistad.
Recordó que “no solo es importante saber decir las cosas, sino también tener tanta pasión por lo que haces que no puedes dejar de compartirlo”. Compartir historias, “qué bello espacio el aula para construir historias”, afirmó.
Y no olvidó recordar una de las frases más repetidas durante el Congreso: “todo comunica”. Por ello insistió en la necesidad de “estar en medio de los alumnos aprovechando los nuevos lenguajes, pero sobre todo el que ellos mejor entienden, el del corazón, porque es el lenguaje que más emociona”.
Por su parte, Victoria Moya, directora del Congreso, insistió una vez más en la necesidad de crear nuevas formas de comunicación que se adapten a los nuevos tiempos que vivimos. Para ello abogó por “una comunicación institucional, interpersonal y personal que sea capaz de conmover y que al rascar deje poso de trascendencia y no se limite a sentimientos planos; que llegue al receptor sin renunciar a principios que definen al emisor; que me permita conocer a otros distintos a mí sin dejar de ser yo mismo” . Lo quiero para mi, para nuestros alumnos e instituciones”. “Si me emociono lograré emocionar a los otros. Emociónate y emocionarás, pero con cabeza”, concluyó.
Citó además algunas cifras de la difusión del Congreso a través de medios digitales: 1.600 descargas de la app; casi 40.000 visitas a la web; tendencia con #CongresoEmociona y en muchas de nuestras ponencias en Twitter; casi 300 fotos subidas a Flickr; casi 200 visitas de las presentaciones en nuestro canal de Slideshare; y más de 8.000 visualizaciones de nuestra retransmisión desde 25 países diferentes.
Recuperar la emoción de Jesús
El último día del XIV Congreso de EC comenzaba con la Eucaristía presidida por el arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, que contó con las voces de los niños del coro del Colegio Santa Teresa de Jesús de Oviedo. Durante su homilía, el Arzobispo recordó cuántas emociones experimentó Jesús durante su vida y cómo las transmitió a través de la Biblia: la ternura, la bondad, la verdad que nos hace libre, la paz que levanta puentes, la misericordia que nos regala perdón, la gratitud, la fe, el amor fraterno que hermana, la esperanza…
Aseguró que “nuestro mundo vive apagado por emociones falsas que nos hacen tibios y que no se corresponden a la verdad que el corazón nos exige”. Por ello, constató la necesidad de recuperar la emoción de Jesús, “esa emoción de conmueve y nos despierta a lo bello y bondadoso”. Ante los educadores presentes, invitó a la escuela católica “a afrontar el reto de saber emocionar como quien posibilita el encuentro con Dios que cambia la vida”.
Últimas ponencias de Emociona
El bloque sobre la comunicación familia-escuela se completó incluyendo al actor principal del entorno educativo: el alumno. Para ello la jornada de ayer viernes permitió a los asistentes vivir y compartir emociones e historias como “La historia de Jan”, una película grabada por un padre durante los primeros seis años de vida de su hijo con síndrome de Down.
Sus protagonistas, Bernardo Moll, padre de Jan, Miren Josune García, directora pedagógica del Colegio María Corredentora de Madrid donde estudia Jan y con el actor principal, Jan, demostraron que los sueños se pueden hacer realidad; también que es necesario dar visibilidad a las personas con discapacidad; y que para lograr historias de éxito como esta la comunicación familia-colegio, la confianza y empatía son claves pero, sobre todo, como resume la madre de Jan en una frase, que “el amor genera amor”. Eso es precisamente lo que Jan y su familia transmitieron ayer a las personas reunidas en este congreso: amor y una historia emocionante que emocionó a todos.
El broche final de la segunda jornada lo puso Sewa Beats un grupo que combina la percusión africana tradicional con las técnicas educativas del siglo XXI y que logró con su ritmo que las 1.600 personas interactuaran, bailaran, cantaran y vivieran una experiencia única, dinámica y divertida.
El sábado día 18 de noviembre, Javier Ceballos, experto en comunciación y emociones y asesor de comunicación y socio de las empresas InfoJC e Impact Hub Vigo, encabezó las ponencias de la jornada final del Congreso Emociona retomando el argumento que pone en el centro de la comunicación al alumno. En ella definió la docencia como “creer en el alumno y encontrar el sentido de las cosas”. Utilizando la pasión como el valor a inyectar en las aulas, Cebreiros apeló al sentido educativo de los asistentes diciendo que “las expectativas que tenemos sobre nuestros alumnos marcarán los resultados que obtenemos”. Concluyó su discurso ante más de un millar de profesores afirmando que la “pasión por educar no tiene competencia, marca la diferencia” y pidió a los profesores que se dirijan más “hacía la plenitud que hacia el éxito”.
A continuación, Daniel Pajuelo, religioso marianista, sacerdote, profesor del Colegio Amorós de Madrid, rapero y Youtuber, explicó cómo decidió asumir el reto de evangelizar desde Youtube para cubrir el vacío de la Iglesia en el canal y acercar la experiencia de Dios a los no creyentes y escépticos. Confesó que la experiencia no está exenta de problemas. Al sacrificio por las horas de producción de cada vídeo, se unen la alta exposición y las críticas ofensivas, aunque aseguró que continuará, porque “la paz que tengo para llevar esto viene de la mano de Dios”.
Por último, el actor y cantante “El Langui” habló de la campaña “Se buscan valientes” como un ejemplo de cómo remar todos en la misma dirección para luchar contra el acoso escolar, así como de la importancia de observar a nuestros hijos fuera de su zona de confort; y de escuchar y comunicarnos con nuestros alumnos. Pero sobre todo, abogó por la música como espacio de comunicación porque “la música puede llegar a lograr que los niños se liberen, expresen lo que tienen dentro y se sientan útiles”. Y con música terminó su intervención interpretando el rap con el que se identifica esta campaña centrada en el respeto, esfuerzo y compañerismo para buscar “valientes” que luchen contra el acoso.
SEGUNDA JORNADA
Escuelas Católicas (FERE-CECA y EyG) celebraba desde el jueves 16 de noviembre su XIV Congreso en el Palacio de Congresos de Oviedo bajo el lema: “Emociona. Comunicación y Educación” en el que participan más de 1.600 educadores. En su segunda jornada se habló de la comunicación de la Santa Sede, de la narrativa transmedia en la escuela, de experiencias de comunicación en los centros y de las claves para mejor la comunicación en la relación familia-escuela.
El día comenzó con Gustavo Entrala, el publicista encargado de acompañar al Vaticano en el acceso a la era de la comunicación digital. En su intervención, que cerró el bloque de comunicación e Iglesia abierto ayer por la mañana, aseguró que el éxito del Papa Francisco como “comunicador creíble” en la era digital se debe a que “su plan se expresa con sencillez, sus gestos hablan por sí mismos y es persistente en repetir el mensaje”. Habló de derrochar entusiasmo y dedicación para cumplir sueños y de la necesidad de adaptar los canales de comunicación a tiempos y destinatarios. Incidió además en la idea de enseñar a los alumnos a ser “jóvenes cristianos en redes sociales” y a los docentes a iluminar “el camino de los alumnos para que desplieguen todos sus talentos”.
Transmedia en el aula
El segundo bloque de la mañana se centró en la tendencia comunicativa transmedia y sus narrativas. El doctor de comunicación Henry Jenkins, de la Universidad de California, y creador del término transmedia, explicó a través de una entrevista la génesis de esta evolución digital de comunicación y cómo se ha adaptado a las nuevas narrativas comunicativas donde destacan la viralidad del mensaje y su adaptabilidad a diferentes soportes.
A continuación el escenario recibió al equipo del Grado Transmedia de la Universidad de la Salle encabezados por Sergio García y Nuria Hernández, quienes trasladaron al auditorio las diferentes formas de introducir la narrativa transmedia dentro del aula (poesía, danza, videojuegos, redes sociales…) y utilizarla como un acicate emocional para el aprendizaje, porque “el colegio tiene oportunidad increíble de generar historias”.
Destacaron además en la importancia de conocer cómo son nuestros alumnos, los medios y tecnologías que utilizan, sus formas de ocio, porque en palabras de Sergio García, “la cultura de los jóvenes es líquida y corremos el riesgo de ahogarnos si no aprendemos a nadar”.
Comunicadores de una humanidad nueva
Bajo este título Charo Sádaba, decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, animó a los más de 1.600 educadores reunidos en el Congreso a trabajar la comunicación en todos los ámbitos y, en concreto, en redes sociales siendo proactivos, con ilusión, formación y sin miedo a equivocarse, siguiendo tres principios: conocimiento del entorno, competencia profesional y coherencia. “Hay mucho que perder si no estamos, pero sobre todo tenemos mucho que ganar”, concluyó.
Posteriormente Sádaba moderó una mesa de debate con experiencias de personas que directamente gestionan la comunicación en un colegio, quienes aportaron claves para que ésta contribuya a la misión de los centros educativos católicos. Araceli Vendrell, directora de comunicación del Colegio Montserrat de Barcelona subrayó la importancia de la comunicación externa pero también de la interna, teniendo como principales aliados a los alumnos y padres, y contando con un equipo profesional al que se forme previamente.
Y si importante es la comunicación habitual en un centro, lo es más en situaciones de crisis. Así lo subrayó Leoncio Fernández, director del Colegio Santa María del Pilar de Madrid, quien explicó cómo una buena gestión de la crisis en su centro se convirtió en una oportunidad para reforzar su proyecto educativo. Dio cuatro claves para superar una crisis: tomar las decisiones en equipo, tener un solo interlocutor, ser coherentes con el proyecto educativo y tener humildad.
Por último, Alan Antich, responsable de comunicación del Colegio Virgen Inmaculada Santa Mª de la Victoria de Málaga ofreció a los asistentes argumentos para que los centros estén en redes sociales: por transparencia, para emocionar, para trabajar el sentido de pertenencia, para predicar con el ejemplo, para poner cara y nombre a las personas, para acompañar en los momentos difíciles, para mostrar nuestros valores, para tender puentes, entre otros.
Comunicación familia-escuela
La tarde puso el foco en el papel que juegan los padres dentro de los centros escolares. Para ello, el bloque principal fue introducido por la ponencia ‘Punto de encuentro’ de Nuria Pérez, directora creativa de Sparks and Rockets dedicada a fomentar la creatividad en niños y mayores y conocida además por ser la redactora del mensaje viral “Yo crecí respetando al profesor” que saltó a la fama en plena huelga de deberes y logró remover conciencias en la red.
Pérez apuntó que hay que acabar con el “ruido emocional” y empezar a trabajar la educación en valores como “antídoto contra la apatía”. En este sentido comentó que “no hay nada más potente en la educación de nuestros hijos que el trabajo colaborativo entre padres y profesores, un equipo bien compacto que navega junto”. A través de unos cuantos ejemplos fue tejiendo un discurso que concluyó con el que sería el perfecto objetivo del pacto entre padres y profesores: “cerrar el círculo”, concretamente que los chavales sientan que “la escuela es su familia”.
Durante su intervención, Leo Farache, director de Gestionando Hijos, presentó la última campaña para mejorar la relación familia-escuela puesta en marcha por la iniciativa Pacto por la Educación en Equipo de la que es promotor, y en la que padres y docentes se comprometen a trabajar juntos para lograr el éxito educativo. Para facilitar esta relación propuso a los asistentes cinco retos: formalizar un pacto que sea conocido por todos; aportar recursos a los profesores para mejorar la relación con las familias; desarrollar pactos para asuntos que preocupen (acoso escolar, nuevas tecnologías, cultivar talentos…); aprovechar a los padres “apóstoles” para lograr que su buena predisposiciónsea canalizada de forma inteligente; y hacer públicos los casos de éxito.
Venezuela / 27 de agosto de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: AVN
Caracas, 23 Ago. AVN.- En este asueto, las niñas y niños de los sectores populares participan en los talleres gratuitos de robótica, radio web, periódico digital, sky live, entre otros que ofrece el Ministerio para la Educación mediante el Plan Tecnológico Vacacional 2017.
El objetivo de este despliegue nacional en los más de 3.000 Centros Bolivarianos de Informática y Telemática (Cbit) existentes en las escuelas, no es solo ratificar la democratización del acceso a las tecnologías en revolución, sino fomentar entre los pequeños de la casa la inventiva por el desarrollo de proyectos que contribuyan con la construcción de la Venezuela potencia, enmarcada en el Plan de la Patria 2013-2019.
Sofía Hernández, participante del taller de robótica que se imparte en la escuela Gabriela Mistral, ubicada en la parroquia 23 de Enero, manifestó sentirse muy contenta «porque estoy aprendiendo cosas que no sabía que existían, es muy interesante porque interactuamos con los otros niños y así aprendemos más rápido. Voy a venir hasta que se acaben las vacaciones».
Rafael Orozco, presidente de la Fundación Bolivariana de Informática y Telemática (Fundabit), informó que 17 mil 458 estudiantes «están recibiendo en estas vacaciones pedagogía tecnológica».
Rosángela Orozco, viceministra de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo, indicó que más de 8 mil escuelas a nivel nacional están abiertas para recibir a los niños que deseen adentrarse en el mundo de lo tecnológico.
Precisó que el ministerio ejecuta el proceso de rehabilitación y mantenimiento de los centros educativos para garantizar un feliz regreso a clases, haciendo énfasis en la evaluación y construcción de comedores y en la solución de problemas de infraestructura.
«Los muchachos se recrean, aprenden y producen, porque ahora la tecnología en Venezuela pasó de ser un privilegio para convertirse en un derecho soberano. Vemos cómo en los lugares más recónditos de nuestro país ya existe acceso a Internet», acotó Ana Victoria Cedeño, coordinadora de Educación de Fundabit.
Los padres y representantes, así como la comunidad en general, también pueden disfrutar de este plan vacacional a través de los talleres denominados web 3.0, donde Fundabit ofrece información sobre la guerra no convencional y debate propuestas para la Asamblea Nacional Constituyente.
«Se explica cómo el imperio, haciendo uso de las tecnologías, atenta contra nuestra identidad como pueblo, con el fin de mantenernos dominados. También informamos sobre nuestra falta de intimidad cuando navegamos en Internet, donde vamos dejando una huella digital que luego es utilizada para vender nuestra información a las empresas transnacionales», refirió Vanessa Prieto, directora de Evaluación, Seguimiento y Control de Fundabit.
América del Sur/Perú/02 Octubre 2016/Fuente y Autor: Andina
Agenda pendiente es ampliar el Internet con buena calidad y costo competitivo
La Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú) destacó que la cumbre empresarial y de líderes del Apec que se realizará entre el 17 y 20 de noviembre en la capital, será una oportunidad para lograr el compromiso de sus integrantes para impulsar la conectividad digital en la región.
El Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (Apec) que reúne a 21 economías de la región del Pacífico, entre ellas China, Estados Unidos, Japón, Corea y Canadá, representa el 40 % del Producto Bruto Interno (PBI) mundial. ComexPerú destacó que el foro ha obtenido «importantes logros» en integración comercial, cooperación económica y mejores políticas pública, y por ello la cumbre es una excelente ocasión para conseguir compromisos a fin que la región sea la más conectada del mundo.
«Consideramos que la Cumbre del APEC es una oportunidad única para impulsar la conectividad digital en la región del Asia Pacífico», destacó el gremio empresarial
Por su parte, la cumbre empresarial del Apec, «el CEO Summit» que se realizará entre el 17 y 19 de noviembre, tendrá a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook como ponente de este encuentro, invitado por ComexPerú.
Cobertura
El gremio indicó que nivel global, solo un 43 % de la población mundial está conectada a Internet, lo cual significa que la conectividad digital es un «derecho fundamental» que no ha llegado aún para 4,200 millones de personas.
Señaló que si bien el 78 % de la población mundial se encuentra cubierta por alguna señal de red móvil, solo un 43 % puede acceder al menos a 500 MB. En el Perú, únicamente el 40 % de la población tiene acceso a Internet.
Agenda pendiente
«La agenda pendiente, por ello, no es solo ampliar el acceso a este servicio, sino también lograr que llegue con buena calidad y bajo condiciones competitivas de costo», subrayó ComexPerú en la editorial de su publicación institucional. Según un reciente informe de la Cepal, que mide la cantidad de hogares a los que llega la cobertura de banda ancha, en América Latina esta cifra llega, en promedio, al 43.4 %.
Indicó que si bien se ha avanzado de manera significativa en los últimos años en la región, aún está lejos de los países desarrollados (85 % de conectividad), no solamente en cuanto a cobertura, sino también en lo que refiere a calidad y costo del servicio.
«Los países con mayor conectividad son Costa Rica, Uruguay y Chile, con niveles del 60 %, mientras que en la cola de la tabla están Guatemala, El Salvador y Nicaragua, con menos del 20 %. En esta lista, el Perú se encuentra en un nivel aproximado del 22 %», señaló.
Beneficios
Refirió que los beneficios de una mayor conectividad son múltiples: permite ser parte de la nueva economía del conocimiento, acceder a mayor información y a servicios públicos y privados, desarrollar y hacer crecer los negocios con herramientas innovadoras como el comercio electrónico, entre muchos otros.
«Además, facilita, por ejemplo, la llegada de servicios de salud y educación, lo que permite al Estado estar más cerca del ciudadano», puntualizó.
El foro APEC está conformado por Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, República Popular China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Corea, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.
Fuente de la noticia: http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-comex-cumbre-apec-sera-oportunidad-para-impulsar-conectividad-digital-632501.aspx
Fuente de la imagen: http://www.entornointeligente.com/images-noticias/2016/09/gonzalo-morales-divo-PER—Comex–Cumbre-Apec-ser–oportunidad-para-impulsar-conectividad-digital.jpg
América del Sur/Uruguay/Fuente: http://www.elpais.com.uy/
Por: Antonio Mercader.
El próximo jueves 8 de setiembre sería uno de esos días para estar orgullosos de ser uruguayos puesto que el mundo celebra el Día Internacional de la Alfabetización declarado por Naciones Unidas.
Sería, dijimos, porque a pesar de que figuramos en el ranking entre los mejores de América Latina por nuestro bajo índice de analfabetos (1,6%) igualmente tenemos problemas.
Un problema es que además de esa minoría de iletrados absolutos contamos con más de 150.000 “analfabetos funcionales” mayores de 15 años, es decir gente que aprendió a leer y escribir, pero que en la práctica tiene dificultades para leer el cartel del ómnibus, el nombre de una calle o las preguntas de un simple cuestionario. A la situación de este grupo se añade una seria amenaza: que se lee tan poco en estos días que otras formas de analfabetismo tienden a crecer y desarrollarse entre nosotros.
Es que la lectura es la herramienta clave para superar el analfabetismo funcional y otras carencias en el manejo del idioma que limitan las posibilidades de abrirse camino en la vida. Por eso desde esta columna aplaudimos a comienzos de este año el anuncio del lanzamiento en Secundaria de un plan para difundir entre los liceales el hábito de leer. Sería conveniente que las autoridades de la enseñanza difundieran la evaluación sobre la aplicación de ese plan para saber si es posible masificarlo y extenderlo a Primaria.
Nadie niega las ventajas de alfabetizar digitalmente a los escolares como lo hace el Plan Ceibal, pero está claro que conjuntamente con la utilización de este instrumento hay que dotar a los niños de la capacidad de leer bien así como de escribir y de expresarse de la manera correcta. Las dificultades expresivas y el uso de un vocabulario cada vez más reducido se suman a la plaga de faltas de ortografía y de sintaxis que abundan incluso en las aulas universitarias, lo cual desnuda una carencia de fondo que el sistema educativo debe atender. Está en juego nada menos que la capacidad de aprender y la aptitud para verbalizar y usar lo aprendido.
Asentado el criterio de que la piedra fundamental en la materia debe colocarla el sistema educativo, es posible pensar en acciones que difundan el hábito de leer no solo entre las nuevas generaciones sino entre todas las capas de la población. Así, actividades como las maratones de lectura han probado su eficacia para acercar valiosos textos a grupos por lo común alejados de la lectura. Estimular la tarea de las bibliotecas públicas y enriquecer su acervo es otro de los mecanismos recomendables.
Un aporte estimable sería el empleo del canal oficial de televisión y de las radios estatales para desarrollar un programa de lecturas a cargo de personajes notorios, tal como se hizo con todo éxito en el pasado. Por otra parte convendría que esos medios, puestos al servicio de la alfabetización, emularan las experiencias de países vecinos que ofrecen ciclos de literatura, reflexión y cambio de ideas sobre libros y autores.
En definitiva, no se trata de propiciar una cultura libresca sino de dotar a todos de una herramienta esencial para que puedan ejercer a plenitud cualquier actividad y para que en nuestro país no existan analfabetos absolutos ni funcionales.
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