Yeap Ban Har: “Aprender matemáticas y divertirse es posible con el Método Singapur”

Por: Educación 3.0.

 

Entrevistamos a Yeap Ban Har, doctor en Educación Matemática y referente mundial del Método Singapur de Matemáticas. Un método que busca que el niño aprenda a pensar desde la resolución de problemas matemáticos, a la vez que ejercita la competencia lingüística y su creatividad. Para ello, se apoya en objetos cotidianos y elementos manipulativos, así como en el aprendizaje cooperativo y en espiral. A España ha llegado a través de la editorial SM, que está integrándola en sus proyectos educativos y en sus servicios de acompañamiento al docente.

Pregunta: ¿Qué es el Método Singapur de Matemáticas? ¿Por qué surge?

Respuesta: Realmente no es un método como tal. El denominado Método Singapur es una forma de enseñar y aprender matemáticas. Se centra en resolver problemas y, para ello, utiliza CPA, un planteamiento concreto, pictórico y abstracto (por sus siglas en inglés). Basado principalmente en teorías de aprendizaje, logra que los alumnos aprendan matemáticas a la vez que disfrutan de ellas.

Este método proviene de la investigación realizada por un instituto de desarrollo curricular en los años 80. Esa investigación dio como resultado una serie inicial de libros de texto sobre Matemáticas en Primaria, predecesores de los libros de texto actuales en Singapur. Con ellos, a partir de 1995, los estudiantes de Singapur pasaron de un bajo rendimiento a obtener buenos resultados académicos. Motivo por el cual la gente se interesó por el método.

Pregunta: ¿Qué objetivos persigue? ¿Y a qué etapa educativa se dirige?

Respuesta: Dirigido a alumnos de Primaria y Secundaria, se centra principalmente en resolver problemas. Además, busca que todos los estudiantes desarrollen su propio pensamiento a través de las matemáticas y aprendan a utilizarlas bien en su día a día.

Busca que los estudiantes desarrollen su propio pensamiento a través de las matemáticas y aprendan a utilizarlas bien

Pregunta: ¿Qué pasos hay que seguir para implantarlo en las aulas?

Respuesta: Para los profesores interesados en implantar esta metodología en el aula, ofrecemos unos libros de texto, así como una guía de enseñanza on line con vídeos que permiten desarrollarse profesionalmente.

Pregunta: ¿Qué es el aprendizaje en espiral?

Respuesta: El objetivo es que los estudiantes repasen lo aprendido el día anterior pero sin repetir las lecciones. Por ejemplo, los alumnos aprenden en primer lugar la multiplicación del 2, 5, 10, 3 y 4 y después la del 6, 7, 8 y 9. En el caso de las restas, empiezan por 457-3, después 457-30 y, por último, 457-300 antes que 457-126. Siempre la tarea de cada día es una variación del día anterior.

El objetivo es que los estudiantes repasen lo aprendido el día anterior sin repetir las lecciones

Pregunta: ¿Cualquier profesor sin recursos puede introducirlo en su clase o se necesita algún material específico para hacerlo?

RespuestaCon una buena formación, se puede llevar a cabo con o sin recursos. Sin embargo, los recursos facilitan la tarea del profesor, ahorrándole la labor de investigación y preparación de ejercicios prácticos para las clases. Escribir lecciones es un trabajo para lo que se necesita bastante cualificación y mucho tiempo.

Pregunta: ¿Cree que se puede implantar en las aulas de cualquier país o depende de una cuestión cultural?

Respuesta: Se ha implantado en lugares tan variados como Sudáfrica, Inglaterra, Estados Unidos, incluso en Latinoamérica. Puede utilizarse en cualquier lugar siempre y cuando el sistema educativo tenga una clara dirección, los profesores estén motivados para enseñar a un alto nivel y recibir formación, y el colegio tenga un liderazgo firme. Estos son los factores más importantes.

Pregunta: ¿Cómo ve el futuro de la educación, por ejemplo, en un plazo de diez años?

Respuesta: En mi opinión, los educadores buscan lo mejor para sus alumnos. La conciencia generada por TIMSS (Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias por sus siglas en inglés) y PISA, así como el aumento de los intercambios en todo el mundo nos dan la razón para pensar que la educación mejorará. Eso sí, los profesores necesitan trabajar juntos. No pueden ni deben trabajar aislados.

Si la educación no mejora, los estudiantes recién graduados y la economía sufrirán en el mercado global y tecnológico

No hay otra opción. Si la educación no mejora, los estudiantes recién graduados y la economía sufrirán en el mercado global y tecnológico.

Por último un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?:

  • Matemáticas: área o asignatura que se centra en el pensamiento y la resolución de problemas con reglas altamente desarrolladas.
  • Problemas: tareas sin un procedimiento claro que una persona puede resolver.
  • Deberes: tareas hechas en casa con suerte de forma independiente.
  • Evaluación: encontrar las variables (como los logros o la actitud) de los estudiantes respecto a las matemáticas para conocer si saben manejarlas.
  • Equipo: un grupo de personas.
  • Tecnología: herramientas que pueden utilizarse en la enseñanza y la educación.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/yeap-ban-har-matematicas-metodo-singapur/52442.html

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¿Puede el «método Singapur» cambiar los resultados educativos en Uruguay?

América del Sur/Uruguay/Por Martín Otheguy/Fuente: www.montevideo.com.uy.

«La mente humana no debe ser enseñada a hacer lo que puede hacer una computadora», dijo a Montevideo Portal Joy Tan, manager de Marshall Cavendish Education, que llegó al país para difundir el método que llevo a Singapur al tope de las pruebas PISA.

Las pruebas PISA, las mismas que generan año a año un debate público en nuestro país por los pobres resultados obtenidos por los estudiantes uruguayos, tienen a Singapur en el tope de sus rankings. Según los resultados de estos estudios llevados a cabo por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), los alumnos de este país son los mejores a la hora de resolver problemas, un logro que no es casualidad.

La explicación de este fenómeno, aseguran las autoridades del país asiático, está en el método Singapur (Singapore Math), un conjunto de técnicas de aprendizaje que cambia el paradigma tradicional de enseñanza de las matemáticas. Desde el año 2015 un grupo de colegios privados comenzó a implementar esta técnica en Uruguay. 6.000 estudiantes aplican esta metodología en nuestro país, que pasa ahora también a la esfera pública gracias a una experiencia piloto en algunas escuelas públicas.

Detrás de la popularización de estas experiencias se encuentra Marshall Cavendish Education, una empresa originaria de Singapur que se especializa en soluciones de aprendizaje y libros de texto educativos. Sus responsables aseguran que los niños que comenzaron a aplicar el método en Uruguay tuvieron un cambio perceptible. No solo les va mejor: las matemáticas también le gustan más y aprenden que hay muchas maneras de resolver los problemas.

¿Pero en qué se basa exactamente este método? La manager general de Marshall Cavendish Education, Joy Tan, asegura que no es en realidad un método «sino más bien una combinación de diferentes teorías de aprendizaje», que «se unen en un sistema único».

Durante su pasaje por Uruguay, Joy Tan conversó con Montevideo Portal sobre las características de la metodología y cómo podría cambiar el futuro de la educación en Uruguay.

«El mundo está cambiando muy rápido», aseguró. El ámbito laboral «no es el mismo de hace unos veinte años, y ha habido mucha discusión sobre la necesidad de cambiar la educación para que esté en línea con lo que se requiere en el trabajo». Del mismo modo, también se discute «la necesidad de desarrollar habilidades mentales de siglo XXI», agregó la especialista.

El método Singapur, asegura, «no trata sobre procedimientos de cálculos, porque las computadoras pueden hacer eso hoy». Tan cree que la mente humana no debería ser enseñada a hacer lo que es tarea de las computadoras, sino a resolver problemas. «El principal objetivo del método Singapur no es enseñar matemática en sí, sino desarrollar la capacidad intelectual de una persona y el pensamiento abstracto», apuntó.

Sobre el funcionamiento

El método Singapur tiene algunas características centrales. «La más fácil de observar es el enfoque concreto pictórico abstracto, desarrollado por el psicólogo Jerome Bruner. En este método, los niños comienzan a entender las ideas matemáticas ‘haciendo’. Usan objetos concretos, como cubos, monedas o manzanas», dijo Tan, con lo que comprenden en forma «tangible», por ejemplo, cómo se forma el número 3, creando diferentes combinaciones.

Una vez logrado esto, trabajan con representaciones pictóricas (fotos o dibujos) y finalmente pasan a las representaciones matemáticas abstractas, como los números y los signos de más, menos, igual, etcétera. «Este enfoque progresivo ayuda a entender en forma más profunda los conceptos matemáticos», aseguró la responsable de Marshall Cavendish Education.

Otra característica única del método Singapur es que «es muy visual». Conceptos matemáticos se manejan ahora a través del enfoque del «modelo de barras», que según Tan permite que cosas que se trabajaban solo en Secundaria son resueltas ahora por niños de Primaria, porque «tienen una comprensión más profunda de los conceptos y pueden ahora hacer cosas en una forma muy visual sin tener que recurrir a conceptos abstractos como el álgebra». En lugar de aplicar fórmulas, los estudiantes ven las operaciones matemáticas con una base visual, como en este caso las barras para ilustrar los cálculos.

Otro aspecto interesante es su «sistema en espiral (incrementando los niveles de complejidad)», ya que no se enseña todo en un solo módulo. Por ejemplo, indicó Tan, se enseñan parcialmente las fracciones, se introducen otros conceptos y luego se avanza en forma progresiva, retomando las fracciones más adelante.

Crece desde el pie

Siempre es mejor, dijo la especialista, comenzar a enseñar esta técnica desde que los niños son pequeños, porque empiezan de cero sin tener que cambiar los conceptos ya formados, pero es posible igual hacer una transición en todo tipo de niveles si hay voluntad de los educadores.

En la experiencia de Marshall Cavendish en Estados Unidos, notaron que los niños se entusiasman más con el estudio de las matemáticas gracias a que pueden «jugar con los materiales». «Están más motivados porque no se trata ya de ideas abstractas», explicó. «Disfrutan más las matemáticas y adquieren más confianza. Notamos que en comparación con los métodos tradicionales, los niños no se rinden tan fácilmente cuando se enfrentan a problemas difíciles. Si no lo resuelven de primera, lo intentan de otras formas. Y no tienen tanto miedo a los problemas como antes», dijo.

Hay también una comprensión más profunda por parte de los niños, que resuelven problemas mejor que alumnos de más edad que aprendieron mediante la forma tradicional.

«Definitivamente Uruguay puede mejorar en las pruebas PISA» si aplica el método, señaló Tan, que aclaró que Singapur está al tope en lectura, matemáticas y ciencia, según las cifras de las últimas pruebas.

Pero no solo los niños deben aprender este nuevo método, para que sea exitoso. También los educadores. Según Tan, en Estados Unidos han sido los padres, en muchas ocasiones, los que presionaron para que la metodología comenzara a aplicarse. En otros, la voluntad de los directores de algunas instituciones que creen en esta técnica fue esencial para que se implementara.

«Los maestros tenían miedo al comienzo y no se despegaban del manual, pero algo satisfactorio y alentador es haber escuchado a profesores decir que no son solo los niños los que mejoraron sus matemáticas. Ellos también, y se sienten más seguros luego de usar este enfoque», concluyó.

Fuente de la noticia: https://www.montevideo.com.uy/Noticias/-Puede-el-metodo-Singapur-cambiar-los-resultados-educativos-en-Uruguay–uc690544

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¿Puede el «método Singapur» cambiar los resultados educativos en Uruguay?

Redacción: Martín Otheguy/Montevideo

«La mente humana no debe ser enseñada a hacer lo que puede hacer una computadora», dijo a Montevideo Portal Joy Tan, manager de Marshall Cavendish Education, que llegó al país para difundir el método que llevo a Singapur al tope de las pruebas PISA.

Las pruebas PISA, las mismas que generan año a año un debate público en nuestro país por los pobres resultados obtenidos por los estudiantes uruguayos, tienen a Singapur en el tope de sus rankings. Según los resultados de estos estudios llevados a cabo por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), los alumnos de este país son los mejores a la hora de resolver problemas, un logro que no es casualidad.

La explicación de este fenómeno, aseguran las autoridades del país asiático, está en el método Singapur (Singapore Math), un conjunto de técnicas de aprendizaje que cambia el paradigma tradicional de enseñanza de las matemáticas. Desde el año 2015 un grupo de colegios privados comenzó a implementar esta técnica en Uruguay. 6.000 estudiantes aplican esta metodología en nuestro país, que pasa ahora también a la esfera pública gracias a una experiencia piloto en algunas escuelas públicas.

Detrás de la popularización de estas experiencias se encuentra Marshall Cavendish Education, una empresa originaria de Singapur que se especializa en soluciones de aprendizaje y libros de texto educativos. Sus responsables aseguran que los niños que comenzaron a aplicar el método en Uruguay tuvieron un cambio perceptible. No solo les va mejor: las matemáticas también le gustan más y aprenden que hay muchas maneras de resolver los problemas.

¿Pero en qué se basa exactamente este método? La manager general de Marshall Cavendish Education, Joy Tan, asegura que no es en realidad un método «sino más bien una combinación de diferentes teorías de aprendizaje», que «se unen en un sistema único».

Durante su pasaje por Uruguay, Joy Tan conversó con Montevideo Portal sobre las características de la metodología y cómo podría cambiar el futuro de la educación en Uruguay.

«El mundo está cambiando muy rápido», aseguró. El ámbito laboral «no es el mismo de hace unos veinte años, y ha habido mucha discusión sobre la necesidad de cambiar la educación para que esté en línea con lo que se requiere en el trabajo». Del mismo modo, también se discute «la necesidad de desarrollar habilidades mentales de siglo XXI», agregó la especialista.

El método Singapur, asegura, «no trata sobre procedimientos de cálculos, porque las computadoras pueden hacer eso hoy». Tan cree que la mente humana no debería ser enseñada a hacer lo que es tarea de las computadoras, sino a resolver problemas. «El principal objetivo del método Singapur no es enseñar matemática en sí, sino desarrollar la capacidad intelectual de una persona y el pensamiento abstracto», apuntó.

Sobre el funcionamiento

El método Singapur tiene algunas características centrales. «La más fácil de observar es el enfoque concreto pictórico abstracto, desarrollado por el psicólogo Jerome Bruner. En este método, los niños comienzan a entender las ideas matemáticas ‘haciendo’. Usan objetos concretos, como cubos, monedas o manzanas», dijo Tan, con lo que comprenden en forma «tangible», por ejemplo, cómo se forma el número 3, creando diferentes combinaciones.

Una vez logrado esto, trabajan con representaciones pictóricas (fotos o dibujos) y finalmente pasan a las representaciones matemáticas abstractas, como los números y los signos de más, menos, igual, etcétera. «Este enfoque progresivo ayuda a entender en forma más profunda los conceptos matemáticos», aseguró la responsable de Marshall Cavendish Education.

Otra característica única del método Singapur es que «es muy visual». Conceptos matemáticos se manejan ahora a través del enfoque del «modelo de barras», que según Tan permite que cosas que se trabajaban solo en Secundaria son resueltas ahora por niños de Primaria, porque «tienen una comprensión más profunda de los conceptos y pueden ahora hacer cosas en una forma muy visual sin tener que recurrir a conceptos abstractos como el álgebra». En lugar de aplicar fórmulas, los estudiantes ven las operaciones matemáticas con una base visual, como en este caso las barras para ilustrar los cálculos.

Otro aspecto interesante es su «sistema en espiral (incrementando los niveles de complejidad)», ya que no se enseña todo en un solo módulo. Por ejemplo, indicó Tan, se enseñan parcialmente las fracciones, se introducen otros conceptos y luego se avanza en forma progresiva, retomando las fracciones más adelante.

Crece desde el pie

Siempre es mejor, dijo la especialista, comenzar a enseñar esta técnica desde que los niños son pequeños, porque empiezan de cero sin tener que cambiar los conceptos ya formados, pero es posible igual hacer una transición en todo tipo de niveles si hay voluntad de los educadores.

En la experiencia de Marshall Cavendish en Estados Unidos, notaron que los niños se entusiasman más con el estudio de las matemáticas gracias a que pueden «jugar con los materiales». «Están más motivados porque no se trata ya de ideas abstractas», explicó. «Disfrutan más las matemáticas y adquieren más confianza. Notamos que en comparación con los métodos tradicionales, los niños no se rinden tan fácilmente cuando se enfrentan a problemas difíciles. Si no lo resuelven de primera, lo intentan de otras formas. Y no tienen tanto miedo a los problemas como antes», dijo.

Hay también una comprensión más profunda por parte de los niños, que resuelven problemas mejor que alumnos de más edad que aprendieron mediante la forma tradicional.

«Definitivamente Uruguay puede mejorar en las pruebas PISA» si aplica el método, señaló Tan, que aclaró que Singapur está al tope en lectura, matemáticas y ciencia, según las cifras de las últimas pruebas.

Pero no solo los niños deben aprender este nuevo método, para que sea exitoso. También los educadores. Según Tan, en Estados Unidos han sido los padres, en muchas ocasiones, los que presionaron para que la metodología comenzara a aplicarse. En otros, la voluntad de los directores de algunas instituciones que creen en esta técnica fue esencial para que se implementara.

«Los maestros tenían miedo al comienzo y no se despegaban del manual, pero algo satisfactorio y alentador es haber escuchado a profesores decir que no son solo los niños los que mejoraron sus matemáticas. Ellos también, y se sienten más seguros luego de usar este enfoque», concluyó.

Fuente: http://www.montevideo.com.uy/Noticias/-Puede-el-metodo-Singapur-cambiar-los-resultados-educativos-en-Uruguay–uc690544

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La receta de Singapur para convertirse en modelo educativo

Asia/Singapur/31.07.18/Fuente: www.elobservador.com.uy.

Hace poco más de 50 años Singapur, uno de los países que actualmente más se destaca a nivel educativo, era una nación pobre, sin recursos y con un alto nivel de analfabetismo (55%). La clave para llegar a ser lo que es hoy fue la importancia que desde su independencia en 1965 le otorgó a la educación, como herramienta para el desarrollo. Hoy el pequeño país asiático se encuentra en el centro de investigaciones educativas en el mundo debido a los buenos resultados que obtienen sus estudiantes en las pruebas estandarizadas, como la PISA.
Este fue el objeto de la conferencia que el miércoles 25 ofreció en Montevideo Joy Tan, gerenta general de Marshall Cavendish Education, la editorial con la que hace 30 años se asoció el gobierno de Singapur para llevar adelante la transformación educativa. Tan llegó a Uruguay invitada por Avista Proyectos Educativos y Eduy21 y el título de su conferencia fue «Singapur, la transformación de un país gracias a la revolución educativa».
«Cada seis años más o menos Singapur cambia la currícula de enseñanza. Estos cambios se basan en (el devenir de) la economía y de la industria», dijo Tan en diálogo con El Observador para explicar la impronta que la educación ha tenido en el proceso de desarrollo del país.
De hecho, comentó que cuando la nación logró su independencia en 1965, los líderes políticos se dieron cuenta de que ante la falta de recursos naturales, el único recurso que tenían era su gente. Fue así que resolvieron apostar a la educación para salir adelante. Desde entonces, la educación se ha convertido en el sustento de crecimiento del país.
Al ser un país de inmigrantes, en aquel momento existían distintas escuelas para los diferentes grupos étnicos, algo con lo que gobierno decidió terminar para dar a todos la misma educación.
Fue entonces cuando se adoptó el inglés como el idioma de instrucción.
Sin embargo, en la década de 1990 las autoridades educativas se dieron cuenta de que los alumnos tenían diferentes formas de aprendizaje, por lo tanto, un único sistema no era eficaz para enseñar a todos. Decidieron entonces ofrecer diversas opciones de escolarización, según las capacidades e intereses de los jóvenes.
Pero años más tarde, en el 2000, los gobernantes dedujeron de que ni siquiera esto era suficiente para el desarrollo nacional. «Singapur es un país chico, con poca población (4 millones de habitantes) y no podíamos competir con países más grandes, si no agregábamos valor», comentó Tan. Con esa nueva conclusión, las autoridades vieron la necesidad de replantearse la economía, llevándola hacia una basada en el conocimiento.
Se volvió a cambiar la currícula, «se desarrolló un plan maestro de tecnologías de la información y se comenzó a hacer foco en las capacidades de pensamiento», dijo la gerenta general de Marshall Cavendish.
Unos 12 años después las necesidades del país obligaron nuevamente a reformar la currícula de enseñanza en busca de ofrecer a los alumnos una formación más holística e integral, con un programa basado en valores y aprendizajes para toda la vida.
Tan manifestó que en todo ese proceso la inversión ha sido importante, pero no ha sido el único factor que ha colaborado en el éxito del sistema educativo de Singapur. Actualmente el país asiático destina a la enseñanza el 3% del Producto Bruto Interno (PBI).
Pero más allá de esto, la gerente general expresó que la voluntad política y la buena ejecución de las políticas también son imprescindibles.
A su vez, destacó la importancia que las familias de Singapur otorgan a la educación. «En Asia la educación es algo muy valorado y los padres cuidan mucho de que sus hijos vayan a la escuela y tengan una buena educación».

Método Singapur

Como si todo eso fuera poco, en medio del proceso de transformación nacional, el pequeño país asiático supo «recolectar ideas de distintas teorías de enseñanza» y terminó creando un método de enseñanza de la matemática, que actualmente es utilizado en el mundo entero.
La creación se denomina Método Singapur y en Uruguay hay 48 colegios y una escuela pública que lo aplican.
El método consiste en introducir a los niños en los conceptos matemáticos a partir de lo concreto (material didáctico), para luego pasar a lo pictórico (imágenes) y finalmente ir a lo abstracto (operaciones).
La función del material didáctico y de las imágenes es facilitar la comprensión del funcionamiento de las operaciones. En una resta, por ejemplo, utilizan objetos que representan unidades, decenas y centenas, para comprender qué es lo que pasa cuando a una cifra se le resta otra.
«El corazón o núcleo del método es la resolución de problemas. Se trata de tener capacidades y las herramientas para la matemática, pero también de tener actitudes hacia la resolución de problemas», dijo la gerente.
Actualmente el método se aplica en unos 70 países. Aunque Marshall Cavendish Education no realiza evaluaciones para medir los resultados educativos, Tan manifestó que los docentes sí han constatado cómo los niños cambian su actitud hacia la matemática.
«Los niños pierden el miedo a la matemática y disfrutan más de la clase. Además, cuando no pueden resolver un problema, no se quedan en eso, si no que buscan otros caminos para hallar una solución. Esto hace la clase mucho más desafiante», afirmó.

Fuente de la noticia: https://www.elobservador.com.uy/la-receta-singapur-convertirse-modelo-educativo-n1259339

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El método Singapur con el que Jeff Bezos está enseñando matemáticas a sus hijos

Singapur / 18 de febrero de 2018 / Autor: Miguel Sola / Fuente: El Confidencial

El fundador de Amazon fue uno de los primeros en hablar del sistema singapurense y desde entonces ha entrado poco a poco en las clases de matemáticas de todo Occidente

Desde el informe PISA hasta el estudio TIMSS, Singapur, la ciudad-Estado de apenas 5,5 millones de habitantes, ocupa habitualmente el primer puesto en los ‘rankings’ que evalúan el desempeño de los estudiantes en matemáticas. Cuenta, por tanto, con uno de los sistemas educativos más admirados y año tras año estas clasificaciones refuerzan la sensación de que los jóvenes occidentales se están quedando atrás con respecto a sus homólogos asiáticos. Como dice Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, cuando Singapur habla, ya sea en conferencias o reuniones de ministros, “todo el mundo escucha”.

Pero ¿qué tiene el sistema singapurense que permite a sus alumnos rendir más que sus pares europeos? La sensación de poder ser eclipsados por sus grandes vecinos se encuentra enraizada en la psique nacional, inspirada tanto desde el miedo como desde el orgullo. Como resumió el año pasado el actual primer ministro, Lee Hsien Loong, “para sobrevivir, hay que ser excepcional”. Esa misma mentalidad ha hecho que desde la década de los ochenta el país haya adoptado un enfoque innovador para enseñar matemáticas elementales. Antes del cambio, sus estudiantes ni siquiera aparecían en las clasificaciones internacionales, y en menos de una década ya optaban a los mejores puestos.

¿Y se puede importar su éxito? Por el momento, algunos países occidentales han empezado no solo a escuchar y envidiar sus fórmulas sino a implementarlas también en clase. De hecho, algunas escuelas de Estados Unidos y Australia ya coquetean con sus métodos y en verano del año pasado Reino Unido anunció que la mitad de los colegios de primaria serán reformados a imagen y semejanza de los del país asiático. Una iniciativa pública que ha sido aclamada desde el Ministerio de Educación como un “renacimiento de las matemáticas”.

Más que aprender a hacer operaciones, el modelo apunta a pensar como un matemático

En total, 43 millones de euros que servirán para formar a profesores y proporcionar nuevos libros de texto para que los centros adopten en el nuevo curso escolar el conocido como ‘método Singapur’, que se utiliza en los mejores colegios de la ciudad-Estado y Shanghái. “Confío en que las medidas que estamos adoptando garanticen que los jóvenes estén debidamente preparados para el trabajo del siglo XXI y que la manida frase de ‘no puedo con las matemáticas‘ quede relegada al pasado”, ha señalado Nick Gibb, ministro de Educación.

Estudiantes a la salida de clase en Singapur. (Reuters)
Estudiantes a la salida de clase en Singapur. (Reuters)

No obstante, antes incluso de la medida inglesa, el primero en subirse al carro y por tanto atraer la atención sobre el método fue Jeff Bezos, fundador de Amazon y recién nombrado hombre más rico del mundo, que decidió que sus hijos aprenderían matemáticas bajo el modelo de Singapur. Lo desveló su esposa, MacKenzie Bezos, en una entrevista en 2013 a la revista ‘Vogue‘. Por su parte, la editorial SM ha sido la empresa que lo ha traído a España.

En qué consiste

“Más que aprender a hacer operaciones, el modelo apunta a pensar como un matemático”, ha dicho Schleicher. Se trata de un método en el que se trabaja en equipo utilizando un enfoque muy visual, con objetos, fotografías y materiales concretos para representar las ideas. Por ejemplo, si están aprendiendo a sumar, pueden dibujar las representaciones de los objetos antes de pasar a las ecuaciones abstractas. Otro elemento clave del estilo singapurense es que el profesor pasea por la clase y, con total autonomía, facilita un debate en el que los alumnos puedan aprenden los principios matemáticos por sí mismos. En vez de dictar la lección desde el atril y asignar los problemas para que los estudiantes los resuelvan individualmente, todo resulta más interactivo.

Confío en que gracias a este método la frase manida de “no puedo con las matemáticas” quede relegada al pasado

Con frecuencia, los maestros plantean preguntas a los alumnos, quienes deben explicar la solución y los porqués a sus compañeros de clase. La idea, por tanto, es centrarse en la resolución de problemas y entender el razonamiento lógico que hay detrás, dejando de lado el proceso de memorización que suele imperar en las clases. Tampoco se divide a los niños según sus habilidades intelectuales. Es más, todos deben alcanzar un nivel básico antes de que la clase pase al siguiente concepto.

Una clase de secundaria en Singapur. (Reuters)
Una clase de secundaria en Singapur. (Reuters)

En una de estas clases piloto, según se recoge en el ‘Financial Times‘, el profesor David O’Connell pregunta a sus estudiantes de seis años: “¿Cómo llamarías a un cuarto que ha sido dividido en tres partes?”. Un niño levanta instintivamente la mano y dice: “Lo llamaría una doceava parte”. Otro disiente: “Creo que es un tercio”. Durante el debate, el profesor interviene con más preguntas y anima a los alumnos a que se desafíen entre sí, pero durante la discusión no interviene para decirles cuál es la respuesta correcta. De esta manera, al final el maestro puede tratar menos temas, unos 13 o 15 al año, pero sí darlos con mayor profundidad.

Contra el estudiante pasivo

Quizás el mayor referente mundial del método sea el doctor en educación matemática Yeap Ban Har, quien señala en el artículo del ‘FT’ que “si el profesor les cuenta todo, los estudiantes se vuelven pasivos y desarrollan una mentalidad en la que aprender matemáticas es algo aburrido. Gracias a este sistema, saben que estudiarlas es también desafiar las ideas de otros o defenderlas si creen que son correctas”.

En Reino Unido, no obstante, la medida tiene sus detractores, ya sea porque consideran que el presupuesto es insuficiente o porque las diferencias culturales son insalvables: “A diferencia de Singapur, en el Reino Unido es socialmente aceptable decir que ‘no puedo hacer matemáticas’, es casi como una insignia de honor”. Por su parte, John Jerrim, investigador en el University College de Londres, contó en la BBC que “hay evidencia de que pueda ser más efectivo que el ‘statu quo’ de algunos países occidentales, como Inglaterra», pero que «los cambios a corto plazo serán relativamente pequeños”. Lo cierto es que el ascenso de Singapur en los ‘rankings’ ha sido meteórico y ahora los países occidentales se están devanando los sesos para alcanzarlos.

Fuente de la Noticia:

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-02-12/metodo-singapur-matematicas-educacion-bezos_1518494/

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¿Cómo es el “Método Singapur” y por qué lo usan los mejores estudiantes?

Singapur / 11 de febrero de 2018 / Autor: BBC Mundo / Fuente: El Nacional

Tiene adeptos y detractores. Se trata de uno de los modelos de enseñanza de las matemáticas que más rápido se ha expandido por el mundo y que utiliza objetos, fotografías y símbolos para resolver los problemas

Los mejores estudiantes de matemáticas del mundo están en Singapur, o eso dice la prueba PISA.

No es raro entonces que el llamado «Método Singapur» (también conocido como «Mastery Approach», «Enfoque de Maestría») para la enseñanza de las matemáticas se haya expandido alrededor del mundo.

Tanto es así que Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo y dueño de Amazon, decidió junto a su esposa que sus hijos aprendieran el modelo utilizado por los niños singapurenses.

«Hemos intentado todo tipo de cosas, como lecciones de mandarín o el programa de Singapur», le dijo MacKenzie Bezos a la revista Vogue.

El enfoque se utiliza en varios países | Getty Images

El método ha sido destacado y al mismo tiempo duramente criticado por expertos en educación.

Algunos maestros han optado por usar algunos elementos del enfoque singapurense y mezclarlos con las tendencias occidentales que incluyen una visión más «libre y creativa».

En Estados Unidos, el Método Singapur ha sido una tendencia creciente y quienes lo promueven aseguran obtener excelentes resultados.

«Los planes de estudio para la enseñanza de matemáticas a nivel primario en varios países alrededor del mundo lo usan como modelo», le dijo a BBC Mundo Kevin Mahoney, profesor estadounidense que utiliza este enfoque en sus clases y trabaja en la formación de otros docentes.

¿Y por qué nos niños de Singapur tienen tan buenos resultados en la pruebas sobre habilidades matemáticas?

«Es una combinación entre el currículum, la pedagogía y la cultura», agrega Mahoney.

Las claves del método

Desarrollado en la década de los 80, los profesores trabajan en equipos utilizando objetos y materiales concretos para en enseñar matemáticas.

La idea es centrarse en la resolución de problemas, entender el razonamiento lógico que hay detrás, más que la memorización del procedimiento para llegar a un resultado.

El foco es que el proceso de aprendizaje es más importante que el resultado | Getty Images

Los alumnos aprenden a través del enfoque CPA: concreto, pictórico y abstracto.

Se habla de «maestría» en el sentido de buscar la resolución de problemas sin enfocarse en la idea de «aprender para un examen».

Las clases usan objetos, fotografías y símbolos para modelar problemas utilizando bloques de colores para representar todo tipo de ideas, como fracciones, por ejemplo.

Es común la incorporación de dibujos y diagramas y por eso se dice que es un enfoque muy visual y en algunas ocasiones también auditivo.

Yeap Ban Har, matemático considerado uno de los referentes mundiales de este modelo, ha dicho que los objetos le permiten a los niños explorar diferentes ideas cuando están aprendiendo un concepto.

«Más que aprender operaciones, el modelo apunta a ‘pensar como un matemático'», escribió Andreas Schleicher, director de educación de la OCDE y coordinador de la prueba PISA.

Los estudiantes de Singapur lideran la prueba PISA de matemáticas en el mundo | Getty Images

Se trata de enseñar menos temas con mayor profundidad. En teoría, todos los estudiantes avanzan a un ritmo similar, porque los profesores esperan a que todos los niños aprendan un concepto particular, antes de avanzar al próximo.

Estudios realizados por el Instituto de Educación UCL y la Universidad de Cambridge encontraron que con este enfoque mejora la velocidad de aprendizaje de las habilidades matemáticas.

Pero tampoco se trata de una panacea.

«No hay evidencia de que sea el mejor enfoque. Hay alguna evidencia limitada de que sería un poco más efectivo que el status quo en algunos países occidentales como Inglaterra. Pero los efectos parecen ser relativamente pequeños. Y todavía no sabemos sobre su impacto en el largo plazo», le dijo a BBC Mundo John Jerrim, investigador del Instituto de Educación de University College London (UCL).

Singapur en tu propia casa

En el mundo occidental, algunos elementos de este enfoque han sido incorporados en otras metodologías de enseñanza en la escuela y también en la casa.

Por ejemplo, se le recomienda a los padres que estimulen a sus hijos a conversar sobre cómo llegaron a un resultado, a comentar el proceso, los errores, los aciertos y las ideas que al niño se le ocurrieron en el camino.

La idea es que lo verbalicen usando frases completas, haciendo dibujos o construyendo modelos con cualquier material doméstico. Y el papel de los padres es que reconozcan el esfuerzo que los niños pusieron en tratar de llegar a la solución, más que en decir la respuesta correcta.

Otra forma sencilla de aplicar el Modelo Singapur es transformar las cosas de la vida diaria en conversaciones matemáticas. Por ejemplo, ¿cuántos autos estacionados quedarán en la calle si los vecinos se van o si guardamos estos juguetes en una caja?

Entre las sugerencias del enfoque, también está la práctica de mirar un mismo objeto desde distintos puntos de vista o llegar al mismo destino usando diferentes caminos.

«La clase igualitaria»

En Asia, particularmente en China, se utiliza el método Maestría de Shangái, que tiene algunos puntos en común con el Método Singapur.

Las clases giran en torno a un concepto matemático específico antes de avanzar hacia ideas más complejas siguiendo una progresión lineal.

Los niños no son agrupados según sus habilidades intelectuales. Todos los chicos estudian al mismo tiempo el principio básico que deben aprender en la clase y ninguno da el siguiente paso hasta que todos sus compañeros lo hayan aprendido.

El método utiliza objetos, fotografías y símbolos | Getty Images

En cambio, en otros países las clases son consideradas buenas cuando incluyen una gran cantidad de contenidos o cuando los alumnos aventajados avanzan a un ritmo mucho más rápido que el resto para aprovechar su potencial.

Los críticos dicen que esta idea asiática de una clase más igualitaria desincentiva a los alumnos más capaces.

Pero la reiteración en voz alta de las respuestas, los asientos en líneas mirando hacia adelante y la falta de interacción entre los niños han hecho que muchos pedagogos critiquen el método por tradicionalista, despersonalizado y con el foco en conseguir resultados en los test de medición internacional.

La discusión es intensa, considerando que la educación actualmente está girando hacia desarrollar habilidades como el pensamiento crítico y creativo, el trabajo en equipo para resolver desafíos cotidianos y el desarrollo de habilidades sociales en ambientes más libres e interactivos.

Y el otro punto debatido es que en varios países asiáticos los padres pagan clases particulares después del colegio para que los niños tengan mejores calificaciones en los exámenes, en contraste con las prácticas en Finlandia, por ejemplo, donde hay más énfasis en el juego que en el trabajo de clase en la primera infancia.

Eso no ocurre en Singapur, pero efectivamente los padres -que tienen los recursos económicos para hacerlo- les pagan a tutores privados.

Más allá de las diferencias culturales y las políticas públicas de los distintos países, efectivamente algunos elementos del Método Singapur han traspasado las fronteras y se han ido incorporando en otros sistemas educativos, aunque no sean similares.

Fuente de la Noticia:

http://www.el-nacional.com/noticias/bbc-mundo/como-metodo-singapur-por-que-usan-los-mejores-estudiantes_222173

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