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Libro(PDF): «Trabajo y crisis de los modelos productivos en América Latina. Argentina, Brasil, México, Venezuela, Colombia, Chile y Uruguay»

Reseña: CLACSO

Este libro, con casos nacionales significativos de la región, continúa la reflexión colectiva de investigadores pertenecientes a varios grupos de trabajo de CLACSO, que analizan desde la Macroeconomía, la Economía y la Sociología del Trabajo el fuerte impacto que tuvieron en la década pasada los modelos de desarrollo, o más bien, las configuraciones sociales sobre el trabajo en varios países de América Latina. Permite comparar las grandes diferencias que se observan en solo una década con las que esos mismos autores describieron en el libro Trabajo y modelos productivos en América Latina: Argentina, Brasil, Colombia, México, y Venezuela luego de las crisis del modo de desarrollo neoliberal, coordinado por Enrique de la Garza Toledo y Julio César Neffa (CLACSO, 2010).

Autores (as): Julio César Neffa. Enrique de la Garza Toledo. [Coordinadores]

Fernando Urréa Giraldo. Daniel James Hawkins. Jaime Rendón Acevedo. Marcio Pochmann. José Ricardo Ramalho. Enrique de la Garza Toledo. Jorge Carrillo. Ana Karina Hernández. Francisco Pucci. Antonio Aravena. Héctor Lucena. Julio César Neffa. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina

Idioma: Español.

ISBN: 978-987-722-598-3

Descarga: Trabajo y crisis de los modelos productivos en América Latina. Argentina, Brasil, México, Venezuela, Colombia, Chile y Uruguay

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1961&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1387

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Venezuela: Educación universitaria debe adaptarse a modelo económico y productivo

América del Sur/ Venezuela, 20 Mayo 2017. Fuente y Autor: El Nacional

El ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, señaló este viernes que la educación universitaria debe adaptarse al modelo de desarrollo económico y productivo que requiere el país.

“Nosotros aspiramos a que se discuta sobre cuál es la universidad que tenemos, si es pertinente o no esa universidad para el desarrollo del nuevo modelo sociopolítico y socioeconómico que se está planteando en la nación», aseguró Roa.

Durante la instalación de la Cátedra Itinerante Fabricio Ojeda de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho) en el Teatro Teresa Carreño, el ministro pidió a los universitarios a no caer en chantajes de no participar en la Asamblea Nacional Constituyente, presentada por el presidente de la República, Nicolás Maduro.

«La Asamblea Nacional Constituyente debe ser la expresión de todos los venezolanos y venezolanas. No se dejen chantajear por aquellos que pretenden llevar al pueblo a una guerra civil», instó.

La Cátedra Fabricio Ojeda de Fundayacucho pasó a formar parte de los 50 puntos de debate sobre la Asamblea Nacional Constituyente Educativa, ubicados en cada liceo y universidad del país.

Fuente de la noticia: http://www.el-nacional.com/noticias/gobierno/roa-educacion-universitaria-debe-adaptarse-modelo-economico-productivo_183295

Fuente de la imagen: http://en-cdnmed.agilecontent.com//resources/jpg/6/7/1484834281076.jpg

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Constituyente o Golpe de Timón Universitario

Por: Marcel Doubront

Hablar del alejamiento político de nuestras Universidades (entre ellas donde trabajo) del proyecto Bolivariano es un poco polémico, no tanto por las persecuciones de los funcionarios que al parecer patentaron el revolucionometro,   aunque como diría el Comandante Chávez en el Golpe de timón “Triste es que nos quedemos callados, para que no me llamen piedrero.” Ahora bien al referirme que puede ser un tema polémico es porque no se pone en duda la buena fe  de “Algunas” autoridades universitarias, sino que en sus actuaciones como diría el Maestro Simón Rodríguez “no se entrevé el fin de la acción” y por consiguiente “lo que no se hace sentir no interesa”  guardando relación con el analfabetismo que impide leer los presentes tiempos, pretendiendo cambiar el enquistado modelo universitario con las caducas estrategias del siglo pasado o como se puede acotar del Doctor Miguel Martínez Miguelez  “ya entrando en el siglo XXI muchos sectores de nuestra ciencia  no han entrado siquiera al siglo XX”

A lo largo de más de 17 años de Revolución Bolivariana el  estudiante Universitario viene siendo beneficiado con una serie de reivindicaciones los cuales en décadas anteriores  a la llegada de Chávez se conocían como sueños utópicos  que al igual que otras políticas de exclusión formaban parte de la realidad social de la época, o como hiciera referencia Ander  (1977) “la educación responde o es reflejo del tipo de sociedad existente”   aunque no es cualquier cosa decir que somos el país con la 5ta mayor matricula de estudiantes universitarios del mundo, el atrevimiento de la municipalización de la educación como bandera de lucha para hacer toda la patria una escuela, la democratización carreras universitarias anteriormente potestad de las universidades autónomas y privadas, la creación de nuevas universidades con el proyecto Alma Mater, la entrega de más de un millón de tablets, más que dar una respuesta deja una gran pregunta ¿ fue y es la universidad reciproca ante tales esfuerzos?

En correlación con lo que se plantea hace algunos meses el Ciudadano ministro de Educación Universitaria Ciencia y Tecnología Hugbel Roa  se preguntaba en un artículo de su autoría “Pero bien vale preguntarnos: qué ha faltado para que esta visión se imponga y en consecuencia se traduzca en beneficios directos y concretos para el pueblo, en la medida que la Universidad se incorpore a la sociedad con la fuerza y potencialidad que debe tener para la solución de los problemas. Una política científica nacional que estimule la solución para nuestra realidad, desde las universidades.” Realmente lo que ha faltado es trasladar la universidad popular del discurso a la realidad, entender que cuando Ribas proclamo de que “no podemos optar entre vencer o morir y que necesario es vencer” fue con la necesidad de luchar por romper con lo que no deja nacer lo nuevo, es imposible cumplir con los sueños de Córdoba si la universidad insiste en enseñar a no pensar, si los pensum de estudios siguen adaptados a la formación capitalista, entiéndase cuando las mayas curriculares carecen de historia de nuestra historia, no entendiendo todavía en una revolución que el conductismo y el tecnicismo se fortalecen cuando el sujeto desconoce de dónde viene y por consecuencia no tendrá visión del presente ni del futuro, algo muy similar a lo que planteaba el comandante Chávez cuando le decía a sus ministros “compañeros y compañeras, la parte medular de este proyecto: no debemos seguir inaugurando fábricas que sean como una isla, rodeadas del mar del capitalismo, porque se lo traga el mar.”

Si queremos formar una universidad popular de cara o a la altura de las demandas de la sociedad, asumamos nuevos métodos, razonemos como diría Zemelman en  “entender que el destino lo transforman los hombres” si la sociedad hoy amerita de una universidad socio productiva no nos ahoguemos en buscar desde los decretos o lineamientos estructurales, busquemos desde la formación del sujeto histórico que pueda entender de donde viene, en donde esta y para donde debe ir, en ese orden de ideas Zemelman  “El pensar histórico equivale a interpretar la disconformidad como una alerta frente a lo excedente, transformar lo reconocible o la simple constatación empírica en necesidad de nuevas preguntas que sean un puente para transitar desde la disconformidad hacia el problema que está en el fondo.”  El sujeto histórico es el que asume la vanguardia para como diría Alí hacer la historia para que se pueda escribir en un mundo mejor,  el sujeto histórico no es un ser del pasado sino un sujeto del presente para garantizar un futuro de desarrollo sostenible.

Cuando el Comandante Chávez hablo al país de la constituyente lo hablo entendiendo la necesidad de cambio, porque una revolución no puede ser factible bajo el pensamiento burgués, que se concentra más en el miedo de perder sus privilegios al escuchar la palabra socialismo, que concentrar los máximos esfuerzos por crear una nueva y mejor sociedad,    hoy  surge  con más fuerza la necesidad de una transformación universitaria como muro de contención ante el ataque capitalista que día a día como un cáncer se come la revolución hasta en nuestras propias filas, el establecimiento de un plan pero desde los cimientos que marque la hoja de ruta para vencer o como estableció el Comandante Chávez en sus líneas de acción políticas del 2011  “es necesario establecer objetivos concretos, sobre el terreno, dentro del proceso real de transformación de la sociedad hacia el socialismo” esa carencia del plan es la que nos imposibilita en ser del tamaño de la tormenta en concordancia Ander describe  “la educación no solo es el reflejo de la sociedad sino que influye en ella”

Por lo cual esta debe representarse en las demandas y requerimientos de las comunidades tal como está establecido en la Ley de Universidades en su Artículo 2 “Las Universidades son Instituciones al servicio de la Nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales” ahora bien es importante entender que ese abordaje, esas estrategias, para influir en el fortalecimiento de la de la sociedad venezolana desde las universidades, no pasa por el agotado modelo que instruye pero no educa, que enseña a obedecer pero no al que sujeto aprenda y desaprenda, que enseña a no pensar para que no aprenda a criticar.

Por ello la planificación universitaria no puede seguir haciéndose desde las cómodas y confortables  oficinas en la Ciudad Capital cuando en las universidades de la región no hay  ni salones ni baños dignos, (para no hablar de otras co$a$…)  decía el comandante en el golpe de timón “A veces creemos que todo debe controlarse desde Caracas, no. Se trata de crear, como dice Mészáros, un conjunto de sistemas paralelos coordinados y de ahí la regionalización, los distritos motores.” la planificación para el diseño e implementación de estrategias para vencer los grandes desafíos que presentan las casas de estudios y a su vez el país deben repensarse desde el lugar de los acontecimientos, desde la realidad y características demográficas de cada institución, bajo que perfil profesional responde cada casa de estudio y no con lineamientos improvisados que solo sirven para la foto o para reafirmar que estamos MUY MAL, ejemplo: ¿parece lógico amigo mío y amiga mía que en una universidad que gradúa administradores la fuente de financiamiento sea realizar un Bingo bailable  en vez de diseñar una empresa de producción social para garantizar un desarrollo sostenible?, lamentablemente eso pasa con el aplauso de las autoridades centrales.

Por ello cuando en artículos anteriores planteaba la interrogante de si era necesario un proceso Constituyente en la UNESR no era con un fin conspirativo como se entendió,  más bien   como dijera el Comandante Chávez en uno de sus primeros discursos como presidente  “¿acaso le podemos tener miedo a la soberanía popular? ¿No hablamos de democracia pues? La soberanía no es nuestra” por supuesto desconozco si esto pudiera tocar algún negocio o intereses de poder y  esa ignorancia asiste de que mi planteamiento no sea con mala intención, más bien el propósito fue inspirado en Chávez cuando en ese orden de ideas planteaba en 1999 que la constituyente  “Tiene un objetivo fundamental como es la transformación de las bases del Estado y la creación de una nueva República, la refundación de la República, la relegitimación de la democracia. Ese es el objetivo fundamental de la Asamblea Constituyente”

Sigo pensando que la crítica no es traición, sino que las traición es aplaudir lo malo con intereses o no, por ello apelo más al llamado de participación que el de la anarquía  que permite ver el problema en el otro y no la solución en nosotros mismos, por ello así como no discuto lo expresado por el Ministro Roa “el reto que ahora enfrentamos está marcado por la necesidad de que esa Universidad Popular se incorpore en el diseño, estudio, potenciación, difusión y sistematización del nuevo modelo productivo que estamos construyendo para dar al traste con el modelo rentista heredado.”  También es cierto que las propuestas no pueden ser fragmentadas o tomar en cuenta las más cómodas,  por lo contrario la victoria pasa por como dijera Silvio “por un Congreso del unido” entiéndase  la suma de todas las partes NO desde los teatros sino desde las trincheras de lucha para encontrarnos como dijera Zemelman “ante la necesidad de abrirnos a lo no dado, comparable con la necesidad del caminante de encontrarle sentido al camino cuando lo vislumbra desde el paisaje por el que atraviesa”

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a242571.html

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Universitarios en Tailandia pagan su matrícula con arroz

Asia/Tailandia/11 Febrero 2017/Fuente: El salvador

Al menos 21 alumnos, de facultades como Filosofía, Enfermería o Periodismo, han empleado las facilidades propuestas por Universidad de Rangsit.

Seis toneladas de arroz son el pago depositado por cada estudiante de la Universidad de Rangsit, al norte de Bangkok, que procede de familia de arroceros y que ha optado por sufragar con el cereal un cuatrimestre de matrícula.

El centro educativo privado, que trabaja con los agricultores en proyectos encaminados a mejorar la producción de arroz y la calidad de vida de los arroceros, inició el mes pasado una campaña de responsabilidad social en beneficio de las familias de alumnos afectadas por la bajada global del precio del grano.

«Trabajamos con arroceros, por eso conocemos sus problemas. La crisis en el precio del arroz afecta directamente a los agricultores y por tanto a muchos de nuestros pupilos», señala a Efe Worachart Cherdchomchan, rector de la institución educativa y quien puso en marcha esta medida pionera en beneficio de los arroceros.

Al menos 21 alumnos, de facultades como Filosofía, Enfermería o Periodismo, han empleado las facilidades propuestas por el centro para sufragar total o parcialmente las tasas universitarias del segundo cuatrimestre del curso, que transcurre entre enero y abril.

El valor del kilo de arroz, según la variedad del grano, lo fijaron los propios agricultores a través de un «sistema de precio justo» para sufragar las matrículas, cuyo costes oscilan entre los 20,000 y 50,000 bat (530 y 1,300 euros o 570 y 1,400 dólares).

Parte del cereal fue usado para los menús en los tenderetes de comida del recinto estudiantil, otras cantidades acabaron en la cesta de la compra de profesores y alumnos y, el «de mejor calidad», se regaló a los directivos de la universidad.

El rector universitario indica que también ayudan a los arroceros, la mayor parte asentados en la región oriental del país, con el transporte de la mercancía a través de una red de voluntarios.

«El objetivo principal es aliviar la carga de las familias de agricultores entre nuestros alumnos ante el segundo periodo del curso (…) pero también mostrarles otro mecanismo del mercado. Los bienes pueden ser intercambiados entre la comunidad sin el uso del dinero», precisa Worachart, que contabiliza en unos 200 los estudiantes en su institución procedentes de familias de arroceros.

La agricultura representa alrededor del 10 % del producto interior bruto de Tailandia y aglutina cerca del 40 % de la población ocupada -más en concreto el cultivo del arroz, producto que Tailandia es el segundo exportador mundial-, es una pieza clave para la economía del país.

Tanto gobiernos democráticos como la actual junta militar que rige el país han implementado políticas encaminadas a establecer subsidios al precio del grano.

El pasado noviembre, el primer ministro, Prayut Chan-ocha, anunció un plan valorado en 127,000 millones de bat (3,270 millones de euros o 3,630 millones de dólares) para ayudar al sector arrocero ante la caída de los precios.

Según las previsiones oficiales, Tailandia exportará entre 9.5 y 10 millones de toneladas de arroz durante 2017 y el valor por tonelada se mantendrá cercano a los 8,300 bat (220 euros o 235 dólares), el precio más bajo en una década, para la variedad jazmín, la de mayor calidad.

«Los estudiantes reconocen así la importancia del arroz y valoran el esfuerzo de sus padres. Además de aprender la trascendencia de ayudar a otros en momentos difíciles», asegura el educador.

La Universidad de Rangsit, que en el pasado realizó medidas para favorecer la continuación de los estudios de alumnos afectados por desastres naturales, como las inundaciones de 2011, «estudia» continuar con políticas similares que asistan a los agricultores en los próximos cursos.

Fuente: http://www.elsalvador.com/articulo/negocios/universitarios-tailandia-pagan-matricula-con-arroz-140545

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Venezuela: Universidades aportarán soluciones para mejorar producción nacional

América del Sur/Venezuela/29 Enero 2017/Fuente y Autor: eluniversal

El ministro de para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, dijo que el objetivo es colocar a las universidades al servicio de mejorar “la calidad de nuestros cultivos, producción de medicamentos y las necesidades que tiene hoy el venezolano”.

El ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, informó este jueves que el Gobierno Nacional y el sector universitario del país instalarán mesas de trabajo para consolidar la participación de las casas de estudios en la solución de los problemas asociados a la productividad del país.

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«Se van a instalar unas mesas permanentes de trabajo para aportar y mejorar la capacidad de nuestras universidades y su aporte a cada uno de los centros productivos, a cada uno de los espacios tecnológicos y a cada uno de los distintos espacios donde se desarrolla la ciencia, con un sentido de pertenencia hacia lo que demanda el país», dijo en transmisión de Venezolana de Televisión (VTV).

También comentó que en esas mesas se abordarán asuntos sobre «los alimentos que debemos producir, cuáles son las medicinas que debemos producir, cuál es la ciencia venezolana que debemos hacer», según reseñó AVN.

Asimismo, señaló que este nuevo esquema tiene por objetivo promover las “potencialidades de las casas de estudios del país para superar el rentismo petrolero”.

«Que esa potencialidad que pueda aportar la universidad venezolana a la necesidad del país, hoy se pueda colocar al servicio para mejorar la calidad de nuestros cultivos, producir medicamentos y para solucionar esas necesidades que hoy tiene el venezolano. (El mismo), que día a día demanda de que ese universitario que se está formando ahí, esté al servicio. La ciencia al servicio del pueblo venezolano”, agregó el ministro.

Incluso, anunció que más de 400 mil tabletas serán entregadas este año a la comunidad universitaria.

Fuente de la noticia: http://www.eluniversal.com/noticias/politica/universidades-aportaran-soluciones-para-mejorar-produccion-nacional_637067

Fuente de la imagen:http://www.eluniversal.com/component/cmp-modal-foto/470164.shtl

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Se busca modelo social que empodere a los ciudadanos. Razón aquí.

Isabel Benítez

Llevo varios días intentando hacer memoria para averiguar en qué momento me dijeron por primera vez que para ser feliz tenía que poseer todo lo poseíble, consumir todo lo consumible, acumular mucho dinero y atarme cuanto antes a un trabajo que, me gustase o no, me diera mucho de esa mal llamada seguridad y muy poco tiempo para pensar.

Aún busco al o a la lumbrera, se lo aseguro. Más que nada, para darle las gracias. De no ser por él, por ella, o por ellos –no dudo que fuera una conspiración con varios implicados–, no estaría aquí. Ya saben. Si hubiera sido una mentira a medias o una burrada de menor calibre, quizás andaría todavía metida en el círculo vicioso, embriagada por la ignorancia y sufriendo sus consecuencias como esa enfermedad que no da la cara hasta que es demasiado tarde. Sin embargo, dejarse llevar por un engaño cuando es tan flagrante es más complicado. Y aquí estamos.

Digo “estamos”, usando la primera persona del plural, porque, por suerte, no es solo cosa mía. Por el contrario, cada vez son más las personas que quieren recuperar el control sobre sus vidas. Cuestión de tiempo, tal vez. La tierra se aró hace mucho y las semillas se sembraron y se riegan cada día con mucho cuidado. “Estamos en el momento de reinventar los viejos contratos sociales, de crear un nuevo sistema operativo”, decía Albert Cañigueral desde Badajoz hace solo unos días, en el marco de la mesa redonda organizada por Espacio COnvento y en la que participaron el fundador de OuiShare, Antonin Leonard, y el  conector para Alemania Thomas Doennebrink. El conector de OuiShare para España y América Latina se refería así a las oportunidades de la economía colaborativa como herramienta de cambio a gran escala.

La ‘economía colaborativa’ ha muerto

Por supuesto, para quien asocie el concepto a la plataforma digital de turno que le permite ahorrarse unos eurillos en transporte o ganarse un dinero extra deshaciéndose de lo que le sobra, esto puede sonar un poco a chino. Economía colaborativa es eso, pero también puede significar más.

Pese a su nombre –seguiremos usándolo hasta que se nos ocurra uno mejor–,pensar en la economía colaborativa solo en términos de intercambios de productos y servicios es reduccionista. Lo dice hasta uno de sus ideólogos, el fundador de OuiShare, Antonin Leonard, que insiste en que el término ya no sirve para designar una realidad multidimensional, harto compleja e imposible de encorsetar; toda una manera de pensar, de hacer y de vivir en sociedad.

La irrupción de lo digital y el shock generalizado que ha producido el darnos cuenta de que el modelo imperante ya no cubre nuestras necesidades nos brindan oportunidades de cambio. Y, si se alteran los objetivos, el resultado no puede ser el mismo. Para Thomas Doennebrink, de OuiShare Alemania, se está produciendo un cambio en nuestros valores y auto-percepción. Trazando paralelismos con momentos históricos, “en la era del carbón, yo era lo que hacía; en la del petróleo, ‘era lo que consumía’; en la de las renovables, ‘soy lo que puedo hacer y lo que puedo compartir’.”

Y, ¿entonces?

Produzco luego existo

Nos podemos quedar en la superficie y pensar en una plataforma a través de la que cambiamos un viejo jersey por un pantalón que nos hace falta, o ir un poco, solo un poco, más allá y quedarnos con cómo eso nos permite pasar de consumidores pasivos a productores de valor. Es un esquema muy simple, desde el momento en que se nos da la posibilidad de crear, se nos está concediendo un poder que antes solo estaba al alcance de unos pocos. Nos convertimos en ciudadanos-productores.

Profesionales vs. amateurs

La irrupción de lo digital ha contribuido a que los recursos y las herramientas de producción sean cada vez más accesibles, al igual que los canales de difusión. Volvemos a un concepto de producción en el que el valor radica en la capacidad para ofrecer un producto ajustado a las necesidades de los usuarios, “como ocurría antes de que aparecieran los gremios, cuando un producto valía si era de calidad y yo me forjaba una buena reputación”, explicaba Albert.

Dueño y señor

No solo se trata de democratizar el acceso a las herramientas de producción; “el empoderamiento real viene de la propiedad de esas herramientas”, aseguraba el conector para España y América Latina.

Por sus características intrínsecas y las motivaciones de quienes las utilizan, las plataformas e iniciativas de economía colaborativa pueden, si quieren, organizarse de otro modo. Thomas Doennebrink explica: “Muchas de esas plataformas se han convertido en monstruos híbridos; tienen por delante plataformas en la que las personas satisfacen sus necesidades ‘de manera colaborativa’, pero su motivación, lo que subyace en el trasfondo, es generar dinero para extraer más dinero en el futuro. Muchas pueden generar más de esa desigualdad que ya existe en el mundo.”

Frente a esto, se pueden crear proyectos que ahondan en el concepto de ‘colaboración’, compartiendo la propiedad, la gobernanza, los beneficios. Se trata de la posibilidad de volver a un modelo más cooperativo, en sentido estricto, repensándolo sobre la base de las nuevas necesidades sociales.

El trabajo ya no es lo que era

Primero, porque se diversifican las fuentes de ingresos; segundo, porque ¿de verdad que no es trabajo la actividad que se remunera en tiempo u otras especies?

“Es el cambio más importante; si se cambia el trabajo, se cambia todo”, aseguraba Antonin Leonard. “Cada vez menos vamos a ser asalariados y, cada vez más, vamos a tener la posibilidad de desarrollar diferentes actividades económicas”. Frente al modelo de trabajo rígido, de 35-40 horas a la semana para una misma empresa –sí, ese que con la crisis se ha convertido en el sueño dorado-, lo digital nos permite comenzar a decidir cuándo, cuánto y desde dónde trabajamos y obtenemos nuestros recursos.

Un cambio desde lo local

“Ningún partido político habla de la economía colaborativa”, explicaba Albert. Para él, la propuesta colaborativa está ausente en el orden del día porque quienes han de tomar las decisiones ni la entienden, ni profundizan en ella, ni quieren ver su potencial.

Según Antonin Leonard, “lo digital ha transformado todas las industrias menos la industria financiera. La otra cosa que no ha transformado es la democracia: los políticos no saben qué hacer con el ciudadano empoderado”.  Y, no obstante, ahí está, por primera vez con capacidad para decidir si se queda solo en la parte útil –práctica– de esa propuesta social o va un paso más allá. Es decisión personal

Fuente del articulo: https://isabelrbenitez.wordpress.com/2016/02/26/se-busca-modelo-social-que-empodere-a-los-ciudadanos-razon-aqui/

Fuente de la imagen:https://isabelrbenitez.files.wordpress.com/2016/02/ouishare_talk.jpg?w=625&h=390&crop=1

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España: No baja el nivel educativo

Europa/España/10 Septiembre 2016/Autor: José Saturnino Martínez/Fuente: El país

En España sobra cualificación. El problema es que falta empleo digno para jóvenes brillantes

Comienza un curso escolar presidido, una vez más, por el lamento unánime entre intelectuales y académicos acerca del alarmante descenso en el nivel de los alumnos. Pues, se pongan como se pongan, no es cierto, no tenemos los peores alumnos de la historia de España.

El estudio internacional PIAAC (el PISA de adultos) nos permite evaluar el nivel de competencias de la población entre 16 y 65 años. La comparación de las diversas generaciones debe hacerse con cuidado, pues comparamos a personas con el mismo título, pero con distinta edad. Con esta precaución, los datos muestran que el sistema educativo español desde principios de los setenta hasta principios de los dos mil ha sido una máquina sorprendentemente constante de certificar competencias.

Las reformas legislativas, las intensas oscilaciones en inversión educativa vividas durante todo ese periodo… Nada de eso alteró el nivel de competencias genéricas asociados a cada nivel educativo. Esos cambios han contribuido a que aumente el peso de la población con mayores títulos educativos, pero no han devaluado el nivel de competencias asociado al título. La combinación entre dicha constancia y el aumento del nivel de titulación hace que España sea uno de los países participantes en el estudio, tras Corea del Sur y Finlandia, en el que más aumenta el nivel de competencias de la población joven con respecto a la más adulta.

Intentaré explicar la contradicción entre lo que dicen los datos y lo que dice tanto intelectual y profesor de Universidad: que los jóvenes de hoy saben menos que los de antes. Lo que miden las pruebas como PISA son destrezas generales, pero lo que evaluamos en los centros educativos son conocimientos adquiridos en un programa. Es posible que el nivel de matemáticas de quienes acceden a primero de carrera es ahora mucho más bajo que hace 20 años, pero eso no lo mide PIAAC. Lo que ha sucedido en este tiempo es que se han reducido las horas de currículos dedicados a matemáticas. Y en la Universidad nos hemos comportado como si esto no hubiese sucedido. Esas horas que dan menos matemáticas, dan más de otras materias, como una segunda lengua extranjera. Para añadir una asignatura, debemos eliminar otra.

PISA mide destrezas generales, pero lo que evaluamos en los centros  son conocimientos adquiridos en un programa

Otro indicador que se aduce de la devaluación de la educación es el paro de los titulados superiores. Pero esta expresión es confusa. Incluso muchos expertos y responsables políticos hablan de paro de los titulados superiores como sinónimo de universitarios, cuando los titulados superiores son también los titulados de la actual Formación Profesional de Grado Superior y los antiguos titulados de FP II. Se afirma que tenemos muchos titulados en educación superior, sin saber que en titulados universitarios estamos en promedios europeos y en titulados en FP superior, por encima.

Otra confusión es comparar jóvenes con la misma edad pero con distintos títulos, cuando lo importante no es la edad, sino la experiencia. Una joven universitaria tiene unos cinco años menos de experiencia laboral que una joven de la misma edad con un Ciclo Formativo de Grado Medio. Cuando tenemos en cuenta el tiempo desde que acabaron los estudios, el desempeño de los universitarios mejora. Pero mejora a partir de los 30 años, a pesar de que durante 40 años hemos aguantado la falacia de “Universidad, fábrica de parados”.

¿Y la sobrecualificación? España es de los países con más sobrecualificados de nuestro entorno. ¿La Universidad prepara mal? No tenemos Universidades excelentes, pero tampoco mediocres, estamos en la “clase media”, por encima de lo que nos corresponde dada la financiación de la educación y la investigación en nuestro país. Además, no se detecta que ni nuestros estudiantes ni profesionales tengan problemas para incorporarse al mercado laboral en otros países, más bien al contrario, aunque sobre esto no contamos con buenos datos.

El problema no es de jóvenes mal preparados, como vemos con desesperación muchos profesores, pues nuestros jóvenes más brillantes se marchan a otros países. Nuestro problema es que no hay empleo digno para jóvenes brillantes. En la época de expansión económica, los inmigrantes que llegaban eran de baja cualificación, no de alta. Y en la época de crisis, se van nuestros jóvenes más cualificados, no los menos. Esto apunta claramente a que el problema de fondo está en el modelo productivo, necesitado de empleo de baja cualificación. La devaluación es de las condiciones de trabajo, no de la educación.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/09/05/opinion/1473067365_939212.html

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