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De Tlatelolco a Ayotzinapa: Los estudiantes en la mira del poder en Latinoamerica.

Nuestro continente puede leerse de norte a sur y de sur a norte a través de un mapa donde las luchas estudiantiles marcan mojones de transformación social. Es una ruta también cargada de mártires que han puesto el pecho a las balas emanadas de un poder que no suele ser tolerante ni dialoguista con los jóvenes. Sin embargo, allí donde exista una casa de estudios, habrá un alumno para protestar en contra de las injusticias y a favor de un sistema inclusivo que permita el desarrollo intelectual y espiritual de las personas, más allá de la clase social que les ha tocado en suerte. Esa constatación es hoy, en esta fecha tan significativa, obligada reflexión. Y como supo cantar la chilena Violeta Parra: ¡Que vivan los estudiantes!

Por: Mónica Maristain.

El 2 de octubre de 1968 sangra todavía. Es una herida abierta en la memoria colectiva mexicana y duele en cada fecha conmemorativa con la fuerza de un debate que continúa a lo largo y ancho de la historia.

“El 2 de octubre no se olvida” es más que un eslogan: propone en todo caso voltear la mirada a la lucha estudiantil en el continente, expresión de una savia joven que con ánimos de cambiar el mundo para mejor se enfrenta al poder poniendo el pecho a las balas y sin bajar las banderas de reivindicación que los motiva.

“Aquí vienen los muchachos, vienen hacia mí, son muchos, ninguno lleva las manos en alto, ninguno trae los pantalones caídos entre los pies mientras los desnudan para cachearlos, no hay puñetazos sorpresivos ni macanazos, ni vejaciones, ni vómitos por las torturas, ni zapatos amontonados, respiran hondo, caminan seguros, pisando fuerte, obstinados; vienen cercando la Plaza de las Tres Culturas y se detienen junto al borde donde la Plaza cae a pico dos o tres metros para que se vean las ruinas pe-hispánicas; reanudan la marcha, son muchos, vienen hacia mí con sus manos que levantan la pancarta, manos aniñadas porque la muerte aniña las manos; todos vienen en filas apretadas…”

Las primeras líneas de La noche de Tlatelolco, de Elena Poniatowska, siguen allí, con la misma fuerza y conmoción con que fueron escritos por la periodista, quien luego de la matanza en la Plaza de las tres Culturas, armó un testimonio colectivo con las voces de protagonistas y testigos, estudiantes, obreros, padres y madres de familia, profesores y empleados que relatan los acontecimientos en un libro de referencia siempre obligada.

“En 1968, los jóvenes de Europa, los de Estados Unidos, los de América Latina tenían mucho que reclamarle a la sociedad. ¿Qué mundo les legaban sus padres? ¿Qué harían al graduarse? ¿Qué les ofrecía la sociedad de consumo? ¿Qué les brindaba su país? ¿Deseaban realmente ser parte de un engranaje de producción masiva? Charles de Gaulle declaró que no entendía por qué los jóvenes seguían al líder judío alemán Daniel Cohn-Bendit, apodado Danny el Rojo, y al día siguiente los muchachos salieron a la calle repitiendo mientras marchaban: Nous sommes tous des juifs allemands, nous sommes tous des juifs allemands”, escribió Poniatowska en una columna publicada por El País en 2008.

“También en México, aunque solapado, se gestaba, en la Universidad y el Politécnico, un rechazo al orden establecido, al status quo, al PRI (Partido Revolucionario Institucional) y al Gobierno emanado de él. Si en Francia la falta de oportunidades fue el objetivo estudiantil, en México, los factores que detonaron las movilizaciones del 68 fueron la corrupción del poder y el autoritarismo”, afirma la también escritora, Premio Cervantes 2013.

“El ejército tomó la plaza y hombres vestidos de civil que llevaban un guante blanco o un pañuelo para identificarse desataron la balacera. La desbandada fue general y el fuego cerrado y el tableteo de las ametralladoras convirtieron el lugar en un infierno”, evoca.

REPRIMIR A LOS ESTUDIANTES: UN DEPORTE DEL PODER

Decir que los estudiantes son el motor de cambio en las luchas políticas del mundo resulta una verdad de Perogrullo. Lo más triste es que sea común encontrar casos en la historia que como en aquella matanza ignominiosa de la Plaza de las Tres Culturas, la afrenta al poder por parte de los jóvenes universitarios termine en muerte y represión institucionales, generalmente sin castigo a los culpables.

Efectivamente, la tragedia del 2 de octubre de 1968 “no se ha aclarado totalmente y tampoco hay acuerdo sobre las cifras de muertos”, ha sabido decir el historiador Jean Meyer, para quien desde 1966, cuando se llevara a cabo en La Habana el Cuarto Congreso de Estudiantes Latinoamericanos, “el mito de la juventud incorruptible no ha dejado de agitar al continente: La juventud vive siempre en trance de heroísmo.”

Caracterizada como uno de los movimientos políticos más poderosos del mundo, la lucha estudiantil latinoamericana ha sido gran fabricante de mártires y héroes ardidos por el fuego del establishment, sin que llegue a ser del todo clara la efectiva capacidad de transformación que estas batallas otorgan a sus protagonistas.

LA NOCHE DE LOS BASTONES LARGOS

Antes de La matanza de Tlatelolco, tuvo lugar en Buenos Aires lo que hoy se conoce como “La noche de los bastones largos” y que el historiador Felipe Pigna cuenta en su sitio (elhistoriador.com.ar) de la siguiente manera: “El 29 de julio de 1966, las universidades nacionales fueron intervenidas y ocupadas militarmente. Cientos de profesores, alumnos y no docentes que ocupaban varios de los edificios de las facultades de Buenos Aires en defensa de la autonomía universitaria y la libertad de cátedra fueron salvajemente golpeados por miembros de la Guardia de Infantería de la Policía Federal, enviados por Onganía, quien decretó la intervención a las universidades nacionales y la ‘depuración’ académica, es decir, la expulsión de las casas de altos estudios a los profesores opositores, sin importar su nivel académico.

La consecuencia de esta noche negra para la cultura nacional fue el despido y la renuncia de 700 de los mejores profesores de las universidades argentinas, que continuaron sus brillantes carreras en el exterior”, cuenta Pigna.

LA NOCHE DE LOS LÁPICES

Mucho más acá en el tiempo, también en Argentina, tuvo lugar “La noche de los lápices”, acontecida el 16 de septiembre de 1976, ataque directo en tiempos de la Dictadura Militar a  un grupo de estudiantes que había conseguido, después de una larga lucha, el descuento en el pasaje de autobús.

Fuerzas del ejército secuestraron a diez estudiantes (todos menores de 18 años), a los que torturaron y asesinaron. Cuatro de ellos sobrevivieron y dieron testimonio en el juicio el 2011 que condenó a los culpables.

LA LUCHA ESTUDIANTIL CHILENA

La lucha estudiantil es en Chile una tradición que inició a principios del siglo XX y que continúa en nuestros días reivindicando la gratuidad en la educación y la autonomía universitaria. Durante la Dictadura Militar de Augusto Pinochet (1915-2006), que dejó 40 mil muertos y transcurrió entre 1973 y 1990, fueron los estudiantes los que primero se pronunciaron contra el poder de facto y lo pagaron con persecuciones, torturas y desapariciones.

Luego de derrocar a Salvador Allende (1908-1973) e iniciar la larga noche de la muerte en el país donde nacieron poetas y escritores de fama mundial como Pablo Neruda, Gabriela Mistral y el más actual Roberto Bolaño, Pinochet se dio a la tarea de elaborar una reforma universitaria caracterizada por la intervención militar en las altas casas de estudio y la represión contra los jóvenes opositores al poder militar.

LA REVOLUCIÓN DE LOS PINGÜINOS

Es Chile el país de la célebre luchadora estudiantil Camila Vallejo, militante de las Juventudes Comunistas y símbolo de la batalla de los universitarios por la gratuidad educativa que tuvo un punto álgido en 2006, durante el gobierno democrático de izquierda de Michelle Bachelet (actual mandataria chilena, reelegida para ocupar el sillón presidencial).

A los hechos de entonces se los llamó La revolución de los pingüinos y consistió en una masiva protesta estudiantil protagonizada por los alumnos de las escuelas secundarias (un mote que alude al color de los uniformes) y que reivindicaba la gratuidad del boleto de transporte y los exámenes de ingreso a la universidad, entre otras demandas.

Los estudiantes, entre 14 y 17 años de edad, buscaban una mejor educación y cerrar un poco la enorme brecha de desigualdad en la sociedad chilena. Lograron poner el debate educativo en el centro, revalorar el movimiento a nivel de escuelas secundarias y dar sustancia al agitado universo estudiantil que no levanta el dedo del renglón hoy en Chile, reivindicando la gratuidad de la educación y con ello promover la movilidad social.

LA LUCHA ESTUDIANTIL EN MÉXICO

Con el inicio del siglo XXI no sólo no se acabaría el mundo –según una falsa predicción maya en esos tiempos-, sino que en México iniciaría la democracia. Entre 1999 y 2000, en esos días que el escritor Jorge Volpi caracterizó recientemente como “una breve fiesta democrática”, que los estudiantes del CGH (Consejo General de Huelga) paralizó la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Fue la época en que se hizo célebre el líder estudiantil Alejandro Echeverría, conocido como “El Mosh”, hoy uno de los 300 expulsados por motivos políticos de la alta casa de estudios.

La protesta era por el sistema de pagos y en esencia una defensa de la educación pública y gratuita en nuestro país. Fue tema obligado de debate en la época y se cerró con el ingreso de la Policía Federal Preventiva en febrero del 2000, por orden del Presidente Ernesto Zedillo, una acción que dejó a 700 estudiantes detenidos y la disolución del movimiento.

Hoy la UNAM es pública y gratuita y un ejemplo de la lucha estudiantil para los jóvenes de todo el continente.

En un balance sobre aquella lucha, el sociólogo Roberto Josué Bermúdez Olivos, Maestro en Defensa y Promoción en Derechos Humanos de la UACM, reflexiona en el periódico Somos el medio: “Los jóvenes deben reforzar los valores del diálogo, la argumentación, del saber escuchar y proponer, pero sobre todo del saber hacer, de romper esa apatía como lo hizo la juventud de 1999 en la UNAM que se comprometió con la noble causa por la defensa de la educación pública y gratuita para las generaciones venideras, que luchó y apoyó a los compañeros zapatistas contra el militarismo, que se hizo sentir y buscó alternativas de lucha y organización y que, finalmente, nunca se doblegó”.

AYOTZINAPA, LA HERIDA ACTUAL

Ayotzinapa es para muchos teóricos e intelectuales una réplica de aquel ominoso 2 de octubre de 1968. De hecho, los estudiantes atacados y hoy desaparecidos de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos realizaban actividades de colecta y secuestro de autobuses para reunir fondos que les permitiera participar en la marcha del 2 de octubre en Ciudad de México.

En esa zona pobre de Guerrero, los hijos de campesinos, estudian para ser maestros y con ello propiciar una movilización social que no procuran ni estimulan las autoridades gubernamentales.

La lucha estudiantil en la zona es de larga data y construye una tradición de movilización a cargo de las nueve escuelas normalistas que existen en Ayotzinapa, donde estudió el célebre luchador social Lucio Cabañas (1938-1974).

Para poder ser alumno de la Normal hace falta no tener medios económicos en principio, pero también una firme voluntad de estudiar, trabajar y salir adelante. Los estudiantes reciben hospedaje, alimentación y enseñanza.

Una profusa bibliografía, varias películas documentales, canciones, obras de arte, hacen presentes cada día a los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero. Se trata de una reivindicación perenne que tuvo el pasado 26 de septiembre, a dos años de la tragedia, un testimonio de alto compromiso por parte de las organizaciones de derechos humanos tanto nacionales como internacionales y, por supuesto, de los padres de los muchachos, cuyo destino se desconoce todavía.

Ecuador, Paraguay, Brasil, Guatemala…la lista incluye a todos los países de nuestro continente. Latinoamérica puede ser leído también como un mapa estudiantil que refleja una historia de lucha que no cesa: allí donde exista una casa de estudios, habrá un alumno para protestar en contra de las injusticias y a favor de un sistema inclusivo que permita el desarrollo intelectual y espiritual de las personas, más allá de la clase social que les ha tocado en suerte. Esa constatación es hoy, en esta fecha tan significativa, obligada reflexión. Y como supo cantar la chilena Violeta Parra: ¡Que vivan los estudiantes!

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/de-tlatelolco-a-ayotzinapa-los-estudiantes-en-la-mira-del-poder-en-latinoamerica/

http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/10/elmanana.jpe.jpg

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Guatemala: Realizarán jornadas del Movimiento Estudiantil

Guatemala/17 de Octubre de 2016/La Hora

En la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), del 17 al 19 de octubre se realizarán lras Jornadas Movimiento Estudiantil, Universidad y Sociedad,  en donde participarán asociaciones de estudiantiles, profesores e investigadores de esa casa de estudios y de la Universidad Rafael Landívar.

En la actividad se debatirá el pasado y el presente del movimiento estudiantil, así como el papel que ha jugado históricamente la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) y las posibilidades de su rescate.

Fuente: http://lahora.gt/realizaran-jornadas-del-movimiento-estudiantil/

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Venezuela: Instalado en Aragua Congreso de la Patria Capítulo Universidades

América del Sur/Venezuela/Fuente: Noticias 24

La primera mesa de trabajo en Aragua del Congreso de la Patria, Capítulo Universidades, se realizó en la sede de la Universidad Simón Rodríguez, en el sector Caña de Azúcar del municipio Mario Briceño Iragorry (MBI).

Pedro Merentes, presidente de la Unidad Territorial Aragua del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, informó que participaron diferentes actores de las casas de estudios universitarios que hacen vida en la entidad, así como también representantes de la Zona Educativa, la Organización Bolivariana de Estudiantes y centros estudiantes.

Refirió que trabajaron en esta oportunidad sobre temas académicos y el compromiso de la juventud y los movimientos sociales que hacen vida en los recintos universitarios junto al poder popular, así como el rol de las universidades frente a la guerra económica.

Asimismo, explicó que en total serán tres encuentros como este, correspondiendo el día jueves en Barbacoas, municipio Urdaneta; y el viernes en La Victoria, municipio Ribas. Las conclusiones de estos debates serán llevadas a una plenaria nacional que realizará en noviembre en Caracas, con el presidente Nicolás Maduro.

Fuente: http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/324647/instalado-en-aragua-congreso-de-la-patria-capitulo-universidades/

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¡Chile se cansó, Chile despertó!

Chile/29 septiembre 2016/Autor:Arnaldo Pérez Guerra/ Fuente: El Ciudadano

La demanda exigiendo terminar con el sistema de AFP conmociona al país y a los políticos. Poco tiempo antes, un grupo de estudiantes había ingresado a La Moneda, encadenándose al interior, notificando a Bachelet que su gestión “fracasó”, e iniciando así una ofensiva de sus movilizaciones. Irrumpen movimientos sociales, manifestaciones y protestas de toda índole. Se escucha la consigna: “¡Chile despertó!”.

“…Tras años de legislaciones que favorecen a los empresarios, entre proyectos como el Transantiago, con el fortalecimiento del sistema mixto en educación, con la privatización de nuestra salud, la contaminación de nuestros mares en manos de las salmoneras y la corrupción que convirtió SQM y PENTA en las nuevas sedes de gobierno. Hemos decidido notificar a la presidenta, en su propia casa para que no se entere por la prensa, que fracasaron y Chile se cansó de esperar… Les notificamos que desde hoy comenzamos la ofensiva”, señalaba el comunicado de secundarios y universitarios tras la “toma” de La Moneda, quienes continúan movilizados demandando educación gratuita y de calidad y el fin al lucro.

La reforma educacional del gobierno no cuenta con apoyo de ningún sector social. Gabriel Iturra, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central y vocero del CONFECH, dice: “Seguiremos luchando pues los jóvenes y los que aún son niños tendrán que seguir endeudándose para estudiar, de fondo nada se ha trasformado. Queremos gratuidad universal y no en la medida de lo posible, acabar con el lucro, erradicar el mercado y el sistema de financiamiento mixto”. Por su parte, Diego Arraño, vocero de la ACES, agrega: “Seguiremos con las movilizaciones, dando la cara, no dejaremos que se mantenga el Sename y las AFP. Vamos a acabar con este sistema desigual. No los dejaremos gobernar”.

Tras declaraciones y comunicados algo flota. Pareciera que las luchas comienzan a unirse: “Ir creando la fuerza y la unidad, articulándonos, porque es sólo a través de la unidad y la lucha que venceremos”, afirma el Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical (CIUS).

TRABAJADORES LUCHANDO
En junio, el CIUS convocó a la Jornada de indignación nacional y se adhirió a la Marcha multisectorial del CONFECH. Agrupa a diversos sindicatos de base, federaciones y confederaciones en la perspectiva de crear una nueva Central. Explican que 2016 es un año especialmente importante “para estar en las calles de manera decidida y combativa: los poderosos han impulsado, y prácticamente aprobado, una reforma laboral que es decididamente pro empresarial, profundamente antisindical y que atenta contra nuestro derecho a luchar por mejores condiciones laborales y de vida”. Pero, además, se manifiestan explícitamente contra el proyecto de educación de Bachelet, “que establece la ‘falsa desmunicipalización’”.

En su declaración La Educación es tarea de todos y todas, asumen como suya, y apoyan “en forma irrestricta” la ofensiva estudiantil para cambiar la educación neoliberal: “Ya estamos cansados de ver cómo el gobierno y la clase política se unen con los empresarios para hacer reformas a su pinta, para fortalecer el lucro y la explotación, como lo son las reformas educacional y laboral. Los estudiantes, trabajadores, el pueblo, no tenemos otro camino que la unidad y confiar en nuestras propias fuerzas, para avanzar en la lucha por nuestros derechos”, dicen.

Por su parte, la Coordinadora Nacional de Trabajadores NO + AFP advierte que “no podrán hacernos callar hasta que conquistemos un verdadero sistema previsional, que otorgue pensiones dignas y esté basado en los principios de la seguridad social. El clamor de los cientos de miles de chilenos que marcharon por las calles no fue suficiente para impulsar los cambios que se requieren, por lo que es necesario redoblar los esfuerzos y salir con mayor energía a expresar nuestra exigencia”.

Los trabajadores viven a diario precariedad e inestabilidad laboral, bajos salarios y cesantía, la naturalización de la explotación y el abuso, expresado sintomáticamente en el robo legalizado de las AFP, hoy mayoritariamente en manos de holdings transnacionales.

Muchos coinciden en que ya nada se puede esperar de la CUT. Exequiel Venegas, presidente del Sindicato Elías Lafferte, de Redbus, y dirigente de la Unión de Trabajadores y Estudiantes Clasistas (UTEC), opina que “la CUT es un monigote no más, no pelean por los trabajadores. Prefieren estar con el gobierno, no quieren subir el sueldo mínimo. No me siento representado”. Por su parte, Horacio Díaz, presidente del Sindicato Amec Foster Wheeler, agrega que “las huelgas y paros se hacen cada vez más frecuentes como una forma de enfrentar las promesas incumplidas, las demandas insatisfechas de los trabajadores, sean fiscales o privados. El efecto político es aminorado por la prensa a través del ocultamiento o el desprestigio, sin embargo, el fenómeno no disminuye, todo lo contrario: se han constituido espacios de coordinación y lucha como el Frente de Trabajadores Mineros Nelson Quichillao, el CIUS y el Frente de Trabajadores del Sur, expresiones de este nuevo sindicalismo al margen de los partidos y con profundas críticas al sindicalismo oficialista que practica la CUT”.

BASTA DE ABUSOS
Para Ronny Nebott, dirigente del Colectivo Acción Directa, desde 2006 o quizá desde antes, “la lucha de secundarios y universitarios ha logrado dinamizar el combate político-social y a su vez ha brindado el sustrato para avanzar en la construcción de un gran movimiento popular, el cual, por debilidades propias, pero sobre todo por las de otras fuerzas sociales, todavía muestra rasgos de inmadurez y carece de unidad en la lucha”. Agrega que los pueblos y trabajadores “aspiran a una educación pública, gratuita, democrática y de calidad en todos sus niveles y a lo largo del país.”

El movimiento estudiantil prosigue la lucha por un proyecto al que ha dado forma y ha defendido en las calles. “No obstante -agrega el Colectivo Acción Directa-, sobre todo en lo que va de 2016, se ha hecho sentir fuertemente que el peso de la lucha por lograr plasmar aquellos justos y legítimos objetivos sólo lo llevan los estudiantes, secundarios y universitarios. Los demás sectores ligados a la educación: docentes, paradocentes, agrupaciones de apoderados, de ex alumnos, de deudores de créditos públicos y privados ligados a estudios superiores, de estudiosos e intelectuales del área, no se han unido en un solo frente con el estudiantado. Qué decir de los demás sectores del movimiento popular: los trabajadores públicos y privados, los pobladores, los cesantes, Sólo el estudiantado mapuche ha logrado adherir, incorporando a su vez las propias”.

“Con todo, el principal y más gravitante aporte del movimiento estudiantil a las luchas actuales, es que ha demostrado, en la práctica, que es posible y necesario luchar sin cuartel y sin importar los esfuerzos requeridos por aquellas demandas históricas de los sectores postergados”, dice Ronny Nebott.

No tienen tapujos ni temores en exigir lo que, en rigor, saben que es un derecho. Pero, esta exigencia, así como un adecuado sistema de seguridad social para los trabajadores y los jubilados, vivienda social digna para deudores habitacionales y allegados, tierras y reconocimiento jurídico para el pueblo-nación mapuche, una cultura de liberación y otros derechos denegados y pisoteados por los sostenedores y defensores del actual ordenamiento político-social, son problemáticas que requieren de una respuesta global, que no será resuelta en los marcos del actual sistema: “Cada lucha sectorial remece toda la armazón de la estructura social, pues sus objetivos cuestionan la parte y a la vez el todo.

De allí que la demanda estudiantil lleva a potenciar las demás peticiones, insta a sus demandantes a movilizarse, a hacer públicas sus aspiraciones y a luchar por éstas. El movimiento estudiantil ya se hermana con las luchas por No + AFP y por un sistema previsional público y solidario, ” concluye Ronny Nebott.

Siguiendo esos planteamientos o ese espíritu han surgido nuevos movimientos como la Coordinadora Basta de Abusos. Ignacio Gajardo, dirigente de la Coordinadora, explica: “Nacimos este año a partir del descontento tras la última alza del pasaje del Metro y las malas condiciones del servicio del transporte. Observamos la necesidad imperiosa de organizarnos para frenar esos abusos por parte del empresariado y la clase política. Logramos una amplia convocatoria en asambleas donde el tema central es movilizarnos para presionar al gobierno y al empresariado”. Un comunicado de Basta de Abusos, señala: “Denunciamos el robo en el servicio público y su nula capacidad de generar mejores condiciones para trabajadores y usuarios. Las protestas se multiplicaron a 12 estaciones y más de un millón de personas ha evadido el pago en las jornadas de movilización. El mensaje es claro: ‘¡Evadir, no pagar, otra forma de luchar! Sabemos que la rebaja del pasaje no es solución, sino avanzar en la unidad de los sectores anticapitalistas y quebrar de una vez el modelo neoliberal. Para eso necesitamos la construcción de una alternativa política con diferentes frentes. Uno de los más importantes es la Coordinación del 1º de Mayo Clasista, que se viene agrupando hace años en una postura de clase y combativa, además de nuestro trabajo con la Coordinadora Penco-Lirquén que lucha contra el megaproyecto Octopus.”

CONSTRUIR LO NUEVO
Movimientos medioambientales han surgido a lo largo de todo Chile, en zonas de sacrificio y comunidades olvidadas. Ejemplo han sido las luchas del Valle del Huasco, donde las comunidades han tomado conciencia de que la destrucción de cualquier punto del territorio afecta de igual manera a toda la cuenca.

Destacable es el surgimiento de la Federación de Estudiantes Técnicos (FET). Jorge Marín, uno de sus dirigentes, del Colegio San Mateo, explica que “se formó a principios de 2016 para representar a los liceos técnico-profesionales porque tanto la CONFECH, como la ACES o CONES no nos representaban cien por ciento. Nos vimos en la necesidad de agruparnos y levantar nuestras reivindicaciones, que no estaban siendo atendidas por nadie. En el país somos decenas de miles los estudiantes técnico-profesionales, cerca del 44% del alumnado. No estamos recibiendo una educación que nos prepare para el mundo laboral, por eso es importante esta lucha, para dignificarnos. Hemos participado en movilizaciones al Ministerio del Trabajo, en la marcha del CONFECH, por el fin de las AFP, y estamos aliándonos con organizaciones sindicales como UCT, CGT, SUTE, SITECO, Confederación Bancaria, y otras”.

Aún en ciernes, flota entre los movimientos sociales la idea de la unidad, del surgimiento de un nuevo proyecto que aúne las luchas y desencadene y construya los cambios en beneficio de los sectores populares y las mayorías. “Un proyecto político, enraizado en las demandas sociales de cambio, capaz de romper con el duopolio, pero, principalmente, que rompa con el consenso que, resquebrajado, aun es dominante”, dice Carla Amtmann, ex dirigenta estudiantil, presidenta de Fundación Crea.

Para Noelia Garrido, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Frontera (UFRO), militante de Fuerza Universitaria Rebelde (FUR), “la organización debe surgir desde la base para construir un proyecto alternativo que sea emancipador y capaz de dignificar a las clases populares. Confluir en una gran asamblea que sintetice las luchas parciales. De norte a sur comienzan a surgir movimientos sociales que abarcan demandas muy diversas, pese al cerco mediático y al centralismo. Desde 2015 hemos logrado un significativo avance para alinear nuestras demandas con otras que abarcan a diversos sectores de la sociedad, vinculándonos con la Coordinadora por la Defensa del Territorio, que nos ha permitido mantener una estrecha relación con las comunidades locales.”

Según Damián Brito, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Tecnológica Metropolitana, ex ACES, hoy militante de Juventud Rebelde (JR), “todavía no formulamos una propuesta política para el país. Criticamos la explotación y la represión y más allá de nuestra propuesta sobre educación, queremos construir una nueva sociedad. Creemos en el poder popular y el control comunitario. Nuestra apuesta de más largo plazo es desarrollar un sindicalismo clasista, que va a ayudar a reactivar la movilización popular. Siempre los movimientos estudiantiles son la antesala de grandes movimientos populares y nosotros queremos construir, a partir del movimiento social, un movimiento popular”.

Fuente:http://www.elciudadano.cl/2016/09/26/327920/566/

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Argentina: Elecciones en Derecho UBA: mirá los resultados

América del Sur / Argentina / 18 de septiembre de 2016 / Por: La izquierda diario

Nuevo Derecho recuperó el centro que había perdido el año anterior a manos de Franja Morada. Retroceso del PRO. El kirchnerismo se ubica tercera fuerza y en el espacio de la izquierda retrocede frente PO-IS-MAS y crece el PTS.

Las fuerzas identificadas con Cambiemos (PRO y Franja Morada), sufrieron un retroceso debido a su identificación con el gobierno nacional de Macri. Con solo un año en la conducción del centro, la Franja Morada fue derrotada por Nuevo Derecho (identificada con el MNR/Partido Socialista), que creció del 24,5 al 34,7%, y el PRO retrocedió del 12,7 al 6,3%.

El espacio kirchnerista que incorporó para su lista a la agrupación “La Mella”, mantuvo el caudal de votos de los años anteriores y quedó en tercer lugar.

Dentro de la izquierda, se destacó la elección de La Izquierda en Derecho (Juventud del PTS) que mejoró la elección del año pasado, pasando del 2,3 al 3,2%. La lista Vamos al Frente con la Izquierda integrada por el Partido Obrero, el Nuevo MAS e Izquierda Socialista, retrocedió en casi 2%, y perdió su secretaría en el Centro de Estudiantes. Ambas listas conquistarían un delegado a la FUBA.

Aquí todos los resultados:

Nuevo Derecho 34,73%

Franja Morada 27,58%

Acción colectiva ( Mella , Cámpora , 14 Bis , Seamos Libres ) 13,68%

Transformar Derecho ( Sur , Centeno , Evita ) 6,79%

Pro 6,35%

Vamos al Frente con la Izquierda (PO,IS , MAS) 3,92%

Izquierda en Derecho (PTS) 3,21 %

Alternativa por Derecho 2,9%

Vamos a volver (PCCE) 0,85%

En total votaron 14.383 estudiantes

El cierre de la tanda electoral será a finales de octubre, con Filosofía y Letras como escenario predilecto.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Elecciones-en-Derecho-UBA-mira-los-resultados

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Entrevista A Camila Vallejo Dowling

América del Sur / Chile/Agosto del 2016/Carmina Vallejo Dowling/biblioteca.clacso.edu.ar

En respuesta a  ¿ Qué paso con esa generación que perdió el miedo en Nuestra América latina  y el Caribe ? puntualmente en Chile, con aquellos lideres y lideresas desde las bases estudiantiles que  llevaban La bandera de la libertad en el reconocimiento de la patria, en los movimientos estudiantiles  se hace mención en esta entrevista a  la actual Diputada del parlamento Chileno  del partido Comunista Camila Vallejo Dowling.

por: Hernán Ouviña

El investigador y académico argentino Hernán Ouviña entrevista a la ex presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo Dowling, a propósito del movimiento estudiantil que sacudió a la sociedad y al sistema político chilenos durante el año 2011. Camila Vallejo –una de las principales voceras de este movimiento, que impactó por haber trascendido el ámbito de las demandas particularistas e instalado un debate en la sociedad chilena en torno al modelo económico y político heredado de la dictadura–, habla de los antecedentes, la génesis y los logros del movimiento estudiantil, pero también de los desafíos y las tareas pendientes de este esfuerzo transformador en curso. Destacando la transversalidad de las demandas enarboladas por el movimiento estudiantil y las características novedosas de los protagonistas de esta lucha respecto a ciclos de protesta anteriores, Vallejo analiza las perspectivas del movimiento en un escenario político sustancialmente distinto al de los últimos años, donde el bloque hegemónico no se ha roto, pero comienza a mostrar sus fisuras.

¿Podrías contarnos cuándo y cómo se inicia el conflicto estudiantil en Chile?

Esto es parte de un proceso de acumulación, tanto de discusiones como de fortalecimiento de distintas organizaciones dentro del movimiento estudiantil, o sea que no es algo espontáneo, aunque se trate de mostrar como un estallido social que sale de la nada. El movimiento estudiantil siempre ha existido en Chile y ha tenido diferentes expresiones desde la dictadura en adelante.

Si uno analiza las demandas más fuertes que han sostenido estos movimientos han sido un poco lo que hemos levantado hoy día. A comienzos de año se levantan desde la universidad, impulsadas por la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), tres demandas históricas: el financiamiento a las instituciones públicas, para que se fortalezcan y se termine así con el autofinanciamiento impuesto con la dictadura; la democratización, que viene de la reforma de 1968 y refiere al cogobierno y a generar instancias más participativas dentro de los estamentos; y la eliminación de las restricciones al acceso, que es algo impuesto por los gobiernos de la concertación en adelante.

Con esto último me refiero a la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y a los mecanismos estandarizados de evaluación, que han reproducido la desigualdad y han profundizado un filtro de clase para el ingreso al sistema terciario y de educación superior. A esto se suman las demandas que levantaron los estudiantes secundarios con la “revolución pingüina”, que atacaron los problemas más estructurales, que tienen que ver con cambios constitucionales, con que el Estado sea garante y responsable de la educación pública y por lo tanto se vea obligado a financiarla; con la exigencia de la desmunicipalización, que es algo que se instaló también bajo la dictadura, y además de esto, el fin al lucro.

Todas estas movilizaciones que se han levantado han sido movilizaciones frustradas por la falta de respuesta, porque tampoco lograban constituir una correlación de fuerzas más favorable, es decir, pasar de lo estudiantil a lo más social. Hoy se devela que en respuesta al pronunciamiento del gobierno de derecha, de las reformas que quedaron pendientes de la “revolución pingüina” en educación superior, estalla este movimiento a partir de las universidades, con una movilización inicial que tuvo lugar en la Universidad Central de Chile, una universidad privada, y que fue algo histórico.

 Con esta iniciación del movimiento se empiezan a sumar distintos actores, que ya tenían mucha frustración acumulada de los procesos anteriores y vuelven a levantar esas mismas banderas de lucha y de a poco se empiezan a sumar más organizaciones, estudiantes universitarios del consejo de rectores, con instituciones privadas que comienzan a involucrarse en discusiones de la CONFECH, los estudiantes secundarios, los profesores, y de a poco empiezan a sumarse también los trabajadores.

 Las movilizaciones, además, responden a un proceso de acumulación y frustración de los movimientos estudiantiles, y se suma un factor determinante que es el descontento general de la población frente a un modelo que ya no le hace sentido. Es decir, la crisis de la educación es parte de la crisis de un modelo general, neoliberal, que repercute en la educación pero que en general reproduce la desigualdad, no solamente a través de la educación sino también del sistema económico y el sistema político.

¿Qué enseñanzas sacaron del proceso de la “revolución pingüina?

Yo creo que se reafirma un poco la desconfianza hacia la clase política. Durante la “revolución pingüina” no diría que se cometió el error de entrar a un proceso de negociaciones, o una mesa de trabajo, porque eso en sí mismo como forma no es malo, el problema está en que no se generaron las condiciones necesarias, dentro de ese espacio, de la correlación de fuerzas y de preparación para poder disputar en el fondo la batalla de las ideas e instalar con más fuerza las demandas.

Y además, porque se bajaron las movilizaciones cuando se tuvo que negociar, entonces cuando uno no está movilizado deja de ser un negociador con capacidad de negociar. Eso dejó una marca en el movimiento estudiantil que permitió que nosotros, hoy, no caigamos tan fácil en instancias de cooptación de la clase política y estemos más preparados para una posible instancia de mesa de trabajo o de negociación con el gobierno.

Es decir, una movilización más fuerte, que no sea solamente estudiantil sino que involucre a la sociedad en su conjunto, y además, estar más preparados en momentos de plantear las ideas. En todo este proceso de movilización hemos logrado madurar nuestras propuestas, reafirmarlas en cuanto argumento, y además ganar la legitimidad de la sociedad en su conjunto. Resumiendo, la experiencia de la “revolución pingüina” nos ha ayudado mucho a no ceder tan rápidamente, y a generar el espacio suficiente para concitar el apoyo ciudadano y la articulación de fuerzas dentro de movimiento social.

¿Cómo ves la posibilidad de que el gobierno apele a la desactivación del movimiento, sobre la base de la apertura de una “mesa de diálogo” o de comisiones que, probablemente, se prolonguen en el tiempo de manera indefinida?

Evidentemente el gobierno va a intentar eso, y lo ha intentado desde hace mucho tiempo con una primera acción clave, una estrategia que se usa siempre, que es la de generar divisiones. Esto de invitar a uno y no a los otros, o de marcar diferencias de posturas al interior de las organizaciones, hacer mecanismos de persuasión, hacer voladores de luces [realizar maniobras de distracción] respecto a las opiniones del gobierno, muy distintas unas de otras para generar confusiones, y esta instancia de apertura al diálogo, muy distinta a lo que venían planteando los ministros, diciendo que va a dialogar cuando el diálogo se iba a centrar en el Congreso y no con los actores.

Entonces, genera un panorama de confusión, pero que de alguna manera también es una oportunidad. Hay que aprovechar esta instancia y tener iniciativa política también. Lo que se espera es generar el espacio, que en el fondo constituye una oportunidad para el movimiento, y para eso se necesitan ciertas garantías: primero, que se mantenga esta unidad del movimiento que es a lo que todos apuestan.

 La gente en la calle dice que lo importante, mas allá de las reivindicaciones particulares, es que se mantenga unido el movimiento, y mucha gente dice que ya hemos ganado demasiado con este proceso. Es como engendrar, como un embarazo. Estamos desesperados por ver que salga a luz, pero esto recién se está engendrando.

 Ahora, concientes de eso, nosotros creemos que hay que poder diferenciar los avances concretos de nuestras demandas dentro del marco de lo posible, con un gobierno de derecha; y saber también, con la maduración suficiente, proyectar el movimiento en lo político y en lo más estructural de fondo. Es decir, entender que es necesario un movimiento organizado que tenga vocación de poder para lograr los cambios estructurales, porque con la clase política que tenemos no se logran.

En este escenario, este espacio de diálogo puede ser una oportunidad para recoger ciertos triunfos para el movimiento, de modo que no constituya algo testimonial y pueda volver el próximo año a disputar con mayor fortaleza aún. Pero para todo esto, se necesitan garantías mínimas: que el gobierno ceda y el proceso de diálogo sea lo más transparente posible –para que no pase lo que pasó en 2006–, y que además se garantice la unidad del movimiento y nosotros logremos generar consenso, porque la gente está muy expectante de todo lo que está ocurriendo, no solamente los estudiantes sino la sociedad en su conjunto, y por lo tanto tiene que estar en conocimiento de lo que se discute.

Teniendo en cuenta estas garantías, el proceso puede ser provechoso, tanto si hay una respuesta positiva, como si hay una negativa, porque esto último pondría en evidencia que el gobierno no tiene la voluntad política para avanzar en la resolución del conflicto, sino que mantiene una posición de intransigencia y de aislamiento, porque no es representativo de la gran mayoría de la población.

En términos reivindicativos se comenzó planteando algunas cuestiones que tenían que ver con temas más de fondo, que si bien resultaban estructurales, remitían al plano educativo. Hoy en día, con el nivel de masividad y la extensión de la conflictividad a otros sectores sociales y políticos, ¿cuál es el salto, en términos de exigencias y reivindicaciones, de planteamientos que a la vez logren incorporar a esos otros actores en lucha?

¿Se han levantado demandas transversales que rompan con la dinámica meramente sectorial y estudiantil?

Hay demandas transversales que han surgido, pero consecuentes con lo que se plantea con la educación, por lo que no son mecánicamente separables sino muy coherentes entre sí. Se plantea la reforma tributaria como solución al financiamiento de la educación, pero entendiendo que la educación no es solamente un derecho universal sino que es una inversión social.

Toda la sociedad, toda la gente invierte en la educación a través del Estado, que recauda impuestos, para el desarrollo cultural, social y material que requiere el país. Entonces hay una demanda política que va con una reforma económica estructural de la redistribución del ingreso y de la riqueza, y ¿quién paga esto? Pues a través de una mayor carga hacia las grandes empresas, que están teniendo un nivel de utilidades impresionante y eso no va a parar al desarrollo del país, se va para afuera o para el bolsillo de unos pocos.

 Está también la demanda de la Constitución Política, porque para nosotros Pinochet sigue vivo, debido a que todavía su legado perdura en una Constitución nunca se cambió. Y esa reivindicación, finalmente, abarca todo: el cuestionamiento a la institucionalidad política, a la reforma de carácter democratizador que requiere el funcionamiento político de nuestro país, y que además implica un nuevo rol de Estado en el ámbito político, cultural y productivo, para que exista mayor igualdad.

Todo esto implica mayor distribución de la riqueza, mejor distribución del poder, una reforma en los medios de comunicación, etc. Y esa reivindicación es la que le da mayor proyección política al movimiento, y es transversal porque involucra a los ambientalistas, a los trabajadores, a los empleados públicos, a las familias, a los abuelos con el tema de la previsión, etc.

Se trata de un proceso incipiente en el despertar de la sociedad chilena, aunque falta mucho por avanzar en el fortalecimiento de la participación, la organización y la discusión para que realmente se genere un poder constituyente, porque demandarlo en Chile hoy es muy apresurado para la maduración del movimiento, es regalarse a la clase política para que, si se arma una constituyente, sean ellos mismos quienes terminen decidiendo todo.

Entonces, el desafío del movimiento es que se vaya esparciendo a otros sectores donde no ha llegado. Aquí en Chile, por ejemplo, el nivel de sindicalización es muy bajo, de un 7%. La organización estudiantil, que hoy día se está creando con este movimiento en el ámbito privado, recién en dos o tres años será realidad, se verán sus frutos. Hace falta por lo tanto generar espacios de organización y de fortalecimiento, para que desde las bases de la sociedad chilena surja una propuesta, una nueva Constitución Política. Eso, hoy día no está, falta ese trtabajo que es un trabajo profundo y que va a hacer que la gente tome conciencia de que es necesaria una disputa al poder.

No basta con plantear una propuesta programática alternativa a la Concertación, a la derecha, sino que eso debe expresarse en gente que esté dispuesta a llevarlo a cabo. Todo esto es un gran desafío ya que la juventud ve como negativa la participación directa en política, ser candidato, hacer una renovación generacional de la política todavía no está muy en el inconsciente colectivo, entonces creo que es la reivindicación más importante y transversal de este movimiento.

Llama mucho la atención una las mantas colgadas en un liceo tomado que dice “Somos la generación que nació sin miedo”. ¿Cómo ves el despertar también de los jóvenes en este sentido, de romper con esa parálisis en el plano subjetivo, es decir, de dejar de tener miedo a la participación y a la represión política? Somos una generación que no vivió directamente las consecuencias del golpe militar, porque si uno se fija, por ejemplo, en los padres, en las madres o incluso las abuelas que salen a las calles, que plantean lo mismo que estamos planteando, como el tema de la renacionalización de los recursos naturales, pero no lo decían por el miedo a revivir el período de la Unidad Popular y que esto se vuelva a tener que enfrentar a una nueva dictadura militar.

Nosotros no, no tenemos ese miedo en el gen, y además, somos jóvenes y los jóvenes somos la levadura, como dice la canción. De alguna forma somos la generación que perdió el miedo, que sabe de la represión pero sabe también cómo enfrentarla, que se cree con el poder suficiente para plantarse políticamente, que es algo que no se veía el año pasado o el año antepasado.

La gente decía que los jóvenes somos apolíticos, pero confundían el apoliticismo con el apartidismo, o con el manejo de ciertos partidos de la política. Y un fenómeno particular que se da actualmente es que hay una mayor cantidad de inscripciones en partidos o en colectivos. Esto demuestra un salto cualitativo en esta generación que pierde el miedo, y que quiere tomar estas armas en sus manos para ser constructor del futuro.

Como dirigente estudiantil, pero además como militante comunista, ¿cuáles consideras que son los desafíos de una izquierda anticapitalista renovada? Y, ¿qué autocrítica harías al respecto, y qué habría que replantearse como organización política?

Es cierto que se hacen muchas críticas a los partidos tradicionales, sin embargo ese cuestionamiento es muchas veces muy simplista, porque, por lo mismo, por lo tradicionalista, uno tendría que cuestionar nuestras propias instituciones representativas, como la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), que tiene más de cien años de historia y es una institución tradicional. Pero eso no significa que haya que eliminarla, destruirla, o plantear algo nuevo, sino que hay que mejorarlas internamente, porque son nuestras herramientas.

 El Partido Comunista efectivamente tiene que replantearse muchas cosas. Y seguramente, por los años de vida que tiene ha cometido errores, pero también ha sabido enfrentarse a los desafíos de la historia y volver a resurgir. No olvidemos que después de la dictadura direcciones políticas enteras fueron eliminadas.

Entonces, es un partido que tuvo que reconstituirse no solamente en la militancia, en lo orgánico, sino también en lo político. A pesar de eso, creo que ha sido el único partido, o herramienta de la izquierda, que ha tenido una proyección política clara: táctica, estratégica y de programa político. Y, nos guste o no, creo que ha sido un referente para la izquierda, para ella misma plantearse positiva o negativamente, y esa es la crítica que yo también hago a los otros sectores de la izquierda: la poca consolidación entre ellos mismos, o sea, las divisiones que se van produciendo en su seno.

En períodos cortos de la historia, desde algunos de estos sectores de la izquierda, ciertos procesos o luchas se han planteado muy en función del accionar del Partido Comunista, de lo que hace o no hace. Es decir, cualquier cosa que pase, si ellos son parte de un proceso, y algo sale mal, se dice que es culpa del Partido, porque obviamente se encuentra en una posición más de conducción que el resto.

Por otro lado, yo creo que el error del Partido, es no haberse volcado –más allá de los movimientos sociales, en esta política de viraje que ha tenido el Partido de acercarse a ellos– a dialogar de mejor forma con esos sectores que cuestionan, muchos con críticas destructivas, pero otros con críticas constructivas. Entonces, de lo que se trata es de encontrarse con estos espacios para realmente generar una alternativa.

 Además, si bien en el Partido se dice que a un sector de la Concertación hay que tensionarlo, se tiene claro que la tensión no debe ser de nosotros hacia allá, sino de ellos hacia acá. Que efectivamente construyamos un polo que permita un acercamiento de sectores de la Concertación, que atraiga a los sectores más simpatizantes de la postura antineoliberal, que ya se están evidenciando de alguna forma con este conflicto.

 Ese es uno de los desafíos que tiene que asumir el Partido Comunista, justamente en un momento donde la Concertación está siendo fuertemente cuestionada. Nosotros no queremos ser parte de eso, nunca lo hemos querido ser, y esto muchas veces se ha malentendido. Entonces, el desafío es cómo hacemos para construir una tercera alternativa, que no sea algo testimonial y la gente termine votando por el mal menor dentro de los dos bloques mayoritarios.

Por último, ¿qué opinión te merecen los recientes levantamientos populares en África y Europa, así como la actual coyuntura latinoamericana, una coyuntura que hasta hace muy poco tiempo, y en buena medida, parecía tan contrastante con respecto a la realidad neoliberal chilena?

Yo creo que en el concierto internacional uno siempre puede ver estos conflictos en su carácter sistémico, que plantea una crisis del capitalismo global. En todas las sociedades se están cuestionando los modelos imperantes y las formas tradicionales de hacer política, de tomar decisiones principalmente, cuyos abusos históricos ya son insostenibles. Sí, creo que hay diferencias, ya que todos los procesos tienen sus particularidades y en Chile, evidentemente, no se levanta un movimiento de inmediato planteando un problema estructural, un cuestionamiento directo al sistema en general. En Chile se partió de algo muy particular que luego fue extendiéndose, y eso creo que fue lo positivo, esa capacidad táctica estratégica de plantear los temas. Entonces, no se pierde el foco de la demanda educacional, pero el movimiento logra ampliarse y hacer entender a la gente que este problema particular corresponde a un problema estructural.

En Latinoamérica esto fue muy diferente, porque Chile es el país más neoliberal del mundo y la contradicción es mucho más grande. Sin contar a países, como por ejemplo Colombia, Puerto Yo creo que en el concierto internacional uno siempre puede ver estos conflictos en su carácter sistémico, que plantea una crisis del capitalismo global.

En todas las sociedades se están cuestionando los modelos imperantes y las formas tradicionales de hacer política, de tomar decisiones principalmente, cuyos abusos históricos ya son insostenibles. Sí, creo que hay diferencias, ya que todos los procesos tienen sus particularidades y en Chile, evidentemente, no se levanta un movimiento de inmediato planteando un problema estructural, un cuestionamiento directo al sistema en general. En Chile se partió de algo muy particular que luego fue extendiéndose, y eso creo que fue lo positivo, esa capacidad táctica estratégica de plantear los temas.

 Entonces, no se pierde el foco de la demanda educacional, pero el movimiento logra ampliarse y hacer entender a la gente que este problema particular corresponde a un problema estructural. En Latinoamérica esto fue muy diferente, porque Chile es el país más neoliberal del mundo y la contradicción es mucho más grande. Sin contar a países, como por ejemplo Colombia, Puerto Rico, etc., el resto de los países de Latinoamérica, sin ser revolucionarios, tienen gobiernos progresistas o socialdemócratas. Y en Chile nunca pasamos a esa etapa con los gobiernos de la Concertación, nunca tuvimos gobiernos socialdemócratas.

 En ese escenario, los movimientos estudiantiles, y en general los movimientos sociales, han podido tener un mejor diálogo con los gobiernos. Yo he estado por ejemplo en Brasil, y obviamente los movimientos tienen cuestionamientos a los distintos programas y a las políticas que han tenido tanto Lula anteriormente como ahora Dilma, pero uno se da cuenta que hay una mayor facilidad para el diálogo y la participación desde los movimientos sociales; en los últimos años hay una instancia de diálogo que antes no existía y que ha permitido avanzar al menos un poco en ciertas conquistas parciales.

En cambio en Chile eso no se evidencia, porque quedó un legado de la dictadura muy fuerte y que no se ha derrumbado. Tuvo que haber un proceso tan fuerte y tan masivo como éste que protagonizamos los estudiantes, para que se volviera a plantear la necesidad de democratización del país, que se había planteado con la vuelta de la democracia, pero que nunca se cumplió.

En nuestro país, recién después de casi treinta años, se ha podido volver a plantear –sobre todo por el impulso de la juventud que logró que se pierda el temor– que era lógico que, para volver a la democracia, teníamos que cambiar la Constitución que había sido implementada por la fuerza y que se discutió y redactó por cuatro personas de la junta militar, y además con ideas venidas desde afuera. Este fue un experimento que ya no resulta, y ha quedado en evidencia que es preciso desmantelarlo y construir algo nuevo. Entonces, creo que hay algo general que tiene que ver con el modelo neoliberal y con el capitalismo global, que está siendo profundamente cuestionado por nuestras sociedades, pero atendiendo en el análisis a las particularidades históricas que tiene cada país.

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/osal/20120417105250/OSAL31.pdf

Fuente imagen:http://camilavallejodiputada.cl/wp-content/uploads/2014/10/camilita.jpg

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Honduras: UNAH convoca a reunión al equipo legal del Movimiento Estudiantil

Hondura/ 18 de Julio de 2016/La Tribuna

Después de un análisis técnico-jurídico, las autoridades de laUniversidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH)convocarán en las próximas horas al equipo legal de los estudiantes que tienen procesos judiciales para buscarle una pronta salida al conflicto.

Lo anterior fue informado por el vicerrector de Asuntos Estudiantiles, Áyax Irías, quien indicó que hay voluntad de las partes para tener un encuentro entre hoy y mañana a fin de superar el impasse que les mantiene “empantanados”.

“Seguimos abogando para que los espacios de diálogo se mantengan abiertos y se vayan buscando nuevas alternativas desde la perspectiva jurídico-legal para darle salida al problema que nos tiene sin lograr los consensos”, afirmó Irías.

El funcionario apuntó que se ha estado trabajando en la parte legal. “Esperamos que se concrete una opción que satisfaga a las partes. Eso lo están trabajando los cuerpos legales y no queremos adelantar juicios al respecto porque todavía están en ese proceso”, confió.

Los acercamientos de prediálogo entre las partes fueron suspendidos el miércoles pasado, tras que los miembros del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) se levantaron de la mesa de negociación, porque consideraron que la propuesta presentada por la UNAH, era lesiva a sus derechos como estudiantes.

A criterio de los estudiantes, el escrito decía que el beneficio sería solo para algunos y no abarcaría a los 75 compañeros que se encuentran encausados por el Ministerio Público (MP), en Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, Copán y Choluteca por usurpación y daños a la institución.

El documento de la UNAH planteaba que se buscaba “extinguir” los procesos, mientras los estudiantes solicitan que se “desautoricen” las denuncias formuladas al MP.

VOLUNTAD DE CEDER

Otro de los puntos de discordancia es que el documento de las autoridades señala que los estudiantes se deben comprometer a no volver a tomarse los edificios y ellos consideran que el derecho a la protesta es constitucional y no pueden renunciar a ello.

El reencuentro entre las partes también contará con el acompañamiento de representantes de Derechos Humanos.

El reencuentro entre las partes también contará con el acompañamiento de representantes de Derechos Humanos.

Los representantes legales de los acusados son los apoderados de C-Libre, Edy Tábora y Mario Rojas; la defensora de Periodismo y Democracia, Kenia Oliva; la del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), Karol Cárdenas; de la Vía Campesina, Karola Alegría y de manera independiente el profesional del Derecho, Darwin González, así como el exfical del MP, Omar Menjívar.

Sin embargo, el panorama ha cambiado porque ambos sectores tienen voluntad de ceder para continuar en las deliberaciones. El vicerrector Irías consideró que “miramos buena disposición entre las partes y alguna alternativa se habrá de encontrar que posibilite instalar el diálogo para abrir nuevamente las clases”.

Agregó que “mañana (hoy) será un día clave y ojalá pronto estemos nuevamente ya dando la información al pueblo hondureño de que todo va por buen camino y a la brevedad posible se pueda volver a las clases”.

Así, consideró que hay buen ambiente, siempre y cuando ambas partes pongan empeño y reconozcan que están las opciones para coincidir en las rutas de salida al conflicto, “tomando en cuenta que eso nos conviene a todos y esperamos que lo más pronto posible estemos solucionando el conflicto”.

De momento, los edificios continúan tomados en Ciudad Universitaria, en Tegucigalpa y Universidad del Valle de Sula (UNAH-VS), a la espera de llegar a acuerdos que beneficien a ambos sectores, en tanto, el segundo periodo académico prácticamente está cancelado porque, según las autoridades, los tiempos se han agotado para recuperarlo.

Movimiento Estudiantil Universitario  escuchará la contrapropuesta

Héctor Estrada

Héctor Estrada

Los dirigentes del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), informaron ayer que están dispuestos escuchar la contrapropuesta que les pueden presentar las autoridades de laUniversidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en el posible reencuentro.

“Nosotros estamos esperando de ellos (autoridades) cuál podría ser la contrapropuesta a nuestras peticiones para que la analicemos con nuestro equipo de abogado”, apuntó el vocero de esa organización, Héctor Estrada, durante una asamblea.

Estada indicó que “estamos esperando las disposiciones de las autoridades universitarias, porque nosotros tenemos como punto álgido la despenalización de los 75 compañeros a nivel nacional y en eso nos mantenemos firmes”.

Además, exigen tres condiciones para llegar a un acuerdo que los conduzca a la mesa del diálogo: La instalación de la mesa mediadora, la desjudicialización de los compañeros procesados y llegar a un acuerdo sobre las Normas Académicas.

En la mesa mediadora los jóvenes han propuesto a la presidenta de la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), Mirian Miranda y el exrelator especial de la ONU sobre el Derecho a la Educación, Vernor Muñoz y el testigo de honor es el padre Manuel Moreno, mejor conocido como el “padre Melo”.

Los miembros del MEU mantienen, frente al “Muro de los Lamentos”, las sillas con los nombres de sus 75 compañeros procesados.

Los miembros del MEU mantienen, frente al “Muro de los Lamentos”, las sillas con los nombres de sus 75 compañeros procesados.

Fuente: http://www.latribuna.hn/2016/07/18/unah-convoca-reunion-al-equipo-legal-del-movimiento-estudiantil/

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