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Mujeres al volante y cohesión social

Sonia Sierra

En Arabia Saudí las mujeres no pueden conducir. No hay ninguna ley escrita que lo prohíba pero tradicionalmente la policía religiosa no lo ha permitido. Valientes activistas han convocado jornadas de reivindicación y se han grabado conduciendo, aun arriesgándose a ser detenidas, y han colgado fotos y vídeos en las redes sociales.

La cohesión social, ¡qué gran concepto! Lo mismo sirve para un roto que para un descosido

Las justificaciones de los fundamentalistas islámicos para mantener semejante anacronismo son realmente peregrinas y van desde supuestos estudios científicos que demuestran que conducir es malo para los ovarios -por lo que las mujeres conductoras tienen hijos con problemas clínicos- a que el hecho de que las mujeres conduzcan va en contra de la cohesión social.

La cohesión social, ¡qué gran concepto! Lo mismo se utiliza para justificar que las mujeres no conduzcan como para que en los institutos se siga celebrando el carnaval pese a que, año tras año, muchos alumnos decidan quedarse en casa, o para justificar la inmersión lingüística en Cataluña. Vamos, que lo mismo sirve para un roto que para un descosido, especialmente porque no suele aportase ningún tipo de prueba cuando se esgrime.

En el caso de la inmersión lingüística se trata, sin duda, de uno de los argumentos favoritos de sus defensores. En este caso, van todavía más allá al afirmar que es el único sistema que garantiza la cohesión social aunque, por supuesto, jamás ofrecen ningún tipo de explicación racional o empírica que sostenga dicha enunciación. En todo caso, como nadie quiere atentar contra semejante valor, en Cataluña este modelo educativo es innegociable y las personas que se atreven a demandar otro son rápidamente acusadas de crear discordia y de buscar un problema donde no existe por todos los intelectuales, periodistas y opinadores al servicio de los diferentes gobiernos de la Generalidad de Cataluña. Por supuesto, esta afirmación no se aguanta por ningún lado.

Los defensores de la inmersión jamás ofrecen ningún tipo de explicación racional o empírica que sostenga la afirmación de que es el único sistema que garantiza la cohesión social

De entrada, si un sistema como este, que no se utiliza en ninguna parte del mundo, fuera el único capaz de garantizar la cohesión social, en el resto de países con variedad lingüística -la inmensa mayoría-, reinaría la falta de cohesión. Finlandia, por poner un ejemplo de triunfo en las pruebas PISA, tiene la doble vía -una en finlandés y otra en sueco- y, además, se está implementando cada vez más el sistema de escuela europea, es decir, primera educación en lengua materna y ampliación progresiva a otra y otras lenguas. ¿En Finlandia hay menos cohesión social que en Cataluña? Cuesta de creer, la verdad. Por otra parte, no se conoce ningún estudio que relacione el tipo de lengua vehicular con la cohesión social en ningún otro lugar por lo que resulta curioso que este pilar fundamental de la inmersión lingüística no sea valorado más allá de los Pirineos.

Para continuar, los estudios aportados por la sociología de la educación suelen ir en la línea de que la cohesión social de una sociedad es la capacidad de una comunidad para gestionar su pluralidad a través de la negociación y el consenso, así como la igualdad de oportunidades para todos sus miembros y la equidad de sus resultados, algo que no sucede en Cataluña ya que, por mucho que se venda su sistema educativo como un modelo de éxito, lo cierto es que las cifras de fracaso y abandono escolar temprano son escalofriantes.

Como ya se ha comentado, no solo no hay ningún estudio que demuestre que la cohesión social sea mejor en Cataluña que en otros lugares o que esta haya mejorado gracias a la inmersión lingüística sino, más bien, todo lo contrario, ya que, según el sociólogo Mariano Fernández Enguita, los datos obtenidos van en la línea contraria.

¿En Finlandia -donde tienen una doble vía escolar, en finlandés y en sueco- hay menos cohesión social que en Cataluña?

Según este autor, entre 1973 y 2007, el índice de Gini, que mide la desigualdad en ingresos de una sociedad (0 y 1 serían la igualdad y la desigualdad absolutas, respectivamente) se mantuvo en Cataluña en 0,29, mientras que en el conjunto de España se redujo de 0,36 a 0,31. Además, en el ámbito escolar, en Cataluña, los resultados académicos del alumno dependen del nivel socioeconómico de la familia algo más que en el conjunto de España. Según PISA 2012, tal dependencia también es ligeramente mayor en Cataluña que en toda España (3,5 frente a 3,4 puntos PISA por cada punto de ESCS; digamos de estatus), y bastante mayor que en las otras tres CCAA bilingües de las que hay datos -Baleares (3,4), País Vasco (2,8) y Galicia (2,7)- en las que no existe el modelo único de inmersión obligatoria sostenido a lo largo del tiempo como aquí.

De la misma manera que resulta difícil de sostener que la cohesión social de Arabia Saudí es mejor que la del resto del mundo porque allí las mujeres no conducen o que la cohesión social de los institutos en los que se celebra el carnaval es superior a aquellos en que se hace clase normal, no parece que haya ningún argumento real que demuestre que la cohesión social en Cataluña es superior a la del resto del mundo gracias a la inmersión lingüística. Quizá sería mucho mejor que el poder dejara de poner tantos esfuerzos en «cohesionar» y se trabajara más por una sociedad en la que se respeten los derechos y libertades de sus ciudadanos.

Fuente del articulo: http://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/mujeres-al-volante-y-cohesion-social_14963_102.html

Fuente de la imagen: http://images.teinteresa.es/mundo/impulsora-movimiento-Arabia-Saudi-prohibida_TINVID20141026_0003_3.j

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España: Las ingenierías quieren más mujeres en sus escuelas

Europa/España/29 Octubre 2016/Autora: Marya G. Nieto/Fuente: El país

Un proyecto de la Real Academia de Ingeniería persigue fomentar estas vocaciones entre las jóvenes estudiantes desde pequeñas y acercarlas a las carreras técnicas y científicas

La Real Academia de Ingeniería (RAI) presentó ayer en Madrid el proyecto Mujer e Ingeniería para fomentar las vocaciones entre las jóvenes estudiantes y acercarlas a las carreras técnicas y científicas. La seña de identidad del proyecto es servir de paraguas al desarrollo de todo tipo de actividades y talleres para demostrar a las niñas que ellas también son capaces de convertirse en ingenieras y así acabar con la brecha de género que existe en las aulas de las carreras técnicas. En el proyecto participan instituciones públicas, empresas privadas y asociaciones. Las primeras actividades se desarrollarán en la Comunidad de Madrid, pero la intención es que el proyecto se expanda a todas las comunidades autónomas teniendo en cuenta el carácter nacional de la RAI.

“Hay más mujeres en el sistema universitario que hombres, sin embargo, cuando hacemos el zoom en las ingenierías, las chicas solo representan el 25% del alumnado”, explica Sara Gómez, doctora en ingeniería y directora del proyecto. El objetivo de la iniciativa es revertir esta tendencia. “Se trata de acercar el mundo de la ciencia y la tecnología a las niñas en edades tempranas, no cuando ya han accedido a la Universidad”, ha señalado Gómez. Para conseguirlo, el equipo está trabajando en el desarrollo de un amplio programa de actividades que se realizará en colegios, institutos y universidades. “Por eso necesitamos la colaboración de las administraciones tanto locales como nacionales, para poder llegar a todos los alumnos”, explica la directora. Gómez reclama que las instituciones se impliquen en la tarea de explicarle a las niñas que las ciencias, las tecnologías y las ingenierías son una opción para ellas.

Las actividades comenzarán con una experiencia piloto en noviembre con unas jornadas de mentoring en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad Carlos III. El evento consistirá en juntar a las alumnas de primer año de carrera con las del último. “Queremos que las más veteranas hagan de mentoras de las más jóvenes para que su entrada a la universidad sea más fácil”, explica Gómez.

Estas jornadas inaugurarán una agenda que cuenta con talleres del tipo Cuéntame en qué trabajas, charlas como Las mates molan o la creación y difusión de vídeos dirigidos a públicos de distintas edades a partir de siete años. “Queremos realizar acciones concretas, jugar a ser ingenieros, explicar a las niñas lo que somos y lo que hacemos, y queremos hacerlo donde están los niños, en los colegios”, explica Gómez.

En las escuelas de ingenierías no solo faltan niñas. Cada vez hay menos alumnos que se deciden por las carreras técnicas

La directora confía en el éxito del proyecto porque cuenta con una experiencia similar previa. Gómez ha sido vicerrectora de la UPM y una de sus responsabilidades era fomentar las vocaciones tecnológicas en general, sin distinción de género. “Una de las cosas que más nos funcionó de las acciones concretas fue ir a los colegios con lo que yo llamaba las brigadas de ingenieros e ingenieras, que eran nuestros alumnos, para realizar actividades interactivas con los niños”, cuenta Gómez. Algunas de esas actividades consistían en desarrollar una aplicación, aprender a hacer mantequilla o enseñarles a preparar una muestra para analizarla. “Y todo eso lo hacían divirtiéndose. Eso es lo que queremos hacer ahora. Que las niñas vean todas las posibilidades que les ofrecen las ingenierías”, añade Gómez.

Pero en las escuelas de ingenierías no solo faltan chicas. Cada vez hay menos alumnos que se deciden por las carreras técnicas. Elías Fereres, presidente de la RAI, ha explicado en la presentación del proyecto que estos estudios ya no son tan atractivos hoy en día. ”Primero, porque la profesión ha perdido el prestigio de épocas pasadas y, en el caso de las mujeres, porque falta tradición y motivación”, ha explicado Fereres, quien ha señalado que el problema al que se enfrentan es que los alumnos aprenden oyendo. “Y las ingenierías hay que aprenderlas haciendo. Y haciendo además cosas interesantes. Cuando el modelo educativo evolucione, las ingenierías volverán a ser atractivas”, ha asegurado Fereres. “Y la ingeniería necesita mujeres porque cuanto más diversas son las aportaciones, más valor tienen”, ha señalado el presidente de la RAI.

En el proyecto de la RAI participan el Instituto de la Mujer, la Comunidad de Madrid, Indra, HP, Telefónica, la Fundación Universidad Empresa, la Fundación Caja Ingenieros, la Fundación Pro Rebus Academiae, la Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras (EJECON), la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad Carlos III de Madrid, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; el Ministerio de Sanidad, el Institute of Electrical and Electronics Engineers, la Fundación Pro Rebus Academiae, Big Van Científicos sobre Ruedas, y el Fondo Social Europeo. En el acto de presentación han participado representantes de algunas de estas entidades colaboradoras.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/10/27/ciencia/1477584160_042428.html

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Día internacional de las mujeres rurales

15 Octubre 2016/Internacional de la Educación 

El 15 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales, la Internacional de la Educación para América Latina reconoce este día y apoya el empoderamiento y refuerzo estructural a esta población de mujeres.  Está demostrado que estas mujeres son clave en aspectos de producción agrícola, cuidados y seguridad alimentaria entre otras áreas clave para las comunidades y familias en zonas rurales.

Ante esto, la Internacional de la Educación para América Latina considera que se requieren políticas públicas claves y voluntad política para implementarlas con el fin de apoyar y proteger a las mujeres de esas zonas. Es vital proyectar y enfatizar la labor y el impacto social, económico, político y cultural que nuestras mujeres, sin olvidar a nuestras mujeres indígenas, representan para cada uno de nuestros países y para América Latina en general.

Esto es particularmente importante, como señala la ONU “En la actualidad, las personas que se dedican a la agricultura, la pesca y el pastoreo se encuentran en una situación límite en relación con la inseguridad alimentaria, ya que las temperaturas aumentan, los patrones climáticos son cada vez menos predecibles y los desastres climáticos son cada vez más frecuentes. Como agentes clave en los sistemas alimentarios, como pequeñas agricultoras y personas a cargo de garantizar la alimentación adecuada para las familias, las mujeres rurales se encuentran en el centro de este desafío”.

Fuente: http://www.ei-ie-al.org/index.php/1365-dia-internacional-de-las-mujeres-rurales

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El poder de las adolescentes

Por: Ngozi Okonjo-Iweala

Cuando uno piensa sobre las mujeres adolescentes, podría imaginarse estereotipos comunes, desde la chica mala hasta la estudiante de secundaria hosca encerrada en su dormitorio. La realidad es que las adolescentes no sólo son algunas de las personas más marginadas del mundo, sino que también tienen un potencial prácticamente inigualable cuando se trata de ayudar a construir un futuro mejor para todos.

Como están las cosas actualmente, a las adolescentes se les niega, de manera sistemática, tener control sobres sus destinos. Hoy en día, más de 32 millones de las adolescentes más pobres del mundo no asisten a centros educativos. Cada día, 39.000 niñas menores de 18 años se convierten en esposas. Para un gran número de niñas y adolescentes en todo el mundo, los derechos reproductivos son solamente un sueño imposible de alcanzar.

Esta situación es moralmente condenable, socialmente contraproducente y económicamente estúpida. Al abordarla, no sólo podríamos proteger a millones de niños; también podríamos afrontar algunos de los mayores retos que enfrenta hoy en día el mundo.

Considere el desafío planteado por el rápido crecimiento demográfico. Aunque el tamaño de la población parece estar nivelándose en la mayor parte del mundo, continúa aumentando rápidamente en algunas regiones, particularmente en aquellas donde las niñas enfrentan las barreras más altas. En África, se espera que la población crezca al doble hasta el año 2050 y se cuadruplique en el 2100.

Si a las adolescentes se les diera el conocimiento, habilidades y herramientas para evitar los embarazos no deseados y tomar el control de su propio futuro, las tasas de fecundidad se reducirían sustancialmente. Estas mujeres jóvenes instruidas y empoderadas podrían convertirse en agentes para el logro de un cambio positivo dentro de sus comunidades.

Proteger a las niñas y mujeres jóvenes del mundo es una tarea difícil. Sin embargo, los países se han comprometido, mediante la suscripción de los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a cumplir dicha tarea en el año 2030, poniendo fin a los matrimonios infantiles y garantizando que todas las niñas asistan a la escuela. Pero, si los países quienes lograr la  protección y el empoderamiento de las niñas, deben también hacer suya la promesa de una iniciativa clave: ampliar el acceso a la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), virus que es causante de la mayoría de los casos de cáncer cervical.

La vacuna contra el VPH, un avance científico relativamente nuevo, es más eficaz cuando se la aplica a niñas de nueve a 13 años, quienes aún no han sido expuestas a dicho virus, lo que significa que nunca han tenido relaciones sexuales. Este requisito de edad diferencia a la vacuna contra el VPH de la mayoría de las otras vacunas infantiles que se administran principalmente a bebés.

A primera vista, esto puede parecer una desventaja, ya que la vacuna contra el VPH no se puede simplemente incorporar dentro de otras iniciativas de vacunación. Sin embargo, en la práctica, el requisito de edad proporciona una importante oportunidad para ofrecer a las adolescentes otros servicios de salud de vital importancia, como lla educación reproductiva, higiene menstrual, desparasitación, controles nutricionales, inyecciones de vitaminas y revisiones médicas generales.

Es alentador que los gobiernos de países en desarrollo soliciten, cada vez con más frecuencia, la vacuna contra el VPH. Esto tiene sentido: de las 266.000 mujeres que mueren por cáncer de cuello uterino cada año –un promedio de una mujer cada dos minutos– el 85% se encuentran en países en desarrollo. Si no se controla, se espera que la cantidad aumente a 416.000 hasta el año 2035, superando la cifra de mortalidad materna. Para muchos de estos países, la vacuna contra el VPH no es sólo una solución eficaz, que evita 1.500 muertes por cada 100.000 mujeres vacunadas; a menudo es la única solución, ya que los países más pobres carecen de la capacidad para ofrecer detección o tratamiento del cáncer de cuello uterino. Esta es una razón por la que expertos en cáncer, funcionarios públicos, líderes del sector privado y representantes de la sociedad civil se reunieron hace unas semanas en Addis Abeba en la Décima Conferencia para Detener el Cáncer Cervicouterino, de Mama y de Próstata en África

Hay más buenas noticias: ya se han sentado las bases de una iniciativa de vacunación contra el VPH. En el año 2013, mucho antes de que se acordaran los Objetivos de Desarrollo,Gavi (Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización), en la cual desempeño el cargo de presidenta de la junta directiva, tomó medidas para hacer que las vacunas contra el VPH estén disponibles y sean asequibles en los países pobres. Desde entonces, hemos sido testigos de la incorporación de la vacuna en 23 países a través de proyectos piloto de demostración, y cinco países están listos para ser los próximos en incorporarla.

Sin embargo, existen retos importantes en el horizonte. Si bien se ha comprobado que las celebración de las sesiones de vacunación en las escuelas es exitosa, es a su vez un método inadecuado para llegar a un gran número de niñas en países que tienen bajas tasas de asistencia escolar, especialmente en las zonas urbanas. A menos que encontremos una manera de llegar a los grupos más vulnerables, ni la voluntad política o financiación serán suficientes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo en cuanto a la protección de las mujeres y niñas.

Si se considera que sólo dos países apoyados por la Alianza Gavi, ambos con tasas relativamente altas de niñas inscritas en centros escolares, han introducido hasta ahora la vacuna a nivel nacional, no está del todo claro lo difícil que será superar este reto. A medida que nos alejamos de los proyectos de demostración y nos adentramos en un sistema más eficiente y rentable de introducciones en fases y a escalas cada vez mayores, deberíamos tener una idea más clara sobre qué se puede esperar que ocurra.

Tenemos algunas ideas para llegar a las niñas que no están en la escuela, como llegar a ellas en los centros de salud comunitarios. Tal y como están las cosas, las mujeres suelen ir a un centro comunitario de salud cuando están embarazadas, o a vacunar a sus bebés. Pero, si se involucra a líderes de la comunidad y a padres para crear conciencia sobre la prevención del cáncer cervical y otras preocupaciones de salud, encontraremos que es posible generar demanda y lograr buenos niveles de participación en estos centros.

Garantizar que todas las niñas tengan acceso a vacuna contra el VPH podría mejorar innumerables vidas, no sólo por reducir las tasas de cáncer de cuello uterino, sino porque permite la provisión de numerosos otros servicios de importancia crítica. Es una oportunidad que debe estar en la mente de todos, expertos en cáncer, funcionarios gubernamentales, y representantes del sector privado y de la sociedad civil. Y es un mandato a cumplir para los 193 gobiernos que han suscrito los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No debemos defraudar a nuestras niñas.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/08/17/planeta_futuro/1471446228_828758.html

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