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Entrevista a Nadia Fink: “A los niños se les enseña el ego y las niñas se les enseña la culpa”

Por: Meritxell Freixas Martorell

«El feminismo es replantearte cómo te educaron, cómo miras y cómo te relacionas», dice Nadia Fink. Para ello, junto a otras, comenzó la colección «Antiprincesas», una serie de libros infantiles sobre algunas mujeres relevantes de Latinoamérica que desde hace poco han llegado a España de manos de Akal. Frida Khalo, Violeta Parra, Juana Azurduy o Evita son algunas de las mujeres sobre las que ya han escrito. Otros referentes para otra educación.

Una niña se encuentra una perra por la calle y la bautiza como Frida “porque es niña y tiene bigote”; acaba de leer la historia de Frida Kahlo. Otra, hija de madre soltera, que dice: “Mamá, Violeta también se quedó sola con sus niños”, porque acaba de conocer la historia de la cantante chilena Violeta Parra. Son los efectos que produce en las niñas Antiprincesas, la colección que muestra las luchas de mujeres latinoamericanas y rompe con los estereotipos de género de las mujeres. Una de sus creadoras es Nadia Fink, periodista y escritora argentina, que se ha atrevido a hablar a las más pequeñas sobre la vida de otras mujeres, desde el feminismo, la perspectiva de género y en su propio lenguaje. La pintora mexicana Frida Kahlo, la artista chilena Violeta Parra o la coronela boliviana Juana Azurduy, son algunas de las protagonistas de estas historias que ponen de relieve las obras y logros de todas ellas, y dejan atrás su vida romántica o sentimental.

El proyecto es una apuesta de la editorial infantil Chirimbote y se complementa con la colección Antihéroes, pensada para deconstruir la idea clásica del superhéroe fuerte y valiente que todos los niños quieren imitar. La colección se dirige a niños y niñas de entre 6 y 12 años, pero también se está utilizando en párvulos e, incluso, para adolescentes que quieren aprender las biografías de estos personajes.

Desde hace dos meses, los cuentos están disponibles en España de la mano de la editorial Akal, de Madrid. Una propuesta para hacer llegar a los niños y niñas del otro lado del Atlántico los referentes latinoamericanos desde otra mirada, “más allá de la idea de la Pocahontas”, como dice Fink.

“Antiprincesas” nace en 2015, un momento en el que el feminismo en Argentina ya tenía mucha fuerza. ¿Cómo influyó en el impulso del proyecto?

Empezamos en enero de 2015 con Frida, que fue el primero y fue un poco previo al estallido en Argentina de #NiUnaMenos, que llegó poco después y sacó a mucha gente en la calle. Queríamos mostrar historias de mujeres contadas para niñas, que era una parte que no estaba considerada para las infancias. Empezábamos a hablar desde el periodismo y las editoriales para gente adolescente y adulta, pero dejábamos las infancias para las grandes industrias. Cuando sale “Violeta Parra” en junio de ese año fue justo cuando aparece #NiUnaMenos”, y ahí se termina de dar un impulso grande a la colección Antiprincesas.

¿Cuáles son los criterios para elegir a las mujeres protagonistas de la colección?

Pensamos que fueran latinoamericanas, ya que los cuentos que leen las niñas vienen de contextos europeos y es bueno contarles su contexto latinoamericano, sus paisajes, sus colores, sus cuerpos, sus herencias y orígenes. Otra es que fueran mujeres comunes que hicieron cosas importantes. A veces nos preguntan: «¿Son feministas o no son feministas?». Bueno la mayoría de nuestras mujeres no se decían feministas, pero hicieron mucho y aportaron por el feminismo popular que estamos viviendo ahora. También pensamos en que rotaran por todas las disciplinas: hay escritoras, cantantes, luchadoras, trabas [travestis], [activistas como] las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo… La idea era que se vieran todas las posibilidades que tenemos las mujeres.

  

Pensando en el eje de la política tradicional, ¿la selección responde a un perfil político determinado?

Desde el foco de política tradicional, podría verse que hay una mirada determinada de parte nuestra, pero para nosotros la política atraviesa lo cotidiano y nos cuesta pensarlo tan limitadamente. Si lo vemos así, es más de izquierdas. Pero, por ejemplo, partimos con Frida Kahlo, que hoy es un personaje de moda y que muchas veces está vacío de contenido. Ella es la pintora lisiada que vemos en todas las carteras y almohadas y decidimos partir del estereotipo que se genera de ella para desandar la vida de otras maneras.

¿Qué tipo de estereotipos derriban los relatos que escriben?

Básicamente, los estereotipos de género, cómo las mujeres fueron contadas en los cuentos clásicos para las infancias. Mujeres que siempre estuvieron a la espera de que las rescatasen, que vivieron siempre para su imagen, cuidando su cuerpo y vestimenta, que tuvieron que seguir una tradición familiar, que siguieron un legado que no tuvo que ver con la elección o el deseo; se peleaban entre ellas y eran muy competitivas. Queríamos desandar estos estereotipos y en vez de decir que eso estaba mal, optamos por mostrar otras mujeres haciendo otro tipo de cosas. Nos pareció una manera propositiva de enseñar a las niñas espejos más reales en los que reflejarse. En cualquier cumpleaños infantil a las niñas las disfrazan de princesas y a los niños de superhéroes, y eso genera un contexto y una forma de tener que ser que es siempre inalcanzable.

Habla de “ni princesas Disney ni Barbie”, precisamente dos hitos infantiles para muchas generaciones.

Por un lado hay el tema de la belleza focalizada sólo en lo físico, una belleza que, además, es inalcanzable. Una Barbie representa una modelo y unos estándares imposibles que tienen que ver con dedicarte todo el día al cuerpo, operarte, enfermarte o, incluso, mentir, porque después vemos que cuando sacan una foto a una modelo sin Photoshop y tiene celulitis se le viene el mundo abajo. Me llama la atención cómo se sexualiza a las niñas vestidas como princesas de Disney. Una niña de ocho años no tiene formas –es regordeta o es plana–, pero no puede caber en un vestido de princesa que, además, es un dibujito animado y que tiene dimensiones irreales. Esas cinturas que no pueden existir; o el pelo necesariamente liso, porque rizado es como si fuera la antibelleza. Tiene que ver con poder ser a partir de lo imperfectas que somos y quererse como una es. A los niños se les enseña el ego y las niñas se les enseña la culpa. Ojalá que esto aporte y ayude para que las niñas crezcan con más cariño para sí mismas.

Tu fuiste educadora infantil. ¿Cómo se puede trasladar toda esta pedagogía con enfoque de género a las aulas infantiles?

Según las edades, hay diferentes estrategias. En las escuelas aún hay muchos modelos que desarmar. Hay cosas muy establecidas: desde las listas y las filas separadas por niños y niñas, que ya de por sí es una separación molesta, sobre todo si hablamos de personas trans; hasta los colores, los tipos de juegos y los juguetes o los espacios que ocupan en los patios, etc. Son cosas estructurales que hay que empezar a ver. Después habrá que ir desarmando lo más chiquito, como los problemas de matemáticas, que todavía hablan de que la mamá va a comprar verduras y el papá es arquitecto. Tenemos que desarmarlo con mucha minuciosidad y poniendo la mirada hacia el interior de cada docente porque todas estamos atravesadas por los machismos y por nuestras crianzas. Se trata de mirar profundamente cuánto nos pudo haber dañado ese tipo de estructura y hacer que las infancias de hoy lo vivan con más naturalidad para ser lo que cada quien quiera ser.

Ahora que estamos en época navideña, hay varias campañas y movimientos que han levantado el mensaje de los juguetes no sexistas. ¿Se ha avanzado algo en esa idea de mirar a las infancias sin tratar de imponer un rol de género desde pequeños?

Eso es un tema que se naturalizó por mucho tiempo y desde el feminismo se empezó a cambiar la mirada y el punto de vista. El feminismo es eso: replantearte cómo te educaron, cómo miras y cómo te relacionas. Al no haber observado nunca las infancias desde posiciones más progresistas, no nos dábamos cuenta y naturalizábamos que regalar una escobita estaba bien. Sí creo que ha empeorado el tema del rosa asociado a las niñas. Hasta las cocinitas son rosas. Más allá de eso, me parece que en el momento actual vamos a por todas: se cuestionan los juguetes, las películas, los libros… Hay una corrida de este adultocentrismo que mandó durante tanto tiempo y que está sacudiéndose porque somos generaciones que criamos con más libertades, familias criadas en democracias que, necesariamente, generaron infancias más libres y más cuestionadoras.

Muchos hombres también han empezado a mirarse y a tratar de entender de qué va todo esto. Se sienten interpelados y algunos incluso ponen en cuestión determinados modelos de masculinidad.

En nuestra colección Antihéroes pensamos cómo estos estereotipos también afectan a los niños porque les piden que sean fuertes, que se preparen para ser proveedores de su hogar, cubrir las expectativas, etc. Estos circuitos perjudican a niños y niñas. Nos parecía importante plantear que en la historia de Latinoamérica hubo hombres que no eran superhéroes, que sus superpoderes pasaban por cosas más cotidianas y que, además, enfrentaron miedos, porque ser valiente no es no tener miedo, sino enfrentarlo. Hablamos de Cortázar, del Che Guevara, de Galeano…

 

¿Qué opina del fenómeno de Las Tesis, que desde Chile se ha expandido a nivel mundial?

Ha sido increíble, es algo muy creativo, y esa creatividad en el feminismo se está imponiendo y es lo novedoso. Romper con un ritmo tan sencillo y tan simple, explicar el patriarcado con cuatro palabras cantadas, relacionando el Estado y el capitalismo. Me parece maravilloso y, más allá de la repercusión mundial, también la que ha tenido en lugares más pequeños que han buscado cómo hacerlo y han querido participar. Todo lo que se haga para interpelar a la mayor parte de gente posible me parece genial. El feminismo entiende que las cosas hay que decirlas de todas las maneras posibles, y en eso tienen mucho que ver los feminismos populares, que no se quedan en los recintos académicos, sino que salen a interpelar a todas las personas. A veces el feminismo puede ser una palabra muy fuerte para alguien o, incluso, una palabra con connotaciones negativas, pero cuando profundizan se dan cuenta de que es una manera de salvarte la vida.

Muchas mujeres hablaban de un ejercicio reparador para ellas, lo que está directamente asociado a las violencias de todo tipo que enfrentan en su cotidianidad.

Es una reparación colectiva, que es lo que ocurre con las cosas masivas. Hay personas que para mejorar un mal día van al fútbol y gritan con mucha gente, o a un concierto. Son ese tipo de cosas colectivas que también tienen algo de exorcismo, de brujería. Pararse, poner el cuerpo, acusar y señalar colectivamente es algo a lo que el feminismo va dando cada vez mejor forma.

¿Cómo el feminismo y las nuevas generaciones tendrán que enfrentar el desafío de la ultraderecha?

Si tuviera la fórmula, me hubiera presentado como candidata [se ríe]. Creo que estamos haciendo un aporte desde cada lugar que podemos para que se empoderen las infancias y se sostengan. Estas ultraderechas tiene unos rasgos muy terribles. Más allá de ser conservadoras, son poco profundas y están atravesadas por el fundamentalismo. No digo que las ultraderechas anteriores hayan sido mejores, pero tenían una base que se podían sostener desde lugares ideológicos, filosóficos o teóricos. Ahora hay un rejunte de oportunistas, con pocos estudios y muchas oportunidades, sumado al Evangelismo que creció. Esto es un error de las izquierdas y de muchas militancias sociales, que no vieron venir lo que hacía el Evangelismo en los sectores más empobrecidos; y los grandes negocios que hay detrás de todo esto: desde la explotación de cuerpos y territorios hasta el narcotráfico. Es un combo muy difícil. Pero están creciendo una gran cantidad de infancias bien distintas y bien cuestionadoras. Por eso es tan importante el feminismo popular, el que atraviesa todos los sectores, no sólo a un sector universitario que lo puede pensar desde una teoría. En el feminismo popular cada quien se encuentra feminista dentro de su propio campo de acción.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/23/a-los-ninos-se-les-ensena-el-ego-y-las-ninas-se-les-ensena-la-culpa/

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España: Inteligencia artificial para detectar noticias falsas y mensajes de odio en redes sociales

Europa/España/25-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.agenciasinc.es 

Por: SINC

Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han desarrollado un sistema de inteligencia artificial que permite detectar fake news y mensajes de odio, tanto explícitos como implícitos, en los medios sociales. El prototipo ya se ha utilizado para localizar ataques en las redes a mujeres e inmigrantes.

Un nuevo sistema de inteligencia artificial desarrollado por científicos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) es capaz de identificar noticias falsas y mensajes de odio explícitos e implícitos en las redes sociales.

En fase de prototipo, el sistema ha sido utilizado ya para localizar este tipo de ataques a mujeres e inmigrantes, además de fake news, aplicando para ello técnicas de deep leerning (aprendizaje profundo).

Se identifican noticias falsas a partir de un análisis automático tanto del lenguaje utilizado como de las emociones que subyacen a ese texto

Es el primer resultado de MISMIS-FAKEnHATE, un proyecto liderado por el centro Pattern Recognition and Human Language Technology (PRHLT) de la UPV, y financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. En él participan también expertos de la UNED y la Universidad de Barcelona y colabora la Policía Local de Valencia como entidad promotora observadora.

Tal y como explica Paolo Rosso, del PRHLT, hoy en día en muchos casos la ciudadanía acaba recibiendo en los medios sociales de comunicación sólo la información que concuerda con sus creencias y puntos de vista, con el riesgo de un aislamiento intelectual -burbuja de información. Un efecto perverso es que cuando la información corrobora nuestras creencias, tendemos a compartirla sin comprobar su veracidad, lo que facilita la propagación de desinformación, las llamadas fake news”, apunta Rosso.

Además, el relativo anonimato de los medios sociales favorece la propagación de lenguaje agresivo, de mensajes de odio, y exclusión, que fomentan la separación en comunidades cada vez más polarizadas en sus opiniones. “Se tiende a una escasa argumentación en los contenidos que a menudo se limitan a unos pocos insultos”, añade Anastasia Giachanou, investigadora también del PRHLT.

Cómo identificar fake news

Partiendo de este análisis, el prototipo permite, en primer lugar, identificar noticias falsas a partir de un análisis automático tanto del lenguaje utilizado, como de las emociones que subyacen a ese texto. Para ello, es capaz de discernir emociones básicas como el miedo, la ira o la sorpresa, entre otros. Por el momento lo hace tanto en información escrita, si bien están empezando a trabajar también con imágenes.

Se extrajeron patrones lingüísticos de odio de conjuntos de datos y luego se monitoriza sistemáticamente si se emplean en nuevas conversaciones on line

“Nos proponemos identificar la desinformación desde una perspectiva multimodal, combinando la información textual con la visual a través de técnicas basadas en deep learning. Además, se llevará a cabo un análisis multilingüe cuándo la información sea en lenguajes diferentes”, apunta Giachanou, quien desarrolla su investigación en el PRHLT gracias a una beca de la Fundación Nacional para la Ciencia de Suiza (SNSF por sus siglas en inglés). Además, el sistema ayudará a perfilar si el autor de una noticia falsa es un bot (robot) o una persona.

Por otro lado, detecta también lenguaje agresivo y mensajes de odio en los medios sociales de comunicación. Para monitorizarlos, el equipo propone un enfoque terminológico, extrayendo términos y patrones lingüísticos de odio a partir de conjuntos de datos analizados anteriormente y monitorizar sistemáticamente si se emplean en nuevas conversaciones online.

Como próximos retos, los investigadores trabajan en la clasificación de patrones y rasgos de la personalidad que se esconden detrás de los haters de las redes sociales.

Referencia bibliográfica: 

Anastasia Giachanou, Paolo Rosso, Fabio Crestani. Leveraging Emotional Signals for Credibility Detection. SIGIR’19 Proceedings of the 42nd International ACM SIGIR Conference on Research and Development in Information Retrieval.doi 10.1145/3331184.3331285

Los socios del proyecto celebraron la semana pasada un encuentro en el que presentaron los resultados del primer año de trabajo. Además, José Luís Diego, de la Policía Local de Valencia expuso son los retos de este cuerpo de seguridad para la detección de mensajes de odio y de exclusión en las redes sociales. Por parte del PRHLT-UPV participan también Francisco Casacuberta y José Miguel Benedí.

Fuente e Imagen: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Inteligencia-artificial-para-detectar-noticias-falsas-y-mensajes-de-odio-en-redes-sociales

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Libro(PDF): «Mercedes Olivera: Feminismo popular y revolución. Entre la militancia y la antropología»

Reseña: CLACSO

La vida y la obra de Mercedes Olivera están definidas por su carácter revolucionario, por un pensamiento y un quehacer incesante en el cuestionamiento de las relaciones de poder, sobre todo de género, institucionalizadas, normalizadas y naturalizadas. Una de las grandes intelectuales públicas de Nuestra América, destaca por su trayectoria congruente y abrazadora, siempre luchando por introducir un futuro otro, por mover el horizonte intelectual y político hacia un umbral situado en la distancia más desafiante para conseguir que las cosas no queden en el opresivo presente y se acerquen al mejor mundo posible.
Los trabajos reunidos en esta antología, en una apuesta por Centroamérica, en sus propuestas investigativas colaborativas y de defensa participativa de las mujeres que viven violencia, son el testimonio de los caminos críticos y reflexivos de una intelectual-política cuyas búsquedas como antropóloga y activista feminista han tenido entre sus objetivos producir conocimientos, explicar y cambiar la realidad. Los principales ejes de su quehacer y su pensamiento han sido las revoluciones latinoamericanas, la recuperación de los saberes indígenas y de las lenguas mayas, la defensa de la propiedad colectiva, los alegatos a favor del derecho a la tierra para las mujeres y al territorio, la exposición de las causas estructurales de la violencia de género y, en general, la reivindicación del derecho, la libertad, la justicia y el sentido humano.

Autores (as): Mercedes Olivera. Montserrat Bosch Heras . [Editoras]

Marisa G. Ruiz Trejo. María del Carmen García Aguilar. Luis Antonio Sánchez Trujillo. Gloria Guadalupe Flores Ruíz. Concepción Suárez Aguilar. Mauricio Arellano Nucamendi. Alma Padilla García. [Autores y Autoras de Artículo]

Editorial/Editor: CLACSO.

Año de publicación: 2019

País (es): Argentina

Idioma: Español

ISBN: 978-987-722-549-5

Descarga: Mercedes Olivera: Feminismo popular y revolución. Entre la militancia y la antropología

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1806&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1357

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Feministas turcas van a prisión por cantar ‘Un violador en tu camino’

Asia/Turquía/ 15-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.ruletarusa.mx

El himno feminista chileno ‘Un violador en tu camino’ ha sacudido al mundo. Y sus efectos también.

Siete feministas turcas que protagonizaron una coreografía con la canción ‘Un violador en tu camino’ durante una manifestación en Estambul, fueron llevadas a prisión por el gobierno turco. Las acusan de “ofensas al Estado”. El caso ha provocado nuevas protestas.

‘Un violador en tu cambio’ es una canción-coreografía que creó un colectivo de chileno de feministas, denominado Las Tesis, y que se ha ‘viralizado’ en el mundo, desde países tan dispares como Perú o la India, como emblema contra la violencia machista

La manifestación de al menos 300 mujeres turcas que se congregaron este domingo en el barrio de Kadiköy, la parte asiática de Estambul, , fue dispersada con una carga policiaca, según reporta la DW.

Durante la protesta siete de las mujeres que realizaban la coreografía fueron detenidas y están acusadas por el gobierno de Tayyip Erdogan de ‘violentar’ la ley de manifestaciones y por “insultos al Presidente”, según ha denunciado a medios internacionales Atuba Torual, abogada de las mujeres detenidas y encarceladas.

En Turquía la ofensa pública a la nación, el gobierno, el parlamento y los cuerpos judiciales se castiga de seis meses a dos años de prisión.

  • Foto: Reuters

Fuente e Imagen: https://www.ruletarusa.mx/gto/feministas-turcas-van-a-prision-por-cantar-un-violador-en-tu-camino/

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Campaña tras campaña

Por: Elena Simón

Un año más la Navidad nos trae una campaña cargada de sexismo, cuando no de machismo, en sus propuestas para niñas, niños y jóvenes. Muy chocante en un momento como el actual, en el siglo XXI, de plena lucha de las mujeres por la igualdad.

Nos referimos, claro está por las fechas de diciembre, a la campaña del juguete y del regalo de Navidad.

Y, estamos ya algo impacientes. Porque son repetitivas y ni siquiera reflejan los cambios visibles que se han operado en la sociedad española en los años que llevamos de siglo XXI. Ya sabemos que desde el feminismo hay que tener paciencia, pero también esta se acaba. Cierto y verdad es que hemos conseguido con nuestra vindicación continua e insistente que muchas leyes y normas cambiasen. Es cierto también que la paciencia ha tenido sus recompensas.
Pero no deja de ser chocante que, aun teniendo leyes que tienen preceptos para eliminar el sexismo, siguen los medios de comunicación, las casas comerciales, las marcas, el marketing y las redes sociales, bombardeando sexismo 24 horas, con las propuestas de compras que activan el deseo –que no la necesidad– de poseer algo que viene envuelto en rosa o en azul.

Es sorprendente que se gaste tanto dinero y tan poca creatividad en poner al día estéticas masculinizantes y feminizantes llevadas al extremo. Que pueden quedar muy llamativas pero que, sin duda, emanan de los prejuicios que sobre los hombres como tales y las mujeres como tales permanecen y que alientan actitudes misóginas y sexistas e, incluso, machistas.

Las imágenes y mensajes de poderío sexual muy diferenciado por sexos. La seducida-seductora y el conquistador-deseante. En los mensajes para la infancia: la belleza-ayuda y la blandenguería-segundo plano para ellas y para ellos los superpoderes y la acción, la exploración y la conquista.

Es casi imposible ver a niñas y niños, a jóvenes de ambos sexos y a personas adultas mujeres y hombres tener los mismos gustos e inclinaciones a la hora de elegir o desear una prenda, un adorno, un juego, un aroma, un producto de cosmética o de aseo personal. ¿Tan difícil es presentar a mujeres y hombres, niñas y niños participando de las mismas actividades? ¿Tanto vende lo pasado de moda, lo vintage en lo humano, que hay que representar continuamente la división sexual y la complementariedad de los sexos, en los gustos, entretenimientos, diversiones, consumos, etc…?

En una sociedad que permite con normalidad que niñas y niños juntos vayan a la escuela, salgan, entren, vayan de fiesta, de excursión o de actividades varias y que, además, colaboren en múltiples aspectos, es bastante insólito que, sin embargo, fomente mundos separados para ellas y para ellos.

Así es difícil que ellas y ellos se imaginen en un proyecto de vida elegido y sin connotaciones de género azul o rosa.
Estamos perdiendo oportunidades para que los cambios en los roles y en los estereotipos se produzcan más rápidamente que hasta ahora, porque ello será garantía de unas relaciones entre los sexos que no pongan por delante la jerarquía y la desigualdad de trato y de condiciones entre unas y otros. También podremos ver con estos cambios, que se aproxima el final de las relaciones de poder desiguales y de la violencia y el abuso contra las mujeres.

Parece que se nos está echando el tiempo encima por no actuar. Al igual que con el cambio climático, no vale mirar para otro lado o, lo que es peor, negar estas injusticias causadas por desigualdades ancestrales y puestas al día en cada generación.

Cuando las feministas sacamos algo del olvido y reivindicamos un “basta ya”, lo estamos haciendo con una voz colectiva para lograr una mejora en la vida de todas las personas, sean mujeres u hombres.

La igualdad ha de estar hecha de reciprocidad, bienes, tareas y objetivos comunes, colaboración y un amor que signifique respeto y reconocimiento. En la casa, en la calle, en la fiesta, en el transporte, en los lugares de trabajo.

¿Imaginan Uds. anuncios, series, películas, dibujos, narraciones y modelos que no presentaran a la humanidad como partida por la mitad? ¿Por qué una cierta estética ha de ser patrimonio sólo de unos o de otras?

A ver si en las próximas Navidades asistimos a un cambio de paradigma que, además, sería más rentable: en vez de dirigirse a la mitad del público, se dirigiría al doble. Así de simple. Esta responsabilidad corresponde a todos los agentes de socialización y, en ello, los productos culturales ocupan un lugar de privilegio.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/11/campana-tras-campana/

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Las algueras de Zanzíbar: feminismo e innovación a orillas del Índico

África/Tanzania/12 Diciembre 2019/El país

El cultivo y venta de plantas marinas, un sector herido de muerte por la crisis climática, constituye el salvavidas de unas 23.000 mujeres en un archipiélago tanzano. Es la tercera mayor industria del país

Maryam Pandu se viste como un animal al que le gustaría pasar inadvertido en el ecosistema que le da de comer. La túnica que le cubre es azul marino, y azul celeste es el turbante que la protege del sol. Su misma voz es acuosa y profunda, capaz de empapar a todo aquel que le pregunta por qué entrega su vida al mar.

«Nos dedicamos a esto porque por lo menos podemos sacar algo de dinero, a diferencia de otros negocios a los que (como mujeres) nos resulta muy difícil acceder», explica esta alguera de Bwejuu, poblado situado en el sureste de Zanzíbar, y quien lidera una especie de cooperativa formada por otras veinte compañeras.

El cultivo y la venta de algas marinas —un sector herido de muerte por la crisis climática— constituye el salvavidas de cerca de 23.000 mujeres en este archipiélago tanzano, llegando a ser la tercera mayor industria solo por detrás de la exportación de clavo y del turismo de playas cristalinas.

Un negocio despreciado por los hombres que, sin embargo, otorga a miles de mujeres como Pandu (incrustadas en una sociedad musulmana altamente conservadora y tradicional) cierto poder monetario y una mínima independencia.

Una mujer recoge un cultivo de algas a orillas del océano Índico en Bjwejuu.
Una mujer recoge un cultivo de algas a orillas del océano Índico en Bjwejuu. PATRICIA MARTÍNEZ EFE

«En una sociedad musulmana no se espera que la mujer salga de casa. Pero en 1989 llegaron las primeras algueras a Zanzíbar e hicieron algo realmente extraño: dirigirse al océano, cuando todos sabían que eso era cosa de los hombres», recuerda Flower Msuya, investigadora del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Dar es Salaam.

«El cultivo de algas marinas ha empoderado a las mujeres. Si el esposo es un pescador, él traerá pescado y ella comprará arroz; o compartirán los gastos educativos y médicos de los hijos. Ahora son personas capaces de hacer algo, de ayudar, e incluso algunas se han convertido en lideresas», continúa Msuya.

Mucho más que sushi

Nada interrumpe la tranquilidad de Bwejuu mientras las cinco mujeres aguardan a la sombra a que baje la marea para poder dirigirse al mar. Niños en bicicleta zigzaguean entre altas palmeras, algún burro rebuzna con esmero, coloridas coladas se apagan bajo un ardiente sol.

Su alto valor nutricional es innegable, pero el 99 % de las algas marinas que produce Zanzíbar no se usa para consumo interno, sino que se exporta, entre otros, a países como Francia, Dinamarca o Estados Unidos, donde son procesadas y convertidas en gel de carragenina, un recurrido agente espesante.

«Indonesia, Filipinas, Japón o China producen decenas de millones de toneladas de algas marinas y se las comen en el desayuno, el almuerzo y la cena», detalla la científica marina Elizabeth Cottier-Cook. Pero la mayoría de las personas del mundo, sin saberlo, también las consumen: «La carragenina está presente en la cerveza, la pasta de dientes, el helado, el papel…».

Sin embargo, en los últimos años, cultivar algas marinas en Zanzíbar ha dejado de ser sinónimo de buena cosecha. La variedad de alga por la que las mujeres obtenían más dinero, la eucheuma cottonii (que posee una mayor concentración de carragenina) no soporta las aguas superficiales tan cálidas de hoy en día próximas a los 38 grados centígrados.

Los océanos del mundo se están calentado un 40% más rápido de lo previsto, según alertaron científicos en un nuevo estudio publicado en la revista Science. Absorben del 93% del calor que se queda en la atmósfera atrapado por los gases de efecto invernadero, pero las consecuencias son devastadoras. Las pestes y las enfermedades en el caso de las algas se han vuelto comunes. Cottier-Cook, a través de un programa de la Asociación Escocesa de Ciencias del Mar, lleva años formando en materia de bioseguridad a algueras de Tanzania, Filipinas o Malasia para que sepan cómo actuar cuando esto ocurre.

«Antes plantábamos cada dos semanas y contábamos otras cuatro hasta la recolección. Ahora, debido al cambio climático necesitamos el doble de tiempo, lo que significa que la productividad ha caído de forma drástica», explica el comerciante Haji Saidi, quien compra la mercancía a estas algueras y se la vende a una filial danesa.

Como muchos otros países de África —azotados por ciclos cada vez más cortos de sequías e inundaciones, y por ende, de hambruna y muerte— Zanzíbar nota cada día más los efectos de una crisis de la que no es responsable. El nivel tanzano de emisiones de dióxido de carbono no supera el 0,03%.

Nuevas tecnologías y crisis climática

Msuya todavía recuerda cuando la temperatura superficial de las verdosas aguas del Índico no superaba los 30 o 31 grados y las algas crecían sanas. Apenas tiene que remontarse una década atrás; el mismo tiempo que lleva investigando cómo desarrollar nuevas tecnologías que se adecúen a unas condiciones climáticas más arduas. «Si el cultivo de algas se trasladase a aguas más profundas la temperatura sería óptima para el crecimiento de la alga cottonii«, revela la científica tanzana sobre algo que ya se hace en el sureste asiático. «Pero aquí las mujeres no saben nadar y, además, se necesitarían barcas. Eso requiere dinero, chalecos salvavidas, recursos. Algunas están incluso dispuestas a aprender a nadar, no para llegar a nado hasta la zona más profunda, pero porque dicen que así se sentirían más cómodas», explica.

Sin embargo, antes de dar forma a retos del futuro, muchas de las algueras todavía dan vida a dificultades más propias del pasado o de un presente que apenas cambia. «El precio de venta es bajo y nos falta equipamiento», detalla Nali Hassan. «A veces entramos en el mar sin ningún tipo de zapato y hay plantas venenosas y erizos. No tenemos tratamiento y cualquier percance puede dejarte parada durante seis meses», añade. Y estar parada significa regresar a la pobreza, a la dependencia económica, al no ser nadie fuera del hogar. «El dinero que ganamos solo es una ayuda, no nos satisface y no es suficiente; pero al menos es algo», reflexiona Hassan.

La brusca caída en la producción de los últimos años hizo, por el contrario, que el precio de venta aumentase de forma significativa, y ahora un kilo seco de algas marinas puede llegar a alcanzar los 25 centavos de dólar; 40 el de cottonii. Cantidades nada despreciables en una población en la que el salario medio no supera los 250 dólares al mes, pese a que estas mujeres raramente ganan más de 40 dólares.

Hace tres décadas un grupo de mujeres de Zanzíbar se adentró en un lugar reservado para los hombres.
Hace tres décadas un grupo de mujeres de Zanzíbar se adentró en un lugar reservado para los hombres. PATRICIA MARTÍNEZ EFE

Con ingenio ante la escasez, Msuya lleva años enseñando a centenares de algueras tanzanas -a través de una agrupación que creó en 2006 y de la que también forman parte compradores, funcionarios del Gobierno o académicos- a que generen valor añadido a través de la elaboración de productos como polvo, mermelada o cremas hidratantes de algas. «Ahora podemos comer mermelada de algas, hacer jabones y ensaladas. Esto nos permite ayudar a la familia y tener algo de dinero para nosotras mismas», subraya Maryam, convencida de que seguirá cultivando los mares hasta que el cambio y su cuerpo se lo permitan.

«Seguiré haciéndolo hasta que sea tan vieja que ya no pueda ni caminar. Por lo menos ahora no tengo que rogar a nadie para poder comer y dependo de mí misma».

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/03/planeta_futuro/1575380097_314060.html

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Protestan mujeres dominicanas contra violencia machista

América Central/República Dominicana/08-12-2019/ Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu

Un nutrido grupo de mujeres dominicanas protestaron hoy en esta capital contra la violencia machista, para de esa forma sumarse a los movimientos que en el mundo efectúan esas manifestaciones.
Denominada Un violador en tu camino, la acción se produjo frente a la Procuraduría General de la República (PGR), espacio donde las féminas corearon El violador eres tú, con los ojos tapados con una venda negra, reproduciendo la coreografía usada en otros países.

El pasado mes de noviembre cerró en la República Dominicana con nueve mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, cifra que horroriza a los ciudadanos de este país y deja una estela de dolor en esas familias.

Recientemente, la PGR anunció como un logro el descenso en un 25 por ciento el número de feminicidios en lo que va de año.

De 2005 al 2019, la PGR contabilizó mil 295 feminicidios, pero los números distan ampliamente de los publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, según la cual en un período menor, de enero de 2010 a septiembre de 2019, hubo mil 795.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=326719&SEO=protestan-mujeres-dominicanas-contra-violencia-machista
Imagen: https://www.telesurtv.net/news/republica-dominicana-organizaciones-convocan-a-manifestacion-20191104-0042.html
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