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España: Matronas crean un manual de educación sexual para desterrar la mutilación genital femenina

Europa/España/05 Enero 2020/Diario enfermero

Se estima que más de 140 millones de mujeres y niñas en el mundo han sufrido mutilación genital femenina. Una práctica que constituye una forma clara de discriminación contra las mujeres. Aunque es propia de países en África y Oriente Medio, persiste en las poblaciones emigrantes de Europa occidental, Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda. España es uno de los países que se ha convertido en destino de personas procedentes de países donde se practica, por esta razón, un equipo de matronas de distintos hospitales de Madrid y Asturias han elaborado un programa de educación interdisciplinar para que los profesionales sepan cómo prevenir y enfrentarse ante casos de mutilación genital femenina (MGF). Las profesionales sanitarias han centrado este programa en la educación sexual de mujeres que pueden ser víctima de esta práctica .

«Los profesionales sanitarios dedicados a la salud Materno-infantil son quienes están más en contacto con estas mujeres, tanto en Atención Primaria como en Atención Especializada. El profesional de  enfermería es el personal  sanitario  por excelencia destinado a la  Educación para la Salud (EPS)  y más concretamente, la matrona, quien acompaña a la mujer en todas las fases de su ciclo vital, pudiendo detectar casos de MGF durante el seguimiento del embarazo, en el momento del parto o incluso durante la realización de una citología para la detección precoz de cáncer de cérvix. Por eso creemos necesario contar con instrumentos que nos ayuden a mejorar nuestros conocimientos, actitudes y aptitudes para prevenir, detectar precozmente y tratar las complicaciones derivadas de la MGF en mujeres y niñas, así como intentar que esta práctica sea abandonada a nivel mundial», introduce Cristina González, matrona del Hospital Universitario La Paz de Madrid y una de las responsables del programa de Educación para la Salud que ha sido publicado en la Revista Metas de Enfermería.  

Situación en España

De acuerdo a los datos publicados en el estudio, en España se estima que unas 17.000 niñas podrían estar en riesgo de ser mutiladas. Además especifica que Cataluña y la Comunidad de Madrid son las regiones que cuentan con mayor número de mujeres procedentes de países en los que existe esta práctica. Ante esta situación, las matronas responsables de este programa de educación para la salud se centraron en la educación sexual, considerándola esencial para erradicar esta práctica. En primer lugar, el programa, especifica las consecuencias que tiene la MGF para las mujeres -con el objetivo de que quien lo imparta tenga las claves para identificar a las víctimas- y después se centra en dotar a las mujeres de los conocimientos, actitudes y habilidades para tener una vivencia positiva de su sexualidad.

Además, consideran esencial impartir este programa en un contexto adecuado «en las poblaciones en las que se realiza la MGF es frecuente que la sexualidad esté ligada a la vergüenza y la culpa. Por este motivo, la aproximación a la sexualidad no se podrá realizar en estos grupos directamente, sin un trabajo previo en otros campos que propicien un acercamiento continuo a la cultura, y posteriormente a la sexualidad y a la MGF. Para favorecer su abordaje, este tipo de programa ha de incluirse en grupos ya establecidos con otros objetivos como complemento a su formación. Debido a que la captación de mujeres víctimas de MGF es muy compleja, y más aún, tratar de forma directa el problema, es clave que realizarlo en un entorno donde ya exista cierta predisposición social, donde se aborden otras problemáticas de estas mujeres. Creemos que es importante llevarlo a cabo en grupos de encuentro de mujeres, en las que ya existe una sensibilización previa sobre discriminaciones sociales y roles de género», concreta la matrona e investigadora Cristina González.

Un programa de un año

El programa, que consta de seis sesiones, está proyectado para que se realice por tanto en un espacio cedido por una ONG colaboradora donde ya habrá un trabajo previo de acercamiento a estas mujeres. Cuenta con una periodicidad semanal y se ha previsto para que tenga una duración anual, donde en los 120 minutos de duración se hará un acercamiento a las mujeres que participen en él. Los temas que prevé son diversos, desde una introducción a la sexualidad en términos generales o talleres prácticos para que las mujeres conozcan su cuerpo.  Al terminar el taller las participantes deberán contestar un cuestionario de evaluación para que las responsables del programa evalúen con los indicadores del programa si ha resultado efectivo, si no fuese así, las responsables del programa de educación para la salud indican que se propondrán perspectivas de mejora. 

Una iniciativa esencial para erradicar una práctica que parece muy lejana pero cada vez está cobrando más presencia en nuestro país. A través de una herramienta muy útil y efectiva como es la educación sexual.»La educación sexual constituye una herramienta necesaria, privilegiada y útil para el abordaje de la prevención de las mutilaciones genitales femeninas y, por ende, la salud sexual. Hay que tener en cuenta claves interculturales sobre sus vivencias, sus circunstancias, sus necesidades, sus demandas y, por supuesto, sus formas de relacionarse y su sexualidad», concluye Cristina González.

Fuente: https://diarioenfermero.es/matronas-crean-un-manual-de-educacion-sexual-para-desterrar-la-mutilacion-genital-femenina/

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Ministra dominicana llama a aprobar ley contra violencia a la mujer

Centro América/República Dominicana/4 Enero 2020/Prensa Latina

La ministra de la Mujer, Janet Camilo, llamó hoy a aprobar con urgencia una ley integral de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres que se encuentra en el Congreso.
De acuerdo con una nota de prensa del Ministerio de la Mujer, la ministra señaló que ‘la violencia de género es un problema muy complejo el cual involucra a la sociedad en conjunto y debe ser abordado de manera integral’.

No es sólo el aspecto penal o coercitivo, un componente importante es la educación, y, por eso, urge la implementación de la ordenanza 33-2019, para que las futuras generaciones se compongan de hombres y mujeres respetuosos de los derechos de los demás, agregó la información.

Camilo consideró la ley depositada en el parlamento es una pieza que prevé aspectos no incluidos en otras normas jurídicas, las cuales aunque han jugado un papel importante en la creación de las primeras pautas para dar respuesta a esta situación, sin embargo, se necesita de un enfoque integral para continuar en el camino hacia la erradicación de este mal social.

La funcionaria lamentó los feminicidios acaecidos durante 2019 y que el año haya comenzado con el asesinato de tres mujeres a manos de sus parejas.

‘Ninguna mujer debe perder la vida por dejar de amar. Desde el Ministerio de la Mujer continuaremos trabajando con los hombres el ejercicio de la masculinidad desde la intervención conductual y desde la educación para la prevención’, concluyó.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=331464&SEO=ministra-dominicana-llama-a-aprobar-ley-contra-violencia-a-la-mujer
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España: La RAE debate si hay que reformar la Constitución para evitar el lenguaje machista

Europa/España/05 Enero 2020/El país

El Gobierno pidió a la institución en 2018 un dictamen sobre si la ley fundamental debe ser más igualitaria con la mujer

El artículo 2 de la Constitución señala que la Nación española es «patria común e indivisible de todos los españoles». ¿Debería decir también «y todas las españolas»? Este jueves, el pleno de la Real Academia Española (RAE), con los académicos que acudan a la mesa redonda de estas sesiones, comenzarán a debatir si la ley fundamental debe modificarse, y en qué apartados, para que su lenguaje sea más igualitario con las mujeres. Esta discusión obedece a un mandato del Gobierno del socialista Pedro Sánchez, el 10 de julio de 2018, nada más llegar al Ejecutivo, cuando la vicepresidenta, Carmen Calvo, pidió a la institución que se manifestara sobre esta cuestión con un dictamen, ante el creciente uso de los desdoblamientos, que reivindica el feminismo. “La adecuación de la Constitución española a un lenguaje inclusivo, correcto, verdadero y acorde a la realidad de una democracia que transita entre hombres y mujeres”, en palabras de Calvo.

“Debatiremos en este pleno y en los siguientes sin solución de continuidad, hasta que haya una decisión”, declaró ayer miércoles el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, en el acto de actualización de términos del Diccionario de la Lengua Española relacionados con la lotería. Los académicos cuentan como base de trabajo con el borrador, titulado Lenguaje inclusivo y Constitución, que finalizaron a comienzos de este año los cuatro académicos designados para esta cuestión por el anterior director de la RAE, Darío Villanueva: Paz Battaner, Inés Fernández-Ordóñez, Pedro Álvarez de Miranda e Ignacio Bosque.

Este último es quizás el más relevante por el informe que elaboró en 2012 sobre lenguaje inclusivo, que fijó la posición de la RAE. La doctrina Bosque, desarrollada en su informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, llamaba la atención acerca de las guías de lenguaje no sexista publicadas por diversas instituciones «por difundir usos ajenos a las prácticas de los hablantes, conculcar normas gramaticales y anular distinciones necesarias». Bosque y la RAE sostienen que en la lengua española el masculino es el género inclusivo y que, por lo tanto, cuando se dice “todos los españoles” también están incluidas las españolas.

Muñoz Machado reconoció este miércoles, no obstante, que las aproximadamente 30 páginas de ese borrador propiciarán un debate “denso y extenso” y en el que muy probablemente no haya unanimidad, “sino que concluya con un consenso”. La nueva visita de Calvo, el pasado 24 de octubre, a la RAE, parece haber espoleado a los académicos para que pongan punto final a un informe que se ha retrasado en el marco de un Gobierno en funciones desde el 28 de abril, cuando se celebraron elecciones generales, a las que siguieron las del 10 de noviembre. En cualquier caso, Muñoz Machado advirtió de que los académicos no se pronunciarán sobre el lenguaje inclusivo, “sino de cómo está redactada la Constitución”. “Nosotros no hacemos política lingüística, sino que explicamos cómo se usa el lenguaje”.

Desde que fue elegido director de la RAE (el 20 de diciembre cumplirá un año en el cargo), cada vez que a Muñoz Machado se le ha preguntado por esta cuestión ha respondido que el informe “no supondrá grandes cambios ni sorpresas”.

Lo único que ha trascendido del borrador, como adelantó EL PAÍS, es la recomendación de que se desdoble la palabra “reina”, ya que hasta ahora solo figura con el significado de consorte del Rey. Por lo tanto, que se hable de rey o reina y príncipe o princesa en la parte referida a la Corona (Título II, artículos 56 a 65). Ahí entra la cuestión del largo y pormenorizado proceso para reformar el texto constitucional, como se recoge en su propio articulado. La revisión del Título II obliga al voto favorable de dos tercios en el Congreso y el Senado; después habría que disolver las Cámaras y las nuevas deberían ratificar la decisión, de nuevo por dos tercios, para finalmente ser sometida a referéndum.

Si, como prevé Muñoz Machado, son numerosas las intervenciones de los académicos en el pleno de esta tarde y teniendo en cuenta que solo quedan dos sesiones este año, la de hoy y la del 19, es probable que la votación en la RAE no llegue hasta finales de enero. Quién sabe si coincidirá con la formación del nuevo Gobierno.

Fuente e imagen: https://elpais.com/cultura/2019/12/12/actualidad/1576149291_452308.html
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Los 10 libros africanos que destacamos del 2019

Reseñas/04 Enero 2020/El país

Repasamos en esta lista las novedades que nos trajo el año, tal como hemos venido haciendo desde 2016. Hay más, mucho más; lo sabéis, lo sabemos, pero el número elegido marca las reglas del juego

Sería un error no aprovechar el interés que suscitan las listas para tratar de mostrar parte de lo que ha dado de sí este 2019 en el ámbito literario. Un año fulgurante en el que tuvimos la suerte de que nos visitaran tantos escritores: Leila Slimani (Operación ogro. Cabaret Voltaire), Mona Eltahawy, Mia Couto, Ngugi wa Thiong´o (La revolución vertical. Rayo Verde, también en euskera, catalán, gallego y aranés y Gerra garaiko ametsak. Txalaparta, la traducción a euskera de Sueños en tiempos de guerra, primera parte de las memorias del escritor), Ben OkriFelwine SarrChimamanda Ngozi Adichie, Mohamed Mrabet (El limón. Cabaret Voltaire) y Helen Oyeyemi (Lo que no es tuyo no es tuyo. Acantilado).

Ha sido también el año en el que Guinea Ecuatorial ha consolidado su presencia entre las novedades de las librerías. Junto a Hija del camino (Grijalbo) de la periodista Lucía Mbomío, se ha mostrado lo nuevo de veteranos como Justo Bolekia (Quien es quien entre los escritores de Guinea Ecuatorial. Sial), prolíficas como Trifonia Melibea Obono (Yo no quería ser madre. Eganes), diferentes como Óscar Nchaso Bekari (Dreams, Universo de letras), reflexivas como Ángela Nzambi (Mayimbo. Sial), autobiográficas como Carolina Nvé Diaz San Francisco (Mis madres son estrellas. Sial) o antólogicas como Juan Riochí (Nuevas voces de la literatura de Guinea Ecuatorial. Diwan).

Pero, además de novedades, 2019 nos trajo un documental, que ha visto la luz, gracias al crowdfunding, bajo la dirección de Marc Serena con el significativo título de El escritor de un país sin librerías, en torno a Juan Tomás Ávila Laurel. Este, aun siendo uno de los escritores que más reconocimiento ha recibido por su trayectoria, sobre todo gracias a su obra Arde el monte de noche (Calambur, 2009), sigue siendo un desconocido. Este mismo año, precisamente, publica su última obra Cuando a Guinea se iba por mar (Carena) en la que recupera la historia del periodo colonial español.

Lo triste lo dejamos para el final. Las pérdidas irrecuperables, la nostalgia de lo leído y creado por voces que no volverán a narrar más, que no volverán a cogernos de las manos para sumergirnos en sus mundos. Se fueron Gabriel Okara, el gran poeta nigeriano y Bernard Dadiéla biblioteca ambulanteNos quedamos sin tambores para decir adiós a Binyavanga Wainaina, que se llevó su ironía, su inteligencia y su brillo demasiado pronto. Se nos vino a la boca el grito cuando se fue ese tejedor de palabras que fue Antonio Lozano, el escritor siempre en marcha, dispuesto, comprometido… necesario, tan necesario. Se fueron, es cierto, pero también esto lo sabéis, lo sabemos, quedan sus obras para reencontrarnos siempre con ellos.

Ahora sí, esta es la lista. En esta ocasión hemos añadido una cita de cada libro como regalo. Esperamos que la disfrutéis.

FICCIÓN

1. Hermanos de alma, de David Diop. Traducción: Rubén Martín Giráldez. Editorial Anagrama. En 2018 se celebró el centenario del final de la I Guerra Mundial y Diop publicó esta novela que descubría otras voces silenciadas por el relato histórico. Original y magnética la trama nos sumerge en la historia de un tirador senegalés, un joven reclutado para luchar muy lejos de su tierra natal. Diop nos ofrece descubrir otra ángulo de la Historia no tan conocido y también sentir en las venas la guerra con todo su horror.

La cita: “Pensar demasiado por cuenta propia es traición” (pág.113).

2. Asesinato entre las yucas, de Bai T. Moore. Traducción, prólogo y notas Guillermo López Gallego. Editorial La Umbría y la Solana. Se agradece la recuperación de obras del pasado. Esta fue publicada en 1968 y, partiendo de un asesinato, el hallazgo del cuerpo mutilado de una joven, Moore nos sumerge en una trama en apariencia sencilla, exenta de visión crítica, que nos sumerge en el tejido liberiano de manera muy realista, proporcionando la sensación de estar dentro de ese mundo. La obsesión amorosa hasta el extremo emerge como fondo de una novela que huye de los tópicos de la literatura de su tiempo.

La cita: “Ves, cuando las mujeres hacen bien las cosas, les llueven las alabanzas” (pág.80)

3. Bajo las ramas de los udalas, de Chinelo Okparanta. Baile del Sol. Trad. Iballa López. Ijeoma, cuya orientación sexual le lleva a elegir a mujeres y no a hombres que es lo que todos; familia, sociedad y país esperan de ella, es la protagonista de una novela que ha abierto muchas conversaciones en Nigeria. Volvemos a la guerra de Biafra dentro de una trama en la que la religión tiene una gran presencia mostrándonos la vida cotidiana cuando transcurre en medio de una guerra, un internado, una familia o un matrimonio.

La cita: “Quizá el amor era una mezcla de amistad y encaprichamiento. Un profundo afecto unido a una suerte de asombro reverencial” (pág. 149)

4. La expedición al Baobab, de Wilma Stockenström. Traducción: Lorenzo Luengo. Editorial Siruela. Escrita en afrikáans en 1981 fue un J.M. Coetzee rendido quien la tradujo al inglés. La voz íntima y personal, poética, de la protagonista sin nombre nos adentra en su vida de esclava, en los horrores soportados, en las claudicaciones padecidas, hasta encontrarse a si misma en el interior de un baobab en algún lugar del veld sudafricano. Desde allí su mente volará libre hacia todos los lados.

La cita: “Y guardar silencio, también, tal vez guardar silencio hasta el punto de soñar hacia fuera pues el sueño es nuestro séptimo sentido” (pág.2)

5. La sociedad de los soñadores involuntarios, de Jose Eduardo Agualusa. Traducción: Claudia Solans. Editorial Edhasa / La societat dels somiadors involuntaris. Traducción Pere Comellas. Editorial Periscopi (catalán). Huyendo de la realidad, llena de personajes unidos por el sueño, ya sea porque alguien sueña con ellos, porque ellos sueñan los sueños de otros o porque quieren llegar a grabarlos, así se puebla la última novela escrita por el angoleño. En esta, de nuevo, nos habla de un país que arrastra muchos dolores de la guerra de independencia, pero que tiene la capacidad de emprender nuevos caminos para salir de la cerrazón y la imposición que ha venido después. Una joven mostrará la necesidad de las utopías cuando se sueñan de manera colectiva.

La cita: “Un tipo sabe que nació en el tercer mundo cuando tiene más miedo a los policías que a los ladrones” (pág.127).

6. Cuentos de los niños perdidos, de Diriye Osman. Traducción: Héctor F. Santiago. Team Angelica Publishing.  Las historias que conforman este volumen nos adentran en las experiencias y vivencias de jóvenes homosexuales somalíes. La confrontación con una sociedad y un entorno familiar que se manifiesta brutalmente contra ellos complementa el periplo de los campos de refugiados, del exilio, de la migración. Muchos personajes soportan además de esta carga un estrés postraumático, otros el tabú de las enfermedades mentales. Son niños perdidos en búsqueda de su lugar.

La cita: “En la cultura somalí hay cosas que no se expresan: cómo amamos, a quién amamos y por qué”.

7. Mi hermana, asesina en serie, de Oyinkan Braithwite. Traducción: Montse Meneses. Editorial Alpha Decay. Como un fogonazo ha sido el debut de la nigeriana. Lluvia de críticas, de reconocimientos y de premios para una obra que, bajo el paraguas de “thriller”, se adentra en las relaciones familiares y fraternales. Las protagonistas son dos hermanas antagónicas a las que les une un pasado en el que les quitaron la ingenuidad de forma abrupta.La trama muestra también a las nuevas generaciones que desde Lagos viven a través de las redes sociales mientras siguen sumergidas en una sociedad patriarcal que las ahoga. Ágil, con tono de juego y pinceladas de humor negro, es un experimento irónico con cierto aire Nollywood,

La cita: “Todo el mundo está obsesionado con su físico, Muhtar” (pág. 79).

8. Doce relatos urbanos. Doce voces africanas. Edición de Ángeles Jurado. Traducción: Iballa López Hernández, José Luis Márquez, Sandra Moradell Cabello y Ángeles Jurado Quitana. Editorial Baile del Sol y Casa África. Las mil caras de las ciudades bajo las lentes de las miradas de doce escritores de diferentes partes del continente africano. En el prólogo Ángeles Jurado destaca que “Ben Okri habla de la literatura como un billete de avión imaginario cuando el viaje físico es imposible”. También es una manera de adentrarnos en voces poco o nada conocidas que a través de pequeñas ventanas nos dejan entrar de manera tímida a unos universos que podemos seguir conociendo, en una excitante exploración que ya únicamente le corresponderá al lector. Destacamos la presencia de Armand Gauz, ganador este año del “Gran Premio literario del África negra”.

NO FICCIÓN

9. Las mentiras que nos unen, de Kwame Anthony Appiah. Traducción: María Serrano Giménez. Editorial Taurus. El libro, ya lo dijimos, invita a más de una reflexión sobre quiénes somos, una cuestión central y muy viva en el mundo global. Appiah ha escrito una texto con la idea central de echar por tierra un error en el que solemos caer: «el de dar por hecho que en el corazón de cada identidad residen unas similitudes profundas que vinculan a todas las personas que comparten dicha identidad». Dando muestras de gran erudición, contando historias de su propia historia personal, habla sobre las etiquetas que nos construyen y de la dificultad de liberarnos de ellas, pero al mismo tiempo asume que no podemos prescindir de las identidades, ya que a pesar de todo, sirven para unirnos.

POESÍA

10. Antología poética, de Gabriel «Mwènè» Okoundji. Traducción Leandro Calle. Editorial Pretextos. De versos como este está lleno este libro: «Se necesita todo el silencio de las palabras para decir tu nombre». El del poeta, admirador de Césaire, es uno de los más reconocidos. Originario de República del Congo, en 2010 le concedieron el “Gran Premio del África negra”. Su traductor y prologuista, Leandro Calle, recoge las palabras de Okoundji, quien afirma “No somos ante todo seres de inteligencia, somos ante todo seres emocionales”.

MENCIÓN ESPECIAL

Dejamos un espacio para tres libros más.

El primero es una Antología de poesía tunecina contemporánea, traducida del árabe por Ridha Mami y editada por Sial, a la que hemos llegado tarde pero que creemos es una apuesta interesante siendo, además, la única antología de este tipo y uno de los escasos libros que se pueden leer en castellano de la rica e interesante literatura tunecina que se está produciendo hoy en día.

El segundo es fruto de la incesante labor de la editorial 2709Books que publica únicamente en formato digital. Este año, traducido por Alejandra Guarinos, nos ha llegado la última parte de la trilogía político-social marfileña de Venance Konan, bajo el título Catapila, jefe del pueblo que “puede leerse como relato independiente o como continuación de Robert y los Catapila y Los Catapila, esos ingratos». 

El tercero que destacamos es la reedición tantas veces esperada de un “clásico” de las letras africanas, Mi carta más larga de Mariama Bâ (Traducción de Sonia Marín Pérez. Editorial Wanafrica). Bâ eligió contar su historia desde la perspectiva de tres generaciones de mujer, salpicando el texto de ideas y pensamientos sociales y políticos en un texto que sigue manteniendo vivo su interés.

Con la cita de este último libro nos despedimos por este año:

“Celebro de corazón cada vez que una mujer surge de la sombra” (pág.135).

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/30/africa_no_es_un_pais/1577739992_192956.html

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Entrevista a Ana Falú: “Las mujeres queremos ser diferentes, pero no desiguales”

Entrevista/04 Enero 2020/Autora: Alejandra Aguado/El país

La arquitecta y activista feminista Ana Falú reivindica la necesidad de repensar las ciudades desde una perspectiva de género para que sean más seguras y habitables para la población femenina

Miedo a transitar calles oscuras, al acoso callejero, a tocamientos indeseados en el transporte público, a ser violadas. Estos son algunos de los temores que experimentan las mujeres de muchas ciudades del mundo. Las que viven en barrios informales sin electricidad, agua o saneamiento lo tienen peor. Para ellas es más difícil también encontrar empleos formales dignamente remunerados o alcanzar cotas de poder en las instancias locales. La red global Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) estima que solo el 20% de los concejales y el 5% de los alcaldes del mundo son mujeres.

Por todo esto, Ana Falú (San Miguel de Tucumán, Argentina, 1947) lleva décadas reivindicando el enfoque de igualdad de género en la planificación urbana, la legislación y el desarrollo para lograr la inclusión y la integración plena de las mujeres y las niñas en la vida económica, social, política y cultural de las urbes. «Las mujeres sabemos que nuestras experiencias cotidianas en las ciudades son distintas de las de los hombres», reflexiona en una conversación tras su participación en la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales, organizada por CGLU en Durban, Sudáfrica, el pasado noviembre.

Falú se define como «activista social y por los derechos humanos desde siempre». Aunque reconoce que tiene «muchos sombreros». Esta arquitecta de formación es profesora en la Universidad Nacional de Córdoba e investigadora científica, forma parte del grupo asesor de mujeres de ONU Hábitat y apoya activamente en la Red de Mujer y Hábitat de América Latina.

«Las mujeres queremos ser diferentes, pero no desiguales. Tenemos que hacer que se conozcan las diferencias porque se ocultan de alguna manera. No se visibilizan porque la planificación urbana —la mirada sobre la ciudad, los territorios, el barrio— está pensada bajo un concepto de neutralidad. Se planifica para familias, aunque en América Latina entre un 30 y 40% de hogares están a cargo de únicamente una mujer», argumenta.

Entre esas particularidades invisibles de la vida urbana de las mujeres, Falú recuerda que la pobreza es predominantemente femenina. Las que viven en condiciones de precariedad, además, son mayoría en el mercado laboral informal, muchas son cabeza del hogar, tienen más del doble de hijos que las ricas y viven en la periferia de ciudades fragmentadas, segregadas y complejas.

«Por otro lado, hay que destacar entre lo que se oculta el trabajo invisibilizado de las mujeres: el de cuidados», analiza. Algo que recientemente el movimiento del 8 de marzo ha expuesto en Argentina, América Latina y el mundo, según Falú. Hace falta, agrega, que tal reconocimiento se traduzca en políticas públicas y una planificación urbana adecuada.

«Las ciudades compactas como las europeas, en las que se puede caminar y con un transporte excelente, sin duda son más amigables para las mujeres que las latinoamericanas», considera. «Pensemos en ciudades como Buenos Aires, Sao Paulo o México, en donde los traslados les toman entre dos y cuatro horas al día a las más pobres que residen en la periferia. Y en condiciones pésimas, en un transporte que no es seguro, que las expone al acoso sexual», continua.

Pero hay soluciones, algunas muy debatidas y contestadas, como el transporte seguro de México, exclusivo para mujeres o con zonas habilitadas solo para ellas. Falú fue una de las encargadas de evaluar junto a un equipo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) su efectividad. «Realmente, las mujeres dicen que pueden ir tranquilas en las horas punta y volver a sus hogares cargadas de bolsas, incluso con niños, y dormir una siestita porque nadie les mete mano», relata la experta. Otra iniciativa muy extendida es la creación de aplicaciones para los teléfonos móviles en las que las vecinas marcan las zonas peligrosas, para que otras usuarias puedan evitarlas.

Más allá de este tipo de experiencias y con una mirada más amplia, Falú cree que las soluciones contra las desigualdades —de género, pero también de ingresos— en las ciudades pasan por «redistribuir más». Los gobiernos locales tienen esa responsabilidad, dice. En la práctica, significa que haya servicios de cuidado infantil y de adultos mayores distribuidos en los territorios, «privilegiando aquellos en los que hay menos ingreso per cápita», aclara. Con ello, las mujeres, sobre todo las jóvenes en edad reproductiva, podrán tener la posibilidad de buscar empleo, educarse o hacer vida política.

La clave es descentralizar, resume. «Y tener en cuenta la vida cotidiana en esos barrios, en la calidad de los servicios, de la calle, de las aceras. Así como privilegiar a las personas sobre los vehículos. Las mujeres son las que más usan el espacio público, casi siempre con otros: niños, personas con discapacidad, mayores… Ese espacio público tiene que estar pensado en clave feminista», reclama.

Ana Falú (izquierda) durante un debate en la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales en Durban, Sudáfrica, este noviembre.
Ana Falú (izquierda) durante un debate en la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales en Durban, Sudáfrica, este noviembre. CGLU

Para Falú, las mujeres han tenido la capacidad de resistir los temores y transitar un entorno urbano hostil. «Así hemos construido nuestra ciudadanía, no es que nos quedemos encerradas atemorizadas». Si bien, dice, hay muchas que se recluyen en lo privado por miedo a los peligros que representa la ciudad, al menos, en América Latina. «Como si el hogar fuera más seguro y es donde más violencia se ejerce contra el cuerpo de las mujeres», aclara.

Para dar respuesta a las necesidades, temores y reclamos de las mujeres no hay una receta única. Cada sociedad es distinta. Pero las ciudades hablan y escuchan, solo hay que estar atentos, opina Falú. «Cuando las muchachas ocupan las calles de Argentina pidiendo igualdad de oportunidades, la ciudad está hablando, está demandando derechos. Y las autoridades tienen que escuchar y plantear políticas», apunta.

Pero además de esas grandes manifestaciones urbanas, la experta propone generar en cada barrio «oportunidades de escucha para saber qué agenda proponen las mujeres y cuáles son sus prioridades». Es lo que hace el programa Voces de Mujeres Diversas por Ciudades Seguras, Inclusivas y Sostenibles, de la Red Mujer y Hábitat de América Latina. Esta iniciativa busca «enriquecer debates en torno a los derechos de las mujeres a la ciudad, sistematizando sus demandas para la elaboración de propuestas que permitan incidir en las políticas públicas locales», en palabras de la organización de la forma parte Falú. 

«Una de esas prioridades es el cuidado infantil. Otra, la seguridad, la no violencia que les permita recorrer las calles o usar el transporte público con tranquilidad», enumera la especialista. «En Argentina asesinan a 27 mujeres al mes, es una locura el feminicidio». Un problema que no solo tiene que ver con los gobiernos locales, que tomarán medidas parciales, matiza. «Terminar con la violencia contra las mujeres por el hecho de serlo, nos va a llevar tiempo».

Otro de los ejes de acción para construir ciudades feministas es que más mujeres se dediquen a la política local. Para eso, afirma Falú, lo que mejor funciona son las leyes positivas como las de cuotas. En los cuerpos legislativos ha habido avances en este sentido, asevera, «pero no lo hemos conseguido en los ejecutivos y técnicos». Incluso cuando llegan al poder, las mandatarias enfrentan mayores dificultades para ejercerlo. «Cuando estamos en un lugar de responsabilidad en cualquier ámbito, la tarea se hace de excelencia. Si no, eres juzgada. Los hombres pueden ser mediocres. Cuando tengamos mujeres mediocres en lugares de toma de decisión, habremos alcanzado la igualdad», zanja.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/09/planeta_futuro/1575907484_152466.html

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Diputadas turcas cantan ‘Un violador en tu camino’ en el Parlamento “por las que no pueden hacerlo en la calle”

Asia/Turquía/03 Enero 2020/El país

Las congresistas protestan durante una comparecencia del ministro del Interior después de que la policía reprimiera una marcha feminista

Cuando el colectivo chileno Lastesis ideó la letra y la coreografía de la canción Un violador en tu camino, probablemente nunca imaginó que daría la vuelta al mundo hasta convertirse en un himno contra el patriarcado, y mucho menos que terminaría siendo cantada a la cara de un ministro de Interior en el hemiciclo del Parlamento de Turquía. Sucedió en la noche del pasado sábado, cuando varias diputadas de la oposición entonaron la canción mientras golpeaban las mesas de sus escaños, en protesta por la represión violenta contra varias mujeres que interpretaban la coreografía una semana antes en Estambul, que acabó con varias de ellas detenidas.

“No se lo tomó muy bien, la verdad. Se lo tomó personalmente y como una ofensa al Estado”, admite Aysu Bankoglu, del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y una de las diputadas de esta formación socialdemócrata —la principal de la oposición turca— que cantó la canción en el Parlamento. La comparecencia del titular de Interior, el derechista Suleyman Soylu, se había alargado y ya casi era medianoche cuando tocó el turno de preguntas de la oposición. Entonces, la diputada encargada del cuestionario, Sera Kadigil, tomó el micrófono y dijo: “Hay una coreografía que empezó en Chile y se ha extendido por todo el mundo para llamar la atención sobre la violencia contra las mujeres. Gracias a usted, Turquía es el único país del mundo donde esta protesta ha sido atacada, así que tenemos un par de cosas que decirle, señor ministro”.

De esta forma, Turquía se convirtió también en el primer país del mundo donde Un violador en tu camino se canta en el Parlamento. Mientras los diputados del CHP enarbolaban retratos de mujeres asesinadas este año en Turquía (ya van 305 en 2019), ellas entonaron la canción de Lastesis. Entre las paredes de la sede de la soberanía nacional resonó la letra, traducida del original en español con pequeñas variaciones. Por ejemplo, a “la culpa no era mía, ni donde estaba ni como vestía” añadieron “ni lo que bebía”, pues el consumo de alcohol ha sido utilizado por algunos fiscales, jueces y políticos islamistas como justificación de casos de violación, incluido uno en el que la víctima fue una ciudadana española.

“Nuestra intención era llevar al Parlamento la voz de aquellas a las que, mediante el gas lacrimógeno y los palos, se les ha impedido cantarla en la calle, reprimiéndolas por orden del ministro de Interior”, explica a EL PAÍS la diputada Bankoglu. Desde hace tres años, prácticamente toda manifestación pública que no cuente con el visto bueno del Gobierno es duramente reprimida, incluidas las marchas por el 8 de marzo y por el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre).

Pero la disolución a palos de la protesta de medio millar de mujeres que se habían reunido en el paseo marítimo de Kadiköy (Estambul) el pasado día 8 al ritmo de la canción de Lastesis ha conseguido el efecto contrario: Un violador en tu camino se ha convertido en un himno también en Turquía y se ha bailado en otras grandes ciudades, como Ankara y Esmirna, mientras las organizaciones feministas ensayan cada semana nuevas performances en diversos lugares. De hecho, este domingo, cerca de 200 mujeres se congregaron de nuevo en Estambul, muchas de ellas ataviadas con guantes de color violeta, y ejecutaron la coreografía ante un fuerte contingente policial, que, a diferencia del domingo anterior, no dispersó la manifestación.

Mujeres turcas interpretan la coreografía de 'Un violador en tu camino', este domingo en Estambul.
Mujeres turcas interpretan la coreografía de ‘Un violador en tu camino’, este domingo en Estambul. YASIN AKGUL AFP

Seis activistas fueron detenidas en la protesta del pasado día 8, acusadas de infringir la ley de manifestaciones y de ofensas al presidente y las instituciones del Estado por los versos “el violador eres tú. La Policía. Los jueces. El Estado. El presidente”. Ahora están en libertad con medidas cautelares y deben firmar cada semana en comisaría. “Es una vergüenza, nos han impuesto medidas que a veces ni siquiera se imponen a los acusados de violencia contra las mujeres”, se queja Fidan Ataselim, una de las arrestadas. “Pero las mujeres estamos ganando confianza en nosotros mismas. ¡Que nos detengan si quieren! No vamos a parar”.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi un 40% de las mujeres en Turquía sufren o han sufrido violencia a manos de sus parejas, frente a un 25% en Europa. En los últimos meses, varios casos han conmocionado a la opinión pública, como el de Ceren Özdemir, asesinada por un desconocido cuando regresaba a su casa. O el de Emine Bulut, cuyo asesinato a manos de su exmarido quedó grabado y las palabras de su hija —“Mamá, no te mueras, por favor”— dieron la vuelta al mundo. O el de Sule Çet, violada por un colega y luego arrojada desde el piso 20 de una torre de oficinas y cuya muerte fue, en un principio, atribuida a un suicidio.

De hecho, la presión de las organizaciones feministas ha hecho que el Gobierno instituya una comisión para investigar varias muertes sospechosas de mujeres cuyos casos habían sido cerrados en falso. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha prometido que hará todo lo que esté en su mano para poner fin a estos crímenes, pero la oposición critica que desde la llegada al poder de su partido islamista en 2002 los crímenes machistas se han multiplicado.

Bankoglu sostiene que precisamente la canción chilena ha prendido con tanta fuerza en Turquía porque refleja bien la “mentalidad patriarcal” que impregna las instituciones del Estado. “El Gobierno trata a la mujer no como un individuo, sino como una parte indisoluble de la familia, y eso contribuye a la discriminación y la violencia”, afirma. Otro ejemplo son los variados motivos por los que los jueces aplican reducciones en las penas de los condenados por violencia contra las mujeres: “Por ejemplo, el acusado se pone corbata durante el proceso y el juez estima que ha tenido un buen comportamiento durante el juicio y le reduce la sentencia de cárcel”.

El problema no son tanto las leyes, dice la diputada, —precisamente la Convención de Estambul de lucha contra la violencia contra las mujeres fue firmada en 2011 bajo el auspicio del actual Gobierno turco—, sino su aplicación o falta de ella. “Hay pocas medidas de protección para las víctimas, falta concienciación en los tribunales y entre los dirigentes. Porque la mayor responsabilidad recae en los dirigentes del Estado que son los que deben hacer más por erradicar la violencia machista”, explica: “También por eso hicimos esta protesta en el Parlamento, porque los responsables del Estado son los que están en posición de acabar con esta violencia”.

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2019/12/16/actualidad/1576485012_315946.html

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Entrevista a Elizabeth Odio Benito: “No se necesita ningún amparo religioso para que existan los derechos humanos”

Entrevista/03 Enero 2020/Autor: Álvaro Murillo/Fuente: El país

Elizabeth Odio Benito será la segunda mujer en presidir la Corte Interamericana de Derechos Humanos en sus cuatro décadas de existencia. «Hay un retroceso grande en derechos humanos», asegura

Elizabeth Odio Benito (Puntarenas, Costa Rica, 1939) será a partir del 1 de enero la segunda mujer en presidir la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en sus cuatro décadas de existencia. Esta abogada costarricense, única juez en la actualidad de este tribunal internacional, tiene 80 años y pide decir su edad, orgullosa de su larga carrera como profesora, política y jurista internacional.

Declarada feminista desde hace años, Odio presidirá la Corte en un momento en el que el rechazo a la violencia contra la mujer saca a las calles a miles de personas en América Latina. Mira ahora la evolución de los derechos de la mujer y recuerda aquellos años en los que fue ministra de Justicia (1978-1982 y 1990-1994) o vicepresidenta de la República y responsable de Ambiente (1998-2002) cuando ni siquiera habían salido al debate público muchas de las demandas actuales. También ha sido juez de la Corte Penal Internacional (2003) y del Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia (1993-1998), donde imprimió su pensamiento feminista a favor de mujeres en situación de guerra.

Hija de maestros, descendiente de inmigrantes cubanos y españoles, y aficionada al fútbol; Odio defiende, sobre las protestas en Chile, que los modelos económicos que privilegian a ciertos sectores y deprimen a otros llegan a un momento en el que los más castigados protestan.

Pregunta. Usted es la segunda mujer que preside la Corte IDH en 40 años, y solo la quinta juez entre 34 varones que ha tenido este tribunal. ¿Qué mensaje quiere dar esta institución al elegirla presidenta?

Respuesta. Esta Corte tiene como misión proteger los derechos humanos de todos y todas y luchar por los principios de igualdad y no discriminación. Lo ha hecho muy bien, pero los gobiernos son los que proponen a los candidatos para integrar la Corte y casi todos han sido hombres. Ha sido una discriminación aberrante, pero es indudable que la Corte da mucha importancia al contexto de lo que ocurre en América Latina. Hace 40 años, cuando nació, había dictaduras militares que violentaban los derechos humanos de manera atroz y la Corte fue sacando la tarea, pero ahora enfrenta un momento delicado. Hay revueltas sociales en muchos países de América Latina y se nota malestar de las sociedades al no sentir satisfechas las obligaciones de los estados de respetar los derechos civiles y políticos, y también los económicos, sociales y medioambientales. Este es un continente muy violento y el más desigual del planeta, lo que se refleja en cada país, incluida Costa Rica. La gente está muy insatisfecha y en ese contexto yo empiezo mi presidencia en la Corte.

P. También es un momento diferente para el movimiento feminista.

R. Creo que mi militancia feminista, conocida así desde hace muchos años, influyó positivamente en la decisión de mis colegas. Creo que ellos pensaron que era buen momento para que una mujer que ha dedicado su vida a los derechos humanos de las mujeres, y especialmente de las mujeres en situación de pobreza y violencia, asumiera la presidencia. Creo que pesó positivamente.

P. ¿Cómo explica que Un violador en tu camino se haya extendido por el mundo?

R. Eso nos dice que la violencia contra las mujeres, especialmente la sexual, se ha convertido en una pandemia, como dijo una vez el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No es una epidemia, es una pandemia, una situación dramática que ocurre en todos nuestros países y en nuestros hogares. Cuando ese tipo de protestas se viralizan, es porque hay una sensación en las mujeres de todas las edades y en muchos hombres de que hay que denunciarlo y poner un remedio a esta atrocidad.

P. ¿Cómo explica el impulso que han tomado corrientes políticas conservadoras de la mano de organizaciones religiosas?

R. Hay un punto esencial: los derechos humanos no son una religión ni están vinculados a ninguna religión. Son una ética laica y tiene que ver con derechos fundamentales que desde milenios se atribuyen a las personas por ser tales. No se necesita ningún amparo religioso para que existan los derechos humanos ni para el derecho internacional que los protege. Si así fuera, no se reconocerían los derechos humanos para las mujeres, como ocurre entre los musulmanes extremistas, aunque no son los únicos. Confundir derechos humanos con religión es un error garrafal.

P. Pero muchos cometen esa confusión.

R. Y la están cometiendo a sabiendas. Por eso es tan importante impulsar los derechos humanos en la educación formal y en nuestros hogares.

P. Hay varias tendencias políticas que pretenden mezclar religión y política. ¿Supone un retroceso en derechos humanos?

R. La línea de progreso en derechos humanos no va siempre hacia adelante. Hay épocas en las que hemos ido para atrás. Cuando uno ve lo que ha ocurrido con el cambio climático por responder a intereses políticos y económicos de ciertos sectores, se da cuenta de que eso mismo se replica en todos los órdenes. En los derechos de las mujeres, de la población afrodescendiente e indígenas, la niñez… ¿Por qué estamos como estamos con la trata de personas y con la esclavitud? Hay países en nuestro continente en donde hay trabajo esclavo. Tuvimos una sentencia en diciembre de 2016 que comprobó cómo se daba esa esclavitud en una serie de regiones de Brasil. Hay trata de mujeres, de niños o de migrantes. Hace unos años se recibía a los migrantes y ahora se les cierran las puertas. Hay un retroceso grande en derechos humanos, pero en general en principios como la solidaridad, la empatía y la equidad en las relaciones humanas.

P. El 66,5% del presupuesto anual de la Corte proviene del fondo regular de la Organización de Estados Americanos, el 7% de aportes de los Estados miembros un y 26%, de cooperación externa. Una manera de golpear a la Corte es la presupuestaria. ¿Ha podido mejorar su situación financiera?

R. La Corte IDH siempre ha sido pobre y nos damos cuenta de que lo económico es un mecanismo perverso que usan unos gobiernos que no creen en la globalidad de los derechos humanos para limitar poco a poco a este tribunal. Nosotros seguiremos trabajando con el presupuesto que tengamos, pero hay programas que se pueden ver limitados, como las capacitaciones de autoridades judiciales en los países y las visitas al terreno. Muchos gobiernos sí son generosos y han dado el financiamiento y seguirán dándolo.

P. Hablaba usted al principio sobre las protestas sociales en este último trimestre y en algunos casos ha participado el ejército. ¿Cómo evalúa su actuación?

R. No cabe la menor duda de que ha habido problemas muy serios por el uso de la fuerza por parte de los órganos de vigilancia y también de los ejércitos. Eso ha motivado la preocupación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, entre otras organizaciones internacionales. Los informes de estas instituciones deben ser enviados a los Gobiernos para que tomen nota y corrijan lo necesario. Yo frente a esto solo puedo externar preocupación; no corresponde a los ejércitos gobernar a los países de ninguna manera. Cuando lo han hecho, los resultados han sido muy negativos. Obviamente la circunstancia de que en mi país no haya Ejército demuestra que es posible vivir en democracia y en derechos humanos sin tener fuerzas armadas.

P. Chile era un país aplaudido por sus logros económicos y democráticos. ¿Cómo se explica lo que pasa ahora?

R. Mi interpretación personal, que no puede ser atribuida a esta Corte, es que estos modelos económicos que privilegian a ciertos sectores y deprimen a otros llegan a un momento en el que los que tienen más carencias protestan. En el caso de Chile fue una explosión de una situación que se venía sintiendo tensa desde hacía tiempo y que reaccionó en cadena después de ese aumento en el pasaje del metro. Es una protesta legítima que nada tiene que ver con el vandalismo; lo que pasa es que cuando esto ocurre siempre hay vándalos que se aprovechan, como pasó en Chile, Bolivia y Colombia.

P. ¿Ve un elemento común que explique lo que pasa en varios países más allá de la insatisfacción popular?

R. Cada país tiene factores propios e historias propias. Colombia ha vivido una guerra civil muy larga y prolongada y eso deja muchas marcas y daños en el tejido social. Eso es muy diferente a lo que pudo pasar en Bolivia o Chile. Casa país tiene sus particularidades y por eso las protestas son diferentes, aunque es indudable que los grupos ven lo que se hace en un país y piensen que en su país también se puede hacer.

P. ¿Es realista pensar en un aumento en la cantidad de estados que reconocen la jurisdicción de la Corte IDH [ahora son 20 de los 25 que suscribieron la Convención Interamericana, aunque la OEA tiene 35 miembros]?

R. Yo pertenezco al gremio de las optimistas, porque si no, no hubiera hecho nada de lo que hecho. Sí creo que la seriedad con que la Corte enfrenta sus tareas hará que más Estados suscriban el Pacto de San José [la convención americana sobre derechos humanos aprobada en 1969 por al OEA] o que reviertan la decisión de salirse.

Fuente e imagen: https://elpais.com/internacional/2019/12/10/america/1575937464_039901.html

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