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España: Las mujeres son mayoría entre los estudiantes universitarios (54%) pero minoría entre docentes (40%) y catedráticos (21%)

Europa/España/13 Diciembre 2018/Fuente: Diario siglo XXI

Las mujeres tienen mayor participación en estudios universitarios que representación entre la población con la edad para cursar esos estudios, pero aún están lejos de llegar a la igualdad representativa entre el profesorado y en peor situación aún entre los docentes con cátedra.

Son algunos de los datos que arroja el informe ‘La Universidad española en cifras’, correspondientes al curso 2016-2017, que ha presentado este miércoles Crue Universidades Españolas en la Biblioteca Nacional.

De hecho, el 51% de los jóvenes de 20 a 24 años en España son mujeres, y las estudiantes universitarias de grado representan un 54% sobre la totalidad de estudiantes de este nivel. Y entre el profesorado universitario ellas suponen el 40% del total, mientras que sólo hay un 21% de mujeres entre los catedráticos.

El estudio, que contiene más de un millón de datos, también refleja que las estudiantes universitarias concentran sus preferencias en estudios de Salud y Bienestar y en Educación y son poco partidarias de la Ingeniería y la Arquitectura y, sobre todo, en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

En el ámbito de las universidades públicas presenciales, la evolución entre 2008 y 2016 constata que la participación de la mujer matriculada según ramas de enseñanza, aun siendo mayoritaria en todas las especialidades con la excepción de las ingenierías, ha ganado presencia “sólo” en Humanidades (donde ronda el 62%) y es “especialmente destacable” el descenso registrado en la Ingeniería.

MEJORES RESULTADOS FEMENINOS

Asimismo, el estudio concluye que se da “un mejor comportamiento académico generalizado de las estudiantes, respecto a los estudiantes, sin distinción de campos de conocimiento”.

Respecto al profesorado, España se situaba en 2015 todavía “alejada” del logro de países como Finlandia, Canadá, Bélgica o Estados Unidos, que rozan el 50% en proporción de profesoras entre el conjunto de docentes. España se queda en el 40%.

“Especialmente destacable por insuficiente resulta la presencia y evolución de las catedráticas de universidad que, si bien en estos años han registrado la mayor tasa de crecimiento del total de las categorías profesionales del conjunto de los recursos humanos universitarios (50,4%), se sitúan al final del periodo en porcentajes equivalentes a la mitad de su participación en el total del profesorado, pasando de representar el 15,3% en el 2008 al 21,3% en el año 2016”, indica.

Agrega el informe que las mujeres han cubierto las necesidades docentes “con contratos laborales más precarios y con menor nivel de retribución salarial”, como muestran los datos de profesoras universitarias de categoría asociadas.

Fuente: http://www.diariosigloxxi.com/texto-s/mostrar/303818/educacion-mujeres-mayoria-entre-estudiantes-universitarios-54-pero-minoria-entre-docentes-40-catedraticos-21

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España: El 8% de las mujeres de la Complutense declara haber sufrido acoso sexual

Europa/España/06 Diciembre 2018/Fuente: El país

21.000 personas respondieron al primer análisis sobre este asunto en el mayor campus público: 103 revelaron agresiones

El 8% de las mujeres que trabajan o estudian en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la más grande de España, asegura haber sufrido acoso sexual dentro del campus. Es uno de los datos que revela el primer informe sobre la realidad del acoso en el ámbito universitario elaborado por la UCM, un trabajo pionero para arrojar luz sobre un asunto sobre el que la Academia habla poco de puertas para adentro.

Han contestado a esta encuesta 21.000 personas de más de 83.000 que integran la comunidad universitaria complutense. 18.990 estudiantes, 1.759 profesores y 751 del personal de administración y servicios. Hasta 149 personas, de las que 100 eran mujeres, 37 hombres y 12 se definieron como de “otra” identidad (no se sienten claramente adscritas al género masculino o femenino) declararon haber padecido relaciones sexuales no consentidas dentro de la universidad (0,9% del total). Otras 103 –de nuevo mayoritariamente mujeres, 62— aseguraron haber sufrido asaltos o agresión sexual con fuerza física  (0,6% de los encuestados)

El cuestionario incluye desde las situaciones más leves a las más graves y analiza el acoso sexual, el sexista (contra las mujeres) y el relacionado con la orientación sexual. Empieza preguntando si les han hecho chistes, bromas o piropos ofensivos con intencionalidad sexual o miradas o gestos lascivos; si han sufrido tocamientos, presiones para obtener favores sexuales o han vivido abusos con relaciones sexuales no consentidas o una agresión sexual con fuerza física. Una de cada cuatro personas encuestadas ha tenido que escuchar chistes, bromas o piropos ofensivos de carácter sexual o gestos y miradas lascivas. Al 18,5% le hicieron comentarios u observaciones sexuales no deseados y un 4,2% tuvo que soportar tocamientos no deseados.

«Tenemos que dar ejemplo, ser pioneros”, ha destacado el rector de la Complutense, Carlos Andradas, en la presentación del informe, del que solo han remitido de momento un resumen con la promesa de publicarlo la semana que viene en su web. Andradas admite que abordaron el trabajo con «cierto temor» porque incluía «determinadas cosas que nunca se habían preguntado». Y que «desgraciadamente siguen siendo un poco tabú». Pero destaca que se trata de una de las encuestas que mejor acogida y más respuestas ha recibido. Les servirá como diagnóstico para establecer las directrices de un plan de actuación, según el rector.

María Bustelo, delegada del rector para la Igualdad en la Complutense y responsable del informe, destaca que el 79% de los acosadores a los que alude la encuesta sean conocidos de las víctimas refleja que se trata de situaciones «normalizadas». El trabajo destaca también que la universidad es un lugar percibido como «más seguro que el mundo en general». En el 88% de los casos el agresor era hombre y en más de la mitad de las ocasiones (54,4%) alguien de similar rango, sin relación jerárquica directa.

Respecto a la discriminación sexista, el informe señala que una de cada cuatro mujeres considera que se ignoraron sus aportaciones o comentarios por el hecho de serlo, a otro 24,3% las han ridiculizado y una de cada tres cree que tiene menos presencia laboral por su condición femenina. En cuanto a la discriminación por orientación sexual, el 97,4% de las personas declararon que no les asignan tareas en base a prejuicios relacionados con esta orientación. Más de la mitad de los integrantes de la universidad que se definen como homosexuales o bisexuales han escuchado humor homófobo que le ha resultado ofensivo.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2018/11/29/actualidad/1543513161_325488.html

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Noviembre es el mes de…

Por: Elena Simón

Para acabar con la violencia específica contra las mujeres debemos implicarnos la mayor parte de personas posibles, de toda clase y condición y de forma transversal, es decir, a toda hora y con cualquier motivo u ocasión.

Muchísimas celebraciones y conmemoraciones internacionales y mundiales. También europeas. Y hay algunas que merece la pena trabajarlas en los centros educativos y relacionarlas con el 25 de noviembre, “Día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer”.

Me consta que en los últimos años en muchos colegios e institutos se conmemora el 25 de noviembre con multitud de actividades visibles: concursos y certámenes, performances, películas, vídeos, música, dibujos, fotografías, dramatizaciones, recopilación de prensa, programas de radio, etc… Menos mal que, al menos, este día resuena en gran parte de las cabezas y de los corazones de las personas que conforman las comunidades educativas, los ecos de una de las injusticias más crueles y extendidas por el mundo: la violencia contra las niñas, las jóvenes y las mujeres por el mero hecho de serlo.

Con estos actos culturales nos ponemos frente al espejo de la violencia de género, que nos afecta a la totalidad de la población, si bien es cierto que a los hombres de distinta forma que a las mujeres. Ellos siguen estando socializados en la competitividad y la agresión verbal o física como propia de la condición masculina a la que deben de aspirar para ser hombres-hombres y ellas se socializan para disculpar, apoyar y dar la razón a los chicos, para aspirar a ser consideradas y amadas por ellos.

Pero ya sabemos que para acabar con la violencia específica contra las mujeres debemos implicarnos la mayor parte de personas posibles, de toda clase y condición y de forma transversal, es decir, a toda hora y con cualquier motivo u ocasión.

Pues en este sentido, podríamos trabajar –quizás dando un paso más– en alguna de las conmemoraciones que tienen lugar durante el mes de noviembre, como por ejemplo:

En la semana del 5 al 11: Semana internacional de la Ciencia y la Paz. En la Ciencia, incluyamos a científicas. En la Paz, tratemos el asunto de la paz entre los géneros.

El día 12, día mundial del Libro. Incluyamos autoras y mujeres protagonistas de cuentos, relatos y poemas.

El día 15, Día mundial de la Filosofía. Aprovechemos para mostrar la Filosofía como una actividad humana intelectual imprescindible para ir comprendiendo el mundo y mostremos las aportaciones de alguna filósofa de cualquier época y lugar, incluyendo el presente.

El día 20, día mundial del niño (mejor digamos de la infancia). Hablemos de sus derechos y deberes y de la suerte de tener una escuela para aprender, sobre todo a convivir entre iguales, niñas y niños de cualquier condición, clase, origen, etc…

Hay muchas más efemérides que conmemorar durante este mes (consultar en internet para tener una lista completa), pero estos días y con estos temas, creo que tendremos bastantes oportunidades de relacionar la violencia contra las mujeres con la invisibilidad académica y con la exclusión o poca presencia de las mujeres y las niñas en sectores cruciales de la actividad humana.

Tenemos que lograr que nuestras alumnas actuales se vean como hacedoras de ciencia, cultura, tecnologías, deportes, no sólo como espectadoras y usuarias. Que las niñas disfruten y se diviertan con disciplinas creativas y dinámicas, que se vean autónomas para decidir sobre sus vidas, que no proyecten sólo su felicidad y completud a través de algún hombre que se fije en ellas y las elija, para amarlas o para controlar sus sentimientos.

La violencia contra las mujeres por parte de sus parejas o exparejas no se extinguirá hasta que la falta de equidad en el reparto (de riqueza y pobreza, de tiempos, espacios, poderes, etc…), la carencia en el reconocimiento (de que la condición femenina es tan humana e imprescindible como la masculina) y el déficit en la representación (que estén las mujeres en todos los ámbitos, destacadas y bien visibles), deje de verse como normal.

La cultura de la desigualdad respecto a las niñas y mujeres alimenta constantemente los deseos irrefrenables de violencia contra ellas por parte de los hombres maltratadores, que quieren controlar sus vidas y acaban destrozándolas.

Todo ello hay que verlo y aprenderlo durante la etapa escolar. Es una cuestión de vida o muerte o muerte en vida para muchas.

Una buena ocasión para trabajar activamente por la desaparición de la violencia contra las niñas y las mujeres: el mes de noviembre.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/22/noviembre-es-el-mes-de/

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Educación y Economía podrían reducir los suicidios en mujeres indias

Asia/India/01 Noviembre 2018/Fuente: Prensa Latina

 Alrededor de 15 mujeres se suicidan por cada 100 mil en la India, que tuvo una tasa 2.1 veces superior al promedio mundial en 2016, según un estudio sobre diferencias de género y las muertes por esa causa.
De acuerdo con los especialistas, si las mujeres indias tuvieran una mejor educación, fueran económicamente independientes y enfrentaran menos violencia doméstica, es probable que disminuyan los suicidios en el populoso país surasiático.

Las mujeres casadas representan la mayor proporción de muertes por suicidio entre las indias, destacó la investigación.

En ello inciden factores como el matrimonio arreglado, el matrimonio precoz, la maternidad joven, el bajo estatus, la violencia doméstica y la falta de independencia económica.

Los matrimonios tempranos todavía son comunes en India, el 27 por ciento de las mujeres se casaron antes de los 18 años y el ocho por ciento del grupo de entre 15 y 19 años estaban embarazadas, según la última Encuesta Nacional de Salud Familiar.

La investigación mostró que casi el 29 por ciento de las mujeres casadas en el grupo de 15 a 49 años en la India experimentaron violencia conyugal y el tres por ciento enfrentó violencia durante el embarazo.

A diferencia de los hombres, la educación es un factor protector para las mujeres contra el suicidio, dijo al portal del periódico India Spend Lakshmi Vijayakumar, uno de los autores del trabajo.

Solo el 36 por ciento de las mujeres indias de 15 a 49 años tienen más de 10 años de educación. Así que, junto con el matrimonio precoz, la maternidad y la violencia doméstica, las mujeres indias no tienen la educación ni la independencia económica para apoyarse.

La prevención de los matrimonios infantiles, la educación de las niñas y la reducción de la dote ayudarían a prevenir los suicidios de mujeres, agregó Vijayakumar.

Asimismo, es preocupante que la tasa de suicidios de los varones no cambió en casi tres décadas. Las muertes por suicidio entre mujeres fueron 20 por 100 mil en 1990 y 15 por 100 mil en 2016; en los hombres, la cifra fue de 22 por 100 mil en 1990 y 21 por 100 mil en 2016.

También hay un aumento en los suicidios en adolescentes, según el estudio. Casi el 17 por ciento de las muertes de niñas de 15 a 19 años se debieron al suicidio, la tercera incidencia más alta entre todos los grupos de edades.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=224204&SEO=educacion-y-economia-podrian-reducir-los-suicidios-en-mujeres-indias
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Mujeres demandarán a universidad japonesa por discriminación

Asia/Japón/25 Octubre 2018/Fuente: Prensa Latina

Mujeres que desaprobaron el examen de ingreso a la Universidad de Medicina de Tokio exigirán una compensación por discriminación tras el escándalo por manipular los resultados de esas pruebas, reportan hoy medios japoneses.
Los abogados de una veintena de féminas informaron que el lunes presentarán la demanda judicial contra el centro de altos estudios por ocultar la práctica discriminatoria y pedirán un reembolso a sus clientas de 900 dólares por los gastos de la prueba, de acuerdo con la agencia de noticias Kyodo.

Esta es la primera iniciativa legal desde que salió a relucir que la universidad había discriminado a algunas candidatas en beneficio de aspirantes varones.

La institución falsificó durante años las notas de las pruebas realizadas por mujeres para reducir el número de alumnas en las aulas.

Tras una investigación, el Ministerio de Educación concluyó que otros centros del alto estudios del país desfavorecieron a las mujeres, informó recientemente el ministro de Educación, Masahiko Shibayama.

Según el funcionario, un equipo de expertos inspeccionó alrededor de 30 organizaciones con disparidades significativas en las tasas de aprobación entre solicitantes femeninos y masculinos en los últimos seis años.

Todavía no está determinado cuántas damas se vieron afectadas por esta práctica fraudulenta, aunque el rastro de la manipulación se remonta al menos a una década.

Las universidades implicadas buscaban mantener la proporción de estudiantes femeninas en torno al 30 por ciento con la justificación de que las doctoras a menudo renuncian o toman largas licencias después de casarse o tener hijos.

Según una encuesta del Ministerio de Salud japonés, muchas mujeres abandonan el trabajo tras la maternidad debido a factores socioculturales y a las dificultades para conciliar vida familiar y profesional en este país asiático, refiere la cadena NHK.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=222170&SEO=mujeres-demandaran-a-universidad-japonesa-por-discriminacion
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Madre y estudiante, una realidad invisible y sin facilidades para la conciliación

Por: Saray Marqués

En un contexto en que la edad de quienes cursan estudios universitarios va en aumento, los casos de estudiantes que son madres dejan de ser tan anecdóticos como creemos. Una realidad que a las instituciones en muchos casos les pilla desprevenidas y puede ser motivo de abandono de los estudios a falta de un marco que la contemple.

Los cuidados no remunerados alejan a una gran cantidad de mujeres en España de la carrera laboral (un 25,1% alegan este motivo, un 2,6% en el caso de los hombres, según un reciente estudio de la OIT). ¿Y de la académica? ¿Qué sucede cuando una mujer se convierte en madre en medio de sus estudios obligatorios o postobligatorios? Ni en el INE, en el Instituto de la Mujer, el Ministerio de Educación y FP o el de Ciencia, Innovación y Universidades existen estadísticas de deserción de los estudios por este motivo, por tratarse de “datos privados”.

Conciliación estudiantil-familiar

Desde el campo de la investigación, al abordar el abandono universitario, Marina Elias Andreu, de la Universitat Autónoma de Barcelona, reconoce las cargas familiares como una de sus causas. Pero, sin duda, la investigadora que más se ha centrado en este campo ha sido Amparo Alonso-Sanz, de la Universitat de València, quien en un artículo publicado en 2015 junto con Inés Lozano y Marcos Jesús Iglesias acuña el concepto de conciliación estudiantil-familiar.

Según la investigación, “el colectivo de estudiantes con responsabilidades familiares y en estado de gestación, aunque pueda ser una minoría, ya resulta significativo y va en aumento”. Menciona cómo a raíz de la crisis se incrementó la edad de acceso a la educación superior. Según datos del Ministerio de Educación, en los últimos cinco cursos desde 2007-2008 la población universitaria de 18 a 24 años aumenta un 13,7%, mientras que la de más de 30, un 18,4%. “Ya no llegas solo recién salido del instituto, hay gente que accede tras un grado previo o tras un periodo trabajando o en situación de desempleo”, analiza Alonso-Sanz.

Justamente estos años de recesión han coincidido con la implantación el Espacio Europeo de Educación Superior, con mayor peso de la evaluación continua y obligatoriedad de asistencia a clase, entre otros. “Como consecuencia, nos encontramos con estudios de Magisterio o Enfermería, muy feminizados, o estudios de postgrado, donde la maternidad sí se hace presente. No solo la maternidad, las cargas familiares, el cuidado de personas dependientes, que recae más en las mujeres. Tenemos, por ejemplo, abuelas que no pueden asistir a la universidad de mayores porque han de ocuparse de sus nietos… Es necesario abordar el problema en su conjunto y con una perspectiva de género”, señala Alonso-Sanz, “Ya que la gestación, parto puerperio y postparto afecta solamente a las mujeres, no puede convertirse la opción de la maternidad en un factor de desigualdad”.

Freno a la penalización

Si para ella la maternidad en nuestro país puede ser causa de abandono de estudios, su ralentización, disminución del éxito académico y, en definitiva, autolimitación académica, insta a echar un vistazo al panorama internacional. Pese al vacío en nuestro país, fuera de nuestras fronteras hay ya universidades calificadas de family friendly, como la de Brighton, que facilita la conciliación de la crianza con los estudios. Escuelas infantiles, becas para acceder a ellas, modalidad a distancia o asociaciones de estudiantes en la misma situación, así como instalaciones habilitadas para menores, son algunos de los recursos con que cuentan los estudiantes padres en el Reino Unido. También en Holanda existen ayudas específicas para madres que están estudiando, “menos instalados como están en la tradición de aquí: ten un trabajo, una casa, cásate y ten hijos”.

En determinados países de América Latina prima una visión proteccionista del madresolterismo, y en ciertos estados de EEUU, como Utah, se protege la maternidad por cuestiones religiosas. La figura de las madres se suele contemplar como un colectivo con necesidades educativas especiales.

En España, entretanto, la legislación es ambigua, pues el Estatuto del Estudiante Universitario sí habla de “una atención y diseño de las actividades académicas que faciliten la conciliación de los estudios con la vida laboral y familiar”, pero no abunda más allá. Y se hace necesaria una mayor sensibilización del alumnado, del profesorado y del personal de administración y servicios sobre la posibilidad de compatibilizar la vida estudiantil y familiar.

“Nosotros no estamos animando a ser madres en edad temprana. Estamos diciendo que debe haber una estructura, de forma que quien desee ser madre mientras está estudiando pueda serlo con garantías de salud, sin llevar a cabo un sobreesfuerzo que acabe haciendo que a los dos años estas mujeres estén enfermas, con problemas de estrés o ansiedad, y sin que tengan que abandonar uno de los dos roles, generalmente el de estudiante”, matiza Alonso-Sanz, que cuenta con una propuesta de regulación en nuestro país con las adaptaciones pedagógicas, los recursos, los servicios y las medidas legislativas y fiscales que considera pertinentes en estos casos.

“Es una realidad que no aparece en las estadísticas, no se cuantifica, aunque se reconoce la existencia de estudiantes cuidadores cuando, por ejemplo, las escuelas de verano se ofrecen tanto a los hijos de docentes como a los de estudiantes”, insiste.

Acción-reacción

De momento, en nuestro país las medidas suelen llegar tras las quejas, tras casos concretos que en ocasiones trascienden públicamente.

El último ha sido el de María Cadierno, estudiante de 2º de Grado de Maestro en Educación Infantil en la Universidad de Oviedo, dado a conocer la semana pasada por la prensa local. A un mes para salir de cuentas –el nacimiento de Lucas se espera para noviembre– tanto ella, que estudia lejos de su familia, como su pareja, actualmente en el mundo laboral, se han encontrado con lo difícil que es hacer entender su situación. Aunque en un principio en la Universidad se le había garantizado flexibilidad, al acudir a informarse acerca de las medidas concretas ha dado con comentarios del personal de administración y servicios como “no existe ningún protocolo” o “no deberías haberte matriculado”.

Ahora, tras cierto revuelo mediático, el decano de la facultad, Juan Carlos San Pedro, se ha reunido con María y le ha explicado las zonas que se van a habilitar si en alguna ocasión, sobre todo los primeros meses, al no existir un permiso de maternidad para estudiantes, tiene la necesidad de acudir con el bebé. Habrá, además, dos cambiadores en los baños, un biombo en el comedor por si así lo prefiere la madre lactante y no habrá obstáculos para carritos de bebé en los accesos. Por lo demás, se ha dejado en manos de cada profesor, en virtud de la libertad de cátedra, las adaptaciones pertinentes. Se ha asegurado que el caso ya se estudia desde la Unidad de Igualdad de la Universidad y que el de María no ha sido el primero.

La estudiante, que se verá próximamente con una profesora para analizar las adaptaciones en su asignatura, tiene la sensación de que se ha intentado atajar este problema concreto, pero que poco ha cambiado. “Es una facultad de formación del profesorado, por lo que profesores y alumnos siempre están más concienciados con este tema. Si vas a hablar con el profesor concreto, puede que levante la mano en asistencia. Que haya un bebé en la facultad no está mal visto. Pero yo creo que hace falta un marco legal para que te aporte cierta seguridad estudies donde estudies, para que no tengas la sensación de que estás pidiendo un favor o te tengas que plantear abandonar el curso o posponer la maternidad”, reflexiona.

En su caso, se trata de una maternidad buscada, explica. Ha llegado a los 25 años, tras un periodo trabajando precisamente para costearse los estudios que ahora cursa, con beca. Para no perder esa beca, ha elegido la modalidad de evaluación continua, sin reducción: “Voy a por todas las asignaturas, no contemplo parar más años los estudios. He estado ahorrando para esto”, plantea María, consciente de las dificultades: “En Educación Infantil no existe la modalidad a distancia, y con Bolonia da igual que las faltas sean justificadas. En función de las que acumules, pierdes la evaluación continua”.

De momento, está en contacto con el Frente Feminista de la Universidad de Oviedo y con la Asamblea Feminista de la Universidad Complutense, que se movilizó al conocer el caso. Juntas van a elaborar un protocolo que presentarán ante la Unidad de Igualdad. “Yo solo he querido demostrar que este problema, aunque está tapado, existe. Que sientes que tienes que elegir entre una cosa u otra porque, si no, o eres mala madre o no has tenido cabeza”.

Imaginario social

“En el imaginario social, y en el de las universidades, prolifera la idea de que el embarazo joven en determinadas circunstancias necesariamente obliga a la interrupción. No se contempla el deseo de continuar con él y compatibilizarlo con los estudios”, plantea Raquel Hurtado, especialista en sexualidad y jóvenes de la Federación de Planificación Familiar Estatal. “El embarazo adolescente y joven siempre se ve como riesgo, no como posibilidad”.

Una posibilidad que, reconoce, penaliza. Citando el último gran estudio sobre el tema, de la investigadora del CSIC Margarita Delgado, el precio en muchos casos es el acortamiento de los estudios, un patrón de actividad de menor intensidad y menores porcentajes de empleos estables.

Hurtado echa en falta una mayor sensibilidad y políticas concretas que garanticen el acceso a la educación independientemente de la situación vital de la persona. Entretanto, desde la federación cuentan con un programa de acompañamiento a madres adolescentes y jóvenes en el que se incide en la opción de conciliar maternidad y estudios o desarrollo laboral, pese a las trabas.

Mientras, en las universidades, al preguntar si se contempla la maternidad como posibilidad, una respuesta habitual es “no nos enteramos de estas cosas”. En la Complutense de Madrid, las ayudas para situaciones sobrevenidas, que cubren al estudiante para que culmine al menos ese curso, protegen a la chica que se queda embarazada, como lo hacen en cualquier otra situación inesperada que pueda atravesar un estudiante. En la Autónoma de Barcelona, la matrícula a tiempo parcial, antes llamada “vía lenta”, es una posibilidad para estos casos. Además, el tercer Plan para la igualdad entre mujeres y hombres alude directamente a la conciliación “con perspectiva de género”.

Amparo Alonso-Sanz menciona cómo también el tercer plan de igualdad de la Universidad de Valencia está teniendo en cuenta algunos aspectos de la conciliación estudiantil-familiar. La Universidad de Alicante ha sido pionera con un reglamento que incluye adaptaciones curriculares para estos casos (englobando a las personas con cargas familiares con Erasmus, deportistas de élite y personas con discapacidad). En la Universidad de Barcelona, a raíz de una queja concreta, se prepara un protocolo para estos casos. Y en la Universidad de Murcia se ha creado una sala de lactancia, “que no ha sido exitosa, pues se encuentra en una facultad en medio de un campus gigante”.

Fotografía: Pixabay

Excepciones

Si se busca una universidad family friendly en nuestro país, por distintas razones, destacan dos: la UNED, a distancia con clases presenciales de apoyo, donde no es extraño que las estudiantes acudan a recoger el título con su bebé, y la Universidad CEU San Pablo. Como explica su vicerrectora de Estudiantes y Servicios a la Comunidad Universitaria, Mª Isabel Abradelo, en su “apuesta por la vida”, y dado que reconocen “las dificultades que un estudiante, hombre o mujer, debe afrontar cuando debe compaginar sus estudios con la maternidad o la paternidad”, el tutor personal con el que cuentan todos los estudiantes “ayuda al alumno a orientar su esfuerzo de manera que pueda compatibilizarlo razonablemente con sus obligaciones como padre o madre, especialmente en los casos en que se trata de una maternidad juvenil, a veces ni siquiera buscada”. Así “se anima a las madres jóvenes a continuar sus estudios y, a través de la figura del tutor, se informa a los profesores, con el consentimiento del estudiante, de las dificultades que pueda tener y, sin perder el nivel de exigencia, se facilita su asistencia a clases y la realización de pruebas y exámenes”, prosigue. Según los datos de la universidad, se dan dos casos anuales de embarazos entre estudiantes jóvenes, y habitualmente las alumnas continúan con sus estudios.

Frente a estas dos agujas en un pajar, la una por la modalidad de estudios que ofrece y la otra, por las convicciones religiosas que laten detrás, Alonso-Sanz aboga por iniciar un camino hacia una mayor naturalización y flexibilidad en el sistema universitario en general, empezando por la sensibilización -“Si no, cualquier medida legislativa va a ser mal entendida o no apoyada”- y teniendo presentes los derechos de todos (bebé, madre, padre, docentes, alumnos).

El biombo de la Universidad de Oviedo no le parece mala idea. En sus investigaciones recoge el planteamiento de Springer, Parker y Leviten-Reid: “No ofreciendo un espacio para la lactancia, las universidades y departamentos dan el mensaje de que las madres deben elegir entre el trabajo o la crianza”. O contar con un cambiador portátil en conserjería. O recurrir a clases grabadas. Pero para ella es necesaria una visión de conjunto: “En nuestra propuesta de legislación nos basamos en el convenio para mujeres trabajadoras y sus bajas de maternidad. Todos los puntos de remuneración económica trasladados a la educación se extrapolan al derecho a ser evaluada, a no perder la evaluación”, explica Alonso-Sanz.

“Sin lugar a dudas, para que se genere el cambio legislativo es necesario un colectivo numeroso y asociado de afectadas que se han sentido discriminadas para reunir firmas”, asevera. “Y las hay. Yo lo fui, ya no lo soy, pero sigue habiendo mujeres que a estas alturas han de escuchar ‘Haberlo pensado antes’. No es justo, y a nadie se nos pasaría por la cabeza espetar ‘Haberte pensado antes lo de trabajar si querías ser madre’”.

¿Y en el instituto?

Antes, en la educación obligatoria y postobligatoria, es competencia de cada comunidad autónoma. Hace tres años, se generó cierto revuelo en la Región de Murcia porque el PP introdujo la posibilidad para menores embarazadas de estudiar en casa. Hasta ahí todo bien, pero uno de los argumentos expuestos fue “evitarles la vergüenza” acudiendo a su centro. La moción salió adelante. Hoy, se sigue ofreciendo a las menores que así lo requieren (si el proceso de gestación conlleva la necesidad de reposo o resulta indicada la no asistencia al centro) la posibilidad del Servicio de Apoyo Educativo Domiciliario, con profesores de apoyo del ámbito sociolingüístico y científico-matemático acudiendo al domicilio de la alumna de seis a ocho horas a la semana, coordinados con los tutores y profesores de su centro para evitar que el proceso educativo se interrumpa. Cinco alumnas embarazadas se acogieron a esta modalidad el curso pasado.

Las Enseñanzas a Distancia, ofrecidas por el Centro para la Innovación y el Desarrollo de la Educación a Distancia del Ministerio, son una posibilidad en cualquier comunidad autónoma hasta los 16 años y, a partir de los 16, se puede cursar ESO o bachillerato a distancia a través de Educación para Adultos.

Galicia, por su parte, con una ley que regula una red de apoyo a la mujer embarazada, establecía en su decreto de atención a la diversidad de 2011, en su artículo 31, cómo se arbitrarán “las actuaciones o medidas de apoyo necesarias para hacer posible la continuación de los estudios por parte de la menor embarazada y, en su caso, del futuro padre en edad de escolarización obligatoria, de forma compatible con las exigencias derivadas del embarazo y con los deberes de la maternidad y de la paternidad”, con la “adecuación de los procesos de enseñanza y aprendizaje a sus necesidades durante su embarazo y en los dos años siguientes al parto”, contemplándose la asistencia intermitente, tanto en el caso de la madre como en el del padre, “de acuerdo con sus necesidades”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/17/madre-y-estudiante-una-realidad-invisible-y-sin-facilidades-para-la-conciliacion/

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Radio local dirigida a mujeres jóvenes en el comercio sexual en la República Democrática del Congo

UNESCO/11 Octubre 2018

«Mi madre y mi padre fueron asesinados en la guerra y yo era la mayor de tres hijos. Tengo que ganar dinero para llevar comida a mis hermanos, y quiero que vayan a la escuela”, dijo una joven en una entrevista con la Radio comunitaria Moanda.

Según informes, esta estación de radio ha ayudado a al menos una joven de la República Democrática del Congo (RDC) a poner fin a su actividad en el comercio sexual. La pobreza es un factor común en todos los países para obligar a los jóvenes a convertirse en trabajadores sexuales al limitar el número de oportunidades económicas disponibles para ellos. La radio local apoyada por la UNESCO invitó a la joven para discutir este tema y las circunstancias que la llevaron a involucrarse en el comercio sexual.

La entrevista se emitió como parte del programa regular de la Radio comunitaria Moanda, «Retrato de una mujer». Este programa de radio revela importantes asuntos locales a través de entrevistas personales íntimas con mujeres de la comunidad. La estación transmitió la historia de esta joven para explicar cómo el comercio sexual era el único camino disponible para que muchas sobrevivieran.

«La pobreza paraliza las sociedades y dificulta las oportunidades disponibles para los jóvenes», dijo Mirta Lourenço, Jefe de Desarrollo de Medios y Sociedad de la UNESCO. “La radio local puede ayudar al llamar la atención sobre los problemas acuciantes que enfrentan y hacer que la sociedad rinda cuentas”.

La transmisión de esta entrevista culminó con la llamada de un oyente, profundamente conmovido por su historia, para ofrecerle un trabajo como asistente de ventas en su empresa. Desde entonces, la joven ha aceptado la oferta y pudo liberarse de la vida como trabajadora sexual.

Según una estimación reciente de ONUSIDA, hay cerca de 3.000.000 trabajadoras sexuales activas en la República Democrática del Congo (ONUSIDA, 2016. Hojas de datos sobre países, República Democrática del Congo), muchas de las cuales son supuestamente jóvenes sin hogar.

La radio comunitaria Moanda, la estación que transmitió la entrevista, fue una de las cuatro estaciones de radio locales de la Fase I del proyecto » Empoderar la radio local con las TIC» de la UNESCO, con el apoyo de Suecia. El proyecto trabajó para mejorar las comunidades y enfrentar los desafíos de la pobreza y el desarrollo a través de la capacitación del personal de radio local para abordar los problemas de interés local. Esta iniciativa ayudó a desarrollar las capacidades del personal de la radio local sobre cómo cubrir las cuestiones de género y cómo contribuir a eliminar los sesgos y estereotipos perjudiciales de los medios de comunicación. Al incorporar un componente específico de género en todas sus actividades, el proyecto avanzó en el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género, en línea con el ODS 5 (Objetivos de Desarrollo Sostenible 5) de la ONU.

Fuente: https://es.unesco.org/news/radio-local-dirigida-mujeres-jovenes-comercio-sexual-republica-democratica-del-congo

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