Por: panorama.com.ve.
Muchas horas de estudio convencional, con libros y pizarras llenas de información que decodificar, pueden ser agotadoras y contraproducentes para el aprendizaje de los niños. Generar otras alternativas de aprendizaje puede ser la clave para encontrar nuevos y mejores resultados en el rendimiento académico.
En este caso, la musicoterapia es una técnica que puede elevar el nivel cognitivo sin ser parte de un estricto plan educativo. Esta terapia se basa en producir y escuchar música como un canal para la expresión y la comunicación. Y son abundantes los beneficios que se obtienen practicándola en el salón de clase.
Puede ser aprovechada por los educadores en el salón de clases para el aprendizaje, relax y desarrollo de la creatividad de los estudiantes.
La musicoterapia va más allá de solo escuchar música. Esta disciplina bien realizada logra grandes beneficios entre quienes la practican, como desarrollar la coordinación motriz, liberar energía, brindar sensación de equilibrio en las personas a través del control del cuerpo y la mente o aumentar la autoestima y la creatividad, entre otros; por lo que resulta un muy buen recurso para utilizar en las escuelas.
Luis Osorio Acosta, psicólogo e investigador del departamento de clínicas de la salud mental del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de México, realizó investigaciones acerca de lo que produce la interacción con la música, descubriendo que gracias a ésta el niño puede despertar capacidades intelectuales como las de lenguaje o habilidades matemáticas.
Asimismo, el psicólogo descubrió que la musicoterapia despierta un gusto e interés por el arte, a la vez que resulta un programa preventivo de salud mental ya que los niños incorporan rasgos humanistas volviéndose menos agresivos, logrando superar problemas familiares y reduciendo las conductas delictivas aun cuando provienen de familias disfuncionales.
Si bien no hay una estructura única de cómo puede incluirse la musicoterapia en las clases, existen ciertos parámetros que pueden ser aplicados de manera general.
El espacio donde se desarrolle la práctica debe estar iluminado pero no en exceso. Debe elegirse una música suave para trabajar en el aula que ayude a relajarse y controlar las emociones. Esta tiene que transmitir calma.
Los cuatro pasos generales para llevar adelante una sesión de musicoterapia son: canción de bienvenida, improvisación con instrumentos, actividades de expresión artística (dibujos o expresión corporal) y técnicas de relajación al finalizar.
Después de escuchar la música de bienvenida, con los instrumentos que hay en el salón se improvisará tocándolos entre todos los integrantes del grupo. Para esto no es necesario que los participantes sepan tocar un instrumento sino que solo deben dejarse llevar, descubriendo su parte creativa. Una idea que a los más pequeños les entusiasma mucho es crear previamente sus propios instrumentos.
También se improvisará a través del cuerpo, dejándose llevar por la música y sintiendo como todos los movimientos se relajan a través de esta y de los cantos. Puede proponerse también realizar una actividad artística como un dibujo, invitándolos a plasmar sensaciones que experimentaron.
“Hay que incluir momentos en el aula en que los estudiantes puedan experimentar su creatividad desde un lado más relajado y artístico, también es importante para mantener la energía y entusiasmo general del grupo”, indicó el especialista.
Para la psicóloga y docente española, Maribí Pereira, la parte más importante de ejercer la músico terapia en el aula es la de “potenciar las funciones cognitivas”.
“Se ha demostrado que la musicoterapia mejora la atención y la concentración de los niños, a la vez que estimula la fijación de los nuevos contenidos. Además, es una herramienta para fomentar su imaginación, creatividad, formación de conceptos y agilidad mental. Asimismo, contribuye a fomentar el aprendizaje y la resolución de problemas”, agrega la especialista en Psicoterapia del Bienestar Emocional.
Según ambos especialistas importante canalizar el flujo creativo que resultan de este tipo de dinámicas, para ellos es recomendable incluir técnicas de relajación y respiración, dos actividades que incrementan la tranquilidad y la capacidad de concentración. La energía creativa, debidamente canalizada, ayudará a nuestros niños a lograr mejores resultados en un tiempo más corto.
Fuente de la reseña: https://www.panorama.com.ve/pitoquito/Musicoterapia-la-tecnica-creativa-que-ayuda-al-rendimiento-en-el-aula-20190903-0034.html